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República bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y


Paz.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencias y


Tecnología.

Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.

Academia Nacional del CICPC.

8va Cohorte de Investigación Penal.

Aula 15. Físico 21.

Trabajo

Profesor: Alumno:

Aleida. Montezuma Johangel Ruiz

C.I:27.333.327
Introducción

En este trabajo se puede expresar que definitivamente el estudio de la


delincuencia, sus motivos y consecuencias han sido objeto de estudio en
cualquier sociedad, y aunque estos estudios estén delimitados por sus propios
contextos, sirven de base o dan pie a su migración a otros contextos.
Claramente las teorías representadas en la criminología crítica son un
ejemplo de ello, ya que desde principios del siglo pasado hasta la fecha han
evolucionado y mostrado la pertinencia de sus resultados, por ello que acá se
presentan una serie de estas teorías, sus postulados y parte de esos
resultados obtenidos.
Pudiendo con lo anteriormente indicado, hacernos una idea de su
importancia en el proceso de estudio de la criminología y sus diferentes teorías.
La Anomia
Concebida en sus inicios como el rechazo o la no aceptación de la
norma, es una teoría que expresa el fenómeno patológico de desorganización
social, que se da cuando las normas no satisfacen al individuo, produciéndose
un vacío de normas, o cuando el individuo no esta integrado a la sociedad, no
se considera atado a las regulaciones sociales que para el han dejado de
funcionar súbitamente (para el o para su grupo).
Actualmente se puede conceptualizar La Anomia como la falta
de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos
lo necesario para lograr las metas de la sociedad.
Como abanderados en esta teoría nos encontramos con Emilio Durkein
en sus obras División del Trabajo Social (1893), Las Reglas del Método
Sociológico (1895) y El Suicidio (1897), como precursor y Robert K. Merton en
su obra Teoría Social y Estructura Social (1938) quien desarrollo y amplió el
trabajo de Durkein.
 E. Durkein.
Su enfoque acerca de la anomia se encuentra distribuido entre sus
obras, es por ello que para entender esta teoría hay que hacer un recorrido por
las mismas, en tal sentido tenemos:
 División del Trabajo Social: Durkein expresa que con la división
patológica del trabajo, se destruye la solidaridad social, el apoyo fraterno y la
cooperación. Es decir, que la división del trabajo significa una diferenciación de
la cooperación, que repercute directamente sobre las formas de solidaridad. Es
por ello que en las sociedades con una gran diferenciación de funciones
(sociedades industrializadas), se comprueba un debilitamiento de la conciencia
colectiva y una mayor acentuación de las diferencias individuales. Teniendo
entonces que la Anomia es en sí, es el estado de desintegración social
originado por el hecho de que la división del trabajo, obstaculiza cada vez mas
un contacto lo suficientemente eficaz entre los obreros, siendo barrera para una
relación social satisfactoria.
 El Suicidio: en esta obra se puntualiza que en las épocas de
prosperidad económica y de depresión aumentan los casos de suicidios.
Cuando las necesidades de las personas no pueden ser satisfechas con los
medios disponibles, estas personas incurren en el suicidio. Catalogándolos de
la siguiente manera:
 Los suicidios altruistas, representados por aquellos que se
suicidaban en pro de la sociedad o el bien común.
 Los egoístas, llevados acabo por aquellos individuos encerrados
en ellos mismos, en sus propias insatisfacciones individuales, aislados, en una
integración ineficiente, lo que los lleva a este acto.
 El Anómico, que es cuando las normas han dejado de satisfacer
al individuo y su falta de integración a la sociedad lo lleva a esta tendencia.
 Las Reglas del Método Sociológico: se partió de las premisas de
