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La Paz – Bolivia
2017
INDICE
1. INTRODUCCION
2. PROBLEMAS Y OBJETIVOS
2.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
2.2. FORMULACION DEL PROBLEMA
2.3. OBJETIVOS
2.3.1. OBJETIVO GENERAL
2.3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS
3. MARCO TEÓRICO
INTRODUCCION
Por esta razón, surgen una serie de técnicas, métodos y conceptos para favorecer
un desarrollo lo más óptimo posible.
En este sentido, debido al poco conocimiento sobre el manejo correcto del recién
nacido prematuro, es fundamental el desarrollo de intervenciones fisioterapéuticas
desde una vertiente preventiva y terapéutica, haciéndose necesaria su
participación lo más pronto posible para reducir al máximo las consecuencias de
los factores de riesgo motor.
El uso de la técnica del Handling como terapia preventiva y terapéutica podría ser
una alternativa que favorezca el desarrollo motor del recién nacido prematuro.
1.2 FORMULACION DEL PROBLEMA
¿En qué medida la técnica del Handling puede favorecer el desarrollo motor del
recién nacido prematuro?
1.3 OBJETIVOS
Analizar el Handling como técnica que favorece el desarrollo motor del recién
nacido prematuro
MARCO TEÓRICO
Los avances tecnológico han permitido disminuir la edad gestacional viable y aumentar la vida de
los recién nacidos de pretérmino a 26 semanas de edad gestacional, que en términos prácticos es
la edad en la cual hoy en día se puede intervenir con reales posibilidades de éxito terapéutico,
también ha permitido que la intervención kinésica respiratoria neonatal tenga una mayor
demanda como herramienta útil en condiciones específicas de la evolución de estos pacientes e
inmersa dentro de una amplia gama de procedimientos, que intentan disminuir las complicaciones
y secuelas de los prematuros extremos.
Bajo este mismo prisma, aunque la aparición del surfactante artificial logró disminuir la mortalidad
neonatal de los prematuros extremos, las importantes secuelas producto de la ventilación
mecánica prolongada no han logrado ser aplacadas.
El recién nacido pretérmino es un ser vivo que no ha cumplido el tiempo necesario de crecimiento
y desarrollo en el ambiente intrauterino.
El ser humano nace entre las 38 – 42 semanas de edad gestacional, con lo cual se asume que ha
tenido el tiempo suficiente para crecer y desarrollarse para la vida extrauterina.
Las complicaciones de nacer antes de las 38 SEG, es decir de pretérmino, son mayores a menor
edad gestacional. Nacer bajo las 30 SEG (prematuro extremo) implica significativas deficiencias
funcionales en todos los órganos vitales. En lo que respecta a la intervención kinésica se debe
insistir principalmente en los sistemas cardiorespiratorio y neurológico.
Por todo lo anterior, se debiera esperar que un prematuro de 36 SEG muestre al examen físico
una vigorosa respiración, habitualmente sin necesidad de asistencia respiratoria, con tendencia a
presentar un leve patrón respiratorio paradojal, más evidente durante el llanto o al aumentar la
carga respiratoria por complicaciones transitorias como el aumento de la secreción bronquial y
aquellas relacionadas a su inmadurez; por ejemplo menor distensibilidad pulmonar.
Otro elemento fisiológico a considerar es que durante la vida fetal los núcleos del tronco cerebral
no están totalmente desarrollados. El núcleo ceruleus, uno de los mayores núcleos
noradrenérgicos del cerebro es igualmente sensible a estímulos nocivos como inocuos en RNPT.
Luego, al madurar se hacen menos sensibles a los estímulos inocuos, por ejemplo al tacto, y mas
sensibles a las noxas. Esto explicaría en parte porqué los prematuros especialmente los extremos
reaccionan a eventos inocuos-como la manipulación- con hipoxemia y cambios en la presión
arterial.
Desde el punto de vista anatómico, los RNPT menores a 30-32 SEG poseen una matríz germinal
inmadura con gran cantidad de capilares de paredes delgadas. Por lo que durante los desórdenes
cardiovasculares causados por estímulos externos, estas paredes pueden no ser capaces de
soportar aumentos de la presión arterial sistémica y causa r Hemorragia Intra Craneal.
De este modo podemos encontrar dos importantes factores de riesgo hemodinámico en los
prematuros, especialmente los menores a 32 SEG.
El recién nacido pre término es un ser vivo que no ha cumplido el tiempo necesario de
crecimiento y desarrollo en el ambiente intrauterino.
El ser humano nace entre las 38 – 42 semanas de edad gestacional, con lo cual se asume que ha
tenido el tiempo suficiente para crecer y desarrollarse para la vida extrauterina.
