Está en la página 1de 30

Escuela itinerante de Psicología Social

MONOGRAFÍA
EL ESTRÉS Y SU IMPACTO EN LA SALUD

Carrera de Psicología Social

Segundo año

Coordinadora: Graciela Petrella

Integrantes: Victoria Golionko


Osvaldo Sosa

Fecha de entrega: 04/01/2020

San Miguel
Osvaldo
[NOMBRE DE LA EMPRESA]
ÍNDICE

ÍNDICE………………………………………………………………………………………………………………. pag.1

1) INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………………………. pág.2

2) HIPÓTESIS…………………………………………………………………………………………………… pág.4

3) DESARROLLO……………………………………………………………………………………………... pág.4

El ESTRÉS Y NUESTRA SALUD CORPORAL………………………………………………………pág.5

EL ESTRÉS Y NUESTRA SALUD MENTAL…………………………………………………………pág.9

EL ESTRÉS LABORAL……………………………………………………………………………………. pág.13

EL ESTRÉS Y NUESTRAS RELACIONES…………………………………………………………… pág.20

4) CONCLUSIÓN……………………………………………………………………………………………… pág.25

5) CONSEJOS PARA EVITAR EL ESTRÉS……………………………………………………………. pág.27

6) BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………. pág.29

1
1) INTRODUCCIÓN
Hoy el hombre ha empezado a entender la conexión “mente-cuerpo”
y ha empezado a comprender que los estados de ánimo, las pautas
de comportamiento, las percepciones y las creencias, están
implicadas directamente con nuestra salud/enfermedad y que a
partir de la manera como entendamos esta conexión y gestionemos
nuestras emociones, nos acercaremos a la auto sanación de cualquier
síntoma o enfermedad. En términos psicológicos implica un viaje a
nuestro inconsciente para reconocer qué se alberga en él, a manera
de programas que condicionan nuestro comportamiento y que nos
hace reaccionar a ciertos estímulos de una determinada manera,
acumulando quizás emociones tóxicas que impactan y con el paso del
tiempo, afectan considerablemente nuestro sistema nervioso y
autoinmune responsables en gran medida del enfermar físico y
mental.
Esta integración parte del hecho de la concepción de la enfermedad
como señal de que el cuerpo está en desequilibrio y es la
herramienta que el inconsciente utiliza como mecanismo de
adaptación a la situación de conflicto, comprendiendo esto como la
forma en la que, a través del síntoma o enfermedad, el inconsciente
expresa todo aquello que la persona calla, guarda o quizás ni siquiera
sabe que tiene.
Las enfermedades expresan algo que la persona no puede
comprender por sí misma, siendo conveniente, encontrar la emoción
oculta, el conflicto o bioshock, este último entendido como todo
acontecimiento que irrumpe en nuestra vida cotidiana de forma
imprevista y de manera brusca, que nos toma por sorpresa y de una
intensidad dramática que rebasa nuestros límites de tolerancia (un
accidente, la muerte del ser querido, el abandono, etc.) ante el cual
el cuerpo reacciona descargando la tensión y acumulándola en un
órgano específico. “Cuando el corazón no llora, lloran los órganos”
(Dr. Boris Cyrulnik).

2
Por todo lo mencionado, quisimos tomar como tema de nuestro
trabajo monográfico: el estrés y su impacto en la salud y las
relaciones laborales, intrafamiliares y sociales.
El estrés es una reacción psicofisiológica que se produce en el
organismo ante una demanda ambiental excesiva. Cuando
percibimos que la exigencia externa supera nuestras capacidades de
hacerle frente, aparece el estrés. En ese momento se pone en
marcha una cascada hormonal encaminada a ayudarnos a tomar
acción.
Cuando percibimos una amenaza o un peligro, sea real o no, nuestro
cuerpo se prepara para dos soluciones rápidas y efectivas: la lucha o
la huida. En ellas está implicado el sistema nervioso autónomo,
responsable de las funciones orgánicas de nuestro cuerpo que se
producen de forma involuntaria, como el latir del corazón o la
respiración. Este se divide en dos: sistema nervioso simpático, que
nos dispone para la acción, y parasimpático, que regula las
actividades de nuestro cuerpo en reposo.
Frente al estímulo amenazante el sistema simpático produce una
respuesta hormonal, generando mayor cantidad de adrenalina y de
cortisol. La primera aumenta la frecuencia cardiaca, dilata las pupilas
y los bronquios, y nos pone a sudar. La segunda hormona incrementa
el nivel del azúcar en sangre y suprime la actividad del sistema
inmunológico.
Esto ocurre de manera temporal, ya que el sistema nervioso
parasimpático se encarga a su vez de ponerlo “todo en orden”, pero,
entonces, ¿cuándo el estrés se transforma en dañino y perjudicial
para nuestra salud, nuestro entorno laboral y nuestras relaciones
intrafamiliares y sociales?

3
2) HIPÓTESIS:
El estrés es un fenómeno que se presenta cuando las demandas de
la vida no pueden ser reelaboradas psíquicamente por el sujeto.
Produce en el mismo diversas enfermedades e influye de manera
directa en el nivel de desempeño del trabajador y tiene incidencia
negativa en sus vínculos intrafamiliares y sociales.

