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Por los estudiantes de FCEyN:

Por qué se es humano desde la concepción y no a partir de una fecha estipulada:

Según la ciencia biomédica moderna, todos los seres vivos se originan de una célula y se
componen de una o más células que contienen la información genética necesaria para su
desarrollo. La célula es la mínima unidad funcional de la vida. El embrión es, en tanto, un
ser vivo porque desde el principio se compone de una célula (que es el cigoto). Célula
independiente que irá dividiéndose hasta formar un embrión, que luego pasará a ser un feto,
más tarde un bebé, luego un niño, adolescente, adulto y anciano. No hay diferencia alguna
entre todos estos nombres, utilizados para referir a un momento diferente del desarrollo. Se
trata de distintos estadíos que forman parte de la ontogenia de un individuo humano, por lo
que son igualmente “humanos” y no hay etapa de la vida que sea menos importante o
menos valiosa que otra.
El cigoto es el primer estadío del desarrollo de un individuo y por ser un individuo de la
especie humana, es persona. El embrión no es una persona “en potencia”, aunque esté en
potencia de nacer, o de ser adulto​, es una persona en términos absolutos.

En la fecundación intervienen las gametas que tan solo son células haploides
especializadas que, al fusionarse, generan un cigoto o célula huevo diploide con un genoma
propio. El genoma es el conjunto de ​genes contenidos en los ​cromosomas​, los cuales
definen ​todas las características del ser en gestación​. ​Este genoma hace del cigoto un ser
vivo único e irrepetible, diferente al de sus progenitores con quienes solo comparte la mitad
de la información genética. Por lo tanto, se trata de un nuevo individuo. Entonces, no es
correcto afirmar que un embrión no es ser vivo, ya que en la concepción se forma una célula
(distinta a su progenitor) que marca el principio del desarrollo de un nuevo ser.
Cabe recordar que, por sí mismos, las gametas (el óvulo y el espermatozoide) no viven
mucho tiempo si no cumplen con su objetivo de fusionar sus núcleos: un óvulo vive entre 12
y 24 horas luego de la ovulación, y los espermatozoides, dentro del cuerpo de la mujer,
pueden vivir hasta por cinco días. En cambio, el cigoto es una célula totipotente capaz de
generar todos los tejidos del individuo y la placenta . Ninguna célula que no sea totipotente
tiene la capacidad de generar un embrión.

Este cigoto conserva durante un breve tiempo los patrones epigenéticos de los progenitores
(las modificaciones epigenéticas son cambios en la disposición y forma de expresión del
ADN que no alteran la información genética). Por lo tanto, no es sólo la madre quien le
provee los patrones epigenéticos, sino que el padre lo hace en igual medida. Ambos son
igualmente necesarios.Cuando el embrión se compone de tan sólo ocho células, estos
patrones epigenéticos se borran y el mismo genera los propios, mediante diversos procesos
de modificaciones de las histonas que incluyen metilaciones, acetilaciones, entre otros.
Estos cambios no cesarán de ocurrir en ningún momento de la vida del individuo.

El cariotipo ​es el patrón cromosómico característico de una especie. ​Dado que el cariotipo
de este cigoto formado se compone de 23 pares de cromosomas, no quedan dudas que se
trata de un Homo Sapiens. Por esto, y dado que no es posible no ser un ser vivo y luego
pasar a serlo en determinado momento del desarrollo, un ser humano es ser humano
desde el primer momento. Con la concepción se forma un cigoto o célula huevo humano,
tan humano como cualquiera que haya nacido.
Los cromosomas de una célula huevo tienen los telómeros (sus extremos) muy largos, lo
que indica que se trata de un ser humano extremadamente joven.

Como se ha mencionado, no es posible que un ser vivo se genere a partir de algo sin vida.
Por lo tanto, no es correcto afirmar que la vida no empieza en la concepción . Si
aceptaramos lo contrario, el tiempo transcurrido desde la concepción hasta un momento x
(donde pensáramos que comienza la vida) debería ser llamado de "no vida", y esto no
sucede así con ningún ser vivo.

