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cada-. . L"llllH' ~..·-. L' i ca~n 4Lh..' toc:1 l'n m ~rL''a L' n d snlón ck daSt.' llc"anJo pos que corre n. no es condenar sino
L'l ararte titulado .. La cun~)-.¡1 hi-.tn- t'Pn-.i~o ..;us indescifrabk~ nl)tas: es cul'stionnr ll'S prncl'sos cognoscitivos
na JL' la m;íqutna Lk ~:~criht( '.lo t¡UL' apL'n:t" una pc r~o n :1 un tant n m;is dl' la ciencia y de la t ~c ni ca . su inme-
prucha t¡UL' para una ml'niL' tnt¡uic- ex pl.·rimc ntada que sus estudiant es diatez. su pragma tismo. y ofrccL'rks
ta 110 l'XÍ..,IL' a-.un iO O (('111:1. r or 1110· l'n d arte d~ hace r prL'guntas ~· dL' n cambio un a visión müs amplia de
(.k \l o L' intra ..cc ndL· nt L' q ul.' pare;ca. l.'stahkcc r re lacione. c nt re las cosas. esos mismos procesos y de sus reper-
qth.: no ofr c1c:1 aspec tos inedito... En l.' l ümbit o de un lahMa torio esta cusiones. Los polémicos expe rimen-
pedag.ogía ha sid o asumida casi na- tos con embriones humanos bien pue-
Et !.;( '.: (i O \I F7 tural men te: e n las humn nidades. e n den ilustrar la pertine ncia de esa
cambio. ha e ncontrado alguna resis- meditación: ¡,se debe ade lantar la in-
tencia. E n efecto . si se tra ta de ha- vestigación de la clonación con 11nes
~

