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ETICA, ETICA PROFESIONAL Y

UNIVERSIDAD

Lizette Valverde Perutty


Bibiana Lorena Zambrano Rojas

Institución: Universidad de Pamplona


Programa: Derecho
Materia: Ética General
Grupo: BR
Semestre: Tercero
Docente, Carlos Eduardo Guerra González

Palabras clave:

Resumen. El reto que plantea la enseñanza de una ética profesional en la universidad es


ofrecer una verdadera ética reflexiva y crítica sobre el saber y el quehacer profesional, una ética
que intente orientar las conductas profesionales pero entroncando con el pensamiento ético actual
e intentando establecer un diálogo interdisciplinar con los" saberes especializados en los que Se
basa el ejercicio de cada profesión”. La universidad es hoy en gran medida una escuela de
formación profesional en aquellos oficios que se supone que requieren preparación académica y
título universitario; según lo anterior denunciaba Ortega, la asignatura de ética o no existirá o
tendrá una posición marginal y vergonzante en la vida académica.

Prevalecen hoy en la universidad tendencias pragmáticas que amplían los objetivos de la


enseñanza universitaria de forma que entre ellos figure también la capacitación práctica para el
ejercicio profesional. En todas las titulaciones se han introducido las prácticas profesionales,
Todo eso lleva o apunta a un horizonte práctico, a veces exclusivamente pragmático, desde esta
perspectiva la ética trataría de ampliar ese horizonte hasta incluir y poner en el lugar que les
corresponde los fines éticos universalizables del vivir humano. En el mundo de las
"Especializaciones y de la división social del trabajo profesionalizado sólo es intelectualmente
honesta y socialmente creíble la reflexión ética que no huye de la complejidad. A su vez la
legitimidad intelectual y social de cada parcela del saber y del actuar humano sólo se obtiene
sacando a luz los supuestos epistemológicos de cada saber científico y las implicaciones sociales
que su ejercicio práctico tiene en el entorno social.

En el mundo de las especializaciones científicas la ética tiene necesariamente que


establecer un diálogo interdisciplinar que afecta a todas las disciplinas sin quedar acotado por
ninguna de ellas. Si se quiere hacer ética en el ámbito universitario hay que aprender a tratar los
temas universitariamente, hay que aprender a ejercer el razonamiento práctico, a justificar o a
deslegitimar actuaciones y planteamientos en términos de racionalidad práctica.
La ética, pensada, debatida y vivida en la universidad puede hacer una relevante
contribución a la regeneración intelectual y moral de la vida universitaria; El lenguaje de la ética
puede ser el lenguaje común para hablar lo que se hace y se debe hacer en la universidad; A
todos nos compete la ética, aun cuando no todos seamos expertos en los tecnicismos del discurso
ético.

La ética que aquí se propone no puede consistir en un discurso intimista que intenta
salvar la propia buena conciencia; se trata de un discurso público acerca de en qué consiste ser
un buen profesional, cuáles son los límites y derechos que hay que respetar, los compromisos
que hay que asumir y los deberes que hay que cumplir. A la hora de buscar profesores, se plantea
siempre el dilema entre que sean profesionales o especialistas formados en la propia especialidad
quienes planteen los termas éticos o que sean filósofos, conocedores del lenguaje y los
planteamientos de la ética filosófica, quienes ofrezcan sus reflexiones básicas y las apliquen a los
temas de cada profesión; las dos opciones que se adopten deberá asumir una apuesta clara por el
"bilingüisrno": hablar el propio lenguaje (por ejemplo, el filosófico) y al menos entender el otro
(el de la profesión específica y las ciencias y técnicas que incluye). La ética profesional no es un
tercer lenguaje entre el lenguaje de la profesión (es decir el lenguaje de las ciencias y técnicas en
las que se basan las habilidades y capacidades profesionales) y el lenguaje de la filosofía (moral).

. La «Ética no es, no puede ser, un feudo más en el concierto de los saberes, ciencias y
disciplinas. Ofrece un lenguaje y un horizonte de integración de los diferentes saberes y oficios.

Bibliografía (12 puntos)


[1] Ejemplo: Padrini, F. y Lucheroni, M. T. (1996). El gran libro de los aceites esenciales.
Barcelona: De Vecchi.
[2] Seltiz, C., Jahoda, M., Deutsch, M. (1976). Métodos de investigación en las relaciones
sociales. (8a. ed.). Madrid: Rialp

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