Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La importancia del Rito en el camino en pos del Conocimiento, pensamos que está plenamente
asumida por todo buscador verdadero. Simplemente, nos gustaría comenzar recordando la
necesidad tanto de la Ritualización, como del estudio de los Textos Sagrados y de la
Contemplación.
Una aparente clasificación de los ritos, de la cual nos gustaría servirnos, podría ser en Ritos
Atemporales y en Ritos Temporales o cotidianos.
Los primeros recogerían los llevados a cabo en distintas Ceremonias, donde se recrean un
espacio y un tiempo míticos, como sería el caso de la reproducción de la Cosmología que se
realiza en las Tenidas de Grado de Aprendiz de la Franc-Masonería; así como aquellos basados
en la Ciencia del Ritmo.
Y si bien estos ritos son imprescindibles, para que, según recoge la Masonería,
"la Luz que ilumina los trabajos durante las Tenidas continúe brillando en los HH. para terminar
en el mundo profano la obra empezada en el Templo" es necesario ritualizar el mundo profano;
lo cual no es otra cosa que conferir un carácter sagrado a las actividades cotidianas.
Y si bien cualquier actividad es susceptible de ritualizarse, debido a las dificultades que conlleva
en las actuales condiciones del devenir, resultaría beneficioso empezar a ritualizar, al menos,
ciertos actos significativos o aquellos momentos en los que a lo largo del día se produce un cierto
cambio del estado de conciencia: momentos como: al comenzar el día, al finalizarlo, en las
comidas ó en los contactos amorosos o sexuales.
Nos gustaría llamar la atención sobre una actividad concreta, llevada a cabo durante todo el día,
que resulta especialmente susceptible de ritualizarse y que puede ayudar muy directamente a
preparar los estados de Sabiduría, Fuerza (o Perfecta Soledad o Silencio) y Belleza, como es el
uso adecuado del lenguaje y el cultivo del silencio.
El uso de la palabra, siendo algo cotidiano, en el marco de los Ritos Atemporales toma, a su vez,
una importancia capital. Aludiremos aquí, a modo de ejemplo, a una invocación concreta por la
cual, recitando de una determinada manera las palabras sagradas: Sabiduría, Fuerza y Belleza, es
posible cerrar la Cadena de Unión.
1
Panditya, correspondiéndose con Saraswati (shakti de Brahma), equivale a la Sabiduría. Atributo
relacionado con la función de enseñanza, o cualificación para despertar en otros las posibilidades
correspondientes. Supone la perfección del conocimiento teórico.
Mauna, correspondiéndose con Parvati (shakti de Shiva), equivale a la Fuerza. Último grado, que
representa el estado de Muní, de silencio o soledad, única condición en la cual puede realizarse
verdaderamente la Unión.
Estos 3 atributos invocados ritualmente en las Tenidas, y ateniéndonos aún a la obra mencionada
de René Guénon, encuentran también sus equivalentes en la tradición extremo oriental en la
teoría de las Cuatro Felicidades. Así, la Belleza, o restauración del estado primordial, se
corresponde con las dos primeras felicidades: Longevidad (perpetuidad de la existencia
individual) y Posteridad (prolongación indefinida del individuo a través de todas las
modalidades). La Sabiduría encuentra su homóloga en el Gran Saber. Y la Fuerza en la Perfecta
Soledad.
Respecto al cultivo del silencio es de sobras conocida su implantación en toda Orden Iniciática
Tradicional.