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EJERCICIOS DE MANDIBULA

1.Coloca un objeto entre los dientes para ejercitar la mandíbula de lado a


lado. Utiliza el mismo objeto que en el ejercicio anterior y colócalo nuevamente entre
los dientes superiores e inferiores, pero esta vez en posición horizontal. Mueve los
dientes inferiores de lado a lado en lugar de hacerlo de arriba a abajo. De esta manera,
podrás aumentar la movilidad lateral de la mandíbula
 Realiza este ejercicio según sea necesario para controlar el dolor o cuando
necesites una mayor movilidad en la mandíbula.

2.Coloca un objeto entre los dientes para ejercitar la mandíbula realizando un


movimiento hacia adelante. Dicho objeto debe tener un grosor de entre 0,5 y 1,3 cm
(¼ y ½ pulgada), como un depresor de lengua o un palillo chino, y deberás colocarlo
entre los dientes superiores e inferiores. Orienta el objeto de forma tal que sobresalga
por la parte delantera de tu boca en lugar de por los lados. A continuación, mueve la
mandíbula inferior hacia adelante tratando de apuntar el objeto hacia arriba. Una vez
que puedas dominar el ejercicio, aumenta gradualmente el espesor del objeto para tener
un mayor rango de movimiento.
 Procura elegir un objeto que puedas tener en la boca tal como se indica
previamente. Si utilizas objetos caseros inadecuados y no tienes cuidado, podrías
astillarte los dientes accidentalmente durante el ejercicio.
 Realiza este ejercicio cada vez que sientas que necesitas una mayor movilidad en
la mandíbula, como antes de una comida.
3.Realiza el ejercicio del “pez dorado”. Si bien los peces dorados no estiran la
mandíbula cuando mordisquean, estos ejercicios pueden liberar la tensión en la ATM.
Para hacerlos, coloca dos dedos en la ATM (esta se encuentra en el punto donde sientes
mayor incomodidad en la bisagra de la mandíbula, cerca de la oreja) y luego un dedo de
la otra mano en el mentón. A continuación, abre la boca mientras aplicas una presión
ligera contra la ATM. Realiza este ejercicio seis veces por sesión, y seis sesiones a lo
largo del día.
 No ejerzas resistencia en el mentón cuando abras la boca, pues este ejercicio
tiene como finalidad relajar la mandíbula, no fortalecerla.
4.Abre y cierra la mandíbula. Mantén la lengua pegada al paladar mientras abres y
cierras la mandíbula lentamente. Al relajarla, liberarás la tensión, lo que también
representa una parte necesaria de cualquier rutina que implique el entrenamiento de
fuerza. Posiciona la lengua en el paladar, justo detrás de los dientes frontales. A
continuación, deja caer la mandíbula para hacer que los músculos se relajen. No es
necesario que mantengas esta posición de apertura; simplemente realiza este ejercicio
seis veces por sesión, y seis sesiones a lo largo del día

5.Comer con espejo: el objetivo controlar el sellado labial mirándose al espejo


durante la masticación. Debe masticar los 10 primeros bocados de cada comida sin
dejar de mirarse al espejo cerrando los labios al masticar, después observarle cuando
ya no tenga espejo y si vuelve abrirla volver hacer otras 10 veces mirando al espejo

6.Colocar los dedos pulgares sobre la parte media de la frente y deslizarlos hacia fuera
con un movimiento suave pero firme.

7.Colocar la yema de los dedos pulgares sobre la parte media de la cara entre la nariz y
el labio superior. Deslizar los dedos hacia fuera y arriba recorriendo las mejillas.

8.Realizar el masaje de forma simultánea la zona ubicada por encima del labio superior,
como así también la ubicada por debajo del labio inferior, con los dedos medio e índice.
10.Con dos dedos, mantener cerrados el labio superior e inferior mediante una presión
firme durante un par de minutos.
Estimulación del bucinador (músculo que se encuentra en las mejillas)
 Meter en la boca un dedo o una espátula y distender con ellos el moflete.
 Pellizcar los mofletes hacia fuera crea que el individuo los contraiga de forma refleja.
 Pedir al paciente que infle los mofletes.

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