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¿Qué es el mercado laboral?

Se llama mercado laboral o mercado de trabajo al total de las relaciones en una sociedad


determinada entre quienes buscan empleo remunerado (solicitantes) y quienes ofrecen
empleo o demandan empleados (empleadores). En otros términos, se llama así al total de
la oferta y la demanda de empleo en un país, una ciudad o una región específica.
El mercado laboral posee particularidades respecto al de los bienes de consumo o los
servicios, sobre todo porque contempla un área clave de la economía y de la sociedad.
Está fuertemente regulado por las leyes laborales, emitidas por el Estado para garantizar a
los trabajadores el respeto de sus derechos y beneficios, llamados lógicamente derechos
laborales.

Características del mercado laboral


1. Oferta y demanda
En términos de mercado laboral, hablaremos de oferta para referirnos a la cantidad de
empleos disponibles en una comunidad.
Depende del total de las empresas, instituciones y empleadores que tengan puestos de
trabajo disponibles.
La demanda se refiere a la cantidad de trabajadores desempleados o necesitados de
trabajo que existen en la misma sociedad.
Cuando la relación entre estos dos elementos favorece ampliamente la demanda, existen
más solicitantes que empleos y por lo tanto se produce desempleo. Además, suelen
empobrecerse las condiciones de empleo.
En cambio, cuando hay más empleos que solicitantes, encarecen las condiciones de
empleo, pues los empleadores deben competir entre sí por el empleado. También suele
haber inmigraciones para llenar el agujero en la demanda.
2. ¿Cómo funciona?
El mercado laboral se rige, como hemos dicho, por los lineamientos del derecho laboral,
es decir, de las leyes del trabajo de cada país. Esto significa que, a la hora de establecer
contratos de trabajo, debe tenerse en cuenta una serie de acuerdos jurídicos, de
beneficios y derechos individuales y colectivos, e incluso de prohibiciones.
Elementos como las vacaciones pagas, la seguridad social, la responsabilidad social y la
cotización para el fondo jubilatorio son apenas algunas de las medidas que interceden a
favor del trabajador. De esta forma se le garantiza una existencia digna.
3. ¿Por qué es importante?
El mercado laboral es clave en la economía de los países, ya que de su desempeño
depende la rentabilidad de las empresas.
Por otro lado, también incide en la estabilidad de la paz social. Una sociedad desempleada
es proclive al malestar, a las protestas, a la pérdida del poder adquisitivo. A la larga, esto
tiene repercusiones políticas, económicas y de todo tipo.
4. Indicadores
A la hora de estudiar y comprender el mercado laboral y sus dinámicas, se presta atención
a los siguientes indicadores:
 Población económicamente activa (PEA). Cantidad total de personas de un país o una
sociedad que son capaces de trabajar y tienen la edad para ello.
 Desempleo o desocupación. Cantidad de personas en capacidad de trabajo que no
consiguen trabajo.
 Subempleo. Se refiere a las personas que trabajan menos tiempo del que podrían
según los estándares legales.
 Índice de salario real. Mide el aumento o disminución del poder de compra de los
salarios, promediados.
 Índice de Precios al Consumidor (IPC). Un indicador a lo largo del tiempo de la relación
entre el salario devengado por los trabajadores y el costo de vida en que lo invierten, para
obtener bienes y servicios.
 Empleo informal. Aquel que no figura en ningún tipo de control burocrático del Estado
y usualmente no paga impuestos, no posee seguro social ni protección de ningún tipo.
5. Condicionantes
Existen distintos elementos sociales, económicos e incluso tecnológicos que condicionan
el desempeño del mercado laboral en los países:
 Crecimiento demográfico. Mientras más gente haya en un país debido a una tasa de
natalidad muy elevada, o a una situación de inmigración continua, más empleos serán
necesarios para que todo el mundo cubra sus necesidades plenas.
 Automatización y tecnificación del trabajo. A medida que las máquinas son
perfeccionadas y son capaces de más y más trabajo automatizado casi sin participación
humana, muchos antiguos empleos desaparecen y se requieren trabajadores con mayores
niveles de conocimiento o preparación técnica. En cambio, en sectores productivos aún muy
subdesarrollados, la mano de obra no calificada sigue siendo necesaria.
 Políticas laborales. A menudo los Estados varían las reglas de juego con que los
empresarios pueden contratar a sus trabajadores, para darles a estos últimos más derechos y
