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Voces: COMPETENCIA ~ COMPETENCIA FEDERAL ~ DERECHO AMBIENTAL ~ RESIDUOS

PELIGROSOS
Título: Otra vez sobre la competencia judicial penal ambiental
Autor: Cafferatta, Néstor A.
Publicado en: LA LEY2004-B, 386
Fallo comentado: Cámara Nacional de Casación Penal, sala III (CNCasacionPenal)(SalaIII) ~ 2003/08/04 ~
Centro Integral Médico Urquiza S.A.
Sumario: SUMARIO: I. Jurisprudencia de la Corte Suprema. - II. Los hechos y su calificación. - III.
Competencia de la justicia federal. - IV. Integración del tipo penal. - V. Viraje de la jurisprudencia. - VI.
La voluntad del legislador. - VII. Amplio respeto por las jurisdicciones locales. - VIII. Doctrina autoral. -
IX. Fallo de la Cámara Nacional de Casación Penal. - X. De la reciente Jurisprudencia de la Corte
Suprema. - XI. Otros fallos de la justicia. - XII. Colofón.
I. Jurisprudencia de la Corte Suprema
En un precedente de enorme trascendencia, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (en adelante CS), en
la causa Competencia N° 566 L. XXXVI, el 26 de febrero de 2002, "in re" "Costa, Ricardo J." (La Ley, 2002-D,
289) (1), resolvió de conformidad con lo dictaminado por el Procurador Fiscal, declarar que deberá entender en
la causa en la que se originó el presente incidente, el Juzgado de Garantías N° 1 del Departamento Judicial de
San Isidro.
El incidente, que diera lugar a este pronunciamiento de la CS, es una contienda negativa de competencia que
se trabó entre el Juzgado Federal N° 2 y el Juzgado de Garantías N° 1 de San Isidro, en la causa instruida por la
existencia en la vía pública de líquidos cloacales provenientes de una planta de tratamiento en desuso
correspondiente a un complejo habitacional, compuesto de cuatro torres de departamentos, en la localidad de
Becar. Se resolvió en voto dividido.
La mayoría sostuvo que hasta el momento no se había verificado en autos ninguno de los supuestos que
permita la aplicación de la ley 24.051 (Adla, LII-A, 52), conforme lo dispuesto en su artículo 1°. En
consecuencia, se inclinó por resolver que la investigación del hecho denunciado continúe a cargo de la justicia
local.
En disidencia la minoría, sostuvo que no habiéndose descartado la posibilidad de que la sustancia vertida en
la vía pública pudiera contener alguno de los componentes incluidos en el ane-xo I de la ley 24.051, al resultar
de las probanzas del sumario el objeto de la causa de esta contienda es determinar si la contaminación resultante
de la emanación de líquidos cloacales a la vía pública constituye un hecho punible de los previstos en la ley
24.051, en razón de lo dispuesto por el art. 58 de dicha normativa, corresponde su conocimiento al fuero de
excepción, con cita Competencia N° 304 L. XXXIII, "Gervasoni, Marcelo s/denuncia", 12/08/1997.
Destacamos, en el caso, el relevante valor que le asigna el Dictamen del Procurador de la Corte, a "la
intención del legislador" en la interpretación de la ley 24.051, a cuyo fin no duda en recurrir al debate
parlamentario, para desentrañar la verdadera voluntad del mismo, para obtener lo que denomina "la racionalidad
del precepto". De ese examen, infiere que se trató de "respetar las atribuciones de las provincias para dictar
normas de igual naturaleza, intención que quedó plasmada en la redacción final del artículo 67 de la ley". Todo
ello en concordancia con la regla contenida en el art. 41 de la Constitución Nacional, texto reformado en 1994.
Por lo demás, afirma que "más allá de que la sustancia vertida a la vía pública pudiera contener algunos de
los componentes incluidos en el Anexo I de la ley 24.051, circunstancia que aún no ha sido descartada y así
considerarse como residuo peligroso en los términos del art. 2° de dicha norma, considero que de los escasos
elementos probatorios agregados al sumario no surgiría que esos desechos pudieran afectar a las personas o al
ambiente fuera de los límites de la Provincia de Buenos Aires".
Nuestra Justicia ha sentado doctrina sobre la temática en numerosas causas que llegaron a sus estrados.
Reconociendo la complejidad del delito que se investiga, los efectos itinerantes, sinérgicos, cambiantes, de la
contaminación, la Corte Suprema, ha fijado pautas de difícil sistematización, cuyos argumentos y demás
circunstancias, serán objeto del siguiente trabajo.
