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1.

La titularidad y el contenido del derecho de huelga


De fine el derecho de huelga, para el Tribunal Constitucional, «el ser un derecho atribuido
a los trabajadores utisinguli, aunque tenga que ser ejercitado colectivamente mediante
concierto o acuerdo entre ellos» (STC 11/1981). Recibe así el Alto Tribunal la
formulación clásica en la materia, según la cual el derecho de huelga es de titularidad
«individual» de cada trabajador y de ejercicio «colectivo». Se pone de manifiesto de este
modo que la naturaleza esencialmente colectiva del fenómeno «huelga», expresada a
través de la exigencia de su ejercicio colectivo, no puede ocultar que, a la postre, quien
decide si secunda o no una huelga previamente convocada es cada uno de los trabajadores
afectados e individual (no orgánica) es, por lo tanto, la titularidad del derecho. Con ser
ello cierto, dicha expresión del problema en estos pedagógicos términos dista mucho, sin
embargo, de ofrecer la claridad conceptual y precisión técnica necesarias, habiéndose
llegado incluso a invertir la formulación clásica de la cuestión (el derecho de huelga es,
más bien, de titularidad colectiva y de ejercicio individual, por -que un trabajador singular
no puede convocar una huelga, ni tampoco un sindicato puede abstenerse de acudir al
trabajo) para poner de manifiesto la insatisfacción conceptual que produce.
Con todo, «invertir» meramente los términos del binomio clásico por to -da operación de
pureza técnica frente a sus carencias (se ha señalado también que la titularidad individual
del derecho es la única conclusión constitucional, en tanto que las llamadas «facultades
colectivas» de su ejercicio forman parte del derecho de libertad sindical y no propiamente
del de huelga) no parece medicina suficiente.
1). El contenido colectivo del derecho, que tiene que ver con la realización de huelga
como fenómeno o medida colectiva en su conjunto (génesis, desarrollo y conclusión de
la acción). Son así facultades de ejercicio colectivo del derecho de huelga: 1) La
convocatoria de la huelga, o declaración de la misma. 2) La elección de la modalidad de
huelga, que deberá moverse naturalmente «dentro de aquellos tipos o modalidades que la
ley haya ad mi ti do», pudiendo el legislador «considerar ilícitos o abusivos algunos tipos,
siempre que lo haga justificadamente, que la decisión legislativa no des borde el
contenido esencial del derecho y que los tipos o modalidades que el legislador admita.
No cabe duda de que en estos casos la titularidad del derecho de huelga (mejor, de los
distintos derechos o facultades que integran su contenido o ejercicio colectivo)
corresponde a diferentes sujetos colectivos (sindicatos, órganos de representación unitaria
o sindical en los centros de trabajo y asambleas de trabajadores) y es lógicamente, por lo
tanto, también de carácter colectivo.
2). El contenido individual del derecho, que se refiere a la actitud del trabajador singular
ante una huelga ya convocada, comprende, por su par te, la adhesión a una huelga ya
convocada («derecho de sumarse o no a las huelgas declaradas», STC 11/1981), así como
la participación en acciones de desarrollo de la huelga (la incorporación del trabajador a
la acción de piquetes ya mencionada, entre ellas) y la decisión de dar por terminada la
propia participación en la misma. Es evidente que en esta ocasión la titularidad del
derecho corresponde de modo exclusivo a cada trabajador singularmente considerado y
es por ello de carácter individual.
2. Titularidad
La titularidad del derecho de huelga, es una cuestión discutida intensamente durante años
a nivel doctrinario, debido a la ambigüedad que existe en muchos casos en las
constituciones de los países, incluso cada país tiene sus propias aproximaciones al
respecto. En el Perú el Tribunal Constitucional también ha sentado posición al respecto,
por su parte la Organización Internacional del Trabajo también ha manifestado lo
correspondiente, aun así, no deja de ser un tema discutible. La OIT ha señalado en el
convenio N°87, que la organización de trabajadores tiene derecho de formular su
programa de acción, con lo que se entiende que el titular del derecho de acción, es decir,
de ejercer la huelga, son los trabajadores. Luego, agrega en el mismo convenio artículo
10 que debe entenderse por organización, aquella que tenga por finalidad defender los
intereses de los trabajadores. En ese sentido queda claro que no solo un sindicado
formalmente inscrito, tiene este derecho, sino que bastará que exista una organización de
trabajadores. Luego, también queda inmerso en este concepto amplio un grupo de
trabajadores, un gremio o cualquier otra denominación que se le dé. Así también lo han
expresado la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones y el
Comité de Libertad Sindical, haciendo alusión a lo que se llama “principio básico” en
materia de huelga, por lo que se le considera «un derecho legítimo al que pueden recurrir
los trabajadores y sus organizaciones y uno de los medios esenciales de que disponen para
promover y defender sus intereses económicos y sociales».
Luego, existen otros instrumentos internacionales, que también reconocen una amplia
titularidad al derecho de huelga, como la Carta Internacional Americana de Garantías
Sociales o Declaración de los Derechos Sociales del Trabajador, que en su artículo 27,
señala que «Los trabajadores tienen derecho a la huelga. La Ley regula este derecho en
cuanto a sus condiciