Este artículo presenta los principales avances de una

investigación en marcha sobre los factores que inciden

en la decisión médica de tomar o no evidencias útiles
para la investigación de delito sexual en el contexto
del conflicto armado colombiano. La investigación
ha sido realizada por un equipo interinstitucional
en el que se cuenta con funcionarios de la División
de Referencia e Información Pericial -DRIP-, del
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses (INMLCF)4.

El artículo tiene 5 secciones. Las dos primeras ex-

LAS BARRERAS INVISIBLES DEL
REGISTRO DE LA VIOLENCIA
SEXUAL EN EL CONFLICTO ARMADO
COLOMBIANO
Silvia Otero Bahamón1
Viviana Quintero Márquez 2
Ingrid J. Bolívar 3
plicitan el punto de partida y las “precauciones de
método”. El tercer acápite presenta los diez factores
identificados. En la cuarta sección se describe como
operaron esos factores en dos masacres con víctimas
femeninas perpetradas por grupos de autodefensa
entre los años 1997 y 2003. En la quinta y última
sección, se presentan las conclusiones del trabajo.
Punto de partida: ciencias sociales,
violencia sexual y expectativas políticas
Desde que empezó esta investigación, hace 4 años,
hasta hoy el tema de violencia sexual ha ido ganan-
do importancia política y analítica. Importancia re-
lacionada con el trabajo de algunas organizaciones
sociales en la documentación y el litigio de casos5 y la
discusión pública a propósito de ciertos eventos6.
Esta investigación parte de ese contexto y de la
suposición de que la consideración de la violencia
sexual como una violación del DIH debía traducirse
en unas medidas o acciones específicas por parte de
las autoridades estatales. Más aún, con la promul-
gación y divulgación de los Protocolos de Minnesota

4 Ellos han propiciado toda la recolección de información, han orientado las preguntas y los
análisis que acá presentamos. Además, el DRIP ha facilitado su planta física y el tiempo de
varios de sus investigadores para realizar las tareas que la investigación ha demandado. En el
es

INMLyCF la investigación está identificada con el número 719 de la División de Investigación

ens

Científica del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, llamada “Violencia
or
asF

sexual contra mujeres asesinadas en masacres perpetradas por grupos de autodefensa

i

durante el periodo 1997–2003, y factores que determinan el registro de este tipo de violencia
enc
egalyCi

por parte del INMLyCF”. Además de las autoras del articulo, el equipo que lleva a cabo esta
investigación está compuesto por miembros del DRIP del INMLyCF (Luz Janeth Forero,
Raúl Insuasty, Mónica Perdomo y Germán De la Hoz). Esta investigación se deriva de una
naL

financiada por Colciencias por la convocatoria 405 de 2007, denominada “¿Oímos lo que
c
onaldeMedii

su cuerpo dice? ¿Vemos lo que su cuerpo muestra? Prácticas estatales en levantamiento de

cadáveres femeninos en contexto de conflicto armado”, liderada por Maria Emma Wills.
5 Desde abril de 2001 un grupo de organizaciones sociales produce anualmente el informe
1 Politóloga de la Universidad de los Andes e investigadora del Centro de Investigación y de la Mesa de Trabajo “Mujer y Conflicto Armado” documentando casos de violencia contra
i
oNac

Educación Popular (Cinep). Miembro de ODECOFI, silvia_otero85@yahoo.com las mujeres en el conflicto armado colombiano.
ut

2 Politóloga y filósofa de la Universidad de los Andes. Asistente de investigación del Grupo 6 Especialmente importante en este tema fue el caso de la Masacre de El Salado (2000) pues
nsi
tt

de Memoria Histórica, de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR). un artículo señalaba que aunque los peritos que atendieron este evento fueron advertidos
I

vivi_quinterom@gmail.com. de la ocurrencia de violaciones y torturas sexuales, no tomaron evidencias de las mismas.

3 Profesora asistente del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes. Revista Semana, El cuerpo femenino, botín de guerra. 30 de octubre de 2004. Sección Política,
ibolivar14@gmail.com edición: 1173.

334
(1991) y Estambul (1999) que con- homicidios y entre ellos hubiera
sideran la violencia sexual como al menos 2 víctimas femeninas,
una forma de tortura. En un co- conectados en tiempo, motivo, vic-
mienzo se trataba de investigar si timario, tipo de víctima y lugar.
las autoridades cumplían o no con El ejercicio arrojó un total de 66
los procedimientos consagrados en masacres y se incluyeron cuatro
los protocolos para documentar eventos especiales donde tres mu-
o detectar indicios de violencia jeres son asesinadas.
sexual. Hoy y después de conocer
las condiciones en que trabajan Estas decisiones de método no
los funcionarios del INMLCF, y de ignoran ni subestiman el hecho
aprender de ellos, se considera más de que hubo masacres con muje-
pertinente preguntar por la forma res víctimas antes y después del
como las autoridades se relacionan período de observación, ni que los
con dichos procedimientos. grupos de guerrilla también las
han cometido. Tampoco se supo-
Como gran parte de los funciona- ne que la violencia sexual ocurre
rios de las organizaciones sociales solamente contra mujeres o que
que denuncian la violencia sexual siempre tiene resultados fatales.
y de quienes han investigado so- Sin embargo, se decidió concen-
bre la violencia política en Colom- trar la atención en este tipo de
bia, las autoras tienen formación evento para hacer comparacio-
en ciencias sociales y adolecen de nes entre casos y seguir de cer-
grandes vacíos en formación médi- ca la decisión médica de tomar o
ca7. Esta investigación constituye no evidencias útiles para la in-
su primer encuentro con médicos vestigación de delito sexual. La
y profesionales de la salud, quie- base de datos de 66 masacres y
nes a pesar de su conocimiento y 4 eventos especiales arrojaron el
experiencia no han sido sistemáti- total de 642 muertes, entre ellos
camente interrogados e incluidos 225 mujeres, 417 hombres y 52
en la discusión sobre violencia NN. sin sexo identificado. En ese
política en el país. momento se inició la búsqueda de
los protocolos de necropsia y las
Precauciones de m étodo y actas de inspección de cada una
delim itación del objeto de estudio de esas personas, labor que pudo
En el contexto de los conflictos ar- adelantarse hasta cierto punto,
mados la violencia sexual tienen
lugar en distintos tipos de even-
tos violentos. Esta investigación 8 Según la Defensoría del Pueblo, masacre es el asesinato
masivo de cuatro o más personas que pueden estar
se ocupa de masacres8 perpetra-
conectados por suceder en una misma región, o por
das por grupos de autodefensa razones de persecución política, ideológica o social. Se
en el periodo 1997-2003 9. Con
comprende que una masacre puede darse en un mismo
lugar, o en varios municipios o localidades de una misma
esa definición se hizo una lectura
vereda, corregimiento, jurisdicción y hasta departamento.
de los datos del Banco de Datos Defensoría del Pueblo, Luz para la vida. Masacres ocurridas
del Cinep y su Revista Noche y en Colombia hasta 1999. Sistema de Alertas Tempranas
Niebla10 buscando los eventos en (SAT), Bogotá, 2000.
9 Pues son quienes más masacres han cometido y por ser
los que se produjeron mínimo 4
los momentos en los que se da una mayor concentración
de este tipo de eventos. En: Vásquez, Bolívar y González:
7 No se dispone de datos estadísticos para sostener esta Violencia Política en Colombia. Bogotá DC, Cinep, 2003.
afirmación. Afirmación construida a partir de nuestra 10 El Banco de Datos de Cinep recoge información sobre
experiencia como funcionarios de ONG e investigadoras. acciones bélicas (combates, emboscadas, etc.) violaciones
En el campo de violencia política destacamos muy pocas al DIH y a los Derechos Humanos. Los eventos reportados
publicaciones que consulten a los médicos quienes primero en prensa, fuentes oficiales, e informantes regionales son
atienden (o después de las autoridades judiciales) y lidian de categorizados y cada 4 meses realiza la publicación de la
primera mano con las víctimas de los eventos de violencia. revista Noche y Niebla.
pues algunas no fueron atendidas
por el INMLCF y otras no lograron
ser ubicadas.
Al mismo tiempo se revisaron los
instrumentos internacionales de
documentación de la tortura (Es-
tambul y Minnesota), los manuales
de formación del personal forense,
se entrevistaron 33 funcionarios
en Bogotá y durante el trabajo de
campo11 y se revisaron algunos ex-
pedientes judiciales disponibles. El
trabajo de recolección, lectura, y co-
dificación de las anteriores fuentes
permitió detectar y empezar a de-
finir los diezfactores12 que afectan
la decisión o la posibilidad de que
un médico tome o no evidencias úti-
les para la investigación de delito
sexual en un cadáver femenino en
contexto de masacre.
Antes de pasar a la sección en
la que se definen los factores,es
importante recalcar algunos ele-
mentos sobre la construcción de
los mismos. Primero, se presenta
aquí una primera definición de los
factores, pero el trabajo de su de-
limitación aún no está terminado.
Segundo, los factores son el resul-
tado de un trabajo a través y con
las distintas fuentes. Las conver-
saciones que se tuvieron con los
miembros de las organizaciones
11 Se han codificado entrevistas realizadas a 10 expertos
patólogos, odontólogos y médicos forenses a nivel nacional
es
y regional oriente. En el trabajo de campo se realizaron
ens
entrevistas a 16 médicos y 5 disectores, así como a un ex
or
asF
coordinador de Unidad Básica y un funcionario de una
i
funeraria. Las ciudades visitadas son: Cali, Buenaventura,
enc
egalyCi
Popayán, Rionegro, Medellín, Yarumal, San Carlos, Caldas,
San Rafael, El Peñol, Andes, Granada, Santa Féde Antioquia,
Barrancabermeja, Apartadó, Turbo, Caucasia y Segovia.
naL
12 Se reconoce que el término factor tiene un uso técnico en
c
onaldeMedii
estadística. Un uso que alude a la agrupación de variables
que encajarían en un mismo sentido y de cuya denominación
se espera cierta coincidencia entre el “lenguaje natural” de
los actores y el esquema analítico que propone quien estudia
i
oNac
el problema. En esta aproximación a los factores no se han
ut
seguido procedimientos estadísticos. Sin embargo, sí se
nsi
tt
han construido y definido estos factores prestando especial
I
atención a las variables que distintos actores implicados en
el problema identifican, especialmente, a aquello que los
propios médicos recalcan.
335
 sociales que hacen seguimiento
de los temas de violencia sexual y
la lectura de los protocolos inter-
nacionales, preparó a los autores
para preguntarse por el entorno
institucional y político en el que
se hace visible y posible traba-
jar temas de violencia sexual.
De otro lado, la recolección de
los protocolos de necropsia y las
actas de inspección y la compren-
sión de las lógicas bajo las cuáles
se producen, fue mostrando las
diferencias en el ejercicio foren-
se de los médicos entrevistados,
los cambios en el proceder del
Instituto a lo largo del tiempo, y
la complejidad de las relaciones
entre distintas agencias del Esta-
do. Posteriormente las pacientes
explicaciones de los médicos y
asistentes forenses sobre su tra-
bajo y sus formas de proceder y
su disposición a recibirnos in-situ
fue lo que permitió comprender
mejor qué elementos inciden en
que se tomen o no evidencias úti-
les para la investigación de delito
sexual en los casos que estudia-
mos. Así pues, los factores son las
variables que orientan el proce-
der médico en uno u otro senti-
do. Tercero, los factores recogen
señalamientos de las entrevistas
realizadas y ponen a dialogar las
distintas opiniones de los médi-
cos entrevistados, pero tales en-
trevistas deben ser vistas como
tendencias y no como generaliza-
ciones. En efecto, no se entrevistó
es
ens
la mayoría de médicos, ni se les
or
asF
puso a conversar en un mismo es-
i
enc
pacio-tiempo. Cuarto, los eventos
egalyCi
de estudio van de 1997 a 2003.
Sin embargo, la investigación
naL
trató de recoger en entrevistas y
c
onaldeMedii
trabajo de campo información so-
bre cómo eran las condiciones de
trabajo en ese momento. Por eso
i
oNac
es preciso aclarar que si bien la
ut
t
i
situación actual dista de ser per-
ns
I t
fecta, se pueden detectar mejo-
rías radicales en lo que tiene que
ver con condiciones de trabajo y
336
capacitación de los funcionarios
sobre temas de violencia sexual.
En la exposición se hace un uso
muy esquemático de las entrevis-
tas por razones de espacio edito-
rial. Además y cómo se verá en lo
que sigue,los factores identificados
aluden al desarrollo del conflicto
armado sólo de maneras indirec-
tas (qué médico atiende en el lugar
donde se produce el evento o en que
estado llegan las víctimas). El tra-
bajo se concentra en la información
y en los elementos que un médico
tiene disponibles a la hora de ha-
cer la necropsia. Una comprensión
más compleja y articulada de los
factores y los casos deberá contar
con una caracterización analítica
de los tiempos, lugares, actores y
condiciones en que tuvieron lugar
las masacres revisadas.
Una vez se presentan los factores,
ellos son aplicados al examen de
dos casos. Para ellos se cuenta con
revisión de prensa, información
secundaria, protocolos de necrop-
sias, actas de inspección y el ex-
pediente judicial. En el anexo 2 se
identifica las fuentes disponibles
para el análisis de cada caso. El
criterio utilizado para la elección
de estos casos fue eminentemen-
te práctico:son los casos con más
fuentes y uno de ellos tuvo gran
impacto nacional.
1.Factoresque determ inan
la búsqueda de evidencia útil
para investigardelito sexual
Este apartado presenta los diez
factores que determinan la bús-
queda de evidencias útiles para
la investigación de delito sexual
en cadáveres de mujeres vícti-
mas de masacres.
a.Entorno que pregunta ypresiona
porseguim iento de la violencia sexual
El factor entorno tiene que ver con
la creciente demanda, presión y/
o exigencia de parte de distintos
sectores sociales hacia la autori-
dad médico legal para que realice
exámenes que conduzcan a cla-
rificar si hubo violencia sexual
en determinados eventos. Esa
reciente presión es resultado del
trabajo de organizaciones sociales,
de la promoción de instrumentos
internacionales de protección de
los derechos, y del interés de los
organismos judiciales de mejorar
la administración de justicia en
estos casos (Ley 938 de diciembre
de 2004). De este entorno, resultó
el trabajo solidario entre organiza-
ciones intergubernamentales y el
INMLCF para producir y difundir
guías y reglamentos técnicos ac-
tualizados que llegaran a todos los
organismos y personas que reali-
zan funciones periciales asociadas
con medicina legal y ciencias fo-
renses en el país.
Por ello, tanto médicos de hospita-
les, rurales y médicos forenses, a
partir del año 2000 han recibido la
directriz de ajustar su labor a los
Protocolos de Minnesota (Manual
de la ONU para la prevención e
investigación efectivas de ejecu-
ciones sumarias, extrajudiciales,
arbitrarias o legales promulgado
en 1991), y el Protocolo de Estam-
bul (o Manual de la ONU para la
investigación y documentación
efectivas de la tortura, y otros
tratos o penas crueles, inhuma-
nas o degradantes promulgado en
1999). Ambos Protocolos incluyen
la metodología para la documen-
tación de la violencia sexual como
forma de tortura.
Adicional a Estambul, en el área
de clínica se cuenta con la Guía de
Consulta Abreviada para el Exa-
men Sexológico Forense, Informe
Pericial y Manejo del Kit para la
Toma de Muestras, en los Sectores
Forense y de Salud (2006), así como
con el Reglamento Técnico para el
Abordaje Integral de la Víctima en
la Investigación del Delito Sexual
(2006), que no es el primero, pero sobre el tema14 y, en respuesta, un sexual siempre que las circuns-
ofrece una descripción actualizada gran avance en la actualización y tancias no permitan descartarlo
y clara de los procedimientos que difusión de protocolos y guías. Sin de antemano. No obstante, por
se deben seguir en el proceso de embargo, es importante recalcar un lado, muchos de los eventos
atención forense a las víctimas”13. que dicho entorno no ha existido que estudiamos ocurrieron an-
En el área de patología se dispo- desde siempre, y que en varios tes del 2000. Y por otro lado,
ne del Manual para la práctica de años incluidos en nuestro perio- aún después de este momento
autopsias medico legales (2000), el do de estudio no existía interés no todos los médicos han in-
Instructivo para la Documentación ni conocimiento sobre la violencia corporado dichos lineamientos
Fotográfica Digital en la Investiga- sexual en el conflicto armado. en su accionar por factores que
ción de Delitos Sexuales y Lesio- veremos más adelante.
nes Personales (2004), y la Guía b.Marco conceptualque perm ita im aginar • De interiorizar que en casos de
de Procedimientos para la Realiza- la ocurrencia de ese fenóm eno homicidios colectivos y en con-
ción de Necropsias Médico-legales, La búsqueda de evidencia de posi- texto de violación al DIH se re-
segunda edición (2004), y 33 Bole- ble delito sexual en cadáveres de quiere un abordaje complejo, tal
tines de Patología Forense. mujeres en contexto de masacres como lo establece el Protocolo de
depende de lo que denominamos Minnesota. Dicho abordaje debe
A la presión de la ONU y la Corte la existencia de un marco con- ir más allá de la identificación
Interamericana se suma el conoci- ceptual que permita imaginar la y la determinación de la causa
miento mundial sobre la violencia ocurrencia de ese fenómeno. Tan- de muerte, que en la realidad
sexual en la guerra, difundido a to las entrevistas con los expertos ha sido en muchas ocasiones el
través de los Tribunales para Yu- consultados, como el conocimiento énfasis del abordaje forense por
goslavia y Ruanda que visibiliza- del debate mundial sobre el tema cuenta de la presión del volumen
ron la ocurrencia de incontables permiten sugerir que depende de de trabajo que afrontan los mé-
agresiones sexuales por razones varios elementos. dicos en la práctica.
étnicas contra las mujeres. La • De la existencia de un entorno
resonancia de las Comisiones de (ver punto anterior). Antes del c.Form asde ejercerla m edicina forense
Verdad de Sudáfrica, Guatemala año 2000 la ocurrencia de violen- En el sistema judicial colombia-
y Perú, que recalcaron la utiliza- cia sexual en contexto de conflicto no, cuando una persona sufre una
ción de la violación como arma de era prácticamente desconocida. muerte no natural, el cadáver debe
guerra también ha contribuido a • De interiorizar que la agresión ser inspeccionado por una autori-
crear un entorno interesado en sexual anterior a un homicidio dad con funciones de Policía Judi-
conocer este fenómeno. no ocurre únicamente en con- cial, quien ordena la realización de
textos evidentes, como asesina- una autopsia o necropsia. Estas
En Colombia la difusión de estos tos en serie, asaltos callejeros, autopsias las puede practicar un
eventos ha recaído en Organiza- o crímenes pasionales. Como lo médico del INMLCF o un médico
ciones No Gubernamentales con establece la literatura interna- designado para cumplir con fun-
enfoque de género, como Amnistía cional sobre Violencia Sexual ciones como legista en áreas no
Internacional, la Mesa de Trabajo y Guerra, además de la Guía cubiertas por el Instituto (Decreto
M ujer yConflicto Armado,Corpo- de elaboración de necropsias Ley 786/16 de 1990). Los objetivos
es
ens