De bajo peso de nacimiento menor a 2500 gr.; muy bajo peso de nacimiento menor a 1500 gr. Y
extremo bajo peso de nacimiento menor a 1000 gr.
Las complicaciones de nacer antes de las 38 semanas de edad gestacional, es decir de pre término,
son mayores a menor edad gestacional. Nacer bajo las 30 semanas de edad gestacional
(prematuro extremo) implica significativas deficiencias funcionales en todos los órganos vitales.
El cuidado del prematuro hace necesario un enfoque multiprofesional, actuando todos de manera
conjunta buscando su recuperación adecuada y con el mínimo de secuelas posible.
PLASTICIDAD CEREBRAL
El término Plasticidad Cerebral expresa la capacidad adaptativa del sistema nervioso para
minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia organización estructural y
funcional.
Se han observado cambios en la estructura sináptica sugestivos de que la memoria a largo plazo
subyace en la región septal del hipocampo dorsal, lo cual apoya la apreciación de que la región
anterior es importante para la memoria espacial. La memoria y el aprendizaje resultan de la
representación del estímulo mediante procesos plásticos que modifican las vías neuronales que se
comunican con otras. Los eventos plásticos pueden incluir cambios en la estructura, distribución y
número de sinapsis y se ha sugerido que en estos cambios morfológicos subyace la formación de la
memoria.
Las estructuras hipocámpicas son particularmente plásticas, donde los cambios morfológicos como
sinaptogénesis y neurogénesis ocurren en el cerebro del adulto.
Después de un daño cerebral no fatal por lo general ocurre una recuperación de funciones que
puede continuar por años. El grado de recuperación depende de muchos factores que incluyen
edad, área comprometida, cantidad de tejido dañado, rapidez con la que se produce el daño,
programas de rehabilitación y factores ambientales y psicosociales.
Si bien desde hace años se tiene evidencia de la capacidad del cerebro para modificar funciones y
para compensar daños, la importancia de esta capacidad ha venido a ser apreciada
recientemente.
La plasticidad cerebral es la adaptación funcional del sistema nervioso central para minimizar los
efectos de las alteraciones estructurales o fisiológicas, sin importar la causa originaria. Ello es
posible gracias a la capacidad que tiene el sistema nervioso para experimentar cambios
estructurales-funcionales detonados por influencias endógenas y exógenas, las cuales pueden
ocurrir en cualquier momento de la vida.
La capacidad del cerebro para adaptarse y compensar los efectos de la lesión, aunque sólo sea de
forma parcial es mayor en los primeros años de vida que en la etapa adulta. Los mecanismos por
lo que se llevan a cabo los fenómenos de la plasticidad son histológicos, bioquímicos y fisiológicos,
tras los cuales el sujeto va experimentando una mejoría funcional-clínica, observándose
recuperación paulatina de las funciones perdidas. Estudios clínicos experimentales permiten
localizar las estructuras cerebrales que asumen la función que se realizaba antes de la lesión. La
voluntad del paciente por recuperarse y el buen criterio y conocimiento del neurólogo pueden
conseguir resultados espectaculares ante lesiones cerebrales no masivas y que no tengan carácter
degenerativo. Pese a la mayor capacidad de plasticidad en el tejido cerebral joven, es necesario
reconocer que en todas las edades hay probabilidades de recuperación.
Los efectos de los cambios en el medio externo sobre la estructura y función del sistema nervioso
en desarrollo tienden a ser prominentes en el sistema sensorial. Para comprender mejor esto es
importante conocer conceptos sobre la sinapsis en el contexto de la plasticidad cerebral.
Una sinapsis puede ser considerada una entidad morfológica y fisiológica, aunque también es un
concepto en evolución. Si bien en menor medida que la sinapsis, la plasticidad cerebral está bien
fundamentada en la literatura científica específica. Los conceptos que se han desarrollado
frecuentemente se toman como hechos, los cuales están influidos significativamente por el
contexto social, el nivel de tecnología y las tendencias científicas prevalecientes en el momento.
Definida de forma amplia, la plasticidad cerebral podría incluir el aprendizaje en su totalidad; más
concretamente, es la evidencia de cambios morfológicos como la ramificación neuronal. Una
posición intermedia la considera como la capacidad adaptativa del sistema nervioso central para
modificar su propia organización estructural y funcional.
Ya desde el siglo XX se consideraba la plasticidad como una de las dos propiedades fundamentales
del sistema nervioso:
Se admite la posibilidad de que existen varios tipos de plasticidad neuronal, en los que se
consideran fundamentalmente factores tales como edad de los pacientes, naturaleza de la
enfermedad y sistemas afectados.
