Está en la página 1de 6

La arqueología histórica cultural.

A finales del siglo XIX, el evolucionismo cultural recibió simultáneamente en toda


Europa el desafío de un nacionalismo creciente y de una pérdida de la fe de los
beneficiarios del progreso tecnológico. Un compromiso menor con el
evolucionismo convirtió la etnicidad en el factor más importante de la historia
humana. En Europa occidental el nacionalismo creció a medida que la expansión
de la industria endureció la competencia por los mercados.
Arqueología asociada al nacionalismo, mediante el estímulo de un sentimiento de
identidad única.
Hay que tener en cuenta que para esta época (s XIX) hay mucho material
arqueológico recuperado de la construcción de carreteras, líneas férreas, canales
y fábricas.
Los objetivos eran determinar, a veces mediante criterios bastantes caprichosos, a
que grupos étnicos pertenecían, de manera que las naciones emergentes
pudiesen conocer mejor sus orígenes y saber cómo habían vivido sus ancestros.
La preocupación de los arqueólogos por los problemas históricos y étnicos les
llevo a prestar cada vez más atención a la distribución geografía de los diferentes
tipos y conjuntos de artefactos, en un esfuerzo por relacionarlos con grupos
históricos.

Aportes.
La arqueología se preocupó por determinar quiénes habían hecho esos artefactos
para definir a qué grupos étnicos pertenecían, con el objetivo de reforzar la
identidad de las naciones que estaban surgiendo en toda Europa.
Bajo esta premisa comenzaron a estudiarse las distribuciones geográficas de los
tipos y conjuntos de artefactos para relacionarlas con los pueblos que vivían en
determinada zona, dando así una base arqueológica a las teorías difusionistas.
Muchos arqueólogos no pudieron continuar trabajando con un marco teórico
evolucionista ya que en el trabajo de campo en sociedades no occidentales, no
era posible detectar ningún aspecto del modelo evolucionista.
(Trigger 1992:149). La arqueología comenzó a tener un interés más histórico y a
agrupar los artefactos con rasgos semejantes y distribuidos geográficamente de
un modo restringido en "culturas", entendiendo muchas veces este término como
sinónimo de "civilización".
Se hicieron detalladas clasificaciones de artefactos que se organizaban en
secuencias culturales para establecer sistemas cronológicos regionales.
Este enfoque teórico y metodológico fue característico de la Europa de principios
de siglo y dio origen al paradigma histórico-cultural, al cual le importaba más la
cultura arqueológica que los estadios generales de desarrollo de una sociedad
(Trigger 1992).
Dio cabida a importantes desarrollos metodológicos ya que se afinaron los
métodos de excavación y recolección de todos los vestigios arqueológicos y los
sistemas clasificatorios de los objetos se llevaron a niveles impensados de detalle.
Arqueólogos norteamericanos comenzaron las investigaciones científicas en Perú,
donde se estableció una cronología para las ocupaciones costeras y sentaron las
bases de la arqueología maya (Renfrew y Bahn 1993).
La escuela histórico-cultural en Estados Unidos estimuló las excavaciones con el
objetivo de encontrar artefactos (no importaban siquiera las relaciones espaciales
entre ellos) para establecer clasificaciones tipológicas y elaborar culturas.
Una de las discusiones más importantes de este período dominado por el enfoque
histórico-cultural se dio alrededor de la antigüedad de la especie humana en
América.
En tan corto lapso era imposible que pudieran haberse desarrollado las largas
secuencias culturales que iban desde los primeros cazadores hasta las complejas
organizaciones estatales de México y Perú.
Recién con los estudios realizados por las corrientes teóricas posteriores a la
Segunda Guerra, las dataciones cronológicas absolutas y la demostración de que
actuó la invención independiente en la domesticación de plantas y animales
americanos, las posiciones ultradifusionistas y descalificadoras de la antigüedad
de la especie humana en América se iban a atemperar.

