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Monografía Técnicas Cognitivos Conductuales y Evaluación – Lic.

Daniel Cebreros

UNSL – MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA MENCIÓN


COGNITIVO-INTEGRATIVA 2018
MODULO: TÉCNICAS COGNITIVAS CONDUCTUALES Y
EVALUACIÓN

LA EVALUACIÓN CLÍNICA COMO BRÚJULA DEL ÉXITO TERAPÉUTICO.


Lic. Daniel Cebreros
"El ser humano no es inteligente
porque construyó la herramienta,
sino que el uso de la herramienta
lo hizo inteligente"
Lev Semionovich Vigotsky.

1. INTRODUCCIÓN
Es un problema integral en la formación del psicólogo argentino el uso de técnicas de
evaluación exclusivamente como medidas pre-tratamiento, la cual está apoyada fuertemente
en los puntos de vistas tradicionales de evaluación1 característicos del enfoque médico y del
psicoanálisis. Dando por resultado la sistematización de un error, el confundir las pruebas
como fines y no como medios acerca de la evolución del tratamiento. Este error, se manifiesta
en el cese del uso de herramientas de evaluación al cierre del psicodiagnóstico,
transformando a la evaluación en un compartimento estanco desligado del resto del proceso
de terapéutico.
Este vicio adquirido resulta en un gran problema, como lo indica Marinstany (2009):
“Está ampliamente estudiado que los terapeutas son pobres en la evaluación del curso de

1
La perspectiva tradicional de evaluación sostiene que la personalidad es un reflejo de estados o rasgos
duraderos, subyacentes. Se sostiene una causación intrapsíquica de la conducta problema y resultando las
condiciones presentes como producto del pasado y, por lo tanto, se espera que la conducta sea consistente con
el transcurso del tiempo y entre ambientes. Usa los datos, para describir el funcionamiento y la etiología de la
personalidad; para diagnosticar o clasificar y para realizar pronósticos; intentar para predecir. Hace un mayor
énfasis en lo interindividual o nomotético. Mayor énfasis en métodos indirectos (por ejemplo, entrevistas y
autoinformes). Con respecto al momento de realización de la evaluación, es casi exclusivo su uso en el
pretratamiento y, quizás, postratamiento o sólo para el diagnóstico. Medidas más globales (por ejemplo, de cura
o mejoría), pero sólo del individuo. Hartmann, D. P.; Roper; B. L. y Bradford, D. C. (1979). Some Relationships
Between Behavioral and Tradicional Assessment. Joumal of Behavioral Assessment, 1(4).

1
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tratamiento. Tienden a dar una visión más positiva del curso del tratamiento que no permite
el ajuste adecuado y la predicción de posibles fracasos en el curso del tratamiento (Corbella
y Botella, 2004; Lambert, 2004). La práctica clínica y la evaluación a través de instrumentos
se conjugan en este punto. Es por ello que la psicoterapia debe contar con investigación
actualizada del uso de instrumentos en la clínica.”2
Como bien señala la autora, resulta “[…]fundamental amplificar la perspectiva de los
psicoterapeutas incorporando la Evaluación Clínica en su práctica cotidiana.”3, punto que
Kazdin (1996) ya sugería en Psicología clínica: Ciencia y Práctica, cuando destacaba “la
importancia de evaluar los resultados de pacientes individuales en la práctica clínica
habitual”4 (Maristany, 2009). Sin embargo, Maristany (2009) advierte que: “Aprender a
evaluar una psicoterapia es muy complejo, dada la diversidad de fenómenos que es necesario
tener en cuenta y por ello el psicoterapeuta debe incluir en dicha tarea el uso de
instrumentos que le permitan ajustar el juicio clínico (Maristany y Fernández Álvarez,
2008). El terapeuta, para estimar la marcha de la terapia y, eventualmente, realizar ajustes
en el diseño empleado, debe contar con instrumentos de medida que operen como un juez
externo y complementario a su propio juicio clínico.”5
Por lo tanto, lo que se buscara describir en este trabajo es el uso de las técnicas de
evaluación como guías objetivas para que el terapeuta logre, conjuntamente con el paciente,
medir los resultados, facilitando así el consenso o colaboración para la meta6, a través del
uso de la retroalimentación o feedback7 (Lambert, 2001) de datos empíricos provenientes de
las pruebas.

