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Lo primero que tenemos que tener en cuenta en este tema, es que esta poesía se
corresponde con la poesía menor de los siglos I y II d. C., y en este momento se van a
producir una serie de cambios en la literatura que afectarán a la lírica y a los géneros
poéticos menores.
En la época de Augusto, el nivel de la poética alcanzó una enorme perfección y
mantener tal nivel era algo difícil.
Las principales características de las obras en estos poetas es que responden a la
sociedad, la sociedad del momento que reclama novedades respecto a lo anterior, y que
impone sus gustos.
En estos dos siglos encontramos múltiples sucesos, también personajes ilustres, gran
cantidad de obras y autores, etc. Algunos de ellos: con Tiberio se inicia la dinastía
Claudia (14-68) y acabará con Nerón; la lírica está unida al nombre de Nerón y a las
expectativas de paz y prosperidad que suscitó en las gentes; la esperanza en Nerón se
vió defraudada y Vespasiano, con quien se inicia la dinastía de los Flavios (69-96), iba a
poner fin a las atrocidades del anterior. Con la actitud de Vespasiano podemos ver en la
literatura cómo se produce una vuelta al clasicismo; en las épocas de Nerva, Trajano y
Adriano (93-138) tampoco se ve un gran esplendor en cuanto a poesía se refiere.
Los poetae nouelli surgieron después, en la época de los Antoninos (138-192). Sus
características convienen al emperador Adriano. Y de nuevo encontramos en estos
poetas la gran admiración por lo griego, con tendencias puristas y arcaizantes. El
Peruigilium Veneris es el poema final sobre las manifestaciones poéticas menores de
estos dos siglos.
POETAE NOUELLI
En poesía como en prosa se produce en esta época de los Antoninos un movimiento
arcaizante, los poetae nouelli, así les llama el metricólogo Terenciano Mauro, son sus
representantes. El impulso le vino a estos poetas del propio emperador Adriano, poeta
él mismo de cuya producción el poema más famoso es un poema en dímetros yámbicos,
en el cual se dirige a su alma.
Animula, vagula, blandula
Hospes comesque corporis
Quae nunc abibis in loca?
Pallidula, rigida, nudula,
Nec, ut soles, dabis iocos...
“Pequeña alma, blanda y errante,
huésped y compañera de mi cuerpo,
¿a qué mansión tenderás el vuelo ahora
tan pálida, tan fría, con desnudez entera?
El tiempo huyó de la vida placentera.”
El historiador Floro también escribió poemas ocasionales, los cuales están recogidos en
Poetae latini minores o en la Anthologia latin, como los de los demás poetae nouelli.
Según La Historia Augusta, el emperador Adriano y Floro intercambiaban poemas. Una
prueba de esto son estos dos poemas:
FLORUS HADRIANUS
Ego nolo Caesar esse, Ego nolo Florus esse,
Amblare per Britannos, amblare per tabernas,
<latitare per…> latitare per popinas,
Scythicas pati pruinas. culices pati rotundos.
A Floro se le atribuyen unos versos sobre las rosas, poema realmente bonito.
Venerunt aliquando rosae, pro veris amoeni
imperium! Una dies ostendit spicula florum,
altera pyramidas nodo maiores tumentes,
tertia iam calathos; totum lux quarta peregit
floris opus. Pereunt hodie, nisi mane legantur.
“Llegaron ya las rosas y trajeron el alma de la amable
primavera. Un día los capullos se entreabrieron
y al dia siguiente cada botón era ya Pirámide
y cálice el tercero; la luz del cuarto medirá las flores.
Mañana perderán sus esplendores si del tallo no las cortas tú primero”.
A pesar de los escasos restos que tenemos de los novelli, podemos decir que se
caracterizan por:
-Rechazo de la inspiración en la poesía Augusta. Se vuelven a los neotéricos: Catulo y
sus contemporáneos. Admiraron también a Levio, un poeta anterior a estos por su
habilidad métrica y lingüística.
-Innovación métrica: crearon metros nuevos por modificación o combinación de los
modelos establecidos, como anapésticos, yámbicos o trocaicos.
-Gusto por lo arcaico, embellecimiento barroco de lo trivial. Existe el estilo elevado,
buscan lo rústico y popular. Además son eruditos y artificiosos. No son grandes poetas
pero si buenos versificadores.
PERVIGILIUM VENERIS
El tema del poema es la celebración anual de la fiesta de Venus. Esta fiesta incluía una
procesión hasta el lugar de la celebración. En el poema se menciona el Hibla y el Etna,
por lo que la acción se sitúa en Sicilia.
Está escrito en tetrámetros trocaicos catalécticos y consta de 93 versos. La distribución
consta de estrofas distintas en número de versos, y además van separadas por un
estribillo o ritornello: cras amet qui numquam amauit quique amauit cras amet
(mañana ame quien nunca amó y quien amó mañana ame).
Mañana será cuando el Éter primitivo haga las bodas para que el Padre pueda
crear todo el año con las nubes. La lluvia bienhechora escurrirá en el seno de su
consorte pura y de allí ha de salir un fruto mezclado del que todo emanará con
gran potencia. Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame
mañana.