beneficios (idealmente), lo cual cambia el costo por empleado para las empresas. A veces esto
puede desencadenar medidas radicales de protección al capital empresarial, como olas de
despidos masivos, o por el contrario puede avivar la llama de la contratación.
 Desempeño gremial. En general los trabajadores se encuentran organizados
en gremios y otras estructuras socio-políticas de defensa a sus derechos y mediación con sus
patronos. A menudo esto conduce a contrataciones colectivas y otros tipos de contrato que
pueden incidir en una captación de nuevos trabajadores, el mantenimiento de los presentes, o
el despido de algunos de ellos.
6. Elementos que determina el mercado laboral
El funcionamiento del mercado laboral tiene incidencia directa sobre:
 El consumo. La gente desempleada tiende a consumir mucho menos y por ende a
contribuir mucho menos con la rueda económica. Si la población desempleada es masiva, su
disminución en el consumo puede impactar en las ganancias empresariales y gestar recesiones
económicas. Los empleados, en cambio, consumen y se endeudan para obtener bienes y
servicios.
 El ahorro. Los desempleados tienden a vivir de sus ahorros hasta conseguir otro
empleo, de modo que retiran su dinero de los bancos, afectando la solvencia de éstos también.
En cambio, los empleados suelen ahorrar o endeudarse, lo cual inyecta energía al aparato
financiero del país.
 La producción. Unos niveles de producción óptimos requieren de una cantidad de
empleos operando con armonía. La falta de trabajadores incide directamente en la capacidad
de producción de las empresas.
 El gasto público. Esto tiene que ver, más que nada, con los trabajadores en el Estado
(Ministerios, secretarías, etc.) o con los que reciben el paro forzoso, es decir, la ayuda del
gobierno a los desempleados (de haberla).
 El salario mínimo. Cuando hay muy pocos trabajadores para la cantidad de empleos, el
salario mínimo tiende a aumentar. Cuando es al revés, en cambio, se mantiene estable (en
general, el Estado no permite que disminuya).
7. Derecho laboral
Se llama derecho laboral o derecho del trabajo a la rama de la jurisprudencia que se
ocupa de las normas que rigen el trabajo y las relaciones entre patronos y trabajadores.
Entre ellas están los acuerdos gremiales, salariales, contractuales y otros que deben darse
siempre conforme a las leyes laborales del país.
El Estado pone las reglas de juego con las que trabajadores y empleadores deben
entenderse. Cualquier violación a dichas normas se resuelve a través de mediación judicial
o litigio.
8. La fuerza de trabajo
Por fuerza de trabajo se entiende al conjunto de capacidades físicas y mentales de trabajo
de las que disponen las personas de un país. El conjunto total de sus trabajadores en
potencia, empleados o no, son la fuerza de trabajo de una nación, que puede estar bien o
mal aprovechada por sus empleadores.
9. Consecuencias del desempleo
Las consecuencias del desempleo son graves: inciden en el balance económico de la
sociedad y la cargan con necesidades, al tiempo que disminuyen su producción.
Una sociedad con altos índices de desempleo es una sociedad de gente ociosa, necesitada
de producir, que por esas mismas razones es más susceptible al empleo “en negro” o
informal. En casos desesperados, también pueden recurrir a actividades delictivas.
El desempleo además exige acciones del Estado, con planes de fomento del trabajo o
medidas de paro que, aunque necesarias, aumentan el gasto público. Eso por no hablar
del malestar social que todo este fenómeno ocasiona.
10. El nuevo mercado laboral
El nuevo mercado laboral del mundo del siglo XXI se rige por nuevas demandas, como es
el trabajo especializado, altamente tecnologizado. Incluso suele darse a través de largas
distancias, ya que Internet lo posibilita.
Esto ha habilitado un enorme sector de trabajadores “freelancers”, es decir, por cuenta
propia, que a menudo carecen de protección social alguna, aunque devengan mejores
salarios.
Por otro lado, el rol de la mujer se ha visibilizado e incorporado en el mercado laboral.
Hoy en día constituyen un segmento productivo más, y no un sector débil e improductivo
como a inicios del siglo pasado. Las exigencias de igualdad salarial entre géneros, por
ejemplo, lo ratifican.
Las predicciones más pesimistas advierten sobre la tecnificación paulatina del sector
servicios, que puede dejar obsoletos millones de empleaos. Desde que el sector de la
producción se ha automatizado, el sector servicios constituye el gran reservorio de trabajo
del ser humano.