2
Maristany, M. (2009). Evaluación Clínica y Psicoterapia: Una puerta abierta a la investigación. Revista
Argentina de Clínica Psicológica, XVIII(3). Pp. 275.
3
Maristany, M. (2009). Op. Cit. Pp. 277.
4
Lambert M. J.; Wipple J. L.; Smart D.W.; Vermeersch, D. A.; Nielsen, S. L. & Hawkins, E. J. (2001). The
effects of Providing Therapists with Feedback on Patient Progress During Psychotherapy: Are Outcomes
Enhanced?. Psychotherapy Research 11 (1). Pp. 50.
5
Maristany, M. (2009). Op. Cit. Pp. 275.
6
Cabe destacar que el consenso o colaboración para la meta, es parte constitutiva de la alianza y uno de los
factores comunes más potentes asociados al cambio terapéutico, como así lo describe Wampold (2015): “Un
segundo constructo relacionado con la alianza se designa como consenso o colaboración para la meta. Aunque
está relacionado con el acuerdo en torno a las metas y las tareas para la terapia, el consenso y la colaboración
para las metas se mide con diferentes instrumentos. […] el efecto para el consenso de la meta y la colaboración
es sólido (d = 0,72)”. Wampold, B. (2015). ¿Cuán importantes son los factores comunes en psicoterapia? Una
actualización. World Psychiatry 2015;14. Pp. 278.
7
Lambert M. J.; Wipple J. L.; Smart D.W.; Vermeersch, D. A.; Nielsen, S. L. & Hawkins, E. J. (2001). Op.
Cit. Pp. 49.

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2. LA FUNCIÓN DE LA EVALUACIÓN EN EL PROCESO TERAPÉUTICO.


Todo clínico debe saber que una parte crucial de la terapia es observar y evaluar los
efectos del proceso terapéutico, por este motivo, se vuelve imperioso medir dichos efectos.
Será por eso que me resulta difícil no estar de acuerdo con Cormier, W. H.; Cormier, L. S. &
cols. (2000)8, cuando afirman que: “[…] consideramos la evaluación como un componente
fundamental de la terapia. La evaluación de la terapia anima al terapeuta y al cliente e
indica también en que grado se van adquiriendo las metas terapéuticas.”
En consecuencia, considero que la demostración de resultados facilita al cliente la
continuidad del proceso terapéutico y refuerza la motivación para alcanzar la meta acordada.
Parafraseando a Egan (1975)9, se necesita obtener resultados tangibles, puesto que ellos
constituyen la columna vertebral del proceso de refuerzo del tratamiento, estos harán que el
cliente se motive y continúe.
Indudablemente, el terapeuta y el cliente, deberían ser capaces de poder evaluar el
grado de éxito o no del programa de acción que está siendo llevado a cabo. En efecto,
“Lambert y Brown (1996) también discutieron las ventajas del manejo "basado en datos" de
la práctica clínica con el propósito de mejorar la calidad de la atención al paciente,
proponiendo el uso de evaluaciones repetidas del estado del paciente junto con el uso de
puntajes de corte y metodología de validación social (significación clínica).”10 Al fin al cabo,
la medida o el dato es un componente central del acercamiento científico a la evaluación
psicológica.
Por lo tanto, el proceso de evaluación debe ser algo continuo y debe orientar de
principio a fin el accionar del clínico, siendo los resultados los que verifiquen el ajuste de los
medios técnicos empleados a los fines terapéuticos pactados. Como sostienen Cormier y
Cormier (2000)11:“Los datos recogidos durante la evaluación se emplean para tomar
decisiones sobre la selección de las estrategias de tratamiento y sobre la proporción en que
se logran las metas de un cliente.”

