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RESUMEN: "UNA APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE DIAGNÓSTICO

PSICOLÓGICO DESDE EL PSICOANÁLISIS"


INTRODUCCIÓN
Desde el inicio de la humanidad, así como comenzó la vida, también se manifestó la salud y
enfermedad los cuales han sido parte inherente del hombre. En cada época y civilización,
se descubrieron y construyeron métodos de recuperación de la salud partiendo de las
particulares creencias, avances tecnológicos, recursos y, por supuesto, enfermedades
nuevas que de manifestaban. En varias culturas, se consideró el origen de la enfermedad
mental en lo sobrenatural o divino, creando sus propias estrategias terapéuticas. Como
ejemplo, mencionamos la cultura peruana con los cráneos trepanados o el exorcismo en las
culturas hebreas, griegas chinas, egipcias y mesoamericanas. En la actualidad, se cuentan
con instalaciones apropiadas que albergan enfermos mentales, donde existen programas
de atención y cuidado para ellos.
En este resumen, hablaremos de las nociones de salud mental por parte de Freud y Morin,
así como describir el modo de concebir los hechos clínicos que presentan la singularidad de
un caso como único y complejo; se expondrá la dificultad de articular una visión clínica que
contemple y contenga algunas singularidades y, se expondrá la necesidad de implementar
instrumentos que den cuenta de la complejidad y especificidad de cada caso, permitiendo
encuadrarlos en categorías más amplias.
Así mismo, mencionaremos conceptos de Psicopatología, signo, síntoma, síndrome,
normalidad, anormalidad, salud y enfermedad mental, no obstante, pasando por una breve
historia de la psicopatología y hablaremos de la epidemiología y salud mental.
DESARROLLO
Psicopatología se describe como una disciplina científica que tiene por objeto de estudio la
conducta anormal o desviada, presta particular interés en la naturaleza y origen del
comportamiento patológico en sus diversas manifestaciones. Sus aportes se dirigen a la
psiquiatría y la psicología clínica, convirtiéndose en una guía práctica en los procesos de
prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales. Uno de sus
principales objetivos, es lograr establecer principios generales que permitan identificar las
causas de la conducta anormal siguiendo el método científico. Puede ser entendida desde
tres sentidos: como un área de estudio, como término descriptivo y como designación de
un área específica de la Psicología.
BREVE HISTORIA

 En el siglo VI a. C. las acciones, los pensamientos y los sentimientos de los humanos,


