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FACULTAD DE

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACIÓN

PLAN DE TESIS
RELACIÓN ENTRE LA COMUNICACIÓN FAMILIAR Y LOS PROBLEMAS
CONDUCTUALES EN ADOLESCENTES DEL NIVEL PRIMARIO DE LA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA MANUEL BENITO LINARES ARENAS DEL
DISTRITO DE SOCABAYA, AREQUIPA, 2018

PRESENTADO POR:

BACH.

PARA OPTAR EL TÍTULO PROFESIONAL DE LICENCIADO EN


EDUCACIÓN, ESPECIALIDAD PRIAMARIA

AREQUIPA – PERÚ

2018

1
ÍNDICE

CARÁTULA

ÍNDICE………………………………………………………………………………iii

ÍNTRODUCCIÓN.......................................................................................................vi

CAPÍTULO I: PLANEAMIENTO METODOLÓGICO..............................................7

1.1 DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA ..................................7

1.2 Delimitación de la Investigación...........................................................................8

1.2.1 Delimitación Espacial ..................................................................................8

1.2.2 Delimitación Temporal ..................................................................... 9

1.2.3 Delimitación Social................................................................................... 9

1.2.4 Delimitación Conceptual ............................................................................ 9

1.3 Problemas de Investigación ................................................................................10

1.3.1 Problema Principal ....................................................................................10

1.3.2 Problemas Secundarios .............................................................................10

1.4 Objetivos de la Investigación...............................................................................11

1.4.1 Objetivo General........................................................................................11

1.4.2 Objetivo Específicos .................................................................................11

1.5 Justificación, Importancia de la Investigación......................................................11

1.5.1 Justificación ...............................................................................................11

1.5.2 Importancia...................................................................................................13

2
1.6. Factibilidad de la investigación...........................................................................13

1.7. Limitaciones.........................................................................................................14

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO..........................................................................15

2.1 Antecedentes de la Investigación.......................................................................15

2.2 Bases Teóricas......................................................................................................23

2.3 Definición de Términos Básicos...........................................................................60

CAPÍTULO III HIPÓTESIS Y VARIABLES...........................................................64

3.1 Hipótesis General ................................................................................................64

3.2 Hipótesis Específicas...........................................................................................64

3.3. Definición Conceptual y operacional de las Variables.......................................65

3.4. Cuadro de Operacionalización de Variables.......................................................66

CAPÍTULO IV METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN................................67

4.1. Tipo y Nivel de Investigación ............................................................................67

4.1.1 Tipo de Investigación ..............................................................................67

4.1.2 Nivel de investigación..............................................................................67

4.2 Método y Diseño de la Investigación ..................................................................68

4.2.1 Método de la Investigación.........................................................................68

4.2.2 Diseño de investigación..............................................................................68

4.3 Población y Muestra de la Investigación.............................................................69

4.3.1 Población.....................................................................................................69

4.3.2 Muestra.....................................................................................................69

4.4. Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos..............................................70

4.4.1 Técnicas .....................................................................................................70


3
4.4.2 Instrumentos................................................................................................70

4.4.3 Validez y confiabilidad...............................................................................73

4.4.4. Procesamiento y análisis de datos..............................................................74

4.4.5. Ética en la Investigación............................................................................75

CAPÍTULO V ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO DE

INVESTIGACIÓN.....................................................................................................76

5.1. Recursos Humanos...............................................................................................76

5.2 Presupuesto...........................................................................................................76

5.3 Cronograma...........................................................................................................77

5.4 Referencias Bibliográficas....................................................................................78

5.5 Referencias Electrónicas.......................................................................................81

ANEXOS ....................................................................................................82

MATRIZ DE CONSISTENCIA.................................................................................83

FORMATO DE VALIDACIÓN DEL INSTRUMENTO…………………………..

INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS................................................87

DECLARATORIA DE AUTENTICIDAD DE PLAN DE TESIS

INTRODUCCIÓN

4
Este trabajo de investigación tiene como objetivo principal determinar la relación entre la
Comunicación Familiar y los Problemas Conductuales en estudiantes del nivel secundario
de la Institución Educativa Jorge Basadre, Arequipa, 2017 y cuyos objetivos específicos
son: Identificar el tipo de Comunicación Familiar en estudiantes del nivel secundario;
identificar los Problemas Conductuales más frecuentes en estudiantes del nivel secundario;
comparar la Comunicación Familiar de la madre y del padre en estudiantes del nivel
secundario e identificar las diferencias de problemas conductuales según sexo y grado de
estudios en estudiantes del nivel secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre,
Arequipa, 2017.

La familia es el primer lugar donde aprendemos cómo comunicarnos. La manera de


hacerlo en nuestra familia de origen determinará cómo nos comunicaremos con los
demás.

Los problemas conductuales son alteraciones del comportamiento, que a veces son
diagnosticados en la infancia, se caracterizan por un comportamiento antisocial que viola
las normas y reglas adecuadas para la edad. Estos problemas de conducta en la
adolescencia se pueden complicar porque aparecen en una etapa de la vida turbulenta en la
que surgen conflictos y tensiones con facilidad.

En ese contexto, comunicarnos en forma sana con quienes convivimos diariamente es la


base de una buena relación familiar, y ésta es una tarea en la que siempre tenemos algo
que aprender. El hogar es el núcleo en donde el niño recibe amor, cariño, afecto,
cuidados fiscos sobre todo es el centro social único y vital para el aprendizaje de una
serie de valores, actitudes, destrezas, habilidades, etc. que luego serán reforzadas en la
escuela.

Se ha observado que los adolescentes y/o estudiantes del tercero al quinto de secundaría, de
la Institución Educativa Jorge Basadre del distrito de José Luís Bustamante y Rivero,
manifiestan conductas como la irresponsabilidad, el comportamiento trasgresor, bajo
rendimiento escolar, agresión física hacia otros, además de problemas de agresión, robo,
relación con sus demás compañeros, entre otros.

5
Cuando los problemas se complican y los padres no pueden abordarlos, en el afán de
proteger a sus hijos, dejan de ser un modelo para ellos; por otro lado, se considera un
problema en la adolescencia que la familia y la educación tratan de resolver.

La investigación está estructurada de la siguiente manera, en el Capítulo I se encuentra la


realidad problemática, los problemas, objetos y justificación; en el capítulo II encontramos
los antecedentes del problema, las bases teóricas y la definición de términos básicos; el
capítulo IV está conformado por la hipótesis y variables; en el capítulo V encontramos la
metodología de la investigación, población y muestra y finalmente en el capítulo V
encontramos la administración del proyecto.

6
CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 . Descripción de la Realidad Problemática

De acuerdo a mis estudios y experiencia en la educación peruana he podido observar


que los problemas conductuales en adolescentes son alteraciones del comportamiento,
que a veces son diagnosticados en la infancia y que se caracterizan por un
comportamiento antisocial que viola las normas y reglas adecuadas para la edad. 

En este sentido las sociedades europeas han experimentado un aumento de las conductas
agresivas y violentas en los niños y adolescentes en los últimos años. En España, por
ejemplo, han aparecido noticias inéditas en los medios de comunicación acerca de
muchachos que matan a sus padres o a otros adultos sin un motivo aparentemente
concreto. Por otra parte, las consultas por trastornos de conducta en jóvenes y
adolescentes de ambos sexos se han multiplicado en los servicios psicológicos.

De la misma manera, últimamente en el Perú, se ha incrementado en adolescentes, los


problemas de conducta, tal como lo refiere el Ministerio de Educación. Los problemas
conductuales en los jóvenes, es un problema latente en la sociedad peruana; la mayor
parte de este problema radica en la falta de comunicación familiar, siendo estos los
protagonistas quienes tratan de solucionar sus diferencias a través de conductas
agresivas y violentas que van de lo verbal a lo físico.

7
En este sentido, en la ciudad de Arequipa, específicamente en el distrito de José Luís
Bustamante y Rivero, donde se encuentra ubicada la Institución Educativa Jorge
Basadre, donde llevaremos a cabo la presente investigación; se ha observado que los
adolescentes del tercero al quinto de secundaría, manifiestan conductas como la
irresponsabilidad, el comportamiento trasgresor, bajo rendimiento escolar, agresión
física hacia otros, además de problemas de agresión, robo, relación con sus demás
compañeros, entre otros.

Estos problemas de conducta en la adolescencia se pueden complicar porque aparecen


en una etapa de la vida turbulenta en la que surgen conflictos y tensiones con facilidad.
Aunque muchos de los problemas de los adolescentes no tienen que ser ni graves ni
duraderos, en algunos casos los problemas de conducta y en casos extremos la conducta
antisocial, están relacionadas, a familias disfuncionales, al consumo de alcohol,
relaciones sexuales tempranas, problemas en el aprendizaje, etc., motivo por el cual se
considera un problema en la adolescencia que la educación debe trata de resolver.

Por lo tanto, se vio por conveniente realizar esta investigación sobre la comunicación
familiar relacionada a los problemas de conducta, ya que se ha observado que la falta de
comunicación familiar en los adolescentes, ocasiona problemas en su comportamiento,
en la medida en la que un adolescente rebelde vaya generalizando malos
comportamientos, la relación familiar se complica y el adolescente conflictivo es más
reacio al cambio. Necesita seguir confiando en sus padres y que estos sigan siendo un
modelo.

Cuando los problemas se complican y los padres no pueden abordarlos, en el afán de


proteger a sus hijos, dejan de ser un modelo para ponerse a la altura del adolescente
insurrecto. De esta manera, se origina y evoluciona en el tiempo la contrariedad de la
falta de comunicación familiar generando problemas conductuales en sus hijos y esto se
agudiza cuando ocurre, que intentando ignorar conductas negativas de los hijos, estas se
convierten en hábitos, como por ejemplo no respetan horarios en casa y los padres para
no tener conflictos no los castigan y/o amonestan, por lo tanto, el ejemplo mencionado,
se convierte en un hábito, que afecta el contexto social y para cuando los padres quieren
cambiar, ya no lo pueden hacer. 

8
1.2. Delimitación de la Investigación

1.2.1. Delimitación Espacial


La presente investigación se realizará en la Institución Educativa Jorge Basadre,
ubicada en el distrito de Bustamante y Rivero, Arequipa.

1.2.2. Delimitación Temporal.


El estudio se realizará entre los meses de setiembre del 2017 a agosto del 2018

1.2.3. Delimitación Social.


De acuerdo con la naturaleza de las variables que intervinieron en el trabajo de
investigación, los roles sociales involucrados son estudiantes del nivel
secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre.

1.2.4. Delimitación Conceptual.


Esta investigación abarcará dos puntos muy importantes, como son los la
comunicación familiar y problemas conductuales.

A. Comunicación familiar

Olson y Cols, (1983) citados por Araujo, (2008) definen la comunicación


familiar es como un proceso en el cual se permite un desplazamiento de todo
el sistema familiar por la cohesión y la adaptabilidad; entendiéndolo en que la
calidad de la comunicación está influenciada por la calidad de la cohesión y la
cantidad de adaptabilidad que tiene dentro de la familia. Es así que la
comunicación tiene dos factores: apertura o facilitación de la comunicación y
los problemas de comunicación.

B. Problemas conductuales

Según el Manual diagnostico DSM-IV (2013) entre los trastornos de inicio


en la infancia, se encuentran los denominados trastornos de la conducta.
Bajo esta categoría se incluyen el trastorno negativista desafiante, trastorno
disocial y trastorno del comportamiento perturbador no especificado. Por

9
otro lado, existen problemas conductuales como la desobediencia, que sin
ser un trastorno diagnostico según los principales manuales clasificatorios
diagnósticos, es un problema frecuente que requiere de intervención. (DSM,
2002)

Gil (2014) menciona que el poder delimitar las conductas desobedientes de


las que no lo son, es complicado. Se sabe que las rabietas y el
oposicionismo pasivo son muy comunes en los primeros años de vida y
tienden a desaparecer. Con 5-6 años existe un elevado número de padres con
quejas de desobediencias de sus hijos o destrucción de objetos, mientras que
cuando el niño tiene 16 años hay un porcentaje muy pequeño de padres con
este tipo de quejas. Los comportamientos nombrados anteriormente como
son la desobediencia, rabietas y el oposicionismo no son patológicos en
estas edades. Según Palacios (2002), conductas como la terquedad, el
negativismo o la oposición, forman parte del desarrollo de la personalidad,
por lo que se trata de algo evolutivo que acabará desapareciendo.

1.3. Problema de Investigación.

1.3.1 Problema Principal

¿Cuál es la relación entre la Comunicación Familiar y los Problemas


Conductuales en estudiantes del nivel secundario de la Institución Educativa
Jorge Basadre, Arequipa, 2017?

1.3.2 Problemas Secundarios

a) ¿Cómo es la Comunicación Familiar en estudiantes del nivel secundario de la


Institución Educativa Jorge Basadre, Arequipa, 2017?

b) ¿Cuáles son los Problemas Conductuales en estudiantes del nivel secundario


de la Institución Educativa Jorge Basadre, Arequipa, 2017?

c) ¿Cómo es la Comunicación Familiar con la madre y el padre en estudiantes


del nivel secundario de la Institución Jorge Basadre, Arequipa, 2017?

10
d) ¿Existen diferencias de problemas conductuales según sexo y grado de
estudios en estudiantes del nivel secundaria de la Institución Educativa Jorge
Basadre, Arequipa, 2017?

1.4. Objetivos de la Investigación


1.4.1. Objetivos Generales

Determinar la relación entre la Comunicación Familiar y los Problemas


Conductuales en estudiantes del nivel secundario de la Institución Educativa
Jorge Basadre, Arequipa, 2017.

1.4.2. Objetivos Específicos

a) Identificar el tipo de Comunicación Familiar en estudiantes del nivel


secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre, Arequipa, 2017.

b) Identificar los Problemas Conductuales más frecuentes en estudiantes del


nivel secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre, Arequipa, 2017.

c) Comparar la Comunicación Familiar con la madre y el padre en estudiantes


del nivel secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre, Arequipa, 2017.

d) Identificar las diferencias de problemas conductuales según sexo y grado de


estudios en estudiantes del nivel secundario de la Institución Educativa Jorge
Basadre, Arequipa, 2017.

1.5 JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN

1.5.1. JUSTIFICACIÓN

La investigación se justifica desde el enfoque teórico porque aborda un tema


coyuntural en esta época, donde los problemas conductuales son cada vez más
constantes en los estudiantes, se le atribuyen un sin fin de causas, desde la falta de
severidad en las normas de convivencia en la Institución Educativa y en la familia
y la influencia de los medios de comunicación, como la televisión, el internet, el
grupo de pares, etc. Descuidando y dejando de lado a la familia, a las relaciones
familiares como la causa de estas conductas problemáticas de los adolescentes.

11
Una característica de las relaciones familiares es que ha sido frecuentemente
relacionada con el bienestar y el desarrollo posterior de los hijos, es su capacidad
para generar una arquitectura de relaciones basadas en el afecto y la expresión
libre de los sentimientos. El apoyo de la familia permite el desarrollo de recursos
de afrontamiento de la edad adolescente. Durante la adolescencia, la red de apoyo
se amplía y posibilita que la persona obtenga aceptación de otras personas y de la
sociedad. Sin embargo, esta comunicación familiar no siempre es placentera y a
menudo viene salpicada de conductas no adaptativas (delincuencia,
comportamiento agresivo, abuso en el consumo de drogas, entre otras). Por lo que
esta investigación resulta importante.

Desde el punto de vista práctico la investigación, también es significativa y


trascendente, ya que permitirá ahondar sobre esta problemática y mostrará los
problemas de conducta que presentan los adolescentes que tengan como causa la
falta de comunicación de los padres, para que en base a los resultados obtenidos
se elaboren programas de intervención que integren a los adolescentes, padres de
familia y comunidad educativa, para afrontar una problemática cada vez más
creciente en casi todas las Instituciones Educativas.

La Implicancia práctica de la investigación pretende también despertar el interés


del personal docente, padres de familia y población en general, ya que no solo
permitirá conocer la problemática familiar y conductual de sus estudiantes, sino
también brindar interés y atención a los adolescentes, teniendo en cuenta en un
futuro su buen desenvolvimiento social, laboral y familiar, el cual genera actuar
con madurez y a la adecuada toma de decisiones, por lo que de ello depende que
los problemas conductuales no lleguen a aumentar.

La investigación justifica socialmente, por que aportará información a los padres y


autoridades de la Institución educativa Jorge Basadre, sobre la importancia de la
comunicación familiar y su incidencia en los problemas conductuales de sus hijos,
contribuyendo de esta manera a solucionar unos de los principales problemas de
nuestra sociedad; destacando en un primer escenario a la Familia.

Esta investigación tiene como finalidad metodológica dar a conocer si la


comunicación familiar manifiesta asociación con los problemas conductuales en
adolescentes dentro de la Institución Educativa; o como también a la sociedad,
12
dado que en la actualidad se está prestando poco interés a éstos temas que ayudan
al alumno en su desarrollo personal, familiar y social, base para su equilibrio
emocional, donde conllevará al buen manejo de sus conflictos internos como
externos.

1.5.2. IMPORTANCIA

El presente trabajo de investigación es de suma importancia para el campo de la


educación y la familia, ya que aborda la problemática de las relaciones de
comunicación familiar que hoy en día se han disuelto y desestructurado debido a
la globalización y las condiciones socio económicas, donde los padres y la familia
están perdiendo su rol de educar y de comunicarse con los miembros de la familia,
situaciones que conllevan a una serie de problemas desde los familiares, hasta los
problemas de conducta que presentan los hijos de estas familias.

Así mismo el estudio llena un vacío bibliográfico existente en Arequipa, ya que


durante la búsqueda no se encontró muchas referencias sobre la temática aquí
planteada y al mismo tiempo aporta conocimientos de relevancia científica que
dan algunas pautas al equipo multidisciplinario familia e institución educativa,
que colaboren con el logro de un pleno bienestar en las familias de adolescentes
escolares con problemas conductuales.