ración Humanas y Cisma Mujer, que rige actualmente 15, pue- de la autopsia médico-legal son:1.
or
asF

entre otras, quienes han documen- de ocurrir agresión sexual en Contribuir a establecer la causa
i
enc

tado y visibilizado la ocurrencia de muertes por cualquier causa y (arma de fuego, arma cortopun-
egalyCi

violencia sexual asociada al con- más si se producen en contexto zante, trauma contundente), ma-
flicto armado,sobre todo desde el de violaciones al DIH;incluso nera (natural, homicidio, suicidio,
naL

conocimiento de la Masacre de El desde la expedición del Manual accidental) y mecanismo de muerte

c
onaldeMedii

Salado, ocurrida en el año 2000. para la Práctica de Autopsias (choque hipovolémico, lesión cere-
Ha habido una creciente presión Médico-Legales en 2000 se ha- bral, falla respiratoria), 2. Obtener
cen referencias explícitas a la información respecto a las circuns-
i
oNac

necesidad de documentar delito tancias que rodearon la muerte y

ut

13 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

nsi
tt

Establecimiento Público Adscrito a la Fiscalía General de la

I

Nación. Reglamento Técnico para el Abordaje Integral de 14 Ver fallo Gutiérrez Soler, que conminó al Estado a capacitar
la víctima en la Investigación del Delito Sexual. Bogotá, a su personal forense en el protocolo de Estambul, y las 15 INMLCF, Guía de procedimientos para la realización de
Agosto de 2006. exigencias del ComitéContra la Tortura CAT/C/CR/31/1. autopsias médico-legales, Segunda Edición, 2004.

337
 condiciones vitales del fallecido. 3. como se incluye la información re- de que toda autopsia debía ser no
Identificar,recuperar ypreservar colectada en el protocolo. orientada, y debía no sólo determi-
evidencias (proyectiles, residuos nar causa, manera y mecanismo
de pintura, cabellos, manchas Diferencias en el grado de muerte, sino aportar evidencia
de sustancias extrañas). 4. Con- de profundidad con el y pruebas para entender las cir-
tribuir a establecer o verificar la que se realiza la necropsia cunstancias en las que sucedieron
identidad del occiso. 5. Establecer En Colombia, durante mucho los hechos. Para ello se exigía rea-
la expectativa de vida. 6. Elaborar tiempo la práctica de autopsias lizar un examen externo minucio-
un reporte médico objetivo16. se limitaba a determinar la causa, so, así como examen interno. En
manera y mecanismo de muerte. sus propias palabras el manual
El protocolo de necropsia y las evi- Este tipo de autopsia, denomina- indica que “no haga necropsias
dencias recolectadas en el cuerpo, do autopsia orientada, no tenía en orientadas, practique un examen
junto con otras evidencias y los cuenta la necesidad de detectar, completo;por ejemplo, aun si el
testimonios son utilizados por las documentar y analizar evidencias caso corresponde a un accidente
autoridades judiciales para tipifi- con miras a obtener pruebas de la de tránsito, examine genitales. De
car los delitos cometidos, probar- autoría y las circunstancias de la lo con¬trario, no podrá detectar
los, investigarlos, sancionar los comisión de un delito17. Este tipo delitos poco obvios”19.
culpables y administrar justicia. de práctica se mantenía por va-
rias razones:el gran volumen de Dicho examen incluye revisar
El INMLCF ha producido una serie casos, la reciente articulación de cuidadosamente la boca y los ge-
de Manuales, Guías y Boletines los sistemas legales municipales nitales pues “tanto la boca como
que orientan a los peritos en la y departamentales al Sistema el recto y la vagina deben explo-
realización de la necropsia. La Nacional de Medicina Legal, la rarse siempre por ser puertas de
primera edición del Manual fue poca difusión y apropiación de la entrada y lugares donde pueden
publicada en 2000, e introducía literatura forense internacional, encontrarse lesiones difíciles de
algunos lineamientos del Protocolo la inexistencia de programas de sospechar desde el examen ex-
de Minnesota para la realización especialización en medicina fo- terno”20. Adicionalmente, se de-
de autopsias. La segunda edición rense y el desconocimiento de los ben registrar alteraciones en la
fue publicada en 2004, e incluía protocolos internacionales. región perineal, genital y anal,
más lineamientos de Minnesota axilas, palmas y plantas y áreas
para documentar tortura e incluso No obstante, hacia mediados de la cubiertas por pelo, y se revisaría
algunos lineamientos del Protocolo década de los 90 se empezaron a con cuidado la evidencia traza
de Estambul útiles para el estudio trabajar casos en los que la causa contenida en las uñas.
de cadáveres. y manera de muerte no eran las
aparentes:accidentes de tránsito El manual indica que se deben
Este factor se ocupa de dos aspec- que en realidad eran homicidios tomar frotis vaginal, rectal y oral
tos que tienen que ver con la forma con actividad sexual relaciona- para búsqueda de espermatozoides
como se ejerce la medicina forense da, muertes naturales que eran si se sospecha atentado sexual o si
en Colombia y que tienen impli- homicidios, etc. Y desde el nuevo no dispone de información clara y
caciones para nuestra pregunta milenio se empezaron a adoptar completa respecto a las circunstan-
es
ens

concreta de investigación. Estos los lineamientos de los protocolos cias, que permita descartar esta
or
asF

son, por un lado, las diferencias de Minnesota y Estambul18. Esto posibilidad de antemano”21. Esto
i
enc

en el grado de profundidad y mi- reveló que la orientación de la ne- incluso si no hay indicios claros ni
egalyCi

nuciosidad con el que se realiza las cropsia no permitía recoger infor- lesiones evidentes.
necropsias y por otro lado la forma mación que pudiera complementar
naL

o contradecir las hipótesis inicia- Podría interpretarse que la ne-

c
onaldeMedii

16 INMLCF, Manual para la Realización de Autopsias Médico

Legales, 2002, Máximo Alberto Duque, “Manejo del Cadáver
les, y por eso se empezó a trabajar cropsia orientada y la no orienta-
por parte del médico”, En: Revista del Instituto Nacional de en el Manual para la Práctica de da son dos extremos del espectro
Medicina Legal y Ciencias Forenses, Vol. XVIII No 2 de 2004, autopsias médico legales que se del grado de profundidad y minu-
i
oNac

Bogotá. Pp. 7, Mary Luz Morales y Maria Dolores Morcillo, publicó y difundió en el año 2000.
ut

“Aplicación de los principios de la patología forense a la

it

Este manual planteó la directriz

nst

atención de un caso de muerte colectiva: relato de una 18 Entrevista Dr. Mary Luz Morales, Julio 2009.
I

experiencia y algunas recomendaciones”, En: Revista 19 Ibíd., Pág. 64.

