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El problema de la reclamación de la
Guayana Esequiba
Rafael Ruano Montenegro
La situación en el sector atlántico debe ser abordada con prontitud, ya que existe una
amenaza real para los intereses del Estado venezolano.
La situación es la siguiente.
1.- Con relación a Guyana, no se puede plantear una delimitación marítima mientras no se
resuelva lo concerniente a la reclamación del territorio de la Guayana Esequiba. El
territorio venezolano de la Guayana Esequiba tiene 270 kilómetros de costa sobre el
Océano Atlántico, los cuales representan una enorme proyección marítima. Sin embargo,
la búsqueda de un arreglo práctico, como lo plantea el Acuerdo de Ginebra de 1966,
obligaría a ambos Estados a encontrar una solución intermedia; luego de la cual, se
iniciarían negociaciones para delimitar las áreas marinas y submarinas. Para complicar aún
más la situación con este País, en junio del año 2000, la empresa petrolera canadiense CGX
Energy, contratada por el gobierno de Guyana, comenzó labores de exploración en aguas
fronterizas entre ese País y Surinam; lo que provocó una protesta de parte de este último.
En el año 2004, ambos países decidieron dirimir la controversia ante el Tribunal
Internacional del Derecho del Mar[1].
Este Tribunal sentenció el 17 de septiembre del año 2007, y aplicó principios equitativos
para delimitar las áreas marinas y submarinas entre los dos Estados litigantes. Pero lo
insólito de esta de decisión es, que en ella fueron tomados como referencia apara realizar la
delimitación varios puntos ubicados en la costa de la Guayana Esequiba. Con esto, el
Tribunal parece desconocer, o no tomar en cuenta, que esa área forma parte de una
controversia limítrofe entre Venezuela, el Reino Unido y Guyana, cuya solución esta sujeta
al Acuerdo de Ginebra de 1966.
En otras palabras, aparentemente, este Tribunal reconoce derechos a Guyana sobre la Zona
en Reclamación, ver línea color verde en el mapa.
Los derechos de soberanía que Surinam podría ejercer hacia el Este de esa línea, no afectan
a los intereses de Venezuela; no obstante, la proyección de la plataforma continental de
Guyana hacia el Oeste, podría invadir las áreas marinas y submarinas que se proyectan
desde las costas de la Guayana Esequiba y del estado Delta Amacuro.
Lo que resulta también incomprensible es, que hasta la fecha, no se tiene conocimiento de
que el gobierno de Venezuela haya presentado protestas ante estos gobiernos, ni ante este
Tribunal de las Naciones Unidas, o ante la Secretaría General, para denunciar
particularmente en este último caso, que la sentencia aparenta desconocer la existencia del
Acuerdo de Ginebra, cuyo cumplimiento es responsabilidad directa de esa Secretaría a
través de un buen oficiante que es designado por el propio Secretario General.
2.- Con relación a Barbados, los hechos se remontan al año 2004, cuando este país firmó
con Guyana un acuerdo de cooperación en sus zonas económicas exclusivas, por el hecho
de que ambos reclamaban un “supuesto” solapamiento de sus espacios marítimos; pero
resulta, que ese “solapamiento”, se encuentra exactamente sobre la plataforma continental
de Venezuela (estado Delta Amacuro). Esto tampoco ha sido reclamado por Venezuela.
Luego de catorce años sin haberse pronunciado al respecto, el 14 de febrero de ese mismo
año (2004), el gobierno de Barbados, denunció el Tratado de 1990 sobre delimitación de
áreas marinas y submarinas subscrito entre Venezuela y, Trinidad y Tobago, bajo el
argumento de que violaba el Derecho del Mar y menoscababa sus derechos.
También en ese año (2004) Barbados y, Trinidad y Tobago, recurrieron a un arbitraje apara
delimitar sus áreas marinas y submarinas. La respectiva sentencia se dictó el 11 de abril de
2006, y trazó una línea equidistante de once (11) puntos geodésicos (ver línea color naranja
en el mapa), la cual en su Punto final (nº 11), hace contacto con la línea comprendida entre
los Puntos 21 y 22 del Tratado entre Venezuela y, Trinidad y Tobago del año1990.
Como consecuencia de esto, Trinidad y Tobago deja de ejercer soberanía hacia el Noroeste
de esa línea (Puntos 21 y 22); a partir del Punto 11, acordado con Barbados, y hasta el
Punto 22, acordado con Venezuela.
La situación que se plantea resulta ser interesante, en razón de que ahora Venezuela, de
hecho, limita con Barbados a partir de ese Punto 11 (año 2006), que en la práctica, pasaría a
ser un punto triple o trifinio entre Trinidad y Tobago, Barbados y Venezuela. Trinidad y
Tobago, no puede desconocer unilateralmente su tratado de límites con Venezuela.
Barbados tampoco podría denunciar y desconocer ese Tratado, por el hecho de haber
mantenido una actitud aquiescente con relación al mismo durante catorce años, contados
desde 1990.
Pero la situación es, que el gobierno de Barbados, en el año 2007, abrió una ronda de
licitaciones para asignar bloques para la exploración y eventual explotación de
hidrocarburos. Algunos de estos bloques invaden áreas pertenecientes a Venezuela según el
límite acordado con Trinidad y Tobago en el Tratado de 1990. El área que se invade, se
halla entre los Puntos 11 de 2006 (Trinidad y Tobago-Barbados), y 22 de 1990 (ver en el
mapa la línea de color amarillo).
1.- Frente a Barbados, Venezuela debe manifestar que, bajo ninguna circunstancia, este
Estado puede desconocer la delimitación acordada con Trinidad y Tobago en 1990; en
razón de su actitud aquiescente asumida entre los años 1990 y 2004, la cual conduce a una
situación que perfectamente cabría dentro de un “Stoppel”.