II. Los hechos y su calificación
Inicialmente cabe poner de resalto que, siendo el ámbito incidental dentro del cual se registran los fallos que
a continuación se reseñan, en los que la Corte actúa para dirimir conflictos de competencia entre jueces o
tribunales, en numerosos pronunciamientos se ha tenido ocasión de expresar que "tales conflictos en materia
penal deben decidirse de acuerdo con la real naturaleza del delito y las circunstancias especiales en que se ha
perpetrado según pueda apreciarse prima facie y con prescindencia de la calificación que, en iguales
condiciones, le atribuyen los jueces"(2).
En ese orden de ideas, se ha declarado que "no habiéndose practicado una investigación suficiente que
permita determinar si la sustancia química utilizada en el producto elaborado por el laboratorio, encuadra en uno
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de los supuestos previstos por la ley 24.051, la Corte se encuentra impedida de ejercer las facultades previstas
por el art. 24 inc. 7° del dec. ley 1285/58 (Adla, LIII-C, 2543 -t. a.-), por lo que corresponde remitir las
actuaciones al juez local que previno"(3). Asimismo, se dijo "que de las constancias adjuntas al incidente de
competencia no se desprende la realización de una investigación suficiente, que permita individualizar los
hechos sobre los cuales versa la misma y encuadrarlos en alguna figura determinada. Dicha circunstancia impide
el ejercicio por parte de la Corte de las facultades previstas en el art. 24 inc. 7° del dec.-ley 1285/58. Por lo que
corresponde remitir las actuaciones al juez federal que previno"(4).
De manera reiterada se dijo que "corresponde continuar con la investigación al juzgado federal que previno,
debido a que de las constancias agregadas al incidente de competencia, no se desprende la realización de una
investigación suficiente que permita individualizar los hechos sobre los que versa. Tampoco hace posible
encuadrarlos en una figura penal determinada"(5).
III. Competencia de la justicia federal
En los primeros tiempos, por aplicación de la ley 24.051, según veremos, la mayoría de los casos de
conflictos o contiendas jurisdiccional, que se daban entre un juez federal y un juez provincial (Justicia federal
vs. Justicia local u ordinaria), fueron resueltos por la CS, a favor de la primera. En consecuencia, en la práctica,
hoy la justicia federal tiene amplia experiencia en materia de investigaciones del delito de contaminación contra
el medio ambiente.
Concordantemente, la Corte sostuvo, siguiendo el Dictamen del Procurador General de la Nación, que
"corresponde declarar la competencia de la justicia federal para conocer en la causa, teniendo en cuenta que el
objeto de la contienda es determinar si como consecuencia de los desechos industriales vertidos, existe un hecho
punible tipificado en la ley 24.051, en virtud de los previsto por el artículo 58"(6).
Asimismo que es competente la justicia federal para conocer en la causa en la que se investiga si la
contaminación ambiental resultante de la presencia en la atmósfera de un alto porcentaje de monóxido de
carbono y óxidos de nitrógeno constituye un hecho punible de los previstos en la ley 24.051 (7). Además que
"teniendo en cuenta que las medidas adoptadas no permiten descartar que las sustancias volcadas a la vía
pública no se encuentren alcanzadas por las previsiones de la ley 24.051, corresponde remitir las actuaciones al
juez federal que previno"(8).
También se ha apuntado que "a juicio de esta Corte, la gran cantidad de desechos que habrían contaminado
el curso de agua como su origen derivado de una proceso industrial permiten sostener -al solo efecto de resolver
la cuestión de competencia y sin perjuicio de lo que resulte de la posterior investigación- que la conducta
examinada encuadraría en las figuras legales contenidas en el capítulo IX de la ley 24.051 de residuos peligrosos
señalada por el juez federal para reclamar su competencia"(9).
Así se sostuvo que incumbe a la justicia federal determinar si la presencia de hidrocarburos en napas
subterráneas de una estación de servicios resulta peligrosa o contaminante y conforma un hecho punible de los
previstos en la ley 24.051 (10).
Por último, en esta línea jurisprudencial, que "la gran cantidad de desechos arrojados y la diversidad en sus