3) DESARROLLO:
Nuestro cuerpo está preparado para soportar picos puntuales de
estrés, por ejemplo, el que puede aparecer ante una amenaza de
robo o los días antes de un examen. En estos casos nos ayuda a
tomar las medidas necesarias para proteger nuestra integridad y
nuestro bienestar.
El problema surge cuando el estrés se mantiene en el tiempo de
forma prolongada y se cronifica. Si esto ocurre, un mecanismo
diseñado para activarnos en la resolución de un problema específico,
se instala de forma constante en nuestra vida. La activación
permanente, el continuo flujo hormonal termina desgastando
nuestra energía, desequilibrando nuestro estado interno y afectando
seriamente nuestra salud.
El estrés crónico, de larga duración puede ocasionar estados de
depresión y ansiedad. Además del desajuste hormonal y el desgaste
energético que supone, el estrés afecta a todas las principales áreas
implicadas en un buen estado de salud. Aparecen alteraciones de
sueño, la alimentación pierde calidad y las relaciones intrafamiliares y
sociales se resienten. Todo ello puede contribuir a que el individuo
comience a experimentar síntomas ansiosos y depresivos.
Llevar un ritmo de vida demasiado ajetreado, querer mantenerlo
todo bajo control y tener mil cosas en la cabeza...
Quizás consideres normal la tensión que tu día a día te provoca y te
resignes a sufrirla, pero te conviene conocer los límites de tu cuerpo.

4
En esta monografía veremos cómo el estrés, algo que aparentemente
es "tan solo" psicológico, puede llegar a tener repercusiones
negativas muy evidentes y concretas sobre tu salud.

a. El ESTRÉS Y NUESTRA SALUD CORPORAL


Prácticamente todos hemos pasado por momentos de ansiedad, e
incluso se dice que en algunos casos es buena para estimularte a
lograr tus metas.
Sin embargo, cuando se vive siempre vertiginosamente, la mente y el
cuerpo pueden pagar un alto precio.
El motivo es que el organismo se acostumbra a liberar cantidades
anormales de sustancias al torrente sanguíneo, y a la larga esto hace
que tus tejidos se resientan.
En los periodos de estrés, las glándulas suprarrenales, situadas sobre
los riñones, liberan un tipo de hormona llamada cortisol.
Junto con la adrenalina, que también es segregada abundantemente
cuando nos estresamos, esta sustancia se encarga de hacer que los
niveles de glucosa en sangre suban mucho con la finalidad de proveer
de energía extra al organismo ante una situación de peligro.
La adrenalina, además, hace que se eleve el ritmo cardíaco, la
respiración y la tensión, y dilata los bronquios para que entre más
oxígeno. Por otro lado, reduce la circulación sanguínea en zonas
como la piel para canalizarla hacia los músculos.
El organismo "pierde el ritmo normal" y no sabe priorizar sus
funciones.
Pero todo esto tiene un precio.
Por un lado, el hecho de que nuestro cuerpo trabaje a marchas
forzadas hace que nuestras células se vayan desgastando
rápidamente para dar una respuesta rápida ante la urgencia.

5
Por el otro, mientras esto ocurre, se reducen otras funciones, como
la digestión o la reparación de los tejidos, que por dar sus frutos a
largo plazo quedan en segundo plano.

¿QUÉ PASA CON NUESTRO CUERPO?


El exceso de adrenalina y cortisol liberados en sangre día tras día es
perjudicial. Por eso muchas molestias comunes están provocadas por
el estrés, entre las que destacan las siguientes:

1. Dolor de cervicales
Casi un 50% de las personas con estrés crónico sufren este síntoma. Y
es que la zona cervical, cuando se vive bajo una tensión continuada,
tiende a comprimirse ante cualquier situación: una discusión, un
pequeño contratiempo... También ocurre con otros músculos de la
espalda.
De hecho, el estrés provoca que muchas personas vivan
permanentemente contracturadas.

2. Caída del pelo


El estrés altera la absorción de oligoelementos y aminoácidos básicos
y estrecha las arterias, limitando la circulación en el cuero cabelludo.
Además, se puede producir la caída excesiva del cabello, que en
algunos casos puede desembocar en calvicie total.

3. Problemas digestivos
A través del aparato digestivo pasan muchos nervios, por lo que este
es muy sensible a cualquier trastorno emocional.

6
El movimiento natural de los intestinos se altera cuando se está bajo
tensión, lo que puede causar desde diarrea hasta estreñimiento,
dependiendo de la persona.
También aumenta la acidez del estómago, porque se segrega un
exceso de jugos gástricos. Por otro lado, la presión constante
también hace que comas más rápido, provocando gases de forma
indirecta.

4. Alteraciones del sueño


Unos niveles altos de cortisol te mantienen en un estado de alerta tal
que dificultan la relajación y, por tanto, te cuesta dormirte. De hecho,
el estrés está detrás del 85% de los casos de insomnio, y las mujeres
de entre 40 y 49 años son las más afectadas.
Además, aunque consigas dormirte, se sabe que los nervios no dejan
que el sueño sea reparador.

5. Mayor irritabilidad
Existe una tendencia a disminuir la paciencia y la adaptabilidad con el
resto de las personas y el entorno
Esto se debe a que el estrés constante hace que generes menos
dopamina, la hormona del bienestar. En esa situación, casi cualquier
contratiempo puede hacer que perdamos un poco el control.

6. Problemas en la piel
Un eccema o una urticaria también puede ser una respuesta a una
situación de tensión mal controlada. Y es que el exceso de cortisol en
el cuerpo estimula la liberación de histamina, que puede acabar
provocando estos trastornos dermatológicos.

7
Erupciones cutáneas como el acné o los eccemas pueden ser
originados por estados continuos de presión; otras afecciones como
dermatitis atópicas o psoriasis se agudizan y empeoran.
Además, reduce la producción de colágeno y elastina, las fibras que
dan elasticidad a la piel, provocando mayor flacidez. La adrenalina
también provoca que empeore el acné.

7. Se te olvidan más cosas


El cortisol que se genera con el estrés reduce la actividad del
hipocampo del cerebro, el área donde se “gestionan y se consolidan
los recuerdos.