Mercado laboral
Mariam Kiziryan
Lectura: 3 min
Se denomina mercado de trabajo o mercado laboral al mercado en donde confluyen la oferta
y la demanda de trabajo. La oferta de trabajo está formada por el conjunto de trabajadores
que están dispuestos a trabajar y la demanda de trabajo por el conjunto de empresas o
empleadores que contratan a los trabajadores.
El mercado de trabajo tiene gran importancia para la sociedad. Su mal funcionamiento puede
afectar negativamente al crecimiento económico y al empleo de un país. Además, el paro
tiene importantes costes económicos y sociales:
 Económicos, ya que el desempleo supone una pérdida de producción potencial.
 Sociales, por los efectos nocivos del desempleo sobre la distribución de la renta y, de
ahí, sobre la cohesión social.
De esta manera, el crecimiento, la optimización de los recursos y cohesión social dependen, en
buena medida, del correcto funcionamiento del mercado de trabajo.
El salario es el precio del factor trabajo. Cuantos más bajos sean los salarios reales más trabajo
demandarán las empresas. Cuanto más elevados sean los sueldos, más gente querrá trabajar.
La demanda de empleo está directamente vinculada a la actividad económica, de modo que
sólo un crecimiento sostenido de la renta puede garantizar el crecimiento del empleo en
cantidad suficiente para absorber la población dispuesta a trabajar. En otras palabras, la
demanda de trabajo es derivada de la demanda de bienes y servicios, porque cuando una
empresa vende quiere producir más, para ello querrá contratar trabajadores. Por tanto, si no
hay producción no habrá más trabajadores que puedan ofertar su empleo.
El desempleo es un desequilibrio económico originado por la diferencia entre la cantidad de
trabajo ofrecida y la cantidad de trabajo demandada, en las condiciones y niveles de salarios
existentes en un momento dado en el mercado de trabajo. En sentido estricto, por desempleo
se entiende el conjunto de personas en edad activa que, estando dispuestos a trabajar, no
tienen empleo.
Funcionamiento del mercado laboral
El mercado de trabajo, además, tiene otras peculiaridades. A pesar de que como cualquier otro
mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda. En él intervienen, mucho más que en
otros mercados, los Gobiernos a través de las normas jurídicas, las instituciones sociales, las
relaciones colectivas y las valoraciones personales. En él se fija el salario y las condiciones
laborales mediante un proceso de negociación, determinándose así el nivel y la calidad de vida
de los trabajadores.
En los mercados competitivos el precio funciona como un mecanismo de ajuste, hasta que se
alcanza el equilibrio. El mercado de trabajo no funciona como un mercado perfectamente
competitivo, ya que tiene imperfecciones, rigideces e intervenciones desde el exterior.
Imperfecciones porque tanto las empresas como los trabajadores tienen poder de mercado
para influir en el salario. Rigidez porque el empleo supone una relación personal estable y
tanto al trabajador como a la empresa les interesan otras condiciones además del salario. E
Intervención de la legislación laboral en el mercado de trabajo donde se fijan las características
de los contratos laborales, las indemnizaciones por despido, la fijación de un salario mínimo.

