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Los metales más usados para el recubrimiento se pueden dividir en dos grupos:
1.1 GALVANOPLASTIA.
Tanto el ánodo como el cátodo están inmersos en una solución que está
compuesta por una o varias sales de metales disueltas, así como algunas
especies iónicas que contribuyen al flujo de la corriente eléctrica.
Por otro lado, en el cátodo se origina la reducción de los iones de los metales que
se han disuelto en la interfase formada entre el cátodo y el electrolito, para que así
puedan “extenderse” hacia el cátodo.
Imagen 1.1.1 Descripción gráfica de la galvanoplastia.
La electrotipia es activada por las corrientes eléctricas que fluyen entre el conjunto
de cables sumergidos en la disolución (ánodo) y el cable conectado al molde
revestido (cátodo). Para la electrotipia en cobre, un electrolito acuoso típico
contiene sulfato de cobre (CuSO4 ) y ácido sulfúrico (H2SO4), y el ánodo es
también de cobre. La disposición se ilustra en la figura. Los átomos de cobre
presentes en la disolución, al depositarse sobre el modelo, provocan que los
átomos de la superficie del ánodo entren en el electrolito como iones de cobre
(Cu++ en la figura). Los iones de cobre son absorbidos por la superficie de la
realización del molde a la misma velocidad a la que el cobre se disuelve desde el
ánodo, completando así el circuito eléctrico. Cuando la capa de cobre sobre el
molde alcanza el espesor deseado se detiene el proceso cortando la corriente
eléctrica. El molde y la copia adjunta se retiran de la solución, y se separan con
cuidado. Se pueden emplear otros metales, además del cobre. El procedimiento
es similar, pero cada metal necesita ánodo y electrolitos diferentes.
Imagen 1.1.2 Esquema de aparato para la galvanoplastia. Una corriente eléctrica fluye desde la batería, a
través del ánodo de cobre, el electrolito, y el molde revestido.
Actúa como un pasivo (capa inerte sobre la superficie de un metal) de color azul,
negro o café.
Los orígenes del pavonado son un tanto inciertos. Lo que sí se conocía es que
calentando el acero hasta alcanzar un tono azulado y sumergiéndolo en aceite,
aumentaba considerablemente su resistencia a la herrumbre. Al parecer, La
apariencia negra azulada del óxido de hierro, similar al plumaje de un pavo, es lo
que le da el nombre al proceso.
las piezas se limpian, se cubren con una solución al 15.25% de asfalto o barniz de
aceite en gasolina, después sobre una malla de hierro, se colocan dentro de un
horno a una temperatura entre 350-400 °C en un lapso de tiempo de 10 a 12
minutos hasta obtener un todo azulado a negro.
Imagen 1.2.1 Pavonado por calentamiento.
Por otra parte, la nitruración exige el uso de acero especial aleado, debido a que
solamente cuando se forman nitruros de cromo, molibdeno, aluminio etc., esta
operación da buenos resultados. La dureza de la capa superficial es natural, es
decir, se obtiene sin temple; por lo tanto sirve para el trabajo a temperaturas
relativamente altas (400-500°C). Por lo que las piezas que se hayan pasado por
un proceso de nitruración se pueden usar en trabajos con temperaturas de hasta
500 °C (temperatura de nitruración), temperatura a la cual el nitrógeno comienza a
escaparse de la pieza, eliminando los efectos de la nitruración y disminuyendo la
dureza de la pieza. No todos los aceros son aptos para nitrurar, ya que en
ocasiones el procedimiento puede resultar contraproducente, tales como los
aceros al carbón, en los que el nitrógeno penetra demasiado rápido en la
estructura y la capa nitrurada tiende a desprenderse.
Estas son algunas de las ventajas que se pueden obtener al realizar este
tratamiento:
Elevada dureza, con valores de HV 650 a 1100 según el material utilizado.
La capa nitrurada confiere resistencia al desgaste.
Normalmente se emplean aceros entre 0,2 y 0,60 % C, aleados con Al, Cr, Mo y V.