ce r prégun tas sobre nuest ra condi- te rapéuticos aun a riesgo de promo-


ción hum a na. esas pregun tas. ¿.son ve r otro tipo de clonación. la clona-
La naturaleza las mi smas pregunt as de sie mpre'?: ción con fi nes reproductivos?. ¿,qué
y si lo son. ¡.tie ne se ntido fo rmula r- tipo de ser humano estaríamos crean-
sencilla, casi atroz las de nuevo? Son estas cuestiones do si esas investigaciones se llevan a
las que de hate el e nsayo de Mcj ía cabo?. ¿acaso no es la azarosa arqui-
lle dones, ciborgs ~ sirenas
Rivaa. te ctura genéti ca. ta n pa rt icu la r e n
Oriundo .\lejía Ril'l'rtl Un breve repaso a l legado de l si- cada uno de nosotros. uno de los com-
Alca ldía M ayor de Bogotá. Insti tuto glo XX le perm ite a l a utor e nmar- ponentes esenciales de nuestra natu-
Distrital de Cultura y Turismo. Bogotá. car su pregunta . Entramos e n e l nue- raleza humana?
20<Xl. 55 págs. vo m ile nio sin saber todavía quié nes
somos. con todas nuestras creencias • • • •
desman te ladas y e l pode r inverosí-
!l ace algunos a ños. e n una prese n- mi l de t ransformarnos a nosotros
tación so bre la aplicació n de los mi smos o destruirnos. La ciencia.
co mputadores a la e nseñanza. a l- que suponía mos de nuestro lado. ha
guie n e n la audie ncia preguntó a n- desa rro llado su propia din ámica. sus
siosamente si. según mi criterio. las pro pi as bú sq uedas cog nosci tiva s.
máquin as reemplaza rían algún día a casi sin contar con nosotros como no
los maestros de escuela. ·' Las máqui - sea para deshu manizamos. Esto .
nas no reemplazanín a los maestros o pina Mejía Rivera . es evidente en
- respondí con é nfasis- . pe ro los las tres ciencias de nuestro tiempo
maestros que trabajan con máquinas - la gené tica. la cibe rné tica y la in-
ree mplazará n a los q ue no quie re n fo rmá tica- y e n la manera como
sa be r nad a de e llas". H oy e n día mi conciben nuestro cue rpo: '' Pa ra la
respuest a res ultaría un tant o o bvia. gené ti ca e l cuerpo es un signo y un
En e l mome nto e n que escribo estas código. para la ciberné tica es un cue r-
lín eas. evi ta r e l trato con los com- po híbrido donde se e ntre mezclan lo
putadores se ría una empresa ta n a r- biológico y e l si licio. y para la info r-
dua como a islarse de l m undo. Más mática es una mente o 'software ' que
aún: de un modo e n que ni nguno de ya no requiere en su funcionamiento A unque es evidente la compleji-
los que asistíamos a aquella re unión de la mate ria antropomórfica. o sea. dad de estas pregun tas q ue un fi ló-
podía preverl o. los computadores de su ' hardware· biológico" (pág. 45). sofo pondría sobre la mesa de l in-
ha n alte rad o significativame nt e la A nte un estado de cosas tan melan- vestigador científico, imagino que el
ma ne ra como impartimos la educa- cólico. ¿cómo conservar esa integri- científico podría responder con otra
ción. A sí pues. e n un nivel. las nue- dad nuestra. nuestra humanidad? serie de p reguntas no menos com-
vas tecnologías nos han ob ligado a Mejía Rivera vislum bra una solu- plejas: ¿qué concepción de l ser hu-
pensar la educación como una tarea ción e n una idea del He idegger tar- mano tiene quien hace estas pregun-
de e quipo. como un diálogo constan- dío. más esencialista y é tico que e l tas?, ¿acaso no lo m ueve a hacerlas
te del educador con sus colegas y con H eidegger de El ser y el 1iempo. En la nostalgia de un ser huma no que
té cnicos de com putadores sobre la u n e nsayo t itul ado " Serenidad " ya no existe? Mejía Rivera, que es
mej or manera de im partir la e duca- ( 1955), el filósofo alemán establecía médico y filósofo, conoce el desgarra-
ción: en otro nive l. e n la atmósfera la difere ncia entre e l pensam ien to miento que hay e n este cruce de pre-
inte nsa de l sa lón de clase. las nue- calculador, propio de la ciencia y de guntas, la urgencia que las inspira,
vas tecnologías ha n rede fi nido la je- la técnica. y la meditación reflexiva pe ro también la nostalgia que las ins-
rarquía de los discursos: el profesor que caracteriza a la filosofía. La ta- pira. Así pues, hay un momento e n