1.6. FACTIBILIDAD DE LA INVESTIGACIÓN

Esta investigación es factible porque se coordinó con las autoridades de la


Institución Educativa seleccionada logrando un acceso a la muestra de estudio,
asimismo, se cuenta con el apoyo de los asesores metodológico, científico y de
redacción.
Para el financiamiento de la investigación el investigador aportará con los gastos
que implique la ejecución de la investigación, por todo ello, la investigación es
factible de realizarse.
Finalmente, la investigación es factible pues se contará con los recursos humanos,
financieros y materiales necesarios para desarrollar la tesis.

13
1.7. LIMITACIONES

No se prevén limitaciones que no puedan ser solucionadas y que ocasionen


algún riesgo en el desarrollo del estudio.

Algunas limitaciones están referidas a la coordinación con los docentes de los


salones seleccionados y a los tiempos programados.

Los desembolsos por adquisición de material bibliográfico, instrumentos de


medición, análisis estadístico, etc. Serán asumidos por el investigador.

14
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

ANTECEDENTES INTERNACIONALES

 Paredes, V. (2009) realizó la investigación titulada Conductas parentales y


problemas de conducta en la Escuela Secundaria: la perspectiva de los
adolescentes. El objetivo de esta investigación fue evaluar, desde la
perspectiva de los adolescentes, los efectos directos e indirectos de las
conductas maternas y paternas – apoyo, control restrictivo, imposición y
control psicológico – en los problemas de conducta en la escuela secundaria.
Las variables mediadoras incluidas en el análisis fueron: la empatía, la
búsqueda de sensaciones, la autoestima y el autocontrol. Participaron 688
adolescentes de tres escuelas públicas del Distrito Federal, cuyas edades
oscilaron entre 11 y 16 años. Los instrumentos utilizados para la evaluación
de las conductas parentales y para las variables mediadoras han sido
previamente validados en adolescentes mexicanos. La autora desarrolló una
escala para la medición de los problemas de conducta en la escuela. Se
empleó el análisis de ecuaciones estructurales. Se probaron seis modelos
que distinguieron entre conductas maternas y paternas en función del sexo
del adolescente. Se encontraron efectos directos e indirectos de las
conductas parentales en los problemas de conducta en la escuela. Las
dimensiones parentales sobresalientes fueron el apoyo y el control
15
psicológico; las dimensiones mediadoras fueron la autoestima negativa, la
seguridad en sí mismo, las emociones fuertes y la impulsividad.
 Schmidt, V., Messoulam, N., Molina, M. y Abal, F. (2008) realizaron la
investigación titulada Hacia una versión Argentina de una Escala de
Comunicación Padres-Adolescente. El objetivo de este trabajo es presentar
el proceso de adaptación de la Escala de Comunicación Padres-Adolescente
(PACS, de Barnes &Olson, 1982). En la primera parte de la adaptación, se
llevó a cabo la revisión de ítems y constructos a través de paneles de
expertos. Se presenta el resultado de tal revisión, a partir de la cual se
generó la primera versión de la PACS argentina. En la segunda parte de la
adaptación, se aplicó la versión argentina de la escala a una muestra
heterogénea de 591 adolescentes. Se aportan datos sobre la validez de
constructo y se discuten los resultados, considerando la importancia de
generar nuevos desarrollos conceptuales e instrumentales relativos a la
comunicación humana.
 Luna, A., Laca, F. y Cedillo, L. (2012) realizaron la investigación titulada
Toma de decisiones, estilos de Comunicación en el conflicto y
Comunicación familiar en adolescentes bachilleres. En este trabajo se
analizan correlaciones significativas entre patrones de toma de decisiones,
autoconfianza como tomador de determinaciones, patrones de comunicación
familiar y estilos de mensajes en el manejo de conflictos con los padres en
412 adolescentes bachilleres con edades de entre 15 y 19 años, quienes
respondieron una versión adaptada del Cuestionario de Estilos de Mensajes
en el Manejo del Conflicto, el Cuestionario Melbourne de Toma de
Decisiones y la Escala de Autoconfianza como Tomador de Decisiones, así
como la Escala de Comunicación Padres-Adolescentes. Entre los resultados,
se encontraron correlaciones significativas entre comunicación familiar
abierta, estilos de afrontamiento del conflicto orientados hacia la
cooperación, y autoconfianza y vigilancia en la toma de decisiones. Se
discuten estos y otros resultados relevantes.
 Jiménez, T., Musitu, G. y Murgui, S. (2006) realizaron la investigación
titulada Funcionamiento y comunicación familiar y consumo de sustancias
en la adolescencia: el rol mediador del apoyo social. En el presente estudio

16
se analiza el apoyo social como un recurso protector para el ajuste de los
adolescentes. Concretamente, se estudian tanto los efectos directos como los
mediadores del apoyo social entre las características de funcionamiento y
comunicación familiar y el consumo de sustancias de los adolescentes. Con
este objetivo, 431 chicos y chicas de 15 a 17 años cumplimentaron una
batería de instrumentos para la medida de las variables de funcionamiento y
comunicación familiar, apoyo social percibido y la estimación de consumo
de sustancias. Los resultados muestran que el apoyo procedente del padre
predice negativamente el consumo mientras que el procedente de la pareja
del adolescente lo hace de forma positiva. Sin embargo, el apoyo social no
media la relación entre características familiares y consumo de sustancias.
Finalmente, diferentes explicaciones e implicaciones teóricas y
metodológicas de estos resultados son discutidas.
 Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007) realizaron la
investigación titulada Estilos de Comunicación Familiar, Actitud hacia la
autoridad institucional y conducta Violenta del adolescente en la escuela.
El presente estudio tiene como objetivo analizar la relación existente entre
determinados factores familiares y escolares, la actitud del adolescente hacia
la autoridad institucional y la conducta violenta en la escuela. La muestra se
compone de 1.049 adolescentes de ambos sexos y edades comprendidas
entre los 11 y los 16 años. Para el análisis de los datos se ha calculado un
modelo de ecuaciones estructurales. Los resultados indican que existe una
estrecha asociación entre la comunicación negativa con el padre y la
conducta violenta en la adolescencia. Los datos también sugieren que las
expectativas del profesor inciden en la actitud del alumno hacia la autoridad
institucional, que a su vez se encuentra estrechamente vinculada con la
conducta violenta en la escuela. Por último, encontramos una influencia
indirecta del padre, la madre y el profesor en el comportamiento violento
del hijo-alumno, fundamentalmente a través de su efecto en el autoconcepto
familiar y escolar.
 Jiménez, T., Murguía, S. Estévez, E. y Musitu, G. (2007) realizaron la
investigación titulada Comunicación Familiar y Comportamientos
delictivos en Adolescentes Españoles: el doble rol mediador de la
autoestima. El presente estudio analiza las relaciones entre la comunicación
17
familiar (comunicación abierta o problemática), la autoestima considerada
desde una perspectiva multidimensional (autoestima familiar, escolar, social
y física) y los comportamientos delictivos en adolescentes. Se utilizan dos
muestras independientes: la primera está constituida por 414 chicas y chicos
de 12 a 17 años y la segunda por 625 chicas y chicos de 11 a 20 años. Se
observa, en las dos muestras, una influencia indirecta de la comunicación
familiar en el comportamiento delictivo a través de una mediación de la
autoestima. Además, se observa, tanto un efecto protector de las autoestimas
familiar y escolar frente a la implicación en comportamientos delictivos,
como un efecto de riesgo de las autoestimas social y física.
 Torres, A., Mestas, M. y Del Barrio, V. (2004), realizaron la investigación
titulada Los problemas de conducta exteriorizados e interiorizados en la
adolescencia: Relaciones con los hábitos de crianza y con el temperamento.
La investigación se ha realizado sobre la base de una muestra aleatoria de
531 adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y 16 años, que
representan a la población general. El objetivo que pretende es analizar la
relación entre los problemas de conducta del adolescente y algunas variables
del entorno socio familiar como la estructura familiar, la clase social y los
estilos educativos de los padres. Asimismo, se analiza el peso que la
estructura de la personalidad y/o la crianza tiene en la manifestación de los
problemas conductuales de los hijos. Los resultados muestran que los
problemas conductuales en las dimensiones exteriorizada e interiorizada
están muy relacionados con los hábitos de crianza, principalmente, con los
factores de Disciplina, Apoyo y Autonomía. Igualmente, las variables socio-
familiares como la clase social y la estructura familiar mantienen una
conexión significativa con la emisión de las conductas antisociales.
 Parra, A. y Oliva, A. (2002), Comunicación y conflicto familiar durante la
adolescencia. El principal objetivo de esta investigación fue estudiar los
patrones de comunicación y conflicto familiar durante la adolescencia. Una
muestra de 221 chicos y 292 chicas de edades comprendidas entre 13 y 19
años completaron un cuestionario que incluía medidas de la frecuencia de la
comunicación con sus progenitores, la frecuencia de aparición de episodios
conflictivos, la intensidad emocional con que dichos conflictos eran
percibidos, y la autonomía funcional adolescente. El trabajo aporta
18
resultados interesantes. Por un lado, refleja una imagen de la dinámica
familiar menos dramática de la que podría existir en la sociedad actual, ya
que los adolescentes afirman no tener grandes conflictos con sus
progenitores. Por otro lado, nuestros resultados revelan importantes
diferencias de género, presentando las chicas mayor frecuencia de
comunicación, menor tasa de conflictos con sus progenitores y menor
autonomía para decidir sobre diferentes aspectos. Con respecto a la
evolución a lo largo de los años, la frecuencia de los conflictos parece
descender ligeramente mientras que la comunicación parece aumentar,
sobre todo para las adolescentes. Finalmente, nuestros resultados han puesto
de manifiesto una interesante relación entre la frecuencia de aparición de
conflictos y la intensidad emocional con que son percibidos por los
adolescentes.
 Caballero, M. (2003) Comunicación Familiar y Bienestar Psicosocial en
Adolescentes. En este trabajo se analizan algunos aspectos relacionados con
la comunicación entre padres e hijos adolescentes. Por una parte, se
exploran las posibles diferencias en comunicación padres-hijos en función
de la edad y el sexo del adolescente; y, por otra, se analiza la relación entre
la calidad de esta comunicación y dos importantes indicadores de bienestar
psicosocial, como son, la autoestima y el ánimo depresivo. La muestra de
esta investigación está constituida por 1047 adolescentes de ambos sexos,
con edades comprendidas entre los 12 y los 20 años. Los instrumentos
utilizados son el cuestionario de comunicación familiar de Barnes y Olson
(1982), el cuestionario de autoestima de García y Musitu (1998) y el
cuestionario de ánimo depresivo CES-D (Radloff, 1977). Los resultados que
se presentan en este trabajo permiten señalar la existencia de diferencias en
la comunicación padres-hijos en función del sexo y edad del adolescente, al
tiempo que confirman la importancia de la calidad de esta comunicación en
el adecuado ajuste psicosocial del adolescente.
 Lemos, S., Vallejo, G. y Sandoval, M. (2002) realizaron la investigación
titulada Estructura Factorial del YouthSelf-Report (YSR). Se han realizado
análisis de componentes principales y rotación varimax para cada sexo con
los ítems del YSR (Achenbach, 1991) que describen conductas problema,
sobre una muestra de 2.833 estudiantes de 11 a 18 años. A partir de los
19
nueve factores de primer orden derivados para cada sexo, se derivaron los
siguientes ocho síndromes centrales, que resultaron ser algo diferentes a los
obtenidos por Achenbach: Depresión, Agresividad verbal, Conducta
delictiva, Problemas de pensamiento, Quejas somáticas, Problemas de
relación social (aislamiento), Búsqueda de atención y Conducta fóbico-
ansiosa. A partir de dichos síndromes se obtuvieron dos factores de segundo
orden que corresponden a psicopatología internalizante vs. externalizante
(es decir, trastornos emocionales / trastornos de conducta), coincidentes con
los obtenidos en otros análisis multi variados.

ANTECEDENTES NACIONALES

 Valencia, (2012) realiza la investigación titulada Comunicación padres-


adolecentes y adicción a internet en estudiantes de secundaria del distrito de
villa el salvador en367 estudiantes de educación secundaria fueron
estudiados en una muestra no probabilística con el objetivo de establecer la
relación entre estas dos variables. Se utilizaron la Escala de Comunicación
padres – adolescentes de Olson y Barnes y la Escala de Adicción a Internet
de Lima elaborada por Lam et al. El estudio fue de tipo no experimental y de
diseño descriptivo-correlacional. Los resultados obtenidos indican que no se
encuentran diferencias significativas según edad, grado escolar y lugar de
procedencia para ambas variables. No siendo así para el caso de la variable
sexo, ya que existen diferencias significativas en la sub-dimensión
características disfuncionales y puntaje total de adicción a Internet en general
en la escala de adicción a Internet de Lima. Así mismo, existen diferencias
significativas en la sub-dimensión apertura a la comunicación con el padre y
puntaje total de comunicación con el padre en la escala de Comunicación
padres – adolescentes respectivamente. Se obtuvo una prevalencia de
adicción a Internet en los adolescentes escolares de un 25,6% (94) en la
muestra total. Finalmente, existe una asociación o correlación débil e inversa
entre comunicación padre-adolescente y adicción a Internet (“r” = -0,11) y
para comunicación madre-adolescente y adicción a Internet se halló una

20
correlación baja y directa (“r” = ,022). Sin embargo, estos hallazgos no son
significativo (p > .05).
 Araujo, E. (2007) realizó la investigación titulada Comunicación con los
padres y factores de personalidad situacional en adolescentes de Educación
Superior. Se aplicó el Cuestionario de personalidad situacional de Fernández
y Cols., y el cuestionario de Comunicación Padres – Adolescentes de Barnes
y Olson a 222 estudiantes (15 – 18 años) de los tres primeros ciclos de
psicología de una universidad privada de Lima. Los resultados muestran
niveles relativamente bajos en las dimensiones de comunicación con ambos
padres pero niveles dentro de lo normal en los rasgos de personalidad.
Aparecen diferencias entre géneros en el nivel de algunos de estos rasgos.
Así mismo, se hallaron correlaciones significativas entre los distintos rasgos
de personalidad y determinados indicadores de comunicación.
 Araujo, E. (2008) realizó la Investigación titulada Comunicación padres –
adolescentes y estilos y estrategias de afrontamiento del estrés en escolares
adolescentes de Lima. Se realizó un estudio en 117 escolares de secundaria
de Lima (65 varones) para determinar si existe relación entre el nivel de la
comunicación del adolescente con sus padres y su capacidad de
afrontamiento al estrés. Se empleó la Escala de Afrontamiento para
adolescentes (ACS) de Frydenberg y Lewis y la Escala de Comunicación
Padres – Adolescentes de Barnes y Olson. En ambos géneros, la calidad de la
comunicación es mejor con la madre que con el padre. Los varones
obtuvieron puntuaciones más altas en el estilo de afrontamiento dirigido a
resolver el problema (t=2.059; p<,05) y recurren con mayor frecuencia que
las mujeres a las estrategias de invertir en amigos íntimos (t= 2,486; p<,05),
ignorar el problema (t=2,554; p<,05), reservarlo para sí (t=3,084; p<01) y
distracción física (t=2,254; p <05). La apertura de la comunicación, ya sea
con el padre o con la madre se relaciona positivamente con resolver el
problema y esforzarse (p<,05 o p<,01). Algunas otras estrategias se
relacionaron también con la apertura o los problemas de la comunicación. En
la discusión se enfatiza la asociación entre la calidad de la comunicación
padres – adolescentes y el desarrollo en el adolescente de estrategias de
afrontamiento dirigidas a la solución del problema.

21
 Juárez, J. (2016) presento su tesis titulada Comunicación familiar y nivel de
conducta agresiva en los estudiantes del 6to grado del nivel primario de la
I.E. “Luisa del Carmen del Águila Reátegui”,Tarapoto, 2014, llegando a las
siguientes concluisones, La comunicación familiar y conducta agresiva en
estudiantes del 6to grado del nivel primario de la I.E. “Luisa del Carmen del
Águila Reátegui”, no son independientes. Es decir, están asociados, debido a
que el valor estadístico de (5.44) es mayor que el valor tabular (3,84), es
decir, pertenece a la región de rechazo, por lo tanto, se rechaza la hipótesis
nula. Esto evidencia que las variables se mueven en la misma dirección. 5.2.
El Tipo de comunicación familiar predominante en estudiantes del 6to grado
del nivel primario de la I.E. “Luisa del Carmen del Águila Reátegui” es la
cohesión familiar con el 55.56%, esto indica que la comunicación entre los
miembros de la familia y el grado de autonomía personal que experimentan
es mayor. Existe mayor conectividad entre los miembros y los vínculos
emocionales de un miembro ante el otro es más apropiado.

ANTECEDENTES LOCALES

 Salinas Juan Carlos (2008) presentó la tesis influencia de


patrones conductuales. transgeneracionales familiares, en las
relaciones disfuncionales de pareja en la UCSM. Llegando a las siguientes
conclusiones, que la mejor fórmula que tienen los padres para favorecer el
desarrollo de sus hijos durante la adolescencia es la de tratar de mostrar un
estilo familiar democrático, sin embargo, para muchos padres ajustarse a
este estilo resulta una tarea complicada que no siempre está a su alcance.
Son muchos los obstáculos que pueden surgir en el camino que les acerca a
ese padre ideal: falta de recursos y habilidades parentales, escasez de tiempo
o energía, dificultades familiares o conyugales, un adolescente complicado
que parece imposible de manejar, etc. Incluso en el supuesto de que muchos
padres sepan qué tienen que hacer para favorecer el desarrollo no van a
saber cómo hacerlo, por lo que apoyar a los padres en esa tarea,
ofreciéndoles sugerencias sobre cómo mostrar un estilo democrático debe
ser un objetivo prioritario de toda intervención centrada en la promoción del
desarrollo y en la prevención de problemas de ajuste emocional y
conductual durante la adolescencia.
22
 Parra, Ana Luz (2010) presentó la tesis Relación entre el Contexto familiar
y el desarrollo conductual en adolescentes, concluyendo en general, los
padres deben estar informados de lo que hace su hijo o hija, y para ello es
necesario que se interesen por él, le pregunten y conozcan a sus amigos y
amigas, para evitar algunas situaciones de riesgo que pudieran estar
produciéndose. La carencia de seguimiento y de control suele llevar a
problemas comportamentales, incluso cuando la relación entre padres e
hijos es afectuosa. Pero igualmente deben evitar los padres mostrar una
actitud inquisitorial o policial, interrogando a sus hijos acerca de algunos
asuntos que ellos legítimamente pueden considerar privados, y que pueden
llevar a que el adolescente se muestre aún más hermético en un intento de
defender su esfera personal. En estas situaciones es probable que sean los
mismos adolescentes quienes tengan la iniciativa de compartir con sus
padres muchas de sus preocupaciones, o de hablarle acerca de sus amigos o
de sus actividades.