Por edades
Por patologías
Ante lesiones ya constituidas del SNC, la investigación científica de los últimos años abre
perspectivas interesantes, que pueden contribuir significativamente a la mejora de los pacientes
con algún grado de lesión. Con el objeto de favorecer la regeneración en el SNc se han ensayado
una serie de técnicas.
Tanto la experiencia con animales como los estudios realizados en humanos con el empleo de
modernas técnicas no invasivas respaldan en general, las ideas de plasticidad neuronal en que se
fundan los métodos de estimulación y rehabilitación neurológicas. A través de la ejercitación y la
estimulación sensorial es posible modificar funcional y estructuralmente el cerebro, cambiar su
organización somatotópica, incrementar las conexiones sinápticas, influir en la orientación
dendrítica, etc.
Los avances que han tenido lugar en los últimos años en el conocimiento de la plasticidad neuronal
han permitido comprender mejor los mecanismos que entran en juego tras el daño cerebral y los
factores que favorecen o entorpecen su recuperación, así como los diferentes caminos que puede
seguir la reorganización de los circuitos neurales. Existen periodos críticos en el desarrollo
durante las cuales estas propiedades plásticas del cerebro alcanzan su máxima expresión, y
pasados los cuales las posibilidades de recuperación decrecen sustancialmente.
Las fases críticas del desarrollo se sustentan en las bases biológicas de la evolución del sistema
nervioso. Al final del quinto mes de gestación se completa la proliferación neuronal luego de
alcanzar una cifra de 100.000 millones de células nerviosas. Al final del primer semestre termina la
migración neuronal.
Posteriormente, acontecen tres fenómenos que rigen y optimizan el desarrollo de las distintas
habilidades como las interconexiones neuronales la poda selectiva y la mielinización. Las
diferentes teorías que explican la plasticidad neuronal serían más importantes en las primeras
etapas y de ahí la importancia del diagnóstico temprano de posibles alteraciones del
neurodesarrollo y una intervención temprana.
El control motor es la capacidad compleja de regular, dirigir y organizar los mecanismos propios
que generan un movimiento.
Las diversas teorías existentes reflejan toda la función del sistema nervioso interactuando con los
sistemas corporales y con el ambiente orientado a las diversas tareas a realizar en lo cotidiano.
El individuo a medida que va madurando amplía los conceptos de control motor, movimiento y
conducta motora hacia dimensiones cada vez más complejas; con el paso del tiempo el niño ya no
requerirá de procesos conscientes para el control de sus movimientos en cada momento de su
vida; esta capacidad se va adquiriendo producto del desarrollo del sistema nervioso central
durante el desarrollo del ser humano en su conexión con el ambiente.
Ambos procesos ocurren en los sistemas perceptivos, emocionales, de acción y cognición que se
complementan y se retroalimentan de manera permanente durante la ejecución de una
determinada actividad motora. ( apuntes de neuroevolución)
Es por ello que la Estimulación Temprana acompañada de una adecuada intervención terapéutica
y la enseñanza rehabilitadora seguirán siempre vigentes para la recuperación funcional de estos
pacientes.
La indisolubilidad de la vinculación entre el cuerpo y la mente parecen asumirse cada vez más, no
sólo durante el estudio del desarrollo neuropsicomotor del niño, sino y sobre todo durante la
evaluación y la intervención, cuando los profesionales que precisan tener miradas cada vez más
integradas para dar respuestas preventivas o terapéuticas.
El desarrollo estatomotríz del recién nacido hasta la edad adulta depende de la maduración del
sistema nervioso central. El transcurso de esta evolución está determinada por modelos
genéticos de desarrollo y por la estimulación del medio ambiente. El cerebro, como órgano de
integración y de coordinación, responde con reacciones automáticas y complejas a los estímulos
percibidos por los órganos sensoriales.
Estas reacciones varían con la edad del niño pero desde el nacimiento se suceden en un orden
establecido. Se caracterizan por el desarrollo de los mecanismos de reflejo de la postura y del
mantenimiento de la postura que permiten al hombre erguirse contra la fuerza de gravedad y
conservar su equilibrio.(Fleming)
El recién nacido dispone ya de un repertorio de patrones motores claramente definidos y por ello
predecibles. Ellos son la expresión del desarrollo ontogénico humano.
Los patrones motores innatos van estando disponibles en el niño sano a lo largo del primer año de
vida, a medida que va intentando conseguir nuevos objetivos. Para ello tiene que ir adaptándose,
de forma cada vez más diferenciada, a la fuerza de gravedad que actúa sobre el ser humano en
condiciones normales.
La medida del desarrollo alcanzado en un determinado momento viene expresada por el nivel del
enderezamiento. Expresión del nivel progresivo de enderezamiento lo constituyen, por ejemplo el
enderezamiento simétrico sobre los codos, el apoyo asimétrico en un codo, la sedestación, la
puesta en pie con apoyo, la marcha libre, el salto sobre un pie, y así sucesivamente.