Un embrión no es una masa de células, sino un conjunto de células (solo durante las
primera horas de vida) cuyo crecimiento y diferenciación se encuentran perfectamente
regulados desde el momento de la fecundación. El cigoto prolifera, crece y adquiere nuevas
funciones. Este proceso, no se detiene nunca, ya que por ejemplo, las funciones cerebrales
y reproductoras se terminan de formar fuera del útero, en distintas etapas de la vida.
Referirse al embrión como una “masa de células” o incluso decir que “es parecido a un
tumor”, es desconocer (u omitir) los procesos mediante los cuales se generan y crecen los
tumores.
En primer lugar, un tumor está compuesto por células de la misma persona, que por
determinados factores, generalmente vinculados a la regulación de la división celular, entran
en un estado de crecimiento excesivo y acelerado, sin estar coordinado con el crecimiento
normal de los tejidos del cuerpo. Al contar, el cigoto, con un cariotipo distinto al de su
madre, no puede ser entonces un tumor de la misma. Eso sin mencionar que el desarrollo
del feto es ordenado y en un grado de complejidad creciente, y culmina, si no se lo detiene,
con el nacimiento de un ser humano. No es posible el nacimiento de un ser humano (o de
cualquier otro individuo) a partir de un tumor.

También se debe hacer mención a que el embrión, luego feto, luego bebé, es reconocido
por el sistema inmune de la madre. ​La función principal del sistema inmunológico es el
reconocimiento de elementos extraños presentes en el organismo y evitar que los mismos
nos perjudiquen. Sin embargo, el embrión o feto no suele ser rechazado debido a cambios
que sufren los sistemas inmunológicos tanto de él como de la madre.
El sistema inmunológico de la madre se debilita y sufre modificaciones para dar paso a la
vida del embrión sin que su organismo lo rechace cual cuerpo extraño. Ocurre una
supresión inmunológica a la vez que el embrión desarrolla mecanismos para protegerse del
sistema inmune materno. Uno es la activación de la producción de citoquinas
antiinflamatorias como la IL-10. Se establece una tolerancia entre los sistemas de ambos.
La implantación es un proceso único que requiere un "diálogo" entre ambos organismos con
diferente dotación inmunológica y genética.
Sin embargo hay casos en los que la mamá es RH+ y el embrión es RH- y al ser
incompatibles, ella lo rechaza.
Todo esto es evidencia que confirma el hecho de que el embrión o feto es un individuo
diferente a la mujer embarazada, y no una porción más de su cuerpo como suele
expresarse.
Para comprender mejor qué es lo que ocurre durante el período de gestación y entender de
qué hablamos cuando hablamos de cigoto, embrión o feto explicaremos la embriogénesis
de un ser humano:
El embrión consta, en las primeras horas de vida, de un conjunto de células cuyo
crecimiento y diferenciación se encuentran perfectamente regulados desde el momento de
la fecundación. El mismo va adquiriendo nuevas funciones conforme va creciendo. Este
proceso no cesa nunca. Cabe destacar, que 96 horas luego de la fecundación (día 4), el
embrión ya no está compuesto por grupos de células, sino por tejidos (habiendo alcanzado
así un nivel de organización de la materia más elevado). Las células de estos tejidos ya no
son totipotentes, sino pluripotentes, y forman el ectodermo, el mesodermo y el endodermo.
A partir de las 96 horas pasa a llamarse mórula, y luego, a las 120 horas post fecundación
(día 5), recibe el nombre de blastocisto. A las 144 horas (día 6), el blastocisto aumenta muy
rápidamente su tamaño y debe implantarse en el útero para continuar su desarrollo. Luego,
a los 16 días ocurre el primer latido cardíaco. A los 18 días empieza a formarse el sistema
nervioso, ya que comienza la neurulación, es decir, la formación de la placa neural: cresta
neural y tubo neural, que darán origen al sistema nervioso central.
A partir de las 4 semanas comienza la organogénesis, que finaliza a las 8 semanas. Es
decir que, a las 8 semanas, todos los órganos se encuentran formados y solo les resta
crecer de tamaño y perfeccionarse.
En el período de organogénesis, a partir del ectodermo se forman los órganos y estructuras
más externos, como la piel y sus anexos (pelos, uñas); la parte más exterior de los sistemas
digestivo y respiratorio (boca y epitelio de la cavidad nasal); las células de la cresta neural
(melanocitos, sistema nervioso periférico, dientes, cartílago); y el sistema nervioso central
(cerebro, médula espinal, epitelio acústico, pituitaria, retina y nervios motores). El
mesodermo se encuentra dividido en varios subtipos: mesodermo dorsal somítico que
forma a las somitas, bloques de células mesodérmicas situadas a ambos lados del tubo
neural que se desarrollarán para dar lugar a otros tejidos como el cartílago, el músculo, el
esqueleto y la dermis. El mesodermo intermedio, que forma el aparato excretor y las
gónadas. El mesodermo latero-ventral, que da lugar al aparato circulatorio y va a tapizar
todas las cavidades del organismo y todas las membranas extraembrionarias importantes
para el transporte de nutrientes. Y el mesodermo precordal, que da lugar al tejido
mesenquimal de la cabeza, que formará muchos de los tejidos conectivos y la musculatura
de la cara. El endodermo, da lugar al epitelio de revestimiento de los tractos respiratorio y