2.2 BASES TEÓRICAS

2.2.1 Comunicación familiar


A. La comunicación
Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007) definen la comunicación
como la acción de comunicar o comunicarse, se entiende como el proceso por el
que se trasmite y recibe una información. Todo ser humano y animal tiene la
capacidad de comunicarse con los demás.

Para que un proceso de comunicación se lleve a cabo, es indispensable la presencia


de seis elementos: que exista un emisor; es decir, alguien que trasmita la
información; un receptor, alguien a quien vaya dirigida la información y que la
reciba; un contacto por medio de un canal de comunicación, que puede ser muy
variado: el aire por el que circulan la sondas sonoras, el papel que sirve de soporte a
la comunicación escrita, la voz, etc.

Asimismo, que exista una información o mensaje a transmitir; un código o sistema


de signos común al receptor y al emisor, donde el mensaje va cifrado, los signos
pueden ser no lingüísticos (símbolos, señales e iconos) y lingüísticos (escrituras,
23
sonidos, concepto asociado, sentido, etc.); y por último, que el mensaje tenga
un referente o realidad, al cual alude mediante el código.

Sin embargo, para que exista una comunicación han de darse, cuando menos, otras
dos condiciones, tales como que el canal funcione adecuadamente y no
exista ruido. Este último se entiende como toda perturbación que afecte la
transmisión del mensaje, sea de carácter auditivo o de cualquier otro tipo. Las
interferencias en el medio, la distracción del receptor, los errores lingüísticos son
algunos factores que constituyen al ruido.

Se tiene también que el receptor conozca el código en el que se cifra el mensaje, si


desconoce el determinado código, pues ya no se tendría el significado del mensaje,
y hace imposible la comunicación.

La comunicación como valor social, es la base de la autoafirmación personal y


grupal, ya que a través de ella intercambiamos opiniones y sentimientos con otras
personas. Aprender a comunicarse es fundamental para el desarrollo de nuestra
personalidad. Por eso, ante todo, una conversación debe estar rodeada de sinceridad
y honestidad.

A través de la palabra comunicamos nuestros pensamientos y sentimientos y


establecemos relaciones personales con nuestros familiares, amigos, en la escuela,
en el trabajo, y en la comunidad. Por lo tanto, cada día debemos esmerarnos más
por lograr perfección en las habilidades de comunicación: hablar, escuchar, escribir
y leer.

Por otro lado, (Diccionario Lexus, 1996) define a la comunicación como un escrito


breve en que se informa o notifica alguna cosa importante. La comunicación se
define como la “acción y efecto de comunicar. Trato entre dos o más personas.
Transmisión de un mensaje mediante un código común entre el emisor y el
receptor. Unión que se establece entre ciertas cosas, mediante pasos, crujías, vías,
canales, cables, cada uno de estos medios de unión”.

24
La comunicación es el principal mecanismo de interacción para los seres humanos.
A través de ella se conocen y negocian los espacios en la vida cotidiana, al igual
que se entregan o vivencian las creencias, las costumbres y los estilos de vida
propios de cada familia, comunidad o espacio social al que se pertenece. (V. Satir,
1991; citado en Madrid, s.f.)

Noack y Krake (1998) definen la comunicación como “el motor de la


transformación de las relaciones entre padres e hijos”, esto implica un aspecto que
no solo se vive en una etapa de la vida, sino que es un aspecto que cambia durante
la adolescencia, pero también es un elemento fundamental en la transformación de
la relación padres–hijos adolescentes.

a) Elementos de la comunicación
Como es de conocimiento, en toda comunicación debe existir el emisor, como la
persona que transmite el mensaje, el receptor, aquella que recibe y a quien va
dirigido el mensaje y el canal, como el medio físico por medio del cual se envía el
mensaje.

Los códigos que se utilizan en la comunicación son importantes para ayudar a que
la misma tenga un buen entendimiento y acuerdos por ambas partes. Por tanto se
tiene en cuenta el tipo de comunicación que se utiliza: comunicación verbal y no
verbal.

La comunicación no verbal es de vital importancia en los procesos de


comunicación porque puede sustituir a las palabras u orientar la manera como se
interpreta un mensaje y tiene la capacidad de expresar el afecto y/o sentimientos
del interlocutor en relación al otro.

b) Estilos de comunicación
En toda comunicación se tienen diferentes estilos. Son importantes pues el rol que
cumplen dentro de la comunicación, permite que se pueda completar o interrumpir
una comunicación y llegar o no a buenos acuerdos.

- Estilo Inhibido o Pasivo: el cual, dentro de una comunicación, tiene poca o


nula participación y verbalización de lo que piensa o siente de los demás y de
sus comportamientos. “Es común la utilización de estrategias poco claras e
inseguras acompañadas de un lenguaje dubitativo, emitido con un volumen de
25
voz extremadamente bajo, para abordar o resolver situaciones. La postura
corporal asociada es tensa, retraída, y el espacio interpersonal desmesurado”.
(Madrid, s.f.)
- Estilo agresivo: se utiliza una comunicación directa, brusca y poco respetuosa,
la cual provoca malestar en aquellos que se encuentran a su alrededor y son
participes de la comunicación, teniendo como consecuencia un deterioro de las
relaciones. “El lenguaje suele ser impositivo, cargado de órdenes e
interrupciones en el discurso de los demás, con elevado volumen de voz, gestos
amenazantes y postura corporal tendente a invadir el espacio de la otra persona.
La comunicación es unidireccional padres-hijos, y la ausencia de diálogo es la
práctica habitual”. (Madrid, s.f.)
- Estilo asertivo: es el estilo de comunicación en la cual se da libertad para que
ambas partes puedan dialogar, expresando lo que cada uno piensa y siente de
manera clara y respetuosa. Al utilizar este estilo de comunicación, se permite
que los hijos sean partícipes de las ideas y sentimientos de los padres y se
estaría contribuyendo a “mejorar su auto concepto, a elevar su autoestima y a
establecer una relación más cercana con ellos. La comunicación es abierta y
bidireccional padres/hijos, con frecuentes negociaciones y consecución de
acuerdos”. (Madrid, s.f.)

B. La familia

Araujo, E. (2008), nos dice que la palabra familia proviene del latín “familia” de
“famulus”, que a su vez deriva del osco “famel” que quiere decir siervo, y más
remotamente del sánscrito “vama”, que significa habitación, casa. Partiendo de
esta etimología, en la antigüedad se consideraba familia al conjunto de personas y
esclavos que habitaban con el señor de la casa. La familia es el conjunto de
personas unidas por vínculos de matrimonio, parentesco o adopción. Considerada
como una comunidad natural y universal, con base afectiva, de indiscutible
formativa en el individuo y de importancia social. Se dice que es universal ya que
la historia de la familia es la historia de la humanidad. En todos los grupos
sociales y en todos los estadios de su civilización, siempre se ha encontrado
alguna forma de organización familiar. La familia se ha modificado con el tiempo,
26
pero siempre ha existido, por eso es un grupo social universal, el más universal de
todos.

Como base afectiva, la familia es un grupo social cuyo fundamento está


constituido por un conjunto de los más profundos y ocultos sentimientos humanos
como el amor, comprensión, cariño, ternura, dedicación, etc. Como influencia
formativa, se tiene que la familia es el primer ambiente social del hombre, en ella
aprende los primeros principios, los valores morales y las nociones de la vida. La
familia es una comunidad natural, porque responde a una serie de instintos y
sentimientos de la naturaleza humana tales como la tendencia gregaria, la
satisfacción del instinto sexual, etc. La familia es fundamental para la procreación,
conservando así a la especie.

(Diccionario Lexus, 1996) nos da una definición básica de la familia, ésta se


puede precisar como el “grupo de personas relacionadas por vínculos de
parentesco y afinidad”, en la cual se pueden especificar dos tipos: la familia
nuclear, en la que integran el matrimonio y los hijos y la familia extensa, que la
conforma un conjunto más amplio de parientes.

Un sistema familiar se puede representar en dos dimensiones: la cohesión y la


adaptabilidad. Como menciona Olson y Cols. La cohesión “es el grado de
cercanía emocional entre los miembros del grupo familiar” mientras que la
adaptabilidad “es la medida del cambio experimentado por una familia, en
respuesta a situaciones que lo demanden”. (Olson, 2000; Olson, 1986; Olson,
Russel y Sprenkle, 1980, 1983; citados por Araujo, 2008)

C. Comunicación familiar

Una comunicación familiar es definida como un proceso en el cual se permite un


desplazamiento de todo el sistema familiar por la cohesión y la adaptabilidad;
entendiéndolo en que la calidad de la comunicación está influenciada por la
calidad de la cohesión y la cantidad de adaptabilidad que tiene dentro de la
familia. Es así que la comunicación tiene dos factores: apertura o facilitación de la
comunicación y los problemas de comunicación (Olson y Cols., 1983; Perosa y
Perosa, 2001; citados por Araujo, 2008)
27
De la misma manera Tesson y Youniss (1995); citado por Cava (2003) define la
comunicación familiar como “el instrumento que padres e hijos utilizan para
renegociar sus roles, constituyendo el medio por el cual su relación puede
desarrollarse y cambiar hacia una mayor mutualidad y reciprocidad”

La familia representa el primer entorno donde un niño empieza a desenvolverse,


por ello la comunicación familiar se presenta como el factor determinante en las
relaciones que establecerá con los demás, y lo que sucederá con cada una de ellas
a lo largo de su vida, pues es su primer espacio para el aprendizaje de estrategias
de relación con su entorno. Un adecuado estilo de comunicación posibilitará,
entonces, el desarrollo de la autopercepción y autoestima positiva en lo familiar,
social y académico. (Madrid, s.f.)

Araujo, (2008) señala que el grado de comunicación que se forme entre los padres
e hijos adolescentes tiene gran influencia en el ajuste emocional y conductual de
los mismos adolescentes, es así que, si la familia forma hijos con patrones de
comunicación orientados a la conversación, éstos tienen un menor riesgo de tener
problemas de ajuste.

D. Resultados de la comunicación familiar con otras variables.


En algunas investigaciones acerca de la comunicación en la familia, se encontró
que hay una relación entre los problemas en la comunicación y diferentes
conductas de riesgo y conductas negativas en los adolescentes.

Parra y Oliva (2002) en la investigación realizada, encuentran que a pesar que los
adolescentes tienen deseos de hablar de diversos temas con sus padres, no lo
realizan. Así mismo el género de los hijos puede influir bastante en la manera
como se comunican con los padres.

Ante esto, se afirma que las mujeres tienden a hablar más con sus padres más que
los varones, no obstante, ambos se comunican más frecuentemente con la madre
que con el padre, excepto en temas de política donde hay más participación del
padre (Noller y Bagi, 1985; citado por Parra y Oliva, 2002)

28
Del mismo modo, se percibe a las madres como “más abiertas, comprensivas e
interesadas en los asuntos del adolescente”, y por tanto son aquellas que inician
más frecuentemente la comunicación con sus hijos e hijas (Lanz, Iafrate, Rosnati,
y Scabini, 1999; Marta, 1997; Noller y Callan, 1990; citados por Parra y Oliva
(2002)

Parece claro que la imagen social de las relaciones familiares durante la


adolescencia está protagonizada por el conflicto entre los progenitores y sus hijos
e hijas” y el conflicto disminuye hasta normalizar las relaciones cuando van
haciéndose adultos y la dinámica familiar vuelve a un orden establecido. No
obstante, no siempre en todas las familias se da éste tipo de situaciones.
“Diferentes investigaciones apuntan a que, coincidiendo con la pubertad,
aumentan los conflictos familiares y se produce un distanciamiento entre los
chicos y chicas y sus progenitores (Holmbeck y Hill, 1991; Steinberg, 1987; 1988;
citados por Parra y Oliva, 2002)

Independientemente de la evolución que sigan los conflictos familiares, la


mayoría de los estudios coincide en afirmar que al inicio de la adolescencia se
produce un incremento significativo en el número de discusiones entre
progenitores y adolescentes. Diferentes explicaciones han sido propuestas para
explicar este fenómeno. Mientras que para algunos autores el origen de los
problemas se encuentra en la discrepancia entre lo que los progenitores esperan de
sus hijos e hijas y su comportamiento real (Collins, 1992; Collins, Laursen,
Mortensen, Luebker y Ferreira, 1997), para otros, los procesos cognitivos son los
responsables del aumento de la conflictividad (Selman, 1981; Smetana 1988;
1989; Youniss y Smollar, 1985), ya que el desarrollo del pensamiento formal
llevaría al adolescente a mostrarse más crítico con las normas y regulaciones
familiares, a utilizar argumentos más sólidos en sus discusiones y a percibir a sus
progenitores de forma menos idealizada.

La comunicación que existe dentro de la familia, como se ha analizado, influye en


varios aspectos de los adolescentes y de todos los miembros de la familia,
Jiménez, Murgui, Estévez y Musitu (2007) señalan que pocos estudios ha
analizado simultáneamente el papel de la comunicación familiar y la autoestima
en el esclarecimiento del comportamiento delictivo en adolescentes, y menos

29
estudios aún han analizado de forma rigurosa el potencial rol mediador de la
autoestima que explique de qué modo la calidad de la relación comunicativa con
los padres puede influir en el comportamiento delictivo de los hijos.

Los patrones de comunicación familiar describen la tendencia de las familias a


desarrollar modos de comunicación estable y predecible. (Rivero y Martínez,
2010; citado por Luna, Laca y Cedillo, 2012)

En ciertas investigaciones se manifiesta que ciertos patrones de comunicación


positivos facilitan la resolución de diversos conflictos interpersonales, a diferencia
de los negativos. (Dumlao y Botta, 2000; Megías, 2003; Pérez y Aguilar, 2009;
Rivero y Martínez, 2010; citado por Luna, Laca y Cedillo, 2012)

En el estudio de Jiménez, Murgui, Estévez y Musitu (2007) se encontró que una


comunicación adecuada con ambos favorece la autoevaluación positiva del
adolescente en todas las áreas de la autoestima, lo cual actúa como una protección
respecto de su implicación en comportamientos de carácter delictivo (para el caso
de las autoestimas familiar y escolar), y como un riesgo (para el caso de las
autoestimas social y física)

E. Barreras de la comunicación
En la Guía para familias, se hace mención de doce diferentes tipos de barreras
que impiden que se tenga una comunicación adecuada entre padres e hijos, las
cuales a futuro pueden dañar las relaciones entre ellos:

a) Ordenar y mandar:
Los mensajes que dan los padres en modo de orden, estaría indicando que
los sentimientos o necesidades de los hijos no son importantes; el hijo debe
acatar lo que siente o necesita el padre y obedecer rápidamente. “Provocan
miedo ante el poder del padre. El hijo oye una amenaza por parte de alguien más
grande y fuerte que él: vete a tu habitación; si no vas por tu propio pie, yo me
encargaré de que llegues”. (Madrid, s.f.)

b) Amenazar:

30
Estos mensajes que se dan a los hijos, hacen que se sientan atemorizados y
sumisos a las órdenes de los padres y sumado a la anterior se crea un miedo en
cada hijo, junto con resentimiento y hostilidad. (Madrid, s.f.)

c) Aleccionar o sermonear
El padre intenta hacer ver que el tiene la autoridad en el hogar y que se debe
hacer lo que digan. “Los hijos pueden responder a los deberías, tendrías que y
debes, oponiendo resistencia y defendiendo su postura incluso más tercamente.
Pueden hacer que el niño piense que el padre no se fía de su criterio, que debería
aceptar lo que “otros” piensan que es lo correcto” (Madid, s.f.)

d) Dar soluciones para todo


Los hijos toman esta acción que toma el padre o madre como una prueba de que
no se confía en su criterio ni en su capacidad de dar solución a los problemas.
Como consecuencia el hijo puede ser más dependiente de los padres y dejando
que ellos decidan por el mismo. Por el contrario pueden reaccionar con
terquedad y enojarse por aquellos “consejos” que deseen darle. (Madrid, s.f.)

e) Instruir
La acción de intentar enseñar a otra persona a veces hace que el alumno sienta
que se le haga parecer inferior, subordinado, inepto: siempre crees que lo sabes
todo”. Continuamente los hijos pequeños o adolescentes no gustan de los
sermones y les molesta la implicación de que no están informados (Madrid, s.f.)

f) Juzgar, criticar y culpar


Los mensajes con este tipo de mensaje hacen que se sientan inferiores, molestos,
vacilantes en la toma de sus decisiones y en su valía personal.