Ley de oferta y demanda


Andrés Sevilla
Lectura: 5 min
La ley de la oferta y la demanda es el principio básico sobre el que se basa una economía de
mercado.Este principio refleja la relación que existe entre la demanda de un producto y la
cantidad ofrecida de ese producto teniendo en cuenta el precio al que se vende el producto.
Así, según el precio que haya en el mercado de un bien, los oferentes están dispuestos a
fabricar un número determinado de ese bien. Al igual que los demandantes están dispuestos a
comprar un número determinado de ese bien, dependiendo del precio. El punto donde existe
un equilibrio porque los demandantes están dispuestos a comprar las mismas unidades que los
oferentes quieren fabricar, por el mismo precio, se llama equilibrio de mercado o punto de
equilibrio.
Según esta teoría, la ley de la demanda establece que, manteniéndose todo lo demás
constante (ceteris paribus), la cantidad demandada de un bien disminuye cuando el precio de
ese bien aumenta. Por el otro lado, la ley de la oferta indica que, manteniéndose todo lo
demás constante (ceteris paribus), la cantidad ofrecida de un bien aumenta cuando lo hace su
precio.
Así, la curva de la oferta y la curva de la demanda muestran como varía la cantidad ofrecida o
demandada, respectivamente, según varía el precio de ese bien.
¿Cómo se alcanza el punto de equilibrio?
Para entender cómo se puede llegar al punto de equilibrio hay que hablar de dos situaciones
de exceso:
1. Exceso de oferta: Cuando existe exceso de oferta, el precio al que se están ofreciendo
los productos es mayor que el precio de equilibrio. Por tanto, la cantidad ofrecida es mayor
que la cantidad demandada. Con lo consiguiente, los oferentes bajarán los precios para
aumentar las ventas.
2. Exceso de demanda: Por el lado contrario, cuando existe escasez de productos,
significa que el precio del bien ofrecido es menor que el precio de equilibrio. La cantidad
demandada es mayor que la cantidad ofrecida. De modo que los oferentes aumentarán el
precio, dado que hay muchos compradores para pocas unidades del bien para que el número
de demandantes disminuya, y se establezca el punto de equilibrio.
¿Cómo afecta la competencia a la ley de oferta y demanda?
Como hemos visto en los ejemplos de arriba, dependiendo del movimiento de la oferta y la
demanda, los precios se pueden ver afectados. En algunos casos, si la oferta o la demanda de
un bien es muy fuerte, pueden afectar al precio de ese bien.
Tipos de competencia
 Competencia perfecta: es una situación económica casi ideal y poco probable en la
realidad. Se trata de un mercado en el que el precio de mercado surge de la interacción entre
empresas o personas que demandan un producto y otras que lo producen y ofertan. Ninguno
de los agentes puede influir en el precio del bien o servicio, es decir, son precio-aceptantes.
 Competencia imperfecta: los vendedores individuales tienen la capacidad de afectar
de manera significativa el precio de mercado de sus productos o servicios. Podemos distinguir
según el grado de competencia imperfecta:
o Competencia monopolística: existe un alto número de vendedores en el
mercado, aunque que tienen un cierto poder para influir en el precio de su producto.
o Oligopolio: el mercado determinado está controlado por un pequeño grupo de
empresas.
o Monopolio: una sola empresa domina todo el mercado de un tipo de producto
o servicio, que se suele traducir en altos precios y en una baja calidad del producto o servicio
monopolizado.
o Oligopsonio: es un tipo de mercado en el que hay pocos demandantes,
aunque sí puede haber una gran cantidad de oferentes. Por tanto, el control y el poder sobre
los precios y las condiciones de compra en el mercado, reside en los demandantes o
compradores.
o Monopsonio: es una estructura de mercado en donde existe un único
demandante o comprador. Mientras que pueden existir uno o varios oferentes.
Excedente del productor y excedente del consumidor
A través de la ley de oferta y demanda los productores y consumidores pueden saber a qué
precio están dispuestos a comprar un bien o servicio. La diferencia entre el precio de mercado
y lo que ellos están dispuestos a pagar o cobrar se conoce como excedente del
consumidor y excedente del productor, respectivamente.

MERCADO LABORAL
OFERTA: es una función creciente del salario. A mayor salario, mayor es el número de
trabajadores dispuestos a trabajar
DEMANDA: representa la cantidad de trabajadores que las empresas o empleadores están
dispuestos a contratar.