que la criminalidad es normal y que la criminalidad es un hecho social que debe
ser explicado socialmente. Con ello se comenzó a explicar que el
comportamiento desviado es de importancia, debido a que da comienzo al
estudio de que la criminalidad y el delito, como el comportamiento desviado en
general, pudiese ser observado, comprobado y se convirtiera en una categoría
del conocimiento sociológico, pasando del plano individual, al plano social.
En síntesis, para Durkein, la anomia es el fracaso o ausencia de un
sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente para una persona
o grupo social.
 Robert K. Merton.
Para Merton, la inquietud de que esta teoría a través del desarrollo de
una interpretación social del comportamiento desviado (criminal), de que la
desviación y el crimen son inherentes a cualquier sociedad y que la fuente de
las conductas desviadas y del delito es la misma sociedad, se avoco a la tarea
de una sistematización del concepto de anomia.
Este autor, introduce en la teoría el factor cultural, separando la
estructura cultural de la estructura social. Teniendo entonces que la estructural
cultural entiende las concepciones generales de objetivos y las normas, según
las cuales los hombres se orientan; y la estructura social, consiste en el
sistema de relaciones sociales que son de varias maneras determinantes para
cada uno como miembro de la sociedad.
De lo anterior se puede entonces expresar que la estructura cultural esta
representada por el grupo de normas que regulan el comportamiento de un
grupo o de la sociedad; y la estructura social, constituida por los roles y el
estatus social, es en donde se genera la anomia, se destacan dos elementos:
objetivos y medios. Los objetivos que vienen dados por la estructura cultural y
los medios que permiten alcanzarlos se encuentran inmersos en la estructura
social y que se encuentran a disposición de todos los miembros de la sociedad.
Se tiene entonces que cuando existe equilibrio entre los objetivos y
medios, las sociedades son relativamente unificadas y estables, aunque
cambiantes (situación ideal) y que cuando las aspiraciones culturales prescritas
y los caminos socialmente estructurales para llegar a ellos se encuentran
disociados, se generan conductas anómalas. Llevando al individuo expuesto a
dicha disociación a aceptar o rechazar los fines o los medios, según sea el
caso.
Se puede entonces expresar, de todo lo desarrollado hasta ahora del
pensamiento de Merton puntualizar las siguientes situaciones problemáticas:
 Desequilibrio cultural entre fines y medios: objetivo e instrumento.
 Universalismo en la definición de los fines, extensión a todos los
ciudadanos.
 Desigualdad al acceso a las oportunidades: limitaciones a bajo
nivel social.
 Disfunción: entre valores y normas.
Como respuestas a esas diferentes situaciones problemáticas, Merton
destaca cinco formas adaptativas del hombre al medio social:
 a) Innovación: el sujeto ve a través de medios ilícitos o
delincuenciales una buena forma de conseguir sus objetivos. Es la única forma
criminal de todas. Merton defiende que la mayoría son de clase baja.
 b) Conformidad: el individuo cree que debe conseguir los objetivos
con los medios lícitos exclusivamente. Esta respuesta es la mayoritaria dentro
de la sociedad.
 c) Ritualismo: se renuncia a conseguir las metas y objetivos
socialmente descritos como exitosos. Es una desviación no delictiva, que suele
darse en clases medio-bajas.
 d) Apatía: también se denomina retraimiento; es un alejamiento de
los valores culturales de la sociedad en cuanto a objetivos de éxito y a los
medios no lícitos. Suelen dar lugar a alcohólicos, mendigos, vagabundos, etc.
 e) Rebelión: un grupo o colectividad pone en duda los valores
establecidos. Estas personas anteriormente han intentado lograr los éxitos sin
desviación pero han fracasado.

