En diversos países, especialmente en los que poseen un sistema de
gobierno federal, coexisten varias organizaciones policiales, con diferentes niveles y jurisdicciones. En tal sentido, en Venezuela, los cuerpos policiales han dirigido la formación de sus funcionarias y funcionarios, creando programas e instituciones destinadas a tal fin. Cada institución funcionaba con un currículo propio. Además, “Todos los centros y programas de formación fueron creciendo sin directrices comunes…” (El Achkar, 2008) y con una característica similar: el militarismo, entendido como una ideología en la cual la fuerza y formación militar es la fuente de toda la seguridad, que aún predomina y se encuentra confrontada con el modelo formativo impulsado por la UNES, que nace en el medio policial y abre espacio a los derechos humanos, al servicio y a la asistencia solidaria a la ciudadanía.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, vigente
desde 1999, consagra en su artículo 55 el derecho de toda persona a la protección por parte del Estado, a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para su vida e integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes, así como también garantiza su participación en los programas destinados a la prevención, seguridad ciudadana y administración de emergencias. Asimismo, el artículo 332 constitucional establece la obligación del Ejecutivo Nacional de organizar los órganos de seguridad ciudadana de carácter civil, como un medio para garantizar el respeto a la dignidad y los derechos humanos, sin discriminación alguna, así como la protección de los ciudadanos y ciudadanas en sus hogares y bienes, mantener y restablecer el orden público.
Es por ello, que el Ejecutivo Nacional, a través del órgano rector en
materia de seguridad ciudadana, acordó un proceso de diagnóstico jurídico, organizativo y funcional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, el cual fue adelantado por el Consejo General de Policía, adscrito al órgano rector en materia de seguridad ciudadana, y la Dirección General del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, con el objetivo general de detectar y corregir debilidades y potenciar las fortalezas del Cuerpo, centrado en su naturaleza jurídica de reconocimiento constitucional como parte integrante del sistema de justicia y del sistema de seguridad ciudadana para contribuir a la rectoría, organización y optimización de la función policial de investigación penal que debe ejercer el Cuerpo.
Este diagnóstico consistió en proponer, entre otros aspectos, un
programa de reformas del Cuerpo, buscando su adecuación a la función de policía judicial especializada en investigación penal y órgano de seguridad ciudadana, sustentada en principios como el respeto y la preservación de los derechos fundamentales, la garantía a las normas del debido proceso, la lucha contra el delito, todo esto con la finalidad de cambio de imagen institucional.
Siguiendo el orden de ideas, el Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas (CICPC), antes conocido como Policía Técnica Judicial (PTJ) y en sus orígenes como Cuerpo Técnico de Policía Judicial (CTPJ), es el principal organismo de investigaciones penales en Venezuela. Se encarga del esclarecimiento científico de los delitos con miras a la posterior aplicación de la justicia por los órganos competentes.
La historia de este organismo se remonta a mediados del siglo XX. El
20 de febrero de 1958 el presidente de la Junta Cívico-Militar de Gobierno, Contralmirante Wolfgang Larrazábal, decidió la creación de un cuerpo policial dedicado a la investigación de los diversos crímenes mediante el decreto N° 48 de la Junta, además de establecer su función como auxiliar del Poder Judicial, con el nombre de Policía Técnica Judicial. La Ley de Policía Judicial del 8 de julio de 1975 estableció su estructura y organización institucional, pero fue posteriormente sustituida por la Ley de Policía de Investigaciones Penales del 11 de septiembre de 1998.
