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INTESTINO NEUROGÉNICO

Introducción
El Intestino Neurogénico (IN) consiste en la incapacidad del intestino para impulsar en sentido
distal la materia fecal ocasionando un inadecuado manejo intestinal con deposiciones anormales
en frecuencia y consistencia. Las personas con lesión medular tienen un riesgo mucho mayor tanto
de incontinencia fecal como de constipación, en comparación con la población general. La
continencia fecal se encuentra mantenida por el tono y la actividad refleja del esfínter anal
interno, esfínter anal externo y músculos estriados del piso pélvico. La inervación del intestino
depende del S.N. autónomo entérico, simpático y parasimpático. La inervación parasimpática del
colon sigue dos vías, la del nervio vago para el colon proximal y las raíces sacras para el resto. La
inervación simpática proviene de los segmentos medulares T8-L3 e inerva el esfínter ileocecal y el
esfínter anal interno.
De acuerdo a la lesión, se clasifica en:
a) IN por lesión de la motoneurona superior.
b) IN por lesión de la motoneurona inferior.

El IN por lesión de la motoneurona superior ocurre por lesión por encima de los segmentos sacros
de la médula espinal (centro sacro de la defecación). Está caracterizada por:
- Dismotilidad colónica.
- Retraso del transito (heces duras).
- Perdida de la sinergia entre el músculo liso colónico y músculo estriado pélvico.
- Esfínter anal hipertónico.
- Sistema nervioso entérico intacto.
- Reflejo defecatorio presente.
- Signos autonómicos que preceden o acompañan la defecación.
- Ausencia de sensación del llenado rectal y control esfinteriano voluntario.

El IN por lesión de la motoneurona inferior ocurre por lesiones que destruyen el centro sacro de la
defecación (cono medular) o los nervios relacionados con la inervación del recto y del ano. Está
caracterizado por:
- Falta de sensación del lleno rectal.
- Hipotonía rectal.
- Defecación refleja negativa.
- Pérdida del control del esfínter anal externo (incontinencia)

En ambos caso, en la fase aguda la complicación principal es el íleo adinámico o paralítico. El íleo
adinámico es más frecuente en pacientes con lesiones completas y cuyo inicio podría verse
retrasado en 24 a 48 horas, con una duración de 3 a 4 días. Un denominador común en estos tipos
de pacientes es la constipación que se puede caracterizar a través del síndrome de Evacuación
Intestinal Dificultosa por:
- Frecuencia evacuatoria menor a tres veces por semana.
- Heces duras.
- Tiempo evacuatorio prolongado mayor a 45 minutos
- Signos de disautonomia como sudoración profusa en áreas indemnes, la piloerección o la
disrreflexia autonómica.
Complicaciones
Las complicaciones aumentan con la edad y la duración de la lesión medular. Las más frecuentes
son: Pérdida de apetito, estreñimiento, impactación fecal, hemorroides, disreflexia autonómica,
íleo, úlceras gástricas, reflujo gastroesofágico, diverticulosis, náuseas, diarrea, evacuación
retrasada, evacuación no planificada, dolor, distensión, absceso y perforación