La diferenciación entre las variantes del desarrollo normal del lactante y las desviaciones mínimas
pero ciertas, especialmente en los primeros meses de vida, plantea para el médico considerables
dificultades para establecer el diagnóstico.
En particular, las primeras fases de desarrollo correspondientes a los primeros meses de vida
ponen muchas veces, aun al médico experto, ante la difícil situación de decidir si se trata de una
variante normal insignificante o de una desviación que requiere tratamiento.
La motricidad permite al ser humano confrontarse con el medio ambiente. La constante mejoría
de las capacidades motrices significa para el niño alcanzar su independencia y la posibilidad de
adaptación a las realidades sociales. Las evoluciones motrices se interrelacionan directamente con
los procesos psíquicos y cognitivos. Éstos casi siempre se exteriorizan en comportamientos
motrices, como por ejemplo en la mímica o en la postura del cuerpo y por lo tanto actúan como
señales para el medio ambiente utilizando circuitos reguladores.
Por el nacimiento relativamente prematuro del ser humano, dado que con una mayor maduración
intrauterina ya no podría atravesar el canal del parto, los sistemas menos importantes para
sobrevivir como la motricidad, la estática, etc., ya preparados durante el embarazo y el
nacimiento, requieren mayor tiempo para la adaptación posnatal.
Pero en este caso no se trata de sistemas sencillos que pasan espontáneamente de la inmadurez
original a la madurez definitiva, sino de modelos sometidos constantemente a la autorregulación.
Estos modelos se adaptan a las situaciones dadas, es decir que aprenden a reaccionar con los
medios puestos a disposición en relación con el modelo genéticamente implícito.
¿Cuáles son los medios de la motricidad? En primer lugar aparece la regulación del tono: inhibición
de centros encefálicos profundos y estimulación de centros de integración superiores mediante
regulaciones exactamente graduadas y contrarregulaciones que ejercen influencia en forma
recíproca. Ningún grado es alcanzable sin el grado inmediatamente previo. De tal modo, un
modelo genéticamente implícito puede desarrollarse plenamente con los estímulos del medio
ambiente, que en parte inhiben el desarrollo y en parte lo posibilitan.
La causa de los diversos trastornos de este complicado sistema, está dada en la pluralidad de los
sistemas de regulación. Su acción coordinada en el microcosmos de un niño en desarrollo con su
psiquis y con su capacidad de reacción ante los estímulos del medio ambiente, con las
posibilidades de sus sistemas sensorial y sensitivo y de su intelecto de no reaccionar ante los
estímulos siempre en el modo previsto, es decir que posee un cierto espacio libre de reacción,
produce en última instancia lo que se denomina desarrollo.
Cuando el daño afecta a un sistema que aún no funciona, la posibilidad de adaptación será mejor
que cuando se trata de un sistema maduro, ya que en este caso están cerrados los caminos que
antes todavía estaban abiertos. Esto es lo que se denomina la plasticidad o la dinámica del cerebro
que es mayor en los primeros meses de vida. Cuanto mayor es el desarrollo de un organismo,
tanto más diversas son sus reacciones y tanto más vulnerable es también el sistema en su
totalidad.
Desarrollo del patrón global
En el recién nacido
Desde el nacimiento hasta las primeras semanas de desarrollo la posición corporal es una
respuesta a estímulos, sensoriales, interoceptivos, exteroceptivos que generarán como respuesta
reacciones globales del cuerpo.
A nivel facial los primeros días los ojos están cerrados (el sueño ocupa gran parte del tiempo), el
niño contrae los párpados cuando cambia la luz en la habitación o cuando se produce un ruido
agudo.
Aunque puede fijarse o detenerse en un punto luminoso, no ve más que una imagen bastante
borrosa y contempla de manera vaga el mundo circundante.
El recién nacido mira atentamente el rostro de su madre pero antes de la edad de tres meses no
diferencia un rostro real de un rostro dibujado compuesto por los principales rasgos y en
movimiento.
Los hombros de hallan en ligera retropulsión y apoyan sobre la superficie horizontal, el tórax se
encuentra en línea media y modifica su posición de acuerdo con la de la cabeza por influencia del
reflejo tónico cervical asimétrico.
Las extremidades inferiores presentan una rotación externa desde la cadera, ambas se hallan en
abducción o en asimetría, es decir una en abducción y la otra en aducción, las rodillas están
flexionadas y los pies en flexión dorsal.
La cabeza casi siempre está ubicada de costado y puede ser levantada brevemente para cambiar
de lado. Las extremidades superiores se encuentran junto o debajo del tórax, las extremidades
inferiores presentan rotación externa desde la cadera y los glúteos aparecen ligeramente
levantados, las rodillas están flexionadas y los pies en flexión dorsal.
