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¿La tecnología fomenta la desunión familiar?

La tecnología por sí sola no fomenta la desunión, todo depende del tipo de uso y de la regulación que se tenga en casa. |
Fuente: Shutterstock

La falta de regulación de la tecnología en el hogar puede generar uso excesivo y adicción a los dispositivos. En
consecuencia, muchas familias tienen problemas para comunicarse.
Las nuevas tecnologías traen consigo muchos beneficios, pero a la vez, pueden generan
nuevos retos y dificultades. No solo los hijos cuentan con aparatos tecnológicos de última
generación, sino también los padres, por lo que muchos de estos problemas se presentan en el contexto familiar.
La tecnología por sí sola no fomenta la desunión, de hecho, nos ofrece diversos beneficios. En realidad, todo depende del tipo
de uso y de la regulación que se tenga en casa. Es importante explicar por qué se ponen determinadas reglas de uso y
enseñar a distinguir los momentos.
Algunos padres prefieren revisar su correo antes que escuchar a sus hijos y estos hacen lo mismo cuando están con
otros familiares, poniendo por encima de cualquier relación familiar el uso de dispositivos digitales.
Para Rolando Pomalima, médico psiquiatra del Instituto de Salud Mental, “debido a las adicciones al Internet y al smartphone, la
tecnología separa a las familias porque las personas se hacen dependientes de estos aparatos, lo cual altera la comunicación
familiar”.
¿Qué tipos de dificultades genera la tecnología en el entorno familiar?
El uso excesivo de los aparatos tecnológicos puede generar diferentes tipos de enfermedades y males, tanto físicos como
dolores de espalda, de cabeza o pérdida de la visión, así como problemas con la interacción social.
Aparecen problemas como el phubbing, que resulta de combinar las palabras phone (teléfono) y snubbing (ignorar), es decir, la
acción de ignorar a las personas que nos rodean por usar el teléfono móvil. Este tipo de comportamientos se hacen cada
vez más “normales” y no solo de parte de los hijos sino también de los padres.
Otra dificultad que se puede generar es la falta de comunicación entre los miembros de la familia y el aislamiento social,
pues muchas veces los hijos prefieren encerrarse en sus cuartos para conversar online con otras personas y se olvidan de
interactuar con quienes se convive en casa.
Un ejemplo clásico es a la hora de las comidas, donde usualmente las familias deberían conversar, en cambio ahora
muchos prefieren revisar sus teléfonos móviles y distraerse viendo otras cosas.
Evelyn Téllez, investigadora del Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación
(INFOTEC) sostiene “Los dispositivos electrónicos nos conectan más con los que están lejos y al mismo tiempo nos
desconectan de los que están cerca”.
¿Qué hacer para evitar la desunión familiar a raíz de la tecnología?
Ya que la tecnología es una realidad en la vida de padres e hijos, antes que prohibir
su uso, lo ideal es establecer horarios y enseñar a aprovecharla. Debemos
aprender cuándo es necesario usar los aparatos tecnológicos y cuándo no. Para Téllez,
es importante “tener conciencia de qué es lo que (la tecnología) está causando con
nuestras relaciones”. Algunas de las sugerencias de la investigadora ahondan en que
“se debe incorporar en las escuelas el tema de ética y tecnología, así como el de
civismo y tecnologías, y en los hogares reflexionar y saber cuáles son las consecuencias que puede haber por estar todo
el día conectado”. Para Rolando Pomalima, médico psiquiatra “Nunca hay que apartarlos de la tecnología porque es el mundo
que le corresponde, pero sí hay que tener precauciones en su uso, poniendo límites en tiempo de uso y horarios.”
Recomendaciones para evitar que la tecnología nuble las relaciones familiares
 Evitar el uso de los aparatos electrónicos en las comidas. Lo ideal es que tanto padres como hijos no traigan sus dispositivos
a la mesa y en cambio aprovechen el momento para conversar y dialogar.
 Establecer un horario o periodo de uso al día de acuerdo a los requerimientos y edad de los hijos.
 Antes de equipar cada cuarto con tecnología (televisores, tabletas, videojuegos), se recomienda tener un centro de
entretenimiento común equipado, así todos pueden reunirse y disfrutar momentos juntos antes que aislarse cada uno por su
lado.
 Analizar si es necesario comprar teléfonos celulares para los niños. Cuidar su uso para momentos en que realmente lo
necesite. Las horas de juego deben ser medidas y controladas. Lo recomendable es que los niños tengan sus propios aparatos
electrónicos a partir de los 10 años, cuando saben distinguir las herramientas, pero siempre con el acompañamiento de los
padres.
 Integrar la tecnología a la dinámica familiar, ya sea en formato de juego o creando un espacio para compartir cosas que
hemos descubierto o leído en la web.
 Hablar con la familia sobre los peligros de las redes sociales o páginas web como publicar información personal, fotografías
o realizar compras en sitios no seguros
 Evitar el uso de dispositivos tecnológicos antes de dormir, la luz de estos afecta la visión y contribuye al insomnio. Usar
laptops, teléfonos móviles o tabletas antes de dormir puede resultar en un uso prolongado hasta altas horas de la madrugada,
por lo que el cuerpo no descansa bien y el rendimiento y nivel de tolerancia al día siguiente es menor.
 No usar los aparatos tecnológicos para mantener a los niños en silencio. Incentivarlos a jugar con otros compañeros y
realizar actividades en familia.
 Abrir espacios de diálogo y cultivar la confianza. Motivar a hablar en persona, evitando hacerlo de manera virtual cuando no
es necesario. Ahondar en las emociones y sentimientos de cada uno.
 Dar el ejemplo como padres. Los hijos suelen imitar las costumbres de los padres, por lo que es importante que todos cumplan
las reglas del hogar. Los padres deben demostrar con la práctica que es importante regular la tecnología en el hogar.

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