se atribuían a fuerzas naturales que se encontraban dentro de nosotros mismos.
 John Locke en el siglo XVII, describió un procedimiento para los miedos similar a la
desensibilización sistemática desarrollada por Joseph Wolpe en el siglo pasado.
 Gustav Fechner en la mitad del siglo XIX encontró la psicofísica (el cerebro está
divido en 2 hemisferios y unido por una banda de fibras conectantes, el cuerpo
callosum).
 Susruta: 100 años antes de Hipócrates. Su trabajo se basa en los conceptos
tradicionales de una posible posesión demoníaca.
 Caraka Samhita trabajó con diagnósticos médicos en 600 a. C. Definió la vida como
un estado consistente en cuerpo, Psique y alma, donde el alma no puede ser
destruida ni reencarna y la mente es responsable de la cognición y dirige los sentidos
controlando el self (sí mismo), razonado y deliberado.
 En Babilonia, con ayuda de los Dioses se relacionó con ritos mágicos,
encantamientos, oraciones y poderes especiales, tenían un demonio para cada
enfermedad. El de la enfermedad mental era el Idta. El tratamiento se basaba en
ser exorcizado por medio de plantas, hierbas, confesiones.
 En China el primer libro médico fue el Neijing (el canon de la medicina interna) 300-
100 a. C en el cual se describían los síndromes orgánicos, las convulsiones, los
estados similares al delirium, no había distinción entre la locura y la psicosis, se
atribuía la enfermedad mental al aire viciado, al tiempo anormal y el estrés
emocional. El Doctor Zang Zhomgjing, equivalente a Hipócrates, introdujo los
conceptos y síndromes tales como delirium febril, globus histericus y la psicosis
puerperal.
 Tales de Mileto 652-588 a. C. quién se distinguió por ofrecer las primeras
explicaciones registradas respecto a eventos naturales que no apelan a entidades
divinas, sino que se sustentan en la observación e inferencias pasibles de ser
constatadas y discutidas reconoció los procesos mentales.
 Phytagoras: reconoció la importancia de identificar los principios científicos de las
formas de comportamiento, fue el primer filosofo en reclamar que el cerebro es la
base del órgano del intelecto humano y la fuente de las alteraciones mentales.
 Aescolapius 550 a. C., encontró el origen de los trastornos mentales en la
adivinación, le debemos a él el símbolo de la medicina, mientras que Hipócrates
enfatizó su trabajo en los síntomas observable, su tratamiento y su pronóstico,
también enfatizó en la necesidad de llevar un registro cuidadoso de la historia
personal del paciente.
 Aristóteles afirmaba que la liberación de las emociones o pasiones reprimidas eran
un requisito esencial para el tratamiento eficaz de la enfermedad mental, afirmación
que se convirtió en uno de los primeros antecedentes de la función terapéutica.
 En el mundo musulmán Unhammad (870-925), realizó descripciones de los
trastornos mentales, conformando una completa clasificación de estos, incluyó 30
enfermedades donde destacan la ansiedad, la rumiación, lo correspondiente a las
obsesiones y compulsiones. Describió la manía como un estado de excitación
anormal.
 En la Edad Media fue una época marcada por el pensamiento religioso, donde la
iglesia católica dominó y frenó el desarrollo científico a cambio de fundamentar sus
interpretaciones en oscurantismo, demonológica, superstición, signos de
posesiones demoníacas. Los trastornos mentales al igual que las pestes se
consideraban como el castigo de un pecado y una influencia satánica y el
tratamiento para dicha afección era el exorcismo, basado en el misticismo. Se creía
en las brujas como personajes que hacían parte de la conspiración satánica y el papa
Gregorio IX estableció la inquisición en 1233 para deshacerse de las brujas, los
herejes y otros agentes satánicos.
 En el Renacimiento, Johann Weyer (1515-1576) hizo hincapié en el conflicto
psicológico y las relaciones interpersonales desequilibradas como causa de los
trastornos mentales. Insistió en que las brujas eran personas mentalmente
perturbadas y no criaturas demoníacas.
 Franz Joseph Gall (1758-1828), sugiere que el tamaño del cerebro y el desarrollo
mental estaban relacionados y surge la Frenología, que es el estudio de las
facultades en las distintas áreas del cerebro.
 Philippe Pinel (1745-1826), impulsó la reforma de los hospitales mentales en
Francia, introdujo el pensamiento de que los enfermos mentales necesitaban
cuidado humano y tratamiento médico y que las instituciones mentales no eran para
defender a la sociedad, sino para ayudar a los enfermos.
En las civilizaciones ancestrales, las creencias que predominaban eran de origen mágico y
mitológico, el comportamiento se entendía de manera animística (espíritus), existiendo
buenos y malos, proviniendo las enfermedades mentales de los espíritus demoniacos, los
cuales eran castigo de la desobediencia de la enseñanza de los Dioses o sacerdotes,
dividiéndolo en tres fases:

Animistica: La Psicopatología como expresión de la acción de una magia


trascendente a través de fuerzas externas. Entidades provenientes
de fuerzas oscuras actuaban a través de la mente humana.
Demoniológica: En la mitología trascendental se incluye en el sistema Judeo-
Cristiano, dos fuerzas antagónicas superiores que compiten por
crear o destruir.
Mitológica: Las creencias mitológicas, donde cada evento en la vida se atribuye
a los poderes de una entidad particular.

SIGNO: Son manifestaciones objetivas, medibles y cuantificables, consecuentes a una