Desarrollo motor en el segundo mes
En posición de decúbito dorsal aún muestra postura de flexión pero ya inicia la extensión, patalea
alternadamente y muy pocas veces simultáneamente, coloca la cabeza de costado casi siempre al
lado de preferencia, los brazos están en ángulo junto al cuerpo, aún los brazos no llegan a línea
media.
El cuerpo yace en forma simétrica y en ocasiones se observa un acortamiento del tronco que está
orientado hacia el lado del rostro. Las extremidades inferiores presentan rotación externa desde la
cadera y a veces se observa buena abducción. Ambas piernas pueden ubicarse juntas hacia ambos
lados y con frecuencia se observa una mayor rotación interna de uno de los laterales con respecto
al otro.
En decúbito ventral predomina todavía el tono de flexión pero el niño ya puede presentar
extensión en la región del tórax, la cadera todavía permanece flexionada, el niño levanta
brevemente la cabeza, aún con pequeñas oscilaciones pero nunca más de 45°.
Los hombros están en retropulsión leve. Los miembros superiores aún inestables apoyan sobre los
antebrazos, los glúteos aparecen ligeramente elevados debido a la flexión de la cadera y a la
tendencia fisiológica de flexión. Las extremidades inferiores presentan rotación externa desde la
cadera y patalean de forma alternada. Los pies casi siempre se encuentran en dorsiflexión pero
también pueden flexionarse en sentido plantar.
En decúbito dorsal el lactante puede permanecer en forma simétrica en decúbito dorsal y girar
hacia ambos lados. La torsión no se produce más en bloque, sino que ya se observa una cierta
rotación. El niño está en condiciones de mantener la cabeza en la línea media, pero con frecuencia
la apoya preferentemente sobre un lado, lo que a su vez produce un acortamiento homolateral del
tronco de modo tal que el lactante adopta una postura asimétrica. Las manos pueden ser llevadas
a la línea media. Allí se observa que los dedos permanecen extendidos y separados y que se
flexionan y juntan cuando los brazos son puestos en ángulo junto al cuerpo con retropulsión de los
hombros.
Las extremidades inferiores presentan rotación externa desde la cadera y abducción con flexión.
El niño patalea en forma alternada. A veces extiende la rodilla y existe una buena movilidad en la
articulación tibioastragalina.
En decúbito ventral el niño yace en forma simétrica y puede pasar espontáneamente de una
postura asimétrica a una postura simétrica. La cabeza es elevada hasta 45°, aún no le es posible
apoyarse establemente sobre sus antebrazos. El lactante es capaz d e apoyar y de mover su cabeza
de un lado a otro.
Las manos suelen estar cerradas formando puños o estar abiertas. Existe un principio de extensión
en la región de la nuca y el tórax. Se observa que el niño tiene mejor capacidad para extender la
cadera, pero con frecuencia aún está flexionada. El niño patalea en forma alternada en el eje del
tronco. Las extremidades inferiores presentan rotación externa y abduccióny en los pies se
observa dorsiflexión o extensión con movilidad en la garganta del pie.
En posición de decúbito dorsal el niño está simétrico, se mueve hacia ambos lados girando con una
leve rotación. La cabeza puede permanecer en línea media. En forma coordinada con la postura de
la cabeza y del cuerpo lleva las manos hacia la línea media y las observa.
Las extremidades inferiores presentan rotación externa y abducción y el niño patalea de forma
alternada, las rodillas pueden estar flexionadas como extendidas, los pies se encuentran en
dorsiflexión con buena movilidad de la articulación tibioastragalina. En general, se observa en
todos los movimientos una mejor coordinación.
En posición de decúbito dorsal el niño puede moverse de un lado al otro y a veces se cambia al
decúbito ventral, el tronco es simétrico en alineación con la cabeza. Las extremidades inferiores
presentan rotación externa y abducción. Puede en ocasiones hiperextender el dorso y levantar la
cadera como si formara un puente. Casi siempre se observa pataleo alternado y a veces sólo
flexión y extensión bilateral. Extiende bien las rodillas y existe buena movilidad del pie.
En decúbito ventral permanece en forma simétrica y puede elevar la cabeza sin dificultad hasta
90°, así como también apoyarse bien sobre los antebrazos. En ésta posición es capaz de trasladar
el equilibrio para liberar el otro lado y extender los brazos hacia adelante. Se inicia la rotación. Aún
no hay movimientos de traslación. La cadera está apoyada sobre la superficie horizontal, con
buena movilidad en pies. El niño realiza movimientos de natación por una extensión súbita.