2.- Los Tratados firmados entre Trinidad y Tobago y, Barbados; y entre Guyana y Surinam,
no pueden vincular a un tercer Estado, por consiguiente, no pueden injerir en los derechos
preestablecidos en los Tratados firmados por Venezuela.
3.- Ninguno de estos arbitrajes, podría haber interferido en lo acordado entre Venezuela y
Trinidad y Tobago en 1990; porque de haberlo hecho, se habría incurrido en un claro caso
de “ultra petita” o extralimitación de funciones.
4.- Venezuela debe iniciar negociaciones con Barbados sobre la base del reconocimiento,
por parte de ese Estado, de la línea limítrofe acordada con Trinidad y Tobago en 1990.
5.- Debe ser denunciado ante las instancias pertinentes, el tratado entre Guyana y Surinam.
De no hacerse esta denuncia, Venezuela estaría reconociendo derechos a Guyana sobre el
territorio en reclamación y sobre su proyección marítima.
La falta de pronunciamiento por parte del Estado venezolano, también facilita a las
trasnacionales petroleras, el eventual control de bloques en concesión otorgados por otros
Estados del área.
Venezuela debe diseñar con eficiencia, prontitud y claridad, una sólida y contundente
política de Estado dirigida a defender y preservar sus intereses estratégicos y geopolíticos
en el sector atlántico; de no hacerlo, sus derechos podrían verse amenazados por una actitud
de asentimiento frente a las acciones de otros Estados.
Sección: Síntesis de Noticias
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El relato forma parte del telefax -al que accedió El Universal- que envió un día después el
embajador venezolano en Guyana, Darío Morandy, dirigido a la dirección del Despacho del
Ministro de Relaciones Exteriores, con copias para la oficina del Viceministerio para
América Latina y el Caribe, la Dirección de Soberanía, Límites y Asuntos Fronterizos y la
Unidad Especial de Guyana.
Morandy -quien por estar de reposo en ese momento no pudo acudir al encuentro- señala en
su memorando que la funcionaria venezolana recibió la nota verbal identificada con el
número 590/09 de fecha 13 de mayo, "cuya traducción no oficial se anexa, junto con un
resumen ejecutivo, intitulado 'Propuesta de datos e información sobre los límites exteriores
de la plataforma continental de la República Cooperativa de Guyana'...".
Dicho resumen es una copia del documento que Georgetown entregó a la Secretaría
General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2009 mediante el cual
solicitaron la extensión en 150 millas de su plataforma continental.
En septiembre de 2011 Guyana lo que hizo fue formalizar su petición ante la ONU, esta vez
ante la Comisión de Límites de Plataforma Continental y entregó una solicitud con algunas
variaciones en cuanto a las coordenadas que deberían emplearse.
A pesar de tener dos años con los detalles del caso, el Gobierno venezolano a través de un
comunicado de prensa manifestó el lunes su preocupación "al constatar que el Gobierno de
la República Cooperativa de Guyana no informó previamente de esta acción".
Venezuela alegó que fue el 7 de septiembre de 2011 cuando recibió la información, lo que
ocasionó la reacción de la Cancillería guyanesa, que afirmó el martes que la entregó en
2009.
La Embajada alertó
En el memorando del embajador Morandy el diplomático no solo informa al despacho del
canciller Nicolás Maduro del tema, sino que lanza un alerta.
"Sin ser expertos en la materia, revisando el mapa anexo, queda evidente que con esta
acción Guyana estaría tratando de cerrarle a Venezuela su salida oceánica al Atlántico, lo
cual sería estratégicamente inconveniente, además de los perjuicios económicos que
representaría que nuestro país perdiese el acceso a los recursos marinos y petroleros que allí
pudieran localizarse", señala.
Quedan abiertas las interrogantes de por qué la Cancillería venezolana negó tener
conocimiento de la postura guyanesa en su comunicado oficial dado a conocer esta semana
y por qué reaccionó al tema dos años después de haber sido informada. Entretanto, fuentes
de la Cancillería manifestaron su molestia, ya que el tema fue debidamente analizado por el
personal encargado y se le realizaron las recomendaciones al canciller Maduro.
Fuente: eluniversal.com
domingo 2 de agosto de 2009
Dos siglos de inacción del Estado venezolano han frustrado reivindicación del Esequibo
Tomado de:
http://www.entornointeligente.com/resumen/resumen.php?items=921254
Publicada a las 12:15 PM del 02 de Agosto de 2009 2001
Por considerarlo de interés nacional, el diario 2001 ofrece a sus lectores, una reláfica de aspectos
resaltantes que contribuyan a un mejor conocimiento y percepción de un reclamo que, bien puede
decirse, lleva más de dos siglos y que se remontan a los tiempos mismos de la conquista y la
colonia. En el siglo XVIII, en real cédula del monarca Carlos III "no definió las fronteras precisas de
la Capitanía General de Venezuela (1777) con el Reino de los Países Bajos ni con el Reino Unido de
Gran Bretaña e Irlanda del Norte, sobre las posesiones holandesas y luego británicas, establecidas
en las riberas de los ríos Esequibo, Demerara y Berbice".
La primera aproximación se haría con el decreto del Libertador Simón Bolívar, el 15 de septiembre
de 1817, con la incorporación de la provincia de Guayana, delimitación que la Constitución de
1819 encomendó al Congreso. Sin embargo, a la creación de la Gran Colombia en 1821 y posterior
separación entre Nueva Granada y Venezuela en 1830 la indefinición se mantuvo al establecer que
el territorio de Venezuela comprendía todo lo que antes de la transformación política de 1810 se
denominaba Capitanía General de Venezuela.
Pero había un antecedente que complicaría aún más la situación, el Tratado de Munster -30 de
enero de 1648-, que reconoció la soberanía de los Estados Generales de los Países Bajos Unidos
sobre los establecimientos que la Compañía de las Indias Orientales holandesas habían
construidos en las márgenes del Esequibo (Kyck-Over-Al); pero que al no quedar definido sus
alcances, estimuló la ocupación holandesa hacia el oeste del río Esequibo.