EMPLEO
es el verbo trapiculare o  tripaliere, que significaba  “hacer sufrir”,  el  concepto que más
se aproxima a lo que hoy entendemos por trabajo, al menos en alguna de  sus posibles
acepciones. En efecto, este verbo se asocia con hacer sufrir, pero también con  “hacer hablar 
al cuerpo”. En el sentido que sostenía Foucault: “El verdadero suplicio tenía por
función de hacer estallar la verdad; y se persigue, incluso delante de los ojos del público,
el trabajo en cuestión” . (Foulcault 1975). Por más curioso que parezca, el sufrimiento
se consideraba para nuestros antepasados y en cierta medida la idea sigue teniendo vigencia-
 “trabajo productivo”, como por ejemplo, el “trabajo de  parto”  de  las mujeres al momento
de  dar a  luz. Esta  acepción del término  trabajo aparece  recién en los diccionarios del  1165.
(Supiot) Una  segunda  derivación, relacionada a  la  de  sufrimiento, aparece  en el  siglo XV  y
XVI  asociada a  la  idea de  preocuparse  o “hacerse  mala  sangre” por algo, es decir, de 
atormentarse:  “el asunto me  trabaja”. Una tercera extensión conceptual que también
parte del sentido de tortura se expresa  por ejemplo en el box al “trabajar  al adversario”, es
decir, al realizar  una  acción continua  orientada a obtener un resultado. Esta idea
se extiende a muchos otros ámbitos y se mantiene  todavía hasta  nuestros días. Desde  esta 
perspectiva, poco a  poco se  va  atando a  la  idea de  trabajo la de esfuerzo o
actividad penosa. Pero a partir del siglo XVI, la noción de eficacia  productiva pasa a ser la idea
asociada predominante al concepto de trabajo. “Hacer trabajar”  se asocia a la idea de 
“emplear”  y así aparece  en los diccionarios de 1581. (Pillon y Vatin  op.cit.) En el siglo XVII, el
concepto de trabajo amplía nuevamente su contenido perdiendo su  carácter social en sentido
estricto. Se piensa en “hacer trabajar el dinero”, y en el siglo XIX se  extiende  al mundo
industrial, hablándose  del trabajo de  los animales (por ejemplo, los de  carga) e incluso del
de las máquinas.
En este sentido, el concepto  de  trabajo aparece  crecientemente  ligado a  la  idea del 
cumplimiento de una función y recupera prácticamente como sinónimo a un conjunto de otros
conceptos de  distinto origen, como por ejemplo, el de labor u  obraje, incorporando así su 
sentido y sintetizándolo bajo el rótulo trabajo. Simultáneamente, el concepto de trabajo se 
extiende en otra dirección, y pasa de estar asociado y delimitado a una actividad básicamente 
física, a  entenderse  como una  actividad  que  también puede ser  intelectual, e  incluso,
solamente intelectual. Es a partir de la progresiva extensión del concepto de trabajo
que éste pasa a ser un  concepto central en la  organización de  la sociedad  a  partir del siglo
XIX  y durante todo el  siglo XX