orígenes, permite sostener que cabe continuar con la tramitación de la causa a la justicia federal"(11). Por lo que
"resulta competente el juez federal para entender en la causa en la que se investiga la presunta comisión de
delitos a raíz de residuos industriales generados en la planta de una empresa ubicada en la Provincia de Buenos
Aires, pues el peritaje ordenado tiene por fin comprobar si ha existido un hecho punible previsto en la ley
24.051"(12).
IV. Integración del tipo penal
Para resolverlo de esta forma, la Corte tuvo en cuenta, principalmente, si la causa que se investigaba,
presupone la intervención de residuos peligrosos en el hecho contaminante. A cuyo efecto, consideró
determinante el reparto de competencias que se deriva del juego armónico, conjunto, concurrente, y conjugado,
de los arts. 1°, 58, 59 y 67 de la ley.
Así se ha destacado que "tales disposiciones no se integran típicamente con las circunstancias enumeradas
en el art. 1° de la ley que en cambio sí limita las facultades de índole administrativa de la Autoridad de
Aplicación nacional ante las que le corresponden a las provincias y municipios - artículos 59 y 67 Ley
24.051"(13).
También, se ha juzgado que "las disposiciones penales de la ley 24.051 no se integran típicamente con las
enumeradas en el art. 1°. Sin embargo, limitan las facultades de índole administrativa de la autoridad de
aplicación nacional, ante las que corresponden a las provincias y a los municipios (arts. 59 y 67). No existe
entonces obstáculo normativo para la intervención federal"(14).
Corresponde a la justicia federal en virtud del art. 58 de la ley 24.051 investigar en la supuesta
contaminación por talio pues tal sustancia es considerada "residuo peligroso" de conformidad a lo dispuesto en
el art. 2° de dicha normativa (15).
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O como en síntesis se dijo: Corresponde a la justicia federal entender en la denuncia formulada a raíz del
siniestro ocurrido en una planta industrial ya que las disposiciones penales de la ley 24.051 no se integran
típicamente con las circunstancias enumeradas en el art. 1° que sí limita las facultades de índole administrativa
de la autoridad de aplicación nacional ante las que le corresponden a las provincias y municipios (16).
V. Viraje de la jurisprudencia
Pero, en los últimos fallos se advierte una tendencia jurisprudencial de la Corte, de abordar la cuestión de
competencia, tomando como base de análisis de los efectos territoriales de la contaminación, -dejando de lado,
como elemento determinante para decidir la competencia de la justicia federal o local, la eventual presencia o
ausencia de residuos peligrosos respectivamente, en el hecho objeto de la causa- para así resolver la contienda.
En este orden, se computan circunstancias jurisdiccionales contenidas en el art. 1° de la ley 24.051, que
hasta el presente se dijo no integraba el tipo penal delictivo de ley, por lo que se ha resuelto, "corresponde
declarar la competencia de la justicia local -en el caso, la Provincia de Buenos Aires-, para entender en el
secuestro de materiales con restos derivados de hidrocarburos, arrojados dentro de un contenedor de residuos
domiciliarios, si no se acredita en la causa que los desechos secuestrados pudieran haber afectado a las personas
o al ambiente fuera de los límites de la provincia en la que fueron hallados"(17).
"Al no presentarse algunos de los supuestos de excepción contemplados en el artículo 1 de la ley 24.051 -no
obstante tratarse de 'residuos peligrosos' por estar incluidos en la categoría Y- 9 del Anexo I de la ley citada-;
debe considerarse aplicable la ley provincial 11.720, en virtud de lo establecido por el artículo 41 de la
Constitución Nacional, el cual deslinda la competencia entre Nación y Provincias, sin que la atribución de
facultades al Gobierno Federal pueda alterar las jurisdicciones locales"(18).
Ello, como lo hemos señalado anteriormente, implica un viraje en la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia Nacional en la cuestión de competencia. Hasta ahora se entendía que el criterio contenido en el art. 1°
de la ley 24.051, en cuanto se refiere a esta cuestión es una norma que deslinda la competencia administrativa de
la Autoridad de Aplicación de la ley, en todo lo relativo al régimen de generación, manipulación, transporte,