Establecimientos que habían sido creados (1621-1791) por la Compañía Holandesa de las Indias
Occidentales en una concepción geopolítica (Inglaterra, Francia y Holanda), con el comercio
marítimo como Objetivo Político Estratégico. Bases Logísticas para hostigar y retar las concesiones
territoriales que España y Portugal se habían abrogado mediante el Tratado de Tordesillas (1494),
cuando ambas potencias acordaron modificar las bulas Inter Caetera (1493) del Papa Alejandro VI
para repartirse: "...todas las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir, halladas y por hallar,
hacia el occidente...", que el rey de España reconoció como libres y soberanas, y que
posteriormente evolucionaron como posesiones y colonias de la República Bátava (Holanda),
ocupadas por los británicos en el contexto de las guerras napoleónicas y restituidas en el Tratado
de Amiens 1802.
En 1814, y en el mismo contexto de las guerras napoleónicas, el príncipe de los Países Bajos cedió
en toda soberanía a su majestad británica los establecimientos de Esequibo, Demerara y Berbice.
Sin embargo, cuando Gran Bretaña asume la soberanía sobre dichos establecimientos, la
consolidación y ocupación, iniciada por los holandeses, del territorio ubicado en la margen
occidental del río Esequibo se extendió hasta las márgenes en la desembocadura del río Moroco.
Esto fue señalado como límite del Departamento del Bajo Orinoco, el 15 de octubre de 1817,
cuando la Provincia de Guayana es incorporada a la República de Venezuela.
El contexto histórico está signado por la Era Victoriana (1837-1901). El marqués de Salisbury como
primer ministro (1895-1902) desempeñaba simultáneamente la Secretaría de Estado para Asuntos
Extranjeros (Jun.1895-Nov.1900), atender la crisis con los Estados Unidos, la negociación del
arbitraje, el arbitraje y la sentencia por la controversia Esequiba. El 10 de enero de 1880 asume las
Bocas del Orinoco como límite británico, internándose hasta la población de Upata. En 1886
ordena colocar postes y carteles; y el 04dic1889 decreta el Puerto Colonial Británico de Barima.
Sólo la firmeza del gobierno del presidente norteamericano Grover Cleveland (1837-1908)
emplazó al soberbio Marqués de Salisbury para aceptar atender las demandas venezolanas. El 21
de diciembre de 1895, Washington declaró: "...Los Estados Unidos están obligados a protestar
contra la extensión del territorio de la Guayana Inglesa, en derogación de los derechos y contra el
querer de Venezuela...".
Y el 04 de enero de 1896 "...Los mapas oficiales contenidos en los dos volúmenes (1885 y 1886,
Lista del Departamento Colonial Británico, Guayana Británica) mencionados son idénticos, así es
que el aumento de 33.000 millas cuadradas que se reclama para la Guayana Británica no se explica
por ellos; pero los mapas posteriores de la Lista del Departamento Colonial Británico demuestra
un avance variable del límite hacia el Oeste, en la parte que antes figuraba como territorio
venezolano, mientras que no se nota cambio alguna en la frontera del Brasil...".
Su trabajo fue suspendido el 10 noviembre de 1896, por instrucciones del secretario de Estado,
Richard Olney. Pero, desde mayo de ese mismo año se tenía información que la actitud
norteamericana se estaba modificando hacia un entendimiento con el gobierno británico.
En todos esos hechos, hubo venezolanos que actuaron con responsabilidad como lo hizo Alejo
Fortique, ministro Plenipotenciario ante el Gobierno Británico, el 5 de octubre de 1841; el canciller
Diego B. Urbaneja al suspender Relaciones Diplomáticas con Gran Bretaña, el 20 de febrero de
1887, el canciller Ezequiel Rojas en instrucciones sobre el Proyecto de Tratado de Arbitraje, el 09
de diciembre de 1896.
-Pero también se cometieron errores y omisiones por parte de mandatarios venezolanos que
actuaron irresponsablemente como Joaquín Crespo y el Congreso de de 1897, que aprobaron el
Tratado de Arbitraje (dos árbitros de la Gran Bretaña y ningún venezolano). Cipriano Castro, por
no reaccionar convenientemente ante los reclamos de Brasil, en 1899; ni ante la denuncia del
gobierno holandés, el 20 de marzo de 1900 sobre las competencias del Tribunal y los presuntos
excesos del Laudo; además, por no pronunciarse sobre el Tratado de Arbitraje y el Laudo del Rey
de Italia sobre la frontera entre el Brasil y la Guayana Británica, en 1901 y 1904.
En el pasado reciente se destaca la acción negativa del gobierno de Marcos Pérez Jiménez al crear
un Viceconsulado en Morawana (Morajuana), el 24 de noviembre de 1956. En contraste con la
acción positiva del gobierno del presidente Rómulo Betancourt, a través de su canciller Marcos
Falcón Briceño (1962) de plantear ante la Organización de las Naciones Unidas, a los gobiernos del
Reino Unido y de la Guayana Británico; y ante la Comunidad Internacional la reivindicación de los
Derechos Venezolanos de Soberanía en el Esequibo.
Con ocasión del Laudo de 1899 y cuando se modificó el tratado mediante el segundo protocolo, el
canciller era el Barón do Rio Branco, hijo del Vizconde do Rio Branco. Mientras que en Venezuela,
en ese mismo lapso, 86 personas se desempeñaron como canciller de la República; consecuencia
de la inestabilidad política generada por las ambiciones caudillistas.
Deliberadamente el barón "obvio" la especificación del Esequibo, propuesta que ignoró el imperio
británico, aceptando el arbitraje del rey de Italia (06 de noviembre de 1901); el cual concluyó con
el Laudo del 06 de junio de 1904 que Brasil aceptó sin protestas, por cuanto el territorio afectado,
correspondía al territorio reconocido por Brasil a Venezuela en 1859.