Conceptos importantes en el enfoque histórico cultural.


Estilos.
El estilo es un concepto complejo y de difícil definición. En historia del arte el estilo
es considerado como un modo característico de ejecución, visto como algo
separado de los contenidos o ideas expresados. En arqueología y antropología, si
bien se ha mantenido una distinción entre ejecución (o técnica) y contenido, se ha
puesto cierto énfasis en el segundo aspecto, dando como resultado que el término
ha sido utilizado principalmente para referirse al estilo decorativo.
Áreas culturales
Las áreas culturales pueden ser definidas por los hallazgos de artefactos. En estas
áreas conviven grupos que no son estáticos pues se relacionan e interactúan con
otros. Las culturas arqueológicas aplican el enfoque del histórico cultural a los
estudios de las regiones. Es importante reconocer el trabajo Childe en este
segmento, pues fue él quien tomo el concepto de cultura arqueológica de
Kossinna, pero dejando los elementos racistas de lado (Childe, 1977).

Cultura material.
Se conoce como cultura material todos aquellos artefactos que se encuentran en
un contexto dado, con estos mismos es posible establecer las culturas
arqueológicas y allí un enfoque étnico y geográfico, por su parte la geografía
permite conocer y definir los grupos culturales. La cultura material fue reflejo de
continuidad étnica, sin embargo no se pueden definir la existencia de una
determinada cultura por los artefactos encontrados.
Contexto.
Por otro lado se identifica el contexto, siendo este importante para reconstruir las
huellas de la actividad humana en el pasado. El contexto de un objeto consiste en
el nivel inmediato, su situación y su asociación (Renfrew- Bahn, 1998, p.44).
Tipo.
Según Childe (1977, p. 13), Tipo se refiere a que el hallazgo de un utensilio no
tendrá ningún significado a menos de que sea similar a otros encontrados en un
contexto determinado y que correspondan a un “tipo” reconocido. Quiere decir que
es una forma de clasificar los hallazgos.
Seriación.
La seriación es una técnica que permite ordenar los artefactos temporal y
cronológicamente y se encuentra estrictamente relacionada con los resultados
obtenidos en la estratigrafía, por lo cual ambas deben ser contrastadas, también
permite reconstruir la secuencia cultural (López, Argote, 2007, p. 167)
Estratigrafía.
La estratigrafía es el ordenamiento en estratos, considerando que lo que se
encuentra superficial es de origen más nuevo y lo que se encuentra en el interior
es mucho más antiguo, de esta forma este método constituye una herramienta de
suma importancia en las excavaciones, este método es considerado como un
registro de las sociedades pasadas (Harris, 1991, pp. 24- 25).
Debilidades.
Esta caracterización, necesariamente resumida y simplificada, demuestra que
muchos de los enfoques arqueológicos no pretenden resolver los problemas
señalados en la discusión de la historicidad ya que las informaciones contenidas
en las fuentes tempranas no se contrastan de manera crítica con el material
arqueológico como evidencias independientes con el fin de consolidarlas,
modificarlas o, incluso, rechazarlas. Como queda aclarado, no se trata de una
aceptación «literal» de las fuentes como «historia pura», una imposición
historiográfica sobre las respectivas evidencias arqueológicas, ni de una primacía
de modelos antropológicos a históricos sobre fenómenos que, por necesidad, se
basan en eventos históricos.
La veracidad general de estos no se discute, ya que fue comprobado por la
arqueología en aspectos como el Cuzco como capital de los incas, la presencia de
elite en el área cuzqueña, los centros mayores vinculados políticamente con el
núcleo, conquistas y reestructuración política y administrativa del territorio imperial,
entre otros.
Pesimismo generalizado con respecto a la posibilidad de encontrar algún criterio
que permita reconstruir la sociedad viva a partir de los de restos funerarios.
La práctica arqueológica se limitaba a un estudio más descriptivo mas no a aun
