Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Se denomina discapacidad auditiva la pérdida parcial o total de la posibilidad de oír, que varía en grados y
niveles. Cuando la pérdida auditiva es mayor, esta impide al individuo oír la voz humana y, por lo tanto,
obtener, espontáneamente, la capacidad de aprender la modalidad oral del idioma. Se calcula que por lo
menos una de cada mil personas nace profundamente sorda, lo que se diagnostica a través de exámenes,
como la audiometría y el audiograma.
Muchas personas desarrollan problemas auditivos a lo largo de la vida, debido a accidentes o enfermedades.
La deficiencia auditiva puede ser adquirida cuando existe una predisposición genética (por ejemplo, la
otosclerosis), cuando ocurre meningitis, ingestión de medicinas ototóxicas (que ocasionan daños a los nervios
relacionados a la audición), exposición a sonidos impactantes o virosis. Otra causa de deficiencia auditiva
es la ingestión de medicamentos que dañan el nervio auditivo durante el embarazo.
Tipos de sordera
Podemos considerar diversos criterios a la hora de clasificar las diferentes tipologías de pérdida auditiva o
sordera.
• Según la localización de la lesión.
• Según el grado de pérdida auditiva.
• Según las causas.
• Según la edad del comienzo de la sordera.
Es importante recordar que estas personas muchas veces no hablan porque no oyen, pero son capaces de
emitir sonidos. Muchas aprenden a comunicarse con las personas que oyen a través del habla y aprenden a
hacer lectura labial, para entender lo que se les contesta. Así, la expresión "sordo-mudo", que se utiliza muy
frecuentemente, no está correcta, ya que estas personas no son mudas, pero sí sordas. A aquellos individuos
que poseen esta discapacidad auditiva se les llama PERSONAS SORDAS.
La lectura labial es una habilidad. Se puede aprender pero no todas las personas sordas pueden leer los labios
de la misma manera ni todos los contextos son propicios para ello. Es un mito extendido considerar que todas
las personas sordas pueden comunicarse perfectamente gracias a unas dotes increíbles para la lectura labial.
No es cierto. La lengua oral está concebida para percibirse por el oído y no por la vista. Hay muchas
situaciones que impiden o dificultan hacer una buena lectura labial, como la falta de luz, la mala
vocalización, posturas y posiciones de quien nos habla, la velocidad, el mayor o menor conocimiento de la
lengua oral, etc. Por otro lado, una persona sorda no tiene porqué oír o entender lo que se le dice por mucho
que se grite.