8
Cormier, W. H.; Cormier, L. S. & cols. (2000). “Estrategias de Entrevista para Terapeutas. Habilidades Básicas
e Intervenciones Cognitivo-Conductuales. 3° Edición”. Bilbao, Desclee De Brouwer.
9
Egan, G. (1975). The skilled helper: A model for systematic helping and interpersonal relating. Pacific Grove,
CA: Brooks/Cole.
10
Lambert M. J.; Wipple J. L.; Smart D.W.; Vermeersch, D. A.; Nielsen, S. L. & Hawkins, E. J. (2001). Op.
Cit. Pp. 50.
11
Cormier, W. H.; Cormier, L. S. & cols. (2000). Op. Cit. Pp. 318.

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Mahoney (1977) sintetiza toda la cuestión de manera brillante: “El terapeuta más
eficiente armoniza con los datos del cliente. No recoge datos por mantener la apariencia
científica o porque lo considera apropiado... El terapeuta eficiente emplea los datos para
dirigir sus propios esfuerzos por producir algún impacto y ajusta sus estrategias
terapéuticas en base al feedback, independientemente de sus sesgos teóricos o preferencias
procedimentales [1977b, p. 241].”12.
El feedback es un elemento crucial para el alcance del éxito en el tratamiento
psicológico, cuestión que queda bien demostrada por Lambert et. al. (2001)13 en su
investigación sobre los efectos de la retroalimentación o feedback informacional en el
proceso terapéutico: “La investigación centrada en el paciente intenta proporcionar
información que responda a la pregunta: ¿Este tratamiento beneficia a este paciente? [….]
Los resultados mostraron que la retroalimentación aumentó la duración del tratamiento y
mejoró el resultado en relación con los pacientes en la condición de control que se
pronosticaron fracasos del tratamiento. El doble de pacientes en el grupo de
retroalimentación logró un cambio clínicamente significativo […] Para aquellos pacientes
que tenían una respuesta positiva al tratamiento, la retroalimentación a los terapeutas
resultó en una reducción en el número de sesiones de tratamiento sin reducir los resultados
positivos.”.

3. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA TERAPIA


Para Fernández Älvarez (2006)14: “La evaluación psicológica suele entenderse como
un procedimiento que puede servir para: 1) distinguir conductas duraderas, 2) predecir la
forma en que una persona habrá de responder en determinadas situaciones o 3) encontrar
eventos o tratamientos que pueden ayudar a una persona a cambiar algo que le genera
dificultades (Beutler, Groth-Marnet, 2003). Esta última acepción es la que se ajusta mejor a
los objetivos que se persiguen en el terreno que aquí exploramos.”

12
Cormier, W. H.; Cormier, L. S. & cols. (2000). Pp. 318.
13
Lambert M. J.; Wipple J. L.; Smart D.W.; Vermeersch, D. A.; Nielsen, S. L. & Hawkins, E. J. (2001). The
effects of Providing Therapists with Feedback on Patient Progress During Psychotherapy: Are Outcomes
Enhanced?. Psychotherapy Research 11 (1). Pp. 50.
14
Fernández Álvarez, Héctor (2006). Los múltiples rostros de la evaluación en psicoterapia. RIDEP · 21(1).
Pp. 149.

