Está en la página 1de 1

Salmo 38 – Tiempo de Cuaresma

(v. 1-2): Abre el pecador los ojos y entiende que comete pecado, y siente terror por la ira
Sal 38:1 Salmo de David, para recordar. Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me de Dios.
castigues en tu ira.
(v 3): El pecador se auto examina por dentro y no encuentra nada bueno. La ira de Dios
Sal 38:2 Porque tus flechas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.
produce miedo y terror. “No hay paz en los huesos” se refiere a que el pecado nos debilita
Sal 38:3 Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa
de mi pecado. físicamente y emocionalmente. El pecado nos autodestruye.
Sal 38:4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se (v4): Esta refiriéndose a la conciencia. La consciencia nos acusa de que no estamos
han agravado sobre mí. haciendo lo correcto, y esto hace que vivamos siempre pensativos y triste.
Sal 38:5 Corrompen y corren mis llagas, A causa de mi locura.
Sal 38:6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día. (v5): En el hebreo significa que mis llagan “huelen mal”. Es decir, el pecado causa
Sal 38:7 Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne. escándalo, y hace daño a Dios y a nuestros seres queridos. Ser corrompido es perecer
Sal 38:8 Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi cada vez más por el pecado, pero apestar es ser ofensivo para los demás y repugnante
corazón. para Dios.  (2Co 2:16 «a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor
Sal 38:9 Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto. de vida para vida.») Cristo nos da el olor grato hacia Dios.
Sal 38:10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos
(v6): cuando la persona examina su pecado, y se ve envuelto y no sabe cómo salir. Vive
me falta ya.
Sal 38:11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos con la cabeza agachada, y enlutado, no hay rostro alegra en su cara, vive aparentando.
se han alejado. (v9): Dios ve cuales son nuestros pecados, sabe por qué problemas estamos pasando. El
Sal 38:12 Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan vé más allá, ve tu interior, ve tu corazón.
iniquidades, Y meditan fraudes todo el día.
Sal 38:13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca. (v10): El pecador lucha contra sus pecados, pero no puede. Él quiere estar sano, pero no
Sal 38:14 Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones. puede, se desfallece cada vez más. Y está viviendo una angustia y desesperanza.
Sal 38:15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío. (v11): el pecado hace que nuestros familiares y amigos nos abandonen. El demonio quiere
Sal 38:16 Dije: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre vernos solos. La soledad, es lo más terrible que existe.
mí.
(v13-14): Cuando uno vive en pecado, llega a un punto que se siente bloqueado, y no sabe
Sal 38:17 Pero yo estoy a punto de caer, Y mi dolor está delante de mí continuamente.
Sal 38:18 Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado. qué hacer. Ya no tiene sentido vivir, ni la vida misma.
Sal 38:19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los que me (v15): La persona con fe, sabe que Dios no abandona a sus hijos. Dios permite tiempos de
aborrecen sin causa. pruebas y tiempos difíciles. Pero siempre, él está presente, y tiene todo bajo control.
Sal 38:20 Los que pagan mal por bien Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
(v16-17): la gente del mundo se ríe y le gusta las cosas pecaminosas, e invitan a caer en
Sal 38:21 No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. pecado. Pero el pecado es algo serio.
Sal 38:22 Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación. (v18): El pecado es necesario confesarlo y pedir perdón.
(v19-20): El mundo, la carne y Satanás, nos atacarán constantemente. Y más ferozmente
cuando pedimos perdón a Dios.
(v21-22): La confianza siempre debe ser puesta en Dios, pues Él es quién tiene poder para
ayudarnos.

También podría gustarte