Teoría de la Reacción Social o


Etiquetamiento (Labeling Approach)
Las investigaciones del interaccionismo simbólico, descansan sobre la
observación de la vida cotidiana, la cual presupone que toda conducta tiene un
significado que es interpretado por el individuo, gracias a que ha aprendido los
símbolos (el lenguaje, oral y corporal), siendo este aprendizaje, el que le
permite al hombre convivir, adquirir una cultura, predecir la conducta de los
demás, adaptar su conducta a las exigencias de la sociedad, adoptar un gol y
la aceptación de los valores culturales.
Para Becker citado por García (p. 500), "el fenómeno del etiquetamiento,
es una manifestación de relación de poder, donde se comprende la conducta
del desviado y también está constituida por la acción de otros, que son aquellas
personas que elaboran las reglas de cuya violación fue encontrado culpable",
es decir, que el comportamiento desviado es creado por la sociedad en el
sentido, en que grupos sociales ocasionan ese comportamiento, porque forman
reglas, cuya violación constituye un comportamiento desviado.
Las normas, como reglas del comportamiento que son elaboradas por
los grupos sociales, se caracterizan por si una persona viola estas normas
grupales es considerada como desviadas desde el punto de vista del grupo. La
misma situación perversamente desde el punto de vista del etiquetado como
desviado, pueden ser o son considerados como extraños, aquellas personas
que elaboraron las reglas, de cuya violación fue encontrado culpable. Siendo
estos los puntos de vista del que impone la etiqueta y del etiquetado.
En el etiquetamiento, la proposición de mayor interés es la clasificación
de la acción humana y un individuo como desviado o conformista. No sólo le
interesa el esquema de las normas, pues le interesa también el proceso de
calificación, y el proceso de interacción, en cuyo desarrollo, unos hombres le
atribuyen a otros la condición de personas desviadas. Por la aplicación de las
normas son definidos como desviados los violadores de las mismas.
Por todo lo antes expuesto, Becker concluye "que el comportamiento
desviado (del etiquetamiento), es creado por la sociedad en el sentido, en que
grupos sociales ocasionan ese comportamiento, porque forman reglas, cuya
violación constituye un comportamiento desviado".
La teoría del "etiquetado" presenta las siguientes características:
 a) Consiste en un cambio de enfoque dentro de las teorías del
proceso social, no se interesa por las causas del delito sino que analiza las
situaciones postdelictivas, es decir, cuando el delincuente es castigado y
"etiquetado" como criminal.
 b) La actividad criminal no existe como tal, ningún
comportamiento humano, por desviado que sea, se convierte en delito sino en
virtud de la actividad de las instancias de control formal (si alguien roba y no es
detenido no puede ser calificado de ladrón).
 c) No existe una distribución uniforme de la delincuencia entre la
población, la realidad carcelaria tampoco es representativa de la objetiva
medida de la criminalidad. El estatus social es el filtro que selecciona
discriminatoriamente el adjetivo de "delincuente".
 d) Proceso de estigmatización: el individuo interioriza el rol de
delincuente como consecuencia del "etiquetado", lo cual le aboca hacia la
carrera criminal. Es la denominada desviación secundaria.
Esta teoría se denomina también de la reacción social ya que,
atendiendo a la estigmatización o efecto criminógeno, la sanción se base en
dos conceptos:
 La calificación de una conducta como desviada la hace la propia
sociedad cuando una conducta se aparta de lo socialmente establecido.
 La reacción social es el proceso generado tras el etiquetado. Es
una estigmatización que aumenta cuando el individuo, además de haber
delinquido, ingresa en prisión. Es apartado de su contexto social y sometido a
otro que va a influir en él.
Tras ser etiquetado, el individuo ingresa en el grupo penitenciario,
asume nuevos roles que le provocan cambios de distinta naturaleza, ese nuevo
entorno acentúa su estigmatización. El etiquetado de delincuente aboca al
sujeto a la carrera delictiva.
El aporte hecho por Lemert, se fundamenta en la bifurcación que hace
de la desviación, indicando la existencia de una desviación primaria y de una
desviación secundaria. En tal sentido tenemos que:
 La desviación primaria no provoca efectos singulares en la
estructura sociológica, si no están acompañados de reacciones de reprobación,
condena y aislamiento, que conducen al individuo a reelaborar la percepción de
sí mismo y de su rol social.
 La desviación secundaria, asume una importancia significativa,
porque se convierte en el mecanismo de justificación y de defensa frente a las
actitudes reprobatoria de la colectividad.
Para Lemert, citado por García (p. 502) "el camino de la desviación y del
delito en la sociedad pluralista, dependen más de las posibilidades, de que los
institutos de control social reaccionen contra estos, tiene la sola reacción del
público".
Escuela de la Desorganización Social de Chicago.
Las investigaciones criminológicas, encaradas a nivel científico y
sistemático, se inician precisamente hacia 1920, en la Universidad de Chicago.
Se llevan a cabo con el objetivo de estudiar los fenómenos de desorganización
social que acompañan a los grandes cambios económicos y urbanísticos de la
ciudad y planificar, sobre estos fundamentos, las reformas sociales pertinentes.
La así llamada "Escuela Criminológica de Chicago" tiene su sede en el
Departamento de Sociología de dicha universidad, el cual fue creado en 1880.
En 1914 ingresa en el plantel de profesores de dicha casa el periodista y
sociólogo Robert Ezra Park. Este notable investigador, reúne a su alrededor un
equipo de sociólogos, colegas y discípulos suyos, que son quienes llevan
adelante la serie de trabajos criminológicos que hace célebre a la escuela. Las
áreas socioeconómicas, las pandillas adolescentes y las subculturas que tenían
en jaque a la ciudad, fueron sin duda sus temas predilectos. Sin embargo,
también se distinguieron por el estudio de los distintos patrones de las carreras
criminales, así como por el diseño de tablas de predicción, relativas a la libertad
bajo palabra.
De esta manera, inician y plasman la pujante tradición ecológica, que
virtualmente va a acaparar los mayores afanes investigativos de la sociología
norteamericana e incluso de la inglesa. Esta orientación encarna
fundamentalmente el positivismo y el cientificismo de Comte y Spencer, no el
de Emilio Durkheim. Sus estudios, comúnmente comprendidos bajo la
denominación de Social Surveys, se caracterizan, en efecto, por las siguientes
notas: son empíricos, concretos, detallados, de limitado alcance, de corte
antiteórico, y ejecutados con una metodología meticulosa que privilegia la
cuantificación y codificación de datos casi hasta la exageración.
Otro de los grandes exponentes de esta escuela fue Edwin Sutherland,
con su teoría de la Asociación Diferencial y Teoría del Aprendizaje.