gastrointestinal. Es el origen de la vejiga urinaria y de las glándulas tiroides, paratiroides,
hígado y páncreas.
Reiteramos que todo esto ocurre antes de las 8 semanas.
Otro aspecto muy importante es el desarrollo sensorial del feto. A partir de la semana 7, el
feto comienza a tener sensibilidad táctil. El útero materno es un ambiente óptimo,
estimulante, e interactivo para el desarrollo humano. La actividad nunca cesa y el feto no
nunca se encuentra aislado.El tacto, el primer sentido, es la piedra angular de la experiencia
humana y de la comunicación, que comienza en el útero. (Montagu 1978). Justo antes de la
8ª semana de edad gestacional, la primera sensibilidad al tacto se manifiesta por una serie
de movimientos para evitar un simple toque de un pelo sobre la mejilla. Desde esta
temprana edad, los experimentos con un toque de cabello sobre varias partes del cuerpo
embrionario muestran que la sensibilidad cutánea se extiende al área genital (10ª semanas),
palmas (11ª semanas), y plantas de los pies (12ª semanas).
Entre la 6ª y la 10ª semana, el cuerpo fetal irrumpe en movimiento, adquiriendo movimientos
de la cabeza, brazos y piernas de estiramiento y de rotación. Las manos a la cabeza y las
manos a la boca, abrir la boca, cerrarla y tragar; todas estas acciones están presentes a las
10ª semanas (Tajan y Ianniruberto, 1990). Desde esa temprana etapa en adelante, los
movimientos son una actividad primaria. Algunos comienzan espontáneamente otros son
provocados. Los movimientos espontáneos más tempranos ocurren probablemente
expresando intereses y necesidades personales. Movimientos evocados reflejan
sensibilidad al medio ambiente. Por ejemplo, entre las 10ª y 15ª semanas, cuando la madre
se ríe o tose, el feto se mueve segundos después.
El sistema vestibular, destinado para registrar los movimientos de la cabeza y cuerpo como
también la tracción de la gravedad, comienza su desarrollo alrededor de las 8ª semanas.
Esto requiere la construcción de seis canales semicirculares, estructuras llenas de líquido
en los oídos que son sensibles a la aceleración y desaceleración angular, y ayuda a
mantener la estabilidad. Relacionado con este sistema, está el desarrollo de la capacidad
de oír del feto. El aparato auditivo se termina de desarrollar aproximadamente al tercer mes
y medio. A partir de ese momento comienza a captar, en primer término, los sonidos
intrauterinos (aproximadamente la semana 14/15 de gestación) y luego, a partir del cuarto
mes, escucha ya los sonidos del exterior, pudiendo ser estimulado o irritado por los
diferentes sonidos. A medida que progresa el embarazo, el bebé puede discernir cada vez
más variaciones de sonidos, y su cerebro puede interpretarlas. El feto responde
regularmente a los sonidos con movimientos diversos de brazos, piernas y cabeza.
Experimentos realizados con animales demostraron que un feto que está afectado de
sordera sufre al nacer un retraso cerebral mucho más importante que el de un feto afectado
de ceguera. Esto plantea el papel determinante que cumple la audición, ya desde la
gestación, para el desarrollo del cerebro.
También consideramos muy importante destacar que el feto puede sentir dolor a partir de
las 8 semanas de gestación, ya que los circuitos neuronales responsables de la respuesta
más primitiva al dolor, el reflejo de la columna vertebral, están localizados a las 8 semanas
de desarrollo. Este es el primer punto en el que el feto experimenta dolor en cualquier
situación. Desde la octava semana estos nociceptores se empiezan a formar. Son
estructuras altamente nerviosas que se estimulan. Están en la piel, en los músculos,
mucosa, huesos, en todo el cuerpo. En el feto hay sustancias transmisoras de dolor, por
ejemplo, la sustancia P (llamada también neurotransmisor del dolor), que es producida en
mayores cantidades durante el desarrollo fetal que en otras etapas de la vida. Además, el
sistema que se encarga de disminuir la percepción del dolor en el feto es inmaduro, por lo
que la percepción del dolor para feto es más fuerte que en un adulto. En los seres humanos
adultos, el recibir un estímulo que produce dolor, el organismo libera sustancias y hormonas
que ayuda a protegerlo contra ese dolor, como la noradrenalina, la serotonina. También se
liberan sustancias como la encefalinas (regula del dolor) y las endorfinas
(neurotransmisores) que se encargan de producir analgesia. En el caso del feto, como está
inmaduro, no tiene la facilidad de liberar toda esa capacidad de elementos que le ayuden a
disminuir el dolor.
Otro aspecto de la percepción que se desarrolla durante la etapa fetal es el sentido del
gusto. Dentro del útero materno, el feto oye amortiguados los sonidos provenientes del
exterior, ve a corta distancia, pero el sentido del gusto en el bebé es el que más se
desarrolla en el periodo prenatal. El sentido del gusto se forma y madura pronto debido a las
experiencias sensoriales que ha vivido el feto durante la gestación. En el vientre prueba
diferentes sabores recibidos a través del líquido amniótico. Las papilas gustativas son
células receptoras del sabor que se encuentran en la lengua, que poseen conexiones con
las neuronas. Éstas aparecen en la octava semana de gestación, y cuando el feto comienza
a tragar líquido amniótico, alrededor de la semana 12, comienzan a estimularse los
receptores del gusto.