disposición o tratamiento final del residuo peligroso. Pero que no resuelve por sí, la competencia de la justicia
federal o local en una causa de contaminación penal ambiental.
Se recuerda que el art. 1° de la ley 24.051, establece que es aplicable esta ley nacional para aquellos residuos
peligrosos que no obstante haberse generado en lugares ubicados en territorio de una provincia, estuvieren
destinados al transporte fuera de ella, o cuando a criterio de la autoridad, pudieren afectar a las personas o el
ambiente más allá de la frontera de la misma.
VI. La voluntad del legislador
Este cambio de jurisprudencia de nuestro más Alto Tribunal de Justicia nacional, se inspira en una
interpretación, en base a un examen de los discursos parlamentarios, que se aferra a la idea que la voluntad del
legislador al momento de dictar la ley 24.051 ha sido la de respetar las autonomías y jurisdicciones locales, para
sancionar normas de igual naturaleza, como asimismo, la regla contenida en el art. 41 de la Constitución
Nacional, que reserva este ámbito a las provincias. En tal sentido, veamos lo que dijo la Corte tanto en la causa
"Lubricentro" (La Ley, 2000-C, 236; DJ, 2000-3-600; RCyS, 2001-559), como en la presente causa "Costa".
"Es regla que en la interpretación de las leyes debe darse pleno efecto a la intención del legislador,
computando la totalidad de sus preceptos de manera que se compadezcan con el ordenamiento jurídico restante
y con los principios y garantías de la Constitución Nacional".
"La labor del intérprete debe ajustarse a un examen atento y profundo de los términos de la ley, que consulte
la racionalidad del precepto y la voluntad del legislador, extremos que no deben ser obviados por las posibles
imperfecciones técnicas de la instrumentación legal, precisamente para evitar la frustración de los objetivos de
la norma".
"La intención puesta de manifiesto por el legislador en el debate parlamentario de la ley 24.051, fue la de
respetar las atribuciones de las provincias para dictar normas de igual naturaleza, intención que quedó plasmada
en la redacción final del artículo 67 de la ley".
"El artículo 41 de la Constitución Nacional atribuye a la Nación la facultad de dictar las normas que
contengan los presupuestos mínimos de protección del ambiente y a las provincias las necesarias para
complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales".
VII. Amplio respeto por las jurisdicciones locales
Este amplio respeto por las jurisdicciones locales (como asimismo esta nueva interpretación del alcance del
art. 1°, ley 24.051), también se pone de manifiesto en lo resuelto por CS, en la causa "Desler S.A. c. Provincia
de Buenos Aires"(19), 21/11/00, D. 6 XXXVI - originario; donde dijo que "en autos, no se dan los requisitos que
habilitan la instancia prevista en el artículo 117 de la Constitución Nacional, toda vez que según se desprende la
medida precautoria solicitada, la materia del pleito resulta ajena a ella, toda vez que no se halla en juego el
transporte interjurisdiccional de los residuos peligrosos, sino los recaudos que exige la Provincia para poder
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efectuarlo, lo cual hace al ejercicio del poder de policía ambiental, materia que se halla vinculada al Derecho
Público local".
En efecto, en ese fallo la Corte Suprema concluye "de acuerdo a reiterada doctrina del Tribunal, su
competencia originaria procede cuando la acción entablada se funda directa y exclusivamente en prescripciones
constitucionales de carácter nacional, leyes del Congreso o tratados con las naciones extranjeras, de tal suerte
que la cuestión federal sea la predominante, pero no cuando -como sucede en la especie-, se intenta obtener la
nulidad de actos administrativos emanados de la Provincia que conciernen a la preservación del ambiente y que,
en consecuencia, resultan de competencia locales, de conformidad con los arts. 41 párrafo 3, 121, 122 y 124 de
la Constitución Nacional, toda vez que el Tribunal para resolver el pleito, debería examinar normas y actos
provinciales, interpretándolos en su espíritu y en los efectos que la soberanía local ha querido darles, lo cual es
ajeno a su instancia".
En ese sentido, la Cámara Nacional de Casación Penal había sentado jurisprudencia en la causa "Della
Vecchia, Angel M.", 19/09/2002 (20), en virtud de la cual resolvió que es competente la justicia local y no la