Teoría de la Asociación Diferencial y


Teoría del Aprendizaje
La Teoría de la Asociación Diferencial de Sutherland, parte de una
concepción culturalista de la desorganización social, según la cual, constituía el
síndrome de la ruptura de los viejos cánones culturales y en este ámbito, donde
comienza a formarse los nuevos valores, aparecen comportamientos desviados
y criminales opuestos y negadores de los otros.
Esta teoría trata de explicar con la ayuda diferencial de los grupos, el
proceso por el cual una persona se hace criminal. Una persona se hace
criminal cuando aprende más modelos de favorecer la infracción de la ley, que
modelos que la desaprueban.
Sutherland estudio al ladrón profesional y observo que el hurto
profesional no era una actividad individual y aislada, sino que era algo que se
aprendía en contacto con otras personas (en relación con otros ladrones que
muestran como hacerlo: cuál es la técnica a usar y, al mismo tiempo
proporcionan ciertas actitudes que justifican la criminalidad del acto).
Este autor insiste sobre la dimensión grupo y sobre la dimensión
aprendizaje que existen, según afirma, porque el ladrón profesional existe (el
ladrón profesional no será un ladrón profesional si, de alguna forma, no
estuviera en contacto con otros ladrones profesionales).
Se aprecia, entonces, que lo de "diferencial" significa que (en la mayoría
de los casos) un individuo se vuelve delincuente al estar más frecuentemente
en relación con modelos criminales que con modelos no criminales (Sutherland,
no habla de individuos, sino de modelos, es decir: ejemplos, palabras,
actitudes, valores).
Para explicar esta teoría, se tiene que:
 a) El proceso del cual resulta el comportamiento criminal no difiere
en nada del proceso que conduce al comportamiento normal (el individuo hace
su aprendizaje del crimen en el seno de una familia y de diversos grupos, es
decir, aprendía el mismo título que él no criminal).
 b) El comportamiento criminal está implicado en el sistema de la
sociedad (hecho de asociaciones de tipos diversos grupos), al igual que lo está
el comportamiento normal; cada uno está comportamiento forma parte de una
misma sociedad se tiene subgrupos, su pandillas, sus planes de sus
asociaciones, más o menos accidentales; todos y cada uno de ellos son
estructurados conforme a una escala de valores que sus miembros respetan.
 c) La personalidad criminal funciona en el seno de este sistema,
las asociaciones se crean a partir de los intereses propios de una cierta
categoría de individuos; y la personalidad criminal está involucrada ahí, o título
que no está una personalidad normal en las asociaciones que persiguen un fin
normal; ahora bien, como las asociaciones tienen un fin cultural que les es
propio, el valor de la cultura criminal estimula en forma positiva la conducta
criminal.
 d) Las diferencias individuales no juegan papel alguno en el futuro
de la persona criminal, sino en la medida en que su participación en la cultura
criminal sea más estrecha (un niño está más predispuesto al crimen, más por
su medio familiar deficiente que por su herencia o por los efectos de su
organismo). Se concluye de aquí, que una integración satisfactoria en una
buena sociedad, reduciría considerablemente la influencia de los factores
criminógenos personales (en una delicada cuestión de equilibrio entre las
fuerzas pro y antisociales de orden individual y colectivo).
 e) Los conflictos de intereses provocados en las asociaciones
diferenciales son los mismos que se encuentran en el origen de toda especie
de asociación (el ser humano prácticamente no puede realizar nada sólo por
sus propios medios, sino que, para ello, necesita relacionarse con otros que
tengan objetivos comunes).
 f) El nacimiento de asociaciones en competencia más o menos
violenta, puede conducir a la desorganización de la sociedad por el
debilitamiento de los valores comunitarios (a un cierto grado, el disgregamiento
cultural crea una subcultura, integrada alrededor de valores propuestos o
diferenciales a los de la comunidad; hecho que puede favorecer al surgimiento
de la subcultura criminal).

La Teoría de Las Ventanas Rotas


En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Phillip Zimbardo
realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la
calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó
en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro
en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos
abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de
especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada
sitio.
Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser bandalizado
en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo
aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio el auto
abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto.
Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que
coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de
izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el
auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una
semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de
Palo Alto.
El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el
robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el
del barrio pobre.
¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario
supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?. No se
trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología
humana y con las relaciones sociales. Un vidrio roto en un auto abandonado
transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va
rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de
reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y
multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve
incontenible, desembocando en una violencia irracional.
En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling)
desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que desde un punto de
vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el
descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.
Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara,
pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de
deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el
delito. Si se cometen 'pequeñas faltas' (estacionarse en lugar prohibido,
exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son
sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez
más graves.
Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son
progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de
sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por
la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes.
La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados
de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido
en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas
transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad de las estaciones,
ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y
desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se
logró hacer del metro un lugar seguro.
Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York,
basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó
una política de 'tolerancia cero'. La estrategia consistía en crear comunidades
limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de
convivencia urbana. El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos
los índices criminales de la ciudad de Nueva York. La expresión 'tolerancia
cero' suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto
principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de
seguridad.
No se trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía,
de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse la
tolerancia cero.
No se trata tampoco de la pena de muerte ni del ojo por ojo ni siquiera
de bajar la edad penal, sino más bien un conjunto de ideas que debidamente
aplicadas deberían resultar en un beneficio para cualquier sociedad.
No es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino
tolerancia cero frente al delito mismo.
Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley
y de los códigos básicos de la convivencia social humana.