Mueve la cabeza de derecha e izquierda y viceversa.
En decúbito dorsal el lactante puede girar del decúbito dorsal al decúbito ventral, se da vuelta
hacia ambos lados, pero casi siempre prefiere uno de estos. Puede tocar sus pies y palpar su
cuerpo para reconocerlo. Extiende los miembros superiores hacia adelante y eleva la cabeza. Las
extremidades inferiores se hallan en rotación externa y presentan abducción cuando están
flexionadas, se aprecia una mejor coordinación de los movimientos.
En decúbito ventral eleva bien la cabeza, el tronco está extendido y las caderas apoyan sobre la
superficie horizontal, conserva bien el equilibrio, cambia de posición con rotaciones y ya no en
bloque.
En posición sentada el niño puede retirar brevemente las manos y se apoya hacia adelante sin
descargar suficientemente el peso. En ésta posición mantiene las extremidades inferiores en
rotación externa, las caderas en abducción y con buena movilidad en la garganta del pie, la
espalda está curvada y las rodillas flexionadas.
En decúbito ventral eleva bien la cabeza. El niño transfiere el peso y lleva las extremidades
inferiores bajo el abdomen para levantarse. Gira sobre su propio eje y se corre hacia atrás cuando
quiere desplazarse. Mantiene una postura simétrica.
La cadera apoya sobre la superficie horizontal, mientras que las extremidades inferiores se
presentan abducidas y en ángulo, con movilidad en todas las articulaciones.
En posición sentada el niño presenta mayor estabilidad cuando es incorporado para sentarse.
Tiene un buen apoyo hacia adelante con descarga de peso. Al producirse una inclinación lateral
pasiva extiende los brazos y las manos descargando el peso. La espalda aún está curvada pero
también puede lograr extenderla. Las extremidades inferiores presentan abducción y flexión desde
la cadera.
El niño ya no permanece en esta posición, sino que se da vuelta hacia ambos lados para alcanzar
el decúbito ventral.
Se aprecia rotación externa desde la cadera y libre movimiento de las extremidades inferiores.
Desde el decúbito ventral el niño se sienta, a veces con ayuda, o bien apoyándose de costado para
llegar a la posición sentada. En todos sus movimientos se observa mayor coordinación.
Puede adoptar posición de gateo, muchos pueden iniciar ésta actividad pero aún con escasa
rotación.
En posición sentada permanece estable en ésta posición y cuando pierde el equilibrio su cuerpo
reacciona con movimientos compensatorios. Puede apoyarse hacia adelante y hacia los lados,
además se observa una buena rotación de tronco.
Pasa de la posición de sentado a cuatro puntos para gatear, con buenos movimientos de rotación.
El niño puede pasar de cualquier posición horizontal a la posición sedente, pero generalmente
primero adopta posición cuadrúpeda, puede también desde ésta posición iniciar gateo.
El niño se sienta solo y permanece en esta posición sin ayuda manteniendo buen equilibrio. Se
apoya hacia adelante, hacia el costado y hacia atrás.
El niño gatea velozmente y con buena rotación. Desde la posición sentada o la bipedestación
adopta la posición cuadrúpeda. Pasa a la posición de pie tomándose de objetos, presenta
bastante estabilidad cuando se sostiene y camina lateralmente a lo largo de los objetos.
Muchas veces se suelta para permanecer parado sin apoyo, pero aún no está en condiciones de
dar pasos.
En este mes el niño gira hacia ambos lados, sentándose primero de costado alcanza luego la
posición sentada simétrica, para gatear se coloca primero en posición cuadrúpeda.
Se incorpora para sentarse solo, permanece en ésta posición con bastante equilibrio y puede
lograr apoyos.
El niño gatea con coordinación y equilibrio, aún prefiere este modo rápido de desplazamiento.
Desde esta posición se sienta y se pone de pie apoyado en objetos pero también puede
levantarse sin apoyarse. Puede permanecer parado sin apoyo, muchos aún no poseen el equilibrio
suficiente para dar pasos pero algunos lo hacen con inseguridad y con amplia base de
sustentación, al bajar a posición sedente se observan etapas motrices intermedias bastante
buena.
Para esperar una evolución favorable es importante la intervención o atención temprana dirigida
a ésta población que tiene grandes riesgos de sufrir algún daño neurológico.
La evolución de los niños con alteraciones en su desarrollo dependerá en gran medida de la fecha
de la detección y del momento de inicio de la Atención Temprana. Cuanto menor sea el tiempo de
deprivación de los estímulos mejor aprovechamiento habrá de la plasticidad cerebral y
potencialmente menor será el retraso. En este proceso resulta crucial la implicación familiar,
elemento indispensable para favorecer la interacción afectiva y emocional así como para la
eficacia de los tratamientos.