Los niños, como los adultos, detestan que se les juzgue negativamente.
Responden poniéndose a la defensiva, sencillamente para proteger la imagen que
tienen de ellos mismos. A menudo se enfadan y sienten rechazo hacia el padre
que los juzga” (Madrid, s.f.)

g) Alabar
Es bueno dar a conocer cosas buenas de los hijos, pero alabar constantemente y
de manera que no va con la realidad tiene una implicación negativa en los hijos.
Ellos pueden sentirse hostigados y sintiéndose mal por lo que les dicen “no soy
31
guapa, soy fea” “odio mi pelo” “no jugué bien, lo hice fatal”; o por otro lado que
los hijos se acostumbren a los elogios que cuando no los reciben lo toman como
una crítica.

h) Ridiculizar o avergonzar
La comunicación que guarda estos mensajes produce una mala información que
se les da a los hijos lo cual puede afectar la imagen que tenga de sí mismo. La
respuesta más frecuente de los niños a este tipo de mensaje es el contraataque
(“y tú eres un pesado”, “mira quién me llama vago a mí”). (Madrid, s.f.)

i) Interpretar o diagnosticar
Estos mensajes comunican al niño que el padre lo conoce de arriba abajo,
conoce sus motivaciones o la razón por la cual se porta como lo hace. Este
análisis parental puede resultar amenazador y frustrante para el niño (Madrid,
s.f.)

j) Consolar quitándole la importancia


Todos los mensajes que las personas comunican son importantes para ellos pues
tienen una carga emocional grande. Cuando se trata de tranquilizar a algún niño
o adolescente que está inquieto pero quitándole importancia al asunto, solo le
convence de que no se le comprende. (Madrid, s.f.)

k) Sonsacar o interrogar
Hacer preguntas puede transmitir al niño falta de confianza, sospecha o duda.
Los niños también interpretan algunas preguntas como intentos de ponerles en
una posición peligrosa para poder atacarlos ¿cuándo rato has estudiado?. Las
preguntas hacen que uno se sienta amenazado sobre todo cuando no se sabe el
porqué de ello. (Madrid, s.f.)

l) Distraer o ironizar
Estos mensajes pueden comunicar al niño que no se está interesado en el, que no
se respetan sus sentimientos o que, directamente, se le está rechazando. Los niños
suelen ser bastante serios cuando necesitan hablar de algo. Cuando se les responde
bromeando, se pueden herir sus sentimientos y hacer que se sientan rechazados.
Los niños, como los adultos, quieren que se les escuche y se les comprenda con
32
respeto. Si los padres se deshacen de ellos, pronto aprenderán a ir a otro sitio con
sus problemas y sentimientos importantes (Madrid, s.f.)

F. Evaluación de la comunicación familiar


La Escala de Comunicación Padres-Adolescentes (PACS; Parent-Adolescent
Communication Scale) fue desarrollada por Howard Barnes y David H. Olson en
el año de 1982, en Minnesota para evaluar la comunicación familiar. (Barnes y
Olson, 1985; Araujo, 2007)

El instrumento se divide en dos escalas, una referida a la comunicación con la


madre y otra referida a la comunicación con el padre. Ambas se componen de 20
ítems. La escala original presenta una estructura de dos factores que se refieren
al grado de apertura y a la presencia de problemas de comunicación familiar.
(Barnes y Olson, 1985; Araujo, 2008, p. 47)

Los dos factores en los que se divide la escala se refieren a 1. Grado de apertura
en la comunicación, la que se caracteriza por tener una comunicación positiva,
basada en la libertad, comprensiva y satisfactoria en el libre intercambio de
información; y 2. Presencia de problemas en la comunicación, la cual manifiesta
tener una comunicación poco eficaz, excesivamente crítica y/o de carácter
negativo. (Jiménez, Murgui, Estévez y Musitu, 2007; Cava, 2003, P.65).

Fue validada en el Perú por medio de Bueno (1996) el cual encontró


correlaciones ítem-test altamente significativas, un alto nivel de consistencia
interna y confiabilidad interna. Luego fue adaptada para adolescentes y
universitarios en 1998 por Bueno, Tomas y Araujo, en el que además del estudio
psicométrico de validez y confiabilidad, se elaboran normas percentiles para
Lima. Araujo (2002) baremó el instrumento para adolescentes de educación
superior. (Barnes y Olson, 1985; Araujo, 2007)

Araujo, (2007), indica que esta escala evalúa la comunicación paternal, la cual es
definida como el puntaje alcanzado por el sujeto en la escala, la misma que
identifica la comunicación del adolescente respecto a la madre y la
comunicación del adolescente respecto al padre.

En posteriores investigaciones la escala ha presentado una estructura factorial de


tres dimensiones (para el padre y la madre separadamente). En los estudios de
33
Estevez (2005) y de Estevez y Cols. (2007), el cuestionario mostró tres factores
para la comunicación con el padre y la madre por separado: la comunicación
abierta, la comunicación ofensiva y la comunicación evitativa, con índices de
confiabilidad alfa de .87, .76 y .75, respectivamente. (Barnes y Olson, 1985;
Araujo, 2008; Luna, Laca y Cedillo, 2012)

Las tres dimensiones que presenta el instrumento son:

- Comunicación abierta
- Comunicación ofensiva
- Comunicación evitativa
G. Dimensiones de evaluación
 Comunicación abierta
Estévez, Murgui, Moreno y Musitu, (2007) nos dicen que consta de 10 ítems que
explican el 30.66% de la varianza y se refiere al estilo de comunicación positivo
con los padres. En esta se evalúa la existencia de un intercambio fluido de
información, tanto instrumental como emocional, así como el mutuo
entendimiento y la satisfacción experimentada en la interacción.

De igual manera los ítems que describen ésta comunicación hacen referencia a la
empatía (“Puede saber cómo me siento sin preguntármelo”), a la escucha activa
(“Intenta comprender mi punto de vista”) o a la autorrevelación (“Puedo
expresarle mis verdaderos sentimientos”), entre otros, que remiten a la noción de
una comunicación libre, con intercambio de información y comprensión. (Luna,
Laca y Cedillo, 2012)

 Comunicación ofensiva
Estévez, Murgui, Moreno y Musitu, (2007) nos dice que este se compone de 6
ítems y explica el 21.85% de la varianza, hace referencia al estilo de
comunicación familiar ofensivo. En esta dimensión de la comunicación se
incluyen ítems que hacen referencia a falta de respeto y consideración (“Me dice
cosas que me hacen daño”, “Cuando estoy enfadado le hablo mal”, “Intenta
ofenderme cuando se enfada conmigo”, etc.)

 Comunicación evitativa
34
Estévez, Murgui, Moreno y Musitu, (2007) agrupan 4 ítems y explican que el
9.52% de la varianza, describe un estilo de comunicación evitativo.

Se puede entender como una restricción en la comunicación. Así mismo aquí se


encuentran los ítems que revelan resistencia a compartir información y la falta de
comprensión (“No me atrevo a pedirle lo que quiero o deseo”, “Hay temas de los
que prefiero no hablarle”, “No creo que pueda decirle cómo me siento realmente
en determinadas situaciones”). (Luna, Laca y Cedillo, 2012)

H. Las relaciones familiares y sus cambios durante la adolescencia

Las primeras concepciones surgidas en torno al periodo de la adolescencia, tanto


en el campo de la educación, psicología como en la filosofía o la literatura,
contribuyeron a dibujar una imagen dramática y negativa de esta etapa evolutiva,
en la que los problemas emocionales y conductuales, y los conflictos familiares
ocupaban un lugar preferente. Autores como Stanley Hall, Anna Freud o Eric
Erikson apoyaron claramente la idea de que una adolescencia turbulenta y
complicada era una característica normativa y deseable en el desarrollo humano, y
se conviertieron en los principales defensores de la línea que suele denominarse
Storm and Stress en recuerdo del movimiento literario del Romanticismo Alemán
Sturm und Drung. La obra de Goethe “Las penas del joven Werther”, que puede
considerarse la quintaesencia de esta corriente literaria, presenta la imagen de un
adolescente atormentado y sufriente que termina poniendo fin a sus tristezas
mediante el suicidio. Durante las últimas décadas, esta visión pesimista fue puesta
en entredicho por diversos autores (Coleman, 1980; Eccles, Midgley, Wigfield,
Buchanan, Reuman, Flanagan y Maciver,1993; Steinberg y Levine, 1997), que
encontraron una menor incidencia de problemas emocionales y conductuales
durante la adolescencia que lo apuntado por Hall o Freud. Sin embargo, a pesar
del rechazo por parte de los investigadores, la concepción Storm and Stress ha
seguido teniendo vigencia entre la población general, como lo muestran algunos
trabajos centrados en el estudio de las ideas y esterotipos sobre la adolescencia
(Buchanan y Holmbeck, 1998; Casco, 2003; Casco y Oliva, 2003).

35
Como ha planteado Arnett (1999), la concepción del storm and stress precisa ser
reformulada a partir de los conocimientos evolutivos actuales.
En los últimos años ha venido acumulándose una cantidad importante de datos
empíricos que también han cuestionado esa imagen tan optimista de la
adolescencia.

Aunque no pueda mantenerse la imagen de dificultades generalizadas, sí hay


suficiente evidencia acerca de una importante incidencia de problemas
relacionados con tres áreas: los conflictos con los padres (Laursen, Coy y Collins,
1998; Steinberg y Morris, 2001), la inestabilidad emocional (Buchanan, Eccles y
Becker, 1992; Larson y Richards, 1994), y las conductas de riesgo (Arnett, 1992).

Por lo tanto, aunque no podemos afirmar que vuelva a tener vigencia la


concepción del storm and stress, los resultados de la investigación distan mucho
de ofrecer una imagen idílica de esta transición evolutiva. Como tendremos
ocasión de exponer más adelante, las relaciones familiares van a experimentar
algunos cambios importantes durante la adolescencia, con un aumento de los
conflictos y discusiones entre padres e hijos que en muchos casos romperán la
armonía que hasta ese momento había reinado en el hogar.

La familia, al igual que todos los sistemas abiertos, está sometida a procesos de
cambio y estabilidad. A lo largo de la infancia, los procesos bidireccionales que
tienen lugar en el contexto familiar han ido determinando unas estructuras o
estilos relacionales entre los miembros de la familia, que se habrán hecho cada
vez más estables, sobre todo mediante los mecanismos de retroalimentación
negativa. El sistema familiar, aunque contiene otros subsistemas, representa una
unidad de análisis, y para comprender mejor la dinámica de las relaciones que se
establecen en su interior habrá que analizar en primer lugar los cambios o
procesos biológicos, emocionales y cognitivos que ocurren a nivel intrapersonal,
tanto en el niño o la niña que llega a la adolescencia como en sus padres. A su
vez, será necesario atender a aquellos procesos interpersonales (patrones de
comunicación, distanciamiento emocional) que tienen lugar, ya que como ha
señalado Lewis (1995; 1997), las estructuras afectivo-cognitivas del adolescente y
de sus padres son subsistemas que interactúan y que se autoorganizan en
36
interacciones diádicas. Por último, es inevitable considerar que tanto los procesos
intrapersonales como los interpersonales tienen lugar en un determinado contexto
socio-cultural que deber ser tenido en cuenta si queremos comprender los cambios
o transformaciones en la relación entre los padres y el adolescente
(Bronfrenbrenner, 1979; Granic, Dishion y Hollenstein, 2003, P. 122)

 Cambios en el adolescente:

Sin duda el cambio más llamativo asociado a la pubertad tiene que ver con la
maduración física y sexual, que afectará a la forma en que los adolescentes se ven
a sí mismos y a cómo son vistos y tratados por los demás. El aumento en la
producción de hormonas sexuales asociado a la pubertad va a tener una
repercusión importante sobre las áreas, emocional y conductual. Por una parte,
vamos a encontrar una influencia de los cambios hormonales sobre el estado de
ánimo y el humor del adolescente, aunque esta relación no es tan evidente como
sugiere el estereotipo popular (Brooks-Gunn, Graber y Paikoff, 1994) y suele
limitarse a la adolescencia temprana, que es cuando las fluctuaciones en los
niveles hormonales parecen influir de forma más directa sobre la irritabilidad y
agresión en los varones y sobre los estados depresivos en las chicas (Buchanan,
Maccoby y Dornbusch, 1992; Steinberg y Silk, 2002), lo que sin duda afectará a
las relaciones que establecen con sus padres. También está clara la relación entre
el incremento en las hormonas sexuales y el surgimiento del deseo y la actividad
sexual (McClintock y Herdt, 1996), lo que puede llevar a que los padres se
empiecen a preocupar más por las salidas y las relaciones sociales de sus hijos, y
modifiquen la forma de tratarlos.

Es probable que aumenten las restricciones en un momento en que sus hijos


buscan más libertad, lo que supondrá una mayor incidencia de disputas y
conflictos familiares. Merece la pena destacar que esta relación entre los cambios
puberales y las relaciones familiares es bidireccional, ya que algunos estudios han
revelado que la pubertad ocurre antes en chicas que tienen un contexto familiar
menos cohesionado y más conflictivo, probablemente porque el estrés influye
sobre las secreciones hormonales. También la presencia de un padre no biológico
parece acelerar la menarquía como consecuencia de la exposición de la chica a las
37
feromonas secretadas por un varón con quien no guarda relación biológica (Ellis y
Garber, 2000; Ellis McFadyen-Ketchum, Dodge, Pettit y Bates, 1999; Graber,
Brooks-Gunn y Warren, 1995).

También a nivel cognitivo se va a encontrar con un cambio cualitativo


fundamental, ya que en el periodo comprendido entre los 12 y los 15 años
comienza a aparecer el pensamiento operatorio formal, como consecuencia de la
maduración biológica y de las experiencias, sobre todo en el ámbito escolar
(Inhelder y Piaget, 1955; 1972). Esta nueva herramienta cognitiva va a afectar a la
manera en que los adolescentes piensan sobre ellos mismos y sobre los demás,
permitiéndoles una forma diferente de apreciar y valorar las normas que hasta
ahora habían regulado el funcionamiento familiar. Así, la capacidad de diferenciar
lo real de lo hipotético o posible que trae consigo el pensamiento formal va a
permitir al chico o a la chica concebir alternativas al funcionamiento de la propia
familia. Esto hará que el adolescente se vuelva mucho más crítico con las normas
que hasta ese momento había aceptado sin cuestionar, y comenzará a desafiar
continuamente la forma en que la familia funciona cuando se trata de discutir
asuntos y tomar decisiones, lo que aumentará los conflictos y discusiones
cotidianas (Smetana, 1989). Igualmente serán capaces de presentar argumentos
mucho más sólidos y convincentes en sus discusiones familiares, algo que
cuestionará seriamente la autoridad parental, y llevará en numerosas ocasiones a
que sus padres se irriten y pierdan el control de sí mismos. También resulta
evidente la desidealización de los padres que se produce en estos años. Si hasta
este momento sus progenitores eran todopoderosos y omnisapientes, ahora el
adolescente comienza a cambiar esa imagen por una más realista en la que sus
padres aparecen con sus virtudes y sus defectos.

Otro de los aspectos más destacados del desarrollo adolescente es el que hace
referencia a la construcción de la propia identidad personal, ya que
probablemente, uno de los rasgos más importantes de la adolescencia es el
proceso de exploración y búsqueda que va a culminar con el compromiso de
chicos y chicas con una serie de valores ideológicos y sociales, y con un proyecto
de futuro, que definirán su identidad personal y profesional. Esta necesaria

38
exploración y búsqueda de nuevas sensaciones y experiencias van a verse
favorecidas por algunos cambios cognitivos que suelen llevar al adolescente a un
deficiente cálculo de los riesgos asociados a algunos comportamientos –consumo
de drogas, deportes de riesgos-, haciendo más probable su implicación en ellos
(Chambers, Taylor y Potenza, 2003). La participación de los jóvenes en estas
conductas puede aumentar la conflictividad familiar, ya que en muchas ocasiones
los padres se volverán más restrictivos, ante el miedo de que sus hijos e hijas se
impliquen en situaciones peligrosas o de riesgo, justo en un momento en el que
los adolescentes necesitan mayor libertad para experimentar y vivir nuevas
experiencias.

39
 Cambios en los padres:

La explicación más tradicional acerca del cambio en las relaciones familiares


durante la adolescencia atribuye el aumento de los conflictos entre padres e hijos a
las transformaciones en estos últimos, sin embargo, no sólo cambian los
adolescentes, ya que también los padres lo hacen. En el momento en que el hijo o
la hija llega a la pubertad sus padres pueden tener en torno a los 40 ó 45 años, una
etapa que algunos autores han denominado la crisis de la mitad de la vida y que
han considerado como un momento difícil y de cambios significativos para
muchos adultos (Gould, 1978; Levinson, 1978). Así, justo cuando el adolescente
está experimentando la madurez física y sexual, y acercándose al cénit de su
atractivo físico, sus padres están empezando a experimentar un cierto declive que
aumenta su preocupación por su propio cuerpo: por su salud y por su atractivo
físico. Aunque la generalización sea arriesgada, para algunos padres, que habrán
cumplido ya los 40 años, esta etapa puede conllevar una reflexión acerca de la
propia trayectoria vital, y un cuestionamiento de algunos de los objetivos y
valores que habían guiado su trayectoria personal o profesional. Muchos adultos
comprueban el incumplimiento de algunos de sus sueños y metas, y observan
cómo su juventud ha quedado atrás, han superado el ecuador de sus vidas, y se
van acercando al tramo final.

40
Puede que sus padres hayan muerto o estén muy enfermos, o que ellos mismos
comprueben como los años no pasan en balde y empiezan a padecer algunas
enfermedades que les hacen sentirse más vulnerables. Por otra parte, el que su hijo
deje de ser niño o niña, especialmente cuando es el único o el último, puede tener
un valor simbólico importante, ya que supone el final de una etapa en la que han
podido ser muy felices en su rol parental, y que ya comienzan a echar de menos.
No es extraño, que en esos casos los padres se resistan a pasar página y quieran
seguir apurando hasta el final esa etapa en la que son “padres de un niño”, y se
opongan a los intentos de su hijo o hija de desvincularse emocionalmente de ellos
y buscar una mayor autonomía. El ser humano suele experimentar un mayor estrés
durante las diferentes transiciones evolutivas, en las que muestra una cierta inercia
y resistencia ante el cambio. Así, la transición a la maternidad exigía del padre y
de la madre un esfuerzo adaptativo importante, pero una vez que han ejercido ese
rol durante años, muestran una tendencia natural a seguir ejerciéndolo, y no
resulta fácil el cambio. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que la llegada de un
hijo a la adolescencia es un momento de la vida familiar en que se produce la
coincidencia de dos importantes transiciones evolutivas: en la trayectoria personal
del hijo o hija, por un lado, y en la de los padres, por otro. Este hecho aumentará
la probabilidad de que surjan conflictos o dificultades (Steinberg y Steinberg,
1994, P. 29).

