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CRECIMIENTO Y DESARROLLO
Se entiende por crecimiento y desarrollo al conjunto de cambios somáticos y funcionales que se producen en el ser humano desde su concepción
hasta su adultez, implica una visión dinámica, evolutiva y prospectiva del ser humano y es una característica diferencial en la asistencia del niño.
El crecimiento ha sido definido como el proceso de incremento de la masa de un ser vivo, que se produce por el aumento del número de células
o de la masa celular.
El desarrollo es el proceso por el cual los seres vivos logran mayor capacidad funcional de sus sistemas a través de los fenómenos de maduración,
diferenciación e integración de funciones.
1.1. CRECIMIENTO A NIVEL CELULAR
El crecimiento o aumento de tamaño ocurre básicamente por medio de dos mecanismos posibles que se dan en todos los seres vivos: la hiperplasia
o aumento de número de células que ocurre a través de la multiplicación celular; y la hipertrofia o aumento del tamaño de las células. Ambos
mecanismos contribuyen al crecimiento humano, aunque operan con diferente intensidad en distintos momentos de la vida.
El crecimiento celular es el proceso mediante el cual las células se reproducen y, de esa manera, pueden cumplir con funciones específicas en el
organismo de los seres vivos. Este crecimiento lo llevan a cabo por el ciclo celular.
El ciclo celular se describe como la secuencia general de acontecimientos que se producen durante la vida de una célula eucariota y se divide en
cuatro fases diferenciadas:
1) La mitosis o fase M, corresponde a la fase de división celular.
2) Luego viene la fase G1 (del término gap o intervalo) que ocupa la mayor parte del ciclo.
3) Le sigue la fase S, o fase de síntesis de ADN.
4) Durante la fase G2 se prepara la mitosis con una célula tetraploide que entra en la fase M y en el comienzo de un nuevo ciclo celular.
La duración temporal del ciclo es variable, y aunque en un cultivo de laboratorio, es de 16 a 24 horas , en las células de un organismo pluricelular
puede ir de 8 horas a más de 100 días. Algunas células muy diferenciadas como las neuronas o las células musculares nunca se dividen y
asumen un estado quiescente conocido como fase G0.
La diferenciación celular es el proceso por el cual una célula cambia su estructura de manera que pueda realizar una función específica.
Las células bien diferenciadas son células maduras, completamente relacionadas que están listas para cumplir con su función particular.
Cada tipo celular tiene características, funciones, y lapsos de vida específicos, aunque todos se han diferenciado de la célula original o zigoto.
Las primeras células de un ser humano procedentes del zigoto son denominadas células totipotenciales, por ser capaces de diferenciarse en
todo tipo de células especializadas; proceso que comienza a los 4 días de desarrollo. De una célula totipotencial se puede obtener un organismo
funcional. A medida que se diferencian restringen su potencial y se convierten en células pluripotenciales, que pueden desarrollarse en
varios, pero ya no en todos los tipos celulares. De estas células ya no es posible obtener un organismo.
A medida que avanza la diferenciación se van desarrollando los distintos tipos de tejidos del cuerpo.
Con la especialización y la maduración muchas células pierden la capacidad de reproducción. En cambio otras denominadas células troncales o
células madre conservan la capacidad de división.
En los adultos estas células sólo, pueden diferenciarse en un tipo concreto de célula especializada (ej.: las células sanguíneas). A estas
células troncales indiferenciadas de un tejido que pueden desarrollarse a células especializadas de dicho tejido se las denomina multipotenciales.
(Ej. Las de la médula ósea que darán lugar a células sanguíneas.
1.2. CRECIMIENTO COMO FENÓMENO FÍSICO Y BIOLÓGICO (LINFOIDE, NERVIOSO, GENITAL, SUPRARRENAL).
El crecimiento y el desarrollo son el resultado de la interacción de factores genéticos aportados por la herencia y las condiciones del medio
ambiente en que vive el individuo. Si las condiciones de vida (físicas, biológicas, nutricionales, psicosociales, etc.) son favorables, el potencial
genético de crecimiento y desarrollo podrá expresarse en forma completa.
Los órganos del cuerpo humano contribuyen a alcanzar las proporciones y tamaño adultos con distintos ritmos de crecimiento. El crecimiento a
nivel de la masa corporal total, con mediciones antropométricas que tienen una gran aplicación clínica, tales como el peso y la estatura. El peso
refleja la acumulación o aumento de los diferentes tejidos del organismo. La curva de peso se ilustra en la figura. La de la estatura mide casi
exclusivamente el tejido óseo, es un excelente reflejo del crecimiento global del niño y presenta una curva postnatal semejante a la del peso.
El crecimiento puede estudiarse también en otros planos más complejos de organización, por ejemplo, a nivel de los tejidos.
a) Tejido linfoide: Timo, ganglios linfáticos, adenoides y amígdalas palatinas, experimentan gran desarrollo en los primeros años de vida. A los
5 años alcanza el 100% del tamaño adulto, luego llega al 180% a los 12-¬‐13 años para decrecer casi a la mitad alrededor de los 20 años,
correspondiente al de 5 años.
b) Sistema nervioso central: El cerebro y el resto del sistema nervioso central crecen con rapidez en el período prenatal y postnatal hasta los seis
años, al punto que a esta edad, han alcanzado el 90% de su tamaño adulto.
c) Aparato reproductor: Gónadas y genitales, dos fases: embrionaria fetal que permite la diferenciación celular (le sigue
un periodo largo de crecimiento lento) y pubertad en un periodo de 3 años: segunda fase de rápido crecimiento
donde se completa el desarrollo de gónadas y caracteres sexuales secundarios.
d) Suprarrenal: La glándula posee una gran talla, alcanzando de 10 a 20 veces su tamaño con relación al riñón a expensas del gran volumen de
la corteza fetal, la médula aunque funcional permanece más pequeña hasta el nacimiento. Se duplica funcionalmente, por la gran producción
de esteroides, utilizados durante la vida fetal en la síntesis de estrógenos placentarios. Máxima actividad es en el 4to mes de vida intrauterina
1.3. CRECIMIENTO INTRAUTERINO: MATROAMBIENTE, MICROAMBIENTE Y MACROAMBIENTE
Durante la vida intrauterina, el feto se encuentra influenciado por una serie de factores ambientales que se pueden concretar en los llamados
microambiente, matroambiente y macroambiente.
• Microambiente.- está constituido por el conjunto de estructuras que están en íntimo contacto con el feto que son el útero, líquido amniótico,
el cordón umbilical, la placenta y las membranas corioamnióticas.
• El matroambiente se refiere a las características fisiológicas, anatómicas y patológicas del organismo materno en el cuál se encuentra “albergado”
el nuevo ser. Esto explica que todas las alteraciones o agresiones que se produzcan sobre el organismo materno pueden repercutir y comprometer
la vida o la salud del feto.
• El macroambiente está constituido por las características ambientales, telúricas, físicas, culturales, sociales, económicas, e incluso políticas en
la que se encuentra inmerso el individuo y en este caso la embarazada, y la repercusión que el ambiente terrestre puede tener sobre el crecimiento
y desarrollo fetal.
1) El microambiente incluye tres etapas:
a) Etapa germinal. Es el periodo que se cuenta desde la fecundación hasta la implantación.
b) Etapa embrionaria. Este periodo inicia desde la implantación hasta la 8va semana.
c) Etapa fetal. Es el periodo que va desde la 8va semana hasta el nacimiento.
2) El matroambiente. Aquí se incluyen la edad, peso, talla, paridad, período intergenésico, nutrición, vivienda, educación, sit. social, ejercicios,
toxicomanías, patologías, automedicación o medicación, habilidad emocional, accidentes, embarazos no deseados.
Mujeres que consumen tabaco, alcohol, y otras drogas como antihistamínicos, anfetaminas o antibióticos durante los primeros 3 meses de
embarazo pueden generar malformaciones del sistema nervioso central del embrión, atrofiamiento de extremidades, de los sentidos, órganos
y hasta abortos.
3) El macroambiente. Diferentes factores pueden generar alteraciones en el feto. Se incluyen las costumbres, modas, religión, trabajo,
condiciones de vivienda, servicios de primera necesidad y contaminación ambiental.
Periodo embrionario
Se extiende desde la fecundación hasta la 12a semana de vida intrauterina.
Se caracteriza por una intensa multiplicación celular (hiperplasia) con un escaso aumento del tamaño del embrión.
En el período embrionario el ser humano es muy sensible a cierto tipo de factores adversos tales como radiaciones (rayos X), drogas, alcohol
(alcoholismo materno), enfermedades infecciosas (rubéola), todas las cuales, precisamente por actuar durante este período, afectan el desarrollo
de los órganos y pueden producir malformaciones congénitas. De ahí la importancia que tienen las acciones preventivas. Este período no es muy
sensible, sin embargo, a la desnutrición materna.
Se caracteriza por la formación de tres capas:* La externa: exodermo, que produce la epidermis, el pelo, las uñas, los dientes, el sistema nervioso
y las glándulas que están en la superficie de la piel.
* La otra capa intermedia: mesodermo, que da origen a los músculos, el sistema circulatorio, el sistema excretorio y los huesos.
* La capa interior: endodermo, se desarrollan el sistema digestivo, los bronquios, los pulmones, el hígado, el páncreas, varias glándulas, etc.
1.3.1. CRECIMIENTO SEMANA POR SEMANA
Semana 1-2
La primera semana de embarazo comienza con el primer día del período menstrual de una mujer. Ella aún no está embarazada.
Durante el final de la segunda semana, se libera un óvulo del ovario. Aquí es cuando es más probable concebir si hay relaciones sexuales sin
protección.
Semana 3
Durante la relación sexual, los espermatozoides ingresan a la vagina después de que el hombre eyacula. Los espermatozoides más fuertes
viajarán a través del cuello uterino (la abertura de la matriz o útero) hasta las trompas de Falopio.
Un solo espermatozoide y el óvulo de la madre se encuentran en la trompa de Falopio. Cuando dicho espermatozoide entra en el óvulo,
ocurre la concepción. El espermatozoide y el óvulo combinados se llaman zigoto.
El zigoto contiene toda la información genética (ADN) necesaria para convertirse en un bebé. La mitad del ADN proviene del óvulo de la madre
y la mitad del espermatozoide del padre.
El zigoto pasa los próximos días bajando por la trompa de Falopio. Durante este tiempo, se divide para formar una bola de células llamada
blastocisto.
Un blastocisto está compuesto de un grupo interno de células con una cubierta externa.
El grupo interno de células se convertirá en el embrión. El embrión es lo que se convertirá en su bebé.
El grupo externo de células se convertirá en estructuras, llamadas membranas, las cuales nutren y protegen al embrión.
Semana 4
Una vez que el blastocisto llega al útero, se incrusta en la pared uterina.
En este momento en el ciclo menstrual de la madre, el revestimiento del útero es grueso con sangre y está para brindarle soporte al bebé.
El blastocisto se adhiere firmemente a la pared del útero y recibe nutrición de la sangre de la madre.
Semana 5
La semana 5 es el comienzo del "período embrionario"; es decir, cuando se desarrollan todos los principales sistemas y estructuras del bebé.
Las células del embrión se multiplican y comienzan a asumir funciones específicas. Esto se llama diferenciación.
Se desarrollan todas las células sanguíneas, las nefronas y las neuronas.
El embrión crece rápidamente y los rasgos externos del bebé empiezan a formarse.
El cerebro, la médula espinal y el corazón del bebé empiezan a desarrollarse.
El tracto gastrointestinal del bebé comienza a formarse.
Es durante este tiempo en el primer trimestre que el bebé tiene mayor riesgo de daños a raíz de factores que pueden causar anomalías
congénitas.
Esto incluye ciertos medicamentos, consumo de drogas ilícitas, consumo excesivo de alcohol, infecciones como la rubéola y otros factores.
Semanas 6 a 7
Las yemas o brotes de brazos y piernas comienzan a crecer.
El cerebro del bebé se transforma en 5 áreas diferentes. Algunos nervios craneales son visibles.
Los ojos y los oídos comienzan a formarse.
Se forma tejido que se ha de convertir en la columna y otros huesos.
El corazón del bebé continúa desarrollándose y ahora late a un ritmo regular. La sangre se bombea a través de los vasos mayores.
Semana 8
Los brazos y las piernas del bebé se han alargado.
Las manos y los pies comienzan a formarse y lucen como pequeños remos.
El cerebro del bebé continúa formándose.
Los pulmones comienzan a formarse.
Semana 9
Se forman los pezones y los folículos pilosos.
Los brazos crecen y se desarrollan los codos.
Se pueden observar los dedos del pie del bebé.
Todos los órganos esenciales del bebé han comenzado a crecer.
Semana 10
Los párpados del bebé están más desarrollados y comienzan a cerrarse.
Las orejas comienzan a tomar forma.
Las características faciales del bebé se vuelven más distintivas.
Los intestinos rotan.
Al final de la décima semana de embarazo, su bebé ya no es un embrión. Ahora es un feto, la etapa de desarrollo hasta el nacimiento.
Semanas 11-14
Los párpados del bebé se cierran y no volverán a abrirse hasta que más o menos la semana 28.
La cara del bebé está bien formada.
Las extremidades son largas y delgadas.
Aparecen las uñas en los dedos de las manos y los pies.
Aparecen los genitales.
El hígado del bebé está produciendo glóbulos rojos.
La cabeza es muy grande, aproximadamente la mitad del tamaño del bebé.
Ahora su pequeño puede formar un puño.
Aparecen brotes dentarios para los dientes del bebé.
Semanas 15-18
En esta etapa, la piel del bebé es casi transparente.
Un pelo fino llamado lanugo se desarrolla en la cabeza del bebé.
Los huesos y el tejido muscular se siguen desarrollando y los huesos se vuelven más duros.
El bebé comienza a moverse y a estirarse.
El hígado y el páncreas producen secreciones.
Ahora su bebé hace movimientos de succión.
Semanas 19-21
El bebé puede oír.
El bebé es más activo y continúa moviéndose y flotando.
La madre puede sentir una agitación en la parte inferior del abdomen. Esto se llama primeros movimientos fetales, cuando la mamá puede
sentir los primeros movimientos del bebé.
Al final de esta etapa, el bebé puede tragar.
Semana 22
El lanugo cubre todo el cuerpo del bebé.
El meconio, primera deposición del bebé, se realiza en el tracto intestinal.
Aparecen las cejas y las pestañas.
El bebé es más activo con aumento del desarrollo muscular.
La madre puede sentir al bebé moverse.
El latido del corazón del bebé puede escucharse con un estetoscopio.
Las uñas crecen hasta el extremo de los dedos del bebé.
Semanas 23-25
La médula ósea comienza a producir glóbulos.
Se desarrollan de las vías respiratorias inferiores de los pulmones del bebé.
El bebé empieza a almacenar grasa.
Semana 26
Las cejas y las pestañas están bien formadas.
Todas las partes de los ojos del bebé están desarrolladas.
Su bebé puede sobresaltarse en respuesta a los ruidos fuertes.
Las huellas de los pies y las huellas digitales se están formando.
Se forman los sacos de aire en los pulmones del bebé, pero los pulmones aún no están listos para trabajar por fuera del útero.
Semanas 27-30
El cerebro del bebé crece rápidamente.
El sistema nervioso se desarrolla lo suficiente para controlar algunas funciones del cuerpo.
Los párpados del bebé se pueden abrir y cerrar.
El aparato respiratorio, aunque inmaduro, produce agente tensoactivo. Esta sustancia ayuda a que los alvéolos se llenen de aire.
Semanas 31-34
El bebé crece rápidamente y acumula mucha grasa.
Se presenta respiración rítmica, pero los pulmones del bebé no están completamente maduros.
Los huesos del bebé están completamente desarrollados, pero son aún blandos.
El cuerpo del bebé comienza a almacenar hierro, calcio y fósforo.
Semanas 35-37
El bebé pesa unas 5.5 libras (2.5 kg).
El bebé sigue aumentando de peso, pero probablemente no mucho por más tiempo.
La piel no está tan arrugada a medida que se forma grasa bajo la piel.
El bebé tiene patrones de sueño definidos.
El corazón y los vasos sanguíneos del bebé están completos.
Los músculos y los huesos están completamente desarrollados.
Semana 38-40
El lanugo ha desaparecido excepto en los hombros y en los brazos.
Las uñas pueden extenderse más allá de las puntas de los dedos.
Se presentan pequeños brotes mamarios en ambos sexos.
El cabello de la cabeza ahora es grueso y más denso.
En su 40ª semana del embarazo, van 38 semanas desde la concepción y su bebé podría nacer en cualquier momento ahora.
1.4. CRECIMIENTO EXTRAUTERINO: CURVAS, TABLAS RELACIONES, ASOCIACIONES
Valoración del crecimiento y desarrollo durante el primer año de vida
Generalmente los niños nacidos a término recuperan el peso del nacimiento hacia los diez días de vida. Doblan el peso del nacimiento a los cinco
meses y lo triplican al año de vida. La talla se incrementa al año entre 25 y 30 cm (talla media al nacimiento de 50 cm), se incrementa el tejido
subcutáneo alcanzando su capacidad máxima a los nueve meses. El perímetro cefálico se incrementa a 44 cm hacia el sexto mes y a 47 cm al año
se igualan los perímetros cefálicos y torácicos. Mensuraciones.
Perímetro cefálico
El perímetro cefálico en el recién nacido se mide colocando una cinta métrica no elongable justo por encima de cejas pasando sobre la parte más
prominente del occipucio. En general el perímetro cefálico es dos veces más grande que el torácico, pero en las primeras mediciones no se
obtendrán datos exactos en caso de que la cabeza este moldeada. El rango normal es de 33 a 37 cm, dependiendo del tamaño general del recién
nacido.
Talla
La talla se mide poco después de que nace para contar con un dato basal a partir del cual se juzgue el crecimiento futuro. La estatura promedio
del recién nacido de termino es de 51 cm y un 95 % miden de 46 a 56 cm. Como en general el recién nacido asume una posición algo flexionada
es difícil obtener una medición exacta desde la parte la parte superior de la cabeza hasta los talones esta medición se facilita cuando se efectúa
sobre una superficie firme y es conveniente que un ayudante sostenga la cabeza del niño.
Peso
Constituye la medida antropométrica más usada para medir el crecimiento y por qué no el desarrollo en pediatría. En el recién nacido se debe de
medir desnudo con la misma pesa, la cual debe estar previamente calibrada y protegida con papel aislante de uso individual. Debemos tener como
precaución evitar corrientes de aire durante el proceder. La unidad de medida que se utiliza es el gramo.
Perímetro Torácico
El perímetro torácico se mide justo por debajo de la línea de los pezones y debe ser poco menor al perímetro cefálico.
Longitud
Es una mensuración que resulta de la medición de la longitud del cuerpo humano a todo lo largo del recién nacido, muy útil para diagnosticar
retraso del crecimiento v/o prematuridad.
Desarrollo Psicomotor
El niño/a las cuatro semanas de edad puede levantar la cabeza por encima de la línea horizontal. Entre las cuatro y ocho semanas de vida cuando
se cambia de posición supina a sentada, la cabeza queda colgando y si se pone de pie no la puede sostener, a las doce semanas de edad es capaz
de mantener algo erguida la cabeza cuando se le sienta, pero si se pone de pie se inclina hacia delante. El reflejo de prehensión persiste en el niño
hasta las ocho semanas a partir de este momento aumenta la coordinación de ojos y manos, la prehensión activa se hace más evidente.
A los tres meses de edad el niño/a es capaz de levantar la cabeza y el tórax con los brazos extendidos delante de él, a los cuatro meses de vida es
capaz de elevar la cabeza hasta la posición vertical y moverla de un lado para otro. Entre los cinco y seis meses de edad el niño/a comienza a darse
vuelta voluntariamente. Al tercer y cuarto mes de vida abandona generalmente la posición tónica del cuello y mantiene la cabeza en la línea media
con los brazos y las piernas en una posición más o menos simétrica y las manos a menudo colocadas en la línea media o en su boca.
Al arribar a los cuatro meses el niño/a se hace más aficionado a establecer contactos con objetos puestos a su alcance y con frecuencia se llevará
a la línea media y a la boca para su exploración final. A los seis meses de edad puede cambiar la posición de todo el cuerpo para extender la mano
hacia un objeto deseado, como un sonajero o un aro.
Es capaz de coger sin dificultad a los cuatro meses un objeto de tamaño moderado pero tendrá mayor interés hacia los objetos de pequeño
tamaño como una píldora, a los siete meses de edad localiza la píldora sin problema e intenta cogerla rastrillando vigorosamente con los dedos
pero es incapaz de cogerla.
Aproximadamente a los seis meses de edad los lactantes son capaces de sentarse solo, inclinándose con las manos hacia delante o con un ligero
soporte de la pelvis. En la medida que el niño/a se relaciona con el medio que lo rodea, aumentará el intercambio social. Entre los cuatro a siete
meses de edad los lactantes comienzan a responder de acuerdo al estado emocional de las personas que lo tratan.
A los nueve o diez meses de edad la mayoría de los lactantes han aprendido a raptar y gatear. A los ocho y nueve meses pueden sentarse sin
ninguna ayuda y pronto se mantienen con la espalda recta, a los ocho meses con frecuencia pueden sostenerse de pie durante un breve período
de tiempo sujetando sus manos, y a los nueve meses puede dar algunos pasos con las manos sujetas. Al llegar al noveno mes se vale de dedo
índice para tocar los objetos, el pulgar y el índice son capaces de realizar una posición suficientemente segura para coger una píldora con un
movimiento de pinza.
Entre los seis y ocho meses el niño/a puede emitir sonidos vocales repetitivos como mama, baba, etc. A los ocho y nueve meses atiende al escuchar
su propio nombre. Al año de edad es capaz de proporcionar alguna palabra además de mamá o papá y conoce el nombre de algunos objetos
manifestados por su conducta.
A los nueve y diez meses el niño/a comienza a ser menos dependiente de la presencia física de su madre esto se debe a que el niño/a es capaz de
seguirla a su alrededor. El juego del escondite con frecuencia llega a ser muy agradable a esta edad y da la oportunidad de probar y verificar su
capacidad para recrear la ausencia de sus padres. Entre los seis y doce meses de edad, puede apreciarse los primeros indicios de su conducta
imitativa. A los nueve meses hará además de adiós o juntará las manos imitativamente; a los doce meses puede comenzar a realizar juegos muy
sencillos con un juguete por ejemplo un balón.
Valoración del crecimiento y desarrollo durante el segundo año de vida
Durante el segundo año de vida existe una deceleración en el ritmo de crecimiento. El niño/a ganará 2.5 Kg y crecerá 12 cm. Después de los diez
meses de vida se puede observar una disminución en el apetito debido a la pérdida de gran parte del tejido subcutáneo que alcanzó un máximo
desarrollo hacia los nueve meses. El crecimiento del cerebro disminuye durante el segundo año de vida, el perímetro cefálico crece 2 cm., se
aprecia un desarrollo en la masa encefálica a finales del segundo año. El niño pasa desde una posición erecta insegura a una posición con un alto
grado de dominio locomotor. A los quince meses ya puede andar solo y a los dieciocho meses corre, puede subir escaleras, sujetándose con las
manos, a los veinte meses puede bajar las escaleras tomados de la mano. A los veinticuatro meses corre bien y ha superado la tendencia a caerse.
Entre los dieciocho y veinticuatro meses el niño entra en la edad de correr hacia “todas partes” El niño normal posee a esta edad un vocabulario
de diez palabras generalmente que las puede usar en la medida de su estimulación. Durante el segundo año de vida el niño/a, se vuelve altamente
imitativo, siendo cada vez más consciente y sensible a otras personas, incluyendo a sus hermanos. Al finalizar este período aparecen los juegos
con otros niños donde tendrán un papel importante la representación de papeles imaginativos, esta tendencia se incrementará en los años
escolares. Gran números de niños/as comprendidas en estas edades (dieciocho y veinticuatro meses), son capaces de expresar de forma verbal
sus necesidades higiénicas y pueden ser ayudados a desarrollar patrones sociales correctos, se les estimula para el control de los esfínteres.
Valoración del crecimiento y desarrollo en edades pre escolares
Durante el tercero, cuarto y quinto año de vida, la ganancia de peso y talla es relativamente constante aproximadamente de 2 Kg y de 6 a 8 cm.
de talla en un año. Hacia los dos años y medios los 20 dientes caducos han brotado. En el transcurso del período pre escolar la cara tiende a crecer
proporcionalmente más que la bóveda craneal y la mandíbula se ensancha, preparándose para la erupción de la dentición definitiva. La mayoría
de los niños a los tres años permanece de pie con un solo pie breves momentos; a los cinco años de vida son capaces de brincar sobre un solo pie
y saltar poco después.
Durante los tres años puede imitar el dibujo de una cruz. A los cuatro y cinco años de edad, es capaz de hacer correctamente copias proporcionales
de las figuras, empieza a trazar figuras con líneas oblicuas. A los tres años es capaz de contar correctamente tres objetos, a los cuatro años cuatro,
y a los cinco diez o más objetos. Los niños/as en la última fase del período pre escolar empiezan a buscar modelos adecuados de imitación los más
accesibles son los padres y otros miembros cercanos de la familia.
El interés de los niños/as de esta edad en las diferencias del sexo, se manifiestan en ocasiones en preguntas, siendo normal que se manifieste en
forma de juegos sexuales entre niños de uno u otros sexo.
Las relaciones entre padres e hijos y otros miembros con los que se relacionan fuera del contexto familiar generan conflictos de hostilidad. La
ansiedad se ve manifestada en pesadillas, temor a la muerte, etc. y en situaciones más complejas se manifiesta por enuresis, dificultad en el
aprendizaje o en el habla, rabietas, etc. Cuando se alcanza los seis años de edad se comienza a desarrollar la habilidad de trasladar conceptos
abstractos a figuras y estructuras Ejemplo. El sonido de la T y la letra T, la idea del 2 y el número 2.
Valoración del crecimiento y desarrollo en años escolares
Los primeros años escolares son un período relativamente estable del desarrollo, que termina en el estirón preadolescente hacia los diez años en
las niñas y a los doce años en los niños. El incremento de peso en estos años es de 3 a 3.5 Kg/año y la talla aumenta unos seis centímetros al año.
Existe un enlentecimiento del perímetro cefálico que va de 51 cm. a 53 cm. aproximadamente. Al culminar este período el cerebro alcanza
virtualmente el tamaño del adulto.
Durante esta etapa de la vida se caracteriza por una actividad física intensa. La columna vertebral se hace más recta, el niño/a adopta posturas
que pueden molestar a los padres y profesores, las actividades motoras se hacen más especializadas que requieren una particular destreza
muscular y motora. Los huesos faciales continúan desarrollándose en especial los senos. El seno frontal hace aparición a los siete años de edad.
Los molares (dientes permanentes) brotan durante el séptimo año de vida y comienza la caída de los dientes caducos que siguen el mismo orden
de aparición, se reemplazan cuatro dientes por año durante los cinco años. Los segundos molares (permanentes) brotan a los catorce años y los
terceros molares pueden no aparecer hasta los veinte años. Las infecciones respiratorias son frecuentes en estos años. El número normal de
infecciones respiratorias en estos años es elevado, que pueden oscilar entre seis y siete enfermedades al año.
La vida del niño comienza a hacer más independiente al incluir en su medio el ambiente el ambiente escolar donde se trazan nuevas metas y
buscan estilos de comportamiento. El gran reto para los padres en esta etapa de su hijo es la creación en el niño/a el sentido del deber, de
responsabilidad y del talento. Se pueden tener sentimientos de frustración por parte de padres e hijos al no ver resultados alentadores en el
desempeño del niño/a por lo que se debe de tener mucho cuidado al enfrentar estas crisis en el seno familiar para evitar una conducta inapropiada
en el niño/a que provoque conductas antisociales.
Valoración del crecimiento y desarrollo en la adolescencia
La adolescencia es el período durante el cual se produce la maduración sexual y el cuerpo alcanza su forma adulta. Existe una tendencia al
incremento de peso y talla que puede alcanzar una asíntota en los países desarrollados. El control del desarrollo físico general en la adolescencia
puede ser evaluado con precisión por el examen de la madurez ósea. El control de la madurez sexual está estrechamente relacionado con la edad
ósea. Los cambios físicos y sexuales van de la mano con los cambios y adaptaciones culturales, sociales, emocionales y cognoscitivos.
Los problemas médicos de la adolescencia incluyen sobre alimentación y desnutrición que pueden estar relacionados con malos hábitos dietéticos.
La fatiga es común en la adolescencia y puede estar relacionada a deficiencias proteicas o de hierro que esta última se puede expresar por anemia
o por un mal funcionamiento enzimático. Existe una alta susceptibilidad hacia algunas enfermedades. El acné acompañado de un cierto grado de
desfiguramiento se añade a la carga física y emocional del adolescente. El problema más significativo de salud son los accidentes graves y suicidio
condicionado a la actividad física y emocional, característica de esta edad.
En la adolescencia la búsqueda de la propia escala de valores, la identidad sexual de clase social, la identificación vocacional y no vocacional
alcanza un lugar muy importante en la comunidad. Se incluye en esta etapa la capacidad para establecer relaciones con los demás, participando
en actividades físicas tales como el deporte, se estrechan las amistades, aparecen las primeras experiencias sexuales, quedan atrás el miedo, el
rechazo, el aislamiento, etc.
El desarrollo psicosocial va en desarrollo e incluye el compromiso entre personas en el amor, noviazgo o matrimonio, se aceptan responsabilidades
o tareas de mayor complejidad. Las etapas de crecimiento y desarrollo alcanzan su máximo esplendor.
1.5. DESARROLLO ÓSEO, Y DENTAL. FACTORES GENÉTICOS Y HORMONALES
Hacia el final de la cuarta semana, las células del esclerotoma forman un tejido laxo denominado mesénquima con capacidad para formar hueso.
Los huesos aparecen inicialmente como condensaciones de las células mesenquimales que forman los modelos de los huesos
La mayoría de los huesos planos se desarrollan en el mesénquima, en el interior de cubiertas membranosas preexistentes; este tipo de
osteogénesis se llama intramembranosa
Los modelos mesenquimales de la mayor parte de los huesos de los miembros se transforman en modelos cartilaginosos que posteriormente se
osifican mediante el proceso de osificación denominado endocondral.
La mayoría de los huesos planos se originan de cubiertas membranosas preexistentes. En este caso, las células mesenquimatosas se diferencian
directamente en osteoblastos y depositan matriz osteoide no mineralizada, posteriormente se deposita fosfato cálcico, los osteoblastos atrapados
se convierten en osteocitos, y se organizan en láminas concéntricas para formar osteonas
Osificación membranosa: Al principio, el hueso nuevo no muestra un patrón organizado. Al poco tiempo, las espículas óseas se organizan y
experimentan coalescencia con formación de laminillas. Las laminillas concéntricas se desarrollan alrededor de los vasos sanguíneos formando
osteonas (sistemas de Havers)
Algunos osteoblastos permanecen en la periferia del hueso en desarrollo y siguen depositando laminillas y formando placas de hueso compacto
en las superficies
Entre las placas de las superficies el hueso sigue siendo espiculado o esponjoso, y este entorno esponjoso está acentuado en cierta medida por el
efecto de células que se denominan osteoclastos y que reabsorben el hueso
Osificación endocondral: sobre modelos cartilaginosos preexistentes en los huesos largos el centro primario de osificación aparece en la diáfisis
En este centro de osificación, los condrocitos se hipertrofian, la matriz se calcifica y las células mueren.
Al mismo tiempo, se deposita una fina capa de hueso bajo el pericondrio que rodea a la diáfisis; de esta manera, el pericondrio se convierte en el
periostio
El alargamiento de los huesos largos tiene lugar en la unión entre la diáfisis y la epífisis. Este proceso depende de las placas cartilaginosas epifisarias,
cuyos condrocitos proliferan y participan en la formación de hueso endocondral. Hacia la diáfisis, las células cartilaginosas se hipertrofian y la
matriz se calcifica
Las espículas del hueso quedan aisladas unas de otras debido a la invasión vascular procedente de la cavidad medular del hueso largo. Los
osteoblastos depositan el hueso sobre estas espículas; la reabsorción del hueso mantiene las masas de hueso esponjoso con una longitud
relativamente constante y al mismo tiempo origina un aumento de tamaño de la cavidad medular
La osificación de los huesos de los miembros comienza al final del período embrionario (56 días después de la fecundación). Más adelante, este
proceso de osificación requiere el aporte de calcio y fósforo por parte de la embarazada
Los centros de osificación secundarios aparecen en las epífisis de la mayor parte de los huesos durante los primeros años tras el nacimiento. Las
células cartilaginosas epifisarias se hipertrofian y hay una invasión de tejido conjuntivo vascular. La osificación se extiende radialmente, y en última
instancia sólo mantienen su estructura cartilaginosa el cartílago articular y la placa transversal de cartílago, la placa cartilaginosa epifisaria. Al
finalizar el crecimiento, esta placa es sustituida por hueso esponjoso; las epífisis y la diáfisis están unidas y el hueso ya no se alarga.
Tipo de
Diferenciación del mesénquima intrazonal
articulación
Fibrosa Tejido fibroso denso
Cartilaginosa Cartílago hialino o de fibrocartílago
• Periféricamente, cápsula articular y otros ligamentos.
• Centralmente, el mesénquima desaparece y el espacio resultante se convierte en la cavidad articular o en la cavidad
Sinovial sinovial.
• En las zonas de revestimiento forma la membrana sinovial (que segrega el líquido sinovial), una parte de la cápsula
articular (cápsula fibrosa revestida por membrana sinovial)
Desarrollo Dental
Criptas dentarias que se originan a partir de una banda de células epiteliales incorporada en cada uno de los maxilares en desarrollo
En cada zona de crecimiento epitelial se produce la organización del mesénquima vecino, y ambos elementos actúan de manera coordinada para
formar el diente
Tras la formación de las criptas correspondientes a los 20 dientes primarios, aparece otra generación de yemas dentarias en posición lingual que
originarán los incisivos, caninos y premolares permanentes
Este proceso tiene lugar hacia el 5° mes del embarazo para los incisivos centrales y hacia los 10 meses de edad para los segundos premolares.
Los molares permanentes primero, segundo y tercero se originan cuando las láminas dentarias se extienden hacia atrás, más allá del lugar ocupado
por los segundos molares de la primera dentición; los abultamientos correspondientes a estas yemas se desarrollan aproximadamente al 4° mes
de gestación, 1 año de edad y a los 4-5 años de edad, respectivamente
Factores hormonales
Cromosoma Y: puede provocar un aumento de peso y de tamaño, posiblemente la testosterona por su efecto anabolizante que comienza a
producirse en el testículo fetal desde la semana 10.
Hormona del crecimiento: aumenta el volumen celular, favorece la mitosis así como el crecimiento óseo y de tejidos blandos, estimula la
utilización de ácidos grasos para obtener energía.
Hormona tiroidea: actúa sobre los cartílagos y juega el papel más importante en el desarrollo y maduración del Sistema Nervioso.
Insulina: promueve los depósitos de carbohidratos, lípidos y proteínas en los tejidos, así como la captación de glucosa por los mismos. Esta
insulina procede del páncreas fetal desde las 12 semanas.
2. NEONATOLOGÍA
2.1. CLASIFICACIÓN DEL RECIÉN NACIDO POR EDAD GESTACIONAL Y PESO. MÉTODOS PARA LA DETERMINACIÓN DE LA EDAD GESTACIONAL
Cuando se está ante un recién nacido, después de la asistencia primaria se procede a valorar la edad de gestación, para que de acuerdo con ésta
y la somatometría conocer los riesgos de los niños recién nacidos según su edad de gestación y sus características al nacer.
De acuerdo con la edad de gestación, el recién nacido se clasifica en:
Recién nacido pretérmino: Producto de la concepción de 28 semanas a menos de 37 semanas de gestación.
Recién nacido inmaduro: Producto de la concepción de 21 semanas a 27 semanas de gestación o de 500 gramos a menos de 1,000 gramos.
Recién nacido prematuro: Producto de la concepción de 28 semanas a 37 semanas de gestación, que equivale a un producto de 1,000 gramos
a menos de 2,500 gramos.
Recién nacido a término: Producto de la concepción de 37 semanas a 41 semanas de gestación, equivalente a un producto de 2,500 gramos
o más.
Recién nacido postérmino: Producto de la concepción de 42 semanas o más de gestación.
Y de acuerdo con el peso corporal al nacer y la edad de gestación los recién nacidos se clasifican como:
Extremadamente bajo peso: Menor a 1000 g Peso adecuado: 2500 a 3500 g
Muy bajo peso: Menor a 1500 g Peso elevado: Mayor a 3500 g
Bajo peso: Menor a 2500 g
Valoración de la edad de gestación
En lo que atañe a la edad de gestación, se sabe que desde el siglo pasado había ya interés por clasificar a los recién nacidos respecto a la morbilidad
que pudieran manifestar, según su edad de gestación.
a) Métodos prenatales
Fecha de última regla: Considerando la fecha del primer día de la última menstruación y sumándole 7 días y restándole 3 meses. Es
especialmente útil en pacientes eumenorréicas y en quienes se ha iniciado la atención prenatal desde el primer mes.
Ecografía: Se llevan a cabo mediciones del saco gestacional, distancias cefalocaudal, mediciones cefálicas, abdominales y de extremidades,
diámetros biparietales y longitud femoral-
b) Métodos postnatales
Farr-Dubowitz
Usher
Capurro
Ballard
Estudio del neonato
Postura y actividad
El RN de término tiene una actividad variable según su estado de sueño, alerta o llanto. En reposo se presenta con sus extremidades flectadas y
algo hipertónicas, manos empuñadas. En ocasiones adopta la posición de reflejo tónico-nucal: la cabeza vuelta hacia un lado, con las extremidades
del mismo lado extendidas y las contralaterales en flexión. La postura también está influida por la posición intrauterina por ejemplo luego de un
parto en presentación podálica, presenta sus muslos flectados sobre el abdomen. El prematuro presenta una postura de mayor extensión a menor
edad gestacional.
Somatometría
Peso: 2500 gr a 3000 gr Perímetro Torácico: 30 a 34 cm
Talla: 48 a 52 cm Perímetro Abdominal: 30 a 34 cm
Perímetro Cefálico: 32 a 36 cm
Piel
Color y Textura: Usualmente es de un color rosado y suave con frecuencia adopta un aspecto marmóreo. También puede presentarse cianosis
localizada de manos y pies, que normalmente desaparece después de varios días. El tejido subcutáneo debe sentirse lleno. Es normal una
descamación discreta de la piel, pero en el RN de postérmino es mucho más marcada. Si se aprecia ictericia, significa que la bilirrubina está al
menos sobre 5mg %. En el prematuro la piel es muy delgada, casi transparente, roja, con muy poco tejido subcutáneo. Unto sebáceo: Es un
material graso, blanquecino que puede cubrir el cuerpo, que es producido por las glándulas sebáceas desde las 20-24 semanas de gestación,
disminuyendo a partir de las 36 semanas y desapareciendo a las 41 semanas.
Lanugo: Pelo fino que puede estar presente sobre los hombros y dorso. En el prematuro puede ser más abundante.
