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Carrera de Psicología
¿LLEGÓ A COMPREDER
FREUD LA FEMINIDAD?
Asignatura Psicoanálisis II
En este resumen analítico Freud plantea que en base a hechos observados que, al
enfrentarnos a otros seres humanos, resolvemos de forma sencilla lo referente a masculino
y femenino, al igual que lo hace la ciencia anatómica en cuanto a asignar particularidades
de los sexos; Masculino hace referencia a la capacidad de fecundar por parte de su portador
y, por otro lado, lo femenino que refiere al óvulo y a su capacidad de albergar. Rescatando
otras diferencias anatómicas y fisiológicas que determinarían los caracteres sexuales
secundarios.
Y que la ciencia, por otro lado, ve una bisexualidad presente en ambos sexos, pero,
que existiría una predominancia hacia un lado en la mayoría de los casos. Por lo que
debiese entenderse lo masculino y femenino como definiciones con fluctuaciones y
variabilidades que no pueden ser definidas sólo anatómicamente.
Entonces, ¿podría la psicología dar respuesta a ello? Freud para explicar los conceptos
femenino y masculino y para explicar sus interacciones con la vida anímica y la conducta,
explica que ha existido una predisposición a relacionar lo masculino a una imagen fuerte y
activa y lo femenino con una imagen débil y pasiva. Esto en una analogía darwiniana sobre
como el macho persigue a la hembra con el fin de una unión sexual imponiéndose con
agresividad mientras la hembra y su óvulo esperan dócil y pasivamente.
Freud plantea que la masculinidad y la feminidad como tal, no debe ser tratado solo
desde la anatomía sino también desde las convenciones sociales que dan forma al
comportamiento de los individuos y que pueden llegar a ser determinantes en su desarrollo.
En cuanto al psicoanálisis, plantea que no pretende describir que es una mujer, sino,
como se desarrolla la mujer a partir del niño de disposición bisexual. Y como a partir de
estudios en varones pudo afirmar que el desarrollo de la niña hasta la mujer normal es más
difícil y complicado. Haciendo hincapié en las diferencias entre ambos sexos en cuanto a
disposiciones pulsionales que, en el caso de la niña, tienden a la obediencia, la docilidad, la
gobernabilidad, la diligencia y a la amabilidad. Sin embargo, no son datos que se hayan
comprobado por observaciones exactas, y que dependerán de variaciones individuales.
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Respecto del desarrollo libidinal expresa que en la etapa fálica y sádico-anal, los
impulsos agresivos en las niñas no son menores en comparación a los niños. Y que éstas
son más bien como un pequeño varón que buscan sensaciones placenteras en sus genitales
(clítoris) al igual que ellos (pene), excluyendo la vagina, ya que no ha sido descubierta aún
por ninguno de los dos y será gracias a esto, que atraviesen de forma similar las primeras
etapas de desarrollo.
Siguiendo la línea de desarrollo psicosexual, el autor plantea que si bien niño y niña
comparten en primera instancia el mismo objeto de deseo sexual debido a necesidades
vitales como el alimento y cuidado – etapa fálica-, existe un momento en que la niña vuelve
a su feminidad volcando su deseo hacia el padre, cambiando su zona erógena a la vagina.
Trasladándose de la fase masculina a la femenina, su destino biológico, a diferencia del
niño que mantendrá su objeto y zona erógena.
Sin embargo, Freud estaba convencido de que para comprender a la mujer era
necesario reconocer que si bien, muchas mujeres permanecen dependientes del lazo objeto-
padre hasta la adultez, esta dependencia estaría relacionada con su primer objeto de deseo,
la madre. El que puede durar mucho más tiempo y ocasionar fijaciones y predisposiciones.
Por tanto, es necesario recurrir a esta etapa preedípica objeto-madre.
Respecto de los vínculos libidinosos niña-madre, el mismo sugiere que son varios y
están estrechamente ligados a las fases de deseos orales, sádicos/anales y fálicos,
sustituyendo propuestas tiernas u hostiles. Las que estudiadas en observaciones analíticas
en el período preedípico y referente a la madre, se descubre como la causa de angustia y/o
paranoia en la adultez. Las que podrían contener una carga psíquica más fuertes si se
considera que las primeras sensaciones placenteras obtenidas por la niña fueron brindadas
por la madre al mamar, por ejemplo.
Freud sugiere que esa hostilidad y odio de la niña hacia la madre, está ligada a la
falta de leche – por motivos fisiológicos- por parte de ésta y traducida en falta de atención y
amor por parte de la niña. Y en el caso de la niña y el niño puede existir además el factor
del hermano intruso que llegó a destronarlo y a quitarle su alimento, alterando así su
conducta y afectando significativamente su desarrollo posterior.
Freud considera que la primera orientación sería la más adecuada en tanto desarrollo
de la feminidad y la que más acercaría a la mujer a encontrar su significancia.
Sin embargo, también sostiene que la mujer jamás logra una resolución completa del
conflicto de la libido con su objeto materno y paterno. Por lo tanto, se mantiene en una
ambivalencia en todos los ámbitos de lazos afectivos y sociales.
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Reflexión
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Bibliografía
Martínez, A. (2010, diciembre). Ética del cuidado y ética de la justicia en la teoría moral de
Carol Gilligan. Revista ACTIO, 12.
http://www.actio.fhuce.edu.uy/images/Textos/12/Fascioli12.pdf