8. El desgaste del sistema inmunológico


El sistema inmunológico es uno de los más afectados por el desvío de
energía hacia aquellos procesos que permiten reaccionar
rápidamente ante posibles amenazas.
Las defensas bajan cuando vivimos bajo un estrés constante
Lo anterior hace que enfermar después de una etapa de mucho
trabajo no sea nada extraño: si el estado de estrés se alarga mucho
en el tiempo, se multiplican las posibilidades de que ciertos
microorganismos dañinos encuentren su oportunidad y se extiendan
por tu cuerpo sin encontrar mucha resistencia.

El estrés crónico puede “agotar” directamente el organismo y hacer


que enferme:
El corazón sufre. Cuando aumenta la adrenalina, bombea más sangre,
pero si esta situación se mantiene en el tiempo tu corazón puede
acabar debilitándose. Además, la tensión arterial también se dispara.
La antesala de la depresión. El estrés mantenido acaba con las
reservas de dopamina. Por eso, cuando no se controla y avanza hasta
8
la fase de resistencia o agotamiento, una de las consecuencias es la
aparición de síntomas depresivos.
Envejecimiento prematuro. Las células emplean el 90% de la energía
en renovarse y reparar tejidos. Pero el estrés deja estas funciones en
segundo plano, y por eso las personas estresadas envejecen más y lo
hacen antes.
Aumenta el riesgo de cáncer de cuello de útero. La ansiedad y el
estrés incrementan la probabilidad de desarrollar este tipo de cáncer
en la mujer infectada por el virus del papiloma humano. Se cree
también que puede jugar un papel relevante en el desarrollo de
metástasis y una peor evolución del cáncer.

b. EL ESTRÉS Y NUESTRA SALUD MENTAL

Las consecuencias del estrés dependen en gran manera de las


variables individuales. Las diferencias individuales juegan un papel
decisivo en la incidencia del estrés laboral, ya que la valoración
subjetiva que hace cada persona de su situación frente al cambio,
determina la existencia o no de estrés laboral. Hay que tener en
cuenta que las diferencias individuales interactúan entre sí y varían
en el tiempo en función de factores tales como la edad, las
necesidades y expectativas, los estados de salud o la fatiga entre
otros.
Aunque numerosos investigadores han demostrado que existe una
relación entre ciertos rasgos de la personalidad y el estrés, dichos
rasgos no tienen un carácter estático ni reactivo, pero sí un efecto
activo o modulador en la generación del estrés.
Entre los rasgos de la personalidad que se ha demostrado que tienen
mayor influencia en el proceso y generación de estrés, están:

9
Patrones de conducta: Las formas de comportamiento o “patrones
de conducta específicos” pueden incidir directamente en la aparición
o no de estrés. Los patrones de conducta específicos son una forma
de comportamiento aprendido que influye en cómo nos
comportamos en las situaciones cuando nos suceden. Hay 3
diferentes patrones de conducta relacionados con el estrés:
– Tipo “A”: Sujetos que perciben el entorno como amenazante para su
autoestima y para lograr sus objetivos; necesitan constantemente
logros personales para sentir que tienen el control, esta disposición
los lleva a un estado permanente de urgencia en el tiempo y de
permanente lucha. Se caracterizan por un fuerte impulso competitivo
y gran dinamismo, son muy ambiciosos, agresivos e irritables por lo
que potencian las consecuencias negativas del estrés.
– Tipo “B”: Tienen las características opuestas al Tipo “A”,
manteniéndose relajados sin sufrir las consecuencias negativas del
estrés.
– Tipo “C”: Tienen el comportamiento del Tipo “A” y las
características del Tipo “B”, ocultan las manifestaciones del estrés
con su comportamiento agravando determinados efectos.
Locus de control: El “locus de control” son las explicaciones que una
persona se da a sí misma sobre las cosas que le suceden. Pueden ser:
“Locus de control externo”: Son las personas que atribuyen los
sucesos que les acontecen a circunstancias externas que dependen
de la suerte o el destino; experimentan mayor amenaza ante los
estresores.
“Locus de control interno”: Son las personas que atribuyen los
sucesos que les acontecen a circunstancias internas que dependen de
sí mismos; experimentan menos amenaza ante los estresores.
Neuroticismo/ansiedad: El grado de neuroticismo/ansiedad influye
en el estrés, ya que es evidente que aquellas personas que perciban
los estímulos como más amenazantes y ansiógenos serán más
vulnerables al estrés.