 Procesos interpersonales:

Pero no sólo tienen lugar cambios a nivel intrapersonal en el adolescente y en sus


padres, también habrá que considerar los procesos en la esfera interpersonal.
Como han señalado algunos autores que han aplicado los principios de la
Dinámica de Sistemas al análisis de los cambios en la personalidad y la familia
(Lewis, 1995; 1997; Granic, Dishion y Hollenstein, 2003), las estructuras
afectivo-cognitivas de padres y adolescentes son subsistemas que interactúan y
que se auto-organizan en interacciones diádicas a lo largo del tiempo. Así, durante
la infancia, las interacciones sostenidas entre padres e hijos alrededor de tareas de
socialización habrán servido para construir un estilo interactivo en cada díada
(padre-hijo/a, madre-hijo/a), que incluirá todo el rango de patrones de relacionales
posibles, pero en el que predominará un tipo de interacciones, que en algunas
díadas será más afectuoso, mientras que en otras será más frío o más coercitivo.
41
Podemos decir que al final de la niñez, se habrá desarrollado un estilo interactivo
muy profundo y estable. Sin embargo, y debido a los cambios intrapersonales en
padres e hijos que ya hemos descrito, la transición a la adolescencia va a
representar una importante perturbación del sistema familiar, que va a entrar en un
punto de bifurcación en su trayectoria evolutiva, lo que aumentará la inestabilidad
del sistema y la variedad de patrones de interacción diádicos posibles. Así, incluso
en las familias en las que las relaciones parento-filiales se habían caracterizado
por la comunicación, el apoyo y el afecto mutuo comenzarán a aparecer una
mayor variedad de interacciones que oscilarán entre el afecto y la hostilidad o el
conflicto (Holmbeck y Hill, 1991; Paikoff y Brooks-Gunn, 1991). El sistema
familiar entrará en una fase de transición que hará posible el surgimiento de
nuevos patrones relacionales que se irán estabilizando gradualmente hasta el
momento en que el sistema llegue a un nuevo estado atractor que le dará una
mayor estabilidad (Van Geert, 1994, P. 49).

Por lo tanto, parece evidente que durante la adolescencia temprana muchas


familias atravesarán una fase de mayor inestabilidad y conflictividad en las
relaciones entre padres e hijos. Estos conflictos se originarán fundamentalmente
por la discrepancia entre las distintas necesidades u objetivos que se plantean
padres y adolescentes ( Eccles Midgley, Wigfield, Buchanan, Reuman, Flanagan,
y Maciver, 1993; Granic, Dishion y Hollestein, 2003). Más adelante volveremos a
hacer hincapié en este aspecto.

I. Comunicación y conflicto

Holmbeck y Hill, (1991); Laursen, Coy y Collins, (1998) & Parra y Oliva, (2002),
mencionan que existen razones suficientes para justificar los cambios en las
relaciones familiares durante la adolescencia. Los datos de las muchas
investigaciones realizadas hasta la fecha vienen a apoyar esta idea, y aunque las
relaciones familiares no tienen por qué sufrir un deterioro generalizado, la
mayoría de las familias, incluso aquellas que habían tenido unas relaciones
armónicas durante la niñez, van a atravesar durante la adolescencia temprana una
época de un cierto desajuste y de una mayor conflictividad.

42
Hartos y Power, (2000) dice que la comunicación entre padres e hijos suele
deteriorarse en algún momento entre la infancia y la adolescencia, con algunos
cambios claros en los patrones de interacción: pasan menos tiempo juntos, las
interrupciones a los padres y, sobre todo, a las madres son más frecuentes, y la
comunicación se hace más difícil. Un aspecto que merece la pena destacar es el
referido a la diferente percepción que padres e hijos tienen de la dinámica
familiar. Así, cuando se pregunta a unos y otros sobre la comunicación en el
entorno familiar, chicos y chicas afirman tener una comunicación con sus
progenitores peor de lo que estos últimos indican.

Tal vez estas diferencias sean debidas en parte a la influencia de la deseabilidad


social, que llevaría a madres y padres a declarar unas relaciones más positivas con
sus hijos de lo que realmente son. En el caso de sus hijos esta deseabilidad
actuaría en el sentido contrario, ya que la necesidad de reafirmar su autonomía les
llevaría a exagerar la conflictividad de sus relaciones familiares. (Barnes y Olson,
1985; Hartos y Power, 2000; Megías, Elzo, Megías, Méndez., Navarro y
Rodríguez., 2002).

En cuanto a los temas sobre los que suelen versar los intercambios parento-
filiales, el empleo del tiempo libre y las normas y regulaciones familiares ocupan
los primeros lugares, mientras que otros temas como política, religión, sexualidad
y drogas son infrecuentes (Megías et al., 2002; Miller, 2002; Parra y Oliva, 2002;
Rosental y Feldman, 1999). El género parece influir sobre los patrones de
comunicación familiar, ya que algunos estudios encuentran que las chicas tienen
una comunicación más frecuente con sus padres que los chicos (Noller y Bagi,
1985; Youniss y Smollar, 1985), aunque existen otros trabajos que no hallan estas
diferencias (Jackson, Bijstra, Oostra, y Bosma, 1998). Más concluyentes resultan
los datos referidos a la influencia del género del progenitor, ya que existe un
apoyo generalizado a la idea que tanto chicos como chicas se comunican de una
forma más frecuente e íntima con sus madres, probablemente por su mayor
disponibilidad, y porque son percibidas como más abiertas y comprensivas
(Jackson et al., 1998; Megías et al., 2002; Miller, 2002; Noller y Callan, 1990;
Parra y Oliva, 2002).

43
Los estudios centrados en los conflictos parento-filiales son abundantes, ya que
desde que a principios del siglo XX Stanley Hall hiciera referencia las
tumultuosas relaciones entre padres e hijos durante la adolescencia, han sido
muchos los investigadores que han puesto a prueba esta idea. Esta abundancia de
datos nos permiten extraer algunas conclusiones sobre la existencia de conflictos
intergeneracionales durante la adolescencia. La primera conclusión se refiere al
aumento de la conflictividad durante la adolescencia temprana (Collins, 1992;
Holmbeck y Hill, 1991; Laursen, Coy y Collins, 1998), aunque algunos autores
han señalado la importancia que tiene en el surgimiento de estos conflictos el
momento en que se producen los cambios puberales o timing puberal. Según estos
autores, el conflicto sería más frecuente solo en aquellas familias en las que chicos
y chicas experimentan los cambios puberales en un momento no esperado, bien
por ser demasiado pronto o demasiado tarde (Laursen y Collins, 1994). Menos
acuerdo hay en relación con la trayectoria que siguen los conflictos a lo largo de
los años adolescentes. A menudo, este cambio ha sido descrito siguiendo una
trayectoria en forma de U invertida, con un aumento de los conflictos entre la
adolescencia inicial y media y una posterior disminución (Montemayor, 1983;
Paikoff y Brook-Gunn, 1991). Sin embargo, Laursen Coy y Collins (1998) en un
meta-análisis realizado sobre 53 investigaciones encuentran un decremento lineal
a lo largo de la adolescencia en la frecuencia de conflictos.

Bosma, Jackson, Zusling, Zani, Cicognani, Xerri, Honess y Charman, (1996), nos
dicen que a pesar de esta tendencia decreciente, algunos nuevos temas pueden
emerger como fuente de conflictos en la adolescencia media y tardía, como sería
el caso de las discusiones relacionadas con la elección profesional.

Por otro lado, Laursen, Coy y Collins, (1998) nos dicen que al igual que ocurría
con la comunicación familiar, los padres suelen mostrar una visión más optimista
de la conflictividad parento-filial, ya que chicos y chicas perciben un mayor
número de conflictos que sus progenitores.

Laursen, Coy y Collins, (1998) menciona en cuanto a las diferencias de género,


que existe un claro consenso entre investigadores en señalar que tanto chicos
como chicas tienen más discusiones y riñas con sus madres, probablemente
44
porque en la mayoría de los casos, los adolescentes tienen un mayor contacto con
ellas. Por lo tanto, parece evidente que la comunicación entre madres y sus hijos
adolescentes es más frecuente e íntima, pero también está teñida de una mayor
conflictividad.

Aunque a la hora de estudiar la conflictividad familiar el parámetro considerado


por la mayoría de los estudios es la frecuencia de las discusiones entre padres e
hijos, cada vez son más los trabajos que también tienen en cuenta la intensidad
emocional con la que son percibidos los conflictos. El meta-análisis realizado por
Laursen, Coy y Collins (1998) señala un aumento en la intensidad emocional con
la que se viven las riñas entre la adolescencia inicial y media, y de forma paralela
a la maduración puberal, con un ligero descenso hacia el final de la adolescencia.

Esta trayectoria es la que indica la percepción de los adolescentes, aunque cuando


se tiene en cuenta el punto de vista de los progenitores las emociones negativas
asociadas a las discusiones no son más intensas en la adolescencia media que en la
inicial, ya que no se observan cambios significativos.

Con respecto a los temas que provocan discusiones y riñas familiares, Parra y
Oliva, (2002) dicen que los conflictos más frecuentes suelen estar relacionados
con asuntos cotidianos como la hora de llegar a casa, la forma de vestir o el
tiempo dedicado a los estudios Temas como sexualidad, política, religión o drogas
no suelen aparecer con frecuencia en las discusiones entre padres e hijos, aunque
cuando aparecen generan conflictos más intensos Además, no se observan
cambios significativos a lo largo de la adolescencia, ya que los temas de las
discusiones son prácticamente los mismos en los distintos tramos de edad.

Smetana, (1989), menciona que el hecho de que las discusiones estén centradas en
asuntos cotidianos y mundanos podría sugerir que se trata de conflictos de poca
importancia que no tendrán una repercusión negativa sobre el estado emocional de
padres o hijos, ni sobre la calidad de sus relaciones. Sin embargo, no es necesario
que se produzcan acontecimientos catastróficos para que se genere un elevado
nivel de estrés en un sujeto, ya que suele ser el efecto acumulativo de pequeños
sucesos lo que más frecuentemente suele desbordar las estrategias de
45
afrontamiento del individuo, generando una gran tensión emocional. Por lo tanto,
aunque estas “pequeñas” discusiones entre padres e hijos no conlleven un
deterioro irreversible de la relación, tendrán un efecto acumulativo sobre el estado
emocional de los progenitores, que son quienes suelen verse más afectados por la
conflictividad parento-filial. El estereotipo de un individuo abrumado después de
una discusión familiar es más aplicable al padre o la madre que a su hijo
adolescente, que suele recuperarse más rápidamente tras la discusión. Este
diferente impacto emocional puede obedecer al distinto significado que tiene el
conflicto para unos y otros. Mientras que los padres pueden vivirlo como una
pérdida de poder, para el adolescente será una forma de ir ganando autonomía.

No obstante, Laursen y Collins, (1994) señala que muchas de las frustraciones


relacionadas con el conflicto están más asociadas con la forma de solucionarlo
que con su frecuencia o temática. Desafortunadamente, muchas de las discusiones
suelen resolverse no mediante el acuerdo y el compromiso, sino por la sumisión
de una de las partes, o por la evitación o el abandono de la discusión, lo que no
contribuirá ni a la mejora de la relación entre padres e hijos ni a la adquisición de
habilidades de resolución de conflictos. Cuando se resuelven bien, los conflictos
tendrán una influencia positiva, ya que pueden actuar como catalizadores que
contribuyen a facilitar un reajuste en las relaciones familiares. Las discusiones y
conflictos harán ver a los padres que su hijo o hija está cambiando, que tiene
nuevas necesidades, y que requiere un trato diferente al que recibía durante la
niñez. Sin el aliciente que supone la búsqueda de una situación familiar menos
conflictiva muchos padres tendrían la inercia de mantener el mismo estilo
parental, evitando introducir modificaciones en la relación con su hijo
adolescente.

2.2.2 Problemas conductuales

46
A. Conducta
El diccionario Lexus, (1996) define la conducta como el “modo de comportarse de
una persona”. De igual manera en el diccionario de la Real Academia Española, se
menciona que las conductas son todas aquellas acciones y reacciones que tiene la
persona en el medio. Para el conductismo, Watson lo considera para referirse a la
reacción de varios músculos y a las reacciones glandulares.

B. Problemas conductuales en la adolescencia


Como menciona Paquentin (2009) en las últimas décadas se ha visto más incidentes
violentos, tráfico de drogas, alcoholismo, y los centros educativos son lugares que
no están ajenos. Los malos comportamientos estudiantiles y las maneras como
manejarlos y afrontarlos son descritos en varios documentos, pero llevarlos a la
práctica es diferente.

La mala conducta ocurrida en el salón definida por los estudiantes, incluye: saltarse
la clase o llegar tarde, abandonar sus asientos y hacer trampa en los exámenes;
estos comportamientos son más evidentes para los profesores que para el resto del
personal escolar. Estas conductas, a veces identificadas como indisciplina,
interfieren con el funcionamiento ordinario de la clase y con el proceso de
enseñanza aprendizaje. El mal comportamiento fuera del salón de clases – robo,
venta o uso de sustancias ilegales, peleas y victimización, vandalismo – son más
evidentes para el personal administrativo de las escuelas (Finn, Fisch y Scott, 2008;
citado por Paquentin, 2009)

Wagner, Falcke, Silveria y Mosmann (2002); citado por Araujo, (2006)


mencionan que la adolescencia es una fase de emociones intensas como una de las
primeras manifestaciones de este proceso, ocurre un distanciamiento de las figuras
parentales y un mayor involucramiento con el grupo de pares… en este contexto,
la comunicación entre los miembros de la familia se torna fundamental para
potencializar el establecimiento de relaciones más satisfactorias y saludables.

Diversas investigaciones acerca de los problemas de conducta en adolescentes


demuestran la relación que tienen éstos con las diversas características de los
padres y con el entorno socio- familiar. No obstante como menciona Achenbach
(1995) no hay un esclarecimiento exacto de la relación de causa-efecto cuando se
habla de problemas conductuales, por lo cual se mencionan los factores de riesgo
47
o factores de protección (Vanistendael y Lecomte, 2002; Eisenberg, Valiente,
Fabes, Smith, Reiser, Shepard, Losoya, Guthrie, Murphy y Cumberland, 2003;
Caprara y Zimbardo, 1996; Sobral, Romero, Luengo y Marzoa, 2000; Eisenberg,
Zhou, Losoya, Fabes, Shepard, Murphy, Reiser, Guthrie y Cumberland, 2003;
citados por Tur, Maestre y Del Barrio, 2004).

En cuanto a los factores de riesgo, se entiende que hay cierta relación significativa
con los elementos de crianza, que abarcan diversos factores personales de los
padres y de los hijos, así como las características demográficas y socio
ambientales.

Ante todos los problemas de conducta y conductas desadaptativas, se debe


entender el por qué los adolescentes incurren en actos antisociales. Paquentin
(2009) menciona que estas conductas no solo se vinculan a la desventaja y
marginación que existe, sino también a nuevas formas de relación entre los
jóvenes que favorecen la participación en conductas de riesgo.

Las características demográficas y socio-ambientales, que afectan a los


adolescentes, consideran la importancia del aprendizaje social-cognitivo de
Bandura. Se ha verificado que los factores sociales son cruciales a la hora de
inculcar modelos o estilos educativos, tanto desde la perspectiva de los
progenitores como de los hijos, ya que ambos se alimentan de lo que observan y
de lo que, para bien o para mal, está permitido y es adecuado o inadecuado en el
entorno en el que se desenvuelven (Bandura, 1999; Grusec, Goodenow y
Kuczynski, 2000; Eisenberg, Zhou, Losoya, Fabes, Shepard, Murphy, Reiser,
Guthrie y Cumberland, 2003; citados por Tur, Maestre y Del Barrio, 2004).

C. Definición de problemas conductuales

Según el Manual diagnostico DSM-IV entre los trastornos de inicio en la infancia,


se encuentran los denominados trastornos de la conducta. Bajo esta categoría se
incluyen el trastorno negativista desafiante, trastorno disocial y trastorno del
comportamiento perturbador no especificado. Por otro lado, existen problemas
conductuales como la desobediencia, que sin ser un trastorno diagnostico según
los principales manuales clasificatorios diagnósticos, es un problema frecuente
que requiere de intervención. (DSM, 2002)
48
Gil (2014) menciona que el poder delimitar las conductas desobedientes de las
que no lo son, es complicado. Se sabe que las rabietas y el oposicionismo pasivo
son muy comunes en los primeros años de vida y tienden a desaparecer. Con 5-6
años existe un elevado número de padres con quejas de desobediencias de sus
hijos o destrucción de objetos, mientras que cuando el niño tiene 16 años hay un
porcentaje muy pequeño de padres con este tipo de quejas. Los comportamientos
nombrados anteriormente como son la desobediencia, rabietas y el oposicionismo
no son patológicos en estas edades (Larroy, 2007). Según Palacios (2002),
conductas como la terquedad, el negativismo o la oposición, forman parte del
desarrollo de la personalidad, por lo que se trata de algo evolutivo que acabará
desapareciendo.

Por todos los problemas mencionados se vio la necesidad de poder definir y


clasificar los problemas conductuales.

Achenbach y Edelbrock clasificaron los problemas conductuales como


“sobrecontrolados”, son aquellos que internalizan y reflejan los problemas del yo,
como la ansiedad, depresión, enfermedades psicosomáticas, etc. y
“subcontrolados” o externalziados que se refiere a conflictos con otras personas y
con las expectativas de la conducta que se tiene. Peterson (1961) los denominó
problemas de personalidad y problemas de conducta.

Gil, (2014) menciona que la conducta de desobediencia se define como la


negación a iniciar una conducta cuando alguien la demanda y en un tiempo
determinado (McMahon y Forehand, 1988), según estos autores en un tiempo de 5
segundos posteriores desde que se ha dado la orden, a pesar de que el resto de
autores optan por un plazo de tiempo más amplio.

Un desorden conductual incluye niveles excesivos de agresión; de peleas o


intimidación; crueldad hacia los animales o hacia la gente; destrucción de
propiedades; conductas incendiarias, robos, mentiras frecuentes; severas rabietas;
conducta desafiante y provocativa; desobediencia persistentes y severa; travesuras
en la escuela; vagancia y abandono del hogar (Bailey, 1996; Kazdin, Bass, Siegel,
y Thomas, 1989; citados por Paquentin, 2009)

49
El mal comportamiento escolar comprende conductas como saltarse clases, llegar
tarde, ser suspendido, copiar en los exámenes, etc. aunque no son conductas
necesariamente criminales o ilegales, tienen un rango de comportamiento
disruptivo para el ambiente escolar (Stewart, 2003; citado por Paquentin, 2009).