Científica, Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias 17 Parafraseado de Manual para la realización de autopsias 20 Ibíd., Pág. 64
Forenses, Volumen 20, Número 1, 2008, Pp. 19 – 28, y p. 21 médico legales, pp.50. 21 Ibíd., Pág. 67

338
ciosidad a la hora de hacer las mular
Segundo dosdebat
teoríase sobre el apren- permite a
negativo una persona
también un alto
es importante,
ENTORNOS FAVORABLES
necropsias. Los manuales, las Para los
dizaje médicosLacon
criminal. entrena-
primera es pondrían
desempeño en sus
en protocolos queLas
su trabajo. “se
guías los reglamentos son linea- miento
el forense
desarrollo deen lasColombia,
habilidades los descartó posible
competencias agresión
tienden sexual”.
a mostrar
PARA EL APRENDIZAJE
mientos que orientan el accionar hallazgos deLa
criminales. la necropsia
segunda pueden
explica Pero aquellos
una larga que enfatizan
duración en
una vez de-
del médico más no constreñi- documentarse
el modo en quede undos formas.
entorno La
insti- lo positivo no(Spencer
sarrolladas. harán referencias
y Spencer,
mientos, pues hay lugar para su primera,puede
tucional es incluyendo
favorecer sólo la in-
el desa- textuales, lo cualCao,
1993;Ansorena no quiere
1996;Wdecir
oo-
CRIMINAL EN
propio criterio. El perito, tenien- formación
rrollo del orden
de dichas de lo positi-
habilidades. La que no se haya pensado, buscado,
druffe, 1993). Se propone en este
do en cuenta las circunstancias vo, es decir, lo que se
primera se basa en el análisis encuentra
eco- observado y descartado.
trabajo extender el uso del con-
1
COLOMBIA
del caso, sus preferencias, los re- y se puede
nómico probar.
del crimen La segunda,
(Becker, 1968). cepto de competencias laborales
glamentos vigentes, formación, incluyendo los datos
La segunda, en el análisis negativos
de los d.Conexi
del ón escena-
mercado sala delegal
laboral necropsi
alas
«mer-
“olfato forense” y experticia toma además de
entornos los datos
generosos –opositivos.
entornos En
cado ellaboral
sistemacriminal»
forense colombiano
. Se asume
decisiones sobre dicho grado de Esto significa incluir
munificentes información
(Castrogiovanni, se separa la investigación
en este trabajo que las competen- de la es-
profundidad y minuciosidad. de lo que se buscó
1991). Desde el punto dey no sevista
encontró
eco- cena del crimen de la
cias se componen de habilidades realización
Isaac De León Beltrán2 y Eduardo
en la necropsia. del examen del cuerpo:por un
Salcedo-Albarán3 nómico el crimen puede ser exa- (skills), es decir, en la capacidad
En el grupo de 72 necropsias de ca- lado, las instituciones que tienen
Investigadores Grupo Método minado como un comportamiento para hacer algo. En ese sentido,
dáveres femeninos disponibles que Los que documentan lo positivo funciones de Policía Judicial (CTI,
racional. Esta perspectiva per- las habilidades son la manifesta-
datan entre 1997 y 2003, encontra- sostienen que el médico sólo debe DAS, SIJIN, DIJIN, Procurador,
mite analizar el comportamiento ción concreta y observable de las
mos cierta “diversidad” en el grado documentar lo que encontró pues alcaldes, inspectores de policía,
criminal sin tener en cuenta con- competencias.
de profundidad con el que se realiza no tiene sentido darle a la autori- entre otros) realizan la inspección
sideraciones morales acerca del
el examen interno y externo. Algu- dad (que por cierto no siempre tiene de cadáver, adelantan la búsqueda
«deterioro moral» o la «pérdida Se puede afirmar que el desarrollo
nas, como las que analizaremos en la capacitación suficiente para inter- de los sospechosos y reúnen infor-
Resumen de valores». Del mismo modo, la de competencias para el adecuado
el caso de la masacre de El Salado, pretar la información médico foren- mación y evidencias. Por otro lado
perspectiva económica no revisa desempeño de un individuo en un
son apenas párrafos descriptivos de se), datos negativos que no aportan los médicos con funciones médico-
En lesiones
este trabaj o se afirma el crimen como una enfermedad oficio es una cuestión que trans-
las externas. Otrasque el
reali- a la investigación. Entretanto los legales reciben el cadáver, realizan
narcotráfico ha fortalecido el en- psicosocial. La teoría propuesta ciende la frontera entre lo legal
zadas por médicos de sector salud segundos dicen que la información la necropsia, toman las muestras
torno criminalsecolombiano. Este se permite explicar el elevado nú- e ilegal;para realizar de modo
pertinentes que envían a los labo-
en hospitales limitan al examen de lo que no se encuentra es igual-
fortaleció como consecuencia del mero de homicidios en Colom- apropiado
ratorios paraun oficio
luego (criminal
remitirlas o
a las
externo. Al lado de otras realizadas mente importante y que debe ser
afianz amiento del narcotráfico. bia. Este problema es pertinente no) es necesario el desarrollo
autoridades,identifican el cadáver de
por médicos de unidades básicas, incluida explícitamente en el pro-
El medio colombiano
seccionales y regionalesesque propicio
reali- porque
tocolo delanecropsia.
tasa de homicidios de yunlo conj unto específico
entregan de habili-
a los familiares pre-
para el crimen porque
zan un examen externo e interno presenta Colombia desde la década de los dades. El desarrollo
via autorización de la Fiscalía. de las com-
i) altosniveles
muy minucioso, que de impunidad,
a veces incluye ii) ochenta
Según elseManual
encuentra
paraporla encima
prácti- petencias criminales se produce
índices
la toma degraves de corrupción, y ,
muestras. de la tasa promedio de América
ca de autopsias médico-legales de A launhora
en ambiente
de hacer de aprendizaje;
la necropsia
iii) mano de obra disponible y a Latina
2000, en y la
deldocumentación
mundo (Echeverry,de la estomédicos
los es válidocuentan
tanto para con elel desa-
Acta
bajo costo
Ahora entrenada
bien, detectarenun el uso de
delito Salazar
necropsia & Navas, 2001). “listar
se recomienda rrollo
de de habilidades
Inspección productivas
de Cadáver, el ca-
la violencia. Este ambiente
sexual en homicidios en contextos favo- los hallazgos negativos perti- no criminales
dáver como elprobatorios
y los elementos manejo de
rable
de DIH para el crimen
es más factiblehasipermiti-
se hace Ciertas conductas
nentes (esto criminales
documentará lo que máquinas
que vienenycon equipos
éstos.en ElelActa
sector
de
do elautopsia
una desarrollo de competencias
no orientada, minu- pueden
usted buscó y no estabadesde
ser estudiadas la.
ahí)”22 industrial legal como
Inspección, debe consignar infor- en el desa-
criminales.
ciosa Dentro
y detallada. deasí
Y es estas
pueshabi-
que perspectiva económica porque
No obstante, la lectura atenta tie- rrollo desobre
mación habilidades
el sitiocomodonde el ma-
fue
lidades
la la iniciativa
ocurrencia de ese tipoempresarial
de eventos nen una
de las definida orientación
necropsias ha-
recogidas nos nejo de armas
encontrado y mecanismos
el cuerpo, causa de
no suele ser
criminal evidente
ocupa un lugaro común,
especial.no cia el beneficio
reveló que, en económico.
lo que tiene Talque
es coordinación
muerte y manera criminal.
, recolección de
es
ens

suele
En estesercontexto,
recogida en laslos relatos de
autoridades el
vercaso
condeel los delitos
delito en donde
sexual, se
sólo en evidencia, descripción de prendas
or
asF

la escena, casi
enfrentan nunca es una hipó-
organizaciones que puede
un caso identificar
se explicitael afán de
por lucro.
parte de yLas competencias
de heridas, relato decriminales
los hechos,
i
enc

tesis de la autoridad que

muestran altas tasas de innova- realiza la Este trabajo
la perito quese “noconcentra en las
se encuentran testimonios
se desarrollan oculares,
en un entre
proceso otros.
de
egalyCi

inspección de los cadáveres,

ción. Desde este punto de vista, se y no conductas
lesiones encriminales
el cuerpo ende las que
posible Esta puede contener
socialización criminal suficiente
que pone
es unaellesión
tiene reto de relacionada directa-
iniciar procesos de delito sexual”.
se puede identificar fácilmente el información
en contacto al para guiar alcon
individuo médico
una
naL

mente con lacapaces

causa ydeelresponder
mecanis- afán de lucro. en la realización de la
organización. Si se tiene esto en necropsia,
i

aprendizaje
c
onaldeMedi

mo
a losdeprocesos
muerte. Sólo con un examen
de rápida adapta- Este debate es fundamental para ocuenta,
puede la traer información
racionalidad insu-
criminal
exhaustivo del cuerpo,
ción de los actores sólo yendo
criminales. nuestro
Para queobjeto de estudio,
una conducta pues
criminal ficiente
puede ser quevistadeja como
sin pistas al fo-
el cálculo
más allá de las heridas que causa- unaexitosa
sea cosa eses lo necesario
que se observa,
el desa-y rense
de mediosfrenteyalfinescuerpo.
quePorhace eso, la
una
i
oNac

ron la muerte, y a veces insistiendo otra cosa

rrollo de lo
unque se deja de
conjunto documen-
compe- calidad
personade que lacuenta
información
con el conte-
entre-
ut
t

nida en eladecuado
acta es un factor que
i

incluso ante la ausencia de lesio- tado en elLasprotocolo de necropsia.

t

INTRODUCCIÓN tencias. competencias son namiento para aumen-

ns
I

nes aparentes, puede detectarse el Aquellos que consideran

el conjunto de conocimientos, que lo afecta la toma de evidencia
tar la probabilidad de éxito en la que
delito sexual en estos contextos. habilidades y conductas que le conlleven
comisión ade probar
delitosla existencia
(Beltrán de &
El objetivo de este trabajo es for- 22 Ibíd., Pág. 59