10
Personalidad resistente: Rasgo de la personalidad positivo basado en
el compromiso (implicarse en la situación), el control (actuar
suponiendo su influencia sobre la situación) y el reto (el cambio como
norma de vida); actúa como un modulador de reducción de la
probabilidad de estrés y minimiza la incidencia y severidad de los
efectos y consecuencias.
Dependencia: Las personas poco independientes toleran mejor el
estrés originado en estresores relativos a la organización, como
puede ser la supervisión estricta o un ambiente laboral muy
normalizado y burocratizado. Sin embargo, tienen más problemas
que las personas más independientes en situaciones como la toma de
decisiones o cualquier situación con incertidumbres o ambigüedades.
Introversión: Los introvertidos reaccionan más intensamente ante el
estrés que los extravertidos, ya que son menos receptivos al apoyo
social.
Respuesta cognitiva y de comportamiento: Consecuencias del estrés
respecto de las respuestas cognitivas y de compartimiento al mismo:
el síntoma inmediato del estrés es el padecimiento de adaptación,
que a nivel psicológico y emocional supone una sensación de
frustración, ansiedad y depresión que de prologarse puede degenerar
en trastornos mentales (por ejemplo incapacidad para concentrarse,
deterioro de la capacidad de toma de decisiones, desorientación,
olvido, trastornos del sueño, etc.), trastornos del comportamientos
(por ejemplo alteración y distorsión de las interacciones con
familiares y amigos, incremento de la conflictividad familiar,
desestructuración familiar y social, absentismo laboral, sabotajes,
drogadicción, trastornos de personalidad, etc.) y, en casos extremos,
suicidio. Durante el proceso de degeneración del padecimiento de
adaptación, el factor más importante es la ansiedad, ya que, si es
muy intensa y mantenida durante mucho tiempo, producirá
manifestaciones psicosomáticas que degeneraran en patologías
psicosomáticas muy diversas. En el ámbito cognitivo, además, el
estrés inhibe la creatividad, la autoestima y la capacidad de
desarrollo personal.
11
Las respuestas cognitivas al estrés están relacionadas con la
percepción y vivencias del individuo (su pasado y su percepción de su
estado actual). La respuesta cognitiva al estrés depende de:
– Recepción automática de información: Valoración inconsciente y
esencialmente afectiva en muy poco tiempo de si la situación es
amenazante o no para el individuo. Puede facilitar la aparición de los
efectos del estrés antes de que se haya identificado conscientemente
una situación como amenazante.
– Valoración de las demandas de la situación: Se valora la posibilidad
de que la situación genere algún tipo de daño o beneficio, a partir de
esta valoración el sujeto realizará cambios en su forma de actuar. La
valoración puede ser irrelevante, benigna positiva (eustrés) o
estresante (distrés).
– Valoración de las habilidades para afrontar la situación: Se valoran
las posibles actuaciones del individuo en la situación, en razón de su
percepción de sus capacidades. La generación de estrés será siempre
menor cuando el individuo considere que dispone de estrategias de
afrontamiento para afrontar la situación.
– Selección de la respuesta: Dependiendo de las repuestas cognitivas
dadas a los pasos anteriores, el individuo seleccionará cuál de las
posibles estrategias de afrontamiento (conducta) es más adecuada
para afrontar la situación, apareciendo así las respuestas de
comportamiento.
Entre los efectos negativos producidos por la activación reiterada de
la respuesta de estrés estarían:
. Preocupación excesiva.
. Incapacidad para tomar decisiones y concentrarse.
. Dificultad de mantener la atención.
. Sentimientos de falta de control.
. Frecuentes olvidos.
. Bloqueos mentales.
12
. Trastornos del sueño.
. Ansiedad, miedos y fobias.
. Depresión y otros trastornos afectivos.
. Trastornos de la personalidad.
Respuestas de comportamiento: Las conductas básicas son:
enfrentamiento, huida y pasividad (las dos primeras producen una
respuesta fisiológica de estrés).
La estrategia de afrontamiento elegida o conducta no sólo depende
de la respuesta cognitiva, ya que existe la posibilidad de:
. Aprender conductas consideradas como más adecuadas para
afrontar la situación.
. Reforzar determinadas conductas (recompensa) para afrontar la
situación.
Entre los efectos negativos de comportamiento se encuentran:
Temblores.
Tartamudeo.
Hablar rápido.
Imprecisión al hablar.
Explosiones emocionales.
Comer excesivamente.
Falta de apetito.
Risa nerviosa, etc.

c. EL ESTRÉS LABORAL
El estrés laboral es un estado de tensión física y psicológica que se
produce en el momento de existir un desequilibrio entre las
demandas planteadas por la organización del trabajo y el medio

13
laboral, y los recursos de los trabajadores para hacerles frente o
controlarlas. Existen varios aspectos de la definición científica acerca
del estrés laboral, que es importante tener en cuenta para lograr
alcanzar una adecuada comprensión del mismo.
El estrés tiene un componente situacional. En primer lugar, se señala
que el estrés laboral tiene un carácter situacional. Es decir, este nivel
depende de las condiciones de trabajo. Ellas giran en escalas distintas
de estrés.
Diferencias individuales. Existe otro elemento importante como lo
son las diferencias individuales. Existen características singulares
asociadas con mayores posiciones de estrés y variables de la persona
que nos protegen de él. El nivel de estrés experimentado depende de
manera decisiva de los recursos psicológicos disponibles para hacerle
frente.
Inestabilidad temporal. El nivel de estrés laboral que se experimenta
cambia a lo largo del tiempo. Es el resultado de la continua
interacción entre el individuo y la situación, y por lo tanto puede
variar de un momento a otro.
Dimensionalidad. Desde esta perspectiva se entiende el nivel de
estrés laboral al que se está sometido en cada momento como una
dimensión. La posición donde se sitúa cada persona en esa posición
se encuentran diferencias individuales y variaría a lo largo del tiempo.
Existen varias situaciones desencadenantes del estrés y una de ellas
puede ser la resistencia al cambio en las empresas, ya sea por el
avance tecnológico implementado, o una nueva forma de trabajar
que no esté acostumbrado, incluso se vea como una amenaza para el
trabajador. Hay algunas veces donde estos cambios no sean
aceptados por el personal y en el momento de brindar una
capacitación estén renuentes a recibirla, y cuando se pone en
práctica no saben cómo llevar a cabo el nuevo programa porque no
sintieron la necesidad de conocerlo.
El estrés laboral implica varios escenarios relacionados, donde se
encuentran varios factores.
14
Ser despedido, o perder el trabajo, donde exista un desajuste
económico personal, familiar y social.
Reajuste o reubicación del puesto de trabajo, ya que muchas veces se
está acostumbrado a su lugar de trabajo o tienen miedo a enfrentar
el nuevo.
Cambio en los horarios de trabajo o turnos nocturnos, siendo este un
factor importante porque la costumbre o la organización del tiempo
ya está estipulado.
Problemas con superiores y colegas por ser parte del entorno en el
trabajo y se vuelve muy incómodo trabajar con discordias.
Discriminación en el lugar de trabajo no se sienten parte de la
organización e incluso se vuelve muy problemático trabajar con una
dificultad de este tipo.
Acoso sexual siendo este mayormente un inconveniente para las
mujeres ya que no se sienten cómodas en su lugar de trabajo,
aunque algún hombre no está exento de esta situación.
Condiciones hostiles de trabajo, ya que para ser productivos se debe
tener un clima laboral agradable.
Problemas con las compensaciones e incentivos monetarios donde
este es uno de los mayores generadores de estrés ya que se trabaja
en base a un presupuesto y si no se alcanza se sienten amenazados e
inclusive llegar a pensar en ser despedidos.
Trabajos relacionados con constantes viajes estos causan estrés por
tanta carga que se sienta al viajar.