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También deberá tenerse en cuenta que “las necesidades de una evaluación dependen
del momento del tratamiento que esté en consideración. En la fase inicial sus preocupaciones
están vinculadas con la confección del diseño terapéutico. Durante el tratamiento, el
terapeuta recurre a la evaluación para estimar la marcha de la terapia y, eventualmente,
realizar ajustes en el diseño empleado. Hacia el fin del tratamiento, el mayor valor de
evaluar un proceso psicoterapéutico está relacionado con ponderar los logros alcanzados y
facilitar una toma de decisión sobre la terminación.” (Fernández Álvarez, 2006)15.
Por ende, en un proceso terapéutico, tanto el terapeuta y como el cliente deberían poder
evaluar el grado en que se ha logrado la meta pactada y es recomendable que “por cada
cliente se realicen múltiples mediciones de cada conducta meta. Las mismas conductas
deberían ser evaluadas repetidas veces antes, durante y después del tratamiento.” (Cormier
y Cormier, 2000)16.
A los fines terapéuticos, el problema del cliente debe definirse claramente y las
conductas meta deben especificarse antes de que el terapeuta lleve a cabo la evaluación. El
método de evaluación de resultados debe evidenciar el problema, caso contrario la fiabilidad
y la validez de los métodos de evaluación puede verse afectada, en conclusión, la fiabilidad
es la posibilidad de generalizar la conducta meta y principalmente la validez de un método
de evaluación radica en si cumple el propósito que persigue.

4. VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LAS MEDIDAS DE EVALUACIÓN EN


ARGENTINA
Hasta aquí todo perfecto, ahora, si nos detenemos un momento a contemplar nuestro
pequeño rincón geográfico, existe un enorme problema en la Argentina, son escasísimos los
instrumentos psicométricos validados para nuestra población y deficitaria la difusión de los
existentes, como indicaban De La Iglesia y Freiberg Hoffman (2015)17: “A pesar de que la
psicometría argentina ha crecido, la investigación sobre tests en términos de desarrollo y
adaptación debe ser fuertemente promocionada (Fernández Liporace, Castro Solano, &

15
Ibidem. Pp. 150.
16
Cormier, W. H.; Cormier, L. S. & cols. (2000). Op. Cit. Pp. 323.
17
De La Iglesia, G.; Freiberg Hoffmann, A. (2015). Psicometriar: una propuesta de divulgación científica de la
psicometría Argentina. VII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXII
Jornadas de Investigación XI Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de
Psicología - UBA, Buenos Aires.

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Scheinsohn, 2012). La necesidad de contar con instrumentos psicométricos actualizados y


con adecuadas propiedades psicométricas para su uso en población argentina se da tanto
en el ámbito de investigación como en el de aplicación. La divulgación de esta tecnología
suele ser escasa y reducida al ámbito científico. En efecto, el único resumen (soberbiamente
preciso) sobre el arte del tema en Argentina que se puede rastrear, fue realizado por la Dra.
María Elena Brenlla en el 201318.
En relación a la validez de un instrumento, es necesario entender que19: “Las
cualidades psicométricas de las medidas utilizadas necesariamente afectan la validez de los
juicios clínicos que se realicen, pues los índices de validez de las medidas son esenciales
para establecer el grado de confianza que puede depositarse en las inferencias realizadas a
partir de ellas. La validez de un instrumento puede variar a través de poblaciones, entornos
y objetivos de la evaluación y no es un atributo que sea susceptible de fácil generalización.
Siendo su validez condicional, los instrumentos de evaluación deben ser validados para el
propósito concreto de la evaluación (Haynes, 2006).” (Ruiz, M. A. et. al., 2012)
En consecuencia, es sustancial que la evaluación reflejé la conducta que se desea
evaluar, puesto que: “cualquier medida de una conducta problema está directamente
relacionada con cómo esta conducta puede cambiarse, sin embargo, la mayor parte de los
instrumentos de evaluación utilizados en la evaluación conductual no ha seguido un proceso
riguroso de validación, no existiendo, en muchos casos, datos sobre sus propiedades
psicométricas en determinadas situaciones, poblaciones o problemas […]”20. Una
advertencia, que el psicólogo clínico debe respetar, a la hora utilizar un instrumento de
evaluación carente de adaptación y/o validez.

5. CONCLUSIONES
El clínico puede mejorar los resultados del cliente si se apoya en métodos de
evaluación objetivos, brindándole retroalimentación acerca de los datos obtenidos en las
pruebas y facilitando la toma de consciencia sobre los avances realizados en el tratamiento.