TRASTORNOS EN EL DESARROLLO
El trastorno del desarrollo debe considerarse como la desviación significativa del curso del
desarrollo, como consecuencia de acontecimientos de salud o de relación que comprometen la
evolución biológica, psicológica y social. Algunos retrasos en el desarrollo pueden compensarse o
neutralizarse de forma espontánea, siendo a menudo la intervención la que determina la
transitoriedad del trastorno.
RIESGO BIOLÓGICO-SOCIAL
Se considera de riesgo biológico aquellos niños que durante el periodo pre, peri o posnatal, o
durante el desarrollo temprano, han estado sometidos a situaciones que podrían alterar su
proceso madurativo, como puede ser la prematuridad, el bajo peso o la anoxia al nacer.
El principal objetivo de la Atención Temprana es que los niños que presentan trastornos en su
desarrollo o tienen riesgo de padecerlos, reciban todo aquello que desde la vertiente preventiva y
asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo y bienestar posibilitando de la forma más
completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.
La Atención Temprana debe llegar a todos los niños que presentan cualquier tipo de trastorno o
alteración en su desarrollo, sea éste de tipo físico, psíquico o sensorial, o se consideren en
situación de riesgo biológico o social.
1. Reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto global del desarrollo del
niño.
2. Optimizar, en la medida de lo posible el curso del desarrollo del niño
3. Introducir los mecanismos necesarios de compensación y adaptación a las necesidades
específicas.
4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o asociados producidos por
un trastorno o situación de alto riesgo.
El riesgo socio-familiar es valorado siempre, ya que es quizás la variable de riesgo que más afecta
a la mortalidad perinatal aguda y también a la morbilidad perinatal a largo plazo. Los factores de
riesgo que deben ser seguidos son:
La Atención Temprana, desde los principios científicos sobre los que se fundamenta: Pediatría,
Neurología, Psiquiatría, Pedagogía, Fisiatría, etc., tiene como finalidad ofrecer a los niños con
déficits o con riesgo de padecerlos un conjunto de acciones optimizadoras y compensadoras, que
faciliten su adecuada maduración en todos los ámbitos y que les permita alcanzar el máximo nivel
de desarrollo personal y de integración social.
La integración sensoriomotriz es una base importante para el desarrollo integral del humano
principalmente del recién nacido prematuro, es de esta manera que se da la necesidad de crear
una forma de comunicación que es el Diálogo tónico rítmico en la que se toma conciencia de la
relación y la importancia fundamental del juego conjunto del diálogo, el ritmo de movimiento y el
tono muscular durante la terapia como base para un trabajo efectivo, en la capacitación y de
utilidad para el paciente y su entorno social en la vida diaria.
En el diálogo tónico rítmico se reúnen elementos que son de decisiva importancia, especialmente
para niños con insuficiencia motora de origen cerebral.
Siendo un elemento natural e importante, el ritmo influye en la vida del niño con dificultades en su
desarrollo, ya durante la vida intrauterina, como también en la intensa comunicación con la madre
antes del nacimiento: vigilia – sueño, ritmo de respiración, succión, la pulsión del cordón umbilical
en las manos del niño, sus movimientos propios y los movimientos de la madre, movimientos de
flotación y el proceso del nacimiento.
De acuerdo con la medida del daño en el desarrollo, estos ritmos sufrirán cambios en el momento
del nacimiento, debido a la influencia de la fuerza de gravedad. Posteriormente, es necesario que
el niño se esfuerce en descubrirlos nuevamente, desarrollarlos activamente y estabilizarlos,
inclusive con ayuda exterior.
CAPITULO II
EL HANDLING
La técnica del Handling, originalmente fue desarrollada por Mary Qüinton, con el apoyo de la Dra.
Elsbeth Köng en la clínica Inselspital en Berna Suiza, desarrollando su trabajo con el lactante.
El Handling contiene el trato del paciente que llega a promover su desarrollo en la vida diaria,
entonces puede y debe ser usado con el propósito de apoyar los objetivos terapéuticos y así debe
ser enseñado al entorno social y terapéutico completo del paciente.
El trato del paciente en sentido del Handling, apoya y exige sus actividades propias en sentido del
control sensoriomotriz de postura y movimiento en todas las posiciones y cambios de posición.
Todas las actividades de la vida diaria, entre ellas por ejemplo el aseo y la nutrición, vestido y
desvestido, cambios de posición y lugar, pueden ser realizadas en este sentido.
Al levantar al niño que se encuentra echado, es importante incentivar su contacto con la base de
apoyo por intermedio de una presión intensa, siendo ésta la condición para las reacciones de
postura y equilibrio. El consiguiente impulso tridimensional ayuda al niño a mejorar el inicio
cualitativo del movimiento. Entonces, en un procedimiento continuo se realiza un traslado de peso
hacia caudal y lateral con el niño, hasta el punto en que éste pueda controlar su cabeza sin que la
sostenga el terapeuta, entonces recién se levanta al niño.