339
 delito sexual. Si el acta contiene
el relato de los hechos, la hipó-
tesis de lo ocurrido, descripción
de la escena y de la ubicación del
cuerpo, facilita la indagación del
cuerpo, la contextualización de
los hallazgos, y la conclusión del
caso. Sin embargo, ésta constitu-
ye una de las mayores dificulta-
des de la labor del médico forense
en Colombia. Las actas suelen ser
muy pobres y tienden a omitir da-
tos de los hechos y pistas sobre
presuntos responsables. “Infor-
tunadamente, en muchas partes
del país la Inspección es sólo un
trámite y no procede según la es-
tricta metodología que requiere,
o se considera que el médico, por
sus conocimientos, no requiere
más información y se limita así su
posibilidad de ofrecer experticias
realmente útiles para los fines de
la investigación”23. Los médicos
suelen estar ciegos y solos con el
cuerpo en sus salas.
Por ejemplo, es muy distinta un
acta que consigna “presuntos pa-
ramilitares llegaron hace 3 días
a la población, sacaron a la gente
de sus casas, separaron a los hom-
bres de las mujeres y asesinaron
a 20 pobladores en dicho lapso de
tiempo”, a un acta que consigna:
“indagación en el vecindario:ne-
gativa”. La falta de información
sobre la escena limita aquello que
el médico puede considerar deter-
minante en la necropsia.
es
ens
or
De otro lado, la implementación
iasF
enc
de los procedimientos para el ma-
egalyCi
nejo del cadáver en la escena es
reciente y se dio de forma diferen-
naL
ciada en el territorio. En Bogotá
c
onaldeMedii
empezó a trabajarse desde 199724
pero en muchas localidades sólo
se dio con la entrada en vigencia
i
oNac
del Sistema Penal Acusatorio y
ut
la Resolución 6394 de 2004, Ma-
nsi
tt
I
23 Ibíd., Pág. 30
24 Entrevista Dr. Mary Luz Morales.
340
nual de Cadena de Custodia para
el SPOA, así como el Manual de
Policía Judicial25. Antes de ese
momento era muy común que los
cadáveres llegaran desvestidos,
manipulados, embalados en una
sábana y sin cuidado de la cade-
na de custodia. Esto dificultaba
la recuperación de evidencia de
desgarros, manchas, posición de
interiores, o de evidencia física
como cabellos y restos de semen o
sangre,piezas definitivas en la do-
cumentación de un delito sexual.
Esto implica que en el periodo que
estudiamos (1997-2003) el trata-
miento inadecuado del cadáver
por parte de las autoridades con
funciones de Policía Judicial ocu-
rriera con frecuencia. Por ello el
manejo del cuerpo en la escena es
un factor que incide en el registro
de violencia sexual.
e.Capacitación delm édico alque
le corresponde hacerla necropsia
El grado de entrenamiento o ex-
perticia del médico al que le corres-
ponde hacer la necropsia constituye
también un factor que determina
el registro de delito sexual. El Sis-
tema Nacional de Medicina Legal
y Ciencias Forenses funciona de la
siguiente manera:existe el Insti-
tuto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses quien es el rec-
tor del sistema y está adscrito a la
Fiscalía General de la Nación (Ley
938 de 2004). El INMLCF cuenta
actualmente con ocho Direcciones
Regionales:Oriente, Nororiente,
Norte, Occidente, Suroccidente,
Sur, Suroccidente y Bogotá, 25
Direcciones Seccionales ubicadas
en la mayoría de capitales depar-
tamentales, y 125 puntos de aten-
ción (Unidades Básicas), cuatro de
ellas Móviles (Sabana, Quindío,
Itsmina y Acacías).
Dichos 125 puntos de atención
cubren el 65% de la población
25 Entrevistas médicos Popayán, Buenaventura y Antioquia.
colombiana. El resto del territo-
rio debe ser cubierto por médicos
rurales u oficiales de los hospita-
les. Por eso las necropsias pre-
sentan grandes variaciones que
dependen principalmente de la
formación y la experiencia del
médico a quién le correspondió
hacer la necropsia.
Como sucede en toda profesión,
hay diferencias de formación de
los médicos del sector salud fren-
te a los médicos del Instituto. Y
dentro de estos últimos, existen
diferencias entre los que reciben
un entrenamiento básico y los
que realizan una especialización
en patología o medicina forense, o
entre los nuevos y los experimen-
tados. Esto explica la existencia de
necropsias más y menos exhausti-
vas y más y menos detalladas.
En Colombia la carrera de me-
dicina incluye en su pensum de
estudios un módulo de formación
en Medicina Legal y muchas uni-
versidades tienen convenio con
el Instituto para lograr que los
estudiantes hagan rotaciones de
un mes. Pero esta corta formación
en temas forenses no es suficiente
para abordar con todo el rigor los
casos complejos. Según cuatro ex-
pertos consultados, es prácticamen-
te improbable que un médico rural
o un médico que tenga que hacerse
cargo de tareas médico-legales en
un hospital municipal, sea capaz
de documentar un caso donde hubo
violaciones al DIH, hay múltiples
cadáveres, están en avanzado esta-
do de descomposición o hubo acti-
vidad sexual relacionada. Así como
un médico general tiene los conoci-
mientos pero requiere experiencia
para practicar una cesárea o un
procedimiento quirúrgico, tampo-
co tiene la suficiente destreza para
realizar este tipo de necropsias. En
palabras de una experta, “hay una
distancia gigantesca entre ser mé-
dico y ser perito forense. Es como si
a mí me pusieran a hacer una ciru-
gía a corazón abierto. Yo sé dónde
queda el corazón, pero es imposible
que yo haga esa cirugía”.
Sin embargo, mientras que en el
sistema de salud el médico puede
remitir la paciente a un municipio
que le pueda prestar la atención
requerida, en el sistema médico-
legal el médico rural o los médicos
de los hospitales están obligados a
abordar el caso. Ellos pueden e in-
cluso deben estar en comunicación
con el médico de la Unidad Básica
más cercana, pedir asesoría y apo-
yo. Pero a veces los médicos del
sector salud no saben que pueden
contar o no cuentan con expertos
del INMLCF para abordar casos
complejos y en muchos casos se
presentan problemas de informa-
ción y coordinación entre los dos
sectores. Es importante recalcar
que para los primeros años del
periodo de estudio la comunica-
ción inmediata por teléfono o por
celular no estaba disponible, lo
que conllevaba a que los médicos
rurales o de hospitales asumieran
solos los casos.
Entre los médicos del Instituto
también hay grandes diferencias.
Los médicos nombrados toman
un curso de un mes:dos sema-
nas en patología y dos semanas
en clínica. Esta formación básica
los habilita para realizar bien los
informes periciales. Pero el olfato,
el interés por descubrir lo no evi-
dente o el índice de sospecha, ne-
cesarios para encontrar los casos
de homicidio con actividad sexual
relacionada, sólo se obtienen tras
años de ejercicio y con una voca-
ción o gusto por los casos de pato-
logía. En efecto, algunos médicos
tienen más interés por las tareas
de clínica, pero deben asumir tan-
to clínica como patología dadas las
condiciones institucionales de las
Unidades Básicas.
Además de la experiencia y la
pasión por lo forense, detectar
violencia sexual, requiere un
grado de formación específico y
especializado. Dos de los expertos
consultados insistieron en que “el
concepto de homicidio sexual es
un concepto especializado, que
casi no es del alcance de un mé-
dico general. Yo creería que un
médico general no está en la con-
dición de abordar una masacre
en la que se sospecha que pudo
haber habido violación o acti-
vidad sexual, porque no está lo
suficientemente capacitado. No
es porque no pueda, sino porque
sencillamente no fue formado
para eso. Puede que tenga algún
esbozo, pero es poco probable que
quede bien hecho. O incluso, si
tuvieran la idea, también sería
un poco difícil que la lleve a cabo.
Para hablar de homicidio sexual
se requiere tener cierta forma-
ción, especialización, haber visto
qué es eso, conocer los tratados,
saber cómo lo manejan en otros
países, incluso si lo vamos a mi-
rar dentro de nuestro país es una
cosa que se ha acuñado en los
últimos años”.
f.Controldelpersonal:
capacitaciones,m onitoreo
Es un hecho que los manuales
para hacer autopsias desde el
2000 tienen unas directrices
muy precisas frente a la
toma de muestras cuando se
sospecha actividad sexual, y
que el protocolo de Minnesota
expresa claramente la forma de
documentar la violencia sexual
como forma de tortura en un
cadáver. Pero la expedición de los
manuales, guías y reglamentos
requiere divulgación entre todas
las Regionales, Seccionales y
Unidades Básicas del Instituto,
que el personal sea capacitado y
re-entrenado y que su ejercicio
sea observado y revisado.
El control del personal frente a la
aplicación de los lineamientos ex-
pedidos en manuales y protocolos
internacionales es otro factor que
determina la toma de evidencia
útil para documentar posible de-
lito sexual en contextos de con-
flicto armado. Dicho control de
personal puede darse en formas
de monitoreo a la calidad de las
necropsias y capacitaciones.
En lo que tiene que ver con la ca-
pacitación sobre protocolos inter-
nacionales y manuales, en el año
2002 se presentó el protocolo de
Estambul en el Congreso Nacio-
nal de Medicina Legal. Ese mismo
año empezó el entrenamiento de
los peritos sobre el “Manual para
la realización de autopsias médi-
co-legales” y sobre el manejo de
evidencia. Así mismo se empezó
a promover la aplicación del pro-
tocolo de Minnesota en el ámbito
regional, como guía para hacer au-
topsias en caso de violaciones a los
Derechos Humanos y el Derecho
Internacional Humanitario. En
noviembre de 2006 se hizo un cur-
so de los protocolos de Minnesota
y Estambul con 153 funcionarios
de los organismos con funciones
de Policía Judicial y funcionarios
del Instituto, y en 2007 se hizo un
Seminario de Formación en el pro-
tocolo de Estambul26.
En cuanto al seguimiento, a par-
tir del año 200027 se implementó el
es
ens
programa de monitoreo de la cali-
or
asF
dad básica, que incluía la detec-
i
enc
ción y documentación de lesiones
egalyCi
causantes de dolor, inmovilización,
naL
26 Datos tomados de los Comentarios del Gobierno de
c
onaldeMedii
Colombia a las conclusiones y recomendaciones del Comité
contra la Tortura CAT/C/COL/CO/3/Add.1, 13 de junio de
2006, CAT/C/COL/CO/3/Add.2, 24 de septiembre de 2008,
i
y del Cuarto informe Periódico a la Convención Contra la
oNac
Tortura de parte del Estado Colombiano, CAT/C/COL/4 del
ut
21 de febrero de 2008.
it
nst
27 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
I
División de Tanatología Forense. Dra. Mary Luz Morales.
Manual para la Práctica de Autopsia. Bogotá, 2000.
341
 agresión sexual y ocultamiento
del cuerpo. Así mismo se avanzó
en la implementación del SIVEL-
CE (Sistema de Vigilancia Epide-
miológica de Lesiones de Causa
Externa) que desde las variables
relacionadas con Derechos Hu-
manos recoge desde 2003 indicios
de tortura física, inmovilización,
causación de dolor y mutilaciones
premortem28, sistema que facilita
el monitoreo permanente sobre
los datos.
Se observa entonces que el con-
trol del personal es un factor que
juega a favor de la toma de evi-
dencias de agresión sexual, pues
está orientado a acercar la prácti-
ca de los peritos con los estánda-
res publicados en los manuales y
guías. Pero hay que enfatizar que
no siempre se ha monitoreado la
calidad de las necropsias y que
incluso, después de que surgiera
la iniciativa subsistieron limita-
ciones logísticas que dificultan
avanzar en las capacitaciones y
el monitoreo, las herramientas y
recursos que permiten hacerlo no
siempre han estado disponibles:
la sistematización y el acceso a
Internet desde las unidades bási-
cas es prácticamente nueva y sin
este recurso resultaba muy difícil
adelantar controles y evaluacio-
nes sobre una muestra represen-
tativa de los informes periciales
realizados. Adicionalmente esta
carencia dificultaba el acceso de
es
ens
los médicos a los nuevos manua-
or
asF
les, guías y reglamentos.
i
enc
egalyCi
g.Form atosde necropsia
El formato es el instrumento
naL
escrito que acompaña la realiza-
c
onaldeMedii
ción de la necropsia. Se trata de
una guía que recuerda al médico
forense el orden de los procedi-
i
oNac
mientos y las indagaciones que
ut
t
no puede dejar de realizar du-
i
nst
I
rante su exploración. El formato
28 Ibíd.
342
refleja el nivel de exploración del
cadáver, sus hallazgos, análisis
y conclusiones, y por lo general
se recomienda acompañarlo de
esquemas y diagramas así se dis-
ponga de registro fotográfico29.
En la actualidad todos los infor-
mes periciales de necropsia en el
nivel nacional son diligenciados
en Internet a través del Sistema
de Información Red de Desapa-
recidos y Cadáveres (SIRDEC).
Este sistema incorpora elemen-
tos del Derecho Internacional
Humanitario como desaparición
forzada y tortura, y se encuentra
diseñado para que ninguna varia-
ble, incluida la posible ocurren-
cia de violencia sexual, quede sin
registrar. También se indaga por
las circunstancias de la muerte, y
por todos los elementos asociados
que se hayan podido identificar
durante la práctica de la necrop-
sia. Además del protocolo, cada
necropsia está acompañada por
un registro gráfico y fotográfico.
Sin embargo, para el periodo en
estudio, los formatos o protoco-
los aún no se habían integrado
al SIRDEC, y aunque el Manual
para la Práctica de Autopsias del
año 2000 anexa una completa
guía de protocolo de necropsia, en
la práctica existía diversidad en
el diseño, o en la forma en que se
indagaba por los datos, tal como
anota un médico con larga trayec-
toria en el Instituto.
La mayoría de los protocolos reali-
zados tanto en el periodo en estu-
dio, como en la actualidad constan
de:identificación del caso,examen
externo, descripción de prendas,
examen interno, descripción de
lesiones, conclusiones y esque-
mas de las lesiones encontradas.
29 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
División de Tanatología Forense. Dra. Mary Luz Morales.
Manual para la Práctica de Autopsias Médico-Legales.
Bogotá, 2000.
La primera parte puntualiza el
caso:se le asigna un número, y se
anota el nombre de la víctima, el
documento de identidad, la hora
y lugar de la muerte, la hora y
lugar de la necropsia, el nombre
del funcionario que ordena la ne-
cropsia, el nombre del prosector
y el nombre del disector. La se-
gunda parte tiene que ver con el
examen exterior del cadáver. Allí
se suelen describir los fenómenos
cadavéricos, la forma en que se
recibe al cadáver, y se da cuenta
del estado en que se encuentran
todos sus órganos externos. El si-
guiente paso es la descripción de
las prendas de vestir a la que le
sigue el examen interno que im-
plica la exploración de los órganos
internos del cuerpo. Posterior a
este examen se hace una descrip-
ción detallada de las heridas que
produjeron la muerte incluyendo
la trayectoria de las lesiones, y se
anotan conclusiones como causa,
manera y mecanismo de muerte,
así como los comentarios del caso.
Después se reseña si se solicitó
algún examen adicional al reali-
zado y finalmente se incluye un
esquema de lesiones, que consiste
en una gráfica del cuerpo humano
en el que se señalan las heridas.
Como el diseño o la forma en que
se preguntaba por la información
fue evolucionando con el tiempo,
es decir, con la paulatina imple-
mentación de nueva literatura,
manuales, protocolos interna-
cionales, y en consecuencia, más
variables yelementos hasta final-
mente integrarse en el SIRDEC,
podemos preguntarnos si estas
variaciones pudieron facilitar o
evitar que se indagara por la ocu-
rrencia de violencia sexual previa
al homicidio. La respuesta es sí.
Hasta hace pocos años se indaga-
ba menos por aspectos tanto de
cuerpo como de la información
asociada al delito. En muchos
casos no se anotaba si la víctima
había muerto junto con otros in-
dividuos y en qué tipo de sucesos.
La descripción de las prendas era
bastante limitada y los formatos
podían dejarse inconclusos. Si
bien todos los protocolos solici-
taban un examen externo y uno
interno de los órganos genitales,
las preguntas concretas podían
contribuir a que no se examina-
ra a profundidad esta parte. En
el examen externo algunos proto-
colos preguntaban abiertamente
por órganos genitales, otros pro-
tocolos indagaban por órganos
genitales y mamas, otros exami-
naban vagina, otros dirigían el
examen a vagina y ano y otros
incluían en este espacio órganos
sexuales, mamas y glúteos. Como
puede verse la exactitud con la
que se preguntaba por los órga-
nos sexuales podía orientar al
médico hacia mejores pesquisas
sobre la posible ocurrencia de
violencia sexual, así como llamar
su atención sobre otros lugares
del cuerpo donde pudiese haber
rastros de actividad sexual como
el ano, los senos y los glúteos, y
otras regiones no evidentemente
relacionadas como los muslos, el
cuello, la boca, entre otros.
Actualmente, el entorno de la
pregunta por la violencia sexual
así como la implementación de
instrumentos para abordar ca-
sos de DIH, han impuesto más
detalle en las preguntas sobre
el cuerpo y las circunstancias
asociadas a la muerte, así como
mejores descripciones de las
prendas:manchas, cotejo balís-
tico, desgarros, etc. Además los
médicos forenses no pueden arti-
cular sus necropsias al SIRDEC
si no responden todas las pre-
guntas que el sistema requiere.
h.Lossignosde violencia sexual
En todo contacto entre un cuerpo y
otro se intercambia evidencia física,
a esto se le conoce como el Principio
de Locard. Según este principio, el rros en piel o mucosas, traumas en
agresor que ataca a la víctima deja restos óseos, etc.
algo en ella, y la víctima deja algo
en el agresor. De otro lado, un lugar En relación con la información que
deja elementos en quienes lo visitan se rescata de la escena del crimen,
y el visitante deja elementos en el el primer signo es que el acta de
lugar30. El delito sexual implica con- inspección de cadáver aporte in-
tacto entre el cuerpo del agresor y formación sugerente de violencia
el del agredido por lo que es de es- sexual, pida concretamente un fro-
perarse que se dejen huellas tanto tis vaginal o toma de evidencia de
en las víctimas como en la escena violencia sexual. Otro signo común
del crimen. Algunas huellas sólo se para los médicos forenses son las
obtendrán tras la recuperación de prendas de vestir y su ubicación.
evidencia traza y el examen sexoló- Estas pueden ser exteriores e in-
gico31, pero otras huellas serán más teriores. Pueden presentar fibras,
evidentes en el examen externo y manchas o huellas, y/o los cadá-
estarán indicando al perito sobre veres estar desnudos, con la ropa
lesiones patrón asociadas a cir- superpuesta o desgarrada, de una
cunstancias de delito sexual. Esto talla mayor o menor a la propia, o
es lo que llamamos los signos de con un atuendo que al parecer no le
violencia sexual. Los signos de vio- pertenece. Esto suscita sospechas
lencia sexual son entonces, todas de posible delito sexual entre los
las pistas que hacen que el médico médicos forenses. Igualmente, si
sospeche que pudo haber violencia la víctima carece de ropa interior,
sexual previa a un homicidio. la tiene puesta al revés, o desubi-
cada, las pesquisas sobre agresión
Dichos signos son de dos órdenes, sexual serán más agudas por ad-
el primero alude a lo que se pre- verso que sea el contexto. Otro de
serva o conoce de la escena del los signos que mencionan los mé-
crimen, y el segundo, a los signos dicos entrevistados es la ubicación
localizados en el cuerpo. El prime- de los cadáveres. Si se encuentra el
ro se refiere a la información con- cadáver de una mujer en un lugar
signada en el acta de inspección apartado de la zona urbana, o en
de cadáver o comunicada al perito un lugar solitario, rápidamente se
por las autoridades que atendie- entra en sospecha de un posible
ron el caso, como las prendas de ataque sexual, sea guerrillera o
vestir, el lugar donde aparecen las no. Otros signos como las famosas
víctimas, la cantidad de personas posturas sexualizadas, que podrían
o de cadáveres con las que apare- informar más sobre las circunstan-
ce la víctima. El segundo, implica cias de cada caso, son poco mencio-
es
ens
marcas como mordeduras, desga- nadas por los forenses, ya que su
or
asF
abordaje médico-legal se da en la
i
enc
sala de necropsias, no en el lugar
egalyCi
30 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
de la escena del crimen donde pue-
División de Tanatología Forense. Dra. Mary Luz Morales.
de evidenciarse ese tipo de signo o
naL
Manual para la Práctica de Autopsia. Bogotá, 2000.
indicador de posible delito sexual.
i
31 La evidencia traza es un término genérico para material
c
onaldeMedi
pequeño, usualmente microscópico. Tal evidencia puede De otro lado, que un homicidio se
dejarse de lado con facilidad en la investigación de la
haya dado en contexto de violación
escena del crimen, a menos que se tenga el cuidado
al DIH,es suficiente signo para in-
i
adecuado en la búsqueda. La variedad de evidencia traza
oNac
es casi infinita. Los elementos traza más usuales son: fibras, dagar por posibles evidencias úti-
ut
t
cabellos y desechos microscópicos biológicos como semen,
i
les para determinar si hubo o no un
nst
saliva, sangre, piel, etc. En: Instituto Nacional de Medicina
I
delito sexual previo (ver protocolo
Legal y Ciencias Forenses. División de Tanatología Forense.
Dra. Mary Luz Morales. Manual para la Práctica de Autopsia. de Minesota y Guía para la realiza-
Bogotá, 2000. ción de Necropsias, pág. 43).
343
 En cuanto a los signos presentes desapercibida una relación sexual lar la evidencia probatoria, como
en el cuerpo estos pueden ser ma- forzada no considerablemente vio- ya se vió en el factor conexión
croscópicos (i.e., lesiones eviden- lenta. Desde la dimensión de la escena-sala de necropsias. Y ter-
tes) o pertenecer a los materiales antropología forense, donde es cero, el contexto de la masacre,
traza, y pueden estar presentes más difícil sospechar violencia pues trae consigo la necesidad
en distintas partes. Son signos o sexual pues la evidencia biológica de ofrecer una atención rápida
alarmas de posible delito sexual difícilmente se reflejaráen los res- por cuestiones de salubridad y
asociado, señales de inmoviliza- tos óseos, a menos que el ataque donde generalmente la sala de
ción, golpes en distintos lugares haya sido extremadamente violen- necropsias se ha improvisado en
del cuerpo, moretones, amordaza- to, son signos de posible ocurren- cementerios u otros sectores don-
mientos o lesiones a nivel parage- cia de violencia sexual:marcas de de no hay elementos ni recursos
nital como los muslos, las manos, sujeción física y algunos traumas suficientes para trabajar.
o el área mamaria. También son en los huesos de la pelvis.
signos manchas blancas y/o trans- Como puede verse, en general los
parentes y brillantes en la piel, Aunque la formación de los médi- signos o señales de alarma sirven
cualquiera que sea el lugar de su cos forenses del INMLCF permite para advertir sobre circunstan-
ubicación, así como los residuos tener en cuenta toda esta serie de cias de delito sexual relacionadas
de sangre o piel que puedan ob- señales o signos que apuntan a con el crimen así como reconstruir
servarse en la parte posterior de indagar sobre la posible ocurren- lesiones patrón o la secuencia de
las uñas de las manos. Desde la cia de un delito sexual tanto en eventos ocurrida, pero no reem-
dimensión odontológico-forense el periodo estudiado como en el plazan la recuperación de eviden-
son indicios de violencia sexual, presente, existen tres condiciones cias útiles para la investigación
marcas de mordeduras en el cuer- que dificultan la observación de de delito sexual que suelen ser
po yen áreas específicas como los dichos signos. Primero, la des- materiales traza. Usualmente es
botones mamarios, cuello, mus- composición de los cadáveres, más difícil sospechar la ocurrencia
los, glúteos, entre otros, así como lleva a que se produzcan grandes del delito sexual cuando el cuer-
heridas en las mucosas de la boca cantidades de líquido y gas que po no presenta lesiones suficien-
que puedan apuntar a una viola- hacen que la piel del área genital temente llamativas, o cuando su
ción oral;en este último caso se se pierda, su forma se altere, y los estado impide la detección de heri-
tomarán muestras interdentales posibles espermatozoides u otros das relevantes. Por ello, es impor-
para detectar la posible presen- elementos biológicos de los agre- tante tener en cuenta los relatos
cia de espermatozoides en estos sores se descompongan o extra- de los testigos, así como propender
espacios. Desde la dimensión del víen. A ello se suman los efectos por un abordaje técnico e investi-
examen genital son indicios de de la fauna tanto cadavérica como gativo completo y detallado, y una
violencia sexual hemorragias, externa que rápidamente consu- gran capacidad teórica y práctica
desgarros recientes en el himen, me las partes externas del cuerpo en el ejercicio forense.
así como inflamaciones,hemato- y algunos órganos. En este sentido
mas y equimosis en el área vagi- el trabajo de observación, se puede i.Condicionespara la tom a de evidencias
nal, anal y perianal. Estos signos ver estropeado por el cambio en la Las evidencias físicas son elemen-
suelen ser más notorios en per- forma de la vagina, así como por tos tanto orgánicos33 como inor-
es
ens