De ahí en adelante las relaciones se manejaron en secreto entre ambas cancillerías. Guyana logró
su independencia en el 66 bajo la presidencia del socialista Forbes Burham, quien estuvo en
Venezuela a finales de los 70. Ahora el también socialista Bharrat Jagdeo, a quien el presidente
Chávez habría dicho en 2004 que "Venezuela no se opone a que Guyana otorgue concesiones
internacionales en el Esequibo".
Ahora una nota oficial de la agencia ABN, del 28 de julio 2009, señala que, el viceministro de
Planificación de Infraestructura del Mopvi, José Gregorio Alvarado, resaltó que iniciarán los
estudios de factibilidad e impacto ambiental del eje carretero Venezuela-Guyana. Y que el jefe de
la división de proyectos del Ministerio de Finanzas de Georgetown, Tarachand Balgobin, acotó que
"…Venezuela y Guyana aunque siempre han formado parte del mismo continente, en el ámbito
comercial han estado muy separadas, razón por la que esta innovadora acción consolidará el
enlace fomentando una herramienta destinada mejorar futuras relaciones…".
Independientemente de cualquier error, omisión, inacción que se hayan podido cometer los
diferentes Gobiernos. A la Nación venezolana le asisten justos derechos, históricos jurídicos y
sociales sobre los territorios ubicados al oeste del río Esequibo y nuestro deber como ciudadanos
venezolanos es mantener en nuestra Nación vivo el espíritu de la reclamación por los territorios de
la Guayana Esequiba porque:
Primero España nunca reconoció las posesiones de los holandeses al oeste del rio Esequibo y así
consta en docenas de documentos y cartas geográficas. Como tampoco se la reconoció a los
ingleses.
Por lo cual la sentencia del Tribunal Arbitral sobre la contención de los límites entre la República
de Venezuela y la Guayana Británica del 3 de octubre de 1899, está viciada en su origen forma y
contenido la cual la hace nula de toda nulidad.
En tercer lugar si en 169 años ha habido inacción en referencia a las justas aspiraciones de la
Nación Venezolana por los territorios ubicados al oeste del rio Esequibo. En estos últimos diez
años se ha cometido un “crimen de lesa patria” al:
Creemos firmemente en estos difíciles momentos por los que atraviesa la república que debemos
de educar y formar a las nuevas generaciones enseñarles que al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación
sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la
margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen
izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual
Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su
desembocadura en el Océano Atlántico...”
Publicado por Oscar J Márquez en 22:28
Etiquetas: Actualidad Nacional, Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, Guayana Esequiba,
Zona en Reclamación
La Guayana Esequiba, su Mar Territorial y la solicitud de Guyana a la ONU de ampliar su
frontera marítima. Parte II.
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2011/09/la-guayana-esequiba-su-mar-territorial_26.html
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Oscar J. Márquez
Para 1977, habían transcurrido once años de la firma del acuerdo de Ginebra, y nueve del decreto
del Decreto Nº 1.152, del Presidente Raúl Leoní, por lo que el gobierno guyanés de Forbes
Burnham, trato de buscar protección desarrollando su propia legislación interna promulgando el
30 de junio del referido año 1977, la Ley de Límites Marítimos. En base a los nuevos conceptos
del Derecho del Mar, que de alguna manera señalaban sus incógnitas sobre la seguridad, la
soberanía y su jurisdicción frente a las reclamaciones de Venezuela y Surinam. Al establecer en su
Artículo 5 que la soberanía territorial de Guyana: “…siempre se ha extendido hasta el mar
territorial el suelo y subsuelo del fondo marino y el espacio aéreo…”. En su artículo 10 señalaba
que: “…que siempre ha tenido plena y exclusiva derechos de soberanía respecto de la plataforma
continental...”.
Por otro lado la citada Ley de Fronteras Marítimas guyanesa señalaba en su Artículo 3.(1) que el
límite exterior del Mar Territorial se fijaba en doce millas a partir de la línea base; En referencia a
los buques de guerra extranjeros, incluidos los submarinos y otros vehículos sumergibles, están
obligados a informar al gobierno previamente, en el caso de los submarinos y otros vehículos
sumergibles, además deben de navegar en la superficie y enarbolar su pabellón al pasar por el
Mar Territorial.
La ley según el Artículo 6 (4) facultaba al Ministro respectivo de suspender absolutamente o
calificar, la entrada de cualquier clase de buque extranjero en el Mar Territorial lo que difiere de
la Convención en virtud de que esta establece la suspensión que debe de ser temporal y
publicada a su vez.
En referencia a la plataforma continental la Ley de Fronteras Marítimas guyanesa del año 1977,
preveía que el Presidente de la republica de Guyana, estableciese la Plataforma Continental. En
referencia a sus aguas supra yacentes debía de dictar una serie de disposiciones respecto de la
exploración, explotación, protección de los recursos, la seguridad, la protección la islas
artificiales, los terminales, plataformas en mar adentro así como otros dispositivos, la protección
del medio Ambiente Marino, el régimen Aduanero, y fiscal.
En referencia a la Zona Económica Exclusiva la Ley de Fronteras Marítimas guyanesa del año
1977, previa en su Artículo 15 igualmente que el Presidente decretara su creación lo cual solo
se hizo catorce años más tarde el 23 de febrero de 1991 según orden No 19.
La ley previa a su vez en el Artículo 18 (b) (ii) la declaración de un “Área Designada”, en cualquier
parte de la Zona Económica Exclusiva en condiciones idénticas a la de la Plataforma Continental,
salvo que, en la Zona Económica Exclusiva tal disposición también se puede hacer con respecto a
otras actividades para la explotación económica y la exploración de esas zonas designadas, tales
como la producción de energía atreves de las mareas, vientos y corriente.
