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Unidad 1 y 2: Fase 1 - Guía de actividades y rúbrica de evaluación - Fase 1 - Elaborar

una reflexión para identificar y evaluar un problema apertura foro fase 1

Grupo: 109006_47

Presentado por:

Oscar Nicolás Aldana Acosta

Claudia María Pineda

Miguel Leonardo Bernal

Lizeth Paola Díaz.

Neyder Mauricio Obando

Presentado a:

David Santiago Tovar

Tutor

Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Escuela de Ciencia Jurídicas y Políticas.

Septiembre de 2018
Construcción de un nuevo concepto

De acuerdo a las opiniones y planteamientos hechos en el foro, se obtiene como constructo


una reflexión en la que se coincide en manifestar que lo expresado en el caso de la construcción
de la represa en el departamento de Las Lajas Negras, es un simbolismo de la realidad
colombiana, en la que se irrespetan todos los procesos y procedimientos que deben tenerse en
cuenta. Además de que se quebranta el componente y normativo legal en lo referente a
contratación, se vulnera de forma grosera los derechos de un pueblo que es en últimas el que
asume la mayor parte de las nefastas consecuencias.

Es significativo y cabe resaltar la importancia de la ley 80 de 1993, “Por la cual se expide el


Estatuto General de Contratación de la Administración Pública”, que estudiando el presente
tema, no la tuvieron en cuenta para adjudicar el contrato a la empresa JJ Constructores, sino al
contrario, lo realizaron de manera conveniente. De otra parte, según el caso planteado podemos
analizar, que esta obra de gran magnitud afecta al medio ambiente, razón por la cual, es deber y
obligación de los entes de control de vigilar tales obras y de prestar la atención del caso por
cuanto está afectando intereses de una comunidad. Como quiera que el problema objeto de
estudio y según el material se trata sobre la corrupción, es de precisar que la palabra corrupción
etimológicamente viene del latín “curruptus”, que significa descomposición, podredumbre o
desintegración, igualmente, se identifica como el proceso degenerativo de las normas y de los
valores que se establecen en la sociedad.

Para efecto, de lo planteado en el caso objeto de estudio, se puede afirmar que los servidores
públicos protagonistas de esta historia, gozan de su arbitrio por tener un alto cargo que pueden
manejarlo a su antojo y recibir dadivas; además son escasos en moral por aceptar sobornos y por
otra parte, en el ordenamiento jurídico las sanciones no son rápidas ni eficientes y además
cuando se descubra y se llegue a una sanción dichos servidores públicos ya no están en esos
cargos y se encuentran insolventados y la acción de repetición resultaría ilusoria. La alta
discrecionalidad en las decisiones de los funcionarios públicos se fundamenta en una serie de
cadenas de actividades administrativas que terminan dispersando la responsabilidad de los
mismos y haciendo difícil las operaciones para ser descubiertos y judicializados.

Desafortunadamente en Colombia la corrupción ha invadido todas las esferas, aun punto tal,
de obtener o estar según informes en los primeros lugares a nivel mundial de los países con
mayor índice de corrupción. Desde su establecimiento o sus orígenes, incluso en la época de la
conquista, la política ha sido empañada por este flagelo; hoy en día es común decir que la
política y la corrupción son sinónimos. Tristemente vemos como los recursos del erario público
se desangran día a día, el estancamiento cada día es mayor y el atraso más notable. Los elefantes
blancos, como el caso del ejemplo citado, son cada día más comunes, resulta casi que normal ver
a lo largo y ancho del país, enormes construcciones iniciadas o a medias, en las que debieran
estar funcionando hospitales, colegios, centros deportivos y de formación, pero en los que solo se
ve ruina, maleza y desolación, o quizá se vuelven en muchos casos, guarida para delincuentes,
malhechores y viciosos.
 La política pública se sigue enfocando en el favorecimiento de unos cuantos, constituyéndose
en un monopolio de poder, que solo beneficia a los mismos o a los de siempre. Para el caso
puntual de la contratación, como se constata y evidencia en el texto, objeto de este análisis,
prima el denominado CAN ( Capacidad Autónoma de Negociación), en la que la licitación la
obtiene el oferente que mayores prebendas haya entregado, o el que esté dispuesto a dar al
asignante una mayor comisión de participación. Lo realmente importante que es la obra como tal,
se torna irrelevante y pasa a un segundo plano, pues desde que los bolsillos y las cuentas
bancarias de los contratistas queden llenos, que ha de importar que la infraestructura no se haga,
o se construya a medias, o haya que construirse con materiales de menor calidad y sin cumplir
las mínimas especificaciones técnicas que por obligación deben darse, esas son minucias que
fácilmente se resuelven en el camino.

Lo más preocupante de todo es que no se vislumbran horizontes despejados, para soluciones


por lo menos a medias a esta grave problemática nacional. Es tan complicado el asunto, que ya
se afirma que el país se volvió tolerante o receptivo a la corrupción y no es una falacia o una
exageración, ya ésta se encuentra por doquier, siendo tan altos sus niveles de acción, que se
convierten en una alerta, como lo revelan algunos estudios e informes al respecto, en donde se
demuestra que más de un tercio de la población colombiana se adaptó o se acostumbró a la
realización de este tipo de prácticas; situación que obviamente tiene un efecto negativo, no solo
en la economía del país, sino en todos los demás ámbitos de la sociedad actual. Debe entonces
producirse algún suceso histórico, radical y contundente, que siente las bases de un nuevo
modelo de manejo y gestión tanto pública como privada, en el que se promuevan prácticas y
acciones libres de toda salpicadura de corrupción.

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