Mancha mongólica: Manchas de color azul pizarra, con frecuencia grandes, se ubican en el dorso, nalgas o muslos, no tienen significado
patológico
Hemangiomas planos: Son comunes sobre el occipucio, párpados, frente y cuello.
Eritema tóxico: máculo papular con base eritematosa que puede confluir, con algunas vesículas pequeñas en su centro, de color amarillo y
que contienen eosinófilos. Su distribución es variable, pero preferentemente se ubica en el tronco y extremidades, aparece en los 3 primeros
días y desaparece cerca de la semana. Tampoco tiene significado patológico.
Cabeza
Forma y tamaño: Es grande con relación al resto del cuerpo, habitualmente presenta una deformación plástica con grados variables de
cabalgamiento óseo y que se debe a su adaptación al canal del parto, excepto por aquellos nacidos por cesárea.
Fontanelas: La anterior varía en tamaño entre 1 y 4 cm de diámetro mayor; es blanda, pulsátil y levemente deprimida cuando el niño está
tranquilo. La posterior es pequeña de forma triangular, habitualmente menor a 1 cm, un tamaño mayor puede asociarse a un retraso en la
osificación, hipotiroidismo o hipertensión intracraneana.
Suturas: Deben estar afrontadas, puede existir cierto grado de cabalgamiento. Debe probarse su movilidad para descartar craneosinostosis.
Bolsa Serosanguínea: Corresponde a edema del cuero cabelludo por la presión del trabajo de parto. Se extiende sobre las líneas de suturas y
pueden ser extensos. Debe diferenciarse de los cefalohematoma.
Cara
Ojos: Con frecuencia están cerrados y los párpados edematosos, pero los abre si se le mueve hacia la luz y sombra en forma alternada. El iris
es de color grisáceo. Es frecuente la presencia de hemorragias subconjuntivales y esclerales que no requieren tratamiento. La pupila debe
responder a la luz. Opacidades de la córnea y el cristalino son anormales y pueden diagnosticarse con la búsqueda del rojo pupilar.
Nariz: El RN es preferentemente respirador nasal y puede presentar dificultad respiratoria por atresia de coanas. Debe confirmarse su
permeabilidad pasando una sonda nasogástrica si se sospecha. Es frecuente observar quistes blanquecinos de pequeñas dimensiones, que
aparece en la epidermis, producidos por la obstrucción de los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas en el dorso de la nariz, lo que es un
fenómeno normal.
Boca: Tiene labios rojos, las encías muestran el relieve dentario pero no tienen dientes, aunque en ocasiones pueden tener pequeños quistes
como también dientes supernumerarios, que deben ser removidos si están sueltos. En el paladar se deben buscar fisuras. Es frecuente
observar las llamadas perlas de Ebstein en la línea media, que son pequeñas pápulas blanquecinas (quistes epiteliales). No tiene significado
patológico.
Oídos: Ver la forma e implantación del pabellón auricular. Sus alteraciones se han asociado a malformaciones especialmente del tracto
urinario. Los tímpanos son difíciles de visualizar y tienen apariencia opaca.
Cuello
Es corto y simétrico. Debe explorarse movilidad y la presencia de aumento de volumen: bocio, quistes tiroglosos y hematomas del
esternocleidomastoideo. Ocasionalmente puede presentarse asimetría con desviación hacia un lado, que se debe con mayor frecuencia a una
postura fetal persistente con la cabeza ladeada (asinclitismo).
Tórax
Forma y simetría.
Presenta movimientos respiratorios normales, 30 a 60 por minuto.
Clavículas: Se palpan de superficie lisa y uniforme. Descartar fractura, especialmente en los niños GEG.
Nódulo mamario: Es palpable en los niños maduros, tanto en hombres como mujeres, su tamaño está determinado por la edad gestacional y
por una adecuada nutrición.
Pulmones: La respiración del RN es en gran parte abdominal, frecuentemente irregular (periódica). Los pulmones se expanden en forma
simétrica y tiene un adecuado murmullo vesicular. Pueden auscultarse ruidos húmedos en las primeras horas por posparto. Un murmullo
vesicular asimétrico o disminuido, deben hacer sospechar patología.
Corazón: Frecuencias cardiacas bajo 90 y sobre 195 por minuto deben estudiarse. El ápex está lateral a la línea medioclavicular en el tercer o
cuarto espacio intercostal izquierdo. Con frecuencia pueden auscultase soplos sistólicos eyectivos que son transitorios. Todo soplo que
persiste a más de 24 horas o que se acompañe de otra sintomatología debe ser estudiado.
Abdomen
Forma: Debe ser ligeramente excavado en las primeras horas para luego distenderse en la medida que el intestino se llena de aire. Un
abdomen muy deprimido asociado a distress respiratorio sugiere hernia diafragmática. Los órganos abdominales son fácilmente palpables. Si
se encuentra un abdomen distendido puede corresponder a una obstrucción intestinal o a un íleoparalitico en un niño con peritonitis o sepsis.
Deben buscarse masas y vísceromegalia.
Ombligo y cordón umbilical: Debe tener tres vasos: dos arterias y una vena. El cordón comienza a secarse horas después del parto, se suelta
de la piel que lo rodea cerca del cuarto a quinto día y cae entre el séptimo y décimo día. En algunos casos la piel se prolonga por la base del
cordón umbilical (ombligo cutáneo). Las hernias umbilicales son comunes y habitualmente no tienen significado patológico, aunque se pueden
asociar a síndromes, trisomías, hipotiroidismo, etc.
Ano y recto
Examinar la ubicación y permeabilidad del ano especialmente si no se ha eliminado un meconio en 48 horas.
Genitales
Masculinos: En el RN de término, el escroto es pendular con arrugas que cubren el saco, pigmentado. Los testículos deben estar descendidos.
El tamaño del pene es muy variable, el prepucio está adherido al glande y el meato urinario es pequeño. En el prematuro el escroto está
menos pigmentado y los testículos no están descendidos.
Femeninos: Hacia el término de los labios mayores estos cubren completamente a los menores y clítoris. El himen debe verse y puede ser
protuyente. Durante los primeros días después del nacimiento, puede observarse normalmente una secreción blanquecina mucosa que en
ocasiones contienen sangre. Ocasionalmente los labios menores pueden estar fusionados cubriendo a la vagina.
Caderas
Deben abducir en forma simétrica; sospechar luxación congénita de caderas si hay limitación a la abducción o si se siente un resalte cuando el
fémur es dirigido hacia atrás y luego abducido (signo de Ortolani).
Extremidades
Los brazos y piernas deben ser simétricos en anatomía y función.
Alteraciones mayores incluyen: ausencia de huesos, pie bot, polidactilia, sindactilia, deformaciones que pueden sugerir síndromes malformativos.
En ocasiones puede palparse fracturas.
Examen Neurológico
Actitud general y tono muscular: Debe evaluarse si la simetría de movimientos, postura y tono muscular son asimétricas, entonces pueden
indicar lesiones neurológicas. Los niños prematuros son hipotónicos respecto a los niños de término. También evaluar el llanto.
Reflejos arcaicos
a) Reflejo de Moro: se desencadena en respuesta a un estímulo brusco o a una deflexión brusca de la cabeza; tiene varias fases: primero el RN
adbuce los brazos para luego aducirlos en actitud de abrazo acompañado de flexión del cuerpo y luego llanto.
b) Prehesión palmar y plantar: al aplicar presión en las palmas y plantas de pies, el RN flexiona sus dedos empuñando la mano o flectando los
dedos del pie.
c) Búsqueda: el RN vuelve su cabeza hacia el lado que se le aplica un estímulo en mejilla o peribucal, buscando el pezón de la madre.
d) Succión: movimiento rítmico y coordinado de lengua y boca al colocar un objeto (chupete-dedo), dentro de ella.
e) Marcha automática: al sostener al RN desde el tronco e inclinando levemente hacia delante, da unos pasos en forma automática.
2.2. TRANSICIÓN NEONATAL
Se define como “período de transición” el proceso que sucede entre el nacimiento de un recién nacido y las primeras horas de vida. Se caracteriza
por cambios muy importantes que surgen, fundamentalmente, como resultado del paso de la dependencia materna del feto, a la independencia
en la vida neonatal. Existen cuatro tipos de fenómenos primordiales: la respiración, circulación, termorregulación y equilibrio glucémico.
Fenómenos respiratorios
El feto tiene movimientos respiratorios desde la semana 12 – 15 de gestación. Primero, al comienzo del embarazo se trata de una actividad
continua, mientras que después se vuelve intermitente y sólo existe durante las fases de actividad electrocortical cerebral de bajo voltaje (sueño
agitado o REM, es decir, acompañado de movimientos oculares rápidos), fases que ocupan el 30-40% del tiempo durante el tercer trimestre y que
se interrumpen durante el trabajo de parto. Sigue sin conocerse la finalidad de los movimientos respiratorios fetales, aunque en general, se
considera que se trata de un entrenamiento del aparato respiratorio para la futura y brusca respiración aérea posnatal. En el momento del
nacimiento, se produce el paso brusco hacia la respiración fetal. Mientras la primera ventilación provoca una caída brusca e intensa de las
resistencias vasculares pulmonares, el descenso posterior de estas resistencias ocurre durante los primeros días de vida coincidiendo con la
relajación y maduración de las arteriolas pulmonares. En circunstancias normales la circulación pulmonar se asemeja a la circulación del adulto
tanto en sus resistencias como aspecto histológico tras algunas semanas de vida. Los primeros movimientos respiratorios del recién nacido
provocan el llenado de los alvéolos pulmonares con gas. La expansión alveolar es, sobre todo, la que pone en marcha la circulación pulmonar
funcional, por el efecto mecánico de una rápida bajada de las resistencias arteriales pulmonares. La síntesis endotelial de NO, provocada por la
elevación de la PaO2, y la liberación de prostaciclina, ambos vasodilatadores pulmonares, también contribuyen a la disminución de las resistencias
vasculares pulmonares. Las presiones ejercidas sobre el pulmón con el primer llanto varían entre - 40 y +80 cmH20. Estas variaciones pueden
provocar por sí mismas la rotura de alvéolos pulmonares y un neumotórax (denominado «idiopático»). La inadecuación entre ventilación y
perfusión proviene de un cortocircuito intrapulmonar, que explica la relativa hipoxemia del recién nacido (PaO2 = 70-80 mmHg (en el adulto, 95
mmHg)). La evacuación del líquido pulmonar presente en las vías respiratorias y la interrupción de su secreción son también indispensables, ya
que el volumen secretado a término es de alrededor de 250 ml/24 horas. Esta secreción se interrumpe en el curso de los 30 minutos siguientes al
nacimiento, pero en realidad, la producción de líquido pulmonar disminuye antes del nacimiento (el porcentaje de agua en el pulmón fetal baja
en un 75%, aproximadamente), al final de la gestación y, sobre todo, durante el trabajo de parto, por el gran aumento de la concentración de
catecolaminas circulantes. Una pequeña parte de la evacuación del líquido pulmonar tiene lugar durante el paso por el canal genital (compresión
torácica que ejerce sobre el pulmón una presión de 60-100 cmH20), con expulsión de una media de 30 ml de líquido traqueal. Se debe sobre todo
a la reabsorción venosa y también linfática (accesoria) pulmonar que se produce durante las 2-6 horas posteriores al nacimiento. El epitelio
alveolar pulmonar pasa con rapidez de una secreción de cloro a una absorción de sodio, lo que provoca un gradiente osmótico que atrae el líquido
alveolar hacia el intersticio del pulmón y, después, hacia la circulación venosa y linfática pulmonares. La reabsorción del líquido pulmonar se realiza
gracias a un canal de sodio dependiente de amilorida, localizado en el polo apical de las células epiteliales y constituido por tres subunidades a, b
y c. Este canal también lo expresan el túbulo renal distal y colector, el epitelio cólico distal y los conductos de las glándulas salivares y sudorales.
En caso de nacimiento prematuro, la evacuación del líquido pulmonar es más lenta, principalmente por la hipoproteinemia plasmática de estos
recién nacidos; también es más lenta en los niños que nacen por cesárea antes de que se haya iniciado el trabajo de parto.
Fenómenos circulatorios
Con el nacimiento, se producen un número importante de eventos significativos. La oclusión del cordón umbilical elimina la zona capilar del lecho
placentario, zona de bajas resistencias, de la circulación sistémica. El inicio de la ventilación es seguido de una marcada disminución en las
resistencias pulmonares. El flujo pulmonar aumentado, tras la caída de las resistencias pulmonares, vuelve a la aurícula izquierda que al aumentar
su llenado limita y eventualmente elimina el flujo de sangre proveniente de la cava inferior, vía aurícula derecha y foramen oval, hacia aurícula
izquierda. Dado que la sangre que retorna del pulmón está mucho más oxigenada que la sangre que aportaba la placenta, la saturación global de
O2 aumenta y el RN alcanza el color rosado, aunque este incremento es progresivo. Este aumento en la saturación de O2 y la perdida de las
prostaglandinas endógenas producidas por la placenta favorecen la oclusión del ductus arterioso y el ductus venoso de Arancio. (El flujo sanguíneo
venoso umbilical, que proporcionaba el 95% del flujo sanguíneo al conducto venoso del feto, cesa bruscamente al nacer: el cierre funcional del
conducto venoso se produce algunas horas después del nacimiento. Su cierre definitivo, por proliferación del tejido conjuntivo, culmina después
de 20 días de vida, aproximadamente). Después del nacimiento, el cierre del conducto arterial es el origen de la separación de las dos circulaciones
pulmonar y sistémica. En el recién nacido a término, el cierre del conducto arterial resulta de dos procesos: vasoconstricción y remodelado
anatómico. La fase de constricción del conducto arterial aparece algunas horas después del nacimiento; ésta induce, por disminución del flujo
sanguíneo en la luz del conducto y en los vasa vasorum parietales, una zona de hipoxia-isquemia en la media muscular. La fase de remodelado
anatómico comienza unos días después del nacimiento y consiste en una proliferación endotelial, una reacción inflamatoria, una involución de los
vasa vasorum, un engrosamiento subendotelial de la íntima y una pérdida de la musculatura lisa. Finalmente el foramen oval sufre su cierre
funcional. Gran parte de la transición desde la circulación fetal a la neonatal tiene lugar en los primeros minutos de vida y es debida a cambios en
las resistencias vasculares. El cierre funcional del ductus arterioso tiene lugar entre 10 y 15 horas tras el nacimiento, pero el cierre anatómico sólo
se alcanza tras varios días o hasta 2 semanas de vida, especialmente en RNPT con SatO2 disminuida por problemas respiratorios. El foramen oval
permanece abierto anatómicamente aunque sin flujo durante semanas o meses, e incluso puede permanecer anatómicamente abierto en el
adulto hasta en el 25% de las ocasiones. Los dos fenómenos que conducen al cierre funcional del agujero oval en el nacimiento son el aumento
del flujo sanguíneo pulmonar y el cese de la circulación placentaria, que provocan un aumento de las presiones en la aurícula izquierda (de
alrededor de 7 mmHg) y una disminución de las presiones en la aurícula derecha. Esta inversión del gradiente de presión entre ambas aurículas
(respecto de la situación fetal) empuja la válvula de Vieussens (que en el feto flota en el interior de la aurícula izquierda) contra el agujero oval,
provocando su oclusión funcional a partir de los primeros minutos de vida. Sin embargo, puede existir un cortocircuito derecha-izquierda a través
de dicho agujero durante la fase de transición, en caso de hipertensión arterial pulmonar o, en condiciones Termorregulación
La termorregulación deriva de un equilibrio entre producción y pérdida de calor. Tres componentes intervienen en el equilibrio de los intercambios
térmicos:
• La termólisis (pérdida de calor) se efectúa en la piel (principalmente), en las vías respiratorias y por motilidad del cuerpo
• La termogénesis (producción de calor) tiene como fuente principal en el adulto el escalofrío y como fuente principal en el recién nacido la
oxidación de la grasa parda; de manera muy accesoria deriva de los movimientos cíclicos iónicos.
Regulación de la glucemia
La glucosa fetal se mantiene por el flujo continuo de glucosa materna. En situación normal, el feto no produce glucosa y, en particular, la
neoglucogénesis hepática es casi inexistente. La transferencia de glucosa a través de la placenta se efectúa por un mecanismo de difusión facilitada.
La glucemia fetal es siempre igual al 70-80% de la glucemia materna. El feto almacena glucógeno en su hígado durante el tercer trimestre de la
gestación. El páncreas fetal secreta insulina desde la semana 20 de la gestación, en respuesta al flujo de glucosa y de aminoácidos. El
almacenamiento de glucógeno comienza hacia la semana 27. En el nacimiento, se produce una brusca interrupción del flujo continuo de glucosa
materna cuando se pinza el cordón umbilical, un aumento masivo de la concentración de catecolaminas plasmáticas, un rápido aumento de la
concentración de glucagón plasmático y una disminución progresiva de la concentración de insulina plasmática, que conduce a un descenso de la
relación insulina/glucagón. En respuesta a estos fenómenos, el recién nacido a término moviliza sustratos para satisfacer sus necesidades
energéticas, y lo hace combinando tres mecanismos principales: una movilización de la glucosa a partir del glucógeno almacenado in utero durante
el tercer trimestre (glucogenólisis), una inducción de la neoglucogénesis hepática y una liberación de ácidos grasos a partir de las reservas de
triglicéridos. La glucemia baja después del nacimiento, alcanzando valores mínimos al cabo de 1 hora de vida y después se estabiliza entre la
segunda y la cuarta hora, con una producción hepática de glucosa de 4-6 mg/kg/min.
2.2.1. CIRCULACIÓN FETAL
2.3. CUIDADOS MEDIATOS E INMEDIATOS DEL RECIÉN NACIDO, APGAR Y SILVERMAN
El cuidado del recién nacido normal tiene como objetivo supervisar que el proceso de adaptación del recién nacido se realice en forma normal y
ayudar a la madre a comprender las características propias de este período y de fenómenos fisiológicos que no ocurren en ninguna otra edad. A
los padres, y, en especial a la madre les compete el cuidado de su hijo recién nacido. Hay un período de adaptación clave en los primeros días
entre la madre y el recién nacido que abarca funciones biológicas, psicológicas y espirituales. El impacto existencial que tiene el nacimiento de un
hijo en los padres es uno de los eventos de mayor intensidad en su vida.
La supervisión del proceso de adaptación implica detección de alteraciones que se salen del rango normal. Estas deben ser evaluadas para precisar
si son expresión de una patología o una variación del proceso normal. Para esto se requiere una cuidadosa observación de la alteración y de las
condiciones clínicas globales del recién nacido. Un ejemplo frecuente de esto son las alteraciones de la termorregulación. Estas pueden ser un
hecho transitorio o un signo precoz de una infección.
1) El cuidado de todo recién nacido comprende al menos una evaluación especial en cuatro momentos en el curso de los primeros días de vida:
La atención inmediata al nacer
2) Durante el período de transición (primeras horas de vida)
3) Al cumplir alrededor de 6 a 24 horas
4) Previo a ser dado de alta con su madre del hospital.
Atención inmediata
La atención inmediata es el cuidado que recibe el recién nacido al nacer. El objetivo más importante de ésta es detectar y evaluar oportunamente
situaciones de emergencia vital para el recién nacido. La más frecuente es la depresión cardiorrespiratoria que requiere que siempre se cuente
con los medios y personal entrenado para efectuar una buena y oportuna reanimación (capítulo 10). Para la atención inmediata y una eventual
reanimación se debe contar con un lugar adecuado adyacente o en la misma sala de partos. Este debe tener condiciones de temperatura,
iluminación y equipamiento necesarios para realizar la evaluación del recién nacido y los procedimientos que se realizan en el nacimiento de todo
recién nacido. El personal de enfermería debe tener formación y entrenamiento requeridos para la supervisión y procedimientos requeridos en
este período.
El médico que atiende al niño debe tener un conocimiento completo de los antecedentes perinatales. Esto le permite saber anticipadamente si
atenderá a un RN probablemente normal o con determinados riesgos. Es muy distinto prepararse para recibir a un prematuro de menos de 1500g,
a un gemelo que a un RNT que proviene de un embarazo fisiológico y de un parto espontáneo.
La primera evaluación y examen del recién nacido incluye los siguientes aspectos:
Evaluación de la respiración, frecuencia cardíaca y color
Si estos están alterados se siguen las pautas de reanimación neonatal
Test de Apgar
Al minuto y 5 minutos. Este test mantiene su plena vigencia como expresión de la buena adaptación vital del recién nacido a la etapa extrauterina.
Neumonía congénita
Microorganismo es adquirido por vía hemotógenotransplacentaria, la infección pulmonar constituye sólo un componente de una infección grave
generalizada.
Agentes etiológicos como virus de inclusión citomegálica, herpes, rubeola, toxoplasma gondii, treponema pallidum, enterobacterias y listeria
monocytogenes.
Neumonía intrauterina
El germen llega a la bucofaringe del producto de la gestación de manera ascendente, desde el aparato genital materno, se asocia con infección
del líquido amniótico por rotura prematura de membranas y con las infecciones genitales maternas o ambas. Predominan microorganismos
colonizadores o causantes de infección de la vía genital materna, como: Enterobacterias, s. Agalactiae (grupo b), l. Monocytogenes. C. Trachomatis.
Neumonía adquirida durante el parto
El microorganismo alcanza el pulmón a través de la bucofaringe cuando el producto aspira secreciones de la vía genital materna o líquido amniótico
contaminado. Predominan microorganismos colonizadores o causantes de infección de la vía genital materna, como: Enterobacterias, s. Agalactiae
(grupo b), l. Monocytogenes. C. Trachomatis.
Neumonía postnatal
Con frecuencia de origen nosocomial, por quienes atienden al niño. Por empleo de procedimientos invasivos de la vía respiratoria de cuidados
intensivos.
Neumonía adquirida en la comunidad
Es transmitida por otros miembros de la familia.
Más comunes son virales: Sincitial respiratorio, influenza a, parainfluenza
Manifestaciones clínicas
Signos de neumonía
Disminución de la movilidad del hemitorax afectado,
Disminución del ruido respiratorio
Aumento de las vibraciones vocales
Aumento de la transmisión de la voz
Percusión hay matidez en el área afectada
Puede ir acompañado de signos de irritación pleural e infección extrapulmonar
Diagnóstico
Historia clínica
Exploración física
Exámenes de laboratorio
Radiografía de tórax
Estudios de laboratorio
a) Bh
b) Hemocultivos
c) Cultivos bacterianos
d) Gasometría
e) Estudio bacteriológico de placenta
Diagnóstico radiológico
A pesar de que es posible que al inicio de las manifestaciones clínicas no se produzca afectación radiológica pulmonar, es seguro encontrarla al
cabo de 72 horas. Si la infección es intrauterina, suele ser difusa y homogénea. Si es posnatal, el patrón es de tipo bronconeumónico, difuso o
parcheado y de límites mal delimitados. Con frecuencia se asocia un patrón de broncograma aéreo.
Diagnóstico diferencial
Síndrome de dificultad respiratoria, membrana hialina, taquipnea transitoria del RN, aspiración de meconio, neumotórax, cardiopatía congénita,
atelectasia, edema pulmonar
Tratamiento
Complicaciones
Acidosis respiratoria, Trastornos metabólicos, deshidratación, trastornos electrolíticos, choque séptico, foco infeccioso en meninges,
articulaciones, hipertensión pulmonar, muerte.
2.5. CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS
Son alteraciones estructurales del corazón y los grandes vasos, siguen siendo la primer causa de muerte en los recién nacidos con malformaciones
congénitas.
Su etiología es multifactorial, interacción entre factores genéticos y ambientales. El 5% de los niños con una cardiopatía congénita, son portadores
de una anomalía cromosómica. Un padre o madre portador de una cardiopatía congénita tiene una probabilidad entre un 2-10% que su hijo nazca
con una cardiopatía.
Existen también numerosos síndromes genéticos, que se asocian a cardiopatías congénitas entre los que se encuentran el Síndrome de Down,
Trisomía 13, Síndrome de Turner y Síndrome de Marfan.
Acianógenas
Se caracterizan por tener alguna alteración estructural de las válvulas cardiacas o de la pared ventricular (estenosis mitral, aórtica, estenosis
pulmonar distal), o bien aquellas en las que si hay cortocircuitos, pero la sangre oxigenada pasa hacia las cavidades derechas por lo que no aparece
cianosis, como acontece en la CIA, CIV o PCA.
Cianógenas
Forzosamente tienen cortocircuitos venoarteriales en las que la sangre aún no ha pasado a oxigenarse por el pulmón y pasa por un defecto septal
intracardiaco o por un conducto persistente a la circulación general como en la tetralogía de Fallot, transposición clásica de los grandes vasos.
Los cambios en la vascularidad pulmonar permiten integrar subgrupos:
a) Cardiopatías con vascularidad pulmonar normal: no existe cortocircuito
b) Cardiopatías con vascularidad pulmonar aumentada: hay cortocircuito de izquierda a derecha, con hiperflujo pulmonar
c) Cardiopatías con vascularidad pulmonar disminuida
2.5.1. ACIANÓGENAS
Persistencia del conducto arterioso (PCA)
Es la persistencia de una comunicación entre la aorta descendente y la arteria pulmonar después del nacimiento, hay una dilatación de la arteria
pulmonar como consecuencia del hiperflujo que pasa por ella, puede haber dilatación de la aurícula izquierda.
La comunicación de una cámara de mayor presión (aorta) a una de menor presión (pulmonar) condiciona el paso de sangre de la primera hacia la
segunda, que provoca hipervolemia, el aumento del flujo pulmonar llega a las cavidades izquierdas y sobrecarga volumétricamente, la cantidad
que sale hacia la aorta esta aumentada, pero al fugarse por el conducto, el flujo sistémico disminuye.
Si el conducto persistente es pequeño puede no causar ningún trastorno hemodinámico significativo, pero si tiene un diámetro amplio, podrá
favorecer un gran cortocircuito arteriovenoso lo que traerá consigo una importante sobrecarga diastólica (volumétrica) del ventrículo izquierdo
que llevara a una insuficiencia cardiaca y en situaciones extremas al edema pulmonar.
Cuadro Clínico
Irritabilidad, taquipnea, diaforesis que se exacerba al comer. A la exploración física hay tiraje intercostal, taquicardia, ápex amplio, componente
sistólico de soplo
Cuando el circuito es igual o > al doble del sistémico: hipodesarrollo ponderal, cardiomegalia por dilatación del VI, soplo de Gibson ( soplo continuo
con refuerzo telesistolico en región infraclavicular izquierdo), soplo sistólico aórtico de hiperflujo, pulsos arteriales periféricos aumentados de
amplitud.
Diagnóstico
Radiografia de torax: cardiomegalia, prominencia del tronco de la arteria pulmonar, botón aórtico prominente y aumento de vascularidad
pulmonar
ECG: signos de crecimiento de VI por sobrecarga diastólica
Eco: eje corto (PCA), doopler continuo se ve el flujo sistolo diastoloco aumentado
Tratamiento
Digitálicos, diuréticos, inhibidores de la síntesis de prostaglandinas, cierre percutáneo o quirúrgico.
Comunicación interventricular (CIV)
El sitio más afectado es el septum membranoso, condiciona el paso de sangre de cámara de mayor presión a la de menor presión ( de izquierda a
derecha). En diástole no hay cortocircito, el volumen del cortocircuito depende del tamaño del defecto y de las resistencias pulmonares. Hay
sobrecarga volumétrica del VD.
Cuadro Clínico
CIV chica es sin repercusión hemodinámica es a nivel del septum membranoso, la magnitud del cortocircuito es minima, se manifiesta con
un soplo regurgitante, decreciente de alta frecuencia en el borde paraesternal izq.
CIV chica del septum muscular – Tipo Rogers - soplo paraesternal intenso, no se acompaña de hipodesarrollo n cardiomegalia, ni hipertensión
pulmonar
CIV grande con hipertensión pulmonar hipercinetica- en el RN causa insuficiencia cardiaca presenta hipodesarrollo pondoestatural,
abombamiento precordial que puede deformar costillas, ápex amplio y bajo, soplo holosistolico en barra
CIV grande con hipertensión pulmonar se da por el aumento en las resistencias vasculares
Diagnóstico
ECG: CIV tipo Rogers –ECG normal, CIV grande- crecimiento VIcon sobrecarga diastólica, crecimiento del VD con sobrecarga sistólica, R alta y
Sprofunda de v2 a v4.
Radriografía: CIV tipo Rogers normal, CIV grande- cardiomegalia, cono pulmonar prominente, aumento de vascularidad pulmonar
ECO: eje largo, eje apical, flujo turbulento, sitolico aumentado
Tratamiento
1. CIV chica: Se espera cierre espontáneo
2. CIV grande: digoxina y diuréticos, cierre qx con parche de material sintetico o cierre percutáneo con Amplazer
Comunicación interacuricular (CIA)
Se pueden originar por falta de crecimiento de los tabiques atriales y/o por zonas de necrosis celular. A las que se originan por alteración en el
tabique interauricular sin que intervengan alteraciones en la formación en el septum atrioventricular se denominan ostium secundum, los tipos
más frecuentes son orificio oval, foramen secundum y el seno venosos. Las de tipo foramen secundum están cerca de la desembocadura de la
vena cava superior. Los defectos del seno venoso pueden ser altos o bajos, frecuentemente se asocian a drenaje anómalo de venas pulmonares
Los de tipo foramen primum generalmente se asocian con defectos del tabique atrioventricular, se localizan en la porción mas baja del tabique
interatrial. Los defectos del seno venoso se localizan en la pare dorsal y posterior del tabique. La presencia de un defecto septal auricular
condiciona un cortocircuito arteriovenoso. La sangre que llega a la auricula izquierda proveniente de las venas pulmonares toma dirección a la
auricula derecha debido a que encuentra menor resistencia.
Cuadro Clínico
El paciente puede estar asintomático, o tener historias de bronquitis frecuente, hipodesarrollo ponderal por disminucio del flujo sistémico.
El hipodesarrollo físico es dependiente de la magnitud del cortocircuito, cardiomagalia a expensas del VD, ápex desplazado hacia afuera , soplo
sistólico tipo expulsivo en foco pulmonar, II ruido con desdoblamiento amplio, constante y fijo, cuando el cortocircuito es mayor de 2:1 es
frecuente auscultar un retumbo de hiperflujo tricuspideo
Diagnóstico
La auscultación de un soplo de insuficiencia itral o tricuspidea en presencia de signos clínicos de CIA sugiere presencia de ostium primu.
ECG: en algunos casos imagen de bloqueo incompleto de rama derecha del has de his, en CIA grande o de tipo ostium primum asociación de
bloqueo AV de 1er grado con bloqueo de rama derecha
Radiografía: Cardiomegalia a expensas de VD, aumento de vascularidad pulmonar, prominencia de cono de arteria pulmonar, aorta pequeña
Tratamiento
Indicación quirúrgica, instalación de amplatzer mediante cateterismo cardiaco
Coartación aórtica
Estrechez de grado y longitud variable de la aorta, generalmente a nivel de la aorta descendente y rara vez a nivel del cayado. Produce obstrucción
del flujo de sangre proveniente del VI y esto aumenta la presión aortica próxima al sitio de coartación, provoca una sobrecarga de presión al
ventrículo.
Cuando la coartación es muy importante lleva rápidamente a la insuficiencia cardiaca izquierda
Cuadro Clínico
El RN presenta inquietud, taquipnea, diaforesis al comer, en etapas tardías puede manifestar angor pectoris, síntomas de insuficiencia cardiaca o
EVC.
A la exploración física sujetos corpulentos del tronco, ápex en su sitio con levantamiento sistólico sostenido, botón aórtico prominente a la
inspección, solplo en foco pulmonar o accesorio, expulsivo y telesiastolico, en el ápex hay un IV ruido, HTA en miembros superiores y ausencia de
pulso en miembros inferiores
Diagnóstico
ECG: crecimiento de VI con sobrecarga sistólica, bloqueo incompleto de rama derecha del has de his.
En radiografía aparecen fenestraciones del borde inferior de las costillas a partir de la 3ª a a 9ª , botón aórtico prominente, aorta descendente
desenrrollada, imagen de 3 invertido, corazón de tamalo normal con datos de hipertrofia concéntrica
ECO: aproximación supraesternal sehalla el sitio de la coartación
Tratamiento
Corrección quirúrgica urgente por via percutánea (angioplastia con balón o con o sin stent expandible)
Transposición de grandes vasos
Cuando la tabicación troncoconal no gira 180° nace en forma recta y se origina la transposición de los grandes vasos.
Es una conexión ventrículo arterial discordante en la que las grandes arterias están conectadas con ventrículos inapropiados, sin importar las
relaciones espaciales que tengan, las grandes arterias entre si y con os ventrículos, la aorta nace del VD y la pulmonar nace del VI, la sangre venosa
circula sin pasar por el pulmón y la sangre arterial circula por el circuito menor sin alcanzar la circulación sistémica, la presencia de CIA, CIV o PCA
es obligado para que la vida sea posible
Cuadro Clínico
Hay cianosis universal desde el nacimiento, la insuficiencia cardiaca aparece en el RN, deformación precordial por abombamiento.
Diagnóstico
ECG: signos de crecimiento biventricular
ECO: aproximación paraesternal en eje corto se reconoce el padecimiento
Radiografía: cardiomegalia global, arco medio excavado
Tratamiento
Transposición de las grandes arterias con septum interventricular intacto
2.5.2. CIANÓGENAS
Las cardiopatías congénitas cianóticas. Impiden la adecuada oxigenación de la sangre que llega a los tejidos, por lo que aparece cianosis Las más
frecuentes son la transposición de grandes vasos, la tetralogía de Fallot y la anomalía de Ebstein
Tetralogía de Fallot
La tetralogía de Fallot es una cardiopatía congénita compleja que incluye:
• Comunicación interventricular.
• Estenosis de la arteria pulmonar.
• Acabalgamiento de aorta (la arteria aorta no sale del ventrículo izquierdo, sino que lo hace por encima de la comunicación interventricular,
es decir, entre el ventrículo derecho y el izquierdo).
• Hipertrofia del ventrículo derecho (el ventrículo derecho está engrosado por aumento de la carga de trabajo).
Etiología
La mayoría de las veces, este defecto cardíaco se presenta sin causas claras. Sin embargo, se puede asociar al consumo excesivo de alcohol durante
el embarazo, la rubeola materna, nutrición deficiente durante la gestación, y el consumo de medicamentos para controlar las convulsiones y
diabetes.
Cuadro Clínico
En los niños con esta enfermedad son muy variables. En ocasiones hay pacientes asintomáticos. La mayoría presentan cianosis desde el nacimiento
o la desarrollan antes de cumplir un año, con disminución de la tolerancia al esfuerzo. Es frecuente encontrar acropaquias (engrosamiento de
extremo de los dedos) y que los niños adopten una postura típica en cuclillas ('squatting'), porque es en la que ellos están más oxigenados. Además
pueden presentar crisis hipoxémicas (mayor disminución de la oxigenación de la sangre) ante determinados estímulos como el llanto o el dolor,
con aumento severo de la cianosis, agitación, pérdida de fuerza, síncope y que puede llegar a causar la muerte.
Estos pacientes también pueden tener otras complicaciones como: anemia, endocarditis infecciosa (infección de las válvulas del corazón),
embolismos, problemas de coagulación e infartos cerebrales.
Diagnóstico
Es muy importante tener un alto índice de sospecha clínica, al valorar a un recién nacido con un soplo cardiaco y con disminución de oxígeno en
la sangre y en ocasiones con cianosis. La enfermedad se confirma con el ecocardiograma. El cateterismo estaría indicado en pacientes en los que
se vayan a operar (sobre todo para ver si se asocia a anomalías de las arterias coronarias o de las arterias pulmonares periféricas).
Tratamiento
El tratamiento es, sobre todo, quirúrgico. No obstante, hasta el momento de la cirugía se debe hacer tratamiento médico, evitando que el niño
realice esfuerzos intensos y estados de agitación. Si el niño presenta una crisis hipoxémica aguda, se le debe colocar en posición genupectoral
(acercar las rodillas al pecho) y debe ser trasladado rápidamente a un hospital para ofrecerle tratamiento urgente a base de oxígeno y sedación
con barbitúricos o morfina. El tratamiento quirúrgico de corrección total de esta cardiopatía congénita es el que se recomienda en cuanto se
diagnostica al niño, aunque este sea un bebé, siempre y cuando sea posible (depende mucho de la anatomía de las arterias pulmonares y del
infundíbulo del ventrículo derecho), si se detecta una estenosis muy severa de la pulmonar es una contraindicación para una corrección total
precoz. En la corrección total se cierra la comunicación interventricular con un parche y se amplía la salida del ventrículo derecho con otro parche.
En los casos en los que no sea posible una corrección total precoz por presentar una anatomía desfavorable (generalmente por estenosis muy
severa de la pulmonar), se hace una cirugía 'paliativa' para aumentar el flujo pulmonar con una fístula arterial sistémico- pulmonar en los recién
nacidos y posteriormente una cirugía correctora total unos años más tarde.
Pronóstico
El pronóstico es malo sin cirugía y mejora claramente a largo plazo tras la cirugía reparadora. Solo un 6% de los pacientes no operados han llegado
a cumplir 30 años, y solo un 3% han cumplido los 40 años. De los niños operados, con buen resultado, la mayoría llegan a adultos haciendo una
vida relativamente normal. Un pequeño porcentaje de pacientes pueden tener, después de muchos años, algunas complicaciones como arritmias
o insuficiencia cardiaca por disfunción del miocardio
Transposición de los grandes vasos
Normalmente, la sangre pobre en oxígeno circula desde el cuerpo hacia el corazón (ventrículo derecho), y luego, a través de la arteria pulmonar,
se dirige hacia los pulmones donde recibe oxígeno. La sangre ya oxigenada regresa desde los pulmones hacia el corazón (ventrículo izquierdo), y
a través de la aorta, se dirige hacia todo el cuerpo.
En la transposición de grandes vasos, la arteria pulmonar sale del ventrículo izquierdo y la aorta del derecho, alterándose por tanto la circulación
normal de la sangre de forma muy importante:
• La sangre pobre en oxígeno que llega al ventrículo derecho circula por todo el cuerpo.
• La sangre recién oxigenada en los pulmones que llega al ventrículo izquierdo vuelve de nuevo a los pulmones, formándose dos circuitos
separados.
• Con frecuencia aparecen otros defectos cardiacos asociados (ductus arterioso persistente, comunicaciones o aberturas en el tabique que hay
entre las aurículas o el que existe entre los ventrículos) que son, paradójicamente, los que permiten que sobreviva un niño con transposición
de los grandes vasos. Estos defectos cardiacos hacen que la sangre de un circuito se mezcle con el otro, permitiendo así que logre oxigenarse.
Etiología
La transposición de los grandes vasos es el segundo defecto cardiaco congénito más frecuente que ocasiona problemas en la infancia temprana.