Actualmente, todas esas situaciones son vividas por muchas personas


que trabajan en una y otra institución. Con los constantes cambios de
la economía y la rápida evolución del entorno empresarial, las
personas cada vez encuentran más complicado lograr manejar su
estrés laboral.

15
Síntomas psicológicos.
Uno de los síntomas significativos del estrés es la insatisfacción, por
ende, si existe estrés laboral éste causa poco interés en el trabajo,
por lo tanto, esta respuesta es la más evidente en el momento de
existir estrés, cuando el empleado ya no está satisfecho con lo que
realiza y por ende reduce su desempeño en la empresa, y se ve
afectada donde causa así tensión, ansiedad, irritabilidad,
aburrimiento y demoras de parte del trabajador.
Síntomas conductuales.
Si existe estrés se verá reflejado en las conductas presentadas por el
individuo, estas pueden ser los cambios en la productividad, ya que
antes de verse afectado por esta situación su desempeño era mayor
y ahora disminuye por no sentirse capaz de realizarlo. También su
alimentación es inadecuada, incluso inicia con algunas adicciones las
cuales no eran presentes, y lo más importante de señalar en este
tema son las consecuencias surgidas por estas conductas a la
empresa.

Es importante canalizar y analizar las respuestas de alerta del


organismo a favor de las personas. Hay dos maneras diferentes de
que el organismo reaccione y son las siguientes:
En forma negativa, lo que provocará consecuencias nocivas para la
salud física y mental.
En forma positiva, que causa reacciones inversas.
Estrés positivo o eustrés.
Según lo hablado del tema, este tipo de estrés es una forma
necesaria que un individuo debe de llevar en sí, así se logra tener un
estado de alerta fundamental para lo realizado física y mentalmente,
para obtener una mayor productividad donde se desenvuelva. Es
importante manejar este tipo ya que lograra tener un estilo de vida y
de lucha constante realizándose de manera correcta de esa forma

16
conllevar en si alegría y satisfacción en todo momento. Es necesario
entender el estrés en varias facetas, a las cuales se les debe prestar
atención, porque no solamente perjudican al individuo si se salen del
margen sino también afecta significativamente a su entorno. La
resistencia que el cuerpo humano posee tiene líneas las cuales no
deben sobrepasarse por razones de generar el agotamiento donde se
inicia la etapa de alteraciones físicas y mentales en la persona.
Estrés negativo o distrés.
El trabajo en estos tiempos encuentra una serie de problemáticas por
la que pasan los trabajadores, porque realmente las dificultades
donde se encuentran o los niveles de estrés determinan una
amenaza en su salud. Por eso los empleados se sienten
sobrecargados de tareas, las cuales no logran llevar a cabo de manera
correcta, y luego la empresa percibe una baja productividad, pero no
analizan cuales son las causas reales de dicha situación. A esto se le
llama estrés negativo o distrés que es cuando el ser humano llega a
una etapa de agotamiento físico y mental el cual no le permite rendir
como es debido porque las tareas asignadas sobrepasan su
capacidad.
Hay situaciones dentro del trabajo como cuando no se les
proporciona a los colaboradores un tiempo considerable para realizar
las tareas y se sienten agobiados por no poderlas terminar, no se les
capacita y por ende no saben lo que se debe hacer, no existe una
forma motivante para realizar el trabajo asignado volviéndose
monótono y aburrido. Todas estas situaciones generan un estrés
negativo y provocan reacciones en el individuo las cuales se
mencionan a continuación:
Sobrecarga de trabajo. Existen varios tipos de puestos en los cuales
se cree al individuo como capaz de hacerlos todos, o por el hecho de
estar dentro de la empresa se considera que lo debe de realizar sin
importar los efectos secundarios como consecuencia, al asignarle
tareas para realizar en poco tiempo y la cantidad sea grande, o estas
salirse de los parámetros de sus propias responsabilidades. En estos

17
casos los objetivos asignados no incluyen el agotamiento provocado
por la cantidad de tareas demandadas.
Repetitividad. Se da este tipo de situación si las tareas que realiza se
vuelven monótonas y no existe una actualización o cambio de la
misma.
Ritmo de trabajo. Esta surge muchas veces sí se rige al trabajador a
un cierto tiempo de cumplimiento de tarea, y este puede ser mucho
más largo del que se le impone por medio de alguna maquina o un
programa.