La Ley de Fronteras Marítimas guyanesa del año 1977 en su Artículo 23 estableció a su vez una
Zona de Pesca más allá y adyacente a su Mar Territorial, con un límite exterior de de 200 millas
desde la línea de base del Mar Territorial. Esta Zona coincide plenamente con la de la Zona
Económica Exclusiva seguramente con el fin de servir y garantizar la soberanía de Guyana sobre
sus recursos vivos del mar.
Este artículo en su esencia afecto y limito las tradicionales campañas de pesquerías que salían de
la Isla de Margarita, Guiria, Tucupita, barrancas y del propio delta del Orinoco que lograban
alcanzar mar afuera las costas frente de Surinam y la Guayana Francesa. Innumerables han sido
las embarcaciones capturadas, retenidas, con imposición de altas multas impagables esta para los
pescadores que dieron motivo. En algunos de los casos a la confiscación de su embarcación,
aparejos y el producto de la pesca. Acciones estas que no se corresponden con acciones similares
frente a los pescadores trinitarios ni a las medidas de confianza mutua.
La Ley de Fronteras Marítimas guyanesa del año 1977, facultaba también a su presidente en su
Artículo 34. para que: “siempre que lo estime necesario o conveniente hacerlo teniendo en cuenta
el Derecho Internacional y la práctica de los Estados la facultad para modificar el limite exterior
del Mar Territorial, la Plataforma Continental, la Zona Contigua, la Zona Económica Exclusiva, y la
Zona de Pesca.
En este sentido la referida Ley de Fronteras Marítimas del año 1977, fue previsiva frente a la
contención de venezolana y Surinam al establecer que para los límites marítimos entre Guyana y
cualquier estado costero adyacente con respecto a cualquier Zona Marítima que se determine por
acuerdo o por acordar, será establecido por el método de la equidistancia. Lo que de por si
perjudica la posición venezolana por la configuración de su costa en el Caribe oriental.
Como podemos apreciar la cancillería guyanesa fue sumamente previsiva al tomar en cuenta los
nuevos conceptos básicos del Derecho del Mar, como guía antes de que entrara en vigencia
utilizándolos para elaborar su Ley de Límites Marítimos de 1977, buscando salvaguardar sus
intereses y seguridad frente a las reclamaciones de Venezuela y Surinam.
A lo largo de treinta y tres años la Republica Cooperativa de Guyana acumulo una vasta
experiencia a través de la aplicación de Ley de Fronteras Marítimas del año 1977, la cual fue
modificada como señalamos en el escrito anterior en el año 2010. Modificaciones y estructura de
la nueva ley que tomada muy en cuenta las reclamaciones territoriales de Venezuela y Surinam
como hemos señalado reiteradamente.
Es por ello que en las cuestiones de problemas fronterizos pendientes, latentes sin resolver, o en
vías de solución estos deben de ser monitoreados continuamente, analizados, chequeados y
verificados para evitar las circunstancias, dilemas y avatares por las cuales atraviesa la cancillería
venezolana por falta de previsión o acciones legales de protesta frente a los Laudos Arbitrales de
Barbados-Trinidad Tobago del 11 de abril del 2006 y Guyana-Surinam del 17 de septiembre del
2007
Para tal fin el gobierno guyanés había ordenado un estudio técnico en el 2002 con el fin de
determinar y solventar los criterios y variables a tener en cuenta para poder exigir la extensión del
Mar Territorial.
La cancillería Guyanesa esta clara respecto de la posición venezolana y su debilidad ideológica por
lo que han hecho muy bien su trabajo, mientras la cancillería venezolana, se ha dedicado a
elaborar una Política de Estado al servicio del Sr. Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, en base a
una línea ideológica, personalista y autoritaria, ya que este se ha convertido en el único
referente de las Políticas de Estado en materia de las relaciones internacionales especialmente
respecto a la contención por los territorios al oeste del rio Esequibo conocidos como la Guayana
Esequiba o Zona en reclamación.
Al emitir una serie de declaraciones y no ejercer sus funciones soberanas en materias sobre
integridad territorial frente a actos jurídicos de terceros, como el Laudo Arbitral que establece el
límite marítimo entre las republicas de Barbados y Trinidad Tobago, y el Laudo que establece el
limite marítimo entre Guyana y Surinam. Así como las declaraciones del Sr. Presidente Hugo
Chávez a partir del año 2004 que indudablemente han comprometido la posición de la Nación
venezolana por la reclamación, reivindicación o unificación de los citados territorios al oeste del
rio Esequibo, sujetos a una serie de negociaciones que concluyeron con el Acuerdo de Ginebra
del 17 de febrero de 1966.
Que a su vez se ha materializado a través del espacio y el tiempo en uno de los objetivos de interés
nacional en el sistema constitucional venezolano y que actualmente es señalado en el Artículo 10,
de la Constitución de la Republica Bolivariana.
Ley de las Zonas Marítimas de Guyana.
Primero: La reclamación venezolana por los territorios al oeste del rio Esequibo, conocidos como
la Guayana Esequiba o Zona en Reclamación, sujetos al acuerdo de Ginebra de 1966.
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el
Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.
Segundo: la reserva venezolana del Decreto Nº 1.152, del 9 de julio de 1968 de la Presidencia
de la República de Venezuela, en el cual se traza la línea de base recta entre la línea divisoria del
Río Esequibo hasta Punta Araguapiche del Estado Delta Amacuro, como Mar perteneciente en su
totalidad a Venezuela.