sonas que no tienen vida sexual la pérdida o ausencia de piel, e in- gánicos34 que pueden convertirse,
or
asF

activa pues la frecuencia de los cluso del órgano, si el cadáver se posterior a su tratamiento en la-
i
enc

contactos sexuales aumenta el encuentra en descomposición. No boratorio, en una pista o indicio

egalyCi

tamaño de la vagina, cambia su obstante anota uno de los médicos judicial yfinalmente en una prue-
coloración y forma, y aumenta su entrevistados “si se tienen dudas de ba35. Este tipo de evidencia puede
naL

flexibilidad. De la misma manera, que estas alteraciones sean causa- clasificarse en tres grupos:bioló-
c
onaldeMedii

la ocurrencia de un parto redu- das por la descomposición, entonces gica (i.e., saliva, sangre, semen,
ce el himen a carúnculas32. Es- se procede a hacer una disección del pelos, etc.), objetos (i.e., colillas,
tos cambios pueden hacer pasar útero para observar si hay hemorra- armas, prendas de vestir, etc.), y
i
oNac

gias u otras alteraciones”.

ut
t

33 Por ejemplo espermatozoides, sangre, saliva, orina, etc.

nsi
t

32 Pequeñas elevaciones o proyecciones carnosas que rodean 34 Por ejemplo una vainilla de munición o un condón.
I

Segundo, el manejo inadecuado

el orificio vaginal, que son restos de la membrana himeneal. 35 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
En: diccionario médico “medciclopedia”. http://diccionario. del cuerpo en la escena del crimen División de Tanatología Forense. Dra. Mary Luz Morales.
medciclopedia.com/. que conlleve a perder y manipu- Manual para la Práctica de Autopsia. Bogotá, 2000.

344
evidencia de impresión (i.e., hue- están relacionados con el material preservado la muestra. Pero ade-
llas digitales, marcas de llantas, con el que se toma, la manera como más de la degradación natural,
marcas de pisadas)36. Para que el se preserva la misma, el lugar don- las evidencias biológicas son muy
trabajo con evidencias produzca de se almacena, la forma como se susceptibles a elementos externos
óptimos resultados en la investi- embala, la prueba de laboratorio como la temperatura, el clima y
gación y juzgamiento de delitos, a la que se somete y,finalmente, la humedad. De ahí que una vez
el INMLCF cuenta con varios la- la rapidez con la que se entrega el tomadas estas muestras, ellas de-
boratorios (biología, DNA, toxico- informe final de ese análisis. De ban ser embaladas y conservadas
logía y química aplicada), en las estos siete pasos, depende pues de manera adecuada.
Direcciones Regionales, allí se la confiabilidad del resultado que
procesan elementos recuperados puede constituirse como prueba de Aunque el INMLCF ha hecho
en el trabajo de las áreas de pato- delito sexual contra un acusado, en grandes esfuerzos en lo relativo
logía y clínica, así como también caso de que lo haya. a la regulación del manejo de las
se tramitan algunas solicitudes muestras o evidencias en la in-
externas. Con el ánimo de acla- Como hemos mencionado, los vestigación del delito sexual39, va-
rar el tipo de análisis que está en eventos con actividad sexual rios de los médicos entrevistados,
capacidad de realizar, el área de reportan mayor intercambio físi- principalmente en las regiones y
laboratorio del Instituto dispone co entre la víctima y el agresor Unidades Básicas, comentan que
de un portafolio interno37 de ser- que otro tipo de delitos. De ahí para el periodo en estudio, en los
vicios y capacidades de procesa- que haya mayor probabilidad de casos en los que era posible tomar
miento de muestras. Uno de los encontrar evidencia traza en los evidencias, varias de ellas se con-
requerimientos ha sido siempre cuerpos. Sin embargo, según los taminaban por elementos externos
que las muestras lleguen en ade- médicos consultados, es difícil (ambientales y del instrumento
cuado estado para su análisis ¿qué encontrar posibles evidencias, con el que fueron tomadas). Un
significa esto?Significa que cada por tres razones principalmente: frotis vaginal por ejemplo, debe
una de las muestras debe haberse primera, la mayoría de ellas han tomarse con un copo o hisopo de
recuperado con elementos adecua- quedado en la escena del crimen algodón completamente limpio, si
dos, preservarse de una manera que es abordada por el personal la muestra entra en contacto con
específica y según sus propias ca- técnico; segunda, no hay una un hisopo que ha sido expuesto al
racterísticas lo requieran, haber- orientación técnica ni investi- aire o se encuentra húmedo, se
se embalado de forma adecuada gativa sobre qué recuperar o en contaminará. En el pasado, este
y finalmente enviado a tiempo qué enfatizar o explorar con más mismo procedimiento se tomaba
al laboratorio. En la actualidad detenimiento;y tercera, en caso con un escobillón y la muestra se
muchas U nidades Regionales, de haber posibles evidencias en colocaba sobre una lámina. Tanto
e incluso Seccionales, disponen el cuerpo,con dificultad sobrevi- el escobillón como la lámina debían
de laboratorios en los que varias virán más de 72 horas, teniendo secarse, embalarse y comenzar su
muestras son procesadas a diario, en cuenta que, este es el tiem- viaje al laboratorio. Si la muestra
y con el avance de los años, tanto po que muchas veces tardan en sobrevivía al material con el que
la preservación como el embala- llegar los cadáveres de personas fue tomada, para que continua-
je se han desarrollado así como víctimas de masacres a las Uni- ra su camino al laboratorio de-
es
ens