Teoría del Patrón del Delito


A inicios de la década de los ochenta, Brantingham & Brantingham
comenzaron a trabajar en los movimientos (en el tiempo y el espacio) de las
personas que cometen delitos, desarrollando así la teoría de del patrón
delictivo.
Esta teoría trata de dar explicación al hecho de que la distribución de los
delitos en los escenarios urbanos no es uniforme ni aleatoria, sino que presenta
patrones claramente identificables particularmente, estos autores estuvieron
influenciados por el enfoque de las actividades rutinarias, planteando que la
distribución del delito se asocia a la distribución de las actividades claves de la
comunidad, y se relaciona con la familiaridad que el infractor tiene con ciertos
espacios urbanos y no con otros. De modo que el delito ocurrirá en unas
localizaciones concretas impredecibles, que están definidas por la intersección
entre las oportunidades para el delito que ofrecen las actividades rutinarias de
los ciudadanos y el conocimiento que el infractor tiene de esos lugares.
Estos autores señalan que incluso los infractores habituales pasan la
mayor parte del día realizando otras actividades no delictivas. Asumen que los
patrones de movimientos de los infractores en el espacio y en el tiempo son
iguales a los de cualquier otra persona y seguido las personas que en algún
momento cometen un delito pueden tener también un empleo y una familia y
salen a comer y a comprar como todo el mundo. Al mismo tiempo, el resto de la
población está inmersa en sus actividades habituales y se desplaza entre ellas.
Por tanto, los elementos que dan forma a las dinámicas de las actividades
ilegales de nuestras ciudades, también dan forma a las dinámicas de las
actividades delictivas.
Como ejemplos del modo en que las dinámicas legales de nuestra vida
diaria tal forma a los patrones del delito se tienen los siguientes: las peleas
ocurren con mayor frecuencia los viernes y sábados por la noche; los hurtos en
comercios se concentran en la franja horaria en que están abiertos los
negocios y además, se producen más en tiendas que en otras. Por tanto, una
adecuada comprensión del delito precisa de conceptos y modelos que tengan
en cuenta la no uniformidad y la no aleatoriedad que caracterizan a los
elementos delictivos.
Esta teoría, se divide en cuatro puntos claves, los cuales permiten una
mejor comprensión de la misma a través del estudio de estos elementos:
 Disminución de la distancia.
Se trata de un patrón bien establecido empíricamente en la criminología,
que viene detectándose desde los años 50, y que hace referencia al hecho de
que la mayoría de infractores cometen una gran cantidad de los delitos
relativamente cerca de su hogar.
Este patrón se debe tomar en cuenta para determinar cómo sería el área
de búsqueda de objetivos/víctimas de un único factor. El área de mayor
intensidad búsqueda es la más cercana al lugar, decayendo la intensidad de
búsqueda al aumentar la distancia. Esto es lógico por el gasto y el esfuerzo
necesario para viajar más lejos. Además, el infractor dispone de un mayor
conocimiento espacial y sobre posibles objetivos y rutas de escape en las
zonas que frecuenta. Hay que señalar que inmediatamente alrededor del hogar
suele haber lo que se denomina una zona de seguridad, una pequeña zona en
la que apenas delinquiría el infractor puesto que si podría ser reconocido.
 Espacios de actividad y conocimiento.
Normalmente, un individuo (sea o no infractor) conoce bien las zonas en
que reside y los lugares en que desarrolla actividades, así como los caminos
para desplazarse entre esos lugares. Es decir, conoce bien ciertos modos, y las
rutas que emplea para desplazarse entre los nodos. El conjunto de nodos que
habitualmente visitamos, junto con el conjunto rutas por las que nos
desplazamos, constituyen el espacio de actividad. Las áreas que quedan
dentro de nuestro campo visual cuando estamos en el espacio de actividad
constituyen el espacio de conocimiento. Fuera de estos lugares, hay otras
muchas zonas de la ciudad que la persona no conocen detalles, y que por
tanto, están fuera de su espacio de conocimiento.
Las personas que cometen delitos tienen patrones espacio temporales
de movimiento similares a los de todo el mundo. Del mismo modo que
cualquier persona realiza sus actividades cotidianas en sus espacios de
actividad y alrededores, los infractores tienden a cometer los delitos en sus
espacios de actividad y conocimiento, cerca de los nodos rutas que
habitualmente emplean.
 Patrón de delitos para un individuo.
Combinando el conocimiento sobre la tendencia a delinquir en las zonas
conocidas, en áreas relativamente pequeñas alrededor del hogar u otros
lugares clave, con los conceptos de espacios de actividad y conocimiento; la
teoría establece que un patrón plausible de actividad delictiva sería en zonas
cercanas a sus espacios de actividad.
Hay que tomar en cuenta, que en esos lugares deben existir objetivos
atractivos para el delincuente, y que infractor y objetivo han de coincidir en el
espacio y en el tiempo, así que los patrones de actividad de infractores y
víctimas tienen que coincidir en esos mismos puntos y que la víctima sea
evaluada como un buen objetivo.
 Generadores y atractores del delito.
Otro aspecto que determina cómo sería el patrón delictivo, en una
ciudad o comunidad, es la localización de dos tipos de lugares: los generadores
del delito y los atractores del delito, los cuales podemos representar de la
siguiente manera:
 Lugares generadores del delito: son lugares en los que coinciden
gran número de personas por razones relacionadas sin motivaciones
criminales, pero los que pueden acabar ocurriendo delitos. Por ejemplo,
estadios deportivos o un concierto musical. Algunas personas que no fueron al
lugar con intención de cometer un delito pueden acabar haciéndolo, al
presentárseles la oportunidad (tal vez observa una cartera desatendida ocurra
una agresión como consecuencia del consumo excesivo de alcohol).
 Lugares atractores del delito: son zonas concretas que
representan oportunidades conocidas para el delito y a las que los infractores
acuden con la intención de cometer un delito concreto. Por ejemplo, zonas de
ocio nocturno, ciertos transportes públicos, estacionamientos etc. Los
infractores pueden recorrer grandes distancias para llegar a estos
emplazamientos propicios para la comisión del delito.