A parte de lo ya indicado, se puede mencionar en el entorno de vida


que se tiene se encontraran infinidad de estresores negativos. Ya sea
en el trabajo, en la familia sí en esta no se logra lo esperado y llegue a
ser frustrante para la persona involucrada. Es importante estar
pendientes siempre de los factores influyentes para que este tipo de
situación no se convierta en este problema. En el momento de existir
algunos problemas de estos o se vean alertas como las ya
propuestas, es fundamental estar alerta a cuáles son las posibles
reacciones que se tengan sí ya esto se ha salido del parámetro
normal; dentro de esto hay cambios de humor y un carácter mucho
más agresivo del normal en momentos donde talvez no sean para
tener una reacción de esa naturaleza. También hay causa de
alteraciones en la salud mental, puede existir ansiedad o depresión
incluso terminar en la muerte.

El estrés inicia por ser un problema para el ambiente en el trabajo, es


en ese preciso momento donde se debe de dar solución antes de
salirse de control y afecte de manera significativa a la empresa en
general. Si el estrés ha sobrepasado límites, se pueden apoyar a los
colaboradores a iniciar una forma entre ellos mismos de poder
resolverlo, en donde se expone en si cuales son los problemas que
ellos encuentran y las causas de sentirse de esa manera darles así un
seguimiento necesario. Es en este punto cuando el jefe o los mismos
18
miembros del equipo deben de buscar una ayuda profesional para
que esta situación no avance más.
Fases de la respuesta al estrés.
En el momento cuando la persona se enfrenta a una situación
valorada como amenazante, un estresor, el organismo reacciona en
busca del equilibrio perdido. Este tipo de reacciones derivadas en el
individuo se le denomina el Síndrome de Adaptación, la cual se
cataloga en tres fases importantes:
Primera, fase de alarma.
Es si el cuerpo responde de manera inmediata para dar una solución
a la situación que se le es presentada.
Segunda, fase de resistencia.
El individuo responde de manera más larga, ya que en ese preciso
momento no tiene una solución aparentemente efectiva para
ponerla en práctica, donde se obliga a tomar más tiempo del normal
lo cual hace tener que sobrellevar la situación por un lapso más
extenso.
Tercera, fase de agotamiento.
Es cuando la respuesta esperada no se obtiene rápidamente y por el
tiempo transcurrido ya no se es capaz de darle una solución a la
situación.

El estrés se asocia con restricciones y demandas. Las primeras


impiden hacer lo deseado. Las segundas se refieren a la carencia de
algo que se quiere. Se necesitan dos condiciones para potenciar el
estrés y este se haga real. Debe percibirse una incertidumbre sobre
los resultados y estos deben ser importantes. Cualesquiera que sean
las condiciones, solo se manifiesta el estrés si hay incertidumbre
sobre si será posible aprovechar la oportunidad, vencer las
restricciones o evitar la carencia. El estrés es mayor entre individuos
cuando están seguros sobre si van a ganar o a perder y menor a

19
quienes piensan que su victoria o derrota es segura. Pero la
importancia también es crucial. Si el resultado ganador o perdedor
no es importante, no hay estrés. Si a las personas no les importa
conservar el puesto o conseguir un ascenso, no hay razones para
sentirse estresado o pasar por la revisión del desempeño.

d. EL ESTRÉS Y NUESTRAS RELACIONES

Vivimos rodeados de personas y necesitamos relacionarnos con


muchas de ellas.

Nos relacionamos por:


Casualidad.
Porque la vida nos presenta dichas relaciones (la familia y los
compañeros de trabajo).
Necesidad (doctores, personas que nos prestan un servicio).
Elección personal (amigos, pareja).
Situaciones ocasionales (el agente de tránsito, la persona que nos
estaciona el coche).
Cualquiera de estas relaciones puede causarnos molestias, problemas
y estrés.

Las relaciones pueden causar estrés y el estrés puede afectar y dañar


nuestras relaciones.
Una buena relación nos proporciona apoyo, ayuda, diversión, cariño,
amor, compañía, etc.
Pero una mala relación nos causa tensión, angustia, dolor y
problemas.

Generalmente, mientras más cercana es una relación, mayor es la


probabilidad de que nos genere tensión y conflictos.

20
Por eso es importante aprender a manejar el estrés, a mejorar
nuestras relaciones y a solucionar todo tipo de dificultades.
Todos hemos estado “sobrepasados” de trabajo, de problemas o de
obligaciones alguna vez. Y, seguramente, en ese momento nos
hemos dado cuenta de que nuestro estado de ánimo repercutía en
los demás. Malas contestaciones, tristeza generalizada, falta de
energía… Quizá no te habías percatado, pero ¿sabías que el estrés
afecta nuestras relaciones?
Los agentes estresantes son diversos y no siempre están relacionados
con el trabajo. Un evento importante como, por ejemplo, nuestra
boda, un viaje o el nacimiento de un hijo pueden provocar los
mismos efectos que las horas extra, las reuniones y las llamadas de
atención del jefe.

Todos ellos son eventos que afrontamos con mucho nerviosismo y


que no nos vemos capaces de llevar a cabo con los recursos que
tenemos a nuestra mano.
Por supuesto, esto afecta nuestra relación con nosotros mismos y
sobre todo con aquellos que nos rodean. Tanto en la oficina como en
casa o en los familiares.
Hoy en día, una de las causas principales de que las personas
tengamos estrés proviene del trabajo. Ya sea por exceso de carga
laboral o por falta de empleo, lo cual perturba mentalmente a
quienes se encuentran parados y a su entorno.

No obstante, tenemos que tener en cuenta que no somos ni


máquinas ni robots. Y que debemos trabajar para vivir, no vivir para
trabajar. Hay vida fuera de la oficina, por lo que se ha de evitar en lo
posible «llevarnos” los problemas al hogar… Porque si no, aquello
que debería ser nuestro refugio (la casa y la familia) se convierte en
un espacio más de problemas y discusiones.