Entre el 5 y 7 por ciento de todos los defectos cardiacos congénitos son por esta causa, y afecta principalmente a varones. Su origen es desconocido,
al igual que la mayoría de defectos cardiacos congénitos, aunque hay algunos factores relativos a la madre que se asocian a una mayor frecuencia
de aparición de estas alteraciones:
• Rubéola durante el embarazo
• Mala nutrición
• Alcoholismo
• Edad avanzada
• Diabetes
Cuadro Clínico
Los síntomas aparecen en el momento de nacer o muy poco después, y la gravedad depende de los defectos cardiacos asociados (que son los que
permiten la oxigenación de la sangre del recién nacido). Los niveles bajos de oxígeno hacen que el bebé se vuelva cianótico (azul) y que aparezca
dificultad respiratoria.
Diagnóstico
El diagnóstico es posible realizarlo antes de nacer mediante las ecografías rutinarias que se hacen a todas las embarazadas. En el momento del
nacimiento se detectará mediante la auscultación de un soplo y la presencia de un color azulado en piel y mucosas del recién nacido. El diagnóstico
de confirmación lo da la ecografía cardiaca.
Tratamiento
Al bebé se le administrará un medicamento llamado prostaglandina para evitar que se cierre el ductus y permitir así que se oxigene la sangre.
Puede ser necesaria la realización de un cateterismo cardiaco para crear o ampliar la comunicación entre las aurículas y que se produzca la
oxigenación de la sangre (procedimiento llamado septostomía).
Dentro de las dos primeras semanas de edad, la transposición de los grandes vasos se reparará quirúrgicamente a través de un procedimiento
llamado intercambio o switch arterial. La aorta es desplazada desde el ventrículo derecho hacia su lugar normal en el ventrículo izquierdo; por su
parte, la arteria pulmonar se intercambia y se coloca en el ventrículo derecho. Las arterias coronarias también se intercambian en este
procedimiento.
Pronóstico
La transposición de grandes vasos tiene mal pronóstico si no se realiza la cirugía correctiva. Después de esta hay una mejoría de los síntomas y los
niños crecen y se desarrollan normalmente. En cualquier caso, un cardiólogo pediátrico debe realizar el seguimiento para evaluar y controlar
cualquier posible problema cardiaco.
Anomalía de Ebstein
Una de las válvulas del corazón está malformada y no se cierra adecuadamente. Esto puede causar que la sangre no fluya en la dirección correcta,
o que la sangre se escape desde las cámaras inferiores del lado derecho del corazón a las cámaras superiores. Este síndrome también es común
en personas con un defecto del tabique auricular, o ASD
Cuadro Clínico
Los niños con anomalía de Ebstein pueden tener un ritmo cardíaco acelerado llamado taquicardia supraventricular, a menudo como resultado de
una condición conocida como síndrome Wolf-Parkinson-White (WPW). Un episodio de taquicardia supraventricular puede causar palpitaciones.
A veces esto se asocia con desmayos, mareos, sensación de mareo o malestar en el pecho. Los bebés pueden ser inusualmente temperamentales
o tener otros síntomas que no se pueden conectar fácilmente con un ritmo rápido del corazón. Si su hijo tiene estos síntomas, consulte a su
médico. Si los síntomas persisten, busque atención médica inmediata. La taquicardia supraventricular recurrente se puede prevenir con
medicamentos. En muchos casos, se puede utilizar un procedimiento llamado ablación por radiofrecuencia catéter para corregir el ritmo cardiaco
anormal. Si la anomalía de la válvula es especialmente grave, el niño podría sentir una disminución de energía, fatiga, cianosis, y la retención de
líquidos. En algunos infantes la alimentación y crecimiento pueden ser anormales. Algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden aliviar los
síntomas. En algunos casos la cirugía puede ser recomendada.
Tratamiento
En muchos niños, la anomalía de Ebstein es leve, por lo que no necesitan cirugía. Pero en algunos casos, el escape de sangre a través de la válvula
tricúspide es suficientemente severo como para provocar la insuficiencia cardiaca o la cianosis. En estos casos, la cirugía puede ser necesaria.
Varias operaciones diferentes se han utilizado en pacientes con la anomalía de Ebstein. La intervención más común consiste en la reparación de
la válvula tricúspide. La válvula no puede ser reparada por completo, pero a menudo la cirugía reduce significativamente la cantidad de sangre
que se escapa. Si hay un defecto del tabique auricular, esto usualmente se cierra durante el mismo procedimiento. En algunos casos, la válvula
tricúspide no puede ser adecuadamente reparada, y debe ser reemplazada por una válvula artificia
Pronóstico
Si la anomalía de Ebstein no se trata, o se trata inadecuadamente, el paciente está en riesgo de endocarditis. Pregúntele a su cardiólogo pediátrico
si su hijo debe tomar antibióticos antes de ciertos procedimientos dentales para ayudar a prevenir la endocarditis. Vea la sección sobre
Endocarditis para más información.
2.6. HIPERBILIRRUBINEMIA
La hiperbilirrubinemia neonatal se manifiesta como la coloración amarillenta de la piel y mucosas que refleja un desequilibrio temporal
entre la producción y la eliminación de bilirrubina. Es clínicamente evidente cuando existe una concentración de bilirrubina mayor de
5mg/dl en suero.
Fisiopatología
El recién nacido en general tiene una predisposición a la producción excesiva de bilirrubina debido a que posee un número mayor de glóbulos
rojos cuyo tiempo de vida promedio es menor que en otras edades y muchos de ellos ya están envejecidos y en proceso de destrucción; además
que el sistema enzimático del hígado es insuficiente para la captación y conjugación adecuadas. Finalmente, al nacimiento el neonato está
expuesto a diferentes traumas que resultan en hematomas o sangrados que aumentan la formación de bilirrubina y además ya no existe la
dependencia fetal de la placenta.
El factor hem (protoporfirina) por la acción de la enzima hemo-oxigenasa se transforma en biliverdina, produciéndose además monóxido de
carbono que se elimina por los pulmones y hierro libre que puede ser reutilizado en la síntesis de hemoglobina. La biliverdina se convierte en
bilirrubina por acción posterior de la biliverdina reductasa (NADPH). Esta bilirrubina se denomina indirecta o no conjugada y es un anión liposoluble
y tóxico en su estado libre. Un recién nacido suele destruir 0.6gr de Hb cada 24 horas.
Clasificación
HIPERBILIRRUBINEMIA INDIRECTA HIPERBILIRRUBINEMIA DIRECTA
Fibrosis Quística.
Ictericia fisiológica del recién nacido Fructosemia.
Ictericia asociada a lactancia materna Galactosemia.
Ictericia por incompatibilidad de factor Rh Deficiencia de alfa 1 antitripsina.
Ictericia por incompatibilidad ABO Tirosinemia.
Síndrome de Crigler-Najjar Síndrome de Dubin-Johnson.
Síndrome de Gilbert Síndrome de Rotor.
Hipotiroidismo Colestasis asociada a nutrición parenteral total.
Enfermedades infecciosas.
Atresia de vías biliares.
Clasificación de acuerdo al mecanismo causante:
o Producción de bilirrubina
Por hemólisis
Incompatibilidad por factor Rh, ABO y grupos menores.
Defectos enzimáticos de los eritrocitos: deficiencia de la G6PD, deficiencia de piruvato-cinasa, porfiria eritropoyética, etc.
Defectos estructurales de los eritrocitos: esferocitosis, eliptocitosis, etc. Administracióńn de fármacos a la madre (oxitocina,
nitrofurantoína,́ sulfonamidas, bupivacaína) o al niño (dosis alta de vitamina K, penicilina). Infecciones y septicemia neonatal.
Por causas no hemolíticas
• Cefalohematoma, hemorragias, sangre digerida.
• Policitemia: ligadura tardía del cordón umbilical, transfusión feto-fetal, etc. Aumento de la circulación entero-hepática: ayuno, ingesta
oral deficiente, obstrucción intestinal, ictericia por leche materna, etc.
o Disminución en la captación y conjugación hepática
Ictericia fisiológica
Síndrome de Gilbert, síndrome de Crigler-Najjar, síndrome de Lucey - Driscoll.
Hipotiroidismo e hipopituitarismo.
Ictericia por leche materna
o Dificultad o eliminación disminuida de bilirrubina
Infecciones: sepsis, infeccióńn de vía urinaria, infecciones peri natales, etc. Obstrucción biliar: hepatitis neonatal, atresia biliar, quiste del
colédoco, etc. Problemas metabólicos: enfermedad fibroquística, galactosemia, hipotiroidismo, etc.
Anomalías cromosómicas: síndrome de Turner, síndrome de Down.
Drogas: acetaminofeno, alcohol, rifampicina, eritromicina, corticosteroides, etc.
Manifestaciones Clínicas
La ictericia, la palidez y la hepatoesplenomegalia son signos importantes en la evaluación de un recién nacido ictérico. En las situaciones específicas,
son evidentes los signos clínicos de la enfermedad de base.
El grado de ictericia puede ser inferido haciendo presión sobre la piel de la región esternal, lo cual revela color ictérico en la piel. La ictericia es
vista primero en la cara, luego en el tronco, progresando caudalmente hacia las extremidades; cuando compromete plantas y palmas es severa.
(Grado de recomendación C).
Es importante determinar la edad gestacional del recién nacido, antropometría, identificar signos de sepsis y de infección perinatal crónica e
investigar la presencia de edema, hematomas, petequias, anomalías congénitas, etc.
La bilirrubina es visible con niveles séricos superiores a 4-5 mg/dL. Es necesario evaluar la ictericia neonatal con el niño completamente desnudo
y en un ambiente bien iluminado, es difícil reconocerla en neonatos de piel oscura, por lo que se recomienda presionar la superficie cutánea.
La ictericia neonatal progresa en sentido céfalo-caudal y se puede estimar en forma aproximada y práctica aunque no siempre exacta, los niveles
de séricos de bilirrubina según las zonas corporales comprometidas siguiendo la escala de Kramer
Diagnóstico
Es la determinación del nivel de bilirrubina y su relación con la edad en horas del recién nacido saludable, con una edad gestacional mayor a las
35 semanas y peso superior a los 2000 g, sin evidencia de hemolisis.
Complicaciones
Encefalopatía bilirrubínica aguda
o Fase temprana: letargia, hipotonía, succión débil.
o Fase intermedia: irritabilidad, ligero estupor, hipertonía.
o Fase tardía: opistótonos, retrocolis, llanto débil, no succión, apnea, fiebre, coma, convulsiones, muerte
Encefalopatía crónica o Kernicterus
o Parálisis atetoide cerebral, perdida de audición, displasia del esmalte dentario, parálisis de la mirada.
Tratamiento
Como principio general es importante mantener una hidratación adecuada, ya sea incrementando y estimulando la alimentación oral y en los
casos con compromiso del estado general canalizando una vena que permita la administración de fluidos.
Los principales tratamientos comprenden:
Fototerapia
Tratamiento farmacólogógico (fenobarbital, agar gel o carbón, protoporfirinas y la gammaglobulina endovenosa)
Recambio sanguíneo
Niños con alimentación materna: alimentación frecuente, evitar agua complementaria.
Fototerapia
Indicaciones absolutas Requiere cumplir con las siguientes normas:
a. Evitar el eritema que pueden causar los rayos ultravioletas interponiendo
entre la lámpara y el niño algunas capas de plástico (la pared de la
Incubadora).
Isoinmunización Rh
b. Propiciar una distancia entre ambos de acuerdo a parámetros expuestos.
Incompatibilidad de grupo ABO, procesos hemolíticos
c. Exponer la mayor superficie cutánea posible.
Recién nacidos enfermos de bajo peso con cifras
d. Cubrir los ojos para evitar lesiones retinianas. Vigilar aparición de
moderadas (ayuda a mantenerla en rangos aceptables
conjuntivitis.
evitando la necesidad de exanguinotransfusiones)
e. Cambios posturales frecuentes.
Sobre todo en menores de 1000 gr se aconseja su uso
f. Vigilar pérdidas de calor, control de temperatura cada 4 hs
profiláctico tras el nacimiento
g. Cambiar las lámparas cada 2000 horas de trabajo, evitando que Disminuya
En el grupo de niños sanos solo si la cifra de bilirrubina es
su efectividad al cabo de este tiempo.
mayor de 20
h. No es necesario que sea doble
Mg/dl (mayor de 15 mg/del en prematuros)
i.Debe ser contínua
j. Vigilar el estado de hidratación con controles de peso diario y osmolaridad
urinaria. Es frecuente la diarrea.
2.7. HIJO DE MADRE DIABÉTICA, HIJO DE MADRE TOXÉMICA
HIJO DE MADRE DIABÉTICA
Las embarazadas portadoras de DB presentan elevada incidencia de polihidramnios, preeclampsia, pielonefritis, parto pretérmino, hipertensión
crónica. La tasa de mortalidad fetal es alta a cualquier edad gestacional pero principalmente a partir de las 32 semanas. La muerte fetal durante
el embarazo se asocia a un control inadecuado de la DM principalmente de cetoacidosis y anomalías congénitas. Cuando la DM se complica con
enfermedad vascular, los niños pueden presentar retardo en el crecimiento, principalmente los que nacen después de la semana 37. La mortalidad
neonatal es 5 veces mayor que la de hijo de madre no diabética.
Fisiopatogenia
La secuencia fisiopatogénica es la siguiente: Hiperglucemia materna y por lo consiguiente fetal, esto condicionará a una mayor producción de
insulina por las células beta pancreáticas del producto, por lo tanto habrá hiperglucemia fetal, mayor captación hepática de glucosa, aumento en
la síntesis del glucógeno y de la síntesis proteica, aceleración de la lipogenesis, los hallazgos anatomopatológicos de estos cambios serán: aumento
en el peso de la placenta y de órganos fetales, hipertrofia miocárdica, aumento del citoplasma hepático y hematopoyesis extramedular. La
hiperglucemia e hiperinsulinismo causan acidosis fetal. Al momento de nacimiento cuando la placenta se desprende hay interupcion del paso de
glucosa que no tiene efecto sobre el insulinismo, por lo tanto el producto puede cursar con hipoglucemia en los primeros días.
Manifestaciones clínicas
Productos grandes y obesos, cara hinchada y pletórica, peso normal o bajo, inquietud, temblor, hiperxcitabiliad, hipotonía, letargo, succión débil,
hipoglucemia, hipocalcemia, taquipnea, hipotermia.
Puede presentar complicaciones como policitemia, insuficiencia cardiaca, TTRN, embolia cerebral y asfixia.
Las cardiopatías congénitas frecuentes son CIV, CIA, TGV, PCA, DSVD, AT, CA, u otras malformaciones como agenesia lumbosacra, hidronefrosis,
agenesia y displasia renal, atresia duodenal o anorectal, uréter doble, holoprosencefalia, etc
Pronóstico
La incidencia posterior de DM en los hijos de madres diabéticas es mayor que en la población general, la mayoría cursa con desarrollo físico normal
pero cuando son macrosómicos pueden desarrollar obesidad, un porcentaje tiene riesgo de alteración en el desarrollo intelectual.
Tratamiento
Debe estar encaminado a un buen control prenatal, glucémico antes y después de la concepción manteniendo los niveles <95mg/dl. EL tratamiento
de la DG disminuye la probabilidad de muerte fetal, de complicaciones de la macrosomia como distocia de hombros, fractura ósea y parálisis de
nervios. La glucemia debe ser determinada durante la primera hora de nacimiento y cada hora hasta la 6ta u 8va hora. Si el paciente presenta
buen estado clínico más normoglucemia se puede proceder a la alimentación mediante sonda, esta debe ser de forma continua a intervalos cada
3 horas. Si se duda sobre la capacidad para tolerar VO debe interrumpirse y pasar infusión IV periférica de glucosa 4-8mg/kg/min. La hipoglucemia
debe tratarse incluso en neonatos asintomáticos, cuando existen síntomas sin convulsiones se puede aumentar la glucemia mediante bolo IV 200
mg/kg glucosa 10%, si existen convulsiones el bolo se duplica a 400 mg/kg glucosa 10%. Después del tratamiento inicial se debe administrar una
infusión glucosa 8 mg/kg/min y si reaparece la hipoglucemia, se debe aumentar el ritmo y concentración hasta utilizarla al 15-20%. Si así no se
consigue eliminar los síntomas y mantener una glucemia normal, puede existir hiperinsulinemia sostenida y se debe administrar diasóxido u
ocreótido. Cuando se haya estabilizado, se irá reduciendo el tratamiento gradualmente hasta interrumpirlo cuando la glucemia haya vuelto a
valores normales y el niño esté asitomático durante 24/48 horas.
HIJO DE MADRE TOXÉMICA
Estados hipertensivos del embarazo:
• Preeclampsia: Edema, HTA y proteinuria en mujeres embarazadas entre la vigésima semana de gestación hasta 14 días después del parto.
• Eclampsia: Convulsiones que pueden ser tan graves que ocasionen la muerte de la mujer (17%) o del niño (37%)
• Hipertensión arterial inducida por el embarazo: Hipertensión arterial en la segunda mitad del embarazo o en las primeras 24 horas posparto,
sin edema ni proteinuria, la que persiste durante los 10 días del posparto.
• Hipertensión arterial crónica: Hipertensión arterial previa al embarazo, independientemente de su etiología.
• Preeclampsia o eclampsia sobreagregada: Cuando a una mujer embarazada con hipertensión arterial crónica se les suma preeclampsia o
eclampsia (generalmente complicación)
Preeclampsia leve Preeclampsia severa Eclampsia Sindrome de HELLP
- TA ≥160/110mmHg
- Proteinuria ≥2g/L
Hemolysis, elevated liver
- TA ≥ 140/90 mmHg - Oliguria <400ml en 24 hrs o
- Convulsiones o estado de enzymes, low platelets
<160/110mmHg ó ↑30mmHg <17ml/hr
coma en una mujer - Hemolisis microangiopática,
sístole y 15mmHg diástole - Trastornos cerebrales o
embarazada o en el posparto lesión hepática, trombocitopenia
- Proteinuria ≥300mg/L <2g/L visuales
inmediato: con HTA, edema, - Complicación: IRA, CID,
- Edema leve (+) o ausente - Dolor epigástrico o en CSD
proteinuria desprendimiento de placenta,
- Ausencia de Sx - EPA
hematoma subcapsular hepático
vasculoespasmódico - Cianosis
o ruptura hepática
- Función hepática alterada
- Trombocitopenia
Etiopatogenia
Se desconoce la etiología pero se sabe que el defeco básico se da por la invasión incompleta del trofoblasto en las arterias espirales, esto ocurre
al momento de la implantación del zigoto, por lo que se considera un defecto adquirido. La migración del trofoblasto se da por desplazamiento al
musculo liso elástico que va a permitir la dilatación de las arterias y se transforma de un sistema de alta resistencia a uno de baja facilitando el
intercambio máximo de nutrientes. La migración se completa hacia la semana 20. La penetración incompleta evita la denervación fisiológica de
los nervios adrenérgicos y existe desequilibrio en el sistema del ácido araquidónico con disminución de prostaciclinas e incremento de tromboxano
A119 por lo que hay efecto de vasoconstricción y proagregante plaquetario causas de hipertensión.
Diagnóstico
Características de disfunción placentaria de Clifford
Grado 1 - Abundante descamación del cabello, piel blanca, expresión despierta y observadora, piel floja, gruesa y seca
especialmente en muslos y nalgas.
- 1/3 cursan con TTRN o edema cerebral.
- No parece influir en la mortalidad
Grado 2 - El líquido amniótico se tiñe de meconio, la placenta, cordón umbilical. Piel y vernix caseoso.
- 2/3 presentan SAM.
- Mortalidad perinatal 35%.
- Los sobrevivientes pueden tener secuelas neurológicas.
Grado 3 - Uñas y piel amarillo brillante, cordón umbilical grueso amarillo-verdoso y friable.
- Sobrevivientes de grado 2 por tener mejor reserva fetal.
- Mortalidad perinatal 15%, menos complicaciones.
Complicaciones
Hipoglucemia, hipo o hipermagnesemia, hipocalcemia, hiperbilirrubinemia, Síndrome de dificultad respiratoria por deficiencia de factor
surfactante, síndrome de aspiración por meconio, encefalopatía hipoxica.
Tratamiento
La estrecha vigilancia feto es el principal objetivo así como la vigilancia prenatal de la madre, se debe procurar que permanezca en reposo
recibiendo correcta alimentación para decidir el momento y la vía más adecuada para la interrupción del embarazo. Se recomienda cesárea bajo
anestesia general para evitar que se inicie el trabajo de parto. En algunos casos puede estar indicada la vía vaginal cuando el trabajo de parto está
avanzado o en caso de óbito. Es obligada la valoración APGAR al minuto y a los 5 min, ya que cuando es menor a 7 se ha asociado a una mayor
probabilidad de secuelas neurológicas. Si hay dificultad respiratoria grave es conveniente complementar el diagnostico mediante una radiografía
de tórax y gasometría arterial p/ valorar la necesidad de asistencia mecánica ventilatoria y el traslado a UCIN.
Las pautas para el manejo neonatal son: Examen con dextrostix al nacimiento, a las 2, 4, 6, 8, 12 y 24 horas y después por turno, lavado gástrico
con agua bicarbonatada donde se calcula a la centésima parte del peso y se expresa en ml, vitamina K 1mg IM DU, vitamina D 10,000 UI VO DU,
valorar alimentación y el manejo de las complicaciones o cada una de las alteraciones particulares.
2.8. TRASTORNOS METABÓLICOS
Hipoglucemia neonatal
Por producción insuficiente o por utilización excesiva.
Utilización excesiva: hiperinsulinismo, gasto calórico acelerado, metabolismo energético anaerobiuco, errores innatos del metabolismo.
Producción insuficiencte: disminución de deposito de glucógeno y disminución de producción de glucosa endógena.
Se clasifica en hipoglucemia transitoria y en hipoglucemia persistente o recurrente.
Según el cuadro clínico puede ser asintomática o sintomática.
Si es sintomática: llanto débil, apnea, dificultad para la alimentación, hipotermia, convulsiones, etc.
Los niveles de glucosa están por denajo de los 45 mg/dL
Tratamiento
Glucosa en bolo a dosis de 2mg/kg de glucosa al 10%.
En convulsiones: bolo intravenoso a 4 mL/kg de glucosa al 10%
Hiperglicemia neonatal
Niveles mayor de 125mg/dL de glucosa.
Tratamiento
Si persiste por mas de 4 horas: usar insulina cristalina 0.5 UI/kg.
Hipocalcemia neonatal
Concentración de calcio en sangre menor a 7.5 mg/dL y de calcio ionico inferior a 4,5 mg/dL. Se clasifica en de inicio precoz y de inicio tardío; el
de inicio precoz se instaura en 72 horas, el de inicio tardio en la primera semana de edad.
Cuadro clínico
• Asintomático
• Sintomático: irritabilidad neuromuscular exagerada, mioclonicos, nerviosismo, sobresaltos exagerados, taquicardia, intervalo QT prolongado.
Tratamiento
Aplicar gluconato de calcio 10% a 100mg/kg cada 6 horas en RN con compromiso carsdiovascular.
Crisis de hipocalcemia: infundir 2mL/kg de gluconato de calcio al10% diluido en partes iguales con agua destilada o suero glucosado, en 15 minutos.
Hipercalcemia neonatal
Concentracion de calcio total mayor de 10,6 mg/dLo de ionico mayor a 5,6mg/dL.
Hipernatremia neonatal
Concentracion serica de sodio mayor a 150mEq/L
Cuadro Clínico
Obnubilación, inquietud, hiperflexión, espasticidad y convulsiones.
Tratamiento
Administrar IV de glucosada al 5%, suero salino 0,3% en un volumen igual aldeficit calculado.
Hiponatremia neonatal
Concentración serica de sodio menor a 135 mEq/L.
Cuadro Clínico
Obnubilación, vómitos, cefalea, convulsiones y coma.
Tratamiento
Aporte cauteloso de suero salino al 0.9%.
Hipokalemia e hiperkalemia neonatal
Como regla general, no administre potasio hasta que el neonato haya iniciado su diuresis o tenga un potasio menor de 3,5 mEq/dl; si
es así, agregue 1-3 mEq/kg/día. Los niveles de potasio sérico dependen del pH de la sangre. Una acidosis lleva K+ hacia fuera de la célula,
lo que aumenta la concentración del ión en sangre, mientras que la alcalosis baja la concentración de potasio. Una regla útil es que por
cada 0,1 unidad de cambio del pH se produce un cambio de 0,3-0,6 mEq/l en el nivel de potasio sérico. La hipokalemia se define como el
nivel de potasio sérico menor de 3,5 mEq/l. A menos de que el neonato esté recibiendo digoxina, la hipokalemia raramente es causa de
preocupación hasta que el nivel de potasio sérico sea menor de 3,0 mEq/l. Esta condición es el resultado del uso de diurético crónico y
falta de reposición de las pérdidas por sonda naso u orogástrica. Las manifestaciones en el ECG de hipokalemia incluyen una onda T
plana, prolongación del intervalo QT o la aparición de ondas U. La hipokalemia severa puede producir arritmias cardíacas, íleos y letargo.
Cuando es significativa, esta alteración se trata reemplazando, intravenosa u oralmente, el potasio. La administración rápida de cloruro de
potasio (KCl) no se recomienda, porque se asocia con trastornos cardíacos que pueden amenazar la vida. La hiperkalemia o potasio sérico
mayor de 6 mEq/l, en muestra no hemolizada, es más preocupante que la hipokalemia, sobre todo cuando excede a 6,5 mEq/l, o si se han
desarrollado cambios en el ECG. Las manifestaciones en el ECG de hiperkalemia son una onda T puntiaguda, como el dato más temprano,
hasta un QRS ensanchado, bradicardia, taquicardia, taquicardia supraventricular (TSV), taquicardia ventricular y fibrilación ventricular. Las
causas de hiperkalemia incluyen salida de potasio por lesión de las células neuronales y hemólisis debido a hemorragia intraventricular, trauma
e isquemia intravenosa. Además, la acidosis severa y la excreción de potasio urinario disminuida contribuyen a las elevaciones en el potasio
sérico.
La hiperkalemia puede ser una de las manifestaciones más tempranas de hiperplasia suprarrenal congénita.
Tratamiento
• No administrar potasio
• Aplicar gluconato de Calcio 100-200 mg/kg (1-2 ml/kg de 10% de solución) IV lenta 5-10 minutis
• Producir alcalinización con hiperventilación o con bicarbonato de Sodio 1-2 mEq/kg IV
• Suministras solución polarizante de insulina + dextrosa
• Dar excretores de potasio
• Diálisis
2.9. ENFERMEDADES HEMORRÁGICAS
La coagulación en el recién nacido (RN) es un proceso dinámico y en desarrollo que depende de la edad gestacional y postnatal. Requiere la
interacción del endotelio vascular, las plaquetas y los factores de coagulación, así alteraciones a éstos tres niveles pueden provocar un trastorno
ya desde el periodo neonatal trombótico o hemorrágico.
Todos los recién nacidos con una hemorragia clínicamente significativa deben ser evaluados, en busa de una alteración hemostática. Sus causas
difieren de las encontradas en niños mayores y en el adulto. Los trastornos implicados pueden ser congénitos o, más frecuentemente, adquiridos,
afectando a la función plaquetaria, a los sistemas fibrinolíticos o los inhibidores de la coagulación.
Manifestaciones clínicas
El primer síntoma de sangrado puede aparecer a nivel umbilical, mucosas, intracraneal, vesical, zona subaponeurótica del cráneo y en las zonas
de punción vascular. Es útil para el diagnóstico etiológico diferenciar a los neonatos con manifestaciones hemorrágicas, entre enfermos y sanos,
de aparición precoz o tardía. Así si el recién nacido está enfermo pensaremos en alteración secundaria a sepsis con participación multiorgánica,
asfixia, perinatal, hepatopatía (hepatitis, colostasis, atresia de vías biliares) eritoblastosis fetal, muerte fetal de un gemelo, eclampsia, etc. Si el
recién nacido está sano orientamos hacia una enfermedad hemorrágica por déficit de vitamina K (EHDVK), trombopenias inmunes o no inmunes
o a déficit congénito de los factores de coagulación.
Diagnóstico
En la anamnesis de estos recién nacidos incluiremos la historia familiar de antecedentes hemorrágicos, enfermedades maternas y administración
de fármacos que interfieran con la coagulación, es importante tener constancia que la profilaxis con vitamina al recién nacido se ha realizado
correctamente.
En éstos recién nacidos es obligado realizar un estudio de coagulación. Los niveles fisiológicamente bajos de los parámetros que deben evaluarse
dificultan el diagnóstico siendo necesarios rangos de referencia según edad gestacional y posnatal. Es necesario recuento y volumen plaquetario,
ocasionalmente determinar fibrinógeno, factores de coagulación y tiempo de sangría.
La determinación del tiempo de protrombina (TP), valorará el sistema extrínseco de la coagulación (activación del factor X por el VII); factores VII,
X, V, II y fibrinógeno. El tiempo parcial de la tromboplastina activado (TPPa), valorará la vía intrínseca (activación del factor X por los factores XII,
XI, IX, VIII), factores VIII, IX, XI y XII, así como la vía final de la coagulación (factores V, II y fibrinógeno).
Trastorno por déficit de vitamina K
La vitamina K o filoquinona es la forma que se emplea para reforzar los alimentos y medicamentos. Las proteínas que disminuyen por deficiencia
de ésta son los factores II, VII, IX y X, además de las proteínas C y S. existen 3 variantes de hemorragia asociada a la deficiencia de vitamina K, la
del recién nacido, se produce a los 1 -14 días de edad, se debe a las escasas reservas de vitamina K, por escasa cantidad que atraviesa la placenta
y la ingesta inadecuada durante los primeros días de vida, además del intestino del neonato estéril. También se produce en los niños alimentados
exclusivamente por pecho materno, pues el contenido de vitamina K es escaso. La tardía aparece a las 2-12 semanas de edad, aunque se describen
casos hasta los 6 meses de vida, con factores de riesgo como la lactación exclusiva y malabsorción de vitamina K. La tercera forma se produce al
nacer o poco después, secundaria a que la madre ha recibido medicamentos como la warfarina, fenobarbital o fenitoína, que atraviesan la placenta
e interfieren con la función de la vitamina K.
Manifestaciones clínicas
Da signos de sangrado en el aparato digestivo, piel y mocosas, muñón umbilical y lecho de la circuncisión, las hemorragias intracraneales son
menos frecuentes.
Diagnóstico
En el laboratorio encontramos el tiempo de protrombina alargado que se corrige con la administración de vitamina K.
Tratamiento
La administración de vitamina K oral o parenteral nada más nacer previene la HDVK precoz del recién nacido. Por el contrario, una dosis única de
vitamina K oral no previene un número importante de casos de HDVK tardía. Sin embargo, una inyección intramuscular única de vitamina K (1 mg),
previene de forma casi universal éste cuadro.
Déficit congénito de factores de coagulación
La hemofilia A (déficit del factor VIII) y la hemofilia B (déficit del factor IX), sin las deficiencias congénitas de factores de la coagulación más
frecuentes y más graves. Las manifestaciones de éstas dos enfermedades son prácticamente idénticas. La hemofilia C es un trastorno que se debe
al descenso de la concentración de factor XI.
Los factores VIII y IX forman parte de un complejo necesario para la activación del factor X. Junto con el fosfolípido y el calcio, forman la tenaza o
complejo activador del factor X. Cuando se produce una lesión, el primer paso de la hemostasia es la formación del tapón de fibrina que, junto
con la producción del coágulo de fibrina, evitan la continuación de la hemorragia. En las hemofilias A y B, la formación del coágulo se retrasa y la
inadecuada generación de trombina impide que se forme un coágulo de fibrina firmemente entrecruzado que soporte el tapón plaquetario. En
las heridas abiertas, en las que no hay taponamiento, una hemorragia profusa puede provocar una pérdida importante de sangre. El coágulo
tiende a ser fiebre, por lo que durante la lisis fisiológica de los coágulos o antes nuevos traumatismos mínimos pueden producirse nuevas
hemorragias
Manifestaciones clínicas
Los síntomas se presentan desde el nacimiento, incluso en el feto. Aproximadamente sólo el 2 % de los recién nacidos hemofílicos sufren
hemorragias intracraneales y el 30 % de los varones hemofílicos sangran con la circuncisión. Los síntomas evidentes son la formación de equimosis,
hematomas intramusculares y hemartrosis, que aparecen cuando el niño empieza a gatear o andar, las hemorragias de las pequeñas heridas de
la boca (rotura de frenillo) puede persistir por horas o días. La característica es la hemartrosis.
Las hemorragias que afectan al psoas iliaco pueden perder grandes volúmenes de sangre en este músculo y entrar en shock hipovolémico.
La prueba analítica de detección selectiva que se altera en caso de reducción de los factores VIII o IX es el TTPA. Que suele ser 2 a 3 veces mayor
en la hemofilia grave.
Tratamiento
El tratamiento precoz y adecuado es la base del cuidado de los pacientes hemofílicos. Cuando se produce una hemorragia leve o moderada, se
debe incrementar la concentración del factor VIII o del factor IX hasta niveles hemostáticos del 35 a 50 %. En las hemorragias graves o
potencialmente mortales se debe intentar alcanzar niveles de actividad del 100 %.
Para el factor VIII, el factor de corrección se basa en su volumen de distribución. Para el IX se basa en su volumen de distribución y el incremento
de la concentración plasmática observada tras la infusión del factor IX recombinante.
2.10. ENCEFALOPATÍA HIPÓXICO ISQUÉMICA
El término hipoxia se utiliza para indicar una disminución de la concentración arterial de oxígeno e isquemia a la situación en la que el flujo
sanguíneo que llega a las células o a los órganos es insuficiente para que funcionen con normalidad. La encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) es
una causa importante de lesión permanente de los tejidos del SNC que puede conllevar la muerte del neonato o manifestarse más adelante como
una parálisis cerebral o como un retraso del desarrollo. Entre un 20-30% de los neonatos con EHI muere en el período neonatal y entre el 33-50%
de los que sobreviven presenta anomalías permanentes del desarrollo neurológico (parálisis cerebral, retraso mental).
Etiología
Si no existen malformaciones o síndromes congénitos mayores, la mayoría de los trastornos neonatales encefalopaticos o convulsivos se deben a
acontecimientos perinatales. Después del nacimiento, la hipoxia puede deberse a:
1) fallo de la oxigenación secundario a formas graves de cardiopatía congénita cianótica o enfermedad pulmonar grave
2) anemia (hemorragia grave, enfermedad hemolítica)
3) un shock lo suficientemente grave como para interferir con el transpone de oxígeno hada los órganos vitales secundario a una sepsis fulminante,
pérdida masiva de sangre y hemorragia suprarrenal o intracraneal.
Fisiopatología
Tras un episodio de hipoxia e isquemia se produce un metabolismo anaeróbico, lo que genera grandes cantidades de lactato y fosfatos inorgánicos.
En el tejido lesionado se acumulan aminoácidos excitadores y tóxicos, sobre todo glutamato. El aumento de las cantidades de sodio y calcio
intracelular produce inflamación tisular y edema cerebral. También aumenta la producción de radicales libres y óxido nítrico en estos tejidos. La
respuesta inicial de la circulación del feto consiste en aumentar los cortocircuitos a través de los conductos venoso y arterioso y del agujero oval,
con lo que se mantiene de forma transitoria la perfusión del encéfalo, el corazón y las suprarrenales, a expensas de la de los pulmones, el hilado,
los riñones y el intestino.
Manifestaciones Clínicas
En el momento del parto, la presencia de líquido amniótico teñido de meconio es una prueba de sufrimiento fetal. En el nacimiento estos niños
suelen estar deprimidos y no pueden respirar de forma espontánea. En las horas siguientes pueden permanecer hipotonicos o pasar de hipotonia
a hipertonía, aunque el tono puede permanecer normal. La palidez, la cianosis, la apnea, una frecuencia cardíaca lenta y la falta de respuesta a
los estímulos son signos de encefalopatía hipóxico-isquémica.
El edema cerebral puede desarrollarse en las 24 horas siguientes y provoca una profunda depresión del tronco del encéfalo. Durante este período
pueden aparecer convulsiones intensas y rebeldes a las dosis habituales de antiepilépticos. La gravedad de la encefalopatía neonatal depende de
la duración y del momento de aparición de la lesión. Los síntomas se desarrollan durante unos días, por lo que es importante realizar exploraciones
neurológicas seriadas.
Diagnóstico
La RM potenciada en difusión es la modalidad de imagen de elección en los recién nacidos con EHI porque tiene mayor sensibilidad y especificidad
en las fases tempranas del proceso y una mayor capacidad para localizar la lesión.
Tratamiento
El tratamiento con hipotermia sistémica o cerebral selectiva disminuye la mortalidad o el deterioro importante del desarrollo neurológico en los
niños que nacen a término o prácticamente a término con EHI. Parece que la hipotermia disminuye la tasa de apoptosis y suprime la producción
de mediadores neurotóxicos, como el glutamato extracelular, los radicales libres, el óxido nítrico» y el lactato. Se cree que los efectos
neuroprotectores son secundarios a la regulación a la baja de los mediadores secundarios de la lesión producidos por el edema cerebral, la
acumulación de citocinas y las convulsiones. Varios ensayos clínicos y metaanálisis demostraron que tanto el enfriamiento cerebral aislado como
la hipotermia de todo el cuerpo hasta una temperatura central de 33,5 °C dentro de las 6 primeras horas del parto disminuyen la mortalidad y la
aparición de deterioro importante del desarrollo neurológico a los 18 meses de vida. La hipotermia sistémica puede producir un enfriamiento más
uniforme del cerebro y de las estructuras del SNC más profundas. Los neomatos tratados con hipotermia sistémica tienen una menor incidencia
de lesión neuronal cortical en la RM.
El fenobarbital es el fármaco de elección para las convulsiones y se administra como una dosis intravenosa de carga (20 mg/kg), con dosis
adicionales de 5-10 n ^ g (hasta un total de 40-50 mg/kg) en caso de necesidad. Las convulsiones refractarias pueden tratarse con fenitoína (20
mg/kg de dosis de carga) o lorazepam (0,1 mg/ kg).
2.11. ENTEROCOLITIS NECROTIZANTE
Síndrome inflamatorio caracterizado por la necrosis isquémica, inmadurez e infección de la mucosa o transmural de la pared intestinal sobre todo
en íleon distal y colon proximal, aparece con más frecuencia en RNPT. Temprana primxeros 14 días y tardía posterior a éstos.
Epidemiología
• Ocurre en 1-3 de cada 1,000 RN, aumenta en RNPT
• Más frecuente en prematuros 3-4%<2kg y afroamericanos.
• Ocurre principalmente en niños que han recibido alimentación, no hay preferencia en sexos, peso medio 1.460kg, en UCI 1-7.7%.
Factores de riesgo
Muchos factores pueden contribuir necrosis de un segmento del intestino, acumulación de gas en submucosa de la pared intestinal (neumatosis
intestinal) y progresión hasta perforación, peritonitis, sepsis y muerte tales como: restricción del crecimiento intrauterino, policitemia,
hipoglucemia, sepsis, diabetes gestacional, antecedente de corioamnioitis, alimentación precoz. fármacos o fórmulas hipertónicas, si existe un
brote epidémico: C.perfringens, E. coli, S. epidermidis y Rotavirus, exanguinotransfusion, alimentación enteral, ICC, cardiopatías cianóticas,
antecedente materno de ingesta de cocaína, HTA ya sea crónica o inducida por embarazo, reanimación neonatal avanzada.