enfermedad o alteración de la salud que hace evidente la biología del enfermo., los cuales
son elementos claves para identificar una conducta anormal, orientando así en el
diagnóstico, pronóstico y tratamiento más adecuado para el paciente.
SÍNTOMA: significa coincidencia, hecho fortuito que cae o acontece conjuntamente con
otros. Acompañan a una enfermedad. Son elementos cualitativos, subjetivos, percibidos y
manifestados por el paciente ante un cambio reconocido como anómalo consecuente a una
enfermedad o alteración de la salud.
SÍNDROME: conjunto de todos los síntomas que componen una enfermedad. Grupo
significativo de signos y síntomas que concurren en tiempo y forma, constituyendo un
conjunto sintomático o cuadro clínico, que presenta una enfermedad y que por sus
características posee cierta identidad.
NORMALIDAD Y ANORMALIDAD
Un trastorno mental, hace su aparición en el contexto de un determinado terreno
constitucional (biológico), influye y es influido por los recursos, afectos y forma de
interpretar la realidad de la persona (lo psicológico) y está determinado, en cierta medida,
por el entorno en general y la relaciones con los otros (lo social), en ocasiones, es muy
complicado detectar o determinar cuándo se presenta, por lo que debemos delimitar entre
lo normal y lo que no lo es; para ello, encontramos algunos criterios de determinación como
lo son: el ideal de perfección (se refiere a lo contrario o lo distrae de un ideal); el criterio
estadístico (lo raro o lo infrecuente); el criterio social (lo que perturba, es inadecuado o
supone una ruptura y, el criterio subjetivo (vivencias personales de malestar, dolor o
sufrimiento).
El hombre construye el concepto de lo normal, normativo y anormal mediante una mayoría
de los casos observados en relación con el ideal o la regla de lo que debe ser. Lo cual
representa un riesgo porque, si la normalidad se refiere a un porcentaje mayoritario de
comportamientos o puntos de vista, están en desventaja quienes pertenecen a la minoría.
Si se transforma en ideal colectivo, las personas que presenten anormalidad sé vera
expuesta a severos conflictos discriminantes.
La anormalidad es una enfermedad producto de un desajuste biológico o social que se
manifiesta con algún tipo de desadaptación y produce sufrimiento tanto para el paciente
como para sus familiares y amigos. Lo anormal es patológico, doloroso inadaptado, pero
puede ser sano, asintomático y adaptado en ciertas circunstancias.
La diferencia entre normal-anormal es cuantitativa. Las conductas, las personalidades, las
predisposiciones, las capacidades, los rasgos, etc., se distribuyen según la curva de Gauss.
El rango medio abarca la psicología normal, los dos extremos corresponden a la
psicopatología, anormalidad o desviación.
La SALUD MENTAL es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus
propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Para definir LA ENFERMEDAD MENTAL es necesario valorar los síntomas clínicos, el
momento evolutivo en el que se encuentra la persona y hasta cierto punto, la perspectiva
sociocultural en que se encuentra inmersa.
Se suele recortar el padecimiento de los niños y sus familias sin tener en cuenta el contexto
económico, cultural, histórico, ni los ideales sociales. Empobrecimiento de la teoría que
redunda en beneficio de laboratorios que ofrecen medicamentos a niños, padres y
maestros, para seguir todos adaptados a las exigencias actuales.
“coinciden peligro externo e interno, peligro realista y exigencia pulsional, sea que el yo vivencie en
un caso un dolor que no cesa, en otro una estasis de necesidad que no puede hallar satisfacción, la
situación económica es, en ambos casos la misma y el desvalimiento motor encuentra su expresión
en el desvalimiento psíquico”. (Freud, 1926, pág. 157).

Vasco Uribe (1987), define el concepto de estructura causal, como “un conjunto de
elementos relacionados entre sí, cuya capacidad de expresarse como enfermedad depende
de los factores propiamente tales, pero también de la forma como ellos se relacionan entre
sí” ( pág. 31) y entiende que para actuar sobre una enfermedad puede ser útil no sólo la
supresión de un factor específico sino, también, trabajar en la modificación de las relaciones
entre este factor específico y los demás.
Maldavsky (1998) plantea, por ejemplo, un interrogante acerca del modo en que es posible
articular los recientes hallazgos de la inmunología con la teoría psicoanalítica de las
pulsiones.
“A veces esta sufre una alteración y se transforma en su inverso, en una necesidad de estar
enfermo, como ocurre, por ejemplo, en aquellas situaciones en que el sistema inmunitario ataca un
fragmento del propio organismo como extraño. En tal caso se potencian: las disposiciones a darle
poder a incitaciones exógenas menores, que pasan a tener una eficacia devastadora, en una
particular complementariedad, en la cual el factor endógeno tiene un papel preponderante” (pág.
106-7) (Freud 1933).

En la actualidad, la definición de salud mental no puede desprenderse de las variables