Eventualmente se promulgó de la constitución de 1999, que estableció
en su Artículo 332 la necesidad de crear un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas. Tal denominación pasó a sustituir a la de Policía Técnica Judicial. En 2001 comenzó una reforma a la estructura y organización del organismo, el cual se delimitó finalmente en 2003. La misión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas es una institución que garantiza la eficiencia en la Investigación del delito, mediante su determinación científica, asegurando el ejercicio de la acción penal que conduzca a una sana administración de justicia. Posee como visión, Ser la Institución indispensable, por su reconocida capacidad científica y máxima excelencia de sus recursos, con la finalidad de alcanzar el más alto nivel de credibilidad nacional e internacional en la investigación del fenómeno delictivo organizado y criminalidad violenta. Dentro de sus objetivos destacan: A) Optimizar las acciones de investigación criminal tendentes a lograr el esclarecimiento de los hechos delictivos. B) Capacitar el capital humano integrado a la institución, con el fin de alcanzar un alto nivel de eficacia y eficiencia. C) Elevar el sentido de pertenencia institucional, vinculado a la dinámica científica y tecnológica, a través de la práctica de los valores del CICPC. D) Garantizar las acciones y medios tendentes a mejorar la calidad de vida de sus miembros, en el aspecto educativo, cultural, deportivo, social y económico. E) Consolidar la imagen de profesionalismo de la institución ante la comunidad en general, fundamentada en una gerencia de alta capacidad de respuesta. F) Lograr insertarse en la comunidad internacional como organismo de investigación penal de vanguardia. G) Dotar al capital humano del CICPC de herramientas, mecanismos logísticos y de infraestructura que garanticen el óptimo desempeño de sus funciones. H) Apoyar las políticas de Estado a través de estrategias dirigidas a la reducción de los delitos en todas sus modalidades. I) Fortalecer organizacionalmente la institución y su sinergia con otros organismos de la Administración Pública Nacional y con instituciones privadas.
De igual forma, En el capítulo tercero de la Ley Orgánica del Servicio
de la Policía de Investigación, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el Instituto Nacional de Medicina Forense se establece una serie de principios generales, los cuales deben orientar a los funcionarios en el desarrollo de las investigaciones, a saber: celeridad, eficiencia, cooperación con otros organismos de seguridad del Estado, igualdad, imparcialidad, proporcional, legalidad, participación ciudadana, apego a los derechos humanos y al debido proceso. Por lo anterior planteado, surge la necesidad de analizar el funcionamiento del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística, A objeto de, contribuir en la aplicación de mejoras de las políticas empleadas por la institución.
1.2. Objetivos de la investigación
1.2.1. Objetivo General
Analizar el funcionamiento del Cuerpo de Investigaciones Científica,
Penales y criminalista.
1.2.2. Objetivos Específicos
Indagar sobre el funcionamiento del Cuerpo de Investigaciones
Científica, Penales y criminalista.
Describir la importancia del Cuerpo de Investigaciones
Científica, Penales y criminalista.
Establecer una relación entre el Cuerpo de Investigaciones
Científica, Penales y criminalista y otros cuerpos policiales.
1.3. Justificación
La relevancia de esta investigación radica en que a medida que se
genere una base de conocimientos solida acerca del funcionamiento del Cuerpo de Investigaciones Científica, Penales y Criminalista, se podrá esclarecer cualquier duda relacionada con esta institución; al mismo tiempo el de capacitar el capital humano integrado al cuerpo, con el fin de alcanzar un alto nivel de eficacia y eficiencia.
El conocimiento acerca del Cuerpo de Investigaciones Científica,
Penales y Criminalista permitirá conocer las acciones de Investigación Criminal tendentes a lograr el esclarecimiento de los hechos delictivos.
Por consiguiente, este trabajo investigativo servirá de herramienta que
coadyuve a la mejor formación y desempeño integral del individuo. De igual manera, contribuye al desarrollo cultural y científico de un contexto, respetando las identidades y reforzando, conforme a las necesidades cambios oportunos y adecuados.
Con la puesta en práctica de este proyecto se aspira que la institución
se convierta en un centro que brinde orientación, conocimiento, capacitación, comunicación asertiva y reflexión a todos los entes que allí hacen vida, con la finalidad de encontrar soluciones adecuadas a los diferentes problemas que puedan afectarla. Este proceso de carácter colectivo permitirá involucrar de manera activa a los individuos en la elaboración y ejecución de proyectos, lo cual contribuirá con su formación, su desarrollo integral y su preparación para la vida futura.
Cabe destacar que esta investigación aportará los basamentos
teóricos y científicos a los procesos empíricos estudiados y la contribución de autores versados en la materia hacen enriquecer la formación y capacidad profesional. Con ello, la sociedad estará fortalecida con nuevas y afectivas estrategias que potenciaran el rol de los individuos dentro de la institución República Bolivariana de Venezuela Ministerio del poder popular para la educación U.E.P.A “Monseñor Sixto Sosa Díaz” Cumaná, Edo. Sucre