Fisiopatología
El origen de la ENC se desconoce, sin embargo diversos factores se han asociado con el inicio de la lesión de la mucosa, como prematuridad,
infecciones, inestabilidad hemodinámica, daño hipóxico isquémicofactores luminales(nutrición enteral y alimentación hipertónica). La lesión a la
mucosa se caracteriza por congestión, edema y necrosis que propicia un fenómeno de malabsorción, lo que produce estasis y sobrecrecimiento
bacteriano que perpetua el fenómeno inflamatorio encabezado por el factor plaquetario y el factor de necrosis tumoral. Las bacterias se translocan
de la luz de la mucosa produciendo gas y un fenómeno de neumatosis intestinal que predispone al intestio a su perforación y subsecuente
peritonitis.
Cuadro clínico
Por lo general se presenta en RNPT sanos que crecen y se alimentan normal, pueden presentar:
Diagnóstico
Se integra por la clínica (sangrado y distensión abdominal)+ radiografía con neumatosis intestinal, asas dilatadas, neumoperitoneo, aire en vena
porta.
Biometría hemática, química sanguínea, pruebas de coagulación, electrolitos séricos, gasometría, hemocultivo y urocultivo.
Bell y cols: Sistema clínico de estadiaje útil para comparar:
1. Sospecha
2. Enfermedad definida (signos radiológicos positivos)
3. Enfermedad avanzada: shock séptico y neumoperitoneo.
Etapa Signos sistémicos Signos digestivos Radiológico
Ia Sospechosa Apnea, bradicardia, letargia, labilidad Residuos, distensión, vómitos, Sangre Normal o ileo leve
térmica oculta en heces
Ib Sospechosa = hematoquecia =
IIb ECN confirmada = + Acidosis, trombocitopenia +celulitis abdominal, masa cuadrante =, gas portal, ascitis o
moderada inferior derecho no
IIIa ECN avanzada grave =+ hipotensión, bradicardia, acidosis, + Peritonitis, distensión, eritema = + ascitis
CID, neutropenia
Tratamiento
• Médico: soporte(ayuno, nutrición parenteral, corrección electrolítica), antibióticos por 10-14 dias; ampicilina + gentamicina + metronidazol o
ampicilina + cefotaxima + metronidazol o metropenem
• Quirúrgico: laparotomía exploradora y resección del tejido necrótico, que tiene como objetivo conservar la mayor longitud de intestino viable
posible respetando la válvula ileocecal para minimizar las complicaciones.
Prevención
Reducir los factores de riesgo, leche materna.
2.12. SEPSIS NEONATAL
Es un síndrome clínico caracterizado por por signos y síntomas de infección con o sin bacteriemia que ocurre en el primer mes de vida que ocurre
en el primer mes de vida. Puede acompañarse de septicemia, meningitis, osteomielitis e infecciones vías urinarias. La incidencia de sepsis neonatal
en México es entre 1 y 10 casos por cada 1000 recién nacido y es 26 veces más frecuente en niños prematuros. El componente indispensable para
la sepsis neonatal es la presencia de microorganismos circulantes en sangre, que pueden ser adquiridos por vía transplacentaria, exposición a
líquido amniótico infectado (ruptura prematura de membranas), o contacto con el canal vaginal.
La sepsis neonatal se puede clasificar como:
• Sepsis tardía
Sepsis Temprana
Se da en los primeros tres días de nacido, en casos severos la sintomatología puede encontrarse desde el nacimiento, casi siempre se acompaña
de dificultad respiratoria o neumonía y presenta una mortalidad de 5 – 50%, y el medio de contagio es por el canal vaginal. Los factores de riesgo
para la sepsis temprana son: bajo peso, enf. Febril de la madre con evidencia de infección 2 semanas antes de nacer, liq. Amniótico con meconio,
prematuridad.
Los agentes infecciosos más comunes en la sepsis temprana son:
• Klebsiella pneumoniae
• Escherichia coli.
• Staphylococcus aureus
• Pseudomona spp.
Sepsis Tardía
Se presenta a las 72hrs de vida y por lo general es de adquisición nosocomial. Se presenta como septicemia, meningitis, neumonía. Lo factores de
riesgo son: prematuridad, bajo peso al nacer, estancia en UNCIN, ventilación mecánica, procedimientos invasivos, líquidos parenterales. Tiene
una mortalidad entre el 2 y 6%
Los agentes infecciosos mas comunes en la sepsis tardía son:
• Staphylococcus aureus
• Bacilos gramnegativos
Cuadro clínico
• Signos y síntomas específicos: hipotermia o fiebre, letargia, llanto débil, dificultad para la succión, intolerancia a la vía oral, escasa perfusión,
llenado capilar retardado, hipotonía, ausencia de reflejos primarios, bradicardia o taquicardia, dificultad respiratoria, hipo o hiperglucemia,
acidosis metabólica.
• Manifestaciones neurológicas: fontanela anterior abombada, irritabilidad, estupor, o coma, convulsiones
• Manifestaciones cardiovasculares: hipotensión, escasa perfusión, estado de choque, llenado capilar retardado
• Manifestaciones gastrointestinales y hepáticos: intolerancia al alimento, vómito, diarrea, distención abdominal, íleo paralitico, ictericia,
hepatomegalia, hiperbilirrubinemia directa.
• Manifestaciones Renales: oliguria, anuria, datos de insuficiencia renal aguda.
• Manifestaciones Hematológicas: hemorragia, petequias, purpura
• Manifestaciones cutáneas: pustulas, eritema periumbilical, abcesos, piel marmórea.
Diagnóstico
•
• h, proteína C
reactiva > 1, dos o mas parámetros hacen el diagnostico en un 93 – 100%
•
• colitis
necrosaste.
• que se piense que el foco de la infección fue a nivel urológico
• ia.
Tratamiento
• Soporte: Oxigeno para mantener una saturación por encima de 92%, control térmico, líquidos IV, EN CASO DE SER NECESARIOS
• Antibióticos
Condición clínica Elección Dosis Duración
Sepsis temprana Ampicilina < 2000 g y menor de 7 días: 50mg/kg/día c/12hrs 7-10 días
+
Amikacina > 2000 g y mayor de 7 días: 70mg/kg/día c/12hrs
3. SÍNDROME DIARREICO
3.1. EPIDEMIOLOGÍA, ETIOLOGÍA, FISIOPATOLOGÍA, DIAGNÓSTICO, LABORATORIO Y TRATAMIENTO
Definición
La diarrea aguda consiste en un aumento en el número de deposiciones y/o una disminución en su consistencia, de instauración rápida.
Se puede acompañar de signos y síntomas como náuseas, vómitos, fiebre o dolor abdominal.
La causa más frecuente es la gastroenteritis, por lo cual el término de diarrea aguda es prácticamente sinónimo de gastroenteritis.
Epidemiología
2° causa de morbimortalidad mundial
Morbimortalidad : Niños menores de 5 años y adultos mayores de 65 años
Mayor incidencia de casos virales en invierno, y casos bacterianos en verano
Alta morbilidad en guarderías
Factores de riesgo
No contar con agua potable
Malos sistemas sanitarios
Suspensión de alimentación por seno materno
Desnutrición
Falta de HCl en el estómago
Sistema inmunitario bajo
Factores protectores
Lactancia matera
Acidez gástrica
Adecuada motilidad gastrointestinal
Flora normal del tracto gastrointestinal
Inmunidad humoral y celular
Etiología
a) Infecciones: Entéricas, extraintestinales
b) Alergias alimentarias: Proteínas de leche de vaca, proteínas de soya
c) Trastornos de absorción/digestión: Déficit de lactasa, déficit de sacarasa isomaltasa
d) Cuadros quirúrgicos: Apendicitis, invaginación intestinal
e) Ingesta de fármacos: Laxantes, antibióticos
f) Intoxicación: Cobre, zinc
Virus Bacterias Parásitos Hongos
Rotavirus Salmonella Shigella Giardia lamblia Candida albicans
Adenovirus entérico Campylobacter Entamoeba histolytica
Astrovirus Yersinia enterocolítica Cryptosporidium
Calicivirus Vibrio cholerae
Aeromona
E. coli
Mecanismos de producción de diarrea
a) Mecánico: Existe una barrera física para la absorción intestinal que provocan una deficiencia
b) Daño a mucosa: Los agentes infeccioso se adhieren al epitelio intestinal causando una irritación de la mucosa, que da lugar a una alteración
estructural y a un posterior daño funcional de los enterocitos que culiman en una atrofia de las vellosidades intestinales
c) Sobreproliferación: Produce una mala absorción de grases y desconjugación de sales biliares
Otros mecanismos dependen de la capacidad toxígena del agente causal
1) Enterotóxico: Liberación de toxinas que estimulan la secreción e inhiben la absorción a nivel del intestino delgado, conlleva a importantes pé
rdidas hidroelectrolíticas, con gran riesgo de deshidratación →
2) Enteroinvasico: Se produce una importante reacción inflamatoria en colon en íleon terminal por la importante invasión de agentes infecciosos,
conlleva menor riesgo de deshidratación; pero las deposiciones contienen moco, y a veces, sangre
3) Osmótico: Existe invasión y descamación de los enterocitos de las vellosidades intestinales que genera diarrea acuosa por la gran pérdida de
agua y electrolitos, así como una disfunción de la actividad de las disacaridasas, siendo la consecuencia la malabsorción.
Tipo Mecanismo de acción Diarrea Epidemiología
ECEP Producción, altera mucosa, Acuosa Aguda y crónica en lactantes
borrado citotoxina
ECET Alteración de mucosa, borrado Acuosa Infantil, países en desarrollo.
Diarrea de viajero
ECEI Alteración de mucosa, Con sangre o no Con fiebre. En todas edades
enterotoxina
ECEH Altera e invasión de mucosa Con sangre o no Complicaciones: colitis
hemorrágica, síndrome urémico
hemolítico (en todas edades),
púrpura trombocitopénica
trombótica (en adultos)
ECEA Adherencia Acuosa Crónica en lactantes
Cuadro Clínico
Virus
a) Rotavirus: Acceso repentino de vómito y diarrea, generalmente aparece en niños menores de 2 años
Bacterias
1) Escherichia coli
• Enterotoxigénica y enteropatógena: Afecta en mayor medida a recién nacidos y lactantes; hay deterioro del estado general, fiebre no muy
alta evacuaciones muy líquidas, con sangre. (Diarrea del viajero)
• Enteroinvasiva: Evacuaciones con moco y sangre (disentería), fiebre mayor de 38°C, dolor abdominal, vómito, afectación del estado general
2) Vibrio cholerae: Diarrea líquida abundante, inicio súbito, sin fiebre, con vómito, calambres, deshidratación rápida, “agua de arroz”
3) Shigella: Fibre de 39-40°, evacuaciones diarreicas escasas, mucosas y con sangre, acompañadas de pujo y tenesmo (cuadro disentperico). La
fiebre dura 3 días y e l cuadro entérico de 8 a 15 días
4) Salmonella: Afecta más a lactantes, diarrea muy líquisa con moco y sangre fiebre de 38-39°C, dolor abdominal tipo cólico, vómito
5) Yersinia enterocólica: Diarrea líquida profusa, con sangre, dolor abdominal, fiebre 38.5-40°C, vómito
6) Campylobacter jejuni: Diarrea muy líquida con sangre y moco, fétida, muy abundante, dolor abdominal tipo cólico que semeja abdomen agudo,
fiebre, vómito, cefalalgias, mialgias, artralgias
Parásitos
1) Entamoeba histolytica: Diarrea de escaso volumen pero consistencia acuosa, acompañada de moco y sangre, dolor abdominal de inicio gradual,
tenesmo, fiebre mayor de 38.5°C
2) Giardia lamblia: Pueden cursar asintomáticos, pero suelen presentar diarrea muy líquida y abundante, dolor abdominal de tipo cólico alternado
con periodos asintomáticos, sensación de plenitud posprandial
3) Cryptosporidium parvum: Cuadro indistinguible de gastroenteritis bacterianas
Diagnóstico
1) Interrogatorio
2) Exploración física
3) Examen macroscópico de heces
• Moco y sangre en heces liquidas: Agentes microbianos invasivos o citotóxicos
• Sangre en superficie de heces semisólidas: E. histolytica, Salmonella, Cryptosporidium
4) Examen microscópico
• Leucocitos polimorfonucleares: Shigella, Salmonella, Campylobacter, Yersinia
• Linfocitos: E. coli enterotoxigénia, Salmonella, virus
5) Tinción: Cryptosporidium
6) Coprocultivo
• Detección en microscopio electrónico: Rotavirus
8) Detección de antígenos virales en sangre
9) Examen coproparasitoscópico
• En fresco: Giardia lamblia
• De concentración
10) Raspado rectal
• Búsqueda de trofozoítos: E. histolytica
11) Cápsula de Beal
• Estudio de contenido duodenal: Giardia lamblia
13) Prueba de azúcares reductores
Tratamiento
Muchos de los cuadros se autolimitan, en otros casos hay que aplicar antibioticoterapia.
Aplicar medidas de sostén a todos los pacientes:
a) Medidas de sostén:
1) Plan A (ABC de la diarrea)
• Alimentación continua> mantener nutrición
• Bebidas continuas> prevenir deshidratación
• Consulta oportuna> evitar complicaciones
2) Control de fiebre
• Medios físicos
• Paracetamol
• Subsalicilato de bismuto: Diarrea del viajero
3) Antibioticoterapia
• Vibrio cholerae: Dosis única de 300mg de doxiciclina. 1g de ciprofloxacina, dependiendo del patrón de suceptibilidad de aislamiento.
Furazolidona puede usarse en niños (resistencia en este agente va en aumento).
• Shigella sp: Trimetropin –sulfametoazol,una capsula2 veces al día por 5 días. Ampicilina, 500mg 2 veces al día por 5 días (resistencia). La
ciprofloxacina dosis única de 1 g. Norfloxacina en dosis única de 800 mg, son eficaces para tratar infecciones causadas por Shigella, excepto
de S. Dysenteriae de tipo I. Pivamdinocilina, agente betalactámico (no venta en Estados Unidos), puede ser eficaz contra las cepas
multirresistentes del género Shigella.
• Clostridium difficile: El tratamiento oral con metronidazol o vancomicina(mucho más cara, pero tal vez más eficaz que el metronidazol) por
10 días, es el tratamiento preferente. Puede ocurrir recidivas, pero el tratamiento suele ser eficaz. La resistencia antimicrobiana no ha sido
problema.
• Salmonella typhi: Cloranfenicol, trimetroprim- sulfametozazol y ampicilina son eficaces en pacientes con cepas susceptibles. Cefalosporinas
de amplio espectro orales o parenterales, o quinolonas recientes. El curso de la terapéutica debe ser de un mínimo 7- 14 días.
• Entamoeba histolytica: Enfermedad intestinal y absceso hepático con metronidazol, 750 mg 3 veces al día por 10 días seguido con un agente
que elimine los quistes del intestino (yodoquinol).
• Giardia lamblia: Hidrocloruro de quinacrina, furazolidona y metronidazol. Paromomicina en embarazadas. Fracaso-> retratamiento con el
mismo agente o distinto
• E.coli enteropatógena y enterotoxígena: Si la diarrea se prolonga más de 3-5 días: Aminoglucosido no absorbible; si sepsis combinación
Ampicilina + aminoglucosido vía parenteral o cefalosporina de 3ª generación.
3.2. COMPLICACIONES MÉDICAS DE LA GASTROENTERITIS
Las principales complicaciones de la diarrea aguda, son, en orden decreciente de frecuencia:
1. Desequilibrio hidroelectrolítico
2. Intolerancia a los azúcares
3. Enterocolitis necrotizante
4. Alteraciones hematológicas
3.3. COMPLICACIONES QUIRÚRGICAS DE LA GASTROENTERITIS
• Presente en 0,3 por 100 niños internados entre recién nacidos y lactantes, sin predominio de sexo.
• Inician con diarrea intensa, de varios días, más vómitos y fiebre alta; afección del estado general, distensión abdominal, vómitos fecaloideos,
desaparece evacuaciones intestinales.
• Si no hay mejoría del cuadro es difícil mantener y buen mantenimiento hídrico y existe acidosis persistente.
• Puede haber cuadro sugestivo de sepsis con íleo paralítico con o sin coagulación intravascular.
• Aparición de signos de peritonitis, con edema e hiperemia parietal abdominal y dolor con defensa muscular en niños mayores.
Por frecuencia de complicaciones quirúrgicas:
1. Perforación intestinal: evolucionada a áreas necróticas ileales o cólicas. Puede bloquearse con abscesos intraperitoneales únicos o múltiples.
Neumoperitoneo, signo radiológico de perforaciones cólicas, ausente si precozmente están bloqueadas.
2. Peritonitis: debido a contaminación séptica del peritoneo por alteración de la permeabilidad parietal.
3. Infarto intestinal postgastroenterocolitis aguda: complicada con sepsis y coagulación intravascular diseminada.
4. Obstrucción intestinal: en radiografía simple muestra distensión de asas, múltiples niveles hidroaéreos y opacificación pélvica, que indica
acumulación de líquido en la cavidad abdominal.
5. Necrosis: presencia de asa fija, más distendida y edematosa. En la parietal por punción abdominal se obtiene líquido sero-hemorrágico en fase
inicial de lesión intestinal, de color castaño oscuro, purulento/fecaloide si hay perforación.
6. Neumatosis quística: en recién nacidos con enterocolitis necrosante.
7. Abscesos intraperitoneales: visto mediante USG como guía en drenajes purulentas.
3.4. HIDRATACIÓN ORAL. HIPO NATRÉMICA, ISOMNATRÉMICA E HIPERNATRÉMICA
Definición
Se denomina deshidratación aguda a la expresión clínica de un balance negativo de agua y solutos en el organismo. Se trata de un proceso agudo
en el que se equiparan las pérdidas de agua a pérdida brusca de peso.
Epidemiología
• Su incidencia es difícil de precisar y depende de factores etiológicos, socioculturales, higiénicos, climáticos, etc.
• Existe un discreto predominio en varones
• La gran mayoría de los casos se producen en menores de 18 meses.
• Se puede producir por cualquier causa que lleve a un balance hidrosalino negativo, bien por aumento de pérdidas, disminución de ingresos o
por combinación de ambas situaciones.
• La causa más frecuente es la gastroenteritis aguda, secundaria sobre todo a agentes infecciosos.
Clasificación
Se clasifica en función de:
a) Pérdida de agua (o disminución del peso)
1) Deshidratación leve: Menor del 5%
2) Deshidratación moderada: Entre el 5 y 10%
3) Deshidratación grave: Mayor al 10%
b) Niveles séricos de sodio
1) Hipotónica: Sodio menor de 130 mEq/L
2) Isotónica: Sodio entre 130 y 150 mEq/L
3) Hipertónica: Sodio mayor a 150 mEq/L
c) Osmolaridad del líquido perdido
1) Hipo-osmolar: Superior a 280 mOsm/kg de agua. Pérdida de electrolitos mayor que la de agua
2) Iso-osmolar: Alrededor de 280 mOsm/kg de agua. Pérdida de agua y electrolitos proporcionada
3) Hiper-osmolar: Inferior a 280 mOsm/kg de agua. Pérdida de agua mayor que la de electrolitos
Cuadro Clínico
La sintomatología va a depender de la intensidad y del tipo de deshidratación.
• Deshidratación aguda isotónica: Es la más frecuente (65-70%). La causa más común es la diarrea. La deshidratación es predominantemente
extracelular, lo que determina la siguiente sintomatología: sed, signo de pliegue positivo, ojos hundidos, mirada extraviada, aspecto tóxico,
frialdad de piel, pérdida de turgor; depresión de la fontanela anterior en el lactante; descenso de la tensión arterial, pulso débil y rápido con
extremidades frías; oliguria (orina pobre en sodio y potasio) y en casos graves signos más o menos acusados de shock e insuficiencia renal.
• Deshidratación aguda hipotónica: Es la menos frecuente (10%). Suele ser secundaria a gastroenteritis aguda y a insuficiencia suprarrenal
aguda. La deshidratación es eminentemente extracelular, por lo que la sintomatología va a ser similar a la DA isotónica pero más severa, ya
que se produce paso de agua del espacio extracelular al intracelular, lo que agrava el trastorno circulatorio y las células se tumefactan por
exceso de líquido pudiendo producirse edema cerebral.
• Deshidratación aguda hipertónica: Representa el 20- 25%. La causa más frecuente es la disminución de la ingesta de agua y la gastroenteritis
con elevada pérdida de líquidos y escasa de solutos, o bien aporte de soluciones orales o intravenosas con concentración elevada de sodio.
La deshidratación será eminentemente intracelular, con el siguiente espectro clínico: fiebre; oliguria; gran sensación de sed; sequedad de
mucosas; signos de sufrimiento cerebral (hiperreflexia, irritabilidad, llanto agudo, hipertonía, rigidez nucal, convulsiones, trastornos de la
conciencia, etc.). Cuando el sodio sérico oscila entre 180 y 200 mEq/L es probable la progresión a coma y muerte. Los signos de insuficiencia
circulatoria son menos evidentes, salvo casos muy graves.
Diagnóstico
Los pacientes con deshidratación leve sin complicaciones que van a recibir tratamiento con rehidratación domiciliaria no precisan de la realización
de exámenes complementarios.
Sí han de realizarse en toda deshidratación moderada y severa y permiten confirmar el diagnóstico clínico.
Las determinaciones analíticas serán fundamentalmente:
1) Biometría hemática completa: Buscar hemoconcentración
2) Química sanguínea: Glucosa, urea, creatinina, proteínas séricas
3) Electrolitos séricos: sodio, potasio, calcio, magnesio.
4) Gasometría: pH, bicarbonato, exceso de bases
5) Examen general de orina: Densidad, pH, cuerpos cetónicos
Criterios de ingreso hospitalario
• Deshidratación mayor del 5%
• Paciente que no tolera la rehidratación oral: vómitos, rechazo de tomas, aportes insuficientes, etc.
• Empeoramiento del cuadro digestivo y deshidratación a pesar de una rehidratación oral adecuada.
• Otras situaciones potencialmente graves: etiología incierta, potencial quirúrgico, niño con mal aspecto general o lactante menor de dos meses.
• Imposibilidad de realizar una correcta rehidratación oral en domicilio
REHIDRATACIÓN. PLANES DE HIDRATACIÓN
En la deshidratación leve y moderada debemos intentar siempre una rehidratación oral, con lactancia materna en el niño lactado al pecho o con
una Solución de Rehidratación Oral
(SRO). Se debe evitar la utilización de bebidas de uso común con un mejor sabor pero que no reúnen en su composición las condiciones adecuadas.
es de un año de
edad, ofrecer media taza (75 ml) y en los mayores de un año, una taza (150 ml) y administrarlo a cucharadas o mediante sorbos pequeños,
después de cada evacuación.
a, poca ingesta de
líquidos y alimentos, numerosas heces líquidas, fiebre, vómito y sangre en las evacuaciones), con el propósito de que acuda nuevamente a
solicitar atención médica en forma oportuna.
Plan B
Para pacientes con diarrea y deshidratación con atención en la unidad de salud:
Administrar Vida Suero Oral 100 ml por kilogramo de peso, en dosis fraccionadas cada 30 minutos durante cuatro horas
Si el paciente presenta vómito, esperar 10 minutos e intentar otra vez la hidratación oral, más lentamente
istir mejoría pasar al
Si los vómitos persisten, existe rechazo al Vida Suero Oral, o gasto fecal elevado (más de 10 g/kg/hora o más de tres evacuaciones por hora) se
hidratará con sonda nasogástrica, a razón de 20 a 30 ml de Vida Suero
Oral por kilogramo de peso, por hora.
Plan C
Para pacientes con choque hipovolémico por deshidratación:
líquidos por vía intravenosa, con solución Hartmann; si no se encuentra disponible, use solución salina
isotónica al 0.9%, de acuerdo con el siguiente esquema:
Hipotermia
a) Elevar la temperatura corporal con medios físicos
b) Alimentar/rehidratar de inmediato con soluciones y alimentos tibios.
c) Descartar hipoglucemia
d) Medir temperatura rectal cada dos horas hasta llegar a 36.5 °C
Deshidratación
Se hidratará con solución de rehidratación oral baja en sodio y baja osmolaridad por vía oral o sonda nasogástrica.
a) Primero: 5ml/kg de solución baja en sodio cada 30 minutos durante dos horas.
b) Después: 5-10 ml/kg/hora durante las siguientes 4-10 horas (el volumen depende de la sed del niño y de las pérdidas a través de
evacuaciones y vómitos).
Choque hipovolémico asociado a deshidratación
a) Ringer lactato con solución glucosada al 5%, 15/ml/kg/h,
b) Solución fisiológica a media dilución con solución glucosada al 5%, 15 ml/kg/h en la primera hora. Monitorizar cada 5-10 minutos por
una hora.
c) Evaluar después de una hora.
Infecciones
a) Paciente sin datos de complicaciones: dar trimetroprim sulfametoxazol por vía oral.
b) Paciente con infección detectada, complicaciones (hipotermia, hipoglucemia) o aletargado: dar ampicilina y gentamicina (vía
intravenosa o intramuscular).
c) Inicio de alimentación
d) Aporte hídrico: 100 ml/kg/d en niños con presencia de edema. 130 ml/kg/d en niños sin edema. Emplear una solución con contenido
bajo de Na+
Aporte energético
El aporte energético se iniciará con 100 kcal/kg/d y se incrementará de forma paulatina hasta alcanzar 150 a 220 kcal/kg/d
El aporte proteico inicial será de 1 a 1.5 g/kg/d y se incrementará de forma progresiva a 4 a 6 g/kg/d
Aporte extra de potasio y magnesio
6. NEUMOLOGÍA
6.1. INFECCIONES DE VÍAS RESPIRATORIAS SUPERIORES
6.1.1. RINITIS
La rinitis alérgica es una enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasal mediada por anticuerpos IgE alergenoespecíficos, con participación
de diversas células, citocinas y mediadores, cuyos síntomas principales, desencadenados por la exposición a alergenos, son la rinorrea, obstrucción
nasal, prurito nasal y estornudos en salva, los cuales remiten espontáneamente o con tratamiento.
La rinitis no alérgica se aplica a la infección nasal en la que los síntomas son idénticos a la rinitis alérgica pero la causa alérgica se ha excluido.
La rinitis o refriado común es más frecuente en edades extremas, de la vida, a principios de otoño, y al principio de la primavera, muy común que
se transmite en regiones donde las personas viven en hacinamiento, se transmite por gotitas de saliva emitidas por el enfermo al toser, hablar y
estornudar.
Los escolares son quienes suelen introducir, el virus en las casas, y el ataque secundario en la familia.
La presencia o ausencia de amígdalas no afecta la predisposición al resfriado, pero factores ambientales como el esmog, las tolvaneras, el
tabaquismo, etc al alterar los mecanismos, locales de defensa constituyen importantes factores predisponentes.
Etiología
- Rinovirus: más de 100 serotipos causan del 30% al 50% de resfriados y hasta 80% de brotes epidemiológicos. Son virus de RNA
clasificados como picornavirus, un serotipo determinado confiere inmunidad específico, pero protección mínima contra los demás.
Para edad adulta se han desarrollado diferentes anticuerpos contra un gran número de ellos. El periodo de contagio es variable,
aunque esta correlacionada con la excreción del virus. (7 a 10 días) aunque se puede prolongar hasta 21 días. Y su periodo de incubación
es de 2 a 3 días.
- Coronavirus: Virus de RNA, son esféricos o elípticos que presentan una cubierta liposoluble (se han identificado 4 tipos antigénicos.)
su periodo de incubación es de 2 a 4 días.
- Adenovirus: Su núcleo proteína constituida por ADN se consideran 51 serotipos divididos en 6 especies. (A-F) de estos el 31, 40 y 41
producen gastroenteritis. Y los responsables de enfermedades respiratorias suelen transmitirse por secreción nasofaríngea de persona
a persona o por fómites. Los ojos pueden representar un portal de entrada el cual provocaría brotes de conjuntivitis. El virus se
transmite durante los primeros cuatro días, del cuadro agudo. El periodo de incubación en el caso de enfermedades respiratorias es
de 2 a 14 días.
- Parainfluenza, pertenecientes al grupo de los paramixovirus, contienen RNA en su núcleo, se conocen 4 tipos antigénicamente distinto
( 1 – 4) con 2 subtipos 4A y 4B , también pueden provocar laringotraqueitis, neumonía y bronquiolitis.. Los virus se transmiten de
persona a persona, por contacto directo o exposición a la secreción nasofaríngea, por fómites o gotitas de saliva, su periodo de
incubación es de 2 a 6 días.
- El virus Sincitial, también es paramixovirus de RNA, carece de glicoproteínas de superficie neuraminidasa y hemaglutinina , se han
identifiaco dos cepas A y B. Es la causa más frecuente de bronquiolitis y neumonía en niños pequeños (1er año de vida) y como epidemia
en invierno e inicio de primavera, contagio más común por contacto doméstico y en guarderías, con excreción vírica de 3 a 8 días
aunque puede ser mayor en
- Enterovirus, grupo de virus RNA que incluye 24 coxsackie del grupo A; 6 coxackie del grupo B, 34 echovirus y 5 enterovirus, causantes
de enfermedades febriles inespecíficas, resfriado común, faringitis,, herpangina, estomatitis, neumonía y pleurodina, también genera
signos cutáneos ( Exantemas) neurológicos (meningitis, aséptica, encefalitis, parálisis) gastrointestinales (vómito, diarrea, dolor
abdominal, hepatitis) oculares (conjuntivitis, hemorragia aguda) y cardiacos (miopericarditis) El ser humano es el único huésped
conocido, su transmisión se da por vía fecal oral y respiratoria, y de madre a hijo durante el periodo perinatal, incidencia mayor en
niños pequeños durante el verano y otoño y climas templados, la excreción y transmisión fecal del virus puede persistir por varias
semanas después de la infección., la diseminación respiratoria no rebasa una semana, mientras el periodo de incubación es de 3 a 6
días.
- Influenza tiene 3 antígenos (A, B y C) pertenece al grupo de los ortomixovirus, estos grupos provocan brotes epidemiológicos en todo
el mundo., el virus tiene una gran capacidad para mutar, sus principales antígenos de superficie (HA) Hemaglutinina y Neuroaminidasa
(NA). Los virus de la influenza tipo A se subclasifican en subtipos de acuerdo con dichos antígenos, los subtipos recientes han sido,
H1N1, H1N2 y H3N2. Las personas mayores de 65 años, los niños menores de 5 años, pacientes con enfermedades cardiorrespiratorias
crónicas, inmuno suprimidos y embarazadas, son las personas más expuestas.
- El estreptococo b-hemolitico, del grupo A principalmente en niños pequeños (1 a 3 años) pueden causar un cuadro de fiebre moderada,
a menudo prolongada, y rinorrea seromucoide, con irritabilidad y anorexia, denominada nasofaringitis febril.
- Mycoplasma pneumoniae, puede manifestarse por coria o faringitis, debe desalentarse el cultivo de material nasofaríngeo para aislar,
haemophilus influenza, staphilococus aureus, moraxella catharralis, y streptococ pneumoniae ya que se consideran flora respiratoria
normal.
Patogenia
Las vías de entrada son la mucosa nasal y conjuntivas, los cambios citopatogenicos, varían de acuerdo con el tipo de virus.
La descarga de virus alcanza su máximo en 2 a 7 días,, pero algunos persisten más de dos semanas., el daño se localiza en el epitelio respiratorio,
incluyendo senos para nasales y trompa de Eustaquio.
Cuadro Clínico
Manifestaciones generales incluyen fiebre grado variable, estornudos, Rinorrea, congestión nasal, tos, malestar general variable, la intensidad,
duración y complicaciones dependerán del estado del huésped y virus causal.
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
a) Manejo sintomático
b) Hidratación, reposo, limpieza secreciones, antipiréticos, antihistamínicos, adrenérgicos locales o tópicos, antitusivos y expectorantes, no
antibióticos.
c) Tratamiento con Amantadina y Rimantadina inhibe la proteína viral M2 impidiendo la replicación del virus influenza tipo A, por lo tanto
disminuye los signos y síntomas.
La dosis para niños de 1 a 9 años (o hasta 40 kg de peso) es de 5 mg/kg/día, durante 2 a 5 días (máximo 150 mg al día)
Para niños mayores de 10 años o 40 kg, 200mg al día en 2 o 3 tomas (no se recomienda en lactantes)
d) Oseltamavir En niños mayores de 2 años, se administra en dosis de 2 mg/kg VO, dos veces al día durante 5 días. Va a reducir los signos y síntomas
e) Zanamivir: Niños mayores de siete años, su presentación es un polvo inhalatorio se administra dos veces por día.
6.1.2. FARINGOAMIDALITIS
Más frecuente en meses de invierno y primavera, más prevalente en climas fríos y templados. Afecta principalmente niños de 5-10 años.
Transmisión por contacto estrecho persona-persona.
Factores de riesgo
Exposición al humo de tabaco
Contacto con pacientes con faringoamigdalitis o portadores sintomáticos
Cambios frecuentes de temperatura
Antecedentes de reflujo gastroesofágico.
Etiología
Viral 3 años: 90-95% 5 años: 50-70%
Bacteriano: S. pyogenes 7-15 años
Viral: Rinovirus, adenovirus, coxsackie, parainfluenza, influenza A y B, Epstein-barr, citomegalovirus.
- hemolítico, S. Grupo B, C , G, S. pneumoniae, S. aureus, C. diphtheriae, H. Influenzae, Neisserias.
Clínica
Para el diagnóstico clínico de faringoamigdalitis es necesaria la existencia signos inflamatorios de la faringe: dolor, hiperemia, aumento de tamaño
de glándulas o inflamación de mucosa. Suele manifestarse de manera más rápida y cursa con dolor garganta, ausencia de tos y fiebre, son
frecuentes la cefalea y los síntomas digestivos (dolor abdominal, vómitos).faringe enrojecida, amígdalas se hipertrofian y aparecen revestidas de
exudado amarillento sanguinolento. Pueden producirse petequias o lesiones en forma de «donut» en el paladar blando y la parte posterior de la
faringe, y la úvula aparece enrojecida, tumefacta y moteada. Los ganglios cervicales anteriores están aumentados de tamaño y duelen. El período
de incubación es de 2-5 días. Algunos pacientes muestran los estigmas adicionales de la escarlatina, como palidez perioral, lengua en fresa y un
exantema rojo finamente papuloso, que recuerda, al tacto, al papel de lija y se parece a una quemadura solar con carne de gallina.
El inicio de una faringitis viral puede ser más gradual y entre los síntomas destacan la rinorrea, la tos y la diarrea. La presencia de conjuntivitis,
rinorrea, ronquera y tos sugiere la etiología viral. La faringitis por adenovirus puede cursar con una conjuntivitis concomitante y con fiebre (fiebre
faringoconjuntival). La faringitis por virus coxsackie puede producir vesículas pequeñas (1-2 mm) y grisáceas, y úlceras en sacabocados en la parte
posterior de la faringe (herpangina) o nódulos blanco-amarillentos pequeños (3-6 mm) en la misma zona (faringitis linfonodular aguda).
En la faringitis por VEB se puede producir una importante hipertrofia amigdalina con exudado, linfadenitis cervical, hepatoesplenomegalia,
exantema y fatiga generalizada, como parte de un síndrome de mononucleosis infecciosa Las infecciones primarias por VHS en niños pequeños
suelen cursar con fiebre elevada y gingivoestomatitis, puede haber faringitis.
Características:
Bacteriana: fiebre 40°), adenopatía cervical, cefalea, dolor abdominal, rash/urticaria,
Viral: febrícula, rinorrea, conjuntivitis, tos humeda, diarrea.
Diagnóstico
-1 año): Irritables – no enfermos, Fiebre baja e irregular, Secreción nasal serosa – narinas excoriadas, Respuesta a penicilina.
- 4 años): Fiebre, vomito, dolor abdominal, halitosis, Habla nasal sin rinorrea, Secreción mucoide posnasal, Enrojecimiento
otitis media, Ganglios cervicales dolorosos
jecido, odinofagia, exudado
faríngeo, ganglios linfáticos cervicales dolorosos y agrandados.
a) Hallazgos clínicos
b) Auxiliares de laboratorio
c) Cuentas leucocitarias - 12 500 poco frecuentes en infecciones estreptocócicas - Porcentaje de neutrófilos segmentados y en banda aumenta en
fase aguda de la infección y se normaliza en la fase de recuperación
d) Proteína C reactiva (positiva confirma el estado de portador de una infección real)
excede 250 U en infección estreptocócica faringoamigdalina , comienzan a elevarse desde la primer semana alcanzan su
máximo desde la 3er semana permanecen altos (2-3 meses)
Tratamiento
Objetivos del tratamiento
no supurativas y complicaciones supurativas
d) Timpanometría: Mide distensibilidad de la MT que puede estar afectada por bloqueo de trompa de Eustaquio y líquido en el oído medio
e) Audiometría: Mide agudeza auditiva; evalúa perdida de conductividad aérea
f) Reflectometría acústica: Detecta líquido en oído medio. Una característica de particular utilidad en otitis media crónica
g) Radiografía, TAC y RM: de oído medio, mastoides y hueso temporal. Son importantes en el diagnóstico y tratamiento de otitis media crónica y
complicaciones tanto de esta como de otitis media aguda
h) Cultivo: Es de gran valor en el manejo de antibióticos. No es útil la obtención de líquido del conducto auditivo externo porque está contaminado
Diagnóstico Diferencial
Tratamiento
Indicados en el tratamiento otitis media, no abusar de ellos porque no solo selecciona flora resistente, sino que daña flora normal y por ende los
mecanismos de defensa contra la infección.
Cura espontanea de un 14 al 90% con resolución del proceso en los 10-14 días del diagnóstico.
1) Terapéutica sintomático: analgésicos
-30 mg/kg/día
2) Antibióticos
-9m mg/kg/día en 3 dosis por 5 a 10 días. Sigue siendo fármaco preferente, el fracaso clínico es del 5%, a causa de H. influenzae,
M. catharrralis
Amoxicilina + Clavulanato: En caso de fracasos debe seleccionarse con base en su conocida actividad contra cepas de H. influenzae, y M. catharralis,
y también contra S. pneumoniae.
día por 3 días: Cuando no hay respuesta al
tratamiento inicial después de 3 días
6.2. INFECCIONES DE VÍAS RESPIRATORIAS MEDIAS
6.2.1. EPIGLOTITIS
Epidemiología
Desde que Michel describió por primera vez la “angina epiglotídea anterior” en 1878, la epiglotitis aguda ha sido reconocida como una enfermedad
rápidamente progresiva que puede amenazar la vida y que afecta a niños en la mayoría de los casos, aunque también puede presentarse en
adultos.