Tercero: La Convención del nuevo Derecho del Mar, la cual había sido tomado muy en cuenta
por el Presidente de Guyana Jede Jagan en su discurso del 16 de noviembre 1994, en la reunión
inaugural de la Asamblea sobre la Autoridad Internacional para los fondos Marinos celebrada en
Kingston Jamaica, al señalar que: “…es un ejemplo de cómo los estados, a través de la
cooperación internacional y la negociación, en beneficio común y colectivo de toda la humanidad,
pueden llegar a soluciones de compromisos que a la larga pueden redundar en beneficio de la
humanidad…”. Jede Jagan, no exageraba la importancia de la Convención sobre el Derecho del
Mar frente a la contención territorial venezolana a través de la cual se podría hallar una solución
debido a que:
Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.
Las negociaciones guyanesas por la Convención del Derecho del Mar, duraron cinco años (1977-
1982), ya que buscaban primordialmente asegurándose su derecho marítimo frente a
Venezuela debido al Decreto No 1152, del Presidente Raúl Leoní, del 09 de abril de 1968 que
buscaba reservar a Venezuela una franja de nueve millas marítimas adyacentes a lo largo de la
costa entre los ríos Orinoco, y el Esequibo, en base a la ley de Mar Territorial , Plataforma
Continental, Protección de la Pesca Y Espacio Aéreo del 23 de julio de 1956. Mas las tres millas
reclamadas por Guyana sumaban las doce millas marítimas, que establecía la legislación vigente
venezolana.
Este decreto fue acompañado a su vez por una serie de comunicados sufragados por el Ministerio
de Relaciones Exteriores de Venezuela entre ellos como el publicado el 15 de mayo de de 1968,
en The Times de Londres, mediante el cual Gobierno venezolano advertía a la comunidad
internacional que no reconocería ninguna concesión económica o de otra índole otorgada por el
Gobierno de Guyana en la Zona del Esequibo.
Por lo cual la Cancillería guyanesa, estaba ansiosa de utilizar la Convención sobre el Derecho del
Mar para salvaguardad la soberanía y seguridad de su espacio marítimo frente a la contención
venezolana.
El 10 de noviembre de 1994 la Asamblea Guyanesa, había aprobado por unanimidad una
resolución de apoyo a la ratificación de Guyana sobre la citada convención de los Derechos del
Mar, que había sido suscrita el 16 de noviembre de 1993 y que entraría en vigencia un año más
tarde.
En este sentido se requirieron de 20 años dos generaciones y un largo proceso para buscar una
solución frente al referido Acuerdo entre Venezuela y Trinidad para así forzar a una negociación
por separado primero con Trinidad, luego con Barbados y finalmente llevar a ¿Venezuela? a
cumplir un mandato de una corte internacional.
Al estipular la referida ley guyanesa en su artículo 35 que: “…la delimitación de los limites de los
mares territoriales que se encuentren entre Estados opuestos o adyacentes a Guyana, se acordará
entre Guyana y ese otro Estado, y en caso de que no haya una solución acordada, ninguno de los
Estados está autorizado a extender sus mares territoriales más allá de la llamada línea media…”.
Como podemos observar en este texto se utilizan dos verbos precisos y concisos, “…autorizado y
extender…”, que limitan coartando la soberanía de la Republica de Trinidad Tobago y la
venezolana ante el Derecho Internacional, para tratar de neutralizar después de 21 años la firma
del Acuerdo de Delimitación Marítima entre estos países.
El artículo 37 de la referida ley sobre las Zonas Marítimas del 2010, señala: que las controversias
originadas entre las partes que no puedan alcanzar un acuerdo para la delimitación se resolverán
a través de los mecanismos previstos en la Convención sobre el Derecho del Mar.
En este articulo podemos observar como en forma directa se señala que ante la falta de un
acuerdo entre las partes de una de delimitación marítima. Esta se resolverá por la Convención
sobre el Derecho del Mar. Por lo que en esencia se ignora, y se desconocen una serie de
actuaciones del estado venezolano y el Guyana entre ellos:
Continuara…
Se autoriza la reproducción gratuita, total o parcial, con expresa mención del nombre de su autor,
de la agencia de donde se toman las informaciones, y avisos de redacción que para ello se señalan.
Márquez, Oscar J. “El Mar Territorial y la Guayana Esequiba”, entrada del lunes 26 de Septiembre
de 2011, consultado el xx / xx/ 2011. URL:
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2011/09/la-guayana-esequiba-su-mar-territorial_26.html
Bibliografia
Temas Relacionados
La Canciller guyanesa, señala que el Proyecto de Zonas Marítimas sustituye a la ley de 1977, ante
objeciones de Academia venezolana
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2010/09/la-canciller-guyanesa-senala-que-el.html; lunes
27 de septiembre de 2010
En Guyana elaboran proyecto de Ley para corregir deficiencias sobre la Ley de Límites Marítimos
de 1977
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2009/10/en-guyana-elaboran-proyecto-de-ley-para.html;
sábado 31 de octubre de 2009
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/hay-que-defender-el-margen-atlntico-de.html ;
domingo 13 de enero de 2008
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2009/07/sentencia-del-tsj-ratifica-prohibicion.html;
miércoles 15 de julio de 2009
La reivindicación de la Guayan Esequiba una política del Estado al servicio de la Nación. I. Parte
La reivindicación de la Guayana Esequiba una política del Estado al servicio de la Nación. II. Parte
y Ultima
http://www.banrepcultural.org/node/19494
Inacción afecta reclamo del Esequibo
Área para Venezuela negociar con Guyana se redujo por laudo con Surinam
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REYES THEIS
EL UNIVERSAL
A finales de 2007, Surinam y Guyana delimitaron sus fronteras y límites marítimos a través
de un laudo, hecho que pasó inadvertido en Venezuela -y lo que es peor- en su gobierno.
Fruto de la decisión, el espacio marítimo sobre el cual pueden llegar a un acuerdo Guyana y
Venezuela se establece en un polígono que en su borde exterior tiene aproximadamente 127
millas náuticas. Antes del referido Laudo, el área no estaba definida.