federal para entender en una causa seguida por infracción de la ley 24.051 de residuos peligrosos -en el caso,
originada en el depósito en la vía pública de desechos de un establecimiento geriátrico-, cuando la
contaminación no ha afectado varias jurisdicciones.
VIII. Doctrina autoral
No obstante, hemos señalado que a nuestro juicio, para determinar la competencia de la justicia federal en
estas causas, por la comisión del delito penal ambiental contenido en los arts. 55 y 56 de la ley 24.051, es
necesario probar la existencia de residuos peligrosos en los términos del art. 2° de la LRP. Quedan excluidos de
los alcances de la ley los residuos domiciliarios.
También se ha dicho que "El artículo 58 de la LRP 24.051 atribuye competencia a la justicia federal para
entender en sus aspectos penales. A su vez el artículo 1° asigna competencia a las autoridades administrativas
federales cuando los hechos pueden afectar a personas o al ambiente más allá de la frontera de la provincia en
que se viesen generados o cuando las medidas higiénicas o de seguridad que puedan disponerse, tuvieren una
repercusión económica sensible tal que tornara aconsejable uniformarlas en todo el territorio de la Nación, a fin
de garantizar la efectiva competencia de las empresas que debieran soportar la carga de dichas medidas. Tal
limitación sólo se encuentra enderezada a deslindar el campo administrativo y no a segar la persecución de los
ilícitos penales que su normativa establece con alcance nacional a través de los artículos 55 a 58, íd."(21).
IX. Fallo de la Cámara Nacional de Casación Penal
En esa línea doctrinaria se enmarca este excelente fallo de la sala III de la Cámara Nacional de Casación
Penal, que con amplios fundamentos, modifica su postura, poniendo de manifiesto que "el tenor del artículo 1°
de la ley 24.051 generó alguna confusión en su interpretación, mas se ha precisado también a través de la
jurisprudencia del Alto Tribunal que ese artículo no se refiere al ámbito penal de aplicación de la ley, sino al
administrativo".
La cuestión se complica con el dictado de la ley 25.612 (BO 29/VII/2002 -Adla, LXII-D, 3965-), de Gestión
Integral de Residuos Industriales (22), toda vez que en su art. 55 atribuye competencia, para conocer de las
acciones derivadas de la ley, "a la justicia ordinaria que corresponda". Derogando, en su artículo 60, el régimen
la LRP 24.051. Pero que el dec. 1343 (Adla, LXII-D, 3965), de promulgación parcial, vetara justamente en este
último artículo y en el Capítulo relativo a la responsabilidad penal, que incluía, originariamente, una figura
penal art. 52, que se consideró desde un análisis dogmático, "abierta", incompatible con nuestro sistema legal.
Es decir que, el dec. 1343, al observar la ley 25.612, señala la Cámara de Casación, "dejó vigente el
ordenamiento penal contenido en la vieja ley, por lo que es claro que ello también alcanza a la competencia
penal, aun cuando el Poder Ejecutivo haya omitido mencionar el art. 55. Por ello entiende este Tribunal que en
lo que a este punto se refiere, se encuentra en plena vigencia el artículo 58 de la ley 24.051 que propicia la
competencia federal".
En igual sentido se expidió sobre el punto la Sala de la Cámara Federal de San Martín que sostuvo que "en
materia penal, resulta razonable entender que la observación de las disposiciones de orden lleva implícito la de
la norma referida a las acciones que forzosamente lo acompañan, mantenimiento por lo tanto su vigencia la
previsión del artículo 58 de la ley 24.051 que atribuye el conocimiento de las conductas descriptas en sus
artículos 55 y 56 a la justicia federal"(23). También calificada doctrina señala que "Por la ley 25.612 se
estableció la competencia común, pero el Poder Ejecutivo vetó las nuevas disposiciones y la derogación de la
Ley 24.051 como se propiciaba en el artículo 60 de aquélla"(24).
Es por ello que no escapa al análisis del tribunal la evolución de la jurisprudencia de la CS, advirtiendo que
"hubo un precedente que marcó el eje del conflicto que se ha suscitado entre las Justicias Federal y Ordinaria de
esta Capital. El fallo "Lubricentro"(25) del que surge una equívoca interpretación sobre la cuestión de
competencia, y que marcó el inicio del debate que llega hasta estos días". Para más adelante destacar que "Véase