Forehand y Wierson, (1993); citado por Paquentin, (2009), argumentan que las
conductas disruptivas se refieren a una clase general de conductas que han
recibido varias etiquetas: agresión, conducta oposicional y desorden conductual.
Incluyendo en esta categoría las conductas que van de un continuo de
relativamente medio (berrinches e irritabilidad), a moderado (peleas), y a severo
(asalto con arma). Esta continuidad implica ciertas conductas moderadas que
preceden a otras más severas

D. Evaluación de los problemas conductuales – teoría de Acenbach (YSR)


El YouthSelf-Report (YSR) es un auto informe que fue diseñado por Achenbach
(1991c) para obtener información sistematizada directamente de niños y
adolescentes (entre 11 y 18 años) sobre diversas competencias y problemas de
conducta para recabar información de los padres. (Lemos, Vallejo y Sandoval,
2002; Abad, Forns, Amador y Martorell, 2000).

Achenbach tuvo interés en la evaluación de la psicopatología infantil, por lo que


ha recopilado la información en un sistema de evaluación multiaxial, denominado
Achenbach System of Empiricall yBased Assessment (ASEBA). Ésta ofrece una
rápida y efectiva evaluación del funcionamiento adaptativo y no adaptativo en
diferentes rangos de edad. Los protocolos están formados no solo por aspectos
patológicos, sino también por competencias y otros aspectos positivos
adaptativos, permitiendo así un mejor conocimiento de la persona. (Lemos,
Vallejo y Sandoval, 2002; Lacalle, 2009).

Existen diferentes escalas en función de la edad del sujeto evaluado para ser
contestadas por diversas fuentes. Esta tríada de instrumentos recoge y evalúa
diversa información la cual debe completarse con exámenes físicos y la
evaluación de las funciones cognitivas. (Lemos, Vallejo y Sandoval, 2002;
Lacalle, 2009).

50
La estructura original del cuestionario contempla el análisis de competencias y
problemas de conducta de la persona. Las escalas de competencia evalúan la
frecuencia de participación y el éxito obtenido en diversas actividades y contextos
sociales. (Abad, Forns, Amador y Martorell, 2000).

El YSR consta de dos partes. La primera evalúa las habilidades o competencias


deportivas, sociales y académicas, mientras que la segunda incluye 112 ítems, de
los cuales 16 exploran la frecuencia de conductas adaptativas o prosociales, y los
restantes evalúan las conductas problema. Todos los ítems de la segunda parte
deben ser contestados por el adolescente de acuerdo con su aplicabilidad y
frecuencia, eligiendo 0 cuando su contenido no es verdad o no viene al caso, 1
cuando es algo verdad o le sucede a veces, y 2 cuando es muy cierto y le sucede
frecuentemente. (Lemos, Vallejo y Sandoval, 2002; Abad, Forns, Amador y
Martorell, 2000).

Además de permitir obtener el nivel general de las conductas problema


manifestado por el adolescente, el YSR ha sido ampliamente utilizado en la
práctica clínica y en la investigación psicopatológica por tratarse de un
instrumento que ha servido para establecer una taxonomía numérica o
cuantitativa, consistente en un conjunto de síndromes de primer orden derivados
empíricamente mediante el análisis factorial, y dos factores de segundo orden o
patrones generales de psicopatología internalizante y externalizante. (Lemos,
Vallejo y Sandoval, 2002).

A pesar de no ser difícil su administración y corrección, Achenbach y Rescorla


(2001) enfatizan la importancia de que los instrumentos de evaluación psicológica
sean utilizados por personas debidamente cualificadas.

De igual manera estas escalas permiten completar la evaluación a través de la


entrevista y la observación.

51
Figura 1: Síndromes Empíricos basados en las escalas administradas a múltiples
informadores. Disponible en Lacalle, 2009.

E. Indicadores de evaluación
Dentro de la evaluación se encuentran 8 tipos de conductas problemas, las cuales
se pasaran a describir relacionándolo con las conductas del DSM IV junto con sus
dimensiones (Majluf, 1999):

 Problemas sociales
En el cuestionario, se evalúa los siguientes ítems que debe responder la persona
evaluada (Majluf, 1999):

- Soy demasiado dependiente, apegado a los adultos


- Me siento solo(a)
- No me llevo bien con otros muchachos
- Me siento celoso (a) de los demás
- Siento que los demás me quieren perjudicar o fastidiar
- Me golpeo a menudo accidentalmente
- Los otros a menudo se burlan de mí
- No le caigo bien a otros muchachos (as)
- Soy un tanto torpe, poco coordinado
- Prefiero estar con muchachos (as) menores que yo

52
- Tengo problemas con el habla. Describe
Ante esto, se compara con trastornos descritos en el DSM IV (2002), en la cual se
puede describir los siguientes:

 Trastorno del lenguaje expresivo: deficiencia del desarrollo del


lenguaje expresivo demostrada mediante las puntuaciones obtenidas
por la evaluación del lenguaje expresivo. Se caracteriza por un habla
limitada cuantitativamente, una gama reducida del vocabulario, y
dificultad en la adquisición de palabras nuevas, errores de vocabulario,
evocación de palabras, frases cortas, estructuras gramaticales
simplificadas, omisiones de partes críticas de las oraciones. Su
funcionamiento no lingüístico y habilidades de comprensión del
lenguaje se encuentran dentro de sus límites normales.
 Trastorno mixto del lenguaje receptivo – expresivo: las
características de éste trastorno se centran en el desarrollo del lenguaje
receptivo como del lenguaje expresivo. La persona experimenta un
vocabulario sensiblemente limitado, errores en los tiempos verbales,
dificultad para recordar palabras o producir frases de longitud y
dificultad de expresar ideas
 La fobia social: se caracteriza por la presencia de ansiedad
clínicamente significativa como respuesta a ciertas situaciones sociales
o actuaciones en público del propio individuo, lo que suele dar lugar a
comportamientos de evitación
 Problemas de pensamiento
Los ítems que evalúa el cuestionario en relación a los problemas del pensamiento,
son (Majluf, 1999):

- No puedo sacarme de la cabeza algunos pensamientos. Escribe qué


pensamientos. Describe.
- He tratado de hacerme daño a mí mismo.
- Oigo cosas que nadie parece oír. Escribir.
- Tengo movimientos nerviosos, tics. Escribir.
- Me meto los dedos a la nariz, me raspo con las uñas la piel u otras partes del
cuerpo.
- Repito ciertas acciones una y otra vez.
53
- Veo cosas que la otra gente parece no ver. Describe
- Duermo menos que la mayoría de los muchachos (as).
- Almaceno o guardo cosas que no necesito.
- Hago cosas que las demás personas consideran raras.
- Pienso cosas que las demás personas considerarían raras.
- Tengo dificultad en dormir.
En el DSM IV (2002) se mencionan algunos trastornos que se relacionan con éste
problema:

 Trastornos de Tics: Un tic es una vocalización o un movimiento


motor súbito, rápido, recurrente, no rítmico, estereotipado. Se
experimenta como irresistible, pero puede suprimirse durante períodos
de tiempo variables. Todas las formas de tics pueden exacerbarse por
estrés y atenuarse durante actividades absorbentes (p. ej., leer o coser).
Habitualmente, los tics disminuyen de modo significativo durante el
sueño. Tanto los tics motores como los vocales pueden clasificarse en
simples o complejos, aunque el límite entre ambos no está bien
definido. Los tics motores simples más frecuentes incluyen parpadear,
sacudir el cuello, levantar los hombros, hacer muecas faciales y toser.
Los tics vocales simples más frecuentes incluyen «aclarar» la garganta,
gruñir, inspirar, resoplar, «ladrar». Los tics motores complejos más
frecuentes incluyen gestos faciales, gestos relacionados con el aseo,
saltar, tocar, pisotear y olfatear objetos. Los tics vocales complejos
más habituales incluyen repetir palabras o frases fuera de contexto,
coprolalia (uso de palabras socialmente inaceptables, a menudo
obscenas), palilalia (repetición de los propios sonidos o palabras) y
ecolalia (repetición del sonido, palabra o frase acabados de oír)

 Búsqueda de atención
Se tiene en cuentas los siguientes ítems que evalúa el cuestionario (Majluf, 1999):

- Actúo como si fuera menor de lo que soy


- Padezco asma
- Se me hace difícil concentrarme o prestar atención por mucho rato
- No puedo estar quieto(a) en mi asiento, soy inquieto(a) e hiperactivo(a)

54
- Me siento confuso, como en las nubes
- Sueño despierto
- Hago las cosas sin pensar
- Mi trabajo escolar es deficiente
- Tengo buena imaginación
De igual manera dentro de los trastornos mencionados por el DSM IV (2002), se
puede describir los siguientes:

 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: La


característica esencial de este trastorno se basa en que es un patrón
persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad, que es más
frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un
nivel de desarrollo similar. Las deficiencias de la atención pueden
manifestarse en situaciones académicas, laborales o sociales.
Los sujetos afectos de este trastorno pueden no prestar atención
suficiente a los detalles o cometer errores por descuido en las tareas
escolares o en otros trabajos. El trabajo suele ser sucio y descuidado y
realizado sin reflexión. Los sujetos suelen experimentar dificultades
para mantener la atención en actividades laborales o lúdicas,
resultándoles difícil persistir en una tarea hasta finalizarla

 Problemas de conducta
La evaluación se caracteriza por analizar los siguientes ítems (Majluf, 1999):

- Padezco alergias
- No me siento culpable después de hacer algo que no debería
- Estoy dispuesto a ayudar a los demás cuando necesitan ayuda
- Me junto con muchachos(as) que se meten en problemas
- Digo mentiras o hago trampas
- Prefiero estar con muchachos (as) mayores que yo
- Me he fugado de mi casa
- Prendo fuego
- Me apodero de cosas de mi casa que no me pertenecen
- Me apodero de cosas que no son de mi casa
- Maldigo o digo malas palabras

55
- Me preocupo demasiado por cosas sexuales
- Me preocupo demasiado por la limpieza y por el orden
- Falto a la escuela
- Tomo alcohol, fumo tabaco o uso drogas (no incluyas medicinas bajo receta
médica). Describe
El DSM IV (2002) menciona diferentes trastornos que se pueden asociar:

 Trastorno negativista desafiante: La característica esencial del


trastorno es un patrón recurrente de comportamiento negativista,
desafiante, desobediente y hostil, dirigido a las figuras de autoridad,
que persiste por lo menos durante 6 meses y se caracteriza por la
frecuente aparición de por lo menos 4 de los siguientes
comportamientos: accesos de cólera, discusiones con adultos, desafiar
activamente o negarse a cumplir las demandas o normas de los adultos,
llevar a cabo deliberadamente actos que molestarán a otras personas,
acusar a otros de sus propios errores o problemas de comportamiento,
ser quisquilloso o sentirse fácilmente molestado por otros, mostrarse
iracundo y resentido o ser rencoroso o vengativo
 Conducta agresiva
En el cuestionario, los ítems que definen esta conducta agresiva son (Majluf,
1999):

- Discuto mucho
- Soy malo con los demás
- Trato de que me presten atención
- Destruyo mis cosas
- Destruyo las cosas de otras personas
- Desobedezco a mis padres
- Desobedezco en la escuela
- Me meto en muchas peleas
- Ataco físicamente a otras personas
- Grito mucho
- Soy porfiado
- Mi estado de ánimo o mis sentimientos cambian a cada momento
- Soy desconfiado, receloso
56
- Fastidio a menudo a los demás
- Tengo mal genio
- Amenazo a otros con que les voy a hacer daño
- Soy más ruidoso "bocón" que otros muchachos
De igual manera, los Trastorno asociados que se puede analizar en el DSM IV
(2002) son:

 Trastorno disocial: La característica esencial es un patrón de


comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los
derechos básicos de los otros o importantes normas sociales adecuadas
a la edad del sujeto. Estos comportamientos se dividen en cuatro
grupos: comportamiento agresivo que causa daño físico o amenaza con
él a otras personas o animales, comportamiento no agresivo que causa
pérdidas o daños a la propiedad, fraudes o robos y violaciones graves
de las normas.
Los niños o adolescentes con este trastorno suelen iniciar
Comportamientos agresivos y reaccionar agresivamente ante otros.
Pueden desplegar una comportamiento fanfarrón, amenazador o
intimidatorio; iniciar peleas físicas frecuentes; utilizar un arma que
puede provocar daño físico grave (p. ej., bate, ladrillo, botella rota,
navaja, o pistola); ser cruel físicamente con personas o animales; robar
enfrentándose a una víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar
bolsos, extorsión o robo a mano armada); o forzar a otro a una
actividad sexual. La violencia física puede adoptar la forma de
violación, asalto o, en raros casos, homicidio.

 Conducta ansiosa
Los siguientes ítems evalúan la conducta ansiosa en el cuestionario (Majluf,
1999):

- Lloro mucho
- Le tengo miedo a ciertos animales, situaciones o lugares (no incluye la
escuela). Escribe
- Me da miedo ir a la escuela
- Tengo miedo de pensar o hacer algo malo

57
- Siento que tengo que ser perfecto
- Siento que nadie me quiere
- Me siento inferior, que no valgo nada
- Soy nervioso o tenso
- Soy demasiado ansioso (a) o tengo mucho miedo
- Me siento demasiado culpable
- Estoy demasiado pendiente de mí mismo, siento vergüenza con facilidad
- Pienso en matarme
- Me preocupo demasiado
Se asocia a este problema, algunos trastornos mencionados en el DSM IV (2002):

 Trastorno de ansiedad por separación: La característica esencial del


trastorno es una ansiedad excesiva concerniente al alejamiento del
hogar o de aquellas personas a quienes el sujeto está vinculado. La
ansiedad es superior a la esperada en sujetos del mismo nivel de
desarrollo. La alteración debe mantenerse durante un período de por lo
menos 4 semanas, empezar antes de los 18 años y provocar malestar
clínicamente significativo o deterioro social, académico (laboral) o de
otras áreas importantes de la actividad del individuo. Los sujetos con
este trastorno pueden experimentar malestar excesivo recurrente al
estar separados de su hogar o de las personas con quienes están más
vinculados. Una vez separados de éstas, suelen necesitar saber su
paradero y estar en contacto con ellas
 La fobia específica: se caracteriza por la presencia de ansiedad
clínicamente significativa como respuesta a la exposición a situaciones
u objetos específicos temidos, lo que suele dar lugar a
comportamientos de evitación.

 Problemas de relación
Los ítems que evalúan los problemas de relación son (Majluf, 1999):

- Me comporto como si fuera del sexo opuesto


- Me gusta estar solo (a)
- Me niego a hablar
- Soy reservado (a), mantengo mis cosas en secreto
58
- Soy tímido (a)
- No tengo mucha energía
- Me siento infeliz, triste, deprimido
- Trato de no relacionarme con los demás
El DSM IV (2002), expresa diversos trastornos que se le pueden asociar:

 Trastornos de ansiedad: En el contexto de todos estos trastornos pueden


aparecer crisis de angustia y agorafobia
 La crisis de angustia (panicattack) se caracteriza por la aparición súbita
de síntomas de aprensión, miedo pavoroso o terror, acompañados
habitualmente de sensación de muerte inminente. Durante estas crisis
también aparecen síntomas como falta de aliento, palpitaciones, opresión o
malestar torácico, sensación de atragantamiento o asfixia y miedo a
«volverse loco» o perder el control.
 La agorafobia se caracteriza por la aparición de ansiedad o
comportamiento de evitación en lugares o situaciones donde escapar puede
resultar difícil (o embarazoso), o bien donde sea imposible encontrar
ayuda en el caso de que aparezca en ese momento una crisis de angustia o
síntomas similares a la angustia.
 El trastorno de angustia sin agorafobia se caracteriza por crisis de
angustia recidivantes e inesperadas que causan un estado de permanente
preocupación al paciente. El trastorno de angustia con agorafobia se
caracteriza por crisis de angustia y agorafobia de carácter recidivante e
inesperado.
 La agorafobia sin historia de trastorno de angustia se caracteriza por la
presencia de agorafobia y síntomas similares a la angustia en un individuo
sin antecedentes de crisis de angustia inesperadas.
 El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por obsesiones (que
causan ansiedad y malestar significativos) y/o compulsiones (cuyo
propósito es neutralizar dicha ansiedad).

 Somatización
- Me dan pesadillas
- Me siento marcado
59
- Problemas físicos sin causa médica conocida
a. Dolores de cuerpo
b. Dolores de cabeza
c. Ganas de vomitar, náuseas, mareos
d. Problemas con los ojos. Describe
e. Picazón o erupciones en la piel
f. Dolores de barriga
g. Vómitos
h. Otros
El DSM IV (2002) menciona un trastorno asociado a este problema:

 Trastorno de somatización: La característica esencial del trastorno es


un patrón de síntomas somáticos, recurrentes, múltiples y clínicamente
significativos. Se considera que un síntoma somático es clínicamente
significativo si requiere tratamiento médico o causa un deterioro evidente de la
actividad social o laboral, o en otras áreas importantes de la actividad del
individuo. Los síntomas somáticos deben empezar antes de los 30 años y
persistir durante varios años. Debe existir una historia de dolor relacionada con
al menos cuatro zonas diferentes: cabeza, abdomen, espalda, articulaciones,
Cava, M. (2003). extremidades, tórax, recto. Asimismo, al menos debe haber
dos síntomas de tipo gastrointestinal, además de dolor. La mayoría de los
individuos con este trastorno refieren la presencia de náuseas e hinchazón
abdominal. Los vómitos, la diarrea y la intolerancia a ciertos alimentos son
menos habituales. Los síntomas digestivos a menudo conducen a múltiples
exámenes radiográficos, pudiendo llegar incluso a comportar intervenciones
quirúrgicas que a posteriori se demuestran totalmente innecesarias.

60
2.3. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS BÁSICOS

A. Comunicación
Cava, M. (2003), nos dice que es el motor de la transformación de las relaciones
entre padres e hijos, esto implica un aspecto que no solo se vive en una etapa de la
vida, sino que es un aspecto que cambia durante la adolescencia, pero también es
un elemento fundamental en la transformación de la relación padres–hijos
adolescentes.

