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ASIGNATURA

PSICOLOGIA SOCIAL COMUNITARIA

PONENCIA

ANALISIS PELICULA “LA CIUDAD DE DIOS”

PRESENTA

JESSICA PINILLA ROSAS


382442
JHON ALEXANDER ROZO CONTRERAS
568695

DOCENTE

ANDRES FERNANDO TRUJILLO RAMIREZ

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
VI SEMESTRE
2019
ANÁLISIS PELÍCULA CIUDAD DE DIOS

Análisis de la película “La Ciudad de Dios” respecto de la desigualdad y la


estratificación social.

Cuando la película fue estrenada en Brasil en 2002, Meirelles saltó al primer


plano de la fama. La película fue enviada ese mismo año al Festival de Cine de Cannes
y, después del éxito internacional, se decidió enviarlo como representante brasileño en
el concurso por los premios Oscar en 2004. La película recibió cuatro nominaciones,
incluyendo a Fernando Meirelles como mejor director

La Ciudad de Dios es una película que refleja la realidad de la vida en las favelas
de Brasil; vida dominada por los robos, las peleas, el narcotráfico, los enfrentamientos
entre distintos grupos y con la policía.

La Ciudad de Dios es un perfecto ejemplo de lo que es la estratificación social:


un sistema que confiere un acceso desigual a los recursos. Las condiciones de vida que
tiene una persona de esta región son muy muy distintas a las que puede tener una
persona en Río de Janeiro, estando ambas en el mismo país. En la Ciudad de Dios no
hay luz, no hay asfalto, los problemas que tenga la población no le importan a nadie.

A lo largo de la película los personajes principales: Buscapé/Cohete y


Dadinho/Zé Pequeño experimentan una movilidad social dentro de su caótica sociedad.
Buscapé sueña con ser fotógrafo, manteniéndose siempre al margen de la delincuencia
existente en su barrio, finalmente lo consigue y su movilidad es hacia arriba. Al trabajar
en un supermercado y de repartidor de periódicos también experimenta una movilidad
horizontal porque cambia de ocupación sin alterar su posición en la jerarquía social.
Zé Pequeño, por otro lado, anhela ser el delincuente más reconocido y en efecto, tras
asesinar a muchas personas y asaltar con violencia varios establecimientos logra ser el
más temido y respetado.

En cuanto descubre que el tráfico de drogas es lo que verdaderamente le dará


poder, sin dudarlo decide dedicarse a ello y entonces no sólo se convierte en el
delincuente más reconocido sino también en el mayor traficante de la región. Los dos
pasan por un proceso para ascender, Buscapé positivamente y Ze Pequeño
negativamente.
La personalidad de Zé Pequeño es sumamente agresiva y hasta un poco
psicótica; no es de extrañar tomando en cuenta que su proceso de socialización ha
estado marcado por vicios, delincuencia y crimen en lugar de por las normas sociales.
Les sucede lo mismo a todos los niños de la favela (con una infancia muy corta, los que
sobreviven terminan controlando el negocio de las drogas). No obstante Buscapé es un
chico bueno, tranquilo y ha vivido en el mismo entorno. 

La estratificación social genera identidades compartidas que ubican a las


personas en categorías sociales diferentes.

Para explicar la situación en la que se encuentran los distintos personajes en la


película, al principio, se narra la historia de tres bandidos, bandidos que en realidad “no
son más que principiantes”. La mentalidad/ideología que tienen estos tres muchachos es
muy similar a la que tienen la mayoría de los jóvenes en la Ciudad de Dios: roban para
ayudar a sus familias y amigos porque no hay trabajo y si lo hay ganan una miseria y
estudiar no les sirve para nada, no se ven capaces. Uno de ellos se pregunta si seguirá
viviendo así siempre y ve la solución en la religión, otro vuelve a trabajar con su padre y
el tercero intenta irse de la Ciudad de Dios sin conseguirlo. Sin embargo el hecho de
que estos tres muchachos hayan intentado cambiar para mejor no quiere decir que la
situación en su favela cambie.

Las personas entienden, aprenden lo que en cada sociedad, lo que en su sociedad


se entiende como justo. Luego, pueden plantearse su situación personal pero
difícilmente llegarán a poner en cuestión lo que piensa el resto. La violencia arrastra a
los habitantes de la favela como única garantía de éxito y/o de supervivencia.

La estratificación social en la favela como algo positivo: la vida es muy dura en


la Ciudad de Dios, consecuentemente si se quiere progresar hay que estudiar y salir de
ese sitio. El hecho de que alguno de los habitantes salga de ahí para mejorar a base de
méritos personales…

Si aplicamos las ideas marxistas y neo-marxistas sobre la estratificación y el


conflicto a la realidad que exhibe este filme nos damos cuenta claramente de que la
policía obtiene ventajas enormes a expensas de los delincuentes y los narcotraficantes
que protege. La corrupción es impresionante, los sobornos son a todo tipo de maleantes
(distribuidores de droga, de armas). Y la injusticia explícita: únicamente llenan la favela
de patrullas cuando se trata de reprender a quienes no les pagan, a los menos poderosos.
La policía está involucrada y es en parte responsable del desorden existente en el
suburbio.

Otro ejemplo de estratificación social que observamos en la Ciudad de Dios en


esta línea, es el de la producción de droga. Los que controlan el negocio se aprovechan
de los jóvenes, que reciben bastante menos beneficios de los que tendrían que recibir
por el trabajo que realizan (preparar la droga para su venta y repartición). Pero es lo que
hay, se debe ascender desde abajo en este negocio en el que incluso, “se puede hacer
carrera”.

El cómo Zé Pequeño llega a ser quien es, ejemplifica la teoría de Max Weber
sobre la estratificación social desigualdades económicas y de clase: Zé Pequeño idea
planes para superar los asaltos del Trío Ternura, con el objetivo de conseguir más
dinero. Piensa que cuando asaltaban los camiones conseguían muy poco.

CONCLUSIÓN
Llegamos a la conclusión, con este análisis realizado, que la peor violencia, la
más aguda y la detonante del resto, es la basada en la ausencia del individuo o entidad
para con el prójimo, una violencia que no observé clasificada hasta ahora. El abandono
social, el no tener un lugar en ningún lugar, y el sentimiento de soledad absoluta, son las
causas del resto de las violencias. Si no queremos individuos violentos, no seamos
violentos para con nuestro prójimo. No abandonemos ni condenemos.

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