Es una celulitis bacteriana de las estructuras de la supraglotis, que puede obstruir completamente la vía aérea superior. Clásicamente ocurre en
niños entre los 2 y los 6 años, pero puede ocurrir en cualquier edad. Su incidencia aumenta en épocas de invierno.
Antes de la vacunación masiva para Hemophilus influenzae tipo B (HIB), la incidencia era de 6 a 34 por 100.000 niños. Muchos centros han
reportado un descenso en enfermedades causadas por HIB después de la iniciación de la vacunación.
Fisiopatología
El organismo causal más común es el Hemophylus influenzae tipo B (HIB), identificado en mas de 90% de los casos. Puede ser parte de la flora
normal de la faringe o puede ser adquirida por contaminación respiratoria. Los microorganismos pueden entrar al torrente sanguíneo y sembrarse
en la supraglotis, meninges, piel facial, pulmones o articulaciones.
Otros patógenos causales son:
1. Estreptococo betahemolítico del grupo A.
2. Staphylococcus aureus.
3. Streptococcus pneumoniae.
4. Hemophilus parainfluenzae.
5. Pseudomona sp.
6. Klebsiella sp.
7. Virus.
8. Candida.
Otras causas inusuales incluyen la utilización de cocaína, la enfermedad de Kawasaki y lesiones térmicas. También se ha descrito una epiglotitis
crónica en la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Cuadro Clínico
Los tres signos más comunes son: fiebre de inicio súbito, dificultad para respirar e irritabilidad. Los niños usualmente llegan con apariencia tóxica,
con signos clínicos de obstrucción de la vía aérea superior, estridor inspiratorio, taquipnea y sialorrea; hay disfagia y el habla se ve limitada por el
dolor.
Debido a la obstrucción respiratoria, asumen una posición apoyados hacia delante y como Infección de vías respiratorias inferiores olfateando
(“posición en trípode”). Puede ocurrir laringo-espasmo con aspiración de secreciones en una vía aérea que ya está obstruida, lo cual puede
progresar a paro respiratorio.
Diagnóstico
Se debe reconocer la emergencia de la vía aérea y prevenir la obstrucción, el diagnóstico se hace por inspección directa de la laringe en un
ambiente controlado, usualmente en salas de cirugía y con la presencia de un anestesiólogo.
En un paciente que coopera se puede ver la faringe sin baja lenguas para descartar amigdalitis o abscesos faríngeos. En estos pacientes están
contraindicados los intentos por visualizar la faringe en el servicio de urgencias o en un consultorio sin contar el equipo para manejar la obstrucción
de la vía aérea.
Las radiografías laterales de cuello pueden ser útiles para el diagnóstico, pero durante su realización se debe disponer de todo el equipo para
manejo de la vía aérea; se puede visualizar una epiglotis engrosada y redondeada (signo del dedo pulgar) con una subglotis normal.
Con el paciente en la sala de cirugía se procede con el examen físico, que permite ver la supraglotis eritematosa, edematosa y con grados variables
de obstrucción. Los cambios en la mucosa van desde eritema hasta franca necrosis; en raras ocasiones se pueden ver abscesos de la cara lingual
de la epiglotis.
Diagnóstico Diferencial
Laringotraqueítis o croup.
Traqueítis bacteriana.
Uvulitis.
Amigdalitis aguda.
Abscesos periamigdalino o retrofaringeo.
Difteria.
Cuerpo extraño faríngeo.
Tratamiento
El objetivo principal es asegurar la vía aérea. Si no está comprometida y se sospecha epiglotitis se debe vigilar al paciente en un sitio donde existan
las facilidades para manejar la emergencia, que puede requerir intubación con critotiroidotomia y/o traqueostomia. El paciente naturalmente
asume su posición para maximizar la ventilación y toda maniobra que ponga en riesgo una vía aérea ya parcialmente obstruida está contraindicada.
Cualquier conducta que haga llorar al paciente puede precipitar la obstrucción de la vía aérea; se debe evitar en lo posible extraer muestras de
sangre, desvestir al paciente, examinar la faringe, inmovilizarlo para tomar radiografías, separarlo de los padres y, especialmente, colocarle líneas
intravenosas.
Se debe estabilizar la vía aérea en conjunto entre el pediatra, el otorrinolaringólogo y el anestesiólogo, idealmente en una sala de cirugía o en una
unidad de cuidado intensivo, pero siempre estando preparados para cualquier urgencia. Algunas publicaciones recomiendan la intubación de
rutina en todos los pacientes con epiglotitis; en el momento de la intubación se deben obtener muestras de la epiglotis para cultivo y tomar
hemocultivos, los cuales pueden ser positivos para HIB hasta en 90-95% de los casos.
Betalactamasas, como el ceftriaxone (100 mg/kg/día), cefotaxime (100 mg/kg/día) o ampicilina-sulbactam (200 mg/kg/día); la duración del
tratamiento es usualmente de 10 a 14 días, complementado con antibióticos orales.
6.2.2. LARINGOTRAQUEITIS
Epidemiología
Edad: 6meses-3años
• 3-5/100niños
• Reinfecciones
• 15% del total de IR
Contacto directo, exposición a fomites
• PI: 1-6 días
• 2-1 NIÑOS Y NIÑAS
• 1% mortalidad
Etiología
• Virales
• Parainfluenza tipo 1 y 3
• Parainfluenza tipo 2, influenza tipo A, adenovirus, sincicial respiratorio
• Rinovirus, enterovirus, herpes simple
• Bacterianos.
• Haemophilus influenzae B
• S. Aureus, S. Pyogenes, Moraxella catarralis, M. Pneumoniae
Fisiopatología
La infección viral comienza en la nasofaringe y se disemina hacia el epitelio respiratorio de la laringe y la tráquea, donde puede detenerse o
continuar su descenso por el árbol respiratorio. Produce inflamación difusa, eritema y edema de la mucosa y submucosa de la vía aérea
provocando el deterioro de la movilidad de las cuerdas vocales. Esto aunado a la cantidad y viscosidad de las secreciones, provoca una disminución
de la luz traqueal. La frecuencia del CRUP viral en una edad determinada es debido a su anatomía pues el diámetro de la vía aérea en los niños es
mucho más pequeño que en los adultos, por lo que ante un mismo grado de inflamación, la obstrucción al flujo aéreo será mayor. La ventilación
del niño también es afectada por la congestión nasal y por el aumento de la velocidad respiratoria durante el llanto. El estrechamiento de la laringe
origina la dificultad respiratoria y produce estridor (ruido ronco inspiratorio). La inflamación y la paresia de las cuerdas vocales provocan la afonía.
Puede compensarse con taquipnea, pero si aumenta esta obstrucción produce agotamiento, lo que inicia una insuficiencia respiratoria
apareciendo hipoxemia (disminución deO2 en sangre arterial) e hipercapnia (aumento de CO2 en sangre arterial).
Cuadro clínico:
a) Laringotraqueitis aguda (LA)
Comienza como infección respiratoria de vías altas que evoluciona en 1 a 3 días hacia el cuadro típico de CRUP laríngeo:
-tos ronca (grito de foca)
-Estridor de predominio inspriatorio (por la turbulencia del paso del aire a través de las cuerdas vocales inflamadas)
-afonía
-Dificultad respiratoria con intensidad variable y empeoramiento nocturno. Tendrá que respirar muy rápido y el abdomen y piel del tórax parecerá
hundirse mientras respira. La piel quizá se ponga pálida o morada alrededor de la boca del lado que no está recibiendo suficiente oxígeno. La
agitación, llanto y posición horizontal agravan los síntomas, por lo que prefiere estar sentado o de pie. Puede mejorar o empeorar clínicamente
en una hora, el cuadro típico dura de 2 a 7 días aunque la tos y el catarro pueden persistir más tiempo.
Diagnóstico
A la exploración física se encuentra al niño con voz ronca, faringe normal o levemente inflamada y FR ligeramente aumentada. La mayoría de los
casos solo presentan ronquera y tos perruna sin otro signo de obstrucción dela vía aérea. En otras ocasiones la gravedad de la obstrucción se
manifiesta con aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, aleteo nasal, y cianosis.
Taussing
Forbes
7. PARO CARDIORRESPIRATORIO
El paro cardiorrespiratorio (PCR) es una interrupción potencialmente reversible de la respiración y circulación. En los niños las causas más
frecuentes son las que producen un fallo respiratorio. La reanimación cardio-pulmonar (RCP) básica permite una oxigenación de emergencia sin
medios técnicos, mediante apertura y reversión de la obstrucción de vía aérea de esta manera se proporciona la ventilación y masaje cardíaco
externo. La RCP avanzada tiene como objetivos: a) Restablecer la actividad cardíaca y normalizar el ritmo cardíaco b) Establecer una ventilación
adecuada c) ventilación y oxigenación, d) monitorización electrocardiográfica e) Administración de fármacos a través de vías adecuadas f) Manejo
adecuado de arritmias.
Definición
Paro cardiorrespiratorio (PCR): se define como el cese brusco e inesperado de la respiración y circulación espontáneas, de forma potencialmente
reversible. Se produce cuando la sangre deja de circular debido a que la actividad mecánica cardiaca es ineficaz o está ausente. Reanimación
cardiopulmonar (RCP): es el conjunto de maniobras empleadas para revertir dicha situación, con el objetivo fundamental de recuperar las
funciones cerebrales completas.
Epidemiología
El colapso súbito causado por la fibrilación ventricular/ taquicardia ventricular sin pulsos, es la forma de presentación más frecuente en
aproximadamente el 5% al 15% de todos los paros cardiacos pediátricos prehospitalarios. En el ámbito hospitalario la arritmia que requiere
descarga eléctrica en algún momento del intento de reanimación es en aproximadamente el 25% de los niños y el 10% presentan fibrilación
ventricular/taquicardia ventricular como el ritmo inicial del paro.
Medidas preventivas y educación en salud
Monitoreo de signos vitales y oximetría de pulso en pacientes graves, con énfasis en patología respiratoria. Todo personal médico y paramédico
debe estar capacitado en las técnicas básicas y avanzadas de reanimación. Educar a los padres o al personal encargado de los niños en la
identificación de signos de alarma, prevención de accidentes en el hogar y etnoprácticas.
Etiología
Las causas inmediatas más frecuentes de paro cardiorrespiratorio (PC) en niños son la insuficiencia respiratoria y la hipotensión; las arritmias son
una causa menos frecuente. El paro cardiaco (PC) por sí solo no es frecuente en niños y cuando se produce, la mayoría de veces está asociado a
una arritmia (FV o TV sin pulsos). Entre las causas cardiacas que predisponen al PC se encuentran: miocardiopatia hipertrófica, arteria coronaria
anómala (aberrante), Síndrome QT largo, miocarditis, intoxicación por drogas (digoxina, efedrina, cocaína entre otros), contusión cardiaca,
síndrome de muerte súbita del lactante es una de las principales causas de muerte en lactantes menores de seis meses.
- Causas hospitalarias de PC: Insuficiencia respiratoria: obstrucción de la vía aérea, edema agudo de pulmón. Alteraciones que llevan al
choque: metabólicas/electrolíticos, sustancias toxicas, embolia pulmonar. Arritmias.
- Causas extrahospitalarias de PCR:
1. Traumatismo es la causa predominante de muerte en los niños mayores de seis años hasta la juventud.
2. Insuficiencia respiratoria: obstrucción de la vía aérea superior (asfixia por cuerpo extraño, crup), obstrucción de la vía aérea inferior (asma,
neumonía) y por otras causas como inmersión.
3. Choque: hipovolémico, cardiogénico, distributivo (séptico, neurogénico).
4. Síndrome de muerte súbita del lactante.
5. Arritmias.
Manifestaciones clínicas
Independientemente del evento o proceso patológico que desencadene el paro cardiorrespiratorio todos desarrollan insuficiencia cardiopulmonar
previamente, el cual puede ser condicionado por insuficiencia respiratoria o choque. La insuficiencia cardiopulmonar se define como la
combinación de insuficiencia respiratoria y choque, se caracteriza por una ventilación, oxigenación y perfusión tisular inadecuada. Clínicamente
el paciente está cianótico, con jadeo o respiraciones irregulares y bradicardia. El paciente previo al paro, presenta llenado capilar prolongado,
pulsos centrales débiles, pulsos periféricos ausentes, hipotensión, extremidades frías, piel marmórea o cianótica, disminución o pérdida de la
conciencia.
Complicaciones
Si al brindar las maniobras de reanimación cardiopulmonar el paciente no mejora, se debe utilizar el recurso nemotécnico de las 6 H y las 5 T:
●Hipovolemia ●Hipercalemia /hipocalcemia
●Tóxicos ●Trombosis
●Hipoxia ●Hipoglicemia
●Taponamiento cardíaco ●Traumatismos.
●Hidrogeniones (acidosis) ●Hipotermia
●Tensión neumotórax
Diagnóstico
El paro cardíaco en niños se reconoce por la ausencia de función cardiorrespiratoria: no hay movimientos, respiración ni pulsos. Hay que mencionar
que el boqueo agónico no se considera una respiración adecuada. En el monitor electro cardíaco puede ser que no se registre actividad eléctrica
o que exista un ritmo de paro. Durante el paro y el postparo cardíaco se deben indicar exámenes de laboratorio y gabinete: gasometría arterial,
hemograma completo, electrolitos séricos, glicemia, nitrógeno ureico, creatinina, pruebas de función hepática y coagulación, oximetría de pulso,
radiografía de tórax, ecocardiograma, electrocardiograma.
Diagnóstico diferencial
Asistolia, actividad eléctrica sin pulsos, fibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin pulsos (incluye Torsades de Pointes). La asistolia y la
actividad eléctrica sin pulsos son los ritmos iniciales de paro más frecuente en niños menores de doce años.
Tratamiento
La reanimación cardiopulmonar es la base para el tratamiento del paro cardiopulmonar. Los objetivos del tratamiento son: Aumentar la presión
de perfusión y el flujo sanguíneo en las arterias coronarias y cerebrales Estimular la contractilidad miocardica y aumentar la frecuencia cardíaca
Corregir la acidosis Tratamiento de la arritmia.
Inicie medidas de soporte vital básico: CAB: Compresión torácica, vía aérea permeable y ventilación asistida. Administre oxígeno cuando esté
disponible. Ante un paro cardiorrespiratorio debe garantizarse la vía aérea por lo cual es necesario realizar intubación orotraqueal, utilizando
fórmulas para considerar el diámetro interno y posición del tubo orotraqueal.
Medicamentos: Adrenalina: Dosis: 0.1 mg/kg/dosis de una solución de 1:10,000 cada 3 a 5 minutos (dosis máxima 1 mg), vía de administración:
IV e intraósea rápida. En nuestro país se dispone de ampollas de 1:1000 por lo que se debe diluir una ampolla (1cc) en 9 cc de agua bidestilada
para obtener la concentración antes descrita. Para la vía endotraqueal la dilución es de 1:1000. Amiodarona: (50 mg/ml ampolla 3ml). Dosis: 3
mg/kg/dosis (máxima de 200 mg), se puede repetir hasta alcanzar la dosis diaria máxima de 15mg/kg (2.2 gr en adolecentes). Vía de administración:
IV, IO (intraósea). Se utiliza como parte del tratamiento de fibrilación ventricular, taquicardia ventricular resistente a descarga o recurrente.
Lidocaína: Dosis: bolus inicial de carga de 1 mg/kg dosis, vía endovenosa; Por vía endotraqueal la dosis es de 2 a 3 mg/Kg dosis, la dosis de
mantenimiento en infusión es de 20 a 50 microgramos /kg/minuto.
7.1. REANIMACIÓN PEDIÁTRICA BÁSICA
Primera evaluación inicial
Está basada en la respuesta a 4 preguntas:
1. ¿El líquido amniótico es claro?
2. ¿La gestación es a término?
3. ¿El recién nacido respira o llora?
4. ¿Tiene buen tono?
Si todas las respuestas son afirmativas se realizarán los “cuidados de rutina”:
1. Proporcionar calor.
2. Limpiar vía aérea si es necesario.
3. Secar.
4. Dárselo a la madre.
Si alguna respuesta es negativa se procederá a la estabilización inicial
Estabilización inicial
Actuar en el orden que sigue (salvo en caso de líquido amniótico meconial):
1. Evitar pérdida de calor: colocar al niño bajo una fuente de calor radiante.
2. Optimizar la vía aérea: colocar al niño en decúbito supino con la cabeza en posición neutra o ligera extensión.
a. Si precisa, aspirar secreciones con una sonda de 8-10 F, primero boca y después nariz.
b. La presión negativa no debe ser superior a 100 mmHg ó 20 cmH2O.
c. La succión debe ser en periodos breves y de forma superficial, evitando introducir la sonda profundamente, ya que se puede producir un
espasmo laríngeo y bradicardia vagal.
3. Secar la piel con paños precalentados, retirando los paños húmedos y cubriéndole con uno seco. a. Se debe evitar tanto la hipertermia como la
hipotermia.
4. Estimulación táctil: si tras la maniobras anteriores el recién nacido no inicia la respiración estimularle con palmadas suaves en la planta de los
pies o frotando la espalda.
5. Reposicionar. Estas maniobras se realizan en los primeros 30 segundos.
Valoración
1. Respiración: el llanto del niño es la confirmación del inicio de una ventilación adecuada. Si no existe llanto se debe valorar la frecuencia y
profundidad de los movimientos torácicos, así como la existencia de patrones respiratorios anómalos (respiración en boqueadas o “gasping”,
excesivo trabajo respiratorio con tiraje a diferentes niveles).
2. Frecuencia cardiaca: auscultar el latido cardíaco o tomar el pulso en la base del cordón umbilical.
3. Color: observar si el niño tiene color sonrosado, está cianótico o pálido. La cianosis periférica es habitual y no significa en sí misma hipoxemia.
La evaluación de estos 3 parámetros se debe realizar cada 30 segundos durante el tiempo que dure la reanimación. Si la respiración es regular, la
frecuencia cardiaca es superior a 100 lpm y el color es sonrosado, pueden aplicarse los cuidados de rutina y pasar el niño a la madre.
No se debe esperar al minuto de vida para actuar según el test de Apgar, sino que el proceso de evaluación y estabilización empieza cuando el
niño nace. No está establecido el tiempo de ligadura del cordón umbilical en recién nacidos que requieren reanimación, pero se recomienda
retrasarla >1min en RNT.
Oxigenación
Si el recién nacido está cianótico a pesar de una respiración y frecuencia cardiaca adecuadas puede considerarse la administración de oxígeno
libre mediante:
1. Bolsa de anestesia
2. Mascarilla facial conectada a un mezclador aire/oxígeno
3. Colocando un tubo de de mezcla aire/oxígeno entre dos dedos de la mano haciendo una mascarilla.
Se administrarán concentraciones bajas de FiO2 (O2: 30%-35%), cuando sea necesario. El aumento, el descenso o la interrupción posterior del
mismo debería ser guiada por la valoración clínica de la respiración, la frecuencia cardiaca, el color, y por la SpO2 cuando se disponga.
El objetivo de una SpO2 preductal (sonda en mano derecha) de 93-97% en el neonato a término y del 85-92% en el pretérmino puede ser aceptable
actualmente.
Si persiste la cianosis, se aplicará presión positiva intermitente.
Ventilación
1. Ventilación no invasiva y manual (mascarilla-bolsa autoinflable, mascarilla-tubo en T, mascarilla laríngea):
• Indicaciones:
– Apnea o movimientos respiratorios inadecuados.
– Frecuencia cardiaca inferior a 100 lpm a pesar de que el niño haya iniciado la respiración.
• Técnica:
– Posición en decúbito supino, con la cabeza en posición neutra o ligeramente extendida.
– Abrir la vía aérea (aspirar secreciones si precisa) y colocar la mascarilla. Esta debe ser de tamaño adecuado, no debe apoyarse en los ojos y no
debe sobrepasar el mentón, permitiendo el sellado total de la boca y la nariz. Debe ser transparente y con rodete almohadillado que permita un
buen sellado y evite lesiones en la cara.
1. Ventilación con mascarilla conectada a bolsa. La bolsa debe ser autoinflable con un tamaño no superior a 750 ml (250 ml en los
prematuros y 500 ml en el resto) y con válvula de seguridad cuyo límite de presión esté prefijado a 30 cm H2O. La bolsa se conecta a
un flujo de gas, humidificado y caliente, entre 5 a 10 L/min.
2. Ventilación con tubo en T (tipo Neopuff) conectado a mascarilla facial (se puede conectar en otros casos a tubo ET o gafas nasales).
Permite predeterminar el límite de pico (PIP) que es variable según la edad de gestación y la causa de la reanimación; puede ser suficiente 20 cm
H2O (algunos RN pueden precisar presiones más altas inicialmente, hasta 30 - 40 cm H2O) y de la presión al final de la espiración (PEEP) de 4-5
cm H2O.
Para comenzar a ventilar, el reanimador se debe colocar a la cabecera o a un lado del niño, abrir ligeramente la boca del recién nacido y aplicar la
mascarilla. Conectar la bolsa o el tubo en T y comenzar con las insuflaciones a un ritmo de 30-60 rpm. (frecuencias más altas en niño prematuros).
La mejoría de la frecuencia cardiaca se considera el mejor indicador de estar realizando una ventilación correcta; la mejoría del color así como la
visualización de un correcto desplazamiento del tórax con cada insuflación indica que la ventilación se está realizando adecuadamente.
3. Mascarilla laríngea Se ha mostrado eficaz para ventilar niños a término, existiendo pocos datos en prematuros. Puede ser válida si la
ventilación con bolsa y mascarilla es ineficaz y fracasa la intubación. Por el momento no se puede recomendar su uso rutinario.
4. Intubación endotraqueal: Cada intento no debe durar más de 30 segundos (ventilando al niño con bolsa mascarilla entre cada intento).
• Indicaciones:
– Ventilación con bolsa y mascarilla ineficaz.
– Si se prevé un tiempo prolongado de ventilación.
–Cuando se requiera aspiración traqueal (líquido amniótico).
– Situaciones especiales: hernia diafragmática y prematuridad extrema.
• Técnica:
– Posición en decúbito supino, con la cabeza en ligera extensión.
– Introducir el laringo por la derecha con la mano izquierda, desplazando la lengua hacia la izquierda.
– Avanzar hasta situar la punta del laringo en la vallécula o sobre la epiglotis.
– Traccionar en dirección del mango del laringo hasta visualizar cuerdas vocales.
– Con la mano derecha introducir el tubo endotraqueal.
Una vez intubado el niño se puede ventilar con bolsa, tubo en T o un respirador, usando la menor presión y la menor concentración de oxígeno
posibles.
Masaje
• Indicaciones:
– En cualquier momento si hay ausencia de latido cardíaco.
– Frecuencia cardiaca inferior a 60 lpm tras 30 segundos de ventilación con presión positiva.
• Técnica:
– Colocar los pulgares sobre el tercio inferior del esternón, por debajo de la línea intermamilar y el resto de los dedos abrazando al tórax.
– Otra técnica consiste en comprimir en el mismo punto con dos dedos perpendiculares al esternón.
– La profundidad de la compresión debe ser 1/3 el diámetro antero-posterior del tórax.
– Ritmo de compresión: 3 compresiones/1 ventilación.
Fármacos y fluídos
Tenemos 3 vías de administración:
1. Vena umbilical: de elección.
2. Vía endotraqueal: si no se consigue vía venosa y el niño está intubado.
3. Vía intraósea y vías periféricas: excepcional su uso en rcp en paritorio.
Adrenalina
• Indicaciones: FC 30 segundos.
• Dosis:
- Endovenosa: 0,1-0,3 ml/Kg de la dilución 1:10.000 (1 ml de adrenalina + 9 ml de SSF).
- Endotraqueal 0,3-1 ml/Kg de la dilución 1:10.000.
• Si tras una primera dosis no mejora administrar nueva dosis cada 3-5 minutos.
Expansores de volumen
• Indicaciones:
- Sospecha de hipovolemia (hemorragia materna, transfusión feto-materna o fetofetal, rotura del cordón umbilical y mala respuesta a la
reanimación).
- Signos clínicos sugerentes (palidez, pulsos débiles, mala perfusión, acidosis metabólica).
• Tipos:
- Cristaloides: SSF (el más usado) o Ringer lactato.
- Sangre: 0 Rh – si ha habido una pérdida importante.
• Dosis: 10 ml/kg en 5-10 minutos, repitiendo según respuesta clínica.
Naloxona
• Indicaciones:
- Depresión respiratoria cuya madre haya consumido narcóticos 4 horas previas al parto.
- No en hijos de madres adictas a opiáceos en cuadro de abstinencia grave. Aquí tratamiento sintomático, manteniendo soporte respiratorio hasta
que inicie respiración espontánea.
• Dosis: 0,1 mg/Kg iv, im ó io (solución 0,4 mg/ml). Repetir cada 2-3 minutos hasta revertir depresión respiratoria.
Bicarbonato sódico
Su uso rutinario está desaconsejado. Algunos lo recomiendan si fallan todas las medidas de RCP y otros si existe acidosis metabolica con pH < 7,12.
• Dosis: 1-2 mEq/Kg iv ó io (solución 0,5 mEq/ml, bicarbonato 1M diluido al medio).
8. INFECTOLOGÍA Y PARASITOLOGÍA
8.1. SÍNDROME FEBRIL EN PEDIATRÍA
La fiebre es una respuesta adaptativa, utilizada por casi todos los vertebrados, como parte de la reacción de fase aguda en la respuesta inmune.
La respuesta febril ha tenido una larga historia filogenética preservada durante más de 400 millones de años y se considera como un avance
evolutivo de la especie. Se admite que la fiebre es un ejemplo de adaptación morfofuncional en las etapas iniciales de los vertebrados en su
desarrollo hacia las condiciones de vida terrestre.
La temperatura corporal en el hombre se mantiene constante y no se ve afectada por los cambios ambientales gracias a unos mecanismos de
regulación localizados en el hipotálamo anterior, que afectan tanto a la producción como a la disipación del calor. Si se obvian las variaciones
interindividuales y las que tienen lugar durante el día, la temperatura corporal normal oscila entre 36°C y 37,4°C; hay ciertas variaciones en estos
valores en función del lugar del organismo en el que se mida la citada temperatura:
• Axila: 36,2°C. • Boca: 36,8°C. • Recto: 37,2°C.
Factores como el ciclo ovárico, el ejercicio y las comidas influyen en la temperatura normal del organismo. Al mismo tiempo, debe recordarse
también que la temperatura corporal sigue un ritmo circadiano constante, que se mantiene incluso en situaciones de enfermedad: aumenta desde
un mínimo de 36°C de madrugada hasta un máximo de casi 37,5°C por la tarde, para volver a bajar de noche. La fiebre es la elevación de la
temperatura corporal mediada por un incremento del umbral hipotalámico que regula el calor.
Por consenso, se acepta que hay fiebre cuando la temperatura corporal es superior a los 38°C en el recto, 37,8°C en la boca o 37,4 °C en la axila.
En el origen de la fiebre hay una gran variedad de agentes infecciosos, así como otras condiciones no infecciosas que desencadenan la respuesta
inflamatoria.
Las manifestaciones de cualquier cuadro febril tienen un carácter estereotipado, totalmente independiente de su origen. En función del tiempo
de evolución se distingue entre:
• Fiebre de corta duración. Está presente durante un período de tiempo inferior a 2 semanas.
• Fiebre de duración intermedia. Se mantiene durante 2-3 semanas.
• Fiebre de larga duración. Es aquella cuya duración supera las 3 semanas.
De acuerdo con la curva térmica, la fiebre puede ser:
• Intermitente. Se caracteriza porque la temperatura desciende cada día a valores normales.
• Remitente. La temperatura desciende cada día, sin alcanzar los valores normales.
• Mantenida. La temperatura no muestra oscilaciones superiores a un grado a lo largo del día.
• Recurrente. En la que aparecen alternancias entre períodos febriles y períodos de temperatura normal de duración variable.
Fisiopatología de la fiebre
La temperatura corporal resulta del balance entre la producción y la pérdida de calor; este balance está controlado por el centro termorregulador
situado en el hipotálamo anterior. El calor se genera a través de la producción endógena en los procesos metabólicos y también cuando la
temperatura ambiente supera a la corporal; la pérdida de calor tiene lugar a través de las superficies corporales, en concreto la piel y los pulmones.
Se admite que la aparición de fiebre es consecuencia de la estimulación de la producción de pirógenos endógenos, polipéptidos elaborados por
diversas células, principalmente monocitos y macrófagos titulares.
El prototipo de pirógeno endógeno es la interleucina 1, aunque hay muchas sustancias consideradas como tales (factor de necrosis tumoral,
interferón α, etc.). Los pirógenos exógenos están constituidos por diversos agentes, como bacterias y sus endotoxinas, virus, hongos, protozoos,
reacciones inmunológicas, tumores, fármacos y otros; los pirógenos exógenos tienen capacidad para desencadenar la liberación de pirógenos
endógenos por macrófagos y otras fuentes. La patogénesis de la fiebre tiene el mismo mecanismo fisiopatológico para procesos de muy diversa
etiología, por lo que la fiebre es un signo totalmente inespecífico. La fiebre representa la ruptura del equilibrio entre los sistemas termogenético
y termolítico, con lo que puede producirse por procesos infecciosos y no infecciosos.
La elevación de la temperatura corporal en algunos grados puede aumentar la eficiencia de los macrófagos para destruir los microorganismos
invasores, por lo que además dificulta la replicación de diferentes microorganismos, con lo que otorga una ventaja adaptativa al sistema inmune.
Finalmente, el mecanismo de acción de los antitérmicos se basa en inhibir la síntesis de prostaglandinas, lo que origina una menor producción de
AMPc, que a su vez evita el incremento de la temperatura umbral.
La fiebre en el niño
En pediatría se define la fiebre como la elevación de la temperatura corporal por encima de 38 °C en determinación rectal; se prefiere la medición
en el área rectal, ya que es la más cercana a la temperatura central del organismo; otras determinaciones como la axilar o la inguinal son inexactas,
debido tanto a la dificultad en el procedimiento como a su mayor dependencia de los cambios que experimenta la temperatura ambiental.
Se recomienda, por tanto, tomar la temperatura rectal preferentemente durante 1 min antes de realizar la lectura. Las principales causas de fiebre
en la edad pediátrica incluyen procesos infecciosos, vacunaciones, daños de tejidos (traumatismos, inyecciones intramusculares, etc.),
enfermedad tumoral maligna (linfomas, neoplasias, etc.), fármacos, alteraciones inmunitarias (lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide,
etc.), procesos inflamatorios (enfermedad inflamatoria intestinal), enfermedades endocrinas (feocromocitoma) y alteraciones metabólicas (gota,
uremia, etc.).
Temperaturas superiores a 5°C respecto al valor habitual del individuo (41-42°C) son peligrosas para la vida, ya que se producen importantes
cambios metabólicos que incluyen modificaciones en la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas, cambios en la permeabilidad celular y en el pH
intracelular. En la práctica, la principal complicación se relaciona con la despolarización, probablemente por depleción de potasio intracelular, del
tejido excitable, incluyendo el sistema conductor cardíaco y cerebral. La mayoría de las muertes por hipertermia o hiperpirexia se deben a arritmias
cardíacas. Algunas condiciones bajo las que aparece la hipertermia son el ejercicio intenso, la hipertermia maligna, el síndrome neuroléptico
maligno, el hipertiroidismo, el arropamiento excesivo y el golpe de calor, entre otras.
Epidemiología
Aproximadamente entre el 10 y el 20% de las visitas a una consulta de pediatría se deben a episodios agudos febriles. En tales episodios no se han
encontrado diferencias de acuerdo con el sexo o la condición socioeconómica del niño. Los cuadros agudos febriles son más frecuentes en niños
con edades comprendidas entre los 3 y los 36 meses. La frecuencia de episodios febriles es mayor en los niños que acuden a guarderías. Se da un
aumento en la incidencia durante los meses de invierno, coincidiendo con epidemias de virus respiratorios y gastrointestinales.
Cuadro sintomático
Los procesos febriles frecuentemente se acompañan de otros síntomas, como cefalea, anorexia, malestar general, fatiga y dolores musculares.
Estos síntomas parecen estar mediados más por la interleucina 1 y otros pirógenos endógenos que por la propia respuesta febril. Solamente en
condiciones patológicas muy raras la fiebre puede poner en peligro la vida del paciente. En definitiva, la fiebre resulta dañina en todas las
situaciones en las que el episodio desencadenante conlleva el inicio de una reacción inflamatoria incontrolada.
Abordaje terapéutico
De entrada, conviene recordar que en el niño en su estado habitual un estado febril no es dañino para el organismo, ya que generalmente se
tolera bien y carece de consecuencias a largo plazo. Por otro lado, el tratamiento antipirético puede enmascarar los síntomas típicos de un proceso
patológico, retrasar su diagnóstico y consecuentemente la instauración de un tratamiento etiológico. Sin embargo, la administración de un
antitérmico es una parte importante del tratamiento del niño con fiebre. Los estudios clínicos realizados no han demostrado convincentemente
la existencia de riesgos clínicamente importantes con el uso de tratamiento antitérmico en procesos víricos y bacterianos. Sin embargo, tampoco
puede olvidarse que la farmacopea antipirética no está exenta de riesgos, efectos colaterales y sobredosis; especial mención merecen los
salicilatos en relación con el síndrome de Reye.
Así pues, la decisión de instaurar o no un tratamiento antitérmico estará en función del balance beneficio/riesgo, por lo que no debe considerarse
la supresión de la fiebre como una práctica rutinaria.
El ibuprofeno se ha convertido en el antitérmico de elección en el tratamiento de niños con fiebre, salvo en los menores de un año. Diferentes
estudios han demostrado una eficacia similar entre el paracetamol y el ibuprofeno para el descenso de la temperatura en los niños con fiebre,
salvo en mayores de 5 años, en los que algunos trabajos demuestran que el ibuprofeno tiene una mayor eficacia. La mayor utilización de
paracetamol en menores de un año podría estar en relación con el hecho de que no está completamente establecida la seguridad del ibuprofeno
en menores de 6 meses y, de hecho, en la ficha técnica se recomienda no administrarlo en menores de 3 meses.
La vía de administración usada con mayor frecuencia para administrar un fármaco antitérmico es la vía oral; la vía rectal, dada su absorción más
errática y su mayor incomodidad para el paciente, suele usarse bastante menos, aunque puede resultar de elección en caso de que el cuadro febril
se acompañe de la existencia de vómitos.
La pauta posológica más habitual para el paracetamol es la de 10 mg/kg por toma con un intervalo mínimo de 4 h, o de 15 mg/kg por toma cada
6 h. Para el ibuprofeno, la pauta posológica más usual es la de 5-10 mg/kg/6-8 h, hasta un máximo de 20 mg/kg/día.
8.2. TERAPIA ANTIMICROBIANA
8.3. ENFERMEDADES EXANTEMÁTICAS
8.3.1. VARICELA
El virus de la varicela zoster produce: varicela (infección primaria del virus) y herpes zoster (reactivación). Virus exclusivamente HUMANO (único
reservorio y fuente de infección)
Etiología
Género varicelavirus, subfamilia herpesviriade alfa, poco resistente al medio externo, se inactiva con la luz solar y ultravioleta a una temperatura
de 60C durante 30 min. El virus se aísla con facilidad en una muestra de líquido vesicular, solo se cultiva en cel. Embrionaria humanas, no en
animales de laboratorio.
Epidemiología
Depende de la la edad y el clima Templado (predomina en la infancia) Tropicales (adolescentes y adultos)
Patogenia
El sitio inicial de replicación viral es probablemente la vía respiratoria superior (bucofaringe) El virus invade los ganglios linfáticos locales y 96 h
después invade el torrente circulatorio (viremia primaria) que distribuye virus en hígado, bazo y otros órganos, 10 días después se genera
diseminación del virus en cel. Epiteliales a través de cel sanguíneas infectadas (mononucleares) con infección cutánea y erupción.
La inmunidad frente a VEZ (IgM, IgG e IgA). IgA eIgM desaparecen en 120 días IgG permanecen x tiempo teniendo el individuo inmunidad toda la
vida.
En la infección del R.N la distribución de lesiones en dermatomas junto con signos de daño neurológico, la brevedad del periodo de latencia (entre
infección primaria y la reactivación) tiene a deber a la inmadurez inmunitaria como daño al feto
Todos los virus del herpes comparten que después de la infección primaria el virus no es eliminado del organismo, sino que permanece latente en
los ganglios de la raíz nerviosa dorsal cercanos a la medula espinal ya que el virus se disemina de la piel hasta los nervios sensoriales que la inervan.
La inmunidad suele retener el virus y cuando esta se deprime (desnutrición, envejecimiento, tx inmunosupresor o SIDA) el virus se reactiva y
produce herpes zoster
Anatomía patológica
La infección afecta capas superficiales de la piel produciendo inflamación a a nivel de corion, degeneración globos de cel, formación de cel.
Gigantes multinucleadas con cuerpos de inclusión intranuclear.
Al avanzar lesión liquido de edema cambia de color claro a turbio y este como el corion se encuentran invadidos x leucocitos polimorfonucleares,
el liquido se reabsorbe y deja una costra, la cual se seca y cae sin dejar cicatriz, en mucosas no dejan costras dejan una ulcera que cicatriza pronto.
Px que mueren x varicela se encuentra afección multiviceral con lesiones en hígado, páncreas, bazo, esófago, pulmones, riñones y glándulas
suprarrenales. En SNC desmielinización en sustancia blanca.
Cuadro Clínico
4 etapas clínicas:
1.- periodo de incubación, con su viremia primaria y secundaria.
2.- fase prodrómica.
3.- aparición del brote eruptivo.
4.- curación o costrificación de las erupciones.
- Periodo prodrómico en niños inexistente
- Síntomas como: fiebre baja 38.6 C o 41 C malestar, letargo, falta de apetito, cefalalgia disfagia leve y tos, vomito. Suelen ir a la par de la viremia
secundaria antes de la aparición del exantema (más común en adolescentes y adultos)
- Fiebre, dolor faríngeo, irritabilidad, malestar y falta de apatito son manifestaciones relevantes en la fase aguda posterior a la erupción.
No hay que olvidar que en la etapa inicial de la aparición de las lesiones puede apreciar un enantema en el velo del paladar denominado (manchas
de Forshaimer) que afecta mucosa bucal, conjuntiva, vagina y recto.
Herpes Zóster
Dolor, o un incremento notorio de la sensibilidad al mismo en la zona inervada por el nervio infectado; 48 o 72 h después aparece una erupción
de vesículas en la misma zona que afecta típicamente solo un lado del cuerpo. En cerca el 50% de los casos se produce en tórax, seguido en
frecuencia de la cara y el ojo (trigémino y facial)
Síndrome de varicela fetal
- Bajo peso al nacer
- Lesiones cicatrizales cutáneas
- Manifestaciones esqueléticas (hipoplasia de extremidades)
- Anormalidades neurológicas (retraso mental, microcefalia, atrofia cortical)
- Anormalidades gastrointestinales (erge, estenosis duodenal, microcolon, atresia colon-sigmoides)
- Anormalidades genitourinarias (vejiga atónita)
La varicela perinatal: infección adquirida posnatalmente, inhalación de gotitas de saliva provenientes de la madre (que desarrolla varicela 2 días
después del parto) o transparentaría, transmitida o congénita; la varicela congénita: se presenta 10 días después del nacimiento ya que el periodo
de incubación para la enfermedad adquirida posnatalmente es de 14 días, la varicela congénita es más grave y conlleva mayor muerte posnatal
CONSECUENCIA DE VARICELA DURANTE EL EMBARAZO
Efecto clínico en feto o neonato Inicio clínico en la madre
Sx de varicela fetal Primeras 20 semanas
Varicela neonatal grave 13 a 20 semanas
Varicela neonatal benigna 5 días antes-2 días después del parto
Varicela posnatal benigna 3 días o más después del parto.