El océano en la ligera espuma, entre los monstruos marinos y los caballos de dos
pies, hizo salir de su sangre a la ondulante Dione de las aguas del mar. Ella como
progenitora gobierna los sentidos y la mente haciendo penetrar su agudo espíritu
con una fuerza misteriosa y por el cielo y por la tierra y por el mar sometido,
derrama su virtud fecundante y hace que el mundo sepa los modos de engendrar.
Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame mañana.
Ella con botones de flor pinta el año de púrpura y con el soplo de Favonio
convierte en nudos prolíficos las yemas que revientan. Ella también con el
vientecillo que queda en la noche riega las aguas vaporosas del brillante rocío.
Mirad cómo lucen las lágrimas temblorosas próximas a caer. Cada gota, semejante
a un mundo pequeño, lleva consigo su destino. Ame mañana el que jamás ha
amado, y el que ha amado ame mañana.
Mirad cómo el carmín de las flores acusa su pureza. La humedad que los astros
esparcen en las noches serenas, por la mañana cubre los tiernos botoncillos con un
manto de rocío. Ella también mandó que en la mañana las frescas rosas virginales
se desposaran. Por eso hizo la rosa de sangre Paphia y de besos de amor y de
pimpolios y de flamas y de rayos de sol para que mañana ya casada no se
avergüence de cumplir su único voto entregando los colores que tenía encubiertos
con un manto de fuego. Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado
ame mañana.
Ella, como diosa, estableció que las ninfas fueran al bosque acompañando a las
doncellas. Apenas se puede creer que el Amor ande allí descansando y haya dejado
sus flechas. ¡Valor, ninfas! Ya entregó las armas el Amor, hoy no trabaja. Está
ordenado que no se lleven armas. El mandato es ir desnudos para que nadie haga
daño con el arco, ni con las saetas, ni con el fuego. Ninfas, sed cautas sin embargo
porque Cupido es bello y cuando el Amor está sin armas es cuando está mejor
armado. Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame mañana.
Venus, que por la nobleza se te iguala, ¡oh Diana!, envió a ti sus doncellas a
decirte: una sola cosa te pedimos, ¡oh virgen Delia!, y es que ya no ensangrientes el
bosque con la matanza de fieras para que extienda la sombra de sus árboles a las
flores que nacen. Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame
mañana.
Ella misma quería suplicarte para vencer tu escrúpulo. Ella misma quería que te
allegaras para ganar tu temor. Durante tres noches hubieras visto entonces los
coros de fiesta andar agrupados por tus montes y coronados de flores entre las
cabañas cubiertas de mirtos. Y ni Ceres, ni Baco, ni el dios de los poetas hubieran
faltado de allí. Toda la noche se habría pasado sin dormir entonando este cántico:
¡Que Diana reine en las selvas y Delia se someta! Ame mañana el que jamás ha
amado, y el que ha amado ame mañana.
Mandó la diosa poner su tribunal entre las flores de Hybla y ella misma recibe allí
las quejas a presencia de las Gracias. ¡Oh Hybla, ofrece tantas flores cuantas el
año traiga! ¡Oh Hybla, que tu manto florido sea tan grande como las faldas del
Etna! Vendrán las ninfas del campo y las del monte y las que habitan las selvas y
los bosques y las fuentes. A todas mandó asistir la madre del alado niño y las
previno contra las armas del amor desnudo. Ame mañana el que jamás ha amado
y el que ha amado ame mañana.
Por ella también los hijos de Troya vinieron a ser latinos. Ella fue quien desposó a
su hijo con la doncella de Laurento de donde los Ramnes y Quirites han salido y
después la madre de Rómulo hasta llegar a César. Por ella salió del templo la
virgen casta para ser de Marte y las bodas entre gente de Roma y de Sabinia ella
las hizo. Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame mañana.
La voluptuosidad se agita fecunda por los campos. Los campos se estremecen con
la planta de Venus; y del mismo Amor, nacido de Dione, se dice que es hijo del
campo. El campo lo engendraría pero ella lo recibió en su seno y enseñada por las
flores supo hacerlo crecer con delicados besos.
Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame mañana.
¡Ea!, ya bajo los arbustos los toros enseñan sus dorsos. Cada uno parece escondido
por convenio conyugal. Bajo la sombra, con sus machos, oíd cómo balan las ovejas.
La diosa mandó a las aves que cantaran. Ya los cisnes juguetones llenan el
estanque con sus roncos gritos y Filomela también canta bajo la sombra, para ti,
pueblo de Tereo, para que sepas que una pasión puede ser melodiosa, y no digas
que llora la suerte de su hermana con el marido cruel. Ame mañana el que jamás
ha amado, y el que ha amado ame mañana.
Ella canta y yo me callo. ¿Mi primavera vendrá algún día? ¿Cuándo seré como la
golondrina y volveré a cantar? Por haber callado tanto murió mi Musa y Apolo me
olvidó. Así también cuando callaron los habitantes de Amiclas, esta se perdió para
siempre. Ame mañana el que jamás ha amado, y el que ha amado ame mañana.