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Así como el sueño es la vía regia al inconsciente, la angustia es la vía directa al objeto “a”,
ese resto irreductible al significante, lo más singular del sujeto.
En este seminario, Lacan inventa el objeto “a”, que produce un giro en la clínica. Ya no la
pensaremos como centrada en el mito edípico y en el devenir de una cronología, sino como
dada en tiempos lógicos y en un espacio topológico entre el sujeto y el Otro.
Deseo (otro deseo distinto al No poder …evitar (caer en la Sujeto revestido de la barra
que la función satisface) trampa narcisística) (abarrotado)
El N. Obsesivo “no puede evitar” que su i(a) (imagen especular) reemplace al (-f) . (El
hombre encuentra “su casa”, Heim, en un punto situado en el Otro, MAS ALLA DE LA
IMAGEN de la que estamos hechos, i(a). Ese lugar es (-f), lugar de una ausencia, que
implica la presencia en otra parte: en el FANTASMA del Otro, sostén de su deseo). El
drama del N. Obsesivo es que no puede ir más allá de la trampa de su imagen. Cae en su
propia trampa, queda atrapado en esa imagen de sí fascinante y fascinerosa, donde no
funciona como faltante ese resto invisible, el “a” detrás de la imagen. Si falta esa falta, hay
angustia. Aquí la angustia nos muestra su verdad. ¿Y cuál es su verdad?: que la angustia es
por la TENTACION del Otro que soporta nuestro cuerpo, no es por la falta de objeto, es
por su PRESENCIA
2) Pero también la ANGUSTIA es SIGNO DEL DESEO DEL OTRO. Es el tiempo anterior
a la CESION DEL OBJETO, es la conclusión ante la pregunta: ¿Qué me quiere el Otro?.
(SEPARACION). Es otra forma de presentación de la angustia
° No hay sujeto sino a partir del significante más simple: el RASGO UNARIO.
El rasgo unario entra en lo Real y está desde ANTES QUE EL SUJETO.
° Es porque el SUJETO es PRIVADO, ¿de qué?, de algo de sí mismo, (en su ser), de algo
que ha tomado valor por el significante, y que llamamos FALO, es porque es privado de
algo significante que algún OBJETO, (algún otro), se vuelve para él objeto del deseo; esto
es el FANTASMA, soporte del deseo.
En el neurótico el fantasma queda del lado del Otro y entramos a la estructura ocupando el
lugar del objeto.
(El significante CREA la FALTA., porque la falta es simbólica, a lo REAL no le falta nada)
(El Otro no me ve como pura imagen, sino como FANTASMA, soporte de su deseo, por
eso puedo ser su tentación)
° El OBJETO “a”, NO ES el objeto del deseo, es su CAUSA, (la causa es una hiancia, un
agujero)
El OBJETO DEL DESEO es el FALO, que sólo encontramos en falta, (menos FI).
O sea que el objeto causa es ese VACIO, ese agujero, que está DETRAS del deseo
empujándolo, haciendo que el deseo busque cebos engañosos hacia delante).
Por eso la CAUSA nos muestra que hubo un lugar EXTERIOR, (lugar del objeto-causa),
que estaba en un tiempo ANTERIOR a su INTERIORIZACION en el FANTASMA. Un
objeto situable, localizable, se transforma en ese objeto privado, incomunicable y sin
embargo dominante que es el objeto en el fantasma
2. AMAR ES DAR LO QUE NO SE TIENE, es decir, es dar la falta, (es alojar al otro
en el agujero-heim que permitirá condescender al deseo).
(Es el mismo principio del Complejo de Castración: Para TENER el FALO es
preciso NO SERLO, o sea, no ser todo lo que el Otro desea, no obturar el lugar).
3. El DESEO DEL PADRE Y LA LEY son la misma cosa. La Ley del Padre, ordena
desear lo que, al mismo tiempo, prohibe, (a la madre) Si se debe elegir a una mujer
distinta que la madre, ¿esto no nos muestra que se introduce un imperativo en la
estructura misma del deseo?. SE DESEA A LA ORDEN.
La Ley nació del Padre Muerto. Lo que conjuga el deseo del padre con la ley, es el
Complejo de Castración, (ya nadie podrá gozar de TODAS, ni tendrá TODO, ni
podrá TODO)
7. Lo que queda después del acceso al Otro es “a”. El neurótico cree que el “a” es el
Otro, no sabe, no puede saber, que es él mismo.
Aquí hay que remitirse a las FORMULAS DE LA DIVISION SUBJETIVA:
En la primera fórmula, el FANTASMA queda del LADO DEL OTRO. Es decir que el
Sujeto barrado se constituye en el campo del Otro como marca significante, como rasgo
unario, y queda algo irreductible al significante: el “a”. Del campo del Sujeto, el Otro
tachado constituye mi inconsciente, como discurso del Otro. (Es decir: el sujeto debería
recibir su propia palabra desde el Otro como un mensaje invertido, pero permanece en el
Otro y constituye lo REPRIMIDO)
En la última fórmula, separa los 3 pisos, que son 3 tiempos de la operación: Goce, Angustia
y Deseo. La angustia media entre goce y deseo.