Complicaciones
Acción directa del virus, mecanismos inmunitarios o sobreinfección bacteriana
a) Cutáneas: Celulitis, varicela hemorrágica y bullosa, gangrena circunscrita, purpura fulminante, fascitis necrosante.
b) Viscerales: Neumonía x varicela, tos disnea, fiebre y en ocasiones dolor precordial pleural o hemoptisis y se confirma dx con tele de
tórax, hepatitis, hematológicas
c) Neurológicas: En niños inmunodeprimidos, encefalitis x varicela: cefalalgia, nausea, vomito, inconciencia, rigidez de nuca, nistagmo,
convulsiones.
VARICELA EN NIÑO INMUNOCOMPETETNE E INMUNODEPRIMIDO
VARIABLE SANO INMUNODEPRIMIDO
Periodo de incubación 14 a 21 días 7 a 10 días
Exantema 7 días 10 días o mas, la fase de costra lleva mas tiempo
Complicaciones Poco comunes frecuentes
Infección secundaria 1 a 3% 20 al 30 %
Diseminación viral y afección visceral 1a3% 30 a 75 %
Herpes zoster .2 a 2 % 8 a 25 %
Mortalidad 0.12 a 0.4% 7 a 10 %
Epidemiología
La incidencia de encefalitis en la población general es de 0,3-0,5/100.000.
En la infancia la incidencia es más alta, unos 5-10 casos/100.000 niños, alcanzando en el primer año de vida hasta 17 casos 100.000 niños.
Actualmente la incidencia ha disminuido debido a la vacunación infantil sistemática frente a sarampión, rubéola, parotiditis y polio, así como
frente a otras infecciones como la producida por el virus varicela zoster (VVZ) y el de la gripe.
Diagnóstico
• Debe considerarse la posibilidad de encefalitis en cualquier niño con fiebre, rechazo del alimento, irritabilidad, convulsiones, letargo o
sepsis.
• Se deben valorar los antecedentes maternos como son la fiebre intraparto o perinatal, lesiones herpéticas genitales o infecciones
durante el embarazo.
• Se realizará punción lumbar para cultivo de virus, bacterias y PCR de virus, fundamentalmente.
• Se pueden realizar otras pruebas para apoyar el diagnóstico [electroencefalograma (EEG) y resonancia magnética (RM)].
• En la historia clínica debe recogerse la presencia de fiebre y la forma de instauración y progresión del cuadro clínico, así como
antecedentes de vacunación reciente, enfermedades exantemáticas en los días previos, infección respiratoria aguda, etc. Deben
buscarse antecedentes epidemiológicos, época del año, picaduras de insectos o garrapatas, procedencia o viajes recientes a zonas
endémicas de encefalitis.
• En la exploración física se buscarán signos de inflamación parotídea, lesiones cutáneas (eritema crónico migrans, petequias) lesiones
de picaduras, hepatoesplenomegalia, faringitis, poliadenopatías, sintomatología respiratoria, etc.
• La exploración neurológica debe ser exhaustiva, valorando estado de conciencia (escala de Glasgow) alteraciones motoras o sensitivas
y de los pares craneales, movimientos anormales, debiéndose realizar reevaluaciones periódicas.
• En las exploraciones complementarias se hará estudio del LCR, cuyo grado de alteración no se correlaciona con la gravedad del cuadro.
Suele existir leucocitosis en cifras bajas de predominio linfocítico (< 200 células/ml), la glucorraquia suele ser normal y la
proteinorraquia normal o discretamente elevada.
• Las técnicas de PCR en LCR son las técnicas de elección para realizar el diagnóstico etiológico de la encefalitis.
• La RM es la prueba de imagen de elección para el estudio de infecciones del SNC. Detecta antes que la tomografía axial computarizada
(TC), los cambios en el parénquima cerebral y define con mayor exactitud la extensión. Puede detectar precozmente lesiones
desmielinizantes, lo que permite diferenciar una lesión aguda de una encefalitis postinfecciosa.
• TC es útil para realizar diagnóstico diferencial con otros procesos intracraneales (abscesos, tumores intracraneales).
Profilaxis
Las medidas preventivas pueden servir para evitar el desarrollo de esta enfermedad. La inmunización sistemática ha disminuido los casos
secundarios a enfermedades vacúnales.
Control y erradicación de vectores transmisores muestran eficacia en la prevención de encefalitis en zonas endémicas: insecticidas, repelentes
potentes, mosquiteras impregnadas en repelentes.
La profilaxis postexposición está indicada para evitar la encefalitis por rabia, y el uso adecuado de los productos derivados de la carne para evitar
la encefalopatía espongiforme (enfermedad de Jacob Creutfeld).
Tratamiento
En la fase aguda puede requerirse de cuidados intensivos, precisando ocasionalmente tratamiento anticonvulsivante y tratamiento de
la hipertensión craneal.
El tratamiento será a su vez específico del agente etiológico e individualizado según la situación clínica del paciente.
Aciclovir IV es el único fármaco que ha demostrado eficacia para mejorar el pronóstico en encefalitis de virus del grupo herpes (VHS),
y con frecuencia, se inicia de forma empírica en este tipo de cuadros. También se usa en la encefalitis por varicela.
Corticoides e inmunomoduladores: han sido utilizados en la EMAD. Los corticoides a dosis elevadas e inmunoglobulina hiperinmune
muestran resultados diversos en el tratamiento de la encefalitis aguda. La plasmaféresis estaría indicada en casos refractarios.
En la encefalitis por VIH está indicado comenzar con tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA).
El tratamiento empírico de la meningitis bacteriana podría iniciarse si clínicamente está indicado.
8.6. INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS
Definición
Infección de vías urinarias (IVU) incluye un grupo heterogéneo de condiciones con etiologías diferentes, que tienen por denominador común la
presencia de gérmenes en el tracto urinario, cuando este es habitualmente estéril, asociada a sintomatología clínica variable.
Bacteriuria Asintomática
Hace referencia a la presencia de bacterias en orina, detectada en repetidas muestras urinarias Este tipo de infecciones aparecen
fundamentalmente en niñas de edad escolar y carecen de transcendencia clínica.
En torno a los 5 años, aproximadamente el 8% de las niñas y entre el 1% y el 2% de los niños han padecido por lo menos una. En los niños mayores,
este tipo de infecciones cursan con síntomas evidentes como escozor, molestias o dolor al orinar. En los lactantes y niños pequeños, este tipo de
infecciones puede ser más difícil de detectar porque los síntomas son menos específicos. De hecho, muchas veces la fiebre es el único síntoma
detectable.
Clasificación
IVU ALTA: Infección que afecta el parénquima renal (Ureteritis, Pielonefritis)
IVU BAJA: Infección que afecta el tracto urinario inferior (Uretritis, Cistitis)
IVU SINTOMATICA: Bacteriuria Significativa + Leucocituria + Signos y síntomas
IVU ASINTOMATICA: Bacteriuria Significativa sin Signos ni Síntomas (Bact. Asintomática)
Etiología
Patogenia
1. Ruta ascendente.
2. Ruta hematógena
3. Ruta linfática
Cuadro Clínico
IVU baja
Disuria.
Poliaquiuria.
Urgencia miccional
Orina turbia
Molestias abdominales bajas
IVU alta
Fiebre alta.
Compromiso del estado general.
Dolor abdominal.
Dolor lumbar
Vómitos.
Los lactantes y los niños pequeños pueden tener signos inespecíficos tales como falta de apetito, letargo, irritabilidad, vómitos o diarrea.
Diagnóstico-EGO
-Urocultivo mas antibiograma
-BH
-Reactantes de fase aguda
-Pruebas de función renal
Criterios de Jodal
Tratamiento
IVU baja
IVU alta
Profilaxis
9. ENDOCRINOLOGÍA
9.1. DIABETES MELLITUS
La diabetes mellitus (DM) se caracteriza por hiperglucemia y glucosuria, y es la vía final de un número escaso de procesos patológicos
La forma más común de aparición en la infancia es como DM tipo 1, causada por la destrucción autoinmune de las células beta del páncreas
(islotes) productoras de insulina, que provoca una deficiencia permanente de insulina. La diabetes mellitus tipo 2 (DM tipo 2) es menos frecuente
en niños y frecuentemente es consecuencia de una resistencia a la insulina y de deficiencia relativa de insulina, habitualmente en el contexto de
una obesidad exógena.
El diagnóstico de diabetes se lleva cabo cuando:
Criterios Diagnósticos
Síntomas de diabetes + glucemia plasmática casual ≥ 200 mg/dl
Glucemia plasmática basal ≥ 126 mg/dl
Glucemia a las dos horas en el TTOG ≥ 200 mg/dl
Diabetes mellitus tipo 1
Etiología
La DM tipo 1 se produce por la destrucción autoinmune de las células beta (islotes) del páncreas productoras de insulina.
Sobre la base de una susceptibilidad genética a la diabetes, una agresión ambiental desconocida, presumiblemente, desencadena el proceso
autoinmune. Diversos estudios han generado datos contradictorios respecto a la actuación de una serie de factores ambientales. Entre ellos están
la alimentación con leche de vaca antes de los 2 años de edad, agentes infecciosos virales (virus Coxsackie B, citomegalovirus, sarampión y rubéola),
y posible deficiencia de vitamina D.
La DM tipo 1 parece ser fundamentalmente una enfermedad mediada por linfocitos T.
Manifestaciones clínicas
Aparece hiperglucemia cuando la capacidad de secreción de insulina resulta inadecuada para incrementar la captación periférica de glucosa
y suprimir la producción de glucosa hepática y renal.
Aparece glucosuria cuando la concentración sérica de glucosa excede al umbral renal de reabsorción de glucosa (aproximadamente 180
mg/dl). La glucosuria produce diuresis osmótica (que incluye pérdida obligada de sodio, potasio y otros electrólitos), y conduce a la
deshidratación.
Aparece polidipsia en los pacientes en un intento de compensar el exceso de pérdida de líquidos.
El estado catabólico persistente y la pérdida de calorías a través de la glucosuria y la cetonuria producen pérdida de peso.
La presentación clásica de la DM1 incluye poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso.
Manejo ambulatorio
El tratamiento de la DM tipo 1 infantil requiere un abordaje integral que preste atención a aspectos médicos, nutricionales y psicosociales. Las
estrategias terapéuticas deben ser flexibles, teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada paciente y de su familia.
• Insulina: Los pacientes de nuevo diagnóstico en período de luna de miel pueden necesitar de 0,4 a 0,6 U/kg/24 h. Los pacientes prepuberales
con diabetes de más de 1 a 2 años de duración necesitan habitualmente 0,5 a 1 U/kg/24 h. En la etapa media de la adolescencia, en la que las
concentraciones elevadas de hormonas de crecimiento (GH) producen una resistencia relativa a la insulina, los requerimientos insulínicos
aumentan un 40 a 50%, y las dosis habituales son de 1 a 2 U/kg/24 h.
• Nutrición: Para mantener los niveles de glucemia dentro del rango considerado como objetivo y evitar hipoglucemias e hiperglucemias, resulta
crucial la planificación equilibrada de las comidas diarias y las dosis de insulina. El contenido y horario de las comidas varía de acuerdo con el
tipo de régimen de insulina utilizado; se recomienda que los carbohidratos constituyan del 50 al 65% del total de calorías; las proteínas, 12 a
20%; y las grasas, menos del 30%. Las grasas saturadas deben representar menos del 10% del total de ingesta calórica y la cantidad diaria de
colesterol ingerida debe ser menor de 300 mg/24 h. Se recomienda un alto contenido de fibra.
Complicaciones
Retinopatía diabética Enfermedad coronaria
Insuficiencia renal Hipotiroidismo
Hipoglucemia
o Convulsiones o coma
o Neuroglucopenia: cefalea, cambios visuales, confusión, irritabilidad
o Liberación de catecolaminas: temblor, taquicardia, diaforesis
Diabetes mellitus tipo 2
Consecuencia de una resistencia periférica a la insulina y una hiperinsulinemia compensatoria seguida posteriormente de fracaso pancreático para
mantener una adecuada secreción de insulina.
La diabetes juvenil de comienzo en la madurez (maturity-onset diabetes of youth [MODY]) comprende un grupo de formas relativamente leves
de diabetes con herencia dominante. En estos pacientes no existe resistencia a la insulina; la anomalía primaria, en este caso, es una insuficiente
respuesta secretora de la insulina al estímulo glucémico.
Manifestaciones clínicas y diagnóstico diferencial
Puede sospecharse el diagnóstico de DM tipo 2 apoyándose en la existencia de poliuria y polidipsia con un trasfondo de síndrome metabólico.
La acantosis pigmentaria, una manifestación dermatológica de hiperinsulinismo, se presenta con una pigmentación hiperqueratósica de la parte
posterior del cuello y de zonas de flexión.
Puede confirmarse la DM tipo 2 mediante la evaluación de la respuesta de insulina o de péptido C al estímulo con carbohidratos orales y en
ausencia de autorreactividad de las células de los islotes.
Tratamiento
Los pacientes asintomáticos con valores de glucemia ligeramente elevados (discretamente >126 mg/dl en ayunas o discretamente >200 mg/dl en
una muestra de glucemia al azar) pueden ser tratados inicialmente con modificaciones del estilo de vida, incluyendo tratamiento nutricional
(ajuste dietético) e incremento del ejercicio. Se ha demostrado que el ejercicio disminuye la resistencia insulínica.
En la mayor parte de niños con DM tipo 2 de comienzo, no complicada, los hipoglucemiantes orales son habitualmente el medicamento de elección.
Estos fármacos incluyen secretagogos y sensibilizadores de la insulina. Los tratamientos más frecuentes se realizan con metformina o con alguna
tiazolidinediona.
Es fundamental la monitorización y tratamiento de otros componentes del síndrome metabólico, como desarrollo puberal avanzado, hipertensión,
hiperlipidemia y, en las mujeres, síndrome del ovario poliquístico.
9.1.1. CETOACIDOSIS DIABÉTICA
La diabetes mellitus (DM) constituye una de las enfermedades crónicas más frecuentes en niños y adolescentes. La cetoacidosis diabética (CAD)
es la causa principal de morbimortalidad en los niños afectados de DM tipo 1 (DM1), siendo su mortalidad debida fundamentalmente al edema
cerebral, que ocurre entre un 0,3 y un 1% de las CAD. Es frecuente su aparición como síntoma de comienzo de la enfermedad o bien por omisión
del tratamiento en niños ya diagnosticados. La prevención del edema cerebral y la reversión de las alteraciones metabólicas son los propósitos
principales del tratamiento. La rehidratación con fluidos adecuados y la insulinoterapia intravenosa constituyen la base de su tratamiento.
Fisiopatología
La CAD se debe a una disminución en la insulina efectiva circulante así como al aumento de hormonas contrarreguladoras, como glucagón,
catecolaminas, cortisol y hormona de crecimiento. Ambos producen un aumento en la producción de glucosa por el hígado y el riñón, y una
disminución en su utilización periférica con hiperglucemia e hiperosmolaridad. El incremento de la lipólisis causa cetonemia y acidosis metabólica,
produciendo dicha cetonemia, junto a la hiperglucemia existente, una diuresis osmótica y deshidratació. Según el grado de acidosis, la CAD se
cataloga en leve (pH venoso 7,3-7,2; bicarbonato < 15 mmol/l), moderada (pH 7,2-7,1; bicarbonato < 10 mmol/l) o grave (pH < 7,1; bicarbonato <
5 mmol/l)
La aparición de la CAD como manifestación de comienzo de la diabetes tiene una gran variabilidad geográfica, siendo su incidencia inversamente
proporcional a la incidencia de DM1, debido a la menor concienciación y, por ello, diagnóstico más tardío en los países con menor incidencia de
la enfermedad.
Clínica de la cetoacidosis diabética
Puede aparecer la clínica clásica de poliuria, polidipsia con o sin polifagia y pérdida de peso, acompañada de deshidratación, respiraciones de
Kussmaul (profundas y rápidas), náuseas, vómitos y dolor abdominal, hasta sintomatología de edema cerebral con alteración del estado de
consciencia, focalidad neurológica o coma. En niños pequeños, a veces la clínica no es típica y se confunde con alteraciones respiratorias o
abdominales, retrasando el diagnóstico. Pueden aparecer también síntomas derivados de la deshidratación y la pérdida de electrolitos, como
debilidad y calambres musculares. La existencia de infecciones candidiásicas persistentes o de incontinencia urinaria de nueva aparición deben
también hacer sospechar la enfermedad. La aparición de alteración en el estado mental, respiración de Kussmaul o aliento afrutado indican CAD
evolucionada.
Diagnóstico de la cetoacidosis diabética
Se debe realizar analítica completa, incluyendo glucemia, electrolitos (incluyendo potasio, sodio, calcio, fósforo y magnesio), perfil renal con
nitrógeno ureico en sangre (BUN) y creatinina, osmolalidad, gasometría para valorar acidosis, pCO2 y bicarbonato, hemograma (teniendo en
cuenta que la leucocitosis puede deberse al estrés por la CAD y no es indicativa de infección) La determinación de gasometría, glucemia e iones y
la cetonemia/cetonuria se realizará cada hora en la fase de mayor gravedad, pudiéndose espaciar posteriormente. Se calculará el anión Gap (AG
= Na - [Cl + HCO3]) y corregido por albúmina (AG corregido = AG - 2,5 x [albúmina sérica en g/dl] cuyos valores normales oscilan en 12 ± 2 mmol/l
y que en CAD suele rondar entre 20-30 mmol/l, indicando valores mayores de 35 mmol/l la coexistencia de acidosis láctica). También es útil el
cálculo del sodio corregido por glucemia (Na corregido = Na medido + 1,6 [(glucosa plasmática en mg/ dl - 100)/100]) y de la osmolalidad efectiva
(Osm efectiva = 2 × (Na + K) + glucosa plasmática mOsm/kg). Si es posible, se valorará la hemoglobina glucosilada (HbA1c), que nos dará idea de
la duración y gravedad de la hiperglucemia en las CAD de comienzo y del cumplimiento del tratamiento en los diabéticos ya diagnosticados, y el
β-hidroxibutirato, que puede monitorizar la respuesta al tratamiento, existiendo estudios que demuestran que el tratamiento así guiado acorta
las estancias en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) y disminuye los costes. Se pedirá también analítica urinaria para valorar la
cetonuria. En los diabéticos diagnosticados, puede ser útil la determinación de insulina sé-rica libre para detectar omisión del tratamiento. Ante
signos indicativos de infección, se recogerán los cultivos pertinentes y se valorará iniciar antibioterapia.
Tratamiento de la cetoacidosis diabética
Los niños con signos de CAD grave, con sintomatología de larga duración, compromiso hemodinámico o disminución del nivel de consciencia, o
aquellos con aumento del riesgo de edema cerebral, deben ingresar en una UCIP, monitorizando las constantes según la gravedad. En los casos
más leves, en familias con alta formación en la enfermedad y con adecuada supervisión y un seguimiento detallado, puede ser posible el
tratamiento ambulatorio, siempre que se asegure la tolerancia oral. Es importante calcular meticulosamente el grado de deshidratación, teniendo
en cuenta múltiples signos físicos, ya que la valoración clínica suele ser inexacta. En general, si aparece relleno capilar prolongado, pérdida de la
turgencia cutánea y patrón respiratorio anormal se debe calcular al menos una deshidratación del 5%. Si los pulsos periféricos están ausentes, hay
hipotensión y oliguria la pérdida de fluidos será≥ del 10%. Se deberán monitorizar cuidadosamente los balances, pesando al paciente y pudiendo
ser necesario el sondaje vesical en los casos más graves. La monitorización electrocardiográfica puede resultar útil para evidenciar las alteraciones
electrolíticas (como la onda T por alteraciones del potasio). Además, la clínica debe ser valorada con frecuencia para descartar signos de alarma
de edema cerebral
Terapia con fluidos
Los principios generales de la fluidoterapia son: comenzar la fluidoterapia antes del tratamiento con insulina, administrando expansión con
volumen solo si es preciso para restablecer la circulación periférica, calcular las necesidades hídricas para rehidratar durante 48 h, siendo
infrecuente tener que administrar más de 1,5 a 2 veces las necesidades basales.
Insulinoterapia
La insulinoterapia es esencial para normalizar las alteraciones de la CAD, ya que se debe bien a un déficit insulínico absoluto o relativo. En general,
se administrará 1 a 2 h después de comenzar la rehidratación una dosis baja por vía intravenosa a 0,1 U/kg/h, que consigue unos niveles
plasmáticos de alrededor de 100 a 200 μU/ml en 60 min, capaces de revertir la resistencia insulínica e inhibir la lipólisis y la cetogénesis.
Complicaciones
La principal complicación es el edema cerebral, que típicamente aparece entre las 4 y 12 h tras el inicio del tratamiento, aunque puede presentarse
previamente y en cualquier momento de la evolución
9.2. TALLA BAJA
Se define como talla baja aquella ubicada bajo el percentil 3 o bajo 22 desviaciones estándar de las curvas de NCHS. En general ameritan estudio
aquellos pacientes cuya talla se encuentra bajo el percentil 3, o cuya velocidad de crecimiento se ha deteriorado en forma significativa incluso
antes de ubicarse 22 desviaciones estándar bajo la media.
Las causas de talla baja se clasifican en:
1. Variantes normales: talla baja familiar y retraso constitucional.
2. Trastornos primarios del crecimiento como displasias esqueléticas, trastornos del desarrollo intrauterino y anormalidades cromosómicas.
3. Alteraciones del crecimiento secundarias a nutrición inadecuada, enfermedades crónicas (como síndrome de malabsorción, insuficiencia renal,
alteraciones pulmonares o cardíacas), y enfermedades endocrinológícas (como hipotiroidismo, alteraciones del eje somatotráfico, síndrome de
Cushing, o raquitismo).
Pautas generales
Para evaluar correctamente a un paciente con talla baja se requiere una anamnesis completa y un examen físico adecuado. La anamnesis debe
considerar en primer lugar una curva de peso y talla con estaturas anteriores, información clave para establecer la magnitud del problema.
Igualmente se deben rescatar los antecedentes perinatales: peso y talla de nacimiento en relación a la edad gestacional junto con las características
del embarazo y parto, prestando particular atención a enfermedades intercurrentes y al uso de posibles teratógenos; antecedentes, síntomas y
signos sugerentes de enfermedades crónicas como cardiopatías, fibrosis quística, alteraciones renales o respiratorias, tumores, malabsorción por
enfermedad celíaca o trastornos inflamatorios intestinales, enfermedades metabólicas, malnutrición, deprivación psicosocial, algunas de las
cuales pueden ser oligosintomáticas, expresándose solo como talla baja. Además se deben detallar hábitos de vida del paciente, incluyendo
características de la ingesta alimenticia, actividad deportiva, horas de descanso y uso de medicamentos y drogas como alcohol, tabaco, marihuana
o cocaína en niños mayores, y luego deben investigarse los antecedentes familiares: talla de padres, hermanos y si es posible de abuelos. El dato
anamnéstico sobre tallas familiares, basado en impresiones subjetivas, no es muy confiable, por lo que es preferible la medición de la estatura de
cada familiar directamente por el médico. Se deben consignar además los patrones familiares de desarrollo puberal y los posibles antecedentes
sobre genopatías y enfermedades crónicas.
En el examen físico es importante evaluar la talla y segmentos corporales (envergadura, segmento superior, inferior, circunferencia craneana), lo
cual permitirá clasificar la talla baja en proporcionada o desproporcionada, según las características de las proporciones corporales. Además se
deben buscar estigmas de genopatía o displasia ósea y en los casos apropiados se debe evaluar el grado de desarrollo puberal para determinar si
se trata de una pubertad retrasada que produce baja estatura en relación a los pares, o una pubertad adelantada que puede acelerar
transitoriamente el crecimiento pero comprometer la talla final.
Etiología
Las dos causas más frecuentes de baja estatura son las variantes normales, que consisten en la talla baja familiar y el retraso constitucional del
desarrollo. En el primer caso existen antecedentes familiares de talla baja. La disminución de la velocidad de crecimiento tiende a ocurrir durante
los 2 o 3 primeros años de vida y refleja el cambio desde el canal de crecimiento intrauterino al canal de crecimiento infantil. Por ejemplo, si una
madre es muy baja pero tiene un óptimo cuidado prenatal, su recién nacido puede tener una excelente talla al nacer, pero tenderá a reducir su
velocidad de crecimiento durante los primeros 2 o 3 años de vida para adoptar el canal de crecimiento que corresponde a sus antecedentes
genéticos. Por este motivo, existe una pobre correlación entre la talla al nacer y la talla final, mientras que existe una mejor correlación entre la
talla a los 3 años de vida y la talla final. En general, los niños con talla baja familiar tienden a estabilizar su canal de crecimiento durante la niñez y
se mantienen en un percentil bajo, pero con velocidad de crecimiento normal. Estos niños exhiben además una maduración ósea compatible con
su edad cronológica. En estos casos se sugieren controles por el pediatra cada 6 meses y obtención de edad ósea cada 1 a 2 años para hacer un
pronóstico de talla.
El retraso constitucional del desarrollo corresponde a un cuadro distinto en que puede haber una disminución de la velocidad de crecimiento
durante la niñez temprana, pero el retraso mayor se observa durante la adolescencia. Puede existir una historia familiar de retraso del desarrollo
puberal con menarquia tardía en la madre, abuelas o tías, y lentitud en la aparición de caracteres sexuales secundarios como vello corporal,
cambio de voz y desarrollo muscular en el padre, abuelos o tíos. Estos pacientes tienden a comenzar su desarrollo puberal después de los 12 años
en la niña y 13 años en el varón, y su crecimiento tiende a decrecer durante este período. La maduración ósea está atrasada en forma moderada
en estos pacientes. Una vez que comienza el desarrollo puberal, la velocidad de crecimiento aumenta y la maduración ósea se acelera, por lo que
la talla final tiende a ser concordante con los antecedentes genéticos del niño. Sin embargo, en algunos casos la talla final puede ser inferior a lo
esperado, por lo que se debe ejercer cautela con el pronóstico de talla. Algunos de estos pacientes pueden ser portadores de alguna otra patología
que puede retrasar su desarrollo puberal, lo que amerita el control de su evolución clínica y en caso de desarrollo muy lento una derivación al
especialista.
En general, los pacientes con estas variaciones normales del crecimiento no requieren obligadamente una derivación al endocrinólogo, excepto
en casos de severa talla baja o importante retraso del desarrollo puberal. Existen pacientes con el cuadro combinado de talla baja familiar y retraso
constitucional, que exhiben evidencia de una velocidad de crecimiento especialmente pobre durante la adolescencia debido a su retraso
constitucional, y requieren derivación al especialista debido a su significativo retraso del crecimiento causado por la coexistencia de estos dos
cuadros clínicos.
Si la velocidad de crecimiento es persistentemente baja y/o la edad ósea está retrasada en forma significativa, debe efectuarse un estudio más
completo para diagnosticar una posible enfermedad sistémica o endocrina, como hipotiroidismo, raquitismo, hipercortisolismo, o deficiencia del
eje somatotrófico. En la figura 1 vemos que la curva C muestra una importante desaceleración del crecimiento, lo que indica que la curva es
patológica y requiere derivación al especialista para un estudio completo.
Existe una variedad de enfermedades sistémicas que pueden retrasar el crecimiento, cuadros clínicos de cierta gravedad que tienden a ser crónicos,
como el síndrome de malabsorción secundario a enfermedad celíaca o trastornos inflamatorios intestinales como la ileitis regional. La acidosis
tubular renal y la insuficiencia renal pueden afectar también al crecimiento. Trastornos pulmonares como fibrosis quística también pueden
producir retraso de talla, por lo que el pediatra general debe efectuar un estudio lo más completo posible para considerar estas posibilidades
diagnósticas, sobre todo en las etapas iniciales de estas enfermedades.
Causas endocrinológicas
Entre las causas más frecuentes de patología endocrina que causan un severo retraso del crecimientos están las alteraciones del eje somatotrófico,
conjunto de patologías que se expresan con un severo compromiso de la velocidad de crecimiento y de talla final. La severidad del cuadro depende
de la etiología y la magnitud de la deficiencia hormonal. Debe sospecharse un síndrome de déficit de GH congénito ante un paciente que deteriora
su canal de crecimiento, especialmente después de los 6 meses de vida, con episodios de hipoglicemias durante la etapa de lactante, talla baja
proporcionada, retraso de la edad ósea, frente prominente, puente nasal bajo y micropene en el varón. Cuando la deficiencia es adquirida, el
signo más importante es la desaceleración del crecimiento. Para confirmar el déficit de GH, se miden los factores de crecimiento IGF-1 e IGFBP-3,
cuya producción a nivel hepático es estimulada por GH y se pueden realizar pruebas de estímulo para medir la secreción de GH por la glándula
pituitaria. Una vez certificado el déficit de GH debe determinarse su causa para orientar el tratamiento etiológico, y se inicia tratamiento con dicha
hormona en forma de inyecciones subcutáneas diarias.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una patología relativamente frecuente en la adolescencia, generalmente secundaria a una tiroiditis autoinmune. Puede
retrasar el crecimiento y la edad ósea, aunque en algunos casos puede ser poco sintomático. Es importante determinar la presencia de bocio, e
indagar sobre hábitos intestinales, cambios de peso, somnolencia, e hipoactividad. Si el hipotiroidismo es congénito, habrá una clínica muy florida
con retraso psicomotor, gran retraso de la edad ósea, talla baja, mixedema, voz ronca, hipotonía, piel y pelo seco o antecedentes de constipación.
Ante la sospecha de hipotiroidismo, se mide T4 y TSH sérica y se plantea tratamiento de sustitución si hay alguna alteración.
Hipercortisolismo
El hipercortisolismo es un cuadro poco frecuente en pediatría, generalmente secundario al empleo crónico de corticoides exógenos y su pronóstico
depende de la patología de base y de la duración del tratamiento. Si no hay antecedentes de administración de corticoides, y estamos frente a un
paciente que no crece, con obesidad centrípeta, estrías rosadas, acné, hirsutismo, hipertensión, fascie de luna, alteraciones menstruales o
psicológicas, equimosis e hiperpigmentación, puede tratarse de un hipercortisolismo endógeno cuyo origen debe determinar el especialista para
establecer la mejor terapia.
Tratamiento
El tratamiento del hipocrecimiento puede ser exitoso solo con el diagnóstico precoz de la patología específica que lo causa. Ante niños con talla
baja familiar o retrasos constitucionales del desarrollo el pediatra general puede hacer un pronóstico de talla final y controlar el crecimiento
periódicamente. Cabe recomendar una alimentación adecuada y hábitos de vida saludables. Los pacientes con significativa desaceleración del
crecimiento deben ser derivados al especialista para su completo estudio con el fin de determinar la terapia adecuada para cada caso.
9.3. GENITALES AMBIGUOS
La diferenciacion sexual normal es un proceso que resulta de la concordancia entre el sexo genetico, gonadal y genital. Los genitales ambiguos
son aquellos que no permiten la asignacion sexual a la exploracion fisica y aunque no se presentan frecuentemente representan una urgencia
social.
Diferenciación sexual normal
A partir de las 8 semanas de gestacion y de acuerdo con el sexo genetico, la gonada indiferenciada se convierte en ovario o testiculo (sexo gonadal),
que determinan la diferenciacion genital (sexo fenotipico).
Las gónadas y genitales externos fetales son bipotenciales y tienen capacidad de desarrollarse hacia un fenotipo normal de hombre o de mujer.
En presencia de un gen llamado SRY, por corresponder a la región determinante de sexo del gen Y del cromosoma Y, la gónada fetal primitiva se
diferencia hacia testiculo. Los testiculos segregan testosterona, que tiene acción directa (estimulando el desarrollo de los conductos mesonefricos
[de Wolff]), pero tambien se convierte localmente en dihidrotestosterona (DHT) por acción de la enzima 5a-reductasa.
La DHT causa aumento de tamaño, rugosidad y fusión de los pliegues labioescrotales para formar el escroto; la fusión de la superficie ventral del
pene en torno a la uretra peniana, y el aumento de tamaño del falo con el desarrollo final de los genitales externos masculinos. La producción
testicular y secreción de la sustancia inhibidora mulleriana causan regresión y desaparición de los conductos deMuller y sus derivados, como las
trompas de Falopio y el utero. En presencia de testosterona, los conductos de Wolff se desarrollan hacia conductosdeferentes, tubos seminiferos
y próstata.
Si no existe una influencia especıficamente masculina que altere el desarrollo, se desarrolla un fenotipo femenino. En ausencia de SRY, la gonadal
primitiva bipotencial se desarrolla espontaneamente hacia un ovario. En ausencia de secreción testicular fetal de la sustancia inhibidora mulleriana,
los conductos de Muller se desarrollan hacia utero, trompas de Falopio y tercio posterior de la vagina normales, y degeneran los conductos de
Wolff. En ausencia total de andrógenos, los genitales externos tienen aspecto femenino.
Un niño con genitales ambiguos puede presentar cariotipo de de hombre o de mujer. En el seudohermafroditismo femenino, el genotipo es 46,XX,
y las gónadas son ovarios, pero los genitales externos estan virilizados. En el seudohermafroditismo masculino, el genotipo es 46,XY, y los genitales
externos estan infravirilizados. Entre las razones pueden estar: desarrollo anormal de los testıculos; defectos en la biosıntesis de los esteroides
sexuales, incluyendo la testosterona o DHT, o defectos en los receptores androgenicos.
En la exploración fısica, es esencial verificar la posición del punto de apertura uretral y si existe fusión de la porción anterior de los pliegues
labioescrotales. Una excesiva producción de andrógenos (como ocurre en la hiperplasia suprarrenal congenita ) en un feto femenino entre las 9 y
13 semanas de gestación provoca genitales ambiguos. Si el introito vaginal es normal, y no existe fusión, pero el clıtoris esta agrandado sin fusión
ventral de la uretra ventral, el paciente puede haber sufrido una exposición tardıa a andrógenos. Un paciente con un escroto completamente
formado, incluso si es pequeño, y con un pene pequeño pero normalmente formado, llamado microfalo, ha presentado una exposición y acción
normales de los andrógenos durante las semanas 9 a 13 de gestación.
Diagnóstico
El primer paso para el diagnóstico es determinar si la enfermedad representa una virilización de una mujer genética (exceso androgénico) o un
defecto de desarrollo de un hombre genético (deficiencia androgénica). Las gónadas inguinales que resultan evidentes a la palpación son
habitualmente testículos y su presencia indica que ha ocurrido un desarrollo incompleto de un fenotipo masculino; este no es un patrón
consistente, dado que ovarios y ovotestis pueden tener una apariencia similar. De igual forma, la ausencia de genitales internos femeninos
(verificada mediante ecografía) implica que ha existido sustancia inhibidora de los conductos de Muller segregada por los testículos fetales. La
determinación del cariotipo es solo uno de los muchos factores para decidir la identidad sexual de cara a cómo criar al niño; el gen SRY puede
encontrarse en cromosomas distintos al cromosoma Y e, inversamente, un cromosoma Y puede estar carente de gen SRY (que puede haber sido
translocado a un cromosoma X, provocando el desarrollo de un hombre 46,XX).
Tratamiento
El tratamiento consiste en el reemplazamiento de la hormona deficiente (cortisol en la hiperplasia suprarrenal o testosterona en el niño con
defecto de la biosíntesis de los andrógenos que va a ser criado como hombre), reconstrucción quirúrgica para conseguir el aspecto más apropiado
del individuo respecto al género en el que esté siendo criado y apoyo psicosocial a toda la familia. Las gónadas y órganos internos discordantes
con el género en el que está siendo criado han de ser eliminados.
Deben eliminarse igualmente las gónadas disgenésicas con material genético Y, ya que pueden desarrollarse gonadoblastomas o disgerminomas
en esos órganos. La cirugía reconstructiva suele realizarse hacia los 2 años de edad para que la estructura genital refleje el género en el que está
siendo criado. Existe controversia acerca de esta recomendación de cirugía reconstructiva; algunos abogan por no realizar la cirugía durante la
lactancia o infancia precoz, de manera que el niño o joven adolescente pueda estar involucrado en la decisión. No obstante, se recomienda que
desde el nacimiento se tome una decisión del género en el que va a ser criado, así como la aceptación desde el principio de que la persona
intersexual podrí a cambiar posteriormente de género, en decisión compartida con los padres.
10. NEFROLOGIA
10.1 SÍNDROME NEFRÍTICO
Es un cuadro clínico caracterizado por la TETRADA: Edema, hematuria, hipertensión arterial y proteinuria. A esta enfermedad también se le
llama Síndrome Nefrítico.
El trastorno básico es de índole inflamatoria y compromete los glomérulos de ambos riñones. Esta inflamación resulta a consecuencia de
fenómenos inmunológicos que determinan la presencia de complejos antígeno-anticuerpo en la sparedes del capilar glomerular especialmente a
nivel de la membrana basal.
Esta puede ser primaria o constituir una manifestación de alguna enfermedad sistémica, cuya gravedad puede oscilar desde mínima a considerable.
Presencia de antígeno circulante, producen Anticuerpos y ambos al paso por el filtro glomerular, fijan complemento.
Fisiopatología
La membrana basal glomerular es anormalmente permeable a las proteínas. La disminución de la albúmina plasmática y la consecuente
disminución de la presión osmótica del plasma producen un aumento en el paso del líquido del espacio vascular al extravascular.
El volumen plasmático tiende a disminuir. Se disminuye la excreción de sodio y agua por el riñón. A pesar del edema, el volumen plasmático
permanece normal o bajo.
Etiología
Se da debida a una infección estreptocócica betahemolítico del grupo A.
Las infecciones como faringitis y amigdalitis , que se presentan en Invierno o Primavera. Las Piodermias son los impétigos más frecuentes a
finales del verano o comienzos del otoño. Después de dos semanas puede desencadenar GLOMERULONEFRITIS AGUDA.
Manifestaciones clínicas
Edema
Anorexia
Orina de color marrón, su volumen disminuye.
Palidez
Irritabilidad
Letargia
El niño se muestra enfermo
Los niños mayores pueden referir: cefaleas, molestias abdominales y disuria.
Los vómitos no son raros.
Hipertensión arterial leve a moderada.
Pronóstico
- En los niños es mejor : Casi el 95% se recupera, los síntomas duran unas 3 semanas .
- La hipertensión persistente y la hiperazoemia son mal pronóstico.
- El 2% de los niños mueren en la fase aguda por encefalopatía hipertensiva o insuficiencia cardíaca.