B. Comunicación familiar
Cava, M. (2003), argumenta que es el proceso en el cual se permite un
desplazamiento de todo el sistema familiar por la cohesión y la adaptabilidad;
entendiéndolo en que la calidad de la comunicación está influenciada por la
calidad de la cohesión y la cantidad de adaptabilidad que tiene dentro de la
familia. Es así que la comunicación tiene dos factores: apertura o facilitación de la
comunicación y los problemas de comunicación.

C. Comunicación abierta
Barnes y Olson (1985), mencionan, que en esta se evalúa la existencia de un
intercambio fluido de información, tanto instrumental como emocional, así como
el mutuo entendimiento y la satisfacción experimentada en la interacción. De
igual manera los ítems que describen ésta comunicación hacen referencia a la
empatía, a la escucha activa o a la autorrevelación, entre otros, que remiten a la
noción de una comunicación libre, con intercambio de información y
comprensión.

D. Comunicación ofensiva
Cava, M. (2003), dice que en la comunicación se incluyen ítems que hacen
referencia a falta de respeto y consideración (“Me dice cosas que me hacen daño”,
“Cuando estoy enfadado le hablo mal”, “Intenta ofenderme cuando se enfada
conmigo”, etc.)

E. Comunicación evitativa
Cava, M. (2003), dice que se puede entender como una restricción en la
comunicación. Así mismo aquí se encuentran los ítems que revelan resistencia a
compartir información y la falta de comprensión (“No me atrevo a pedirle lo que
61
quiero o deseo”, “Hay temas de los que prefiero no hablarle”, “No creo que pueda
decirle cómo me siento realmente en determinadas situaciones”).

F. Conducta
(Lexus, 1996), la define como el “modo de comportarse de una persona” De igual
manera en el diccionario de la Real Academia Española, se menciona que las
conductas son todas aquellas acciones y reacciones que tiene la persona en el
medio. Para el conductismo, Watson (1989), lo considera para referirse a la
reacción de varios músculos y a las reacciones glandulares.

G. Conducta verbal

La conducta verbal es una forma en la que un organismo puede interactuar con el


ambiente, es decir alterarlo y ser alterado, cuando Skinner (1981) emplea el
término hace énfasis en que este concepto se presta para abordar la interacción
lingüística entre las comunidades, de igual manera explica por que el término de
conducta de “habla” no es adecuado para los análisis del campo de la psicología,
pues bien éste es exclusivo a lo vocal, por tal se emplea lo “verbal” ya que al ser
más amplio tiene cabida para aspectos como lo gestual, escrito, además de lo
hablado; se podría decir que la conducta verbal implica un mensaje entre un
emisor y un receptor sin importar el medio. Para abordar más la conducta verbal
es necesario conocer entre otras cosas sus elementos como la conducta: ecoica,
mando, intraverbal y otras.

H. Comportamiento

Existen varias formas de asumir el comportamiento, se podría decir que estas


formas no se contradicen, sino que se complementan, entre ellas se puede
mencionar: Es la actividad total de un organismo, como él opera en su Ambiente,
en esa medida y si la cognición y las emociones son actividades del organismo,
también son comportamiento tal como lo enseñan Gutiérrez & Luciano (2006). Es
la forma como interactúa un organismo en el ambiente, como refiere Skinner
(1974) es lo que se puede ver que un organismo hace. El comportamiento es el
resultado de la historia de aprendizaje de un individuo, esta afectado por todas las
consecuencias y las diferentes situaciones estimulares a la que él mismo fue
expuesto.
62
I. Problemas conductuales en la adolescencia
Como menciona Paquentin (2009) en las últimas décadas se ha visto más
incidentes violentos, tráfico de drogas, alcoholismo, y los centros educativos son
lugares que no están ajenos. Los malos comportamientos estudiantiles y las
maneras como manejarlos y afrontarlos son descritos en varios documentos, pero
llevarlos a la práctica es diferente.

J. Familia
Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007). Argumentan que la
palabra familia proviene del latín “familia” de “famulus”, que a su vez deriva del
osco “famel” que quiere decir siervo, y más remotamente del sánscrito “vama”,
que significa habitación, casa. Partiendo de esta etimología, en la antigüedad se
consideraba familia al conjunto de personas y esclavos que habitaban con el señor
de la casa. La familia es el conjunto de personas unidas por vínculos
de matrimonio, parentesco o adopción.
K. Familia nuclear simple

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo de
familia está integrada por una pareja sin hijos.

L. Familia nuclear biparental

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo
de familia está integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos.

LL. Familia nuclear mono parental

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo de
familia está integrada por uno de los padres y uno o más hijos.

M. Familia extensa

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo de
familia está integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos, y por
otros miembros, parientes o no parientes.

63
N. Familia extensa biparental

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo de
familia está integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos, y por otros
parientes.

Ñ. Familia extensa mono parental

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo de
familia está integrada por uno de los miembros de la pareja, con uno o más hijos, y
por otros parientes.

O. Familia extensa amplia (o familia compuesta)

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007), nos dice que este tipo de
familia está integrada por una pareja o uno de los miembros de esta, con uno o más
hijos, y por otros miembros parientes y no parientes.

P. Familia Reconstituida (o también llamada ensambladas)

Cava, M. (2003), dice, que es cuando uno de los padres vuelve a formar pareja,
luego de una separación o divorcio, donde existía a lo menos un hijo de una
relación anterior.

Q. Problemas conductuales
Dentro de los problemas de conducta, el DSM menciona el trastorno negativista
desafiante, trastorno disocial y trastorno del comportamiento perturbador no
especificado como parte de ello. Así mismo existen problemas conductuales como
la desobediencia, que sin ser un trastorno diagnostico según los principales
manuales clasificatorios diagnósticos, es un problema frecuente que requiere de
intervención. Un desorden conductual incluye niveles excesivos de agresión; de
peleas o intimidación; crueldad hacia los animales o hacia la gente; destrucción de
propiedades; conductas incendiarias, robos, mentiras frecuentes; severas rabietas;
conducta desafiante y provocativa; desobediencia persistente y severa; travesuras
en la escuela; vagancia y abandono del hogar.

64
CAPÍTULO III

HIPÓTESIS Y VARIABLES

3.1. HIPÓTESIS GENERAL

Hi: Es probable que exista una relación significativa entre la Comunicación


Familiar y los Problemas Conductuales en estudiantes del nivel
secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre del distrito de José
Luis Bustamante y Rivero.

Ho: Es probable que no exista relación significativa entre la Comunicación


Familiar y los Problemas Conductuales en estudiantes del nivel nivel
secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre del distrito de José
Luis Bustamante y Rivero.

3.2 HIPÓTESIS SECUNDARIAS

H1: Es probable que el tipo de Comunicación Familiar sea ofensiva y evitativa


en estudiantes del nivel secundaria de la Institución Educativa Jorge
Basadre.

H2: Es probable que los Problemas Conductuales más frecuentes sean los
problemas de conducta ansiosa y conducta agresiva en estudiantes del
nivel secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre.

65
H3: Es probable que existan diferencias estadísticamente significativas en la
Comunicación Familiar con la madre y el padre en estudiantes del nivel
secundario de Institución Educativa Jorge Basadre.

H4: Existen diferencias estadísticamente significativas de problemas


conductuales según sexo y grado de estudios en estudiantes del nivel
secundario de la Institución Educativa Jorge Basadre.

3.3. Variables de Investigación

Variable X

Comunicación familiar

Variable Y

Problemas conductuales

3.3. DEFINICIÓN CONCEPTUAL Y OPERACIONAL DE LAS VARIABLES

a) VARIABLE X:
Comunicación familiar
Olson y Cols, (1983) citados por Araujo, (2008) definen la comunicación familiar
como un proceso en el cual se permite un desplazamiento de todo el sistema
familiar por la cohesión y la adaptabilidad; entendiéndolo en que la calidad de la
comunicación está influenciada por la calidad de la cohesión y la cantidad de
adaptabilidad que tiene dentro de la familia. Es así que la comunicación tiene dos
factores: apertura o facilitación de la comunicación y los problemas de
comunicación.

b) VARIABLE Y:
Problemas conductuales

Según el Manual diagnostico DSM-IV (2013) entre los trastornos de inicio en la


infancia, se encuentran los denominados trastornos de la conducta. Bajo esta
categoría se incluyen el trastorno negativista desafiante, trastorno disocial y
trastorno del comportamiento perturbador no especificado. Por otro lado, existen
problemas conductuales como la desobediencia, que sin ser un trastorno
diagnostico según los principales manuales clasificatorios diagnósticos, es un
problema frecuente que requiere de intervención. (DSM, 2002).

66
3.4 CUADRO DE OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

(AQUÍ DEBE IR EL CUADRO QUE ESTA EN EL ARCHIVO LLAMADO


OPERACIONALIZACION DE LAS VARIABLES)

67
CAPÍTULO IV

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

4.1 Tipo y Nivel de Investigación

4.1.1 Tipo de Investigación

Según Oseda, (2008, p.117), el tipo de estudio de la presente investigación es


básica y aplicada por qué persigue la utilización inmediata de los
conocimientos obtenidos y busca acrecentar los acontecimientos teóricos para
el progreso de una ciencia.

4.1.2 Nivel de investigación

El nivel de la presente investigación es descriptiva, explicativa, comparativa


correlacional, este tipo de estudio tiene como finalidad determinar el grado de
relación o asociación no causal existente entre dos o más variables y además
compararlas (Hernández et al., 2010).

68
4.2. Método y Diseño de Investigación

4.2.1. Métodos de Investigación

El método de razonamiento es el hipotético deductivo. Es el procedimiento o


camino que sigue el investigador para hacer de su actividad una práctica
científica. El método hipotético-deductivo tiene varios pasos esenciales:
observación del fenómeno a estudiar, creación de una hipótesis para explicar
dicho fenómeno, deducción de consecuencias o proposiciones más elementales
que la propia hipótesis, y verificación o comprobación de la verdad de los
enunciados deducidos comparándolos con la experiencia (Rosental, 2005).

4.2.2. Diseño de Investigación


El diseño de la investigación es no experimental, correlacional de corte
transversal. (Hernández et al. 2010), el mismo que lo representamos en el
siguiente diseño:

Donde:

n = Muestra.

Ox= Comunicación familiar

Oy = Problemas conductuales

r = Relación entre variables

69
4.3. Población y Muestra de la Investigación

4.3.1 Población

La Población estuvo integrada por 304 estudiantes del 4to y 5to de secundaria de
la I.E. Jorge Basadre. Los cuales presentamos en el siguiente cuadro:

Cuadro 1

Población de estudiantes del 4to al 5to de secundaria de la I.E. Jorge Basadre

Población
Grados Sección
Varones Mujeres Total %
"A" 15 13 28 9.21
"B" 13 17 30 9.87
4to "C" 15 11 26 8.55
"D" 13 15 28 9.21
"E" 13 15 28 9.21
"A" 14 21 35 11.51
"B" 8 24 32 10.53
5to "C" 14 18 32 10.53
"D" 12 22 34 11.18
"E" 12 19 31 10.20
Total 129 175 304 100.00
Nota: Nóminas de matrícula de la I.E. Jorge Basadre, 2016.

4.3.2 Muestra

El tipo de muestra es probabilístico al azar. Para ello se utilizó la fórmula siguiente:

 El grado de confianza será de 95% =0.95


 Nuestro valor de distribución normal estandarizada (Z), es decir nuestro
nivel de confianza será de 1,96
 La proporción de la población a estudiar (p) será de 0,5

70
 La proporción de la población que no se desea estudiar (q=1-p) en este
caso 1 – 0,50 será de 0,5
 Tamaño de la población (N) será de 304
 Máximo de error permisible (E) será de 5% =0,05
En ese sentido, el tamaño de la muestra estuvo conformado por 170 estudiantes del
4to y 5to de secundaria.

Los Criterios de inclusión y exclusión para la presente investigación son:

Criterios de inclusión

 Estudiantes de ambos sexos,


 Estudiantes con asistencia regular a la institución educativa.
 Estudiantes que deseen participar en la investigación, previa información
del consentimiento informado.
 Estudiantes que vivan con ambos padres o con algún familiar que haga de
padre y madre.

Criterios de exclusión

 Estudiantes que no concluyan con el llenado de los instrumentos de


investigación.
4.4. Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos

4.4.1 Técnicas

La técnica utilizada para determinar la forma de recopilar la información


de ambas variables fue la encuesta.

4.4.2 Instrumentos

Para la variable (X): Comunicación familiar

Nombre de la escala: Escala de Comunicación Padres-Adolescente (PACS;


Parent - Adolescent Communication Scale)
Autores: Barnes y Olson (1982, 1985).

Nº de ítems: 20

71
Tiempo de aplicación: de 9 a 12 minutos

Aplicación: Se puede aplicar de forma individual o colectiva a partir de los 11


años.

Descripción y datos psicométricos de la escala

El instrumento se divide en dos escalas, una referida a la comunicación con la


madre y otra referida a la comunicación con el padre. Ambas se componen de 20
ítems. La escala original presenta una estructura de dos factores que se refieren
al grado de apertura y a la presencia de problemas de comunicación familiar. Sin
embargo, en posteriores investigaciones, la escala ha presentado una estructura
factorial de tres dimensiones (para el padre y la madre separadamente):

 Comunicación abierta:(ítems 1 + 2 + 3 + 6 + 7 + 8 + 9 + 13 + 14 + 16 +
17)
 Comunicación ofensiva:(ítems 5 + 12 + 18 + 19)
 Comunicación evitativa:(ítems 4 + 10 + 11 + 15 + 20).

Propiedades psicométricas

 Fiabilidad: En estudios previos con muestras de adolescentes españoles se


han obtenido índices aceptables de fiabilidad de la escala que oscilan entre
.64 y .91 (Jiménez, Murgui y Musitu, 2007; Jiménez, Musitu y Murgui,
2005; Jiménez, Musitu, Ramos y Murgui, 2009). En nuestra última
investigación, los valores del Alpha de Cronbach obtenido para las
distintas subescalas fue de .87 para padre y de  .86 para madre.
 Validez: La comunicación abierta entre padres y adolescentes presenta
correlaciones positivas con distintas dimensiones de la autoestima (Cava,
Murgui y Musitu, 2008; Estévez, Murgui, Musitu y Moreno, 2007; Jackson,
Bijstra y Bosma, 1998; Jiménez, Lehalle, Murgui y Musitu, 2007) y el apoyo
familiar y del amigo (Jiménez, Murgui y Musitu, 2007).

Para la variable (Y): Problemas conductuales

Nombre: Inventario de Problemas Conductuales

72
Autores: Achenbach(1991)

Versión adaptada: El Inventario de Problemas Conductuales de Achenbach y


Destrezas Sociales (YSR), por Majluf (1999) Ámbito de aplicación: adolescentes
con edades entre 11 y 18 años

Descripción:

Este instrumento comprende dos partes: la primera evalúa habilidades o


competencias deportivas, sociales y académicas, la segunda incluye 112 ítems –de
los cuales 95 califican una amplia gama de comportamientos problemas, y los
restantes exploran la frecuencia de conductas adaptativas o prosociales–
(Achenbach, 1991; Achenbach&Rescorla, 2001, en Ivanova et al., 2007)

En el presente estudio sólo se incluyó la segunda parte del autoinforme, la que debe
ser contestada por el adolescente de acuerdo con la medida en que el enunciado
refleja cómo se ha sentido o ha actuado durante los últimos 6 meses, eligiendo:

0 cuando su contenido no es cierto,

1 cuando es en cierta manera verdad o le sucede algunas veces, y

2 cuando es muy cierto y le sucede a menudo.

En lo relativo a la generalización de la estructura del YSR, Ivanova et al. (2007)


analizaron el modelo taxonómico de 8 síndromes psicopatológicos: problemas
sociales, problemas de pensamiento, dificultades de atención, desobediencia de
reglas, conductas agresivas, ansiedad/depresión, aislamiento/depresión y quejas
somáticas en 30,243 adolescentes (de 11 a 18 años) que habitaban 23 diferentes
sociedades representativas de regiones del mundo que varían en lenguaje, religión y
origen étnico, así como sistemas sociales y políticos.

Validez y confiabilidad

En el presente trabajo de investigación, el YRS obtuvo un índice alfa de Cronbach


igual a 0.93 para la puntuación total de comportamientos problemas.
73
En el Perú, Majluf (1999) administró el YSR en una muestra de 908 jóvenes con
edades entre 11 y 18 años, reportando una fiabilidad test-retest de 0.92 luego de 7
días. Además, la investigación sugirió que el YSR ofrecería indicadores confiables
para la detección de conductas problemas que requieren intervención en los
adolescentes.

El YRS obtuvo un índice alfa de Cronbach igual a 0.93 para la puntuación total de
comportamientos problemas, así como coeficientes adecuados para las escalas de
externalización (α = 0.86) e internalización (α = 0.87). Con relación a las escalas
citadas, cabe señalar que la mayoría de reactivos presentaron discriminaciones
ítem-total mayores a 0.30, excluyendo ocho ítems (5, 29, 32, 42, 56d, 63, 87 y 89)
que obtuvieron correlaciones menores al valor indicado previamente.

4.4.3. Validez y confiabilidad

Para la primera variable se presenta el instrumento la Escala de Comunicación


Padres-Adolescente (PACS; Parent - Adolescent Communication Scale), cuyos
autores son Barnes y Olson (1982, 1985). Su confiabilidad está, en que estudios
previos con muestras de adolescentes españoles se han obtenido índices
aceptables de fiabilidad de la escala que oscilan entre .64 y .91 (Jiménez,
Murgui y Musitu, 2007; Jiménez, Musitu y Murgui, 2005; Jiménez, Musitu,
Ramos y Murgui, 2009). En nuestra última investigación, los valores del Alpha
de Cronbach obtenido para las distintas subescalas fue de 0.87 para padre y de 
0.86 para madre. Su validez, consta en que la comunicación abierta entre padres
y adolescentes presenta correlaciones positivas con distintas dimensiones de la
autoestima (Cava, Murgui y Musitu, 2008; Estévez, Murgui, Musitu y Moreno,
2007; Jackson, Bijstra y Bosma, 1998; Jiménez, Lehalle, Murgui y Musitu,
2007) y el apoyo familiar y del amigo (Jiménez, Murgui y Musitu, 2007).
Para la segunda variable se presenta Inventario de Problemas Conductuales cuyo
auto es Achenbach (1991), en su versión adaptada: El Inventario de Problemas
Conductuales de Achenbach y Destrezas Sociales (YSR), por Majluf (1999)

Cuya validez y confiabilidad radica en que en el presente trabajo de investigación,


el YRS obtuvo un índice alfa de Cronbach igual a 0.93 para la puntuación total de
comportamientos problemas.