En esta fórmula invierte el “a”, aquí quedaría antecediendo al sujeto barrado, funcionando
como causa de deseo y, en el piso inferior, el sujeto implicado en el fantasma, soporte del
deseo.
De cualquier manera, lo que me queda del Otro, después de la división subjetiva, o de la
Separación, es ese RESTO IRREDUCTIBLE AL SIGNIFICANTE, ese objeto
AMBOCEPTOR que fue cortado, separado de mí, que ANTECEDIO EN EL CUERPO,
aquello que fui para el Otro.
Y lo que me queda a mí del Otro, es ese lugar que ocupé en su deseo, como su causa, el
“a”.
8. Para trabajar el tema del AMOR y la ANGUSTIA, entre GOCE y DESEO, Lacan
hablará de la posición masoquista, la posición sádica, o sea perversa y también de la
posición de la mujer y la del macho.
Masoquismo y Sadismo no son reversibles, o sea uno no es el negativo del otro.
Lo que constituye la meta del SADICO, es la búsqueda del objeto “a”, busca el
GOCE del OTRO, haciéndose él su instrumento, el “fetiche negro”. Lo que oculta el
sádico es la ANGUSTIA, o sea la castración. Es pura VOLUNTAD DE GOCE.
Lo que constituye la meta del MASOQUISTA es la ANGUSTIA del OTRO,
ocupando ese lugar de caída del sujeto en su miseria, ese objeto abyecto en tanto
que degradado.
Recordemos que todo objeto “a”, es efecto de un CORTE, una SEPARACIÓN entre el
individuo y SUS ENVOLTURAS, que son PARTE DE SÍ MISMO, pero fueron soportadas
por el OTRO. El ejemplo más claro es el de la placenta, ¿a quién pertenece?, ¿al niño o a la
madre?. Será lo que cae, lo que se pierde, ese RESTO de lo que los unió.
El factor común de los “a”es que están ligados a los ORIFICIOS del cuerpo.
En este seminario, Lacan va construyendo teóricamente, va dando estatuto lógico al objeto
“a”. Para ello comienza hablando de la función de:
Es interesante y aclaratorio el cuadro que propone Paul Laurent- Assoun y que repite Pablo
Muñoz en su tesis para las distintas formas de objeto “a”:
Se organiza en relación al deseo- demanda y Sujeto-Otro
Podemos diferenciar:
DEMANDA DEL OTRO: lo que el Otro pide con palabras, con significantes. (Ej: la
Pulsión, le Demanda gozar al cuerpo erógeno-zonas erógenas). Demandas oral, anal.
DESEO DEL OTRO: lo que escapa a la palabra, aunque se encuentre articulado en la
Demanda. Por eso el deseo se presenta como ENIGMA
Hay dos tipos de Demanda:
1. MIRADA: Lacan recurre al Zen para hablar del objeto MIRADA. Se refiere a los
párpados casi cerrados del Buda.
El Zen parte de este aforismo: El DESEO es ILUSION, (no hay un objeto verdadero
que lo soporte).
“Si hay un objeto de tu deseo, no es nada más que TU MISMO, porque es a ti
mismo a quien reconoces en el otro”. Aquí comienza la función del espejo, pero NO
se trata de proyección. Lo más YO MISMO que hay, está en el EXTERIOR, NO
porque lo haya PROYECTADO, sino porque ha sido SEPARADO DE MÍ, (por el
corte que hizo el significante de la Demanda). (Ese lugar exterior y anterior que
ocupa la causa)
(Esta contradicción lógica de “yo mismo” y “separado de mi”, lo lleva a hablar de lo
UNO y lo MULTIPLE. Por ej. TODOS los hombres son una UNIDAD con
millones de elementos. Había 33333 Budas = a UN BUDA. Toda esta multiplicidad
de imágenes nos da una gran ambigüedad del objeto y eso nos muestra hasta qué
punto es el OBJETO PARA EL DESEO, (no es ninguno en particular, pero es eso
ambiguo)
Otro detalle del Buda: sus PÁRPADOS casi NO TIENEN ABERTURA, entonces,
ESA MIRADA, ¿QUÉ CONTEMPLA?, ¿mira hacia lo interior, o contempla el
mundo?
Los párpados entornados de Buda, nos preservan de la FASCINACION angustiante
de la MIRADA, al mismo tiempo que la indican
Esta CONTEMPLACION nos indica el PUNTO CERO del DESEO, su
apaciguamiento
La figura del Buda, toma el PUNTO de ANGUSTIA, enteramente a su cargo y
anula nuestra angustia de castración
El Punto del Deseo y el Punto de Angustia aquí coinciden, y, sin embargo, el
DESEO que se reduce a ese punto cero, NO ES SIN ESTE OBJETO, el objeto
MIRADA, que no se sabe qué mira y queda reducido a un punto.