Neffa
Cabe entonces hacer la distinción entre la actividad, el trabajo y el empleo asalariado, siendo
este último sólo una de las modalidades que adoptó el trabajo en un momento histórico dado.
1. La actividad Se trata de un concepto muy amplio, que abarca todo el dinamismo de la vida
humana requiere un esfuerzo que no incluye solamente al trabajo, sino también el
desenvolvimiento de todas las facultades humanas en otras diversas esferas: doméstica,
deportiva, cultural, asociativa y política. La actividad es algo que tiene en primer lugar un
sentido para quien la realiza y que se hace para obtener de manera directa un bien o acceder a
un servicio con el objeto de satisfacer una necesidad, material o inmaterial. (Fouquet, A., 1998)
2. El trabajo El trabajo es uno de esos modos de actividad que se caracteriza por ser un
esfuerzo realizado por el hombre para producir algo que es exterior a sí mismo, hecho en
dirección de otros y con una finalidad utilitaria. Desde ese punto de vista, afirma A. Gorz, el
trabajo como labor o esfuerzo, no va a desaparecer nunca. Es una actividad multidimensional
que se manifiesta en diversas esferas: económica, tecnológica, social, ética, etc., pero también
tiene dimensiones cognitivas y psíquicas, es decir subjetivas, intersubjetivas, afectivas y
relacionales. Dejando de lado por el momento sus implicaciones específicamente económicas,
consideramos interesante referirnos a las investigaciones de un grupo de ergónomos,
psicopatólogos y psicólogos del trabajo del Conservatoire National des Arts et Metiers (CNAM)
que han hecho aportes importantes sobre esta noción. Su originalidad consistió en formalizar
conceptualmente la distinción existente en la realidad productiva entre el trabajo prescripto y
la actividad o trabajo realmente ejecutado, redescubriendo el enigma y la riqueza del acto de
trabajar, a pesar de las restricciones a las cuales está sometido. (Dejours, D., y Molinié, P.,
1995) El trabajo humano no sólo es una actividad que despliega el esfuerzo humano, sino
también la expresión de un saber hacer acumulado, de la habilidad personal, del aprendizaje
realizado en el seno del colectivo de trabajo, que pone de manifiesto la autonomía, la
responsabilidad, la creatividad y las capacidades de adaptación de que disponen los
trabajadores para hacer frente a los desafíos cotidianos que les plantea la actividad. La
ejecución de un trabajo programado por otros -los conceptores, tecnólogos y especialistas en
métodos de producción- no puede nunca ser ejecutado totalmente de la manera en que fue
prescripto, porque en su desarrollo concreto surgen los incidentes e intervienen factores
aleatorios que siempre exigen hacer adaptaciones, ajustes y rediseños, si se desea cumplir con
los objetivos fijados en materia de productividad, costos, calidad y cálculo de los plazos de
entrega. Incluso el taylorismo y el fordismo - procesos de trabajo que se caracterizan por ser
esencialmente rígidos -, para ser eficaces requieren la activa intervención humana, e incluso
una inteligencia astuta, que puede conducir a hacer trampas, violar los reglamentos y las
consignas del trabajo prescripto como condición necesaria para que el objetivo de la
producción sea alcanzado. El trabajo implica una actividad biológica que no podrá nunca ser
totalmente eliminable, a pesar del avance de la automatización, y que no está exenta de fallas
y fracasos propios de la condición humana. Esto significa que necesariamente el trabajo
requiere también una movilización subjetiva, es decir mental y psíquica del trabajador, para
compensar las fallas de la concepción y del trabajo prescripto y hacer frente a los problemas
aleatorios encontrados en la realidad. Esta movilización subjetiva sólo se opera plenamente
cuando el trabajador espera obtener, en contrapartida de su actividad, su realización personal
y un reconocimiento social de su identidad. Un trabajo bien hecho es imposible, si no cuenta
con un cierto margen de autonomía y de libertad de los individuos, condiciones que hacen
posible la comunicación, coordinación y cooperación entre los miembros del colectivo de
trabajo, violando cada vez que se considera necesario las consignas en cuanto a la
individualización de cada puesto Orientación y Sociedad - 1999 - Vol. 1 10 buscada mediante la
división social y técnica del trabajo. Cada vez más el trabajo es, de manera directa o indirecta,
una actividad esencialmente social, donde intervienen los valores culturales, la ética, y las
creencias que hacen posible la coordinación. Ahora bien, la relación de coordinación y
cooperación entre los productores está condicionada a su previa comunicación, y la
comunicación dentro del colectivo de trabajo requiere construir un lenguaje que exprese
mediante símbolos la representación social de la realidad y que sea adaptado a las
características específicas del proceso de trabajo de que se trate. Cuando las condiciones y el
medio ambiente de trabajo por una parte, y/ o el contenido y la organización del trabajo por
otra, son deficientes, provocan accidentes y están en el origen de problemas de salud
biológica, pero también de problemas psíquicos y mentales que dan lugar al sufrimiento. Las
capacidades de adaptación y de resistencia de los trabajadores ante el sufrimiento se
movilizan, y para hacer frente a la situación se construyen las ideologías defensivas, de
naturaleza colectiva, cuya perennización tiene repercusiones negativas no sólo sobre la salud
física, psíquica y mental de los trabajadores, sino también sobre la eficiencia de la empresa, en
términos de ausentismo, productividad, costos, calidad y cumplimiento de los plazos
establecidos, elementos claves de la nueva competitividad. Dada la centralidad del trabajo que
postula esta corriente de pensamiento, y el papel de mediador que éste ejerce entre lo
singular y lo colectivo, entre la esfera social y la esfera privada, entre las actividades sociales y
las actividades domésticas, entre la persona y la naturaleza, esa actividad es, o puede ser, un
operador de salud, o por el contrario constituir una restricción con efectos patológicos y
desestabilizantes. Por esa causa, la interrupción de la actividad laboral por razones
independientes de la voluntad del trabajador es también fuente de sufrimiento. Desde ese
punto de vista, la desocupación bajo cualquiera de sus modalidades, puede estar en el origen
de la alienación y de numerosas patologías, razón por la cual debería ser combatida por todos
los medios. (Dejours, D. y Molinié, P., 1995) A modo de síntesis, y de manera complementaria,
se pueden señalar las principales dimensiones que tiene para nosotros el trabajo humano,
visto desde una perspectiva antropológica y filosófica. En su esencia, en tanto que actividad, el
trabajo es indisociable de la vida humana y no tendrá fin, a pesar de las apocalípticas profecías
de Jeremías Rifkin. Consideramos que el trabajo es un derecho humano fundamental y al
mismo tiempo un deber social. La importancia del trabajo para quien tiene un empleo, no es
solamente que le permite obtener los recursos para sobrevivir. Es una actividad necesaria,
porque es creadora o transformadora de bienes y servicios sin los cuales no podría vivir ni
reproducirse la especie humana. Al ejecutar esa actividad, al mismo tiempo que se domina y
transforma de alguna manera la Orientación y Sociedad - 1999 - Vol. 1 11 naturaleza, se están
desarrollando o involucrando todas las dimensiones de la personalidad del trabajador. El
trabajo le permite a quien lo ejecuta instaurar relaciones interpersonales, y construir un
colectivo de trabajo, es decir una entidad nueva generada por los lazos e inter-relaciones que
crean una solidaridad de hecho entre todos los trabajadores asalariados y demás categorías
socio-profesionales de una misma unidad productiva. Gracias al trabajo, los seres humanos
construyen su propia identidad y por su intermedio buscan un sentido a lo que hacen. El
trabajo convierte a las personas en seres humanos trascendentes, pues sus obras van a
perdurar en el tiempo luego de la muerte biológica y pueden llegar a desplazarse físicamente
en el espacio mucho más allá del medio local y de las fronteras nacionales. Estas cuatro
dimensiones del trabajo humano son las que fundamentan de manera objetiva el derecho del
trabajo, o mejor dicho los derechos del trabajador. (Neffa, J. C., 1992)