He aquí prueba clara de que el individuo no nato no es un simple cúmulo de célula, ni algo
similar a un órgano, apéndice o tejido de la mujer embarazada, ni mucho menos algo
parecido a un tumor. Sino que se trata de un ser diferente a la madre, humano desde la
concepción, atravesando las primeras etapas de su desarrollo como individuo.
Los estadíos en que se encuentra el cigoto y el embrión son parte del ciclo de vida del ser
humano, y en todos los estadíos se es ser humano.

También, se ha escuchado repetidamente que el embrión es totalmente dependiente de la


madre, y si, verdaderamente lo es. Así como también lo es el niño ya nacido por no tener la
capacidad de valerse por sí solo para realizar las funciones básicas. Si afirmamos que el
embrión sin la madre no puede vivir, debemos también afirmar que el niño ya nacido
tampoco puede sobrevivir sin un adulto que lo proteja, alimente, abrigue, asee y le otorgue
todos los cuidados necesarios. Por lo que esto invalida el argumento de que al ser el niño
no nato dependiente de la madre, ésta puede acabar con su existencia cual si fuera un
órgano o tejido perteneciente a su propio cuerpo, ya que una vez nacido sigue siendo
dependiente de la misma y resulta, sin embargo, imposible concebirlo de esa manera.

Finalmente, cabe destacar el desarrollo de la medicina fetal en estos últimos tiempos, la


cual considera al feto como un paciente, lo que implica considerar al ser humano en toda su
dignidad desde el momento de la concepción . Los adelantos científicos en el campo de la
biología, genética, cirugía y farmacología han convertido al feto sujeto de estudio,
diagnóstico y tratamiento. La medicina fetal es una rama de la medicina humana que
emplea todos los medios conocidos hasta ahora con la finalidad de prevenir, cuidar,
conservar, mejorar la salud y curar o aliviar las enfermedades del embrión-feto. La evidencia
científica, clínica y epidemiológica señala que durante la vida intrauterina del ser humano se
programan el desarrollo y la diferenciación de las células antes de nacer. La alteración en la
programación de los órganos y sistemas corporales determinan la predisposición del
individuo a desarrollar enfermedades degenerativas en la edad adulta. Por lo tanto, el
principal propósito de la medicina fetal es la cuidar y proteger la salud del ser humano
desde la concepción para garantizar una mejor calidad de vida de la población en general.

Para concluir, desde el punto de vista biológico, la interrupción de un embarazo es,


indudablemente, la muerte de un ser vivo. Un ser vivo diferente a sus progenitores.
Hablamos de la culminación de la vida de un ser humano que se encuentra en sus
primeras etapas de desarrollo. Por mucho que pueda decirse o se intente manipular los
conocimientos a favor de una postura, para la ciencia NO HAY DUDA, No existe, hasta el
momento, evidencia empírica que demuestre lo contrario. Hay vida desde la concepción y
el aborto conlleva la terminación de esa vida. Esa vida es humana, y abortar es matar.

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