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M11. U2. S5. Actividad 1.

Pertinencia
de las disposiciones del reglamento
interior de trabajo y el proceso de
huelga.

Estudiante: Fernando Avila Castro. 
Matrícula: ES162000250
Escuela: UnADM. 
Programa educativo: Licenciatura en Derecho. 
Nivel: Licenciatura. 
Módulo 11: Relaciones colectivas de trabajo y seguridad social.
Unidad 2: Derecho Colectivo del Trabajo.
Sesión 5: Reglamento interior de trabajo y huelga.
Actividad 1: Pertinencia de las disposiciones del reglamento interior de
trabajo y el proceso de huelga.
Docente: Lic. Sergio Hernández Méndez.
Fecha: 24 de marzo de 2018
Desarrollo

¿Por qué la huelga representa un derecho?

El vocablo “igualdad” desde la perspectiva jurídica en el diccionario de la lengua


española lo define cómo: principio que reconoce a todos los ciudadanos capacidad
para los mismos derechos4 y si todos los artículos de la Constitución Federal
están en un mismo plano de igualdad, quiere decir que el artículo primero que
establece el principio de igualdad ante la ley, el quinto que establece la libertad de
trabajo y el ciento veintitrés que reglamenta la actividad del trabajo y que de esta
se deriva como un derecho la huelga, se propone que se debe considerar a la
huelga como un derecho social fundamental, sin pasar por alto el equilibrio que
debe existir entre el trabajo y la producción sustentable, esta última encuentra su
fundamento constitucional en el numeral 28 de la Ley Suprema.

Derivado del principio de igualdad jerárquica de los dispositivos constitucionales y


de que el derecho a la libertad de trabajo se encuentra en la parte dogmática de la
Constitución Federal, el cual es un elemento indispensable para que se dé la
figura jurídica de la huelga, la cual se encuentra consagrada en el artículo 123 de
la misma ley suprema, por lo anterior, se considera que el derecho de huelga es
un derecho fundamental en los Estados Unidos Mexicanos, razonamiento que
coincide con criterios, por ejemplo, del Dr. Ignacio Burgoa, quien al respecto
afirma:

En la relación entre el artículo 5º. constitucional y 123 de nuestra ley


fundamental donde percibimos claramente la aplicación concreta de la tesis
del Insigne Ignacio L. Vallarta relativa a la extensión normativo-
constitucional de las garantías individuales, puesto que las disposiciones
que acabamos de citar , involucradas en el segundo de los preceptos
aludidos, y el cual no está incluido en el título de “Garantías individuales”,
reglamentan la libertad de trabajo consagrada como derecho subjetivo
público en el primer artículo citado.

Criterio coincidente del Doctor Burgoa con el autor Cesar Carlos Garza García,
quien afirma que otra gran cantidad de derechos constitucionales de los
gobernados se encuentran en otra partes de la Constitución, entre ellos los
derechos en materia del trabajo5 , considerándolos dentro de los derechos
fundamentales sociales en los siguientes términos:
Una clasificación de las garantías constitucionales de acuerdo a la naturaleza del
sujeto activo, se consideran en individuales y sociales, la primera, consiste en que
son aquellos derechos subjetivos públicos que pretenden procurar un espacio
mínimo de liberta (capacidad de ejercitar derechos) a los gobernados frente a la
autoridad, pero en donde el gobernado es considerado en su individualidad, la
segunda, consiste en que son aquellos derechos subjetivos públicos que pretenden
procurar un espacio mínimo de libertad (capacidad de ejercitar derechos) a los
gobernados frente a la autoridad, pero donde se hace referencia a una textura
social, como gobernados.

Los anteriores criterios, los podemos utilizar como premisas que aunadas al
criterio que establece que: el derecho de huelga, se ha dicho, es el medio más
eficaz por el cual se puede persuadir al empleador para que cumpla con sus
obligaciones. Es el derecho fundamental de la clase trabajadora, irrestricto e
irrenunciable, por lo anterior, doctrinariamente podemos deducir que el derecho de
huelga es un derecho fundamental en los Estados Unidos Mexicanos.[ CITATION
Sán12 \l 2058 ]

¿Cuáles son los objetivos de la huelga?