El campo ESCÓPICO del deseo nos muestra que el espacio no es una categoría
sintética a priori, como propone Kant, sino que el ESPACIO forma parte de lo
REAL y trasciende el espacio de 3 dimensiones y permite una TOPOLOGÍA. Los
puntos de torsión son también puntos de ruptura entre el S-A y “a”.
Así, lo que nos hace VISIBLES es la MIRADA DESEANTE DEL OTRO.
2. OBJETO ORAL: El SENO, será el objeto parcial sostén del deseo, pero ya no es el
objeto de la necesidad, ya es un OBJETO FANTASMÁTICO, por lo tanto es un
objeto oculto, no visible, NO ESPECULARIZABLE.
El CORTE, la SEPARTICIÓN será entre el seno que “pertenece” al organismo del
niño y la madre. (Es decir: niño-seno// madre).
El punto de ANGUSTIA está deportado al OTRO. La angustia es por el
vaciamiento vampírico del seno. Esa madre, puede estar presente o puede estar
ausente, si está ausente tiene valor Simbólico, entonces puede FALTAR porque
desea otra cosa y eso angustia al niño. (No es que la que se angustia sea la madre)
3. El FALO: NO HAY objeto. El objeto FALTA. La etapa fálica tiene una FUNCIÓN
MEDIADORA con las otras etapas.
Dice Miller en La Angustia lacaniana: Lacan ha ido, en la construcción de sus
conceptos, de un sistema a otro.
En “La significación del falo”, nos decía que el falo no es el pene, es un significante
destinado a designar en su conjunto los efectos de significado, es decir, es un
significante que funciona como “equivalente general”.
En “Los cuatro conceptos…” comienza a hablar de Alienación- Separación como
los tiempos lógicos en la constitución subjetiva. Hace caer el mito del Edipo, habla
de división subjetiva y “corte” de “a”, ya no de un padre agente de la castración.
Pasa del MITO a la TOPOLOGÍA
Lacan oscila, en este seminario, vacila, entre el lugar que ocupa el COMPLEJO de
CASTRACIÓN en relación al deseo y el lugar de “a” CAUSA de deseo.
Veamos su oscilación, nos dice:
Lo que se pone en juego en el Complejo de Castración, es la AMENAZA de la
eviración, o sea de que algún Otro le CORTE ese pedazo tan especial, el pene.
Si no hubiera Otro, no habría castración, porque recordemos: La castración tiene un
AGENTE: el PADRE REAL, donde se juega una FALTA SIMBÓLICA de un
OBJETO IMAGINARIO (-f).
En la DETUMESCENCIA, podemos ver el CORTE, la separación, la afánisis del
ÓRGANO.
La TUMESCENCIA es la presencia real, la CONDICIÓN del deseo.
(Vemos que va de la amenaza del corte del pene, mítica y simbólica, a la
detumescencia del órgano real, ya no objeto imaginario, pero con función
simbólica)
Lacan homologa el ORGASMO y la ANGUSTIA, dice en el seminario XX: “El
ORGASMO ES ANGUSTIA porque una hendidura central, por una hiancia
insalvable, el DESEO está para siempre SEPARADO DEL GOCE”. Tendríamos:
GOCE
Angustia- Amor-Orgasmo
DESEO
Si lo que se demanda en el orgasmo es gozar sin límite, ir más allá del Principio del Placer,
es ir allá donde el goce se liga a la MUERTE. Le demandamos al partenaire la “pequeña
muerte”, como se le dice al orgasmo.
Sabemos que: sexualidad y muerte (y vagina) no tienen representación. La representación
que la reemplaza es la de la CASTRACIÓN, pero no la del sujeto, sino la del OTRO, la
pérdida de la omnipotencia, punto de ANGUSTIA, de desfallecimiento, de CORTE.
Esta es la similitud entre angustia y orgasmo.
La ANGUSTIA del hombre está ligada a la posibilidad de NO PODER.
En el hombre, su objeto (pene), es la CONDICIÓN del deseo. El goce depende de esta
cuestión. (Recordemos que el PODER-NO PODER, tiene que ver con el I(A), con el Ideal
del Yo, por lo tanto, poder o no poder es cuestión del Narcisismo. Aquí vemos que se
articulan la geometría del moi y la topología del sujeto)
El hombre tiene la negativización del falo, (-f), o sea la DETUMESCENCIA, en el centro
de su deseo.
En la mujer, es inicialmente lo que ELLA NO TIENE lo que constituye al principio el
objeto de su deseo, mientras que, en el hombre, es lo que EL NO ES el punto en que
desfallece. Por eso la IMPOSTURA masculina.
Lacan empieza a trabajar la ANGUSTIA de CASTRACION en relación a la cópula sexual,
ya no en relación al mito edípico.
FANTASMA MASCULINO: la mujer gozaría sin límite de ser el objeto de goce del
hombre. Es la versión del masoquismo femenino.
FANTASMA FEMENINO: la del Don Juan, hay uno que lo tiene siempre, no declina
jamás. Ninguna mujer se lo puede arrebatar, salvo ella.