Punto álgido
El laudo Surinam-Guyana establece una zona llamada Devonshire Castle Flat -ubicada
dentro del área que Venezuela reclama- como punto para calcular la equidistancia para el
establecimiento del límite marítimo entre esas dos naciones. Ese aspecto no fue advertido
por el Gobierno de Venezuela, más sí por el de Surinam, quien objetó que se usara ese
punto debido a la antigua reclamación venezolana. No obstante, el tribunal no acogió la
protesta y avaló la tesis guyanesa de que Surinam pertenece a la Comunidad del Caribe
(Caricom) y por tanto apoya los pronunciamientos de esa organización, que respaldan la
soberanía guyanesa sobre ese territorio.
Guyana alegó, además, que su límite terrestre con Venezuela fue establecido por un
tribunal internacional competente en 1899. Se refiere en este caso al Laudo de
París, declarado nulo e írrito por Venezuela, hecho que mantiene vigente la
reclamación sobre el Esequibo. En este aspecto, de nuevo la diplomacia
venezolana volteó hacia otro lado y guardó silencio.
De brazos cruzados
Según el embajador venezolano Sadio Garavini, quien fuera jefe de la misión
venezolana en Guyana, Venezuela debería haber emitido una declaración,
destacando que un país como Surinam está tomando en cuenta la reclamación
venezolana. "Eso debería haber sido aprovechado desde el punto de vista
político y que quedara como constancia jurídica", opinó. Según Garavini, "el Haga click para
ampliar la
hecho que Venezuela no haya dicho nada es craso error y peor que eso, es una imagen
prueba más de que está abandonando su reclamación objetivamente".
Por su parte, en el documento académico del almirante Daniels, se señala que a pesar de
que las apreciaciones, consideraciones y decisiones del laudo entre Guyana y Surinam no le
son vinculantes, Venezuela debe dejar claro que la controversia territorial existe y que
actualmente se rige por el acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Venezuela, de esta forma, deja pasar la oportunidad para destacar que su reclamo seguía
vigente y que nada de cuanto acordaran Guyana y Suriname tendría efecto en su posición.
Eso fue precisamente lo que hizo el Reino de los Países Bajos en 1900, tras la sentencia del
laudo de París entre Guyana Británica y Venezuela en 1899.
EL UNIVERSAL
lunes 26 de septiembre de 2011 10:56 AM
Caracas.- El Gobierno de Venezuela aseguró que "seguirá defendiendo los intereses vitales
del país de la manera más firme, a través de los mecanismos de diálogo internacionalmente
establecidos" y reitera su compromiso con el proceso de Buenos Oficios de la Secretaría
General de la ONU sobre la reclamación por el Esequibo.
Cáncer
Romántica como pocas y siempre persiguiendo amores más o menos posibles. El sorprendente
ópalo, blanco irradiante y capaz de reflejar la luz en distintas tonalidades, y el cristal (feldespato)
conocido como piedra de la Luna, te ayudarán a desplegar todo el magnetismo característico de tu
“lunático” signo. Como metal precioso, en tu caso no hay duda, la plata.
La nueva investigación, de la que da cuenta hoy el diario “Haaretz”, señala que hace más de
100.000 años la región en torno a la bahía de Eilat, a orillas del Mar Rojo, era bañada por
fuentes de agua dulce, lo que aparentemente facilitó al hombre moderno (Homo sapiens)
subsistir y emigrar posteriormente de esta árida región en dirección a Asia y Europa.
El estudio fue conducido por el profesor Boaz Lazar, del Instituto de Ciencias de la Tierra
en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y el geólogo Moti Stein, del centro de Investigación
Geológica de Israel, que desarrollaron sus investigaciones en una zona al sur de la ciudad
jordana de Aqaba.
Allí estudiaron los cambios que tuvieron lugar en un arrecife de coral que se alzó sobre el
nivel del mar hace miles de años y se transformó en un coral fósil.
Según Stein, la importancia del estudio de los fósiles de coral estriba en que es posible
extraer de ellos información sobre su edad y los cambios que ocurrieron en el nivel del mar
durante distintos períodos.
Existen arrecifes en la bahía de Eilat que en la actualidad se encuentran sobre el nivel del
mar y que quedaron varados sobre tierra firme debido a una serie de terremotos que
sacudieron la región hace miles de años y crearon la plataforma del Mar Muerto.
Los corales son animales marinos que emplean varias sustancias para construir su
esqueleto, con el que se forma el arrecife.
Los que viven en un entorno marino salino generalmente están compuestos por un mineral
conocido como aragonita.
Sin embargo, estudios anteriores revelaron que cuando los arrecifes entran en contacto con
aguas dulces, la aragonita experimenta un proceso de re-cristalización para convertirse en el
mineral de la calcita.
“A lo largo de los años nos dimos cuenta de que muchos de los corales en la zona de la
bahía de Eilat estaban compuestos de calcita”, explicó Stein.
En opinión del geólogo, “esto indica que en algún momento entraron en contacto con aguas
dulces, y eso por supuesto es inusual en una región considerada como una de las más áridas
del planeta”.
Los investigadores israelíes estiman que los corales entraron en contacto con el agua dulce
hace unos 140.000 años, durante lo que se conoce como período interglaciar.
“Sabemos que durante este período había gran cantidad de lluvia en esta región, y
suponemos que se formaron embalses de aguas subterráneas que fluían hacia el mar y
estuvieron en contacto con los corales provocando los cambios que en ellos se produjeron”,
añadió Stein.
Esas circunstancias llevaron a los investigadores a concluir “que esas aguas también
sirvieron a los seres humanos que llegaron a esta zona permitiéndoles subsistir en el
entorno”, afirmó.