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R ESE ÑA S 11/STOR/A

qu e inv oca un p e n sam ie nt o de ras Jo acompaña e n sus re fle xiones; que hemos rapado y donde e l resto
B aud rill a r d - '' jamás sab r e m os a veces. es verdad. e l exceso de refe- no c uenta: y por supuesto. sufrire-
q uiénes somos"- para a nimarse a rencias y e pígrafes le presta una so- mos e l razonamiento de que ya nada
m an te n e r en vilo tales pregu ntas. lemnidad que no necesita: quizá sea puede hace rse. y la triste ve rdad de
para "seguir pensando el camino de éste un gesto de su timidez: quizá e l que nuestro presente de víctimas tie-
lo human o, incluso cuando lo huma- viejo profesor en que me voy tra ns- ne como victima rio al pasado. No e n
no se transforme en algo que ya no formando ha comprobado ya dema- vano se ha hablado o. mejor. se ha
sea hum a no para nosotros·· (pág. siadas veces la natu raleza sencilla. concluido. que la situación de guerra
30 ); y de igual fo rma hay un momen- casi atroz. de las p reguntas que nos e n nuestro país se debe básicame n-
to e n que la nostalgia parece gana rle obsesionan. te a una tradición de odios y vengan -
la partida, cuando afirma que el acto zas. Odio. que se devela e n el testi-
de escribir y de lee r es pa ra é l '·con- J . ED UA RD O monio notarial sobre la captura de
servar la mirada humana y el rostro J ARAMILLO - Z ULUAGA Sagipa por Jos hombres de J imé nez
h umano: es negarnos a rendirnos Universidad de D enison de Quesada y su poste rio r tort ura
como personas; es insistir en la uto- para obligarlo a re velar el si tio don-
pía" (pág. 16). M ás aún: e n un e nsa- de escondía los tesoros de El D ora-
yo sobre los escritores colom bia nos do: y venga nza, como lo demuestra n
de su gen e ració n p u bl icado e n los sucesos de nu estra revoluci ó n
www.librusa.com , Mejía Rivera em- y los hechos de viole ncia relatados e n
plea la expresión "generación mu- Desde el tiempo los informes que e n los últimos años
tante" para caracterizar el desarrai- vie nen presentando las organizacio-
go geográfico de estos escritores y del ruido nes que investigan la violación de los
su poco inte rés en los valores esen- de rechos humanos. Informes que - si
cialistas (la iden tidad nacional) que bien en e l libro de Santos Molano no
D ocume ntos para entender la historia
tan to preocuparon a las generacio- de Co lo mb ia
están reseñados como docume ntos
nes anteriores; en De clones, ciborgs Enrique Santos Mofano históricos, y en su esquema no ten-
y sirenas, por el contrario , recue rda Pla neta Colombiana Ed itoria l. Bogotá, drían por qué estarlo-sin duda cons-
u na escena de la p elícula B lade 2000, 266 págs. tituyen he rramie n tas únicas. si no
R unner para ilustrar la búsq ueda de para ente nde r sí para comprobar que
lo esencial huma no e n que está em- todavía hoy, posible me nte con mayor
pecinado Ba tty, el androide. En verdad no es posible e nte nde r la ba rbarie que nunca. seguimos cons-
historia de ninguna patria. Mientras truye ndo una historia de in fa mias ...
haya muertes de por medio ni nguna edificando una casa con huesos y con

BOGOTA D~ historia es clara. Podemos, sí. entra r


e n e lla como q uien visita una oscura
sangre.

casa abandonada. y sali r de allí con .. . .. . ...•


la certeza de que. e n efecto, en su • •

inte rior tuvo que haber pasado algo


siniestro, algo atroz. E nseguida e x-
perimentaremos que e n sus piezas se •
confu nden las bestias y las bellas:
q ue todo hé roe presente fue víctima
.• .• en e l pasado, y que en e l futuro no
.
• .


• será nada más q ue un hecho históri-
• • co. Pe ro si e ntramos a la casa que
representa la historia de Colombia.
Un e nsayo es un ejercicio de l pen - y si de e lla extrae mos dos o tres do-
samie nto , una o po r t un ida d p ara c umentos. igualmente dejados. vivi -
comprobar los límites y la cohe re n- re mos ad e más un sentimie nto de
cia de nuestras p ropias meditacio- p rofunda e irremed iable indefe n - Documemos para entender la his-
nes. E n e l desarro llo de ese eje rci- sión: la comprobació n de ser he re- to ria de Colombia. tiene un evide n-
cio de pensamiento, Mejía Rivera se de ros de una serie inhumana de jui- te propós ito, como es lleva r a los
ha planteado un dilem a de siempre. cios y valores: de haber es tado e n estudiosos o aficion ados aq ue ll os
ta n agudizado e n estos d ías, e ntre la casa del lad rón. transa ndo con é l las docume ntos q ue nos resu ltan de d i-
fascinación q ue e l fu turo eje rce so- mane ras de atrapa rlo: de constituir fíc il ubicación cua ndo no inacces i-
bre nosotros y la nostalgia de una una sociedad donde a unos nos qui- bles. y q ue constit uye n sólidas co-
inmuta ble esencia que q uizá nunca taron todo lo que no me recíamos. lumnas e n la es tructu ra histórico
tuvimos. U n vasto núme ro de lect u- donde los ot ros posee mos todo lo política de Colo mbia. E ntrt: o tros

8 O l. E 1 1N t. V 1,. "TU 1 A 1 \ 8 1U L 1U e+k Á t 1t U \' U 1 \ l( • ,... ,; M • 57 • ! 0 U 1

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