macrosociales, las nociones de conflicto y contradicción. La salud es homologada a la
normalidad, concepto que se extiende de lo biológico a lo mental. Sin embargo, ya no es
posible entenderla como la ausencia de enfermedad o de síntomas.
Las personas consideradas “normales” o “típicas”, de las cuales se esperan determinados
rendimientos y conductas, se corresponde, en general, con el de un sector sociocultural e
histórico determinado. Su “normalidad” será la pauta para definir la “anormalidad” de los
otros.
Decía Freud (1926), que, por razones culturales, las pulsiones sexuales “son las más
intensamente afectadas por la represión, pero es sobre todo en ellas donde esta última
fracasa, de suerte que los síntomas neuróticos aparecen como la satisfacción sustitutiva de
la sexualidad reprimida.” (pág.255).
Así como se recurrió al psicoanálisis para dar cuenta de manifestaciones culturales, sociales
en que se ponen en evidencia la eficacia de la sexualidad y la represión, en la actualidad
resulta imprescindible imbricar estos análisis con otros, que complejicen y den cuenta del
malestar de nuestros días.
Morin (1999) refiere en torno a la idea de complejidad que el conocimiento fragmentado
impide operar el vínculo entre las partes y las totalidades, no da lugar al conocimiento capaz
de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. Se hace
necesario, en un mundo complejo, apelar a métodos que permitan aprehender las
relaciones mutuas, las influencias recíprocas entre las partes y el todo.
Asimismo, que mientras se produce una progresión del conocimiento de las partes se da un
agravamiento de la ignorancia del todo y que “no se trata de abandonar el conocimiento de
las partes por el conocimiento de las totalidades ni el análisis por la síntesis, hay que
conjugarlos”. (1999, pág. 18).
En relación con la ciencia y al conocimiento pertinente Morín (1999), describe cuatro
principios:

 El contexto, diciendo que hay que ubicar las informaciones y los elementos en su
contexto para que adquieran sentido, ya que aislado son insuficientes.
 Lo global, ya que “el todo tiene cualidades o propiedades que no se encontrarían en
las partes si éstas se separaran las unas de las otras y ciertas cualidades o
propiedades de las partes pueden ser inhibidas por las fuerzas que salen del todo
[…] hay que recomponer el todo para conocer las partes.”
 Lo multidimensional, refiere que “las unidades complejas, como el ser humano o la
sociedad, son multidimensionales.
 Lo complejo, complexus significa lo que está tejido junto, “hay complejidad cuando
son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo…”. (pág. 12-13).
Algoritmo David Liberman: Como consecuencia de las inquietudes hasta aquí expuestas, es
conveniente, ahora, la interrogación acerca de los instrumentos pertinentes para realizar
investigaciones diagnósticas. Se centrará en las orientaciones analizadas, en especial, en la
operacionalización de las dos dimensiones privilegiadas: la erogeneidad y la defensa. El ADL
es un método que ha sido diseñado (Maldavsky, 2003, 2004), con el fin de investigar el
discurso desde la perspectiva psicoanalítica freudiana.
Las relaciones de la EPIDEMIOLOGÍA con la SALUD PÚBLICA tienen a la prevención como
común denominador.
La EPIDEMIOLOGÍA es la ciencia que estudia las causas de la propagación de los problemas
de salud, en poblaciones humanas con la finalidad de prevenir su aparición y/o controlar su
difusión.
La SALUD PÚBLICA, es la combinación de ciencias, habilidades y principios que se dirigen a
mantener y mejorar la salud de toda la población a través de acciones colectivas o sociales”.
La salud pública se ocupa de los elementos que modifican situaciones indeseables mediante
la organización, administración y aplicación de medidas efectivas de prevención y control.
El tratamiento de los enfermos mentales se ha regulado, la creación de instituciones
específicas, con personal capacitado y con instalaciones adecuadas han sido avances en el
campo del tratamiento de la salud mental impulsadas por políticas diseñadas por la salud
pública.
CONCLUSIÓN
Considero que las actividades terapéuticas psicológicas se apoyan con el estudio de
psicopatología, ya que es el conjunto de conocimientos de los estados de la enfermedad
mental para elaborar diagnósticos y determinar estrategias de tratamiento adecuadas a las
necesidades de cada paciente. Un trastorno mental, es determinado por factores
biológicos, psíquicos y sociales; debido a la composición múltiple de cada una, no permite
la existencia de límites claros entre lo que se considera normal y patológico.
Profundizar en la psicología clínica, implica observar los signos y síntomas que componen
los distintos trastornos y adentrarse a la enfermedad a través de perspectivas
neurofisiológicas, genéticas, psicológicas y psicodinámicas, reconociendo que ninguna de
estas miradas alcanza por sí misma para explicar la totalidad de los trastornos mentales.
Además del sustrato físico determinado por el funcionamiento de los neurotransmisores,
existen elementos relacionados con la organización de la personalidad, y el medio
sociocultural.
La Psicopatología, nos permite diseñar estrategias de intervención para que pueda sugerirse
psicoterapia, psicoanálisis o tratamientos en los que se combine la terapia con
medicamentos psiquiátricos de apoyo y, del mismo modo, poder descartar aquellas
personas que sólo deben tener tratamiento psiquiátrico, les conviene realizar terapias
específicas (de psicopedagogía o de familia) o ser canalizados a instituciones especializadas,
tomando en cuenta el tipo de síntomas y necesidades del paciente.

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