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que la mencionada doctrina no fue reeditada por el más Alto Tribunal, quien aun ante la remisión por parte del
Procurador General de la Nación al mencionado fallo en sus dictámenes (26) se expidió conforme su antigua
opinión (27), y mantuvo la competencia federal siempre que se estuviera ante la comisión de un delito de la
mencionada ley".
Abundando en argumentos que fundan el cambio de postura, la Cámara, se refiere que "con posterioridad a
ello el Procurador dictó una instrucción a los fiscales federales, indicándoles que deben defender la competencia
del fuero de excepción en este tipo de delitos"(28).
Por último, tras la cita de doctrina constitucional en relación al reparto de competencias contenido en el art.
41 de la Constitución Nacional, 3° párrafo, se recuerda que "la Argentina es Parte signataria de la Convención
de Viena para la protección de la capa de ozono -ley 23.724-, del protocolo de Montreal sobre control de las
emisiones de contaminantes -leyes 23.778, 24.040 y 24.167-, y del Convenio de Basilea -ley 23.922- (Adla,
XLIX-D, 3642; LIX-B, 1260; LII-A, 28; LXII-D, 4027; LI-B, 1728) (29), luego para tornar operativos los
postulados y obligaciones de tales acuerdos, a través de la punición que contempla la ley 24.051 se protege a
todos los componentes del ambiente tal como aquellos instrumentos imponen", siendo esta última ley, a juicio
de la Cámara, una forma "para hacer operativo el compromiso del Estado de tomar medidas internas para
reducir al mínimo la generación de desechos". De allí que "los Anexos I, III y IV del Convenio se reproducen
íntegramente como anexos I, II y III de la Ley 24.051"(30).
En consecuencia, toda vez que "la norma que asigna competencia de excepción es expresa, y atento que las
causas que justifican la intervención de la justicia federal se dan plenamente en el supuesto" que le toca resolver,
"puesto que es el Estado Nacional quién debe velar por el cumplimiento de la Constitución Nacional y los
Tratados Internacionales suscriptos", "modificando su anterior opinión"(31), la sala III de la Cámara Nacional
de Casación Penal, decide que "es el fuero federal quien debe entender en delitos previstos y reprimidos en la
Ley 24.051".
X. De la reciente Jurisprudencia de la Corte Suprema
Sin embargo, y para agregar más condimentos a esta tortuosa cuestión, la CS, parece reiterar en sus últimos
pronunciamientos que a los fines de la competencia, tiene especial relevancia la normativa contenida en el art.
1° de la ley 24.051. Así el Alto Tribunal de Justicia de la Nación dijo que: "No es competente la justicia federal
para investigar el derrame de PCB de un transformador de electricidad, en tanto no se verifica ninguno de los
supuestos de excepción descriptos en el artículo 1° ley 24.051"(32).
En otro fallo reiteró que "Tal criterio, aclaratorio en cuanto a la ley aplicable (33) debe complementarse,
necesariamente, con la doctrina del Tribunal plasmada en Fallos: 325:269 y 823, que el suscripto comparte, en
cuanto a que la competencia del fuero federal solo se justifica en los casos en los que se hubieren comprobado
los supuestos de excepción contemplados por el artículo 1° de la ley 24.051"(34).
XI. Otros fallos de la justicia
En este mismo sentido también, se conocen fallos de nuestros tribunales (35).
XII. Colofón
El derecho ambiental, mutante, irrumpe con fuerza heteróclita, en todo cuanto abraza, y requiere de los
operadores jurídicos, reglas claras, para lograr la efectividad del mismo. En tanto la justicia penal, no resuelva
los conflictos de competencia que la condicionan en su loable afán investigativo de las conductas polucionantes,
según el tipo penal del delito de contaminación ambiental, el objetivo se presenta plagado de dificultades. La
superposición jurisdiccional ha sido históricamente una debilidad estructural de esta disciplina jurídica (36), que
sumado a su propia complejidad, lo sumerge en una suerte de "raquitismo de eficiencia"(37).
Creemos, más allá de la regla contenida en la ley 25.612, que finalmente, la norma que determina la
competencia de la justicia federal o local, en el ámbito penal ambiental, y que se compadece con nuestro sistema
jurisdiccional, es la que surge, con carácter irradiante, del art. 7° de la ley 25.675 general del ambiente (Adla,
LXIII-A, 4) (38), norma de presupuesto mínimo, que opera como ley marco.
En efecto la ley general del ambiente, dispone lo siguiente en materia de Competencia judicial: "La
aplicación de esta ley corresponde a los tribunales ordinarios según corresponda por el territorio, la materia o las
personas. En los casos que el acto, omisión o situación generada provoque efectivamente degradación o
contaminación en recursos ambientales interjurisdiccionales, la competencia será federal".

