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MATERIA: Toxicología FECHA: 15 enero 2020

ACTIVIDAD: Deofas estimulantes y depresoras


CUATRIMESTRE: Octavo LICENCIATURA: Criminalística
NOMBRE ALUMNO: Tonatzin Andrade Romero
NOMBRE PROFESOR: Lorena

Drogas estimulantes.
Como el nombre sugiere, los estimulantes son una clase de drogas que
intensifican la actividad cerebral, ocasionan un aumento en la agudeza mental,
en la atención y en la energía, que son acompañados por un alza en la presión
arterial y un aumento en la velocidad del corazón y en la respiración.
Históricamente los estimulantes se utilizaban para tratar el asma y otros
problemas respiratorios, la obesidad, trastornos neurológicos y una variedad de
otras dolencias.
Los estimulantes, tienen una estructura química similar a la de una familia
clave de neurotransmisores cerebrales llamados monoaminas, que incluyen la
norepinefrina y la dopamina. Los estimulantes aumentan la cantidad de estas
sustancias químicas en el cerebro. Esto, a su vez, aumenta la presión arterial y
la velocidad del corazón, oprime los vasos sanguíneos, aumenta la glucosa en
la sangre y abre los conductos del sistema respiratorio. Además, el aumento en
la dopamina está asociado con un sentimiento eufórico que puede acompañar
al uso de estas drogas.
Los Estimulantes se clasifican en: COCAÍNA, ALUCINÓGENOS DE ORIGEN
NATURAL Y SINTÉTICO, ANFETAMINAS, METANFETAMINAS.

Drogas depresoras.
Las drogas depresoras son sustancias capaces de producir un efecto inhibitorio
sobre algunas funciones cerebrales, llevando a la aparición de un estado de
calma y quietud.
Los principales depresores del sistema nervioso son los medicamentos usados
bajo prescripción médica para tratar los estados de ansiedad, trastorno de
pánico, así como el insomnio conciliatorio. Muchas veces se usan sin indicación
médica, en especial ante situaciones de estrés emocional.
También existen drogas de abuso que tienen un efecto depresor del sistema
nervioso, como es el caso de la marihuana y la heroína.
Los depresores más ampliamente utilizados son medicamentos del tipo
benzodiacepinas, entre los que se encuentran el diazepam, bromazepam y
alprazolam. Estos medicamentos se emplean como tranquilizantes y también
para el tratamiento del insomnio.
Otro grupo de depresores incluyen los barbitúricos, siendo uno de los
representantes más conocidos de este grupo el fenobarbital. Este tipo de
medicamentos se emplean principalmente para tratar trastornos como las
convulsiones. Producen sus efectos a través de los cambios en
un neurotransmisor del cerebro conocido como GABA (Ácido Gamma-
Aminobutírico de sus siglas en inglés). Este tiene un efecto inhibitorio sobre la
actividad cerebral, efecto que es potenciado por las drogas depresoras.
La disminución de la actividad cerebral se relaciona con la aparición de un
estado de tranquilidad mental acompañado por somnolencia. Otros efectos que
se presentan son: falta de coordinación para llevar a cabo los movimientos,
trastornos de la memoria y problemas cognitivos.

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