Diagnóstico
Análisis de orina : diuresis disminuye – anuria , hematuria microscópica y macroscópica, densidad elevada , proteínas de menos de
3g/día.
Velocidad de sedimentación globular aumentada , albúmina sérica, frecuentemente poco disminuída.
Pruebas de función renal : normal en el 50% de los pacientes.
Tratamiento
1. Seguimiento regular de funciones vitales, incluída la Presión Arterial ya que una HTA puede provocar un ACV.
2. Control de peso diario.
3. Control del equilibrio hídrico estricto.
4. Favorecer el reposo.
5. Proporcionar nutrientes y estimular el apetito.
6. Verificar dieta adecuada, baja en proteínas.
7. Prevenir y observar la aparición de complicaciones.
8. Apoyar y educar al niño y a su familia.
10.2 SÍNDROME NEFRÓTICO
Es la glomerulopatía primaria más frecuente en pediatría. Aplica a enfermedades glomerulares caracterizadas por proteinuria (>40 mg/m2/h)
hipoalbuminemia (<2.5g/dl), edema, dislipidemia, y alteraciones endocrinas.
Proteinuria es el signo clínico de la lesión del podocito. Etiología del SN idiopático o primario es desconocida.
SN secundario a glomerulonefritis, enfermedades sistémicas, hereditarias, víricas, parasitarias, neoplásicas o fármacos.
En el glomérulo normal la barrera de filtración la conforman la membrana basal glomerular y el diafragma de filtración entre los procesos
pediculares de los podocitos.
La lesión del podocito y el diafragma de filtración es el factor clave de la proteinuria, bien por mecanismos inmunológicos o genéticos, implicados
de forma independiente o multifactorial
Cuadro Clínico
La sintomatología de cualquier causa es común: Edema, proteinuria e hipoalbuminemia.
Edema en el SN idiopático la distribución del edema predominasen zonas de declive, significativo en cara y genitales.
Menos frecuentes son hematuria (25%), hipertensión arterial (20%) e insuficiencia renal (3%) que se asocian a lesión renal subyacente.
La mayoría presentan derrame pleural sin disnea.
Son muy frecuentes la ascitis, hepatomegalia y el dolor abdominal que precisa una cuidadosa valoración para descartar peritonitis primaria., que
puede estar presente en el debut.
Los pacientes son más susceptibles a infecciones en especial por neumococo, por disfunción inmune de células T y B, pérdida urinaria de
inmunoglobulinas, complemento con mayor riesgo de peritonitis primaria, celulitis, neumonía, meningitis y sepsis.
Alteraciones secundarias, son dislipidemia, hipercoagulabilidad y alteraciones tiroideas y tienen mayor riesgo de hipovolemia.
Diagnóstico
Tratamiento de hipertensión arterial: Es secundaria a la sobrecarga de volumen. Diuréticos: furosemida 1-5 mg/kg de peso en bolos IV. En caso
de que no haya respuesta se pueden administrar vasodilatadores, antagonistas del calcio o IECA. En neonatos la elección hidracina. La dopamina
a dosis diuréticas (1-4mcg/kg/min) mejora la perfusión renal y aumenta la natriuresis
Tratamiento quirúrgico: Indicado en IRA obstructiva, según el nivel de la obstrucción será preciso hacer nefrostomía o cistostomía (cuando no es
posible el cateterismo vesical).
Tratamiento sustitutivo: La indicación del tipo de diálisis depende de los requerimientos y limitaciones del paciente. El trasplante renal será
efectuado cuando haya compromiso de mas del 80% de la función renal.
10.4.2. CRÓNICA
Lesión renal (proteinuria) y/o una filtración glomerular <60 ml/min/1,73 m2 durante más de 3 meses. Se presenta aproximadamente 18 casos por
millón.
Etiología
-Menos de 5 años: Alteraciones congénitas (hipoplasia renal, displasia renal, uropatía obstructiva), síndrome nefrótico congénito, necrosis cortical,
glomeruloesclerosis segmentaria focal, enfermedad renal poliquisitica, trombosis de la vena renal, síndrome urémico hemolítico.
-Mayores de 5 años: Efermedades adquiridas (diferentes tipos de glomeruloesclerosis incluida la glomeruloesclerosis lupica), hereditarias
(nefronoptisis juvenil familiar, síndrome de Alport)
Etiopatogenia
- Hiperfiltración: Causa principal de destrucción glomerular. Las nefronas sobrevivientes sufren hipertrofia funcional y estructural por lo cual
aumenta el flujo sanguíneo glomerular. AL inicio existe hiperfiltración compensadora con el paso del tiempo sucede un daño progresivo de los
glomérulos supervivientes y aumentan las nefronas escleróticas, las supervivientes deben incrementar el ritmo de excreción lo cual se traduce en
un círculo vicioso, más hiperfiltración y daño
- Proteinuria: Colaboradora del deterioro de la función renal. Las proteínas ejercen un efecto toxico y estimulan la quimiotaxis de monocitos y
macrófagos lo que resulta en escelrosis glomerular y fribrosis tubulointersticial.
- Hipertensión no controlada: Exacerba la progresión de la enfermedad mediante lesiones como nefroesclerosis arteriolar y lesión por
hiperfiltración
- Hiperfosfatemia: Debido a depósitos de complejos de calcio-fosfato en el intersticio renal y vasos sanguíneos.
- Hiperlipidemia: Daña la función del glomérulo por mecanismo de lesión oxidativo
Manifestaciones clínicas
Pueden ser variadas, según la causa subyacente, las principales son edema, hipertensión, hematuria, proteinuria, retraso en el crecimiento,
poliuria, deshidratación, infecciones del tracto urinario, palidez debido a anemia importante, baja estatura y alteraciones óseas propias de la
osteodistrofia renal
Diagnóstico
Clínico más pruebas complementarias como: Aumento del nitrógeno ureico, creatinina, ácido úrico, presencia de acidosis, hiperpotasemia,
hiperfosfatemia, hiponatremia, hipocalcemia.
Tratamiento
Metas: Reemplazar funciones ausentes o disminuidas, disminuir el ritmo de progresión.
-Hidroelectrolítico: Dieta hipocalórica en gran cantidad más suplementos de sodio. Restringir aporte de sodio junto con la administración de un
diurético. Restricción ingesta de potasio más agentes alcalinizantes VO como resinas de intercambio sodio-potasio
-Acidosis: Casi todos desarrolan acidosis debido a la disminución en la excreción neta de ácido por parte de los riñones malfuncionantes. 1 mEq
de citrato sódico/ ml presentado en comprimidos de bicarbonato 650 mg equivalentes a 8 mEq de base
-Nutrición: Suelen requerir la restricción de diversos componentes de la dieta a medida que se deteriora la función renal, esto incluye restricción
de Sodio, potasio y fosforo. Aporte de proteínas por pérdidas durante las diálisis a dosis de 2.5g/kg/día más suplementos vitamínicos
-Osteodistrofia renal: Tratamiento con vitamina D indicado cuando se encuentran niveles de 25-hidroxi-vitamina D por debajo del intervalo o
niveles de PTH por encima. Tambien se recomienda dieta baja en fosforo y utilización de fijadores de fosforo para incrementar su excreción fecal,
los principales son carbonato cálcico y acetato cálcico.
-Anemia: Indicado cuando la hemoglobina se encuentra < 10 g/dl. Se administra eritropoyetina 50-150 mg/kg subcutánea 1-1-3/semana mas
hierro VO o IV.
-Hipertensión: La causa es sobrecarga de volumen y renina excesiva por enfermedad glomerular, cuando se trata de disfunción renal leve se
pueden utilizar diuréticos tiazídicos 2mg/kg/día c/12h; y cuando se encuentra en estadio 4 se utilizan diuréticos de asa furosemide 1-2g/kg/dosis
2 o 3 veces al día.
11. NEUROLOGÍA
11.1. TRASTORNOS CONVULSIVOS
Una crisis convulsiva es una descarga sincrónica excesiva de un grupo neuronal que dependiendo de su localización se manifiesta con síntomas
motores, sensitivos, autonómicos o de carácter síquico, con o sin pérdida de conciencia.
Las convulsiones pueden ser sintomáticas o secundarias, es decir, desencadenadas por un estímulo transitorio que afecte a la actividad cerebral
(hipoglucemia, traumatismos, fiebre, infección del sistema nervioso central), o de carácter idiopático sin relación temporal con un estímulo
conocido; cuando éstas últimas tienen un carácter recurrente se utiliza el término epilepsia.
Etiología
Aun considerando todos los grupos de edades, las convulsiones febriles son la causa más frecuente de crisis convulsiva en la infancia; de hecho
entre el 2-4% de todos los niños han tenido algún episodio.
Consideraciones generales
– La mayoría de los niños que tienen una convulsión llegan a la consulta en la fase poscrítica ya que lo habitual es que las convulsiones infantiles
cedan espontáneamente. Así pues, cuando un niño se presenta con actividad convulsiva hay que pensar que lleva convulsionando un tiempo
considerable.
– Cuanto más prolongada sea la crisis más difícil será su reversibilidad y peor su pronóstico. Se define como status epiléptico aquellas crisis que
se prolongan durante más de 30 minutos, o cuando las crisis se repiten durante este periodo de tiempo, sobre todo sin recuperar la conciencia.
En estudios en animales se ha comprobado que el daño cerebral en las convulsiones prolongadas empieza a producirse a partir de los 30 minutos.
Por tanto, una convulsión es una urgencia neurológica que hay que intentar que ceda lo antes posible.
– El éxito del tratamiento no dependerá, en general, de la elección de uno u otro medicamento antiepiléptico, sino en el hecho de seguir protocolos
de actuación sistematizados. Los errores más frecuentes en el tratamiento de las convulsiones son: no oxigenar adecuadamente, administrar dosis
insuficientes de antiepilépticos y no dar tiempo a que la medicación alcance niveles terapéuticos.
3) Anamnesis: Mientras se trata la convulsión, otra persona deberá realizar una historia clínica rápida de urgencias a los familiares para intentar
conocer la naturaleza de la crisis. Los aspectos más importantes sobre los que debe incidirse son:
– ¿Tiene fiebre?. Las convulsiones asociadas a fiebre en ausencia de infección del sistema nervioso central o de una causa metabólica y sin
antecedentes de crisis convulsivas afebriles son diagnosticadas de convulsiones febriles.
Sin embargo, en aquellos niños que tienen fiebre y no cumplen las características de convulsión febril, es fundamental descartar la posibilidad de
infección del sistema nervioso central (meningitis, absceso cerebral).
– ¿Es la primera convulsión o ya ha tenido más crisis?. En los niños que han tenido más crisis, es importante conocer si han sido diagnosticados de
alguna enfermedad neurológica, si tienen retraso psicomotor, qué tipo de medicación están tomando y el grado de control de sus crisis. La causa
más frecuente de convulsión en los niños que han tenido más crisis afebriles y que están con medicación anticonvulsiva es la existencia de niveles
infra-terapéuticos de medicación.
– ¿Ha podido existir algún factor precipitante de la crisis que no sea la fiebre?. En los niños afebriles, sobre todo si es la primera convulsión, es
fundamental conocer si existe algún factor asociado o precipitante. En muchas ocasiones las crisis no podrán controlarse totalmente hasta que
no es tratada la causa esencadenante. En los neonatos y en los lactantes es importante investigar la existencia de patología pre y perinatal
(prematuridad, sufrimiento fetal, cuadros de hipoxia-isquemia).
4) Examen físico: a) Valoración del estado general. Los dos cuadros más graves que deben ser iagnosticados con urgencia son: sepsis (disminución
de la perfusión periférica, hipotensión, fiebre, petequias) e hipertensión intracraneal (bradicardia, hipertensión arterial, alteración del patrón
respiratorio, vómitos).
Inicialmente, algunos de estos datos serán difíciles de explorar si existe actividad convulsiva. b) Exploración general. En cuanto sea posible y la
crisis haya cedido se realizará una exploración sistematizada por aparatos buscando signos de infección focal (otitis), deshidratación, lesiones en
la piel (manchas de “café con leche” en la neurofibromatosis, adenomas sebáceos en la esclerosis tuberosa), etc. En los lactantes se explorará el
nivel de la fontanela (abultamiento en la hipertensión intracraneal) y se medirá el perímetro cefálico (microcefalia en las infecciones congénitas,
macrocefalia en la hidrocefalia y en el hematoma subdural).
c) Exploración neurológica. Debe ser minuciosa con especial atención a los signos de infección intracraneal (meningismo, alteración del sensorio)
o de focalidad neurológica. Es importante realizar repetidamente el examen neurológico, sobre todo cuando la recuperación del sensorio es lenta
o existen déficits neurológicos residuales. Hay que tener en cuenta que la medicación anticonvulsiva puede alterar la valoración de los signos
meníngeos o del nivel de conciencia.
5) Pruebas complementarias: No existe ninguna indicación sistemática de pruebas complementarias en los niños que han tenido una convulsión,
su realización estará en función de la sospecha etiológica y de las manifestaciones clínicas.
a) Estudio metabólico. Está indicado fundamentalmente en los neonatos y en los lactantes pequeños en los que se sospeche una causa metabólica.
Deberán determinarse la glucemia, urea, creatinina, calcio, magnesio, sodio, potasio, pH gases bicarbonato, ácido láctico y amoniaco.
Si las convulsiones ocurren en el contexto de un deterioro neurológico progresivo es útil extraer y congelar una muestra de suero para hacer un
estudio metabólico más complejo (acidurias orgánicas, enfermedades lisosomales); en estos casos el suero debe ir acompañado de una muestra
de orina y de LCR.
b) Punción lumbar. Debe realizarse en todos los niños menores de 12 meses que tienen una convulsión asociada a fiebre (ver tabla III) y en todos
los niños con sospecha de infección intracraneal (meningitis).
c) Tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética (RM). Están indicadas en aquellos niños que presentan: signos de hipertensión
intracraneal, focalidad neurológica, crisis parciales, focalidad en el EEG, historia de traumatismo previo, o dificultad para controlar las crisis. La
RM es más sensible para la detección de patología relacionada con las convulsiones.
d) Niveles sanguíneos de anticonvulsivantes. Se extraerán en los niños con tratamiento previo. Determinación de tóxicos en sangre. Se hará en
caso de sospecha de intoxicación.
e) Electroencefalograma (EEG). No es una prueba de urgencias excepto en aquellas convulsiones difíciles de controlar o en los casos en los que el
sensorio no se recupera en un tiempo razonable. De forma diferida está indicado en todos los niños con una primera convulsión afebril, en las
crisis febriles atípicas y en los niños epilépticos en los que el patrón o la frecuencia de las crisis hayan cambiado
11.2. TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
Cualquier alteración física o funcional producida por fuerzas mecánicas que actúan sobre el encéfalo o alguna de sus cubiertas.
Epidemiología
1er causa de muerte y discapacidad en niños >1año, 1-10 niños sufrirá TCE no banal a lo largo de su infancia,
Tasa de mortalidad es 2 veces+ si se sufre <12 meses, Grupo pediátrico + atendido <2 años y pubertad
Frecuencia en varones, con marcada diferencia a partir de los 4.
La mitad de los TCE que producen la muerte o secuelas irreversibles en lactantes son secundarios a daño intencional.
Pacientes pediátricos presentan más frecuencia en lesión IC, en especial cuanto menor es la edad del paciente, superficie craneal
proporcionalmente mayor, musculatura cervical relativamente débil, un plano óseo más fino y deformable, mayor contenido de agua y menor
de mielina.
Daño primario
Se produce al momento del impacto -> traumatismo directo sobre el cerebro , fuerzas de aceleración o desaceleración en la substancia blanca
Incluyen: Laceración - Contusión cerebral - Disrupciones vasculares y neuronales.
Son difícilmente modificables por la intervención terapéutica
Daño secundario
Resultado de procesos intracraneales y sistémicos que acontecen como reacción a la lesión primaria, y contribuyen al daño y muerte neuronal
A ni - Hemorragias IC (axiales o extraxiales) – Convulsiones
- Hipoxemia - Hipercapnia o anemia.
Potencialmente tratable y en su mayoría anticipable.
Cuadro Clínico
Alteraciones de la conciencia
Pérdida de consciencia inmediata, relativamente frecuente se toma como factor de riesgo.
Nivel de consciencia es el mejor indicador de intensidad del traumatismo y función general del cerebro.
Signos neurologicos
Variados, dependen de áreas cerebrales lesionadas. Son de alto valor predictivo de lesión intracraneal y se debe realizar la exploración neurológica
sistematizada a todos los pacientes con TCE, y ante su presencia llevar a cabo una valoración periódica de su evolución.
Funciones vitales
Alteraciones transitorias de la FC – TA (normalizan en corto espacio de tiempo.)
Pueden ser desencadenadas por reacción vagal: Vómitos - Cefalea – Obnubilación leve
Particularidades clinicas de los menores de 2 años
Los lactantes constituyen un grupo de particular riesgo de lesión intracraneal.
Ausencia de los signos o síntomas de alarma neurológica.
Alto riesgo de lesión intracraneal ante la presencia de alteración del nivel de consciencia y focalidad neurológica.
<2 años la fractura de cráneo tiene factor de riesgo independiente de lesión intracraneal.
Asociación entre la presencia de cefalohematoma y de fractura craneal.
Diagnóstico
Anamnesis
Hora y lugar del accidente
Mecanismo de producción
Si existió o no pérdida inicial de consciencia
Enfermedades o condiciones previas
Síntomas que ha presentado hasta la valoración clínica.
Diagnóstico
Exploracion inicial
A (vía aérea+control de columna cervical)
B (Ventilación)
C (Circulación) y temperatura
D (Evaluación neurológica)
E (examen físico)
Evaluación de los signos vitales es un indicador de función del tronco cerebral.
Exploración física
De manera inicial se debe evaluar: Nivel de consciencia, exploración pupilar, si está suficientemente reactivo y la función motora.
1) Estado de conciencia
a) Leve: Ausencia de focalidad neurológica + Nivel de consciencia igual o >13 en GCS y la mortalidad asociada es de <1%.
b) Moderado: Puntuación 9-12 y mortalidad asociada es de 3%.
c) Grave: Puntuación 3-8 de la escala de GG y con mortalidad asociada de 40-50%.
2) Simetría y reactividad pupilar
a) Párpados: Cierre por estímulos luminosos o acústicos nos indicara la integridad del mesencéfalo.
b) Reflejos oculocefálico y oculovestibular puede verse limitada por el compromiso de la columna cervical.
3) Fondo de ojo: Instauración del papiledema puede tardar 24-48 horas.
Pueden detectarse algunas alteraciones como hemorragias retinianas, sugestivas de movimiento brusco de un lactante.
Completarse análisis y exploración posterior a estabilización del paciente: Pares craneales, reflejos del tronco del encéfalo, reflejos
osteotendinosos.
Lactantes
En este grupo los signos son muy sutiles, como:
-Ausencia de contacto visual
-Irritabilidad
-Palidez o llanto agudo
Todos estos siendo indicadores de lesión intracraneal.
Diagnóstico por imagen
Radiografía simple de cráneo: Se desaconseja utilización sistemática de la radiografía craneal y sólo se admite su uso en algunas situaciones
clínicas, más numerosas en menores de 2 años.
TAC: Técnica de neuroimagen de referencia en el TCE.
Tratamiento
Fluidos y electrolitos: Aportes no sobrepasen el 60- 70% del mantenimiento durante 1ras 24 horas.
Antibioterapia: Sólo utilización empírica fractura basilar abierta.
Analgesia: Analgésicos no sedantes (paracetamol ó AINE)
Anticonvulsivos: No siendo de administración sistemática.
Manejo de la hipertensión intracraneal:
Monitorización de la presión intracraneal está indicada para aquellos niños con un GCS <8 se aconseja mantener una presión de perfusión
cerebral intracraneal >60 mm.
Tratamiento para cuando la PIC alcanza 20-25 mm Hg, administrar manitol o el suero salino hipertónico para de esta manera disminuir PIC.
11.3. CEFALEAS
Dolor o malestar referido a la cabeza, originado en estructuras craneales o bien irradiado a las mismas.
Epidemiología
1 y el 2% de las consultas de Urgencias
Durante los primeros 14 años de vida, hasta el 96% de los niños han padecido algún episodio de cefalea.
Etiología y clasificación
Fisiopatología
El parénquima cerebral no duele, originándose el dolor o la cefalea en las estructuras vecinas.
Las estructuras implicadas en el dolor de cabeza son:
1. Intracraneales: arterias de la base del cerebro, senos venosos y venas que drenan en ellos, y la duramadre de la base de cráneo.
2. Extracraneales: arterias y venas de la superficie del cráneo, senos paranasales y mastoides, órbitas, dientes, músculos de cabeza y cuello y pares
craneales con fibras sensitivas como el V, IX y X.
Mecanismos:
– Vasodilatación: como sucede en la hipoglucemia, acidosis, hipoxemia, fiebre, hipertensión arterial y migraña.
– Inflamación: en procesos infecciosos como meningitis, sinusitis, otitis, absceso, enfermedades dentales.
– Desplazamiento–tracción: en la hipertensión intracraneal, hidrocefalia obstructiva, hematoma epidural, subdural e intracerebral, absceso, rotura
de aneurisma.
– Contracción muscular: mecanismo de producción en la cefalea tensional.
– Teorías neuronales o neurogénicas: aparecen tras comprobar que los mecanismos vasculares no justifican todos los fenómenos de las crisis de
migraña.
Diagnóstico
Historia clínica: Antecedentes personales de vómitos y dolores abdominales cíclicos, vértigos paroxísticos recurrentes, mareos”, fiebre
recurrente, epilepsia, cuadros catarrales crónicos, procesos infecciosos asiduos, Antecedentes familiares de cefalea y tipo de la misma,
epilepsia y enfermedades psiquiátricas, Características de la cefalea:
- Localización (holo o hemicraneal, zona craneal).
- Tipo (pulsátil, punzante, opresiva, irradiaciones).
- Tiempo de evolución (< 1 mes, 1-3 m, 3-12 m, > 1 año).
- Periodicidad (recurrente, constante, imprecisa).
- Existencia o no de aura, frecuencia y tipo de la misma. - Síntomas acompañantes (náuseas, vómitos, fotofobia, fonofobia, mareos, dolor
abdominal) y tempo en el curso de la cefalea (prodrómicos, fase aguda, postcrítico).
- Ritmo horario y relación con ritmos biológicos.
- Frecuencia y duración del episodio.
- Factores desencadenantes: ansiedad, depresión, estrés, alimentos (cafeína, té, chocolate, alimentos enlatados, productos con conservantes,
edulcorantes artificiales como el aspartamo), ejercicio físico, ayuno, tabaco, alcohol, fatiga, frío, hipoglucemia, viajes, dieta, privación o exceso
de sueño, menstruación,
- Factores que empeoran la cefalea: ruido, luz, frío, tos, estornudos, caminar, subir escaleras.
- Factores que mejoran la cefalea: reposo, sueño, Fenómenos migrañosos relacionados con el aura: aura típica, aura prolongada, fenómeno visual
positivo persistente, síntomas vertebrobasilares, aura sin cefalea.
- Trastornos visuales del aura: fotopsias, anomalías del campo visual, escotomas centelleantes o negativos, alucinaciones, distorsiones del campo
visual, micropsia o macropsia, poliopsia y metamorfopsia, prosopognosia, visiones cinematográficas.
La exploración clínica neurológica debe complementarse con la exploración general e incluir la toma de la tensión, la auscultación intracraneal y
el fondo de ojo.
En caso de sospecha de procesos infecciosos, se realizará BHy QS.
Cuadro Clínico
Para cumplir los criterios de la migraña, el enfermo debe presentar al menos 5 episodios con estas características:
- Ataque de cefalea de 4 a 72 horas de duración - Agravación por la actividad física rutinaria.
- Unilateral. - Náuseas y/o vómitos
- Pulsátil. - Fotofobia y fonofobia
- Intensidad de moderada a severa.
Complicaciones
– Status migrañoso: migraña superior a 72 horas a pesar del tratamiento, puede haber episodios asintomáticos de duración inferior a 4 horas.
Suele asociarse con el uso prolongado de fármacos.
– Infarto migrañoso. Uno o más síntomas de aura migrañosa no completamente reversible en el plazo de 7 días, asociado a confirmación de infarto
cerebral por técnicas de neuroimagen.
Cefalea tensional
Edad escolar, de varios minutos a 7 días, dolor opresivo de intensidad leve o moderada, de localización bilateral y que no empeora por las
actividades físicas rutinarias, debe de ser menos de 180 al año y menos de 15 al mes.
Tratamiento
Dieta equilibrada, respetando las horas de sueño y evitando el estrés, el alcohol (en adolescentes) y determinados alimentos que pueden
desencadenar las crisis, así como la realización de ejercicio físico moderado.
En dolores leves o moderados se usan analgésicos
Paracetamol: 15 mg/kg/4-6 horas (max. 90 mg/kg/día)
Ibuprofeno: 10 mg/kg/6-8 horas (max. 40 mg/kg/día)
Profilaxis
– Propanolol: 1-2 mg/kg/día contraindicado en asma, arritmias cardiacas, diabetes, depresión e hipotiroidismo.
– Ciproheptadina: 0,2 -0,4 mg/kg/día. Como efectos secundarios presenta ganancia ponderal y somnolencia.
– Flunarizina: 5-10 mg/noche. Indicado en pacientes con anorexia y trastornos del sueño.
– Amitriptilina: 1 mg/kg/día.
11.4. MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Los defectos del tubo neural son anomalías estructurales que se presentan como defecto en el cierre del tubo neural antes del día 26 del desarrollo
embrionario. Ocupan el segundo lugar de las malformaciones en general; con terapéutica enérgica, multidisciplinaria. El médico debe tener una
gran sensibilidad y desarrollar al máximo su independencia funcional y física.
Las más frecuentes son mielomeningocele, encefalocele y anencefalia.
Criterios de Lorber: exclusión de un neonato con defectos del tubo neural cuando hay: asfixia, con jiba, parálisis por encima de L-2 o lesión rota;
son obsoletos, dejan sin el beneficio del tratamiento, a los que tienen un coeficiente intelectual aceptable y una vida digna.
Causas
Multifactorial con interacción de: Factores del ambiente, pulgón de papa, deficiencia de vitamina A, riboflavina, ácido fólico, fiebre
materna, diabetes materna, radiación prenatal, deficiencia de zinc, infecciones virales, alcoholismo materno, medicamentos, fenitoína,
ácido valproico, trimetadiona, haloperidol, malnutrición materna, factores genéticos, herencia multifactorial, mutación genética
aislada y cromosomopatías.
Genético en el desarrollo embrionario y relación con el metabolismo celular durante la morfogénesis: PAX 3 (Paired box) y el gen de la
enzima metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR) (metabolismo de folatos y homocisteína) y EXON 7 (glutamina a alanina).
Determinan los defectos del tubo neural. también relacionada con este trastorno.
Embriología del sistema nervioso central
Origen ectodérmico y en forma de placa neural en la tercera semana. Los bordes de la placa, se fusionan para formar el tubo neural. El extremo
craneal se cierra al vigésimo quinto día y el extremo caudal en el vigésimo séptimo día.
El SNC es una estructura tubular con una porción cefálica ancha —el encéfalo— y una porción caudal larga —la médula espinal—. Cuando no se
cierra se producen defectos como espina bífida y anencefalia.
La médula espinal forma el extremo caudal del SNC y contiene las neuronas sensitivas. El encéfalo constituye la porción craneal, consta de tres
vesículas: rombencéfalo (da lugar al bulbo raquídeo, cerebelo y puente), mesencéfalo (da relevo para reflejos auditivos y visuales) y prosencéfalo
(da tálamo, hipotálamo, hipófisis y hemisferios cerebrales). La Debido a defectos en el cierre del neuroporo caudal hacia el final de la cuarta
semana.
Epidemiología
Predominancia ligera al sexo femenino de 1.4:1. La mayoría termina en aborto. El riesgo 1:50 con un hermano afectado o una madre
mielodisplásica y 1:11 con dos hermanos afectados.
Clasificación
12. CIRUGÍA
12.1. INVAGINACIÓN INTESTINAL
Definicion
Es la introducción de una porción de intestino sobre sí mismo. La invaginación intestinal es la introducción en forma “telescópica”de un asa
intestinal, por lo regular proximal, entro de otro segmento distal, dando como resultado una obstrucción intestinal. Por lo común las
invaginaciones se originan en el íleon (íleo-ceco-cólica es la forma más frecuente); aunque también pueden producirse en el yeyuno o en colon
(menos frecuentes las íleo-íleales o colo-cólicas). Se presenta con mayor frecuencia en el sexo masculino, eutróficos, entre los 6 y 18 meses de
edad.
Etiología
En general es desconocida, pero existen las siguientes teorías:
Incoordinación nerviosa. Debido a que el ciego y colon ascendente son inervados por el simpático y el Ileon además por el
parasimpático
Presencia de ciego móvil al tener mal rotación 15% se facilitaría.
Las placas de Peyer como cabezas de invaginación.
Antecedente infección viral, adenovirus.
La traslocación bacteriana para algunos autores.
El 5% tiene una etiología orgánica clara: divertículo de Meckel, pólipos, cuerpos extraños, duplicaciones, linfomas, hematomas y
púrpura de Henoch.
El 12 % pueden deberse a cirugías previas del riñón, de coartación de aorta, resección de tumor Wilms, neuroblastoma, megacolon,
entre otras.
Clasificación
Ileocecocolica 80% Ileocecocolica 3%
Íleo ileal 8% Yeyuno-yeyunal 1%
Cecocólica 5%
Cuadro Clínico
Tríada clásica:
o Dolor,
o Evacuaciones sanguinolientas en “grosella” en un 95%
o Tumoración abdominal, “morcilla” en un 85% (cilíndrica, blanda y elástica simulando una salchicha)
Signo de Dance y el signo de hocico de tenca en etapas tardías
Puede haber el antecedente de cuadro de vías respiratorias superiores o intestinal
Diagnóstico
La radiografía simple de abdomen:
Signos habituales de absorción bajo la formación de dilatación de las asas del intestino delgado, situadas encima de la invaginación.
Ultrasonido
Examen de oro imagen de tiro al blanco en corte transversal.
En corte longitudinal pseudo riñón. Sensibilidad de 98%, y especificidad del 100%.
Tratamiento
Reanimación del paciente, administrando líquidos parenterales (fisiológico-glucosado al 10% a 20-40 mL/kg/h).
Se puede reducir por enema de bario, hidrostático o neumático.
Resección intestinal si no hay éxito en la reducción neumática o sospecha de complicación
El enema de bario tiene un porcentaje de éxito entre el 70-80%
12.2. ESCROTO AGUDO
El síndrome de escroto agudo en el niño se caracteriza esencialmente por dolor escrotal agudo, acompañado la mayoría de las veces de signos
inflamatorios. Esta condición se debe principalmente a la torsión de los apéndices del epidídimo o testiculares, a torsión del cordón espermático,
epididimitis y orquitis. El enfoque debe estar orientado a hacer el diagnóstico diferencial y principalmente a descartar una torsión del cordón
espermático, ya que en esta situación, el daño testicular irreversible puede ocurrir a las pocas horas de iniciada la sintomatología. Es por esta
razón que el tiempo de evolución, la edad, la sintomatología y el examen físico cuidadoso, son claves para un diagnóstico oportuno y un
tratamiento eficaz. Por otro lado, frente a un dolor testicular agudo, los padres deben llevar al paciente inmediatamente a un servicio de urgencia,
ya que un retraso en la consulta puede terminar en una pérdida definitiva del testículo.
Torsión del cordón espermático
La torsión del cordón espermático se presenta principalmente en el período perinatal y en el adolescente, en este último grupo el promedio de
edad es 13 años. La incidencia anual de esta patología es de 4.5 x 100.000 en menores de 25 años. En un estudio multicéntrico constituyó el 23%
de todas las causas de escroto agudo.
Torsión del cordón espermático en el adolescente
La torsión del cordón espermático en el adolescente es intravaginal y ocurre por una fijación anormal del testículo y epidídimo dentro de la túnica
vaginal. Normalmente la túnica rodea el epidídimo y la cara posterior del testículo, el cual se adhiere al escroto impidiendo su torsión. Si la túnica
se adhiere en una zona proximal del cordón espermático, el testículo y el epidídimo quedan suspendidos en forma libre dentro del escroto y puede
torcerse dentro de la vaginal. Esta fijación anormal se describe clásicamente como en badajo de campana y ocurre en la minoría de los niños. La
incidencia que se ha reportado de esta anomalía llega hasta el 12% en estudios de cadáveres y habitualmente es bilateral. Debido a que la
incidencia de la torsión es significativamente menor, se postula que otros factores podrían estar jugando algún rol en la etiopatogenia de esta
urgencia pediátrica, como un reflejo cremasteriano exacerbado, el crecimiento testicular que se produce en la pubertad y el aumento de la
vascularización secundario a un trauma menor o una epididimitis.
La presentación clásica, se caracteriza por dolor testicular agudo intenso, de comienzo brusco, unilateral, acompañado a menudo de nauseas o
vómitos. En algunas ocasiones existe el antecedente de dolor intermitente debido a torsiones parciales previas. Al examen físico se puede apreciar
un testículo muy sensible, en posición transversa alta, acompañado de eritema y edema escrotal, el reflejo cremasteriano la mayoría de las veces
está ausente, aunque si es positivo no descarta la torsión. Durante las primeras horas de evolución es posible hacer el diagnóstico clínico diferencial
con una epididimitis o torsión de apéndices, ya que en estas situaciones se puede detectar dolor específico en el polo superior. Sin embargo, a
medida que pasan las horas se hace más difícil. Luego de realizar el diagnóstico clínico, y si disponemos de los medios en forma inmediata,
podemos realizar una ultrasonografía con doppler. La visualización de un cordón torcido (signo del nudo, espiral, remolino o concha de caracol)
tiene una sensibilidad y especificidad cercana al 100%. El flujo en el cordón y en el parénquima son variables, dependiendo principalmente del
grado de torción, las horas de evolución y los episodios de destorsiones espontáneas.
Torsión del cordón espermático perinatal
Es poco frecuente en recién nacidos, se han reportados casos de torsión intrauterina (35s. de gestación), durante el parto o durante las primeras
horas de vida. Si ha ocurrido prenatalmente se palpa una masa indurada, poco sensible y se observa el escroto de color más oscuro, por otro lado,
si ocurre durante el parto tiene mayor sensibilidad y se encuentra eritema. Este dato es de gran importancia, ya que permite estimar clínicamente
la viabilidad del testículo. La ultrasonografía con doppler nos informa el estado de la circulación del cordón y del parénquima testicular, pero si no
está disponible inmediatamente se deben explorar quirúrgicamente a todos los pacientes que tienen pocas horas de evolución en el más breve
plazo. Durante la operación se debe observar el testículo opuesto y realizar una pexia al escroto, para evitar una torsión posterior (asincrónica).
En el caso que se considere que la torsión se produjo prenatalmente, la intervención no tiene urgencia inmediata, pero se debe insistir en la
observación diaria del testículo opuesto. Es aconsejable poner énfasis en el examen genital inmediatamente después del parto y antes del alta,
ya que la sintomatología puede no ser tan evidente y pueda manifestarse horas después del nacimiento, producto de una torsión después del
parto. Hay que considerar que un grupo importante de pacientes (60%) presentan hidrocele del lado contralateral, que puede ser incidental o
secundario a episodios isquémicos como resultado de torsiones moderadas. En los casos de torsión prenatal, la ecografía muestra un testículo
aumentado de tamaño, con un parénquima heterogéneo y sin circulación intratesticular. También puede existir un hidrocele y un engrosamiento
de estructuras paratesticulares. Posteriormente el testículo disminuye de tamaño y el parénquima presenta áreas hiperecogénicas que
corresponden a zonas de calcificación.
Epididimitis/orquitis
La epididimitis es una patología que se presenta con mayor frecuencia entre los adolescentes y adultos. Se caracteriza por aumento de volumen
y dolor escrotal de comienzo paulatino, que se va agravando con el correr de los días. La mayoría son idiopáticas y entre los agentes etiológicos
conocidos más frecuentes se encuentran las bacteria coliformes, algunas especies de micoplasmas y en los adolescentes, sexualmente activos, se
agregan la Chlamydia Tracomatis y la Neisseria Gonorrhoeae. Se cree que los virus también pueden ser una causa común, pero en estos casos el
diagnóstico es presuntivo. En las epididimitis bacterianas se piensa que las bacterias llegan al epidídimo de manera retrógrada a través de los
conductos eyaculatorios. En algunos casos puede estar asociado a infección urinaria o uretritis, por lo que se debe pedir un examen de orina,
cultivo de secreción uretral y PCR específico para C. Trachomatis y N. Gonorrhoeae, especialmente en los jóvenes sexualmente activos. En la
ecografía se observa un epidídimo grande especialmente en la zona de la cabeza, hidrocele y engrosamiento del escroto; si existe compromiso
testicular, éste se encuentra aumentado de tamaño. La ausencia de signos de torsión de cordón o apéndices nos sirven para apoyar indirectamente
el diagnóstico. Es conveniente, especialmente cuando la infección es recurrente, realizar un estudio radiológico con una ecografía renal y vesical
complementada con una uretrocistografía, para descartar una anomalía como un uréter ectópico, una obstrucción de los conductos eyaculadores
o valvas uretrales.
La orquitis es una inflamación del testículo que generalmente es el resultado de la extensión de una epididimitis. El compromiso testicular aislado
es poco frecuente en niños y puede ocurrir por una diseminación hematógena de una infección bacteriana o secundaria a una infección viral como
Parotiditis, Adenovirus, Enterovirus, Influenza y Parainfluenza. En los menores de tres meses la epididimitis/orquitis es poco frecuente.
El diagnóstico se sospecha clínicamente por la palpación de una masa indurada, sensible, acompañada de eritema en la mayoría de las ocasiones.
La ecografía con doppler muestra evidencias de aumento del flujo vascular con ecogenicidad alterada y aumento de volumen del epidídimo,
testículo o ambos. Chiang reportó una serie de siete casos menores de 3 meses, de los cuales 5 presentaron epididimitis/orquitis y 2, orquitis.
Tres pacientes ingresaron por un cuadro febril (una sepsis) y, posteriormente, presentaron compromiso testicular. Cinco tuvieron leucocitosis o
proteína C reactiva alta, 4 presentaron bacteriuria y 2, una septicemia. Un niño presentó un hidrocele infectado y otro un absceso testicular. La
vía de infección fue ascendente y hematógena. El uso de antibióticos en estos casos fue de gran importancia para su recuperación. Los gérmenes
más frecuentes fueron E. coli, E. fecalis y N. meningitidis.