18
Brenlla, M. E. (2013). Los Tests en Argentina. I Seminario virtual de evaluaciones psicológicas. Red Peruana
de Psicometría, Perú. Recuperado en: https://es.calameo.com/read/0021424722ebbb0c97886
19
Ruiz, M. A.; Díaz, M. I. & Villalobos, A. (2012). Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo
Conductuales. Bilbao, Desclée De Brouwer. Pp. 137.
20
Ibidem. Pp. 137.

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Por este motivo, es indiscutible que el uso de instrumentos de evaluación a lo largo


del proceso terapéutico beneficia la práctica clínica. Puesto que dota al terapeuta de una guía
objetiva que valida su percepción clínica y facilita la maniobrabilidad si puede reconocer los
elementos que las pruebas le aportan.
Efectivamente, para que todo esto se logre, es necesario que los resultados se
desprendan de pruebas adaptadas y validadas, caso contrario, el clínico debe tomar sus
recaudos a la hora de interpretar los resultados.
En conclusión, el uso longitudinal21 de instrumentos de valoración del proceso, se
constituye en una herramienta más del arsenal potenciación del cambio en el ámbito clínico.

6. BIBLIOGRAFÍA
1) Brenlla, M. E. (2013). Los Tests en Argentina. I Seminario virtual de evaluaciones
psicológicas. Red Peruana de Psicometría, Perú. Recuperado de:
https://es.calameo.com/read/0021424722ebbb0c97886
2) Cormier, W. H.; Cormier, L. S. & cols. (2000). Estrategias de Entrevista para
Terapeutas. Habilidades Básicas e Intervenciones Cognitivo-Conductuales. 3° Edición.
Bilbao, Desclee De Brouwer.
3) De La Iglesia, G.; Freiberg Hoffmann, A. (2015). Psicometriar: una propuesta de
divulgación científica de la psicometría Argentina. VII Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXII Jornadas de Investigación XI
Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - UBA,
Buenos Aires.
4) Delgado Rodríguez, M., & Llorca Díaz, J. (2004). Estudios longitudinales: concepto
y particularidades. Revista Española de Salud Pública, 78(2), 141-148. Recuperado de:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-
57272004000200002&lng=es&tlng=es.

21
“El estudio longitudinal implica la existencia de medidas repetidas (más de dos) a lo largo de un seguimiento.
[…] permite inferencias a nivel individual y analizar cambios en diferentes variables (exposiciones y efectos)
y transiciones entre diferentes estados de salud.” Delgado Rodríguez, M., & Llorca Díaz, J. (2004). Estudios
longitudinales: concepto y particularidades. Revista Española de Salud Pública, 78(2), 141-148. Recuperado
en 29 de enero de 2020, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-
57272004000200002&lng=es&tlng=es.

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5) Egan, G. (1975). The skilled helper: A model for systematic helping and
interpersonal relating. Pacific Grove, CA: Brooks/Cole.
6) Fernández Álvarez, Héctor (2006). Los múltiples rostros de la evaluación en
psicoterapia. RIDEP · 21(1). Pp. 149.
7) Hartmann, D. P.; Roper; B. L. y Bradford, D. C. (1979). Some Relationships
Between Behavioral and Tradicional Assessment. Joumal of Behavioral Assessment, 1(4).
8) Lambert M. J.; Wipple J. L.; Smart D.W.; Vermeersch, D. A.; Nielsen, S. L. &
Hawkins, E. J. (2001). The effects of Providing Therapists with Feedback on Patient Progress
During Psychotherapy: Are Outcomes Enhanced?. Psychotherapy Research 11 (1).
9) Maristany, M. (2009). Evaluación Clínica y Psicoterapia: Una puerta abierta a la
investigación. Revista Argentina de Clínica Psicológica, XVIII(3).
10) Ruiz, M. A.; Díaz, M. I. & Villalobos, A. (2012). Manual de Técnicas de
Intervención Cognitivo Conductuales. Bilbao, Desclée De Brouwer.
11) Wampold, B. (2015). ¿Cuán importantes son los factores comunes en
psicoterapia? Una actualización. World Psychiatry 2015;14.