El contenido de C no influye en la dureza y levemente en la profundidad de capa,
disminuyendo ésta con él % de C.
El Aluminio (Al) es el elemento más importante para lograr las máximas durezas,
pero debe ir siempre acompañado de otros aleantes para evitar capas nitruradas
muy frágiles.
Nitruración gaseosa.
Todos los tipos de aceros se pueden nitrurar con éxito a la presión atmosférica
mediante nitrógeno atómico procedente de la descomposición de combinaciones
nitrogenadas, por ejemplo, el amoníaco. La nitruración por amoníaco se produce
en 3 etapas:
2) Absorción del N por el Feα para formar primeramente solución sólida y después
nitruro de hierro (Fe4N).
es estacionario; las piezas a nitrurar se cargan en una canasta que se baja dentro
de la cámara de calentamiento. La tapa se sella con una junta de amianto y se
sumerge en una cubeta llena de aceite. La atmósfera entra por la parte superior y
sale por la parte inferior del horno. La refrigeración se logra con un ventilador y
abriendo una válvula de una camisa colectora de agua. Hornos de diseño similar,
pero sin la camisa de agua, se utilizan cuando no se requiere un enfriamiento
rápido; la calidad de nitruración lograda es equivalente a la de los hornos de tubo
colector. La nitruración también ha sido satisfactoria en retortas verticales sin
ventiladores. Flujos y presiones apropiados en la línea de salida, son críticos para
proveer el amoníaco suficiente. La no utilización del ventilador, elimina un espacio
común de fugas de gas y/o entrada de aire
Imagen 1.3.4 Horno de retorta vertical de nitruración.
Tiene una base estacionaria y está equipado con entrada y salida de atmósfera,
termo cupla de control, ventilador circulante, y salidas para potencia eléctrica y
controles. Las piezas a nitrurar se cargan en canastas, que se colocan sobre un
soporte en la base del horno. Una retorta reducida en la base se sumerge en
aceite, que hace de sello. El calentamiento es provisto por una campara
calefactora que baja y descansa en la parte superior de la retorta. El calor pasa a
través de las paredes de la misma y se transfiere a la carga por radiación y
convección mientras la atmósfera circula. El enfriamiento se logra reemplazando la
campana calefactora por una enfriadora que extrae el aire alrededor de las
paredes de la retorta y lo saca por la parte superior de la campana. Este
movimiento de aire se lleva a cabo por un ventilador en la parte superior. Es usual
proveer más bases que campanas de calentamiento y enfriamiento, lo que permite
el uso más eficiente de las mismas. La campana de enfriamiento no es esencial
sino se requiere enfriamiento rápido para aumentar la productividad de la base; la
calidad de nitruración alcanzada es equivalente pero el calor irradiado por la
retorta puede provocar disconfort a las personas que trabajan en el área cercana.
Imagen 1.3.4 Esquema de horno de campana mostrando la base estacionaria cubierta por campanas.
Hornos de caja.
También se utilizan hornos de nitruración del tipo de caja móvil con dos puestos
estacionarios. Cada puesto está equipado con entrada y salida de atmósfera,
termo cupla de control, ventilador circulante y controles separados. Las piezas se
cargan en canastas que se ubican sobre pesadas placas metálicas en cada
puesto. Se coloca una tapa sobre la carga, que se ubica en una ranura en la
placa, llena de finos de mineral de cromo que actúan de sello. Se ajusta de modo
seguro y luego el horno se coloca sobre la carga. El calor pasa a través de las
paredes de la cubierta y se transfiere a la carga por radiación y convección por la
atmósfera circulante. Cuando el horno se corre sobre la segunda placa, el
enfriamiento de la primera se logra por transferencia al exterior o por circulación
forzada de aire. Normalmente la circulación natural es suficientemente rápida para
permitir el enfriamiento y la recarga, antes que el horno esté nuevamente
disponible.
Imagen 1.3.4 Horno de caja.
Imagen 1.3.4 Cesta que se sumerge una la solución salina para nitrurar aceros.
1.3.5 Aplicaciones.