Conforme se establece en el artículo 450 de la Ley Federal del Trabajo, que a la


letra dice:

La huelga deberá tener por objeto:


I. Conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la producción,
armonizando los derechos del trabajo con los del capital;
II. Obtener del patrón o patrones la celebración del contrato colectivo de
trabajo y exigir su revisión al terminar el período de su vigencia, de
conformidad con lo dispuesto en el Capítulo III del Título Séptimo;
III. Obtener de los patrones la celebración del contrato-ley y exigir su
revisión al terminar el período de su vigencia, de conformidad con lo
dispuesto en el Capítulo IV del Título Séptimo;
IV. Exigir el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo o del contrato-ley
en las empresas o establecimientos en que hubiese sido violado;
V. Exigir el cumplimiento de las disposiciones legales sobre participación de
utilidades;
VI. Apoyar una huelga que tenga por objeto alguno de los enumerados en
las fracciones anteriores; y
VII. Exigir la revisión de los salarios contractuales a que se refieren los
artículos 399 bis y 419 bis.[ CITATION LFT15 \l 2058 ]

De acuerdo con el principio de libertad sindical, corresponde a los trabajadores


determinar cuáles son los fines que pretenden alcanzar a través de la
proclamación y, en su momento, del estallamiento de la huelga. De esta suerte,
con el sentido y oportunidad de los intereses profesionales que persiguen los
huelguistas, éstos son quienes deciden cómo diseñar sus estrategias
reivindicatorias, y en qué forma hacer valer sus pretensiones jurídicas frente a
quienes consideran que violentan sus derechos.

Desde sus orígenes, y como un elemento inherente al derecho constitucional de


huelga, debe considerarse el aspecto de sus fines que pueden ser tan diversos y
en su caso, tan complejos, como peculiares sean la situación y los propósitos que
persigan los trabajadores. Lo contrario, o siquiera la intención de limitar dichos
fines fuera de la voluntad e intereses que persigan los huelguistas, equivale a
transgredir el alcance y real sentido de la autonomía colectiva de los trabajadores.
Y no es válido invocar que la razón y el Estado de derecho son la justificación y
límite necesario de todas las pretensiones, porque en verdad se desprende que
hay valores y principios que son un coto obligado al proceder ordenado del
hombre, de acuerdo con la justicia y el bienestar general.

Pero al igual que respetar el interés ajeno, todo hombre tiene el derecho, y en la
especie, los trabajadores, de que se respete su integridad, su existencia y su
dignidad personal y familiar, con motivo y ocasión de su trabajo. Por lo mismo,
cuenta el trabajador con la potestad de decidir, en conjunto con sus compañeros,
la forma e intensidad de sus movilizaciones de lucha y resistencia sindical para
enfrentar el abuso del patrón o inclusive del Estado, cuando desconozcan o
violenten su interés profesional. De esta suerte, es manifiesto que los fines de la
huelga dependen de lo peculiar y cambiante que resulten las causas que
precipiten los conflictos colectivos y que incidan en una huelga profesional,
económica o atípica.
Sin embargo, es factible sostener, a través de un esfuerzo de síntesis, que esos
fines diversificados pueden reducirse a dos vertientes:

La defensa de los intereses profesionales de los trabajadores, y

La promoción permanente y progresiva de sus reivindicaciones.

En rigor es factible subdividir los fines torales de la huelga en dos sentidos:

Inmediato o de carácter económico, que regularmente se traduce en la lucha por


salarios suficientes y condiciones remuneradoras del trabajo, que propicien, en el
corto plazo, una vida decorosa.

El segundo sentido de la huelga, soporte e inspiración de su eficacia, es su


finalidad política, realizable a largo plazo, y que pretende lograr, la transformación
estructural de un régimen económico de explotación, por otro más acabado, que
trasluzca el bienestar y aspiración legítima de los trabajadores a un Estado de
derecho y a la justicia social. La dimensión y carácter de las reivindicaciones
perseguidas corresponde, en forma exclusiva, a los propios sujetos activos en el
ámbito de esta figura; vale decir, a los trabajadores coaligados y específicamente
huelguistas.

Más en el derecho mexicano, en clara contradicción con la libertad sindical y el


espíritu social del derecho del trabajo, se arrebata a los trabajadores el derecho a
decidir los fines de sus huelgas, para que el legislador venga a ser quien
determine el objeto de las mismas. Es decir, que en forma insólita, si la huelga ha
alcanzado el carácter de un derecho constitucional, el Estado neutraliza su
eficacia, al determinarse expresamente, en el artículo 450 de la Ley Federal del
Trabajo, cuáles son sus posibles objetivos.

Este absurdo nos obliga a distinguir entre fines esenciales de la huelga, por un
lado, y sus objetivos legales, por el otro. En esta virtud, el legislador señala como
objetivos expresos de la huelga, los siguientes:

a) Conseguir el equilibrio entre los factores de la producción, armonizando los


intereses del capital y el trabajo, disposición consignada en la fracción XVIII del
apartado A del artículo 123 de la Constitución, así como la fracción I del artículo
450 de la ley.

En principio pudiera pensarse que los objetivos de la huelga, señalados por el


legislador, son tan sólo enunciativos, mas su trascendencia en la autorización y
existencia de los sindicatos, evidencian que son limitativos. El requisito de fondo,
que es al que me he referido, así como los objetivos restantes de la huelga,
constituyen los motivos más frecuentes para que las autoridades laborales
impidan la formación de los sindicatos democráticos, y nieguen, a capricho, los
registros. Constituyen, por lo mismo, la causa más socorrida con la que cuentan
las juntas para negarse a otorgar la personalidad jurídica del sindicato y conferir al
registro efectos constitutivos.

