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TEMA TICs
SECCIÓN A
ALUMNOS
Rafael Eduardo Juarez Marroquin
Julio Enrique Lopez Alvarado
Christopher Alexander Quintanilla Valladares
Douglas Rosales
En el presente trabajo se muestra el concepto de nomofobia como parte de los nuevos conceptos
adoptados a partir de las nuevas tecnologías y su dependencia hacia esta, su influencias en la familia y
en la sociedad. Se puede ver los diferentes puntos y situaciones en las que la enfermedad de la
Nomofobia se acrecienta, así como reglas sobre las edades adecuadas para el uso de cada una de las
nuevas tecnologías y normas sobre la participación de los padres en el control de la Nomofobia.
Nomofobia
El miedo a no estar conectado con el teléfono, se hace extensivo a no poderse conectarse con la
computadora y las otras pantallas digitales, a no poderse imaginar salir a la calle sin teléfono, lo que
produce la obsesión de estar pendiente constantemente, mirando el teléfono muy frecuentemente por si
ha entrado alguna llamada o mensaje.
Esta fobia o filia están fuertemente vinculada a la adicción o ansiedad permanente a estar siempre
conectados a la tecnología, lo que genera la necesidad de revisar constantemente cada mensaje, alerta o
sonido que genera el teléfono o la computadora. Estas adicciones generalmente son más fuertes cuando
se trata de asuntos personales que cuando son de trabajo.
El excesivo tiempo dedicado a estar pendiente del teléfono, muchas veces exclusivamente por
diversión, impide que las personas, principalmente los jóvenes y los niños se acostumbren a pensar, ya
que la tecnología piensa por ellos. Después llegan los problemas cuando se integran en la vida laboral y
todavía no han desarrollado las capacidades de comunicación presencial, las del trabajo en equipo, el
análisis de las actitudes corporales, saber buscar en la vida real, además de saber hacerlo en la
tecnología virtual.
Los que tienen la potestad, el privilegio o se pueden dar el lujo, si es que quieren, de poderse
desconectar.
Los que tienen la obligación de permanecer conectados y la responsabilidad ineludible de
responder inmediatamente los correos electrónicos y los mensajes de texto o telefónicos. Estos
son los “esclavos de la tecnología”
Los Nomofóbicos, cuando trabajan en una empresa y tienen que hacerlo con equipos humanos, no con
máquinas, tienen verdaderos problemas de adaptación, pues no saben trabajar en equipo, ni interactuar
con personas.
Regla 3 – 6 – 9 – 12, sobre las edades adecuadas para el uso de cada una de las
nuevas tecnologías.
Evitar las pantallas electrónicas, pues los clásicos juegos infantiles son mucho más enriquecedores para
el niño, que estar sentado viendo la televisión.
Evitar los videojuegos, pues tan pronto estos se introducen en su vida, acaparan toda su atención en
detrimento de otras actividades y empieza la creación de la Nomofobia y la Mobilfilia.
Evitar el uso del internet a no ser acompañado de los padres o maestros, quienes previamente tienen
que explicarle las tres reglas más importantes de su uso:
Ya pueden entrar solos en el Internet y usar el teléfono celular, pero su utilización debe ser realizada
bajo unas firmes y bien definidas reglas de uso y los correspondientes controles de los padres.
Los padres deben ir aflojando las reglas y controles, en función del comportamiento que vayan
observando sobre la educación recibida, para que los hijos se vayan acostumbrando a ejercer su libertad
para cuando sean adultos.
Los padres tienen que enseñar con el ejemplo y crear costumbres y hábitos de buen uso, para poder
orientar positivamente a los hijos frente al consumo telefónico.
Ayudar a los hijos a que puedan cumplir las normas, objetivos y límites que se hayan puesto o
negociado, relacionados con los teléfonos y las pantallas electrónicas.
Dedicarles el máximo tiempo posible, escuchándoles y tratando de entender sus inquietudes para que
no tengan que encontrar malos “amigos” en las redes sociales.
Estar muy pendientes de lo que hacen los hijos en cada momento, en relación con sus teléfonos y
pantallas electrónicas: En sus reuniones con amigos, familia, etc. En la privacidad de sus dormitorios o
incluso en los baños y tocadores. En las horas dedicadas al sueño o a los estudios para que al día
siguiente no arrastren los efectos de esas enfermedades.
Incrementar la capacidad de ponerse en la situación de cada uno de los hijos para entender los motivos
de sus actitudes.
Intentar que la tecnología no ocupe el rol que tiene la familia, pero que ayude a mejorarlo.
Saber manejar las propias reacciones y emociones ante las situaciones, equivocadas o no de los hijos.