incorporado por completo en el dades Básicas del INMLyCF, y bía ser sometida a un proceso de
or
asF

aparato de justicia38. que dichos cadáveres se hallaban preparación para el embalaje. En

i
enc

expuestos al ambiente. Los pe- efecto, los copos de algodón deben

egalyCi

Para el periodo de tiempo que es- ritos consultados comentan que dejarse secar en un lugar fresco
tudiamos, 1997 a 2003, existían la saliva, el semen, la sangre, las y restringido, pues si se enviaran
naL

varios problemas en la recepción fibras textiles,e incluso los cabe- al laboratorio estando húmedos,
c
onaldeMedii

y análisis de muestras;los cuales llos se degradan rápidamente en

comparación con las evidencias
39 Anexo No. 5. Instructivo de manejo del Kit para la toma
no biológicas o no orgánicas. Esta
i
oNac

36 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. de muestras en la investigación del delito sexual. En:
División de Tanatología Forense. Dra. Mary Luz Morales. descomposición es un proceso na- Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses,
ut
t

Manual para la Práctica de Autopsia. Bogotá, 2000. Reglamento Técnico para el Abordaje Forense Integral de
i

tural, sobre el cual los médicos no

nst

37 Según entrevista con el jefe de Laboratorios, nivel nacional. la Víctima en la Investigación del Delito Sexual. Bogotá,
I

tienen control, éste proceso sólo

38 Resolución 06394 de 2004 de la Fiscalía General de la Nación, Versión 02, agosto de 2006. Y teniendo como referencia
por la cual se adopta el Manual de Cadena de Custodia para se detiene (y no de manera inde- la versión 01, mayo de 2006 de este mismo Reglamento
el Sistema Penal Acusatorio de delito sexual. finida)una vez se ha tomado y (resolución 000586 de 2002).

345
 las muestras se descompondrían.
Sin embargo en distintas Unida-
des Básicas del país no había ni
hay lugares específicos para este
proceso:el cuarto de evidencias
comparte espacio con el archivo,
los estantes, y otros elementos
de trabajo. Según los médicos
entrevistados, las Unidades Bá-
sicas envían las evidencias a los
laboratorios una vez por semana
o cada 15 días, en este sentido
cada U nidad dispone de una
nevera en la que se conservan
algunas las evidencias que así
lo requieran mientras es el mo-
mento de dirigirlas a su destino
final,es decir,los laboratorios.
Algunas de estas neveras se en-
cuentran deterioradas, o aún es-
tando en buen estado, se apagan
por el constante corte del flujo de
energía en los pueblos. Aunque
los tiempos dilatados en el envío
de las muestras hacia los labora-
torios, así como las interrupcio-
nes en la refrigeración no alteran
sustantivamente la calidad de la
evidencia, si congestionan y de-
moran la entrega de resultados.
El cuarto paso tiene que ver con
el proceso de embalaje. Ya hemos
mencionado la reglamentación al
respecto, y hemos anotado cómo
el Instituto se ha preocupado por
estandarizar el embalaje de las
muestras. Hay sin embargo, dos
grandes dificultades al respecto:
primera, que los médicos rura-
es
ens
les, no cuentan con esta capa-
or
asF
citación y envían muestras mal
i
enc
recuperadas y mal embaladas a
egalyCi
los laboratorios (sin recipientes,
no rotulados, no sellados, etc.);y
naL
segundo, que existen realidades
c
onaldeMedii
concretas del país que se oponen
al arribo del material al labora-
torio así el embalaje haya sido
i
oNac
bueno:orden público, carreteras
ut
t
i
destapadas, etc. Uno de los mé-
ns
I t
dicos entrevistados anota que el
INMLCF insiste en la necesidad
de hacer un embalaje adecuado
346
de las evidencias:envoltura pri-
maria de la muestra (vg., tubo
de ensayo), embalaje secundario
(vg., gradilla de Icopor soportada)
y, a veces, embalaje terciario (vg.,
caja de protección);y comenta que
tanto por el mal embalaje como
por el tipo de transporte terrestre
en Colombia, varias evidencias
siguen llegando regadas, conta-
minadas e incluso descompuestas
por haber entrado en contacto con
elementos externos.
Cuando finalmente la muestra ha
llegado al laboratorio para ser so-
metida a los análisis que solicita
el médico encargado de cada caso
también enfrenta problemas:la
evidencia enviada por el médico
rural o por el técnico de investiga-
ción criminal no corresponde con
la pregunta que se quiere respon-
der y se realizan solicitudes muy
genéricas de análisis, e incluso
solicitudes no especificadas:“a
veces llegaba el paquete entero
de parte del médico rural a ver
qué le servía”, anota un miembro
de laboratorio en Bogotá.
La última etapa es el tiempo que
transcurre entre la entrega de
la evidencia en laboratorio y el
diagnóstico. Aunque como comen-
ta un médico, actualmente los re-
sultados se entregan con rapidez,
y existe un constante monitoreo
sobre el tiempo que transcurre
entre la recepción y la entrega de
la muestra, esto también depende
de las nuevas tecnologías que van
llegando al país, de los peritos y la
demanda de análisis. En el caso
de los espermatozoides, el proceso
pasa por dos etapas como míni-
mo:el reporte preliminar, donde
se anota positivo, negativo o no
hay elementos para determinarlo,
y el perfil genético,que se reali-
za cuando hay un sindicado para
cotejar el DNA encontrado con
el del acusado. Esto último echa
abajo el largo camino que recorrió
la muestra, pues sin un sindicado
con quien cotejarla, la investiga-
ción que adelanta el fiscal queda
en un punto muerto.
j.Capacidad instalada en UnidadesBásicas
Las Unidades Básicas junto con
los hospitales municipales son los
lugares donde generalmente se
atienden eventos de gran magni-
tud como las masacres pues estos
suelen ocurrir en veredas y corre-
gimientos apartados. Aunque en
la actualidad cualquier evento co-
lectivo o masivo es apoyado por el
INMLCF, para nuestro periodo de
estudio, muchas localidades aten-
dieron los eventos sin los médicos
forenses del Instituto.
Cuando ocurría una masacre po-
dían presentarse varios escena-
rios:primero, que los cadáveres
fueran enterrados por los sobre-
vivientes dada la descomposición
de los mismos y/o ante la imposi-
bilidad del arribo de las autorida-
des;segundo, que las necropsias
fueran realizadas en campo por
médicos legistas;tercero, que los
cuerpos fueran trasladados a un
municipio cercano donde no haya
Unidad Básica de Medicina Legal
y las necropsias sean realizadas
por médicos rurales o por médicos
del hospital municipal;y, cuarto,
que los cadáveres fueran llevados
a una Unidad Básica de Medici-
na Legal. En este último caso los
cadáveres enfrentaban, y aún hoy
día, en varios casos enfrentan los
siguientes problemas comunes.
Si se encuentran descompuestos,
no pueden ser ingresados a la
morgue de Medicina Legal, pues
la gran mayoría de Unidades se
encuentran ubicadas en los hos-
pitales, así que por ley, deberán
ser atendidos en la morgue del
cementerio que es administrada
por la municipalidad o la curia.
Allí por lo general no hay servicios
de agua, luz eléctrica, mesas de
trabajo y/o desagües adecuados.
Las morgues de los cementerios
son lugares cerrados, así que ade-
más de la descomposición del ca-
dáver, la ausencia de luz impide
realizar adecuadamente el exa-
men externo u obtener indicios
como los que ya se han anotado.
Tampoco hay instrumentos sufi-
cientes para trabajar, y aunque
algunos médicos aseveren que
“hay autopsias extraordinaria-
mente bien hechas aún bajo las
condiciones más pobres”, otros
afirman que lo cierto es que en
campo los limitantes materiales
son determinantes para los diag-
nósticos. En algunos cementerios
debe trabajarse aún hoy en día con
velas, y a veces en circunstancias
de muerte colectiva se deben im-
provisar morgues y se ha llegado
a quemar llantas para iluminar el
trabajo de los médicos.
Si un cadáver aún no se ha des-
compuesto, será atendido en la
morgue del Instituto. La mayoría
de Unidades no son sedes propias
de Medicina Legal sino que per-
tenecen a los hospitales munici-
pales. En este sentido la gerencia
de los centros hospitalarios y las
autoridades municipales deciden
su ubicación, tamaño y dotación
estructural. En las visitas rea-
lizadas a varias U nidades del
país, dichas Unidades (es decir,
el cuarto de evidencias, nevera
y archivo, el consultorio, el área
de recepción y la morgue) se en-
cuentran ubicadas en la parte
posterior del hospital, área donde
también se encuentra la planta
eléctrica, el lavado de ropa, el
depósito de desechos biológicos
e incluso, la cocina. Se trata de
espacios reducidos en los que
escasamente pueden trabajar el
médico y el disector simultánea-
mente. En algunas se evidencia
indiferenciación de espacios como
el archivo, el baño, el consultorio,
la recepción, e incluso la morgue,
mientras que otras si han logra- luces forenses, de laboratorio de
do separar los distintos servicios evidencia traza, hacer estudios
médico-legales. En uno de los sexológicos completos, procesar
municipios visitados se trabajó las muestras de biología, etc., y
durante el periodo de estudio en eso posiblemente en Bogotá si se
las funerarias pues el Instituto encuentre, pero en las Unidades
no se había instalado, y porque Locales no”. Morgues perfecta-
los hospitales que disponían de mente equipadas no asegurarán
morgues no las facilitaban. más hallazgos de violencia sexual,
pero sí facilitarán la detección de
En el Informe de Gestión del año los mismos.
2008, el entonces director del IN-
MLCF, Dr. Pedro Gabriel Franco, De otro lado, los médicos del IN-
lamentaba el “rezago económico, MLCF trabajan turnos de seis ho-
administrativo e histórico” en ras al día, y prestan un servicio de
el que se mantiene al Instituto 12 horas los fines de semana. Esto
frente a las instituciones admi- es una dificultad porque el horario
nistradoras de justicia, pues 51 no les alcanza para realizar dic-
años después de la adquisición támenes clínicos y de patología,
de la primera sede propia, el atender el área administrativa,
Instituto cuenta con tan sólo 17 enviar los datos (aún cuando a
sedes propias a nivel nacional40. veces no se encuentre el recurso
Claramente las escasas asigna- tecnológico disponible), y dar res-
ciones del presupuesto al Institu- puesta a los oficios solicitados por
to han limitado la posibilidad de las autoridades. También deben
proveer instalaciones adecuadas dejar encargado al disector, quien
a los puntos de atención, lo cual lleva la correspondencia a las au-
dificulta las condiciones de trabajo toridades, asume la carga admi-
de los peritos. nistrativa, orienta las necropsias
que realizan los médicos del hospi-
Como vimos antes, los insumos de tal y en ocasiones asea la morgue
trabajo también inciden en el exa- y organiza el material probatorio.
men externo que puede conducir Así, la carga laboral puede ser un
a tomas de evidencia de violencia factor que va en contra de la toma
sexual. Aunque las morgues de de evidencia de violencia sexual
Medicina Legal a diferencia de las pues en aras de evitar el represa-
de los cementerios, sí disponen de miento de casos, el sobrecupo en
recursos como agua, luz, ventila- las cavas, y cumplir con sus supe-
ción etc., otras herramientas de riores, los médicos pueden realizar
trabajo como bisturís, agua desti- necropsias orientadas únicamente
es
ens
lada, guantes de látex, máscaras a las posibles causas de la muerte,
or
asF
protectoras de gases, uniformes pero no a las lesiones patrón o a
i
enc
desechables, entre otros, no son las circunstancias que rodearon
egalyCi
una constante en todas las uni- el occiso.
dades. Acorde con lo informado
naL
por el anterior Director General 2.Casos
c
onaldeMedii
un médico de Unidad Básica co- En esta sección observamos la for-
menta:“Hay varias limitaciones ma como jugaron los 10 factores
en infraestructura y presupuesto. descritos anteriormente en dos ca-
i
oNac
Para buscar una buena evidencia sos escogidos de nuestro total de 66
iut
t
forense tendría que disponer de masacres y 4 eventos especiales, uno
ns
I t
de los casos que se estudiarán es
40 INMLCF, Dr. Pedro Gabriel Franco, “Informe de Gestión 2008”, un evento especial es decir, que no
Colombia: 2008, Pp 7 alcanza la cifra de cuatro víctimas
347
 fatales. A continuación presentare- de necropsias, actas de inspección,
mos cada caso en una tabla donde las entrevistas a los médicos de las
se completa cada factor con la infor- Unidades visitadas y los expedien-
mación disponible de los protocolos tes judiciales.