El criterio burocrático reinante en nuestros tribunales de trabajo, pretende reducir


la problemática de la determinación del equilibrio entre los factores de la
producción a la autorización de las autoridades laborales y a los casos de
celebración o revisión del contrato colectivo o del contrato-ley. Absurdo resulta
pretender aniquilar la libertad sindical y el carácter constitucional de la huelga
como uno más de los derechos humanos, al intentar impedir que sean los
trabajadores quienes determinen en qué casos y bajo qué condiciones se ha
alterado, en su prejuicio, el equilibrio económico en la empresa.

Como derecho, la huelga habilita a los trabajadores para decidir cuándo y en qué
condiciones han de presionar a las empresas y al Estado, para conseguir sus
pretensiones y reestablecer el equilibrio que consideran alterado en su perjuicio. El
marco formal y los criterios para tramitar los incidentes de calificación de la huelga,
y en la especie de la ilicitud, se tratarán con detalle al analizar el procedimiento de
la huelga.

b) Otros objetivos de dicha figura, señalados por el legislador, son exigir la firma o,
en su caso, la revisión o cumplimiento del contrato colectivo de trabajo o del
contrato-ley.
c) Otro objetivo consiste en requerir a la empresa la observancia de las normas
atinentes a la participación de utilidades.

d) Un objetivo importante y sugerente de la huelga es apoyar otro movimiento


huelguístico realizado conforme a los términos de ley y que, como ya lo he
señalado, se conoce, en la dogmática, como huelga solidaria o por simpatía.

e) Finalmente, otro objetivo específico reconocido por el legislador es exigir la


revisión anual de los salarios en los contratos colectivos de trabajo o, en su caso,
del contrato-ley, disposición adicionada durante el echeverriato con el fin de
compensar los estragos de las devaluaciones y la crisis que se precipitó.[ CITATION
San16 \l 2058 ]

¿Quérequisitos se solicita para hacer uso del derecho de huelga?

Conforme se establece en el artículo 920 de la Ley Federal del Trabajo, que a la


letradice:

El procedimiento de huelga se iniciará mediante la presentación del pliego


de peticiones, que deberá reunir los requisitos siguientes:
I. Se dirigirá por escrito al patrón y en él se formularán las peticiones,
anunciarán el propósito de ir a la huelga si no son satisfechas, expresarán
concretamente el objeto de la misma y señalarán el día y hora en que se
suspenderán las labores, o el término de prehuelga;
II. Se presentará por duplicado a la Junta de Conciliación y Arbitraje. Si la
empresa o establecimiento están ubicados en lugar distinto al en que resida
la Junta, el escrito podrá presentarse a la autoridad del trabajo más próxima
o a la autoridad política de mayor jerarquía del lugar de ubicación de la
empresa o establecimiento. La autoridad que haga el emplazamiento
remitirá el expediente, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la Junta
de Conciliación y Arbitraje; y avisará telegráfica o telefónicamente al
Presidente de la Junta.
III. El aviso para la suspensión de las labores deberá darse, por lo menos,
con seis días de anticipación a la fecha señalada para suspender el trabajo
y con diez días de anticipación cuando se trate de servicios públicos,
observándose las disposiciones legales de esta Ley. El término se contará a
partir del día y hora en que el patrón quede notificado.[ CITATION Jus18 \l 2058 ]
¿Explique el procedimiento que establece la ley de la materia para iniciar una
huelga?

El análisis de las disposiciones contenidas en el título octavo, capítulos I y II, y


título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite distinguir,
con base en los efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres
principales etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas características
esenciales son las siguientes:

a) La primera, que comprende desde la presentación del pliego petitorio por la


coalición de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al patrón. En esta fase
se precisa el motivo, objeto, fecha y hora de la suspensión de labores, se verifica
el cumplimiento de los requisitos de procedibilidad por la autoridad y, en caso de
quedar satisfechos, se ordenará su notificación al patrón o, de no ser procedente
la petición, se negará el trámite correspondiente, dando por concluido el
procedimiento;