21
El estrés afecta nuestro bienestar psicológico y físico. Cuando
regresamos a casa después de un día agotador, en lugar de buscar
reposo y tranquilidad nuestro cerebro quiere seguir pensando en lo
sucedido en la oficina. Pero debemos frenarlo. Hay que desconectar.
Si no, acabaremos descargando nuestra frustración con quien
tenemos más cerca: nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres,
etc.

Esta reacción automática e inconsciente busca el desahogo y reducir


las presiones que hemos tenido durante el día. No obstante, el efecto
que conseguimos es el opuesto. Terminamos discutiendo por el
dinero, por la forma en que nos dejamos tratar, por el futuro, etc.

La calidad de los matrimonios se ve dañada por culpa del estrés


laboral. Cuando tenemos un mal día en el trabajo y éste no termina al
salir de la oficina, sino que continua en el hogar. Las presiones
negativas se “pasan” a la pareja o a los hijos y el ánimo familiar es
tormentoso. Los niños pueden experimentar el mismo o más estrés
que los padres.

Por ejemplo, en una casa donde los progenitores están siempre


malhumorados, exhaustos o irritables los pequeños son más
propensos al incumplimiento de sus tareas en la escuela o al
ausentismo debido a enfermedades. También los puede convertir en
más agresivos o en alumnos que no cumplen las órdenes de los
profesores.
Además de buscar alternativas placenteras o relajantes, para paliar
los efectos nocivos del estrés es importante contar con buen apoyo
por parte de nuestros seres queridos. Los lazos afectivos sólidos de la
familia y amigos pueden contribuir a la hora de reducir o prevenir los
síntomas relacionados al estrés.
22
Resulta vital establecer lazos sólidos que nos permitan contrarrestar
el estrés. Al llegar a casa, es preferible sentarnos tranquilos y contar
lo que nos pasa a la pareja o amigos. Conocer nuestras limitaciones y
nuestras emociones es fundamental si queremos ser ayudados por
aquellas personas que tanto amamos.
Cada persona tiene diferentes valores, intereses, expectativas,
pensamientos, sentimientos, hábitos, problemas personales y
vivencias de su niñez.
Al relacionarse dos o más personas, estas diferencias pueden chocar,
provocando estrés y conflictos.

Generalmente pensamos que nosotros tenemos la razón y queremos


imponerles a los demás nuestro punto de vista y lo que nosotros
consideramos adecuado.
Pero la otra persona piensa igual.

En una relación, podemos estresarnos por:


o Problemas en la comunicación,
o conflictos no resueltos que generan resentimiento,
o sentimientos no expresados o manifestados inadecuadamente,
o promesas no cumplidas, dar por hecho que sabemos lo que
piensa o siente la otra persona y sin preguntarle, actuar de
acuerdo a esta convicción,
o esperar que la otra persona sepa lo que queremos y
necesitamos y que nos lo de, sin que tengamos necesidad de
pedírselo,
o negar los problemas o malestar que existe en dicha relación,
o ser deshonesto con la otra persona,
o el deseo de cambiar a las otras personas,
o rechazar o atacar a las personas por tener diferentes valores,
pensamientos y sentimientos,
o expectativas exageradas en cuanto a la otra persona o a la
relación en sí.
23
o una baja autoestima, en nosotros o en nuestra pareja, que
provoca demandas difíciles de cumplir.
Todas estas actitudes y muchas más, pueden ser cambiadas, si
quieres encontrar la forma de vencer los problemas de tus
relaciones.

Ante cualquiera de estas situaciones, la solución está en identificar el


problema y resolverlo, no en buscar culpables.
Independientemente de la causa original, el estrés y sus efectos
repercuten en nuestras relaciones, creando conflictos y mayor estrés.

Algunas de las consecuencias del estrés son:


• Descuidamos nuestras responsabilidades.
• reaccionamos de manera exagerada,
• desquitamos nuestro malestar o enojo, con otras personas,
• nos aislamos o demandamos demasiada atención,
• disminuye nuestra capacidad para negociar o tomar decisiones,
• se nos olvidan cosas que pueden ser importantes para otras
personas,
• pensamos negativamente,
• estamos tan centrados en nosotros mismos y en nuestro
problema que dejamos de tomar en cuenta las necesidades de
los demás,
• podemos tener arrebatos de furia,
• aumenta la propensión a depender de conductas adictivas
como alcohol, droga o comida.
• etc.

Cualquiera de estas situaciones puede repercutir en nuestras


relaciones, creando conflictos y una respuesta negativa de la otra
persona.

El problema es que, con frecuencia, no nos damos cuenta de la causa


24
real de nuestro estrés y si no la solucionamos, nuestras dificultades,
tensión, enojo, depresión o enojo, aumentan constantemente.

4) CONCLUSIÓN

Desde la Psicología Social, Pichón Riviére nos abre una puerta de


claridad para entender y encontrar una respuesta al fenómeno del
estrés definiendo al par conceptual salud y enfermedad como
adaptación activa o pasiva a la realidad. Con el término adaptación se
refiere a la adecuación o inadecuación, coherencia o incoherencia de
la respuesta a las exigencias del medio, a la conexión operativa o
inoperante, transformadora o empobrecida del sujeto con la
realidad. Es decir que los criterios de salud y enfermedad, de
normalidad y anormalidad no son absolutos, sino situacionales y
relativos.
Pichón Rivière denomina a la salud mental como adaptación activa,
con este término se abarca el análisis de las formas de relación del
sujeto con el mundo, las formas que reviste esa relación constitutiva
del hombre como tal. El parámetro de evaluación en esta dirección es
la capacidad de desarrollar una actividad transformadora, un
aprendizaje.