Pomadas griegas por Francisco Ibarra Bravo
9 Nov 2011
Existe una creciente corriente de opinión que alienta la salida del volteo de mesa Algunos,
incluso vieron con simpatías que se le consultase a los griegos sobre si querían cancelar
deudas que nunca se les consultó contraer. Esta volteada de la mesa no es otra cosa que una
reestructuración unilateral de la deuda a la argentina. Algunos se han dado a la tarea de
vender esta solución como mágica, como la solución que permitió a Argentina recuperar la
senda del crecimiento económico. Este análisis simplista olvida dos aspectos claves. El
primero es que no todos los países que han implementado una reestructuración unilateral de
su deuda han corrido con la suerte de Argentina y segundo, gran parte de la recuperación
económica de Argentina no tiene absolutamente nada que ver con su proceso de
reestructuración y devaluación sino con el incremento de los precios de las materias primas.
Es peligroso pretender que si Grecia entrase en un proceso de reestructuración similar su
camino de recuperación económica sería igual al argentino.
Para algunos Grecia no debería optar solamente por voltear la mesa, esta volteada de mesa
debe venir acompañada de un palo a la lámpara. Como en una especie de combinación
“one-two”, Grecia no solo debe unilateralmente reestructurar su deuda sino que además
debe convertirla a nuevos dracmas y con ello sellar su salida del euro. Algunos argumentan
que es la única salida que le queda a Grecia.
Como el derecho a pataleo, el derecho a voltear la mesa siempre es una salida, por más
indecorosa que sea. También, ya que usted va de salida, puede aprovechar y dar un palo a la
lámpara de manera que quede bien claro que usted no tiene intención alguna de regresar a
la mesa. Ahora, el hecho de que esa sea una posible salida no indica que sea la mejor. Para
aquellos que abogan por este desenlace los costos asociados a este tipo de salida son
menores, nuevamente haciendo constantes referencias al caso argentino, habría que
recordarles que Grecia no es Argentina, ni tampoco se parecen.
Nació en Caracas el 28 de marzo de 1750. Era hijo del próspero comerciante Sebastián de
Miranda, quien se empeñó en mejorar siempre la situación de su familia pese al rechazo de
los blancos criollos por su origen humilde y posiblemente mestizo.
Cuando Simón Bolívar, Luis López y Andrés Bello llegaron a Londres a entrevistarse con
él con intenciones independentistas, se consiguieron a un mercenario que había peleado en
el mundo, pero también con un intelectual lleno de ideas.
Francisco de Miranda era dueño de una personalidad arrolladora, tanto que en Europa
temían la llegada de su verbo a América, tanto que le bastaba una entrevista para convencer
a cualquier persona de cualquier idea, tanto que le chocó al mismo Napoleón Bonaparte que
una vez fue a una fiesta ofrecida por el venezolano en Londres.
Por eso cobra vida la historia de que guardaba el vello púbico de sus cientos de mujeres,
que era amante de la zarina Catalina de Rusia, o que en Francia era una celebridad entre la
gente cuando cayó preso durante El Terror.
Llegó a Venezuela en 1806 con una bandera, un barco y un grupo de hombres para vender
la idea de libertad e independencia. El mismo pueblo lo rechazó. Esa fue una de las
constantes de su vida, correr, esconderse, hablar en el momento preciso, escapar incluso de
los suyos.
Incomprendido por su tiempo, murió en una prisión de San Fernándo de Cádiz tras ser
entregado por Bolívar y otros independentistas por haber capitulado con Monteverde en un
acto de desesperación.
Murió en la cárcel. Sus restos nunca fueron hallados; sus palabras sí, y dan sentido a la
palabra patria alrededor del mundo.
Varias han sido hasta ahora las teorías que manejan los paleoantropólogos sobre las causas
de la desaparición de esta especie humana: el cambio climático, la poca diversidad
genética, su dispersión en pequeños grupos y, por supuesto, la competencia con los recién
llegados ‘Homo sapiens’ desde África. Pero ¿y si fueron cazados como a otros animales
para comérselos?
“Creemos que fueron perseguidos como piezas de caza, como los mamuts o como aún lo
son los gorilas o los chimpancés, que son de la nuestra familia taxonómica. Y pudo ocurrir
también el mismo fenómeno cada vez que una especie de ‘Homo’ más avanzada se
superpuso a otra que lo era menos, como el ‘erectus’ o el ‘floresiensis”, señala Policarp
Hortolá.
Su trabajo se fundamenta en el hecho de que los ‘sapiens’ llegaron a Europa con una
tecnología muy superior, lo que les convirtió en “la especie con la mayor capacidad
destructiva de la Tierra”, en palabras del paleontólogo. Por ello, señala, no sería extraño
que se comportaran como otros carnívoros depredadores, cazando todo aquello que fuera
susceptible de ser comido, y mejor si, encima, eran competidores. “También los leones
matan a hienas o guepardos y se comen su carne”, recuerda el investigador.
Todavía no hay ningún yacimiento en el mundo que pueda servir para probar esta teoría. Si
se han encontrado huesos de neandertal con marcas de corte, en el de Zafarraya (Málaga),
pero fueron canibalizados por sus congéneres.
Menciona que los restos encontrados en el yacimiento de la Grotta del Cavallo, al sur de
Italia, confirman que los humanos modernos se dispersaron con mucha rapidez por el
continente cuando aún estaba habitado por neadnertales.
Martínez-Navarro, en declaraciones a ELMUNDO.es, recuerda que el canibalismo ha
existido siempre en nuestra especie. Se ha documentado en la Gran Dolina de Atapuerta y
también en algunas zonas del planeta durante el siglo XX. “La agresividad con los otros es
una constante. Cuando los españoles llegaron a América violaban a las indias y mataban a
los indios. Somos una especie territorial y agresiva”, argumenta.
En definitiva, para los autores de este trabajo, aludir a los cambios climáticos no basta para
explicar su fin total porque cuando hacía más calor las especies se dispersaban hacia el
norte y con el frío bajaban al sur. Tendría mucho más que ver con el afán depredador
humano, en su lucha por la supervivencia.