Abordaje Terapéutico
El objetivo de las intervenciones deberá orientarse a conseguir el vaciamiento automático. Se
debe considerar el hábito evacuatorio previo, su frecuencia, el horario del día, la relación con las
ingestas y la dieta habitual del individuo, con el propósito de que el paciente incorpore un sistema
de evacuación efectiva y socialmente aceptable.
Se debe tener en cuenta que la administración de medicamentos anticolinérgicos, analgésico
opiodes, antidepresivos, etc, pueden potenciar el efecto constipante.
Coggrave, Wiesel y Norton realizaron una revisión bibliográfica de la evidencia acerca del
tratamiento del IN. Concluyen que si bien existe considerable bibliografía sobre las causas de la
disfunción intestinal neurogénica, hay pocos estudios que se centren en el tratamiento práctico.
Actualmente, se recomienda con frecuencia a estas personas una adecuada ingesta de líquidos, un
régimen dietético equilibrado, suficiente ejercicio físico, una rutina de vaciamiento intestinal
programado y el uso moderado de fármacos.
El cuidado intestinal emplea una combinación de fármacos (p.ej. agentes formadores de volumen,
laxantes, enemas) e intervenciones mecánicas (p.ej. estimulación digital, evacuación manual,
masaje abdominal, irrigación rectal) establecidas en base a ensayo y error.
Los 10 estudios aleatorios incluidos en esta revisión informaron los resultados en muestras
pequeñas y fueron principalmente de calidad deficiente.
Los autores mencionan la notable la escasez de investigación que aún existe sobre este trastorno
frecuente y, para los pacientes, tan importante. Concluyen que no es posible establecer
recomendación alguna a partir de los ensayos incluidos en esta revisión. El tratamiento del
intestino neurogénico deberá seguir siendo empírico hasta que se disponga de ensayos
controlados bien diseñados, con un número adecuado de pacientes y medidas de resultado
clínicamente pertinentes.
Consejos dietéticos
La dieta balanceada con líquidos, rica en fibra, frutas y vegetales reteniendo agua y ofreciendo
consistencia y reblandecimiento de la materia fecal. Se recomienda 30 gramos de fibra por día.
Por lesiones de neurona motora superior se necesitará un disparador de la defecación en forma
diaria o al menos cada tres días. Otro facilitador es la actividad refleja gastrocólica, presiones
intraabdominales y el uso de bandas elásticas alrededor del abdomen.
Por lesiones de la neurona motora inferior el recto deberá permanecer limpio de materia fecal
residual y evitar accidentes por expulsión involuntaria de la materia fecal por la incontinencia.
Debe moverse digitalmente la materia fecal del recto, por lo menos dos veces al día.
Estimuladores de la defecación:
- Uso de supositorios una vez cedido el íleo paralítico y han aparecido ruidos intestinales. Se
inserta tan alto como sea posible contra la pared rectal. Los supositorios recomendados
son de: Glicerina, Bisacodilo. La aplicación inicialmente es diaria, 30 minutos después de la
ingesta alimenticia. Se sugiere después del desayuno y de acuerdo la repuesta puede
reducirse días alternos.
- Maniobras digitales: se inician 5 y 15 minutos después de la colocación del supositorio,
consiste en la introducción de uno o dos dedos. De acuerdo al nivel de la lesión es
realizada por el paciente o por un auxiliar.
- Masajes y aumento de la presión intraabdominal: se realizan masajes sobre el abdomen,
presionando sobre el marco colónico, en sentido de las manecillas del reloj.
- La posición ideal es sentado con las rodillas y caderas dobladas, como encuclillas. Puede
ser útil colocar una banqueta elevando los pies, lo que le ayudará a flexionar más caderas
y rodillas. En esta postura, tanto la fuerza de gravedad como una mejor contracción de los
músculos abdominales favorece la expulsión de las heces.
- Laxantes:
o Reblandecedores y emolientes (Agarol, Modaton, vaselinas).
o Laxantes de contacto (Rapilax, Dulcolax)
o Formadores de masa (Rapilax, Agarol fibras , Agiolax, Metacucil).
o Laxantes osmóticamente activos (Lactulon, Tenualax).
o Enemas: micrones, Enemol, jabonosas de Murphy por goteo .

Si no consigue la defecación durante tres días, se debe practicar una extracción manual de las
heces duras y a continuación un lavado intestinal (enema de limpieza) con 500-1000 cc. de agua
tibia jabonosa y 2-4 cucharadas de aceite de oliva. El paciente debe colocarse en la cama sobre su
lado izquierdo con caderas y rodillas encogidas, se debe introducir la cánula rasando la pared
intestinal, procurando salvar el obstáculo de las heces, de 15 a 20 centímetros dentro del recto. Se
introducirá el líquido lentamente para evitar que una sobredistensión rectal pudiera producir una
crisis de disreflexia (lesiones por encima de D5). Procurar retenerlo una media hora.
No es aconsejable el uso habitual de enemas de fosfatos que se venden ya preparados, pues su
retención en caso de aplicar de modo reiterado, puede producir una intoxicación por fosfato,
sobre todo en pacientes de bajo peso. Teniendo en cuenta esto, se pueden utilizar de modo
ocasional y resultan de fácil aplicación.

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