Teoría General de la Delincuencia o


del Autocontrol
Esta teoría señala la utilidad del control social como instrumento eficaz
para que los individuos puedan anticipar las consecuencias que les puede
ocasionar la comisión de una transgresión o delito. Llevándolos a sopesar esas
consecuencias e inhibiéndolos en algunos casos de la comisión de dichos
actos.
Gottfreson & Hirschi parten de la premisa que cualquier persona ha
tenido la tentación en alguna ocasión de hacer algo "malo", pero la mayoría de
la gente, ante la posibilidad de ver expuesta su conducta a la luz pública, se
inhibe de esta tentación. En cambio, aquellos que tienen poco que perder se
dejarán tentar en mayor proporción.
Partiendo de que el control social es el conjunto de prácticas, actitudes y
valores destinados a mantener el orden establecido en las sociedades, y
aunque a veces el control social se realiza por medios coactivos o violentos, el
control social también incluye formas no específicamente coactivas, como
los prejuicios, los valores y las creencias. En tal sentido estos autores,
dimensionan al control social en su teoría se la siguiente manera:

 Las relaciones sociales: las relaciones sociales fuertes fomentan


la conformidad. Por el contrario, para aquellos individuos que no se sientan
muy vinculados con su familia, amigos o compañeros de trabajo, los costes de
la conducta desviada son mayores.
 La estructura de oportunidades: quienes cuentan con más
oportunidades legítimas para satisfacer sus intereses tendrán más ventajas en
la conformidad. Los que tienen poco control o reducida confianza en el futuro
tienen más posibilidades de presentar pautas de conducta no convencionales.
 La implicación: una fuerte implicación en actividades lícitas
(trabajar, estudiar, practicar deportes) inhibe el comportamiento desviado. La
ausencia de actividad en estas facetas cotidianas puede suponer terminar
empleando el tiempo en actividades no legítimas.

 Las creencias: los individuos que aceptan y asumen las pautas


morales preponderantes en la sociedad en la que se inscriben y que respetan
la autoridad tendrán más facilidad para reprimir las tentaciones, que los que se
muestran más disconformes a estas pautas morales.