1. Homicidio colectivo ocurrido en zona urbana de corregimiento cercano

Factores/
a la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, en diciembre de 2003. Víctimas
Casos
femeninas: 3
Según el acta de inspección, sujetos no identificados arribaron en horas de la madrugada
a una residencia ubicada en un barrio humilde cercano a la ciudad de Cúcuta. Los sujetos
dispararon contra dos mujeres, hermanas entre sí, que se encontraban en el área de la sala-
1. Resumen del Caso
cocina de la casa, y posteriormente buscaron a la tercera hermana quien estaba durmiendo
en una habitación. Las dos primeras murieron en el lugar de los hechos, mientras que la
tercera fue trasladada aún con vida al hospital donde falleció al poco tiempo.
Un grupo interinstitucional compuesto por un fiscal, dos investigadores (uno del CTI y otro de la
SIJIN), dos técnicos (uno del DAS y otro del CTI) y una secretaria, llegan a realizar la inspección
2. Abordaje técnico
de cadáveres 2 horas después de los hechos, y recuperan varias vainillas de proyectil de arma de
fuego. A las 3 de la tarde hacen inspección de la mujer fallecida en el hospital.
Las autopsias se realizan en la Unidad Seccional de Cúcuta a partir de las 7 de la mañana del
mismo día. Las mujeres sólo presentan heridas por proyectil de arma de fuego en cráneo,
cuello, brazos y hombro. Los genitales externos y el ano se describen sin alteraciones y se
3. Abordaje forense
detalla el estado de las uñas en los tres casos. En el examén interno se revela que una de ellas
tiene 13 semanas de embarazo. El perito concluye para los tres casos que la causa de muerte
es proyectil de arma de fuego y la probable manera: homicidio.

Ya estaban en práctica los manuales de Minnesota y Estambul, así como ya existía pregunta por
delito sexual en el conflicto armado en el entorno.

4. Entorno y marco conceptual que permita Pero no se conocen los autores de los hechos ni las circunstancias, no se sabe que fueron actores
imaginar ocurrencia de ese fenómeno armados ni que muertes fueron en contexto de violación al DIH.

Pero ya estaba en práctica el Manual para la realización de Autopsias Médico-legales que

incluye instrucciones para registrar homicidio sexual.

5. Formas de ejercer la medicina forense
6. Conexión escena-sala de necropsia
es
El médico sólo documenta lo positivo, todo lo demás aparece “sin alteraciones”. Como se hace
examen externo e interno pero no se toman muestras de nada, podríamos decir que se trata de
necropsia semi orientada.
El perito consigna en los protocolos que no tiene conocimiento de cómo fueron transportados
los cadáveres, de la cadena de custodia, ni cuenta con descripción de la escena.

7. Capacitación del médico Médico con entrenamiento forense.

orens

Se entiende que al realizarse en una seccional y estar más cerca de la regional, los reglamentos
asF

8. Control del personal

llegan más rápidamente y los protocolos son más cercanos a los estándares.
i
enc
egalyCi

El médico no cuenta con información que le permita vincular el caso a un evento ocurrido en
contexto de violación al DIH. Tampoco tiene información de escena que le permita ni imaginar
naL

ni descartar posible ocurrencia de delito sexual.

c
onaldeMedii

9. Signos delito sexual

Se sabe que es un asesinato de tres mujeres hermanas entre sí, en horas de la madrugada.
No se describen marcas particulares ni evidencia traza en prendas, cuello, mamas, glúteos,
i
oNac

piernas, ano ni vagina.

ut

El cadáver estaba fresco. Al realizarse en una Unidad Seccional se asume que las condiciones son
nsi
tt

10. Condiciones para la toma de evidencias y adecuadas y que existen todos los materiales e instrumentos para realizar el dictamen, tomar
I

capacidad instalada las muestras y procesarlas sin dificultades.

348
 1. Homicidio colectivo ocurrido en zona urbana de corregimiento cercano
Factores/
a la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, en diciembre de 2003. Víctimas
Casos
femeninas: 3
Los protocolos que se usan permiten hacer indagaciones profundas a cada parte en el examen
11. Formatos interno y externo, preguntan por las circunstancias de los hechos, por información útil
disponible, por relación con otros casos colectivos, etc.
12. ¿Se toman muestras de delito sexual? No
Teniendo en cuenta los anteriores elementos se debe responder la pregunta de por qué no se
tomaron muestras de delito sexual.

Partimos de la base de que existían buenas condiciones para realizar el abordaje forense: la
necropsia se hace en una morgue bien dotada de una capital departamental, donde existen todas
las herramientas para hacer una buena toma de evidencias. Los cadáveres estaban frescos, los
reglamentos y protocolos estaban disponibles y fue realizada por un médico con entrenamiento
forense.

Si bien no se contaba con información de la escena del crimen, esto no tiene un efecto negativo
sobre la decisión de tomar muestras de delito sexual. Al contrario, si el médico conociera la forma
como ocurrieron los hechos (de tipo sicarial) hubiera tenido información suficiente para descartar
cualquier contacto entre víctimas y victimarios, y por ende, cualquier delito sexual relacionado
al homicidio.

Sin embargo, según el mismo perito forense establece en el protocolo, “se desconocen las
circunstancias, móviles y agresores, no hay descripción de la escena, no hay datos de cómo fue
transportado el cadáver ni cadena de custodia”. Aún cuando es obligatorio que los cadáveres
13. Conclusión cuenten con el acta de inspección, los comentarios del médico nos hacen pensar que es posible
que el médico no contara con el acta a la hora de hacer la necropsia.

Sin esta información, él sólo contaba con el cuerpo. Así que revisemos los indicios: por un lado, en
el examen externo no se encuentran lesiones en región genital, anal, piernas, glúteos, cuellos ni
mama que hagan pensar en delito sexual. Tampoco hay evidencia traza en prendas ni uñas.

Pero por otro, según las entrevistas que hemos realizado y lo consignado en el Manual para la
Realización de autopsias médico-legales que ya regía desde 2002, el hallazgo de una mujer
sola de inmediato prende las alarmas sobre posible delito sexual, más cuando en las mismas
circunstancias mueren varias mujeres, y más cuando son hermanas entre sí, y más cuando las
circunstancias del hecho no permiten descartar la ocurrencia del delito sexual de antemano, pues
incluso dejan abierta la idea de que se puede tratar de una venganza, donde se suelen desplegar
niveles elevados de violencia.

Con todos estos factores jugando a favor, es claro que los factores que determinaron la decisión
es

de no tomar muestras fueron, por un lado, la cercanía con la forma de abordaje forense en el que
orens

las necropsias son semi orientadas. Y por otro, la ausencia de un marco conceptual que permitiera
asF

imaginar una posible violación en esas circunstancias.

ns
I i
tut
t i
oNac c
onaldeMedinaL
i i
enc
egalyCi

349
 Lugar: corregimiento El Salado, municipio El Carmen de Bolívar-Bolívar. 18 y 19
Factores/Casos
de febrero de 2000. Número de víctimas femeninas: 9.
El 18 de febrero del 2000, aproximadamente 600 paramilitares de las Autodefensas de Córdoba
y Urabá (ACCU), ingresaron al corregimiento del Salado en la subregión de los Montes de María
donde ejecutaron extrajudicialmente a 46 campesinos dentro de los que se encontraban nueve
mujeres, entre ellas una menor de edad. Algunos hombres avanzaron copando el municipio,
otros se quedaron en retaguardia y un último grupo perpetró la masacre dentro del municipio
permaneciendo allí hasta el día siguiente. En Ovejas-Sucre los paramilitares también dejaron
1. Resumen del caso varias víctimas mortales así como en toda la vía que conduce de Ovejas al Salado y en distintas
fincas que hacen parte de este recorrido, acusaron a los pobladores de ser auxiliadores de la
guerrilla, ejecutaron extrajudicialmente a civiles, torturaron, produjeron lesiones personales,
amenazas, pillaje, daño a bienes civiles y finalmente, produjeron el desplazamiento forzado de
la población. Varios habitantes informaron la ocurrencia de violencia y torturas sexuales durante
la masacre.

La masacre fue atendida por un equipo de miembros de la Fiscalía, el CTI y el INMLyCF. El día 21 de
febrero de 2000 los funcionarios de la Fiscalía del Carmen de Bolívar se desplazaron al Salado para
realizar las inspecciones de cadáveres. Sin embargo, cuando llegaron al corregimiento los cuerpos ya
no estaban en la cancha del pueblo sino que habían sido inhumados en fosas comunes y en bóvedas
del cementerio. Por ello la diligencia de inspección de cadáver se tuvo que suspender y se procedió
a solicitar apoyo para adelantar una diligencia de exhumación. El 22 de febrero, la misma Unidad
Seccional de la Fiscalía solicita al hospital del Carmen de Bolívar que designe dos médicos para
que acompañen a los investigadores hasta el corregimiento y que funjan como médicos legistas
2. Abordaje técnico en las exhumaciones, practiquen las necropsias y determinen las causas de muerte. Finalmente, el
23 de febrero, a las 9:00am, el equipo interinstitucional conformado por siete hombres (el médico
forense de INMLCF y su disector, un médico del CTI, un odontólogo del CTI, el jefe de la unidad del
CTI y dos técnicos de investigación criminal del CTI), ingresa al Salado por vía terrestre, y regresa,
ya sin el médico y el disector de Medicina Legal para terminar las diligencias al día siguiente. Las
inspecciones de los técnicos describen heridas de arma blanca, orificios por proyectiles de arma de
fuego, algunas prendas de vestir y estados de desnudez y semidesnudez, no se sugiere examen
alguno, y a medida que iban realizando la inspección de cada cadáver y su correspondiente
necropsia, los cuerpos volvían a ser inhumados.
Las necropsias se realizaron el día 23 de febrero en el corregimiento del Salado, pues el día 24 el
médico y el disector no fueron llamados a participar en el abordaje de los casos restantes. El INMLCF
realizó necropsias de 16 personas el día 23 de febrero. Estas se encontraban distribuidas de la
siguiente manera: 3 hombres y una mujer en la primera fosa común, 1 hombre y 3 mujeres en la
segunda fosa, y 6 hombres y dos mujeres en el cementerio. El día 24 de febrero el personal de la
Fiscalía realizó inspecciones y necropsias de 8 personas ubicadas en el cementerio de las cuales 7
eran hombres y 1 mujer. En total ocho mujeres y una menor de edad fueron identificadas. La mayoría
3. Abordaje forense
de las mujeres adultas presentaban múltiples heridas por arma blanca a la altura de la cara (que
llegaron a comprometer maxilares, mentón, y líneas de fractura extendidas hasta el cráneo), el cuello
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y el tórax (heridas en área pectoral);y algunas presentaban destrucción total o parcial de la bóveda
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craneana por arma contundente o por proyectil de arma de fuego. La principal causa de muerte es
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anemia aguda secundaria a las lesiones ocasionadas con arma blanca. De otro lado, la menor de edad
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no presenta heridas externas pero tampoco se realiza examen interno para determinar su causa de
muerte.
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350