Especial para La Ley. Derechos reservados (ley 11.723)

 (1) CS, "Costa, Ricardo J. s/instrucción - c/68.736" - Competencia N° 566. XXXVI. 26/02/2002, nota
CAFFERATTA, Néstor A., "Competencia penal ambiental", JA, 2002-III, suplemento fascículo N° 1,
03/07/2002, Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Lexis Nexis.

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 (2) CS, 19/10/1993, "C., S.A", Competencia 868 L. XXIV.

 (3) CS, 10/05/1994, "F., SRL c. SENASA s/apelación resolución N° 1014/92".

 (4) CS, 13/10/1994, "APESUD", expediente N° 445/93 s/competencia N° 161, L. XXVII.

 (5) CS, 18/07/1995, Competencia 43, XXXIV, "Z., F. s/denuncia presunta infracción ley 24.051".

 (6) CS, "Z., F s/denuncia infracción ley 24051", 18/07/1995.

 (7) CS, 31/10/1995, "Melazo, César Ricardo s/denuncia infracción ley 24051", Fallos 318:2118.

 (8) CS, 10/05/1994, "C., A s/denuncia infracción ley 24.051", Fallos 317:496.

 (9) CS, 19/10/1993, "C., S.A", Competencia 868 L. XXIV

 (10) CS, f. 14.766, DJ, 1999-3-667.

 (11) CS, 10/05/1994, "O., F. s/denuncia", Competencia 157 L. XXVI.

 (12) CS, "G., J. V s/inhibitoria", 28/01/1995, Fallos 318:244.

 (13) CS, 19/10/1993, "C., S.A", Competencia 868 L. XXIV.

 (14) CS, "APESUD", 13/10/1994, Competencia 161 L. XXVII.

 (15) CS, 19/12/2000, "Da Rocha s/denuncia ley 24051 - ATANOR".

 (16) CS, Fallos 317:1332; 271:396; 286:160; 311: 2607.

 (17) CS, "Lubricentro Belgrano s/infracción ley 24.051", 15/02/2000, Fallos 323:164, LA LEY, 2000-C,
236; DJ, 2000-3, 599, fallo núm. 16.616. JA, 2001-III, 88.

 (18) CS, "Lubricentro Belgrano s/infracción ley 24051", 15/02/2000, Fallos 323:164.

 (19) CS, 21/11/2000, D. 6 XXXVI. - originario. Véase el trabajo de investigación ANDORNO, Luis -
CAPELLA, José L.- CAFFERATTA, Néstor A., "Jurisdicción provincial, nacional y compartida (doctrina de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en materia ambiental. Breve reseña jurisprudencial)", ED, 24 de agosto
de 2001, núm. 10.323, año XXXIX. Publicado en el Suplemento de "Derecho ambiental. Serie Especial".

 (20) "DELLA VECCHIA, Ángel M.", 19/09/2002, Cámara Nacional de Casación Penal, sala III, LA LEY,
2003-B, 163.

 (21) D´ALBORA, Francisco J., "Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado",
t. I, p. 102, 6ª ed. corregida, ampliada y actualizada, Lexis Nexis - Abeledo-Perrot, 2003.

 (22) CAFFERATTA, Néstor A., "La ley de residuos industriales de presupuestos mínimos de la Nación",
DJ, 2002-2-869, boletín del 24 de julio 2002. LA LEY, RU, agosto/2002, año IV, núm. 4, p. 53. "Apostillas de la
ley 25.612 de residuos industriales", p. 1; DJ, 2002-3-1, boletín del 4 de septiembre 2002. "Esquema de la ley de
residuos industriales (Ley 25.612)", La Ley - Suplemento de Derecho Ambiental, Fundación Ambiente y
Recursos Naturales, FARN, 07.11.02, año IX, N° 4.- "Ley de gestión integral de residuos industriales y de

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actividades de servicios. Ley 25.612. Comentada. Anotada", en Revista "Antecedentes Parlamentarios", p. 85,
noviembre 2002 - N° 10, La Ley. Id. "Apostillas de la ley 25.612 de residuos industriales", p. 111. Id. "La Ley
de residuos industriales de presupuestos mínimos de la Nación". "Ámbito de aplicación de la ley: concepto de
residuo industrial", p. 121. "Brevísimas notas sobre la ley 25.612 de residuos industriales", LA LEY,
Suplemento de Derecho Ambiental - FARN, 27 de diciembre 2002, año IX, N° 5, p. 1.