estudio interpretativo y explicativo realizados hoy en día.
Balance.
¿Qué opinas de los aportes?
El aporte más importante que tuvo el historicismo cultural para la arqueología en el
Perú es la seriación y la clasificación por estilos puesto que gracias a ello se pudo
establecer una cronología relativa a las excavaciones que se realizaban
atribuyéndoles un periodo de ocupación por medio del análisis de los atributos y
evolución de características morfológicas e iconográficas siendo un sustento
valido. Y así de esta manera los trabajos que se realizaban se tornaban más serio
y científicos.
Se hicieron detalladas clasificaciones de artefactos que se organizaban en
secuencias culturales para establecer sistemas cronológicos regionales.
Dio inicio a importantes desarrollos metodológicos ya que se afinaron los métodos
de excavación y recolección de todos los vestigios arqueológicos y los sistemas
clasificatorios de los objetos se llevaron a niveles impensados de detalle.
La escuela histórico-cultural en Estados Unidos estimuló las excavaciones con el
objetivo de encontrar artefactos (no importaban siquiera las relaciones espaciales
entre ellos) para establecer clasificaciones tipológicas y elaborar culturas.
Gracias a los aportes del historicismo cultural tenemos hasta hoy en día cuadros
cronológicos que se encuentran vigentes para la comunidad académica.
¿Qué opinas de los conceptos?
Son un aporte muy valioso puesto que hasta la fecha se siguen utilizando y
perfeccionando para la investigación arqueológica pese a los cambios posteriores
como el difusionismo.
Tales conceptos empleados en el histórico culturalismo están orientados
mayormente al ordenamiento del material cultural arqueológico mediante la
seriación, secuencia cultural, contexto, tipo estratigráfico para tener un registro
más detallado y poder diferenciar o relacionar mayormente en lo que se refiere a
materiales relacionados con la cerámica.
¿Qué opinas de la metodología?
La metodología del historicismo cultural es muy práctica porque desde el análisis
de la secuencia de sus atributos de los estilos alfareros así como también
arquitectónicos y así podemos tener periodos de ocupación de un sitio
arqueológico sin la necesidad de someter las evidencias a técnicas de datación
absoluta como el c14 que son muy costosos y algunos lugares no cuentan con la
tecnología apropiada.
En cuanto a la estratigrafía también es un método más accesible y facilita el
reconocimiento de los diferentes pisos de ocupación pertenecientes a distintos
periodos, en algunos casos nos ayuda a reconocer acontecimientos importantes
como actividades de quema en momentos de abandono.
¿Qué opinas de los aportes del histórico culturalismo?
Como no podía ser menos, la Arqueología jugará un papel clave en el proceso,
pues el Pasado de cada pueblo tenía que ser interpretado de una manera ajustada
a las necesidades del Presente, probándose esa realidad ante las demás
naciones. Los restos materiales se van a convertir, así, en objetivo prioritario de
los arqueólogos y todo esto es estudiado de acuerdo a la metodologías traídas por
parte del historicismo cultural quien aporto de manera positiva para su momento
en cuanto a una investigación descriptiva mas no interpretativa como hoy en día.
La atención queda centrada en el análisis de los materiales, sus lugares de origen,
sus rutas de difusión: Tipología y cronología como objetivos únicos de estudio,
porque ellos son los que “explican” la historia.
¿De qué manera cambio la arqueología mediante su influencia?
la arqueología en el Perú y especialmente en el cusco cambio de manera drástica
desde la llegada y aplicación del historicismo cultural de manera más científica en
distintos campos de investigación arqueológica ayudando a la arqueología
cusqueña a sacar conclusiones determinantes para aclarar más de manera
práctica y accesible, producto ello se logró imponer la secuencia ocupacional en el
cusco poniendo a los lugares que hasta ese entonces se conocían en su periodo
correspondiente cronológicamente hablando

También podría gustarte