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ANEXO: GUÍA DE TESTS CON ADAPTACIÓN Y


TIPIFICACIÓN ARGENTINA (Brenlla, M. E, 2013)22
TESTS COGNTTIVOS ADAPTADOS Y TIPIFICADOS
1) Test de Aptitudes Diferenciales (DAT), 2) Escala de Inteligencia de Wechsler para pre-
escolares (WPPSI), 3) Escala de Inteligencia de Wechsler para niños - IV (WISC - IV), 4) Escala de
Inteligencia de Wechsler para adultos - III (WAIS- III), 5) Test de Raven (escalas general, coloreada
y avanzada), 6) Test del Dibujo de la Figura Humana (version Koppitz) (DFH), 7) Test de Bender
infantil (version Koppitz) y 8) Test VADS de Koppitz
TESTS NEUROPSICOLOGICOS ADAPTADOS Y TIPIFICADOS
1) Examen Neuropsicológico Breve de Folstein (MMSE), 2) Figura Compleja de Rey, 3) Test
del Trazo, 4) Test del Reloj y 5) Test de Denominación de Boston
TESTS DE PERSONALIDAD Y DE RASGOS PSICOLOGICOS ADAPTADOS Y
TIPIFICADOS
1) Inventario Millon de Estilos de Personalidad (MIPS), 2) Cuestionario de Personalidad de
Eysenck, 3) Cuestionario Big Five de Costa y McRae, 4) Escala de Autoeficacia General de
Schwarzer, 5) Escala de Locus de Control de Rotter y 6) Escala breve de afrontamiento al estrés de
Carver
TESTS Y ESCALAS DE RASTRILLAJE DE RASGOS PSICOPATOLOGICOS
ADAPTADOS Y TIPIFICADOS
1) Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota 2 (MMPI-2), 2) Escala de Malestar
Psicológico de Kessler (K-10), 3) Sympton Check List (SCL-90-R) de Derogatis, 4) Inventario de
Depresión de Beck II (BDI-II), 5) Escala de Ansiedad Estado y Rasgo de Spielberger (STAI) y 6)
Child Behavior Checklist (CBCL) de Achenbach
DISEÑO DE TESTS EN ARGENTINA
1) Sistema de Orientación Vocacional Informatizado de Fogliatto, 2) Escalas de Locus de
Control para Niños y para Adolescentes de Richaud de Minzi, 3) Test LEE de Lectura y Escritura en
Español (Test LEE) de Defior Citoler y cols. 4) Batería PROCALCULO de Feld y cols. 5) Test Leer
para Comprender (TLC) de Abusamra y cols. 6) Escala de Bienestar Psicológico para Adolescentes
y Adultos de Casullo y cols. 7) Cuestionarios de Estilos de Liderazgo de Castro Solano y 8) Inventario
de Autoeficacia para Inteligencias Múltiples Revisado (IAMI-R) de Pérez y cols.
ESTUDIOS ARGENTINOS CON TESTS PROYECTIVOS
1) Test de Rorschach (Passalacqua, Lunazzi), 2) Test de Relaciones Objétales (TRO) de
Phillipson (Bernstein), 3) Test de Apercepción Temática (TAT) de Murray (Bernstein), 4) Test de
Apercepción Temática Infantil (CAT) de Bellack (Bernstein, Schwartzman) y 5) Test Desiderativo
(Celener)

22
Brenlla, M. E. (2013). Los Tests en Argentina. I Seminario virtual de evaluaciones psicológicas. Red Peruana
de Psicometría, Perú. Recuperado en: https://es.calameo.com/read/0021424722ebbb0c97886

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