El sujeto está “activamente adaptado”, o como también lo


denominamos, sano (sin estrés) en la medida en que mantiene un
interjuego dialéctico en el medio y no una relación pasiva, rígida y
estereotipada, en la medida en que aprehende las diversas
situaciones que le toca vivir y las transforma, modificándose también
a sí mismo, entrando en un interjuego dialéctico, en el que se
resuelve una situación dilemática, se transforma en otra situación,
que deberá ser resuelta en este continuo proceso en espiral. La salud
mental o falta de estrés consiste en un aprendizaje de la realidad a
través del enfrentamiento, manejo y solución integradora de los

25
conflictos en una relación sintetizadora. Podemos decir que consiste
en una relación, o mejor dicho en una aptitud sintetizadora en la
resolución de las antinomias que surgen en su relación con la
realidad. La adaptación no implica aceptación indiscriminada de
normas y valores, sino, por el contrario, una lectura de la realidad con
capacidad de evaluación y propuestas de cambio.
Para Pichón Rivière el concepto de adaptación activa se identifica con
el de aprendizaje, al que define como apropiación instrumental de la
realidad para transformarla. La adaptación activa a la realidad y el
aprendizaje están indisolublemente ligados pues la dinámica del
conocimiento condiciona una actividad para aprehender el mundo y
modificarlo en ese mismo acto.

Como bien apuntaba el filósofo griego Epicteto: “Las personas no se


alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos”
no son en sí los eventos (altamente dramáticos o acumulados en el
tiempo) los que provocan los estados emocionales estresantes, sino
indiscutiblemente la manera cómo los interpretamos dependiendo
esta interpretación de experiencias previas que se instalan en nuestra
psique a manera de percepciones y creencias.
Por tanto, si logramos revertir estos esquemas mentales, estas
pautas de pensamiento y de comportamiento, ciertamente
estaremos creando estados emocionales más sanos, más positivos y
anclados en una realidad más objetiva.

Por todo lo expuesto, si el rechazo a los cambios inevitables del


mundo y de nuestra realidad circundantes nos coloca en estado de
estrés, nos enferma; entonces, la adaptación activa que nos propone
Pichón Rivière es la salida óptima para emerger del estrés, airosos,
transformados y transformadores de nuestra realidad.

26
5) CONSEJOS PARA EVITAR EL ESTRÉS

Algunos especialistas ofrecen consejos para mantener el estrés bajo


control:
Afrontá las situaciones difíciles
En vez de postergarlas o evitarlas, haceles frente, ya que dejarán de
angustiarte una vez las identifiques y resuelvas.
Entrenate en la solución de problemas
Aprendé a analizarlos de una manera lógica. Definir el problema de
manera clara, hacé una lista con las posibles soluciones y otra de los
pros y contras de cada una. Tras esta toma de decisiones, es
importante que dejes de darle vueltas al problema.
Organizá bien tu tiempo
Planificá bien tu agenda del día, sin sobrecargarla de actividades y
gestionando los imprevistos con flexibilidad. En caso de falta de
tiempo, seleccioná las tareas más importantes de acuerdo a las
prioridades. Aprendé a decir no.
Te merecés un descanso
Asigná un espacio diario al ocio y a las relaciones personales, de
manera que te quede tiempo para descansar y estar con tu familia, y
también practicar tus aficiones o salir con amigos.
Aprendé técnicas de autocontrol
Practicar de manera regular actividades como relajación, meditación
o yoga te ayudará a neutralizar la activación fisiológica del organismo
que produce el estrés y te proporcionará un mayor control de los
pensamientos y de las emociones.
Fomentá las relaciones personales y sociales

27
Pedí ayuda o consejo a las personas en quienes más confías. Y
ofrecete para apoyarles a ellos también. Ayudar a los demás mejora
tu propio estado de ánimo y reduce el impacto del estrés.
Cuidá tu dieta
Mantené horarios regulares y tomate siempre tu tiempo para comer
con calma. Evita las bebidas con cafeína o alcohol.
Hacer deporte de manera regular
El ejercicio físico reduce el estrés y ayuda a que los episodios duren
menos. Además, fomenta una sensación de bienestar.
No restes horas de sueño
Descansado afrontarás mejor cualquier conflicto o situación
amenazante. Trata de dormir al menos siete u ocho horas cada
noche.
Recurre a ayuda profesional si es necesario
Si sos incapaz de manejar el estrés, recurrí a la ayuda profesional. Tu
médico de cabecera podrá ayudarte a identificar el problema y
derivarte a un especialista o terapeuta.
Hay dos vías principales: una es actuar sobre la causa del estrés y otra
aumentar la resistencia al mismo. Con respecto a la primera, hay que
identificarla, nunca evitarla, ponerse una agenda, intentar solucionar
los conflictos; y en cuanto a la segunda, hay que buscar hábitos de
vida saludables. La gente que hace deporte, come bien y mantiene
hábitos de sueño correctos, tiene una mayor resistencia al estrés”.

28
6) BIBLIOGRAFÍA

Estrés y salud: investigación básica y aplicada de Sergio Cuevas y


Everardo Gutiérrez
Estrés: MedlinePlus en español https://medlineplus.gov › spanish ›
stress
El estrés y su salud: MedlinePlus enciclopedia médica
https://medlineplus.gov
Diccionario de Psicología Social Por Pablo Cazau
Teoría de la enfermedad única de Pichón Rivière
Los alimentos afectivos, Ed. Nueva Visión de Boris Cyrulnik
Emoción y sentimientos Ed. Planeta de Daniel López Rosetti

29

También podría gustarte