Teoría de la Subcultura Delincuente


Cohen desarrolló su teoría de las Subculturas Delictivas colocando como
objeto de su análisis a la delincuencia juvenil, específicamente el grupo
integrado por jóvenes de sexo masculino cuyas familias pertenecen en su
mayoría a la clase obrera. Su actividad en el grupo se va a caracterizar porque
el delito es para ellos una actividad que les produce placer, satisfacer el ocio y
les permite elevar su status dentro de su grupo (Delincuencia Expresiva); ese
placer es originado en el daño que ocasiona al semejante (Delincuencia
Maliciosa), y en producir temor a los otros grupos en vista de desafiar el orden
jurídico establecido (Oposición a las Normas Dominantes). Por otro lado, los
delitos que comete el grupo serán de la más variada índole (Versatilidad); todos
ellos ejecutados sin mucha planificación (Búsqueda de Placer a Corto Plazo),
pero caracterizados por una plena solidaridad con los otros miembros del grupo
(Énfasis en la Autonomía del Grupo), contrariamente a las relaciones con los
otros grupos con los cuales tienden a ser hostiles y resistiéndose a toda la
gama de instituciones, como la escuela y la familia, que perseguirán regular su
comportamiento.
Según Cohen la subcultura criminal se caracteriza por:
 1) Es gratuita (no lucrativa; en el sentido de que los propios
hechos criminales no persiguen la obtención de un beneficio económico sino
otros objetivos), maliciosa (por cuanto la satisfacción deriva precisamente de la
disconformidad de los otros), destructiva (porque se enorgullece de hacer
aquello que es incorrecto según los estándares de las clases medias).
 2) Una actitud valorativa ambivalente, cuando menos respecto a
las normas de la cultura oficial. Hedonismo inmediato porque la subcultura
propugna una satisfacción inmediata frente a la postergación del placer que
caracteriza la actitud de las clases medias. Espíritu de grupo en cuanto
intolerancia de toda restricción o limitación que trate de ejercerse desde el
exterior de la propia subcultura.
 3) La subcultura criminal es una subcultura de grupo y no una
solución privada, individual.
Admite la existencia de una pluralidad de tipos de delincuentes juveniles,
algunos de los cuales vendrían determinados no ya por factores subculturales,
sino psicogenéticos. Pero su enfoque es sociológico, a Cohen no le preocupa
por qué un joven pasa a formar parte de una determinada subcultura, sino por
qué existen las subculturas criminales y cuál es la génesis de las mismas.
El problema en definitiva es cómo y por qué surgen las subculturas, y
cómo se relacionan éstas con la sociedad oficial o mayoritaria. Para Cohen,
una y otra clase social tienen sus respectivos códigos de valores. La clase
media, por ejemplo, pone un especial énfasis en la movilidad social, en la
eficiencia y en la responsabilidad individual, en la racionalidad para perseguir
sus objetivos, en el respeto a la propiedad, en la constructividad en el uso del
tiempo libre y, sobre todo, en el ahorro y en la postergación o aplazamiento del
placer. La clase social baja, por el contrario, concede mayor significación a la
fuerza física y a la colectividad y mucho menor que las clases medias al ahorro
y a la posposición del placer.
El joven de las clases sociales bajas participa en buena medida de
ambos sistemas de valores. Aunque pertenece a la clase trabajadora, sus
propios padres se sienten atraídos por el estilo de vida y modelos de la clase
media, actitud reforzada por el sistema educativo que promueve los estándares
de ésta y responde a sus exigencias. Un continuo bombardeo institucional le
sugiere la aceptación de la cultura convencional como requisito imprescindible
del éxito y estima sociales. Pero al enfrentarse con los valores de las clases
medias, se encuentra en una situación de desventaja porque no sólo no se
aplican a su status, sino que disminuyen la estima de sí mismo.
Según Cohen, dicho conflicto admite tres opciones:
 Adaptación (college boy): El college boy trata de asumir valores
culturales y sociales de las clases medias, a pesar de las insalvables carencias
escolares, sociales e incluso lingüísticas para adaptarse al estilo de vida de
aquellas.
 Transacción o pacto (corner boy): El corner boy representa la
respuesta más común, de acomodación social.. No rompe frontalmente con la
sociedad oficial, pacta y convive con ella. Acepta las limitaciones que derivan
de su pertenencia de clase y trata de aprovechar las oportunidades del medio.
Es fiel a los valores de su grupo, pero no opta de modo manifiesto por la vía del
delito.
 Rebelión frente a los valores de las clases medias (delinquent
boy): El delinquent boy resuelve su frustración de estatus enfrentándose de
forma abierta a los valores convencionales de las clases medias. Como dice
Cohen, la subcultura delincuente no acepta "pactar". No tolera ninguna
ambigüedad.