 (23) Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, causa N° 6608, "Torrelaguna S.A. s/infracción ley
24.051", sala I, Secretaría Penal N° 1, Rta 19/09/2002.

 (24) DE LA VEGA- GÓMEZ, "Medio Ambiente, residuos peligrosos y competencia federal", LA LEY,
ejemplar del 13/12/2002.

 (25) Fallos 323:163.

 (26) Fallos 323:2390, 323:4092; 325:269.

 (27) Fallos 316:2374; 318:1369; 318:244; 318:2118; 321:167.

 (28) Procuración General de la Nación, resolución 72/02, del 30 de agosto de 2002.

 (29) DRNAS DE CLEMENT, Zlata (directora)- REY CARO, Ernesto J.- DRNAS DE CLEMENT, Zlata-
STICCA, María Alejandra, "Codificación y Comentario de Normas Internacionales Ambientales. Vigentes en la
República Argentina y en el Mercosur", Ed. La Ley, noviembre/2001.

 (30) GASIPI, Pablo L. "La competencia de los jueces federales para juzgar los delitos contra el ambiente",
Doctrina Penal. Doctrina y jurisprudencia", ED, febrero 2003, p. 41 y siguientes.

 (31) DELLA VECCHIA, Ángel M., CNCasación Penal, III, 12/09/2002, LA LEY, 2003-B, 163.

 (32) CS, 20/05/2003, "Espínola, Bárbara J.", JA, 2003-IV, síntesis.

 (33) Respecto del cual ya se expidiera la Procuración General - Competencia N° 965, XXXVIII, "in re"
"Stori, Gabriel Alfredo s/inf. Ley 24.051", con fecha 2 de diciembre de 2002.

 (34) CS, 11/06/2003, Competencia N° 180, XXXIV, "Simtex S.A. y Nopco Colloid", remisión al dictamen
del Procurador General.

 (35) De la CS, a la sentencia de "Lubricentro", 15/02/00, LA LEY, 2000-C, 236, le siguió "Costa, Ricardo
J.", 26/02/02, y luego, "Alvarez Monroy, P.H", 18/12/2001, LA LEY, 2002-C, 240; DJ, 2002-1-802. "Maleira,
Carlos", 23/04/2002, JA, 2002-IV, fascículo N° 8, p. 81. Asimismo se resolvió con idéntico criterio en
Competencia N° 327. XXXVIII, "Zardi, Alejandro W. s/denuncia infracción ley 24051" (CS, 08/08/2002).
También, se adoptó el mismo criterio en Competencia N° 505, XXXVIII, "Curtiembre Antonio Espósito" (CS,
19/09/2002). Además, Competencia 4. XXXIX, "Montenegro, Jorge Celso s/denuncia" (CS, 20/05/2003). De
Tribunales inferiores, en este mismo sentido también, se conocen fallos de nuestra justicia: exp. N° 59.424,
"Usabiaga, Esteban M. y otro s/denuncia", Cámara Federal de Bahía Blanca, sala I, Secretaría 2, 18/07/2003.
Fiscal Federal s/denuncia, 02/09/2002, Juzgado Federal N° 2, Secretaría N° 4, Bahía Blanca. Del Juzgado de 1°
instancia Federal de General Roca, "Edersa s/ley 24.051", 30/09/2002 y 03/02/2003.

 (36) CANO, Guillermo J., "Administración Ambiental", Vol. I, N° 4, octubre- diciembre 1984, AyRN, La
Ley.

 (37) OJEDA MESTRE, Ramón, "El Derecho Ambiental del Siglo XXI", en revista electrónica de Derecho
Ambiental.

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 (38) "Ley 25.675 General del Ambiente. Comentada, interpretada y concordada, DJ, 2002- 3, p. 1133,
boletín del 26 de diciembre 2002.

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