Tipos de desempleo

José Francisco López

Lectura: 3 min

El desempleo es la situación de falta de trabajo o empleo. Ahora bien, existen diferentes


tipos de desempleo. Las causas y consecuencias de cada tipo de desempleo son diferentes.

Existen muchos tipos de desempleo. Cabe aclarar, en este punto, que el tipo al que hagamos
referencia dependerá de la clasificación. Por ejemplo, podemos clasificar el empleo por edad,
por sexo, por nivel educativo o incluso por la época económica en la que ocurre.
Habitualmente, este último punto es el que sirve para clasificar los tipos de desempleo. Es
decir, en economía, normalmente, se tienen en cuenta los siguientes tipos de desempleo:

 Coyuntural o cíclico
 Estructural
 Friccional
 Estacional

La clasificación anterior es teniendo en cuenta el estado de la economía. Ahora bien, existen


muchos más tipos a los que nosotros haremos referencia. Por ejemplo, el desempleo juvenil es
un tipo de desempleo que no está recogido en los cuatro tipos mencionados anteriormente.
De la misma forma, el desempleo por nivel educativo tampoco está recogido en la clasificación
anterior. Los tipos de desempleo más importantes se clasifican según:

 Estado de la economía
 Edad
 Sexo
 Nivel educativo
 Zona geográfica
 Duración del desempleo
Desempleo por estado de la economía

El tipo de desempleo en función del estado de la economía es el más popular y utilizado. Pero,
no el único. Entre estos tipos de desempleo se encuentran:

 Coyuntural o cíclico
 Estructural
 Friccional
 Estacional

Desempleo por edad

Uno de los factores de clasificación, se encuentra en la edad. Así, se puede clasificar el


desempleo según la edad, de la siguiente forma:

 Juvenil
 Mayores de 52 años

Desempleo por sexo

El desempleo por sexo es una de las métricas más importantes. Además, también es
importante el tipo contrato al que acceden según el sexo. El análisis de desempleo por sexo se
suele analizar junto con la edad o el nivel educativo. De ahí, que sea un concepto relacionado
con el de brecha salarial.