Teoría Integradora
El punto de partida en su teoría viene inspirado en encontrar una
explicación de la delincuencia, integrando los aspectos más relevantes de cinco
grandes teorías: la teoría de las culturas, la teoría de la desigualdad de
oportunidades, la teoría del aprendizaje social, la teoría del control y la teoría
de la asociación diferencial.
Mediante esta teoría, Farrington trata de explicar cómo se produce la
delincuencia juvenil (para ello intentar aplicarla a las variedades más comunes
de delincuencia juvenil masculina). En su opinión la delincuencia se produce
mediante un proceso de interacción entre el individuo y el ambiente, que él
divide en cuatro etapas (a la que posteriormente añade una quinta), dichas
etapas son:
 1) En la primera etapa, surge la motivación. Esto sugiere que los
principales deseos que actualmente producen actos delictivos son deseos de
bienes materiales, de prestigio social y búsqueda de excitación. Estos deseos
pueden ser inducidos culturalmente o puede responder a situaciones
específicas y seguido puede ser que el deseo de búsqueda de excitación sea
más grande entre jóvenes de familias pobres porque la excitación es más
altamente valorada por la gente de clase baja que por la gente de clase media,
porque los jóvenes pobres llevan una vida más aburrida o porque son menos
capaces de posponer gratificaciones inmediatas a favor de metas a largo plazo.
 2) En la segunda etapa, se busca el método legal o ilegal de
satisfacer sus deseos. Es muy sugerente que algunas personas (sobre todo los
jóvenes de clase baja) tengan menos posibilidades o capacidad de satisfacer
sus deseos mediante métodos legales o socialmente aprobados, y por ello
tiendan a elegir métodos legales o desaprobados socialmente. La relativa
incapacidad de los jóvenes pobres para alcanzar metas u objetivos mediante
métodos legítimos puede ser, en parte, porque tienden a faltar a la escuela y,
por tanto, tienden a llevar comportamientos erráticos y empleos de bajo nivel y
seguido la falta a la escuela resulta, a menudo, una consecuencia de la falta de
estímulo intelectual proporcionado por sus padres en un entorno de clase baja,
y a la falta de énfasis en conceptos abstractos.
 3) En la tercera etapa, la motivación para cometer actos delictivos
se magnifica o disminuye por las creencias y actitudes interiorizadas sobre el
significado de infringir la ley, que han sido desarrolladas mediante un proceso
de aprendizaje como resultado de una historia de recompensas y castigos
seguido la creencia de que la delincuencia es mala o una firme conciencia
tiende a desarrollarse sus padres se muestran a favor de las normas legales,
se llevan a cabo una estrecha supervisión sobre los niños, y si castigan los
comportamientos socialmente desaprobados usando disciplinas de cariño y
orientación. Por el contrario, la creencia de la delincuencia es tiende a
fortalecerse si los niños han sido expuestos a actitudes y comportamientos
favorables a la delincuencia, especialmente por miembros de su familia y sus
amigos.
 4) La cuarta etapa supone un proceso de decisión en una
situación particular que se verá afectada por los factores situacionales
inmediatos. Si la motivación para cometer el acto delictivo sobrevive a la
tercera etapa, que esta se convierta en realidad, en cada situación, dependerá
de los costes, beneficios y probabilidades del posible resultado.
 5) Las consecuencias del delinquir influyen en la tendencia
criminal y en los cálculos costo-beneficio de futuros delitos.
Farrington, en base a los resultados obtenidos luego de la aplicación
práctica de su teoría en el London Longitudinal Project, concluye que los
jóvenes pertenecientes a familias de clase baja serán especialmente propensos
a cometer actos delictivos porque no podrán alcanzar legalmente sus metas u
objetivos (en parte por su tendencia a faltar a la escuela) y, posiblemente,
porque valoran altamente algunas metas. Los niños que han sido maltratados
por sus padres tendrán más probabilidad de cometer delitos porque no tienen
adquiridos controles internos sobre comportamientos desaprobados
socialmente, mientras que los niños pertenecientes a familias criminales y los
que tienen amigos delincuentes tienden a desarrollar actitudes en contra del
sistema y a creer que la delincuencia tiene justificación.
También se concluyó que la delincuencia alcanza su nivel máximo entre
los 14 y los 20 años de edad, porque los jóvenes (especialmente aquellos de
clase baja que abandonaron la escuela) tienen fuertes deseos de excitación,
cosas materiales, y estatus entre sus iguales, pocas posibilidades de satisfacer
estos deseos legalmente, y poco que perder. Por el contrario después de los 20
años, los deseos se atenúan o se vuelven más realista, al más posibilidades de
adquirir esas metas más limitadas legalmente y los costos de la delincuencia
son mayores.
Conclusión
Luego del estudio de todo este compendio teórico, se puede observar el como
todos y cada uno de estos autores, desde los inicios del siglo pasado han
venido tratando de interpretar el porqué de la delincuencia.
Observamos también que estas teorías, se abocaron al problema de la
delincuencia desde varios ángulos, como por ejemplo los factores sociales,
educativos, familiares y culturales, entre otros. Pero llegando a las mismas
conclusiones (basadas en la población y muestra específica para cada uno de
ellos), propias de las naturalezas teóricas en sus estudios.
Desde el punto de vista criminológico, son una herramienta vital a la hora de
referenciar u obtener los basamentos teóricos necesarios para llevar a cabo
cualquier estudio o investigación en esta área, permitiendo así la comprensión
de todos y cada uno de los posibles escenarios que se puedan presentar,
basados en rangos de edades, con textos socioeconómicos determinados y
hasta de factores geográficos.
Particularmente, el estudio de todas estas teorías en su conjunto permitirá
solventar cualquier vacío hipotético, dejado por el uso o aplicación de una sola
teoría.

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