Factores/Casos
4. Marco conceptual que permita imaginar
ocurrencia de ese fenómeno
5. Corrientes en el ejercicio médico-legal
6. Conexión escena-sala de necropsia
7. Capacitación del médico que le
corresponde hacer la necropsia
8. Control del personal: capacitaciones
monitoreo
9. Signos delito sexual
10. Condiciones para la toma de evidencias
y capacidad instalada
Lugar: corregimiento El Salado, municipio El Carmen de Bolívar-Bolívar. 18 y 19
de febrero de 2000. Número de víctimas femeninas: 9.
Ni el médico de Medicina Legal ni el de la Fiscalía realizan exámenes externos concienzudos pues
los cadáveres se encontraban en muy avanzado estado de descomposición, por lo que la toma
de evidencias hubiera sido inútil. Aunque para el año 2000 la pregunta por la violencia sexual
en contextos de conflicto armado no se había afianzado del todo en el ámbito forense, confunde
que el médico no se haya formulado la pregunta pues los habitantes que quedaron en el pueblo
denunciaron ante el personal de la Fiscalía la ocurrencia de violencia sexual contra las fallecidas.
Según la revista Semana41 los pobladores denunciaron ante los agentes del CTI de los abusos
sexuales durante la diligencia de inspección de cadáveres, es decir, el mismo día que el INMLCF
hizo presencia en el corregimiento. Sólo una mujer relacionada con este evento fue atendida en la
Unidad Seccional del Carmen de Bolívar. A ésta, que ingresó en menor estado de descomposición,
se le practicó un examen más atento, pero en todo caso, sin anotaciones sobre, piel y faneras, cuello,
boca, vagina, ano, ni senos, con los que se pudiera preguntar por la ocurrencia del delito sexual.
Como lo anota la solicitud de la Fiscalía, la presencia de los médicos forenses del INMLCF en el Salado
tiene como objetivo principal realizar las necropsias de las víctimas y determinar su causa de muerte.
En este sentido, además del enfoque orientado que pueda tener el médico, las autoridades judiciales
en este caso también presionaron en la misma dirección. Como no se diligenciaron protocolos de
necropsia, sino que se realizaron descripciones breves de las heridas en los cadáveres y su causa de
muerte, no hay anotaciones del orden de lo negativo.
El médico y su disector asistieron a la escena del crimen junto con el personal de la Fiscalía y la
Policía. La escena comprometió varios escenarios: fosas comunes, cementerio y lugares aledaños
al corregimiento del Salado. En este evento hubo confusiones sobre la escena del crimen y el tipo
de evento pues en un comienzo se aseveró que había ocurrido un combate, y así fue notificado por
los medios de comunicación. Sólo cuando hubo condiciones de seguridad para ingresar a la zona se
aclaró que se había tratado de una masacre contra la población civil.
Médico forense de la Unidad Básica del Carmen de Bolívar del INMLCF junto con su disector.
Es sorprendente que no se hayan formulado preguntas de parte de los entes de control del Instituto
frente a la ausencia de protocolos de necropsia de las labores realizadas durante el día 23 de febrero
de 2000, esta situación, por otra parte, puede tener que ver con el carácter del evento, la situación de
orden público de la zona, la seguridad de los peritos, etc.
La información aportada en las necropsias no permite suponer que haya habido violencia sexual.
Algunos de los cadáveres se encontraban semidesnudos, y las heridas por arma blanca sí sugirieron
tratos extremadamente crueles a los médicos, según entrevista realizada. Pero el estado de los
cuerpos no permitió concluir nada sobre el tema.
Los cadáveres se encontraban en avanzado estado de descomposición. Las condiciones de seguridad
impidieron que los profesionales del INMLCF permanecieran más tiempo en la localidad, y no
pudieron estar presentes en todas las inspecciones que realizaron los técnicos del CTI y la Fiscalía.
No se tenía a la mano los elementos de trabajo de los que dispone la Unidad básica, y los lugares
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donde se realizaron las necropsias fueron las mismas fosas comunes donde se había inhumado a los
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cadáveres, así como en el suelo del cementerio y en la vía destapada que conduce al corregimiento.
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No había servicio de agua ni luz, pues el corregimiento, su centro de salud, y las tiendas fueron
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arrasados durante la masacre.
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41 Revista Semana. El cuerpo femenino, botín de guerra. 30
de octubre de 2004. Sección Política, edición: 1.173.
351
 Lugar: corregimiento El Salado, municipio El Carmen de Bolívar-Bolívar. 18 y 19
Factores/Casos
de febrero de 2000. Número de víctimas femeninas: 9.
Como hemos dicho, en el caso de la masacre de El Salado no se realizaron necropsias a la mayoría de
los cuerpos, ni siquiera de aquellos que fueron exhumados el día que sí estaba el perito del Instituto.
11. Formatos
Se hicieron breves descripciones de las lesiones y no se hacía ningún detalle sobre partes del cuerpo
u órganos.
12. ¿Se toman muestras de delito sexual? No.
La información adicional a las inspecciones y protocolos de necropsia de esta masacre, como
artículos en prensa, en revistas especializadas, entrevistas, etc., ha afirmado que en esta masacre
hubo violencia sexual contra las mujeres que posteriormente fueron asesinadas. El abordaje
técnico y forense del caso no permite contradecir estas versiones, pero tampoco confirmarlas,
pues varios, si no todos los factores que posibilitan la pregunta por la violencia sexual operaron
en contra de los funcionarios. El único elemento excepcional y positivo de este abordaje forense,
tiene que ver con que el médico y su disector pudieron estar presentes en la escena del crimen y
así elaborar mejores hipótesis. Pero esta ventaja no es suficiente cuando no hay la posibilidad de
estudiar los cuerpos a profundidad ni comprobar científicamente lo observado en la escena.
Para la fecha de la masacre el protocolo de Minnesota no había entrado en práctica, y muy pocas
instituciones llamaban la atención sobre la importancia del examen sexológico en contextos de
conflicto armado. De hecho, esta masacre fue uno de los eventos que capturó la atención sobre
la posible ocurrencia de violencia sexual de parte de actores armados. Aunque el vínculo de las
Unidades Básicas con el centro es más estrecho, la realización de las necropsias de este evento
se realizó en un lugar en el que no había elementos de trabajo, tiempo suficiente, laboratorios
ni posibilidad de realizar interconsultas con otros peritos del Instituto y peligro por presencia de
13. Conclusión actores armados en la zona.
La pregunta por la violencia sexual se hizo explícita de parte de pobladores, ¿qué debía hacer el
médico ante las denuncias de dichas personas? Explorar genitales y tomar evidencias para enviarlas
a laboratorio. Aún cuando el médico haya sido advertido, la descomposición de los cadáveres, que en
algunos casos era tan aguda que ya exhibía restos óseos, hubiera imposibilitado pesquisas profundas
en este nivel, la evidencia biológica como hemos visto, en este momento de la descomposición e
inhumación de los cadáveres ya se había perdido. Pero tampoco se disponía de los instrumentos para
detectarla, ni de los elementos para tomar evidencias y preservarlas adecuadamente.

El volumen de casos también opera contra el médico y su disector, quienes deben realizar las
necropsias de por lo menos 15 cadáveres en un mismo día en el que se debían cumplir mínimo
con las tareas de determinar la identidad de las víctimas, las heridas y concluir la causa de muerte.
De otro lado, es evidente que las necropsias fueron orientadas y que no usaron los formatos
tradicionales de los protocolos de necropsia, los cuales habían podido mejorar la calidad de las
exploraciones y dictámenes del médico. Tampoco se hicieron anotaciones del orden de lo negativo.
Si los pobladores denunciaron la violencia sexual, y el escenario no la permitió identificar,
afirmaciones de este tipo, hubieran sido pertinentes.
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352
3.Conclusiones
El desarrollo del proyecto ha ido
revelando la necesidad analítica
y política de situar la pregunta
sobre los factores que inciden en
la decisión médica de tomar o no
evidencias útiles para la inves-
tigación del delito sexual en un
contexto histórico, institucional
y analítico más amplio. De hecho,
la formulación inicial que tendía
a situar las preguntas sobre vio-
lencia sexual en el terreno de la
sensibilidad de género de los fun-
cionarios ha sido reencuadrada.
No es pertinente hablar de toma
de evidencias útiles para la inves-
tigación del delito sexual como un
tema de género. Más bien, se im-
pone situar esa preocupación en
un marco más amplio que recoja
y muestre la transformación his-
tórica e institucional del ejercicio
de la medicina forense en el país
y el lugar social que ella y la ad-
ministración de justicia tienen en
la sociedad colombiana.
La investigación identificó diez
factores y examinó como opera-
ron en dos casos específicos. Sin
embargo, es importante recalcar
que el funcionamiento de esos
factores depende de entrama-
dos históricos e institucionales
que desbordan la decisión de los
médicos y que no hablan tanto
de constreñimientos culturales
como de constreñimientos econó-
micos y decisiones políticas en un
país afectado por altas tasas de
violencia. En este punto y como
conclusión principal se insiste en
que la identificación de esos fac-
tores y su funcionamiento debe
ser vista en el contexto histórico
e institucional de la medicina
forense en el país. Es despropor-
cionado formular el problema en
términos de decisión individual
si antes no se ha recalcado que
de 141 puntos de atención mé-
dica, sólo 17 son sedes propias,
que los eventos de conflicto arma-
do tienden a ocurrir en lugares
en donde la cobertura institucio-
nal no alcanza a llegar, que el
equipo forense requiere para su
trabajo de una información y de
unos implementos técnicos que no
siempre están disponibles y que
dependen de la gestión de otras
instituciones estatales o de res-
tricciones presupuestarias.
El ejercicio de identificación de
los factores ha mostrado que
más que una “decisión médica”
o una “decisión institucional” de
producir información útil para la
investigación del delito sexual,
se trata de discutir el papel y la
importancia que la sociedad co-
lombiana da a la identificación de
víctimas, la causa de muerte y la
identificación de los culpables. En
un país con altas tasas de muerte
violenta,con grandes dificultades
para identificar algunos de esos
cadáveres, con restricciones pre-
supuestales que mantienen al
sector justicia y de servicios fo-
renses en un rezago económico y
administrativo, tratar el tema de
la toma de evidencias de violen-
cia sexual como un problema de
perspectiva de género puede ser
desproporcionado. Y puede serlo,
porque las barreras impuestas por
la falta de sensibilidad o de inte-
rés por temas de género son sólo
unas tímidas barreras al lado del
monumental desinterés o simple
desconocimiento que la sociedad
colombiana (inclusive los sectores
académicos) tienen con respecto
a la situación financiera e insti-
tucional de los servicios forenses.
La evaluación de estos servicios
no puede hacerse al margen de
la discusión del lugar financiero
y político que ellos tienen en la
administración de justicia en el
país, y al mismo tiempo, del lugar
que esa justicia tiene en la cons-
trucción de la sociedad nacional.
Con esta conclusión general en
mente pueden introducirse los co-
mentarios finales sobre los casos.
El análisis de los dos casos deja ver
que los diez factores operaron de
maneras muy diferentes. Llama
la atención que ni en las condicio-
nes más adversas (en El Salado,
con cadáveres descompuestos y
sin condiciones de trabajo);ni en
las condiciones más favorables (en
Cúcuta con cadáveres frescos y en
la sede de una Unidad Seccional
con una morgue bien dotada) se
procedió a tomar evidencia de vio-
lencia sexual. De otro lado, ni en
el evento reciente (en Cúcuta, en
2003 y con los formatos detalla-
dos) los médicos documentaron la
ocurrencia de este delito.
Esta constatación sugiere que
aún en condiciones de capacidad
instalada adecuada, donde las
evidencias pueden ser tomadas y
procesadas, los formatos exigen la
indagación sexológica, los médi-
cos tienen entrenamiento forense
y hay control del centro, no hay
un marco conceptual que les per-
mita a los médicos indagar por
la ocurrencia de violencia sexual
en contextos de conflicto. Inicial-
mente esto llevaría a recalcar la
centralidad que el factor marco
conceptual tiene en la decisión
médica de tomar evidencia. Sin
embargo, la existencia de dicho
marco no puede ser considerada
es
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como un punto de partida para el
or
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desarrollo de una buena necropsia
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esto es:una necropsia que indaga
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por la ocurrencia de la violencia
sexual en eventos determinados,
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sino, como un punto de llegada.
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Antes de considerar la necesidad
de crear ese marco conceptual y
de obligar o imponer a los médicos
i
oNac
la pregunta por violencia sexual
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en su trabajo, es necesario me-
ns
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jorar el conjunto de condiciones
materiales, institucionales, labo-
353
 rales y sociales en que trabajan
los médicos y asistentes.
Así pues, antes de demandar la
obligatoria toma de evidencias en
estos casos, hace falta compren-
der, descifrar, visualizar los dis-
tintos tipos de complejidad que
permiten o no que esa evidencia
sea de utilidad en un proceso ju-
dicial. Se insiste en los distintos
tipos de complejidad porque como
se ha mostrado arriba, lo que
cuenta como evidencia es el resul-
tado del largo y difícil recorrido
institucional y geográfico que un
delicado material biológico tiene
que sortear en poco tiempo.
documentando casos de violencia
sexual puede sugerir nuevas pistas
e indicios que los médicos empe-
zarán a reconocer y a documentar
en su trabajo. Al mismo tiempo,
el conocimiento y la pericia de los
médicos podrán mostrarles a los
funcionarios de las organizaciones
y a los investigadores sociales, las
limitaciones y condiciones concre-
tas con que se lidia en el trabajo
sobre violencia.

El recorrido parsimonioso por los

diez factores muestra que las ex-
pectativas políticas con que desde
la sociedad civil y las organizacio-
nes de mujeres se piensa el tema
de la violencia sexual y se exige
al Instituto Nacional de Medicina
Legal que lo documente, tiende a
ignorar las dificultades con que
los profesionales realizan su tra-
bajo. Como resultado de los efectos
ideológicos de la investigación y el
activismo social, se tiende a supo-
ner que las instituciones y agen-
tes del estado operan en un campo
yermo, sin limitaciones logísticas,
adversidades climáticas, cadáve-
res descompuestos o actores ar-
mados intimidando poblaciones
y entre ellos peritos y asistentes
forenses. Es urgente reconocer y
es
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egalyCi

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naL

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onaldeMedii

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