b) La segunda etapa, conocida también como de pre-huelga, abarca desde el


emplazamiento al patrón hasta antes de la suspensión de labores. La notificación
del pliego petitorio produce el efecto jurídico de constituir al patrón en depositario
de la empresa afectada por la huelga, lo que le impide realizar actos de
disposición sobre los bienes del establecimiento, asimismo, se genera la
suspensión de la ejecución de las sentencias y diligencias de aseguramiento que
recaigan sobre los tales bienes, distintas de fallos laborales y cobro de créditos
fiscales, en los términos previstos en la ley. También en esta etapa se celebra la
audiencia de conciliación ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, en que se
procurará el avenimiento de las partes, sin prejuzgar sobre la existencia o
justificación del movimiento y, de no llegar a una solución, previamente al
estallamiento de la huelga, se fijará el número de trabajadores que deberán
continuar laborando, en los casos en que pueda verse afectada la seguridad de la
empresa, los bienes de producción o la reanudación de los trabajos y;
c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión de labores hasta
la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga suspende los
efectos de las relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes y conflictos
de naturaleza económica, durante el periodo de paro de labores. Dentro de las
setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga, se podrá solicitar la
declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de procedencia y
objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de responsabilidad
y se fijaría a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para regresar a
laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por terminadas las
relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se considerará legalmente
existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por acuerdo
entre las partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a cargo
de quien elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores sometieron
a ella la decisión, fallo que resolvería en definitiva sobre la justificación o
injustificación de la suspensión de labores. [ CITATION sjf11 \l 2058 ]

¿Qué es huelga por solidaridad?

En contra de la dogmática, dentro del derecho mexicano es reconocida


expresamente la huelga por solidaridad, reconocida dentro de la fracción VI del
artículo 450 de la Ley Federal del Trabajo, si bien en la práctica ha resultado
nugatoria, merced a la predisposición del sistema para propiciar su práctica y a la
propia negligencia de los trabajadores o de sus agrupaciones que jamás la han
realizado. De la misma habré de ocuparme con mayor profundidad al hablar de la
lucha sindical y la acción directa del trabajo, marco dentro del cual es tratada por
la mayoría de los autores, a la luz del derecho comparado. Por ahora, y en virtud
de formar parte de las huelgas que en principio tienen un reconocimiento y
régimen expreso dentro de nuestro derecho positivo, aunque éste sea nugatorio
como sucede en la especie, realizaré una semblanza sobre su idea y eficacia.

El legislador la reconoce circunscrita solamente al propósito de dar apoyo a otra


huelga realizada legalmente, y que tenga por objeto alguno de los supuestos
comprendidos dentro del artículo 450 de la ley. Excluye la opción frecuente,
contemplada en el derecho comparado, de suspender las labores, de manera
temporal y articulada, por los trabajadores para solidarizarse con alguno de sus
compañeros, ya sea por su despido sin motivo o por padecer una injusticia. Puede
tratarse también de la paralización de labores que los obreros realizan como forma
de presión y resistencia para impedir que la empresa despida a su libre arbitrio, a
alguno de sus dirigentes sindicales.

Con Montoya Melgardebe apuntarse que junto a la huelga laboral o típica, objeto
del presente ensayo, la práctica conoce tanto huelgas con finalidades extra
laborales como aquéllas que no van dirigidas de manera directa a los patrones.
Alude, en este sentido, a huelgas muy sugestivas como las políticas o aquéllas
que se enderezan contra el parlamento o el gobierno, respecto de cuya naturaleza
como huelgas existe gran controversia.

Siempre en relación con la huelga solidaria, apuntaba en otra obra, que "criticada
como un atentado contra la estabilidad económica y la seguridad general, este tipo
de huelga pretende provocar la intervención niveladora del Estado o robustecer la
fuerza de una ya estallada, para presionar a la aceptación de las prestaciones
reclamadas". Por lo mismo, se le estudia ya como una huelga atípica o una
estrategia de reacción obrera sui generis, en todo caso cercano a las fórmulas
heterodoxas de la resistencia sindical. De esta suerte, vista su eficacia nugatoria y
su virtual inaplicabilidad dentro de nuestro sistema, me lleva a considerarla,
propiamente, como una huelga especial, vinculada a la política, y que más bien ha
de tratarse en las figuras atípicas del derecho sindical.[ CITATION San16 \l 2058 ]
Fuentes de consulta
Fuentes, S. D. (septiembre de 2012). islssl.org. Obtenido de islssl.org: http://islssl.org/wp-
content/uploads/2013/03/Mexico-SanchezAuro.pdf

Justia. (2018). mexico.justia.com. Obtenido de mexico.justia.com:


https://mexico.justia.com/federales/leyes/ley-federal-del-trabajo/titulo-
catorce/capitulo-xx/

LFT. (12 de julio de 2015). http://www.diputados.gob.mx. Obtenido de


http://www.diputados.gob.mx:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/125_120615.pdf

Santos. (2016). revistas.juridicas.unam.mx. Obtenido de revistas.juridicas.unam.mx:


https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-
comparado/article/view/3548/4246

sjf. (septiembre de 2011).


sjf.scjn.gob.mx. Obtenido de
sjf.scjn.gob.mx:
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Docume
ntos/Tesis/1009/1009439.pd

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