En caso de una asimetría pronunciada originada por problemas de regulación de tono muscular, se
debe levantar al niño en dos terceras partes por el lado contraído del tronco; para así provocar en
sentido de una reacción de postura el alargamiento del lado que descarga el peso y al mismo
tiempo el recorte del lado activo promoviendo así una regulación del tono muscular.
En la enseñanza a los padres, también se debe incentivar a éstos la necesidad de una observación
precisa. En la edad del lactante las asimetrías en muchos casos tienen la tendencia a equilibrarse
pronto; entonces por intermedio de una nueva adaptación del Handling, se debe estabilizar la
línea media que ha encontrado el niño levantándolo en un cambio regular por ambos lados.
El Handling significa un apoyo especial del desarrollo sensomotriz del lactante, especialmente en
su cuidado, nutrición diaria y el contacto con los padres. Su realización se adapta continuamente a
la edad de desarrollo del niño y a sus posibilidades y dificultades sensomotrices.
Cuanto mayor sea el grado de severidad de la lesión, mayor será el tiempo de realización del
Handling, llegando inclusive a ser necesario de por vida este apoyo para sus actividades diarias,
incluyendo el uso de medios auxiliares adaptados adecuadamente.
El tratamiento en faldas
El trabajo en faldas fue desarrollado por Mary Qüinton como medida terapéutica para el trabajo
con el niño con insuficiencia motora de origen cerebral como también para el manejo preventivo
de recién nacidos prematuros que tengan riesgo neurológico.
- El terapeuta cumple con la necesidad natural del niño del contacto corporal, entonces se
siente más seguro y se le alivia la regulación sensomotriz del tono muscular.
- Se alivia la adaptación del niño por la temperatura y las cualidades de su base de apoyo.
- Gracias al contacto corporal, el terapeuta puede tomar los impulsos del niño y dar, él
mismo, impulsos para el movimiento del niño con su propio movimiento rítmico o con
cambios de su postura. Asimismo, puede exigir y aliviar la postura y el movimiento del
niño. Con una verticalización adaptada en el movimiento, el niño aprende a enderezarse
contra la gravedad de manera fisiológica.
- Promover el diálogo tónico-rítmico
- Facilitar simetría y línea media
- Facilitar cambios de posición
- Facilitar control cefálico
- Facilitar transferencias de peso con actividades de vestido y desvestido.
DESARROLLO DE LA TECNICA
La posición de inicio del fisioterapeuta será sentado sobre la colchoneta, con la espalda apoyada
en la pared y con las rodillas flexionadas, formando de esta manera el regazo para trabajar con el
niño.
El desarrollo de la técnica inicia en el momento mismo en que la madre deja al niño en nuestras
manos, iniciamos levantándolo y poniéndolo en faldas para iniciar el desvestido, comenzando por
las prendas de la cabeza y tronco, teniendo el cuidado de no desencadenar patrones anormales de
movimiento o hiperextensión de la cabeza. Es importante realizar durante esta actividad descargas
y transferencias de peso ofreciéndole al niño buenas superficies de apoyo.
Por la prematuridad del niño y por ende su hipotonía debemos facilitar posturas en flexión tanto
de extremidades superiores como de inferiores.
Continuamente debemos hablarle indicándole las partes de su cuerpo que vamos tocando.
Es importante lograr contacto visual y promover el diálogo tónico-rítmico, que nos proporcionará
una buena respuesta a los estímulos que vayamos dando.
Para conseguir simetría y línea media , el fisioterapeuta debe facilitar ésta actividad con
movimientos suaves y rítmicos de las rodillas, con el objetivo de permitirle al niño llevar las manos
a la boca o tocarse ambas manos.
Para trabajar control cefálico tomamos al niño haciendo que descargue peso sobre el lado
acortado y con un movimiento de rotación lo colocamos en posición de decúbito ventral sobre la
rodilla flexionada del fisioterapeuta. En ésta posición con estímulo sobre la cadera del niño
facilitamos control de la cabeza.
Todos los cambios de posición que se trabajen en faldas se realizarán con movimientos lentos y
rítmicos ofreciendo al niño la mejor calidad de movimiento posible
BIBLIOGRAFIA.-
1.- Hernandez, Maria Felix. Intervencion educativa en el manejo del recién nacido
prematuro. Rev Enferm imss 2000; 8 (1): 21-25. www.index-
f.com/DOCUMENTOS_EBE/cuiden-evidencia/RE-IMSS-2000-1.pdf