Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los Congos de Portobelo son los descendientes de los Cimarrones, quienes han
conservado los relatos de sus ancestros en una tradición viva convertida en una
obra de arte.
Presenciar una danza Congo es como viajar en el tiempo, logrando fuerza y poder a
medida que se aproximan a sus ancestros africanos del siglo XVII.
La cultura Congo sobrevivió gracias al uso del "doble sentido" que los africanos
esclavizados utilizaron como arma de resistencia. Este lenguaje les permitió
comunicarse los unos con los otros mientras confundían a los españoles. Al
distorsionar el significado, la realidad se tornaba ambigua convirtiendo a los
africanos en maestros en el intercambio de información. La habilidad de
comunicarse entre sí, sin ser descubiertos, les hacía posible planificar fugas y
levantamientos, así como operar un elaborado sistema de espionaje.
El Congo viene de esa tierra de infinitas formas, contrastes y matices llamada África,
y que también se funde en el suelo panameño, sobreviviendo como una llama que
se enciende, como un espíritu indomable y que no se rinde, de colores rojos y
negros, de sonrisa amplia y ojos oscuros. Una llama que suda cuando se posa
sobre el cuerpo de uno de los danzantes en los bailes que se reconocen hoy como
una de las tradiciones de mayor riqueza e interpretación artística, visual y espiritual
en la provincia de Colón.
Las costumbres de los Congos consisten en actuaciones tradicionales no escritas,
con personajes mitológicos, rituales, disfraces, arquitectura, música, gastronomía y
danza. La interpretación de la danza Congo rememora metafóricamente la era de
sus ancestros y describe la victoria del bien sobre el mal.
El hombre las lee y se acerca, ella lo aleja y lo empuja como invitándolo, como
deseando de espaldas la mirada del negro que arde y se estremece. Ella lo deja y el
se acerca mientras los tambores gritan salvajes las antiguas lenguas africanas.
El Diablo
El Ángel
El Pajarito
El pajarito es el mensajero del grupo, que usa su silbato para avisar a los demás
sobre la llegada del diablo.
La ropa es vieja y se viste al revés, dando un efecto paródico. Las cuerdas y listones
aluden a las cadenas de la esclavitud y los objetos queridos se guardan con bolsas
grandes que se usaban para períodos de fuga de los españoles. Se complementa la
vestimenta con sombrero cónico y bastón.
La muerte, con su enorme guadaña, quiso llevarse a más de un negro bailarín un día
de la Candelaria, en pleno jolgorio en algún lugar de las colonias de esclavos de
América, quizás lo logró, pero de ello no hay testimonios, Donde si existen relatos de
la gesta es en Barranquilla, donde no se dejaron ganar la lucha con la Muerte o la
Ganchua, a la que derrotaron a punta de Tambor y Guacharaca, así a perdurado en
el tiempo.
VESTUARIO
La mujer se viste con falda larga, rematada con volantes, con los colores de la
bandera de Barranquilla, la blusa de escote amplio o palangana, y arandelas, en su
cabeza un adorno de flores y zapatos negros.
El hombre un pantalón bombacho negro hasta la rodilla, con bolsillos rematados con
encajes, a lo largo de los laterales del bombacho gruesos encajes, largas medias
blancas camisa amarilla con mangas largas, una pechera o peto, una capa pequeña
adornada y con encajes alrededor, zapatos planos, sombrero blanco adornado con
flores artificiales y cintas de colores, maquillaje en la cara con blanco y rojo, símbolo
de la muerte y la vida.
El disfraz de la muerte debe ser enterizo negro de la cabeza a los pies, con dibujo de
esqueleto pintado sobre el vestido, algunas veces lleva la cara pintada o bien una
careta en forma de calavera y porta una guadaña larga en sus manos.
Martín Orozco.
En las danzas de congos existe similitud con sus homólogos de algunas regiones
africanas. Son supervivencias de los antiguos cabildos de negros de la época
colonial en Cartagena de Indias. Dichas danzas se originaron en un baile nacional
de negros congoleses, que más tarde en Barranquilla, se convirtió en danza de
carnaval.
En el año 2005, la Danza El Torito cumple 127 años de actividad continua en las
fiestas de Momo. Se caracteriza El Torito por su antigüedad, tradición y
conformidad familiar, revelando notoriamente al hombre del Caribe, mediante la
expresión artística y folclórica.
MUSICA Y BAILE
En las danzas de Congo son fundamentales los elementos del baile cantado:
tambor, coros y palmas. El baile es acompañado de la percusión rítmica del
tambor, el batir de las palmas y la guacharaca. Los versos son improvisados por un
solista y hacen parte de la tradición oral mantenida en la memoria de la danza.
Estos versos son expresión y fiel reflejo de las impresiones producidas en el alma
humana, es la viva imaginación del hombre hacia los sentidos de exaltación y júbilo
sobre la vida, los personajes y sus valores.
Alégrate Barranquilla
no te pongas a pensar
porque fiesta como ésta
tenemos que gozar.
Los congos bailan entonces, el ritmo interior que hay en la música que ejecutan el
solista, los músicos y el coro de palmas que los acompañan. El ritmo es
inseparable de la danza como elemento de sus ser y se entregan con júbilo a ella.
La emoción que experimentan los danzantes, músicos y coros, estás en los pasos,
gestos, movimientos y actitudes. Este de la danza es, ante todo, simbólico y
sugestivo, lo cual se refleja en la riqueza de imágenes y vitalidad que nos ofrece y
la convierte en la más comunicativa de las artes.
Las danzas africanas bantú realizan cultos funerarios en los cuales elevan
plegarias para los difuntos. Estos ritos obedecen a diversas razones de orden
religioso, mágico o social.
"Hacemos esta ceremonia con devoción, para que el ánima del difunto nos evite el
peligro. A raíz de esta devoción no hemos tenido problemas en nuestra danza. Es
una fe y una tradición en la danza porque creemos que los difuntos nos protegen".
Versos alusivos a los difuntos, cantados el domingo de carnaval por Víctor Meza:
Ya se murió coroncoro
ya lo llevan a enterrar