 Mujeres
 Hombres

Desempleo por nivel educativo

La formación es uno de los aspectos clave en el empleo. En la mayoría de los países


desarrollados, aquellas personas con formación superior tienen menor nivel de desempleo que
aquellas que carecen de formación. Esto es algo lógico. Tanto, que por eso para los padres es
tan importante la formación de sus hijos.

 Educación superior
 Educación media
 Educación básica
 Sin educación

Desempleo por zona geográfica

Dependiendo de la zona geográfica el nivel de desempleo puede variar. Así, en algunos países
existen zonas con más desempleo y otras con menos desempleo. Por ejemplo, en España,
suele existir más desempleo en las comunidades del sur que en las del norte. De la misma
forma, las capitales de provincia suele tener menores tasas de paro que los pueblos o zonas
rurales.

 Ciudades
 Pueblos
 Rural
 Norte
 Sur

También cabe destacar, que el desempleo, en cuanto a geografía se refiere, también podría
deberse a la evolución del país. Por ejemplo, puede que en determinados lugares una industria
haya crecido más y por eso tiene más empleo.

Desempleo por sector

Hilando con lo anterior, el desempleo también se puede clasificar por sectores. Esto es algo
habitual en los datos de empleo. La estructura del empleo o desempleo vendrá determinada
por el desarrollo de un país. De tal forma que, en los países más desarrollados habrá menor
nivel de desempleo en el sector servicio y mayor nivel de desempleo en el sector agrícola.

 Sector terciario
 Sector secundario
 Sector primario

Es importante indicar, que hablamos de la evolución a largo plazo. Así, por ejemplo, puede que
puntualmente haya una crisis en el sector primario de un país y esto provoque desempleo.

Desempleo por duración

Atendiendo a la duración del desempleo, podemos distinguir varios tipos de desempleo:

 Larga duración
 Menos de dos años
 Menos de un año

Estas métricas hacen referencia al periodo de tiempo que una persona se encuentran en
situación de desempleo. Lo ideal es que el tiempo que una persona se encuentra desempleada
sea lo menos posible. A menor duración del desempleo, mejor funcionará la economía. Querrá
decir, que es sencillo encontrar trabajo.

1. Desempleo coyuntural o cíclico

Es una modalidad de desempleo directamente relacionada con las


fases de expansión y recesión de la economía: cuando la
economía va bien el desempleo baja y cuando va mal se dispara.

En la actualidad comprobamos como el desempleo en nuestro país


está disminuyendo poco a poco debido a la tímida mejora de la
situación económica, síntoma irrefutable de que está comenzando
una etapa de expansión que esperemos avance con la mayor
rapidez posible.
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2. Desempleo estacional

Nos referimos a una modalidad de desempleo que tiene su razón


de ser en el hecho de que existen ciertas actividades
profesionales que sólo requieren mano de obra en épocas
determinadas del año.

En nuestro país, por ejemplo, en verano el sector turístico


demanda muchos trabajadores, por lo que aumenta notablemente
la contratación y el paro se reduce. Sin embargo, pasado el mes de
septiembre, muchos de estos trabajadores pierden su empleo
debido a que disminuye el número de turistas y cae la actividad de
muchas empresas.

Con toda seguridad, la diversificación de la estructura productiva


es la única alternativa para suavizar este tipo de desempleo.

3. Desempleo estructural

Es una modalidad de desempleo bastante compleja de solucionar,


pues se debe a que los empresarios buscan un perfil
profesional que no puede ser cubierto con la demanda de empleo
existente.

La formación continua y el reciclaje profesional, sobre todo


vinculándolo a las nuevas tecnologías, es la única vía para reducir
este tipo de desempleo tan peligroso.

4. Desempleo friccional

Observando la situación del mercado laboral español, este tipo de


desempleo hoy día parece ciencia ficción, pues se trata de
un desempleo voluntario. Nos referimos a personas que tienen la
opción de trabajar pero no desean hacerlo. Las razones pueden ser
varias. Por ejemplo, son desempleados friccionales los
trabajadores que dejan su empleo para estudiar, para cuidar a sus
hijos o porque desean encontrar un trabajo mejor.

La contratación indefinida, unido a políticas de


empresa que favorezcan el desarrollo profesional de sus
empleados, suele ser el medio principal para incitar a los
trabajadores a que crezcan profesionalmente en su empresa y no
se marchen.

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