Torsión de los apéndices testiculares
Los apéndices o hidátides que se ubican, tanto en la superficie del testículo como del epidídimo, son restos embrionarios derivados de los
conductos de Müller y de Wolff. Es la causa más frecuente de escroto agudo y puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más habitual entre los
siete y los doce años. El dolor es de menor intensidad que en la torsión del cordón, puede comenzar en forma brusca o paulatina y, en el transcurso
de las horas, se localiza en el polo superior del testículo afectado. Al examen se encuentra un hemiescroto sensible, con edema o eritema, y en
un 20% de los casos se puede palpar o visualizar un nódulo azulado, muy sensible, de cinco a diez milímetros. A medida que el cuadro evoluciona
se exacerban los signos inflamatorios locales y el diagnóstico diferencial con las otras patologías se hace más difícil. En el 30% de los casos, en la
ecografía se puede visualizar un nódulo extratesticular (en el polo superior, entre la cabeza del epidídimo y el testículo), avascular e hiperecogénico,
mayor de 5 mm, con cambios inflamatorios secundarios como hidrocele, epidídimo aumentado de tamaño y edema escrotal. En una etapa
posterior pueden aparecer imágenes quísticas. La circulación testicular, al igual que en la epididimitis, está aumentada en el 70% de los casos. Una
vez hecho el diagnóstico y para favorecer su resolución en el menor tiempo posible, se indican antiinflamatorios y reposo estricto en cama con
elevación escrotal. Si se cumplen las indicaciones, habitualmente la sintomatología cede en una semana, aunque en un 15% de los casos se
requiere intervención quirúrgica por persistencia de la sintomatología. Algunos autores recomiendan el tratamiento quirúrgico de partida,
especialmente en los pacientes con dolor significativo, lo que disminuiría el tiempo de recuperación y el error diagnóstico.
12.3. HIPERTROFIA CONGÉNITA DE PÍLORO
Incidencia
La estenosis hipértrofica del píloro es más frecuente en varones de raza blanca, sobre todo si son primogénitos.
Existe una incidencia familiar en aproximadamente el 15% de los casos. La etiología es desconocida, aunque probablemente sea multifactorial
(por la suma de una predisposición genética y de factores ambientales, como la toma de eritromicina).
Cuadro Clínico
La presentación clásica consiste en vómitos proyectivos inmediatos tras las tomas, alimenticios, no biliosos, con hambre e irritabilidad continua
tras el vómito. Comienza entre las 3-6 semanas de vida (es raro a partir del tercer mes), siendo el momento mas frecuente en torno a los 20 días
de vida. En algunos casos puede existir ictericia por elentecimiento de la circulación enterohepática y disminución de la conjugación hepática.
Debido a las pérdidas de hidrogeniones y de cloruros con los vómitos, se produce una alcalosis metabólica hipoclorémica, aunque estas
alteraciones suelen ser tardías. Existe tendencia a la hipopotasemia, por la difusión de potasio al interior de la célula al intercambiarse éste con
hidrogeniones que salen al espacio extracelular para compensar su pérdida con los vómitos y como respuesta a un hiperaldosteronismo resultante
de la activación del eje renina-angiotensina-aldosterona secundario a la depleción de volumen inducido por los vómitos.
En la exploración física se objetivan grados variables de deshidratación. En algunos casos, puede palparse la “oliva pilórica” (en el cuadrante
superior derecho del abdomen), con mayor facilidad de detección si el paciente acaba de vomitar (la relajación de la musculatura abdominal
favorece la palpación de este signo). A veces pueden observarse las ondas peristálticas gástricas, de amplitud aumentada con el fin de “vencer”
la estenosis.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante:
Ecografía abdominal: es la técnica de elección. Se detectará grosor del músculo pilórico superior a 3mm y longitud global del canal pilórico
superior a 15mm. Si las medidas están en el límite, se debe repetir la ecografía en 24-48horas.
Radiografía simple de abdomen: distensión gástrica con escaso gas distal (precozmente, puede ser normal).
Radiografía con bario: en desuso en la actualidad, se reservara para pacientes en los que la ecografía no es concluyente. Aparece un
conducto pilórico alargado y estrecho (el segmento estenótico), que da lugar al “signo de la cuerda”. El bulbo duodenal aparece en forma
de paraguas abierto sobre el píloro hipertrófico.
Analítica de sangre: se debe realizar, además de la pruebas de imagen, para detectar alteraciones hidroelectrolíticas.
Diagnóstico Diferencial
Hay que hacerlo, fundamentalmente, son la atresia pilórica (vómitos, no biliosos y desde las primeras tomas, con imagen de única burbuja en
síndrome de Down, con vómitos biliosos precoces e imagen de doble burbuja en la radiografía).
Tratamiento
Preoperatorio: corrección de la deshidratación y de las alteraciones hidroelectrolíticas con fluidoterapia intravenosa
Quirúrgico: piloromiotomía extramucosa de Ramsted (pueden existir vómitos posoperatorios secundarios al edema del píloro producido
por la propia incisión).
12.4. HERNIA DE BOCHDALECK
La hernia de Bochdalek es un defecto congénito que se ori-gina entre la 8a y la 10a semana de la vida fetal y se produce por falta del cierre del
espacio pleuroperitoneal durante el desarrollo del diafragma. Generalmente se manifiesta en las primeras horas del nacimiento y por su asociación
con hipoplasia pulmonar, la morbilidad y la mortalidad son muy altas. Es una patología excepcional en el adulto. Se revisa el tema y se presenta
un caso de una mujer adulta con hernia de Bochdalek.
En 1848, Bochdalek describe por primera vez la hernia diafragmática que ocurre a través de un defecto posterola-teral, y en 1902 se describe el
primer tratamiento quirúrgico en un niño.
La hernia de Bochdalek es un defecto congénito del diafragma, localizado en la inserción posterior. Resulta de la interferencia en el desarrollo del
diafragma por falta de cierre del espacio pleuroperitoneal, y se puede dar por dos circunstancias: 1. Porque el diafragma no se desarrolla
completamente antes de que el intestino regrese al abdomen desde el saco de Yolk en las semanas 8-10. Porque el intestino regresa al
compartimiento abdominal muy tempranamente en la vida fetal Si la iniciación de la hernia es anterior al desarrollo del pulmón, éste es hipoplásico
y su compromiso es severo. Si es posterior a su desarrollo, la hipoplasia es de menor grado o no existe.
Epidemiología
En EE.UU nacen 1.114 bebés por año con hernia diafragmática congénita con sobrevidas menores de 60% y con otras anomalías asociadas en
múltiples patrones diferentes. La hernia diafragmática congénita se presenta aproximadamente en 1 de 3.000 nacidos vivos y la más común es la
hernia de Bochdalek que se presenta en 1 de cada 5.000 nacimientos. En adultos las hernias de Bochdaleck son excepcionalmente raras, solo se
reportan casos aislados y se cree que no sobrepasan el 10% de todos los casos. Se presenta cinco veces más frecuente en el lado izquierdo que en
el derecho. Es muy probable que el espacio pleuro-peritoneal derecho se cierre antes que el izquierdo o que el hígado tenga algún grado de
protección; sólo 3% de los niños afectados tienen hernias de Bochdalek bilaterales
Anomalias Asociadas
Se asocia a desarrollo pulmonar anormal, hipoplasia bilateral pero con mayor compromiso ipsilateral. Esto se explica por un número disminuido
de divisiones bronquiales y descenso en la cantidad y madurez alveolar de los neumocitos; éstos a su vez son disfuncionales cualitativa y
cuantitativamente reduciendo la cantidad de surfactante y la actividad enzimática antioxidante. En general existe una disminución del área
efectiva para el intercambio gaseoso, con niveles elevados de mediadores vasoactivos circulantes y el desarrollo de hipertensión pulmonar, cuya
persistencia está dada no solamente porque en el pulmón hipoplásico el área vascular es menor, sino porque la muscular de las arterias está
hipertrofiada y se extiende periféricamente más allá de lo normal, los vasos pulmonares son más lábiles y más sensibles al estímulo de la
vasoconstricción, y la inmadurez e insuficiencia de surfactante predispone a barotrauma y a atelectasias con hipoxemia alveolar. Los defectos de
la pared del tórax más frecuentes son, asimetría del tórax, pectus excavatum y escoliosis.
Se pueden encontrar otras anormalidades entre 29 y 53% de los casos. Las más frecuentes incluyen el sistema nervioso como defectos del tubo
neural e hidrocefalia; lesiones cardiovasculares como defectos del septum ventricular y tetralogía de Fallot; en el tracto gastrointestinal, la
malrotación intestinal es una anomalía común y es secundaria a la interrupción de la rotación normal que ocurre justamente cuando de manera
temprana en la etapa fetal, el intestino retorna al abdomen; también el ano imperforado con fístula perineal. Otras anomalías comprometen otros
órganos intraabdominales, y algunas asociadas a los riñones; éstos pueden migrar intratorácicos como anomalía congénita, pero la incidencia con
las hernias de Bochdalek es de menos de 0.25%.
Diagnóstico
Clínico
El diagnóstico de hernia diafragmática congénita puede tener lugar in útero o después del nacimiento. La hernia de Bochdalek generalmente
presenta síntomas en el primer día después del nacimiento. Las señales de hernia incluyen cianosis, dificultad respiratoria, abdomen excavado en
casos de gran desplazamiento de estructuras, ruidos intestinales en el tórax y ausencia de ruidos respiratorios sobre el lado afectado.
La hipoplasia pulmonar ipsilateral resulta por detención en su desarrollo o por la compresión del pulmón afectado por los contenidos del TGI en
la hernia; la hipoplasia pulmonar contralateral es secundaria al desplazamiento de las estructuras mediastinales.
En los recién nacidos se pueden manifestar como un neumotórax a tensión ipsilateral que puede enmascarar la hernia por la reducción completa
de las estructuras herniadas en el abdomen Cuando los síntomas se presentan más allá de una semana de edad, se pueden presentar como una
neumonía del lóbulo inferior, y es importante para el diagnóstico tener un alto índice de sospecha
También se han descrito casos que se manifiestan con fiebre, vómito y derrame pleural izquierdo
Radiológico
Los Rx de tórax simple PA y lateral, en general son suficientes para hacer el diagnóstico. La localización anatómica, el contenido, las complicaciones
como la encarcelación, obstrucción intestinal, vólvulo y la estrangulación, pueden ser demostradas radiológicamente
Complicaciones
Las complicaciones tempranas más frecuentes son las pulmonares, las más tardías son los vólvulos. Cualquier estructura cercana a la hernia puede
herniarse en el saco y torcerse; la más frecuente en el adulto es el estómago. Aunque en la infancia el vólvulo gástrico agudo es raro, cuando se
presenta es una emergencia quirúrgica.
Diagnóstico Diferencial
Las entidades en el diagnóstico diferencial incluyen: agenesia del hemidiafragma, eventración diafragmática, malformaciones quísticas
adenomatoides, enfisema lobular congénito, neumonías del lóbulo inferior, pleuritis o tuberculosis pulmonar
Tratamiento
En los recién nacidos el tratamiento incluye intubación traqueal inmediata y colocación de una sonda gástrica para la descompresión; es
importante conservar las presiones en la vía aérea y mantener una sospecha alta de neumotórax durante cualquier episodio de hipotensión súbita.
Algunos autores recomiendan colocación de tubo de tórax profiláctico para proteger contra esta posibilidad.
La hernia diafragmática congénita es de fácil reparación quirúrgica; el acceso puede hacerse por laparotomía, toracotomía o combinado,
dependiendo de la presencia o no de encarcelación o estrangulación y de cuáles sean las vísceras abdominales o torácicas comprometidas Las
mallas para reconstrucción del diafragma, en ocasiones son necesarias y son bien toleradas.
La tendencia actual es utilizar las técnicas de cirugía mínimamente invasora como laparoscopia y especialmente toracoscopia, las cuales son muy
satisfactorias en el adulto
12.5. APENDICITIS AGUDA
La apendicitis aguda es la patología quirúrgica de urgencia más frecuente en el niño y constituye un desafío diagnóstico debido a la superposición
de síntomas con otras patologías especialmente en los menores de 4 años. El retraso en su reconocimiento se asocia a un aumento de la morbilidad,
mortalidad y costos médicos. Puede evolucionar a la mejoría espontánea, a la formación de un plastrón, de un absceso, o a la perforación
produciendo una peritonitis
Etiología
El mecanismo exacto de la apendicitis aguda aun no está bien caracterizado, pero la etiología parece ser multifactorial: una combinación de daño
isquémico de la mucosa con invasión bacteriana, asociado a veces con algún grado de obstrucción por un fecalito, hiperplasia folicular, cuerpo
extraño o parásito. Los patólogos aceptan la ulceración focal de la mucosa y el infiltrado de neutrófilos de la mucosa con o sin abscesos de las
criptas como suficiente para hacer el diagnóstico de apendicitis. Se habla de apendicitis supurativa cuando existe algún grado de ulceración de la
mucosa e inflamación aguda transmural. Cuando existe trombosis vascular y necrosis hemorrágica en la pared, además de la inflamación
transmural, se habla de apendicitis gangrenosa o gangrenada.
Sintomatología y examen físico
La sintomatología clásica de dolor periumbilical o epigastrio que luego se localiza en la fosa ilíaca derecha, acompañado de náuseas, anorexia y/o
vómitos, sólo se presenta en un tercio de los casos y especialmente en los niños mayores. Becker y col. encontraron que un 44% de las apendicitis
presentaban 6 ó más signos atípicos. Sólo el 2% de las apendicitis se presenta en menores de 3 años, y en ellos, la presentación clínica, la mayoría
de las veces, es atípica por lo que el diagnóstico es tardío. Los síntomas más frecuentes son vómitos, fiebre, dolor abdominal, anorexia y diarrea,
lo que habitualmente se confunde con enfermedades gastrointestinales, respiratorias o del tracto urinario. Sakellaris y col. encontraron que en
niños menores de 5 años un 33% consultaba tardíamente y un 66% habían sido tratados con antibióticos o antipiréticos previamente. En los
menores de 3 años el porcentaje de apendicitis perforadas fue de un 100%, bajando a un 52% a los 5 años. En los escolares la incidencia de
apendicitis aumenta considerablemente y la sintomatología es más fácil de detectar. El dolor abdominal puede comenzar en epigastrio y luego
migrar al cuadrante inferior derecho (CID), desde un principio localizarse en CID o ser más difuso. Los síntomas que tienen mayor sensibilidad son
nauseas, anorexia, vómitos y el dolor localizado en CID. La presencia de diarrea y los síntomas urinarios son menos frecuentes y no la descartan.
Los signos que tienen mayor especificidad son la sensibilidad y la resistencia muscular a la palpación en el CID, signo del psoas, signo del obturador,
signo de Rovsing y signo de rebote.
Diagnóstico
Exámenes de Laboratorio
1. Hemograma
El diagnóstico se realiza en base a la historia y el examen físico, sin embargo debido a que más del 44% de los pacientes se presenta con síntomas
y signos atípicos es conveniente solicitar exámenes de laboratorio para apoyar el diagnóstico. En el proceso inflamatorio que se inicia, los
leucocitos son los primeros en aumentar a expensas de los linfocitos, esto se refleja en un recuento alto a las pocas horas de iniciada la
sintomatología. Después de las 48 horas puede haber un secuestro celular en el tejido inflamado disminuyendo los leucocitos circulantes, lo que
explicaría que en algunos casos existe una leucopenia relativa. Diversos trabajos muestran una alta correlación entre leucocitosis y desviación
izquierda con apendicitis aguda. Wang y col. encontraron en un grupo de niños entre el año y los 19 años una sensibilidad de 79% con un valor
predictivo negativo (VPN) de 90%, lo que permite concluir que valores normales son altamente improbables en esta patología. Tiene además la
ventaja que está siempre disponible, es fácil de realizar, es mínimamente invasivo, de bajo costo, no retrasa el diagnóstico y se puede repetir si
es necesario.
2. Proteína C reactiva
La proteína C reactiva (PCR) es una proteína no glicosilada sintetizada por los hepatocitos en respuesta a procesos inflamatorios, infecciosos o de
daño tisular. Se fija a los polisacáridos y fosforilcolina de superficies microbianas actuando como opsonina, facilitando de esta manera la fagocitosis
de bacterias especialmente las encapsuladas; también actúa en la activación del sistema de complemento. El valor considerado normal no debe
superar los 6 mg/dl. Se ha demostrado que la PCR aumenta significativamente después de las 24 horas de iniciado los síntomas,
independientemente de la rapidez del proceso inflamatorio, por lo que su valor puede ser normal durante las primeras horas de evolución. Cuando
se combina con el recuento de blancos y la desviación izquierda en el hemograma, llega a una sensibilidad de un 98%.
Exámenes imagenológicos
1. Radiografía de abdomen simple: La radiografía de abdomen simple es un examen económico y rápido de obtener. Ulukaya y col. en un
estudio de 424 niños con diagnóstico de apendicitis, encontraron signos con alta sensibilidad pero poco específicos como la dilatación del
colon ascendente, un nivel localizado en el cuadrante inferior derecho, escoliosis con concavidad hacia la derecha, borramiento de la silueta
del psoas y niveles hidroaéreos múltiples en las peritonitis. La presencia de un fecalito, tiene un 100% de especificidad, pero se visualiza en
menos de un 10% de los casos.
2. Ecografía abdominal: La ecografía abdomino-pélvica ha demostrado ser útil en el diagnóstico tanto para confirmarlo como para pesquisar
otras patologías,especialmente las ginecológicas. La visualización de un apéndice con signos inflamatorios, con líquido en su interior, no
compresible y con un diámetro mayor de 6 mm., son signos con una alta especificidad. Además la pesquisa de un apendicolito, un aumento
de la ecogenicidad de la grasa pericecal, adenopatías mesentéricas y la presencia de líquido libre, apoyan el diagnóstico especialmente en
los casos que no se logra visualizar el apéndice. La ecografía tiene su mayor rendimiento en pacientes sin excesiva grasa abdominal, en la
edad pediátrica y en mujeres. Los resultados de la ecografía son variables dependiendo de la destreza del médico radiólogo, de la cantidad
de panículo adiposo del paciente, de la posición del apéndice y del grado de inflamación del mismo. Existen falsos negativos cuando el
apéndice es retrocecal, está perforado o compromete sólo el extremo distal. La sensibilidad varía entre un 81-100 % y la especificidad entre
un 86-100 %.
3. Tomografía axial computarizada: El TAC abdominal tiene un alto grado de precisión con una sensibilidad mayor del 95% y una especificidad
entre un 95 y un 99%. Los signos más relevantes son un diámetro apendicular mayor de 6 mm., el engrosamiento de la pared, la presencia
de un apendicolito, alteración de la grasa pericecal, líquido libre, linfoadenopatías, engrosamiento de la pared del intestino vecino y la
presencia de aire o colecciones. Sin embargo su uso debe ser restringido sólo a los casos donde las dudas persisten después de utilizar los
medios diagnósticos antes descritos, ya que es un examen que no está disponible en forma rápida, su costo es alto y tiene una alta dosis
de radiación ionizante equivalente a más de 100 radiografías de tórax.
Diagnostico diferencial
Debido a la alta incidencia de apendicitis aguda, frente a un paciente con dolor abdominal agudo localizado en CID se debe pensar en esta
posibilidad diagnóstica, sin embargo hay otras patologías que se pueden presentar en forma similar sobretodo en sus primeras horas de evolución.
Existen algunas causas médicas que se pueden acompañar de dolor abdominal como constipación, adenitis mesentérica, faringitis, enfermedades
respiratorias, e infecciones intestinales y urinarias. Se deben hacer todos los esfuerzos para descartarlas, por lo que se debe realizar una anamnesis
completa, un examen físico prolijo, mantener al paciente en una observación activa y tomar exámenes de laboratorio y radiológicos si persisten
dudas razonables. Se debe hacer especial mención a la patología ginecológica, estas incluyen las torsiones de quistes ováricos, quistes
paramesonéfricos, ovulación dolorosa, proceso inflamatorio pélvico, endometriosis, dismenorrea, abortos y embarazos. En las niñas mayores de
12 años se debe preguntar sobre menarquia, fecha de última menstruación, secreción vaginal y relaciones sexuales. Frente a la duda diagnóstica
se debe pedir una ecografía pélvica. Morishita y col. concluyeron que para diferenciar una apendicitis de un proceso inflamatorio pélvico debía
haber, presencia de dolor abdominal bilateral y ausencia de náuseas, vómitos y migración del dolor.
Tratamiento
El tratamiento de elección consiste en la apendicectomía que se puede realizar en forma abierta o por vía laparoscópica. Esta última tiene la
desventaja de tener mayor tiempo operatorio, mayor costo y mayor cantidad de abscesos intraabdominales; en la apendicitis gangrenada o
perforada, tiene menos incidencia de infección de la herida operatoria y tendría mayor utilidad en los obesos y en mujeres en edad fértil por la
facilidad que tiene de detectar patología ginecológica. En el caso de un plastrón apendicular el tratamiento es médico. Se inicia con antibióticos
intravenosos y se controla el tamaño de la masa con ecografía, la duración del tratamiento depende de la evolución clínica del paciente. La
apendicectomía diferida de regla en estos casos no está indicada ya que sólo el 8% desarrolla una apendicitis recurrente, se operaría sólo el
paciente que presenta nuevamente la sintomatología característica.
13.2. INTOXICACIONES
Las intoxicaciones son accidentes comunes en la infancia y el 70% de las intoxicaciones pediátricas son causados por medicamentos y el resto por
compuestos químicos diversos.
Mecanismos de exposición
1) accidental
2) iatrogénico
3) Administración por los padres
4) Intento de suicidio o suicidio consumado
5) Adicciones
6) Criminal (Síndrome de Münchhausen).
Patogenia
La penetración de tóxicos en el organismo del niño puede ocurrir por diferentes vias: ingestión es la más frecuente, inhalación, cutánea-mucosa,
parenteral, placenta y leche materna. Una vez absorbidos podemos señalar dos grandes fases: la primera llamada toxicocinética, está nos indica
los pasos que sigué el tóxico en el organismo y la segunda es toxicodinamia, que establece el sitio y los mecanismos de acción mediante los cuales
el tóxico causa daño a órganos.
Cuadro Clínico
Diagnóstico
Los tóxicos son sustancias químicas y sus efectos dañinos dependen de la dosis administrada y el tiempo que esta administración ocurre (relación
dosis tiempo respuesta).
El diagnóstico es en todo niño que enferma súbitamente y en el que no se explican satisfactoriamente los síntomas, se debe sospechar la
probabilidad de que se trate de una intoxicación aguda y actuar en consecuencia.
Realizar una historia clínica cuidadosa y exploración física orientada al diagnostico de intoxicación y su probable etiologia. Buscar la exposición a
tóxicos en forma directa con el paciente o inderecta con los familiares que se dedican al cuidado del niño, investigar antecedente de ingestión o
exposición con alguna sustancia tóxica.
El médico debe tener la sospecha cuando se enfrenta a síntomas o signos únicos o multisistémicos de aparición súbita, sin una fase prodrómica,
de evolución variable y cambiante.
Estudio de la exposición del tóxico. En el caso de los niños, la mayor parte de los tóxicos se encuentran en el propio hogar, en sitios accesibles.
Es importante investigar los medicamentos que se han administrado o la existencia de éstos en su domicilio o en el hogar de los adultos que
los cuidan. Es una costumbre almacenar en los mismos sitios de los alimentos los productos químicos potencialmente tóxicos, el empleo de
petróleo y sosa caústica guardado en botellas de refrescos, el uso de loza o barro vidriado para alimentos ácidos (ensaladas, limonadas, café,
picantes); el trabajo de los padres, ya que es posible que en sus ropas lleven sustancias tóxicas al hogar.
Identificación del agente tóxico, sus metabolitos o sus efectos adversos en especimenes biológicos:Actualmente existen técnicas de
laboratorio qu epermiten identificar y cuantificar los agentes químicos más frecuentes involucrados en la producción de intoxicaciones. Baja
determinadas condiciones es útil identificar sus metabolitos y cuando técnicamente no es posible ninguno de los anteriores se puede
identificar el efecto tóxico específico; así, la identificación de anilinas, nitritos, nitratos y otros agentes oxidativos y sus metabolitos es muy
compleja y frecuentemete limitada a laboratorios de investigación. En cambio el efecto tóxico de todos ellos, la metahomoglobinemia, es fácil
de identificar por métos analíticos disponibles en los laboratorios de patología clínica. Los fluidos biológicos en los que se identifican los
tóxicos en la práctica diaria son: la sangre y la orina, pero bajo determinadas condiciones se pueden realizar en heces, vómito, saliva, pelo,
uñas y líquido cefalloraquídeo.
Tratamiento
La identificación de un tóxico en la sangre y su correlación con los hallazgos del estudio de la exposición y las manifestaciones clínicas permiten
establecer el diagnóstico etiológico, hecho poco común en medicina, así como valorar el pronóstico y la respuesta al tratamiento.
Las intoxicaciones y envenenamientos agudos son, en su mayoría, verdaderas emergencias médicas, que potencialemente ponen en peligro la
vida o la integridad funcional del paciente intoxicado. De ahí que sea prioritario salvar su vida y continuar la atención médica hasta que se
estabilicen y las complicaciones sean corregidas. Posteriormente se llevaran a cabo los procesos de detoxificación correspondientes a cada caso
en especial.
Hepatitis Hepatitis Recombinante Frasco ámpula multidosis con 5 0.5ml <7 días RN Hipersensibilidad a componentes de la vacuna Irritación local con eritema, induración, y
B B Proteína antigénica ml para 20 dosis con suspensión Intramuscular 2 meses de (timerosal). dolor en el sitio de aplicación.
de superficie del homogénea color blanco Muslo izquierdo edad • Enfermedad grave con o sin fiebre. Fiebre ≥ 38.5º C, fatiga, náuseas, vómito,
virus de la hepatitis No congelarse 6 meses de • Fiebre de 38.5° C, o más. diarrea y dolor abdominal, cefalea,
B temperatura entre 2 y 8° C en los edad • Personas que han padecido la enfermedad. calosfríos, mialgias, artralgias, erupción y
refrigeradores • Tratamiento inmunosupresores. • Las personas prurito.
4 y 8° C en los termos *<2kgs 4 transfundidas o que han recibido inmunoglobulina
Se tiran al final del día abiertos o meses edad
no
Heptaval s. Antígenos Frasco ámpula de suspensión 0.5ml 2meses Ante la presencia de fiebre mayor de 38.5ºC. Reacción hipersensibilidad local y cambio
ente pneumon capsulares del S. inyectable (una dosis). Intramuscular 1/3 4meses • En personas con antecedente de reacciones severas a en la coloración de la piel autolimitadas.
Neumoco iae pneumoniae Jeringa pre llenada con 0.5 ml. de la cara 12 meses de los componentes de la vacuna. Contienen aluminio, podrá ser palpable un
co serotipos 4, 6B, 9V, anterolateral edad. nódulo en el sitio de inyección por varias
14, 18C, 19F y 23F externa del muslo semanas.
conjugados derecho. En el sitio de aplicación se puede
individualmente a la presentar eritema, inflamación, induración,
proteína diftérica dolor, o aumento de sensibilidad. Fiebre.
Pentavale Coryneba Toxoide diftérico P. Jeringa prellenada, con 0.5 ml 2meses No a hipersensibilidad Dolor, induración, enrojecimiento y calor
nte cterium Toxoide tetánico P. suspensión inyectable: Primeras 3 dosis 4 meses No a inmunodeficiencias en el sitio de la aplicación.
acelular diphtheri Toxoide pertúsico vacu acelular inactivada Intramuscular 6 meses Si en VIH asintomático Fiebre mayor a 40oC, llanto persistente por
ae purificado adsorbido antipertursis profunda: 1/3 de la 18 meses de Personas con padecimientos agudos febriles (superiores más de tres horas, somnolencia,
Clostridiu Hemaglutinina Toxoide Diftérico Toxoide cara anterolateral edad a 40° C), enfermedades graves con o sin fiebre, o aquellas irritabilidad y malestar general en 5%,
m tetani filamentosa Tetánico adsorbidos externa muslo que involucren daño cerebral, cuadros convulsivos o cefalea, convulsiones, escalofrío, mialgias y
Bordetell purificada adsorbida Vacuna Antipoliomelítica derecho. alteraciones neurológicas sin tratamiento o en progresión artralgias en menos de 3%.
a Virus de la Y frasco ámpula, con liofilizado 4ta dosis (el daño cerebral previo no la contraindica). Historia El llanto inconsolable, o los episodios
pertussis Poliomielitis Tipo 1,2 de Vacuna conjugada Región deltoidea personal de convulsiones u otros eventos graves hipotónicos con hipo respuesta,
Polioviru y 3 inactivado Haemophilus influenzae tipo b del brazo izquierdo (encefalopatía) asociados a dosis previa de esta vacuna. contraindicación de precaución
s Haemophilus Se observa una suspensión
Haemop influenzae tipo b blanquecina turbia
hilus (conjugado a la
influenza proteína tetánica)
e tipo b
Vacuna Virus Virus vivos 2 ml de solución en un tubo 2ml 1era dosis La última dosis no se debe aplicar a los niños (a) con más Comunes: fiebre, diarrea o vómito.
contra rotavirus atenuados precargado exprimible con un Oral entre las de siete meses y veintinueve días de edad. Muy comunes: hiporexia e irritabilidad.
rotavirus Monovalente tapón de media rosca en una semanas 6 y 12 Hipersensibilidad conocida a la aplicación previa de la Cólicos intestinales muy dolorosos
Pentavalente bolsa protectora, en envase de de edad vacuna. Sujetos con antecedente de enfermedad Heces con aspecto sanguinolento de
Una dosis de 2 ml unidosis o en un envase de 10 2da y 3er dosis gastrointestinal crónica, incluyendo cualquier consistencia gelatinosa
Serotipo reordenado dosis. 4 semanas malformación congénita no corregida Invaginación intestinal
G1 2.21 entre cada Precauciones Fiebre mayor de 38.5 grados, diarrea y
G2 2. dosis vómito.
G3 2. En estos casos se recomienda posponer la vacunación
G4 2.04 hasta la remisión del cuadro.
P1 2.29
SRP Virus de Virus vivos frasco ámpula, con una dosis de 0.5ml 12 meses Fiebre mayor a 38.5° C. Dolor, induración, enrojecimiento y calor
Triple sarampió atenuados vacuna liofilizada acompañada Subcutánea en el (4 años) • Antecedentes de reacciones anafilácticas a las en el sitio de la aplicación durante 1 o dos
viral n Sarampión: de una ampolleta con diluyente, área superior 6 años de edad proteínas del huevo, o a la neomicina días.
Virus de Edmonston Enders de 0.5 ml externa del triceps o al ingresar a • Antecedentes de transfusión sanguínea o de aplicación Entre el quinto y el doceavo día posterior a
la Parotiditis: Jeryl También puede ser de 10 dosis, del brazo la primaria. de gammaglobulina la aplicación del biológico, puede presentar
rubeola Lynn tipo B Rubéola: acompañada de una ampolleta izquierdo. • Inmunodeficiencias incluyendo a pacientes con malestar general, rinitis, cefalea, tos, fiebre
Virus de Wistar RA 27/3 con diluyente de 5 ml enfermedades hematooncológicas u otras neoplasias (rara vez >39.5° C), que persiste de dos a
parotiditi En cultivo de Células • No en tratamiento con corticoesteroides o con tres días.
s de embrión de pollo inmunosupresores o citotóxicos. Erupciones cutáneas.
• Enfermedades graves o neurológicas como hidrocefalia, Parotiditis uni o bilateral, después de doce
tumores del sistema nervioso central o convulsiones sin días y dura menos de cuatro días.
tratamiento. Meningitis aséptica, entre la segunda y la
• Tuberculosis sin tratamiento. cuarta semanas posteriores a la
Púrpura trombocitopénica
Influenza virus de Virus completos o Jeringa prellenada con una dosis Intramuscular 6 meses a 8 • En lactantes menores de 6 meses. Sensibilidad, dolor, eritema, induración
influenza fraccionados. Cada de 0.5 mililitros de suspensión 6-35meses de edad años de edad • En personas que hayan tenido una reaccón de contusión en el sitio de inyección y rígidez
A H1N1 y año puede cambiar inyectable 0.25ml 1era dosis hipersensibilidad, reacción anafiláctica al huevo o a una en el deltoides o brazo. Las reacciones
H3N2, e la estructura de una Frasco ámpula con 5 ml para 10 >36 meses de 2da 4 meses dosis previa de vacuna contra influenza. sistémicas que pueden presentarse son:
influenza o más cepas del dosis. edad0.5ml después • Ante la presencia de fiebre mayor o igual a 38.5ºC. escalosfrio, malestar general, cefalea,
B virus de la influenza, 6-18meses 1 refuerzo • Pacientes con antecedente de síndrome de Guillain mialgias, artralgias.
ocasionando el músculo vasto del anual Barré.
surgimiento de muslo izquerdo
nuevas cepas. >18meses de
edad deltoides
izquierdo
DPT Coryneba Toxoide diftérico Frasco ámpula con tapón de hule Intramuscular 0.5ml No se aplique a mayores de cinco años de edad. Dolor y enrojecimiento en el sitio de la
Triple cterium purificado y sello de aluminio, que contiene profunda Región 4 años • Reacción anafiláctica a una aplicación previa y aplicación, que pueden durar de 2 a 3 días.
bacterian diphtheri Toxoide tetánico 5 ml (10 dosis) o 10 ml (20 dosis). deltoidea del brazo encefalopatía en los siguientes siete días posteriores a El hidróxido de aluminio nódulo, persistir
a ae purificado Se presenta en estado Iíquido, de izquierdo una aplicación previa de DPT. durante varias semanas y desaparecer
Clostridiu Recombinante color café claro a blanco perla. Contraindicaciones relativas: Enfermedad grave, con o sin espontáneamente.
m tetani acelular pertussis Los frascos multidosis abiertos fiebre, fiebre mayor de 38°C. Sistémicos: malestar, irritabilidad y fiebre
Bordetell O de células en las unidades de salud pueden enfermedad neurológica subyacente de 38.5º C por 12 o 24 horas (después de
a inactivadas de continuar utilizándose durante 48 horas generalmente corresponde a otra
pertussis pertusis siete días y deberán tener causa) y crisis convulsivas asociadas a
registrada la fecha y hora en que fiebre. Pueden presentarse reacciones de
se abrieron. tipo urticaria, por hipersensibilidad al
toxoide diftérico.
Vacuna Infección Proteína L1 Tipo 6 frascos ámpula unidosis con 0.5 0.5ml 1er dosis: en la Personas con antecedentes de hipersensibilidad a Locales: dolor y enrojecimiento en el sitio
contra genital Proteína L1 Tipo 11 ml o jeringa prellenada unidosis Intramuscular, fecha elegida. cualquier componente de la vacuna. Fiebre mayor a de la aplicación, que pueden durar de 2 a 3
VPH contra Proteína L1 Tipo 16 con 0.5 ml deltoides, del brazo 2da dosis: 2 38.5ºC. días. El hidróxido de aluminio nódulo,
virus Proteína L1 Tipo 18 derecho. meses de la La vacunación de las personas con enfermedad, aguda que puede persistir durante varias
papiloma dosis inicial. moderada o severa, debe aplazarse. semanas y desaparecer espontáneamente.
humano 3er dosis: a los Menores de 9 años de edad. Embarazadas. Sistémicos: malestar, irritabilidad y fiebre
serotipos 4 meses de la de 38.5º C por 12 o 24 horas, náuseas,
6 1116 segunda dosis nasofaringitis, mareo, diarrea, en ocasiones
18 se presenta vómito, mialgias, tos, dolor
dental, artralgias, insomnio o congestión
nasal.
Oral virus de Poliovirus tipo I,ll y envase con gotero integrado de Oral niños de seis Menores de edad con procesos febriles de más de 38.5°C, Excepcionalmente es capaz de producir
sabin poliomiel lll plástico (vial), que contiene 2 ml 2 gotas (o.1ml) meses a cuatro con enfermedad grave. parálisis flácida
itis (20 dosis) color rojo granate años de edad • Inmunodeficiencias primarias o con cuadro clínico del
SIDA.
• inmunodeficiencias incluyendo a pacientes con
enfermedades hematooncológicas u otras neoplasias
• En tratamientos con corticoesteroides y otros
inmunosupresores o medicamentos citotóxicos.
Vacuna Virus de VHA inactivado Envase con un 1 frasco ámpula 0.5ml personas de 1er dosis INDICACIONES Locales: pueden aparecer reacciones
anti hepatitis (cepa HM 175) con monodosis o jeringa prellenada: 1 a 18 años Fecha • Niños de guarderías/estancias infantiles. menores como eritema, induración y dolor.
hepatitis tipo A formaldehído y 1440 U-ELISA para adultos en 1 0.5-1ml a mayores elegida • Trabajadores de guarderías o estancias infantiles, de Sistémicos: son muy poco comunes y
A adsorbido en ml de 18 años 2da dosis6 a hospitales pediátricos o en servicios de pediatría sin pueden ser fiebre, astenia, cefalea, dolor a
hidróxido de 720 U-ELISA para niños en 0.5 ml. <18 meses de edad 12 meses antecedente de hepatitis A. la deglución.
aluminio. La vacuna que no se utilizó se aplica en después • Trabajadores y personal sanitario o no sanitario de
cuando se aplica en campo, se el 1/3medio de la hospitales o centros asistenciales y militares.
debe desechar al término de la cara anterolateral • Pacientes con hepatopatía crónica o inmunodeficiencia,
jornada. externa de muslo con infección por virus de hepatitis B y C, pacientes o
>18 años en estudiantes en contacto con niños y niñas de prescolar o
deltoides primeros años de primaria, sin antecedente de la
Intramuscular enfermedad.
• Personas que vivan en zonas de alta endemia y
manipuladores de alimentos.
CONTRAINDICACIONES
• Menores de un año de edad.
• Haber padecido hepatitis A.
• Sensibilidad a los componentes de la vacuna.
• Fiebre de 38.5ºC o más.
• En embarazadas y mujeres lactantes.
Vacuna virus del virus vivos 1 frasco ámpula con 1 dosis de Vía subcutánea en Dos dosis, cada INDICACIONES Locales: dolor, calor y enrojecimiento.
atenuada herpes atenuados de vacuna liofilizada y 1 jeringa la región deltoidea dosis de 0.5 ml, • A 12 meses de edad, en niños hospitalizados o cuando Sistémicos: fiebre, erupción entre el quinto
contra humano varicela, cepa OKA prellenada con 0.5 ml de del brazo. con un se tiene un brote de varicela. y octavo día posteriores a la aplicación de
varicela tipo 3 cultivados en células disolvente. Dosis única de 0.5 intervalo de 4 a • Personal de salud en riesgo, enfermedades crónicas la vacuna, adenitis, artritis y artralgias.
(alfa) ó diploides humanas, Debe mantenerse a una ml: en niños de 12 8 semanas: 13 metabólicas, crónicas pulmonares y cardiovasculares, o
virus de temperatura de 2ººC a 8ºC, en meses a 12 años de años y más con anormalidades neuromusculares.
la refrigerador, y de 4ºC a 8ºC en el edad. • Adolescentes y adultos en riesgo siempre y cuando no
varicela- termo. hayan presentado previamente la enfermedad
zóster La vacuna no debe congelarse. CONTRAINDICACIONES
• Menores de 1 año de edad.
• hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de la
vacuna, incluyendo la neomicina.
• Haber padecido la enfermedad.
• Infecciones febriles agudas.