74
En el Perú, Majluf (1999) administró el YSR en una muestra de 908 jóvenes con
edades entre 11 y 18 años, reportando una fiabilidad test-retest de 0.92 luego de 7
días. Además, la investigación sugirió que el YSR ofrecería indicadores confiables
para la detección de conductas problemas que requieren intervención en los
adolescentes.

El YRS obtuvo un índice alfa de Cronbach igual a 0.93 para la puntuación total de
comportamientos problemas, así como coeficientes adecuados para las escalas de
externalización (α = 0.86) e internalización (α = 0.87). Con relación a las escalas
citadas, cabe señalar que la mayoría de reactivos presentaron discriminaciones
ítem-total mayores a 0.30, excluyendo ocho ítems (5, 29, 32, 42, 56d, 63, 87 y 89)
que obtuvieron correlaciones menores al valor indicado previamente.

4.4.4. Procesamiento y análisis de datos

Se recolectarán los datos, aplicando los dos instrumentos, según las instrucciones
precisas de los mismos a cada uno de los estudiantes que cumplían con los criterios
de inclusión. Previo consentimiento verbal informado. Teniendo en cuenta las
instrucciones precisas en el llenado de los instrumentos. Obtenida la información y
llenado el instrumento usando el SPSS se procedió a analizar la información.

Los resultados de la investigación se presentarán en base las variables estudiadas.


El análisis de la información se realizará a través de datos numéricos, para ello se
tendrá en cuenta la distribución de Test de Kolmogorov de bondad de ajuste a la
curva normal, la misma que determinó si el análisis se realiza con la estadística
paramétrica o no paramétrica.

Para explorar los datos se utilizará la estadística descriptiva a través de las medidas
de tendencia central, medidas de variabilidad, de forma y de posición. Para realizar
las comparaciones y diferencias según datos y variables predictoras se utilizará un
análisis de datos paramétricos y no paramétricos para muestras independientes y k
muestras, es decir, las pruebas de Mann Withney, Kruskal Wallis, t de Student y
Anova de un factor.

4.4.5. Ética en la investigación

75
La investigación, como acción humana contiene un componente que la determina
y este es el componente ético. “Ser ético es parte de un proceso de planeación,
tratamiento y evaluación inteligente y sensible, en el cual el investigador busca
maximizar los buenos productos y minimizar el riesgo y el daño” (Sieber, 2001
p.25) En este sentido, esta investigación puede considerarse como buena, si las
repercusiones producidas logran afectar la práctica y se incrementa el
conocimiento.

Para la presente investigación se guardará la confidencialidad de la información


obtenida y la identidad de los participantes al aplicarse instrumentos validados y
anónimos.

Los resultados obtenidos solo serán usados con fines propuestos en la


investigación dejando de lado cualquier otro fin.

76
CAPÍTULO IV

ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

5.1 Recursos Humanos:

RECURSO HUMANO Cantidad

1. Investigador 1

2. Asesor metodológico y de redacción 2

3. Encuestadores 2

4. Estadístico
1

TOTAL
6

5.2 Presupuesto

Gastos administrativos (investigador , asesor, encuestadores, estadístico) S/ 3100.00


Material de escritorio (papel bon) y equipo S/ 200.00
viáticos (movilidad) S/ 300.00
Material bibliográfico (copias) S/ 400.00
Impresiones S/ 200.00
Imprevistos S/ 300.00
Total S/ 4400.00

77
5.3 Cronograma

2017 SETIEMBRE
Meses

2017 OCTUBRE

2017NOVIEMBRE

2017DICIEMNBRE

2018 FEBRERO

2018 AGOSTO
2018 MARZO
2018 ENERO

2018 ABRIL

2018 MAYO

JULIO 2018
2018 JUNIO
Rubros

Formulación
de
Anteproyecto
Presentación
de Proyecto

Preparación
de la Encuesta

Trabajo de
Campo
Procesamiento
de Datos

Interpretación
de Resultados

Sustentación
de Tesis

78
5.4 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abad, J., Forns, M., Amador, J. y Martorell, B. (2000). Fiabilidad y validez del
YouthSelf-Report en una muestra de adolescentes. Universidad de Barcelona y
hospital de St. Pau. Psicothema. Vol. 12, N° 1, pp. 49 – 54. ISSN: 0214-9915

Araujo, E. (2008), Comunicación padres – adolescentes y estilos y estrategias de


afrontamiento del estrés en escolares adolescentes de Lima. Universidad de San
Martín de Porres. Lima, Perú. Cultura 22. Año XXVI, N° 22, 2008, pp. 227 - 246.
Asociación de Docentes de la Universidad San Martín de Porres. ISSN: 1817 –
0285.

Araujo, E. (2007), Comunicación con los padres y factores de personalidad situacional


en adolescentes de Educación Superior. Lima, Perú. Cultura 21. Año XXV, N°
21, 2007, pp. 13 - 30. Asociación de Docentes de la Universidad San Martín de
Porres. ISSN: 1817 – 0285.

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AdolescentCommunicationScale). Adaptación Equipo LISIS.

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Mentales IV, Texto Revisado. ISBN 0-89042-025-4.

Estévez, E., Murgui, S., Moreno, D. y Musitu, G. (2007). Estilos de Comunicación


Familiar, Actitud hacia la autoridad institucional y conducta Violenta del
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5ta Ed. México: Edit Mc Graw Hill.
79
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y consumo de sustancias en la adolescencia: el rol mediador del apoyo social.
Universidad de Valencia. España. Revista de Psicología Social. N° 21, Vol. 1, pp.
21 – 34.

Jiménez, T., Murgui, S. Estévez, E. y Musitu, G. (2007). Comunicación Familiar y


Comportamientos delictivos en Adolescentes Españoles: el doble rol mediador de
la autoestima. Universidad de Valencia. España. Revista Latinoamericana de
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Lexus (1996). LEXUS, Diccionario Enciclopédico, Color. Lexus Editores. ISBN: 9972-
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Luna, A., Laca, F. y Cedillo, L. (2012). Toma de decisiones, estilos de Comunicación


en el conflicto y Comunicación familiar en adolescentes bachilleres. Universidad
de Guadalajara, Universidad de Colima. México. Enseñanza e Investigación en
Psicología. Vol.17, N° 2, pp. 295 – 311.

Madrid (s.f.). Comunicación. Guia para familias. Madrid + Salud, instituto de


adicciones. Disponible en http://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas
/Salud/Publicaciones%20Propias%20Madrid%20salud/Publicaciones%20Propias
%20ISP%20e%20IA/PublicacionesAdicciones/ficheros/Comunicacion.pdf

Majluf, A. (1999). Psicopatología en adolescentes de Lima según el inventario de


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Revista de Psicología de la P.U.C.P. Vol. XVII, N° 1.

Oseda, D. (2008). Metodología de la Investigación. Huancayo: Ed. Pirámide.

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Parra, A. y Oliva, A. (2002). Comunicación y conflicto familiar durante la
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Paquentin, V. (2009). Conductas parentales y problemas de conducta en la Escuela


Secundaria: la perspectiva de los adolescentes. Universidad Nacional Autónoma
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Argentina de una Escala de Comunicación Padres-Adolescente. Universidad de
Buenos Aires. Argentina. Revista Interamericana de Psicología. Vol. 42, N° 1,
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exteriorizados e interiorizados en la adolescencia: Relaciones con los hábitos de
crianza y con el temperamento. UNED. Departamento de Psicología de la
Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos. Madrid. Acción
Psicológica. Vol. 3, N° 3, pp. 207-221.

81
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http://www.redalyc.org/pdf/836/83601104.pdf . Chile, 2004, 12 pp.

2. Acuña, José. Familia y Rendimiento Académico de los estudiantes del x ciclo


2012 - II de la Escuela Académica Profesional de Educación Primaria y
Problemas de Aprendizaje de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez
Carrión – huacho. En:
http://190.116.38.24:8090/xmlui/bitstream/handle/123456789/238/TESIS
%20MAESTRIA%20AUTOESTIMA%20Y%20RENDIMIENTO
%20ACADEMICO.pdf?sequence=1 Perú, 2013, 138

3. Alonso, Luz. relaciones interpersonales en jóvenes estudiantes de primer


semestre de la División Salud de la Universidad del Norte, Barranquilla
(Colombia). En:
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/salud/article/viewArticle/4052/5709
Colombia, 2003, 1 pp.

82
ANEXOS

83
MATRIZ DE CONSISTENCIA

RELACIÓN ENTRE LA COMUNICACIÓN FAMILIAR Y LOS PROBLEMAS


CONDUCTUALES EN ADOLESCENTES DEL NIVEL SECUNDARIO DE LA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA JORGE BASADRE, DISTRITO DE JOSÈ LUIS
BUSTAMANTE Y RIVERO, AREQUIPA, 2017

84
ANEXO 2
85
INSTRUMENTO 1

ESCALA DE COMUNICACIÓN PADRES-ADOLESCENTE

A continuación, vas a encontrar unas frases que describen la relación con TU madre y
con TU padre. Piensa en qué medida estas frases responden a tu verdadera situación con
ellos. Recuerda que no existen respuestas buenas o malas, lo importante es que reflejen
tu opinión personal. Te recomendamos que empieces por MI MADRE. Cuando acabes,
sigue con MI PADRE.

Grado:…………………. Edad:……………………….sexo:……………………

1 2 3 4 5
Nunca Pocas veces Algunas veces Muchas veces Siempre

Items MI MADRE MI PADRE

1.- Puedo hablarle acerca de lo que pienso sin sentirme mal


o incómodo/a 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

2.- Suelo creerme lo que me dice 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

3.- Me presta atención cuando le hablo 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

4.- No me atrevo a pedirle lo que deseo o quiero 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

5.- Me dice cosas que me hacen daño 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

6.- Puede saber cómo me siento sin preguntármelo 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

7.- Nos llevamos bien 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

8.- Si tuviese problemas podría contárselos 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

9.- Le demuestro con facilidad afecto 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

10.- Cuando estoy enfadado, generalmente no le hablo 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

11.- Tengo mucho cuidado con lo que le digo 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

12.- Le digo cosas que le hacen daño. 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

13.- Cuando le hago preguntas, me responde con sinceridad 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

14.- Intenta comprender mi punto de vista 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5


86
15.- Hay temas de los que prefiero no hablarle 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

16.- Pienso que es fácil hablarle de los problemas 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

17.- Puedo expresarle mis verdaderos sentimientos 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

18.- Cuando hablamos me pongo de mal genio 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

19.- Intenta ofenderme cuando se enfada conmigo 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

20.-No creo que pueda decirle cómo me siento realmente en


determinadas situaciones 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

¿En quienes estabas pensando cuando respondías?:


Marca sólo una respuesta con
Marca sólo una respuesta con una X: una X:
( ) Mi propia madre ( ) Mi propio padre
( ) Mi madrastra ( ) Mi padrastro
( ) Otro hombre que cuida de
( ) Otra mujer que cuida de mí mí

ANEXO 3

INSTRUMENTO 2

CUESTIONARIO DE AUTORREPORTE DE PROBLEMAS CONDUCTUALES


Y EMOCIONALES ACHENBACH & RESCORLA

A continuación, hay una lista de frases que describen a los jóvenes. Si la frase te
describe a ti ahora o durante los últimos seis meses, haz un círculo en el número 2 si te
describe muy a menudo. Haz un círculo en el número 1 si sólo te describe en cierta
manera o algunas veces. Si la frase no te describe a ti en los últimos meses, haz un
círculo en el 0. Asegúrate de contestar a todas las preguntas

87
N° ITEMS Ahora o durante los
últimos seis meses
Nun Algun Casi
ca as siemp
veces re
1 Actúo como si fuera mucho más joven que la edad que
tengo
2 Bebo alcohol sin permiso de mis padres
3 Discuto mucho
4 Dejo sin terminar lo que empiezo
5 Disfruto de muy pocas cosas
6 Me gustan los animales
7 Soy engreído, me las echo (me las doy de mucho)
8 No puedo concentrarme o prestar atención por mucho
tiempo
9 No puedo quitarme de la mente ciertos pensamientos
(describe)
10 No puedo estarme quieto(a
11 Dependo demasiado de algunos adultos
12 Me siento muy solo(a)
13 Me siento confundido(a) o como si estuviera en las
nubes
14 Lloro mucho
15 Soy bastante honesto(a)
16 Soy malo(a) con los demás
17 Sueño despierto(a) a menudo
18 Me hago daño a mí mismo(a) deliberadamente o he
intentado suicidarme
19 Trato de atraer mucha atención
20 Destruyo mis cosas
21 Destruyo las cosas de otras personas
22 Desobedezco a mis padres
23 Desobedezco en la escuela
24 No como tan bien como debería
25 No me llevo bien con otros jóvenes
26 No me siento culpable después de haber hecho algo
que no debo
27 Tengo celos de otras personas
28 Rompo las reglas en casa, en la escuela, o en otro lugar
29 Tengo miedo de ciertas situaciones, animales o lugares
(no incluyas la escuela) describe:
……………………………………………
30 Tengo miedo de ir a la escuela

88
31 Tengo miedo de que pueda pensar o hacer algo malo
32 Me siento como que tengo que ser perfecto(a)
33 Me siento como que nadie me quiere
34 Me siento como que los demás quieren perjudicarme
35 Me siento inferior o creo que no valgo nada
36 Me hago daño accidentalmente con mucha frecuencia
37 Peleo mucho
38 Los demás se burlan de mí a menudo
39 Me junto con jóvenes que se meten en problemas
40 Oigo sonidos o voces que otros creen que no existen
(describe)
…………………………………………………………
..
41 Actúo sin pensar
42 Me gusta más estar solo(a) que con otras personas
43 Digo mentiras o engaño a los demás
44 Me muerdo las uña
45 Soy nervioso(a), tenso(a)
46 Partes de mi cuerpo se tuercen o tienen movimientos
involuntarios (describe)
…………………………………………………………
.
47 Tengo pesadilla
48 No les caigo bien a otros/as jóvenes
49 Puedo hacer ciertas cosas mejor que otros/as jóvenes
50 Soy demasiado ansioso(a) o miedoso(a)
51 Me siento mareado(a)
52 Me siento demasiado culpable
53 Como demasiado
54 Me siento demasiado cansado(a) sin ninguna buena
razón
55 Peso demasiado
56 Tengo problemas físicos sin causa médica
a) Dolores o molestias (sin que sean del estómago o
dolores de cabeza)
b) Dolores de cabeza
c) Náuseas, me siento mal
d) Problemas con los ojos (si no usas lentes) describe:
……………….
e) Me da salpullido o irritación en la piel
f) Dolores de estómago
g) Vómitos

89
h) Otros:
…………………………………………………………
……..
57 Ataco a la gente físicamente
58 Me araño la piel u otras partes del cuerpo (describe):
……………..
59 Puedo ser bastante amigable
60 Me gusta tratar cosas nuevas
61 Mi desempeño escolar es bajo
62 Soy torpe; no tengo mucha coordinación
63 Prefiero estar con jóvenes mayores que yo
64 Prefiero estar con jóvenes menores que yo
65 Me rehúso a hablar
66 Repito ciertas acciones una y otra vez. (describe)
…………………
67 Me fugo de la cas
67 Grito mucho
69 Soy muy reservado(a); me callo todo
79 Veo cosas que otros creen que no existen. (describe)
……………………………………….
71 Me cohíbo, me avergüenzo con facilidad
72 Prendo fuegos
73 Puedo trabajar bien con mis manos
74 Me gusta llamar la atención o hacerme el (la)
gracioso(a)
75 Soy demasiado tímido(a)
76 Duermo menos que la mayoría de los jóvenes
77 Duermo más que la mayoría de los jóvenes durante el
día y/o la noche (describe)
…………………………………………………….
78 No presto atención o me distraigo fácilmente
79 Tengo problemas con el habla (describe)
………………………….
80 Defiendo mis derechos
81 Robo en casa
82 Robo fuera de casa
83 Almaceno demasiadas cosas que no necesito (describe)
……………
84 Hago cosas que otras personas piensan que son
extrañas (describe)
…………………………………………………………
.

90
85 Tengo ideas que otras personas pensarían que son
extraña (describe)
…………………………………………………
86 Soy testarudo(a)
87 Mi estado de ánimo o sentimientos cambian de repente
88 Me gusta estar con otras personas
89 Soy desconfiado(a)
90 Digo groserías o uso lenguaje obsceno
91 Pienso en matarme
92 Me gusta hacer reír a los demás
93 Hablo demasiado
94 Me burlo mucho de los demás
95 Me enfado con facilidad
96 Pienso demasiado en el sexo
97 Amenazo lastimar a otras personas
98 Me gusta ayudar a otras personas
99 Fumo, mastico, o inhalo tabaco (fumo cigarros)
10 No duermo bien (describe)
0 ………………………………………..
10 Falto a clases o a la escuela
1
10 Tengo poca energía
2
10 Me siento infeliz, triste, o deprimido(a)
3
10 Soy más ruidoso(a) que otros(as) jóvenes
4
10 Uso drogas sin razón médica (no incluyas aquí el uso
5 de alcohol o tabaco) (describe)
…………………………………………………
10 Trato de ser justo(a) con los demás
6
10 Me gusta un buen chiste
7
10 Me gusta llevar las cosas con calma
8
10 Trato de ayudar a los demás cuando puedo
9
11 Desearía ser del sexo opuesto
0
11 Evito relacionarme con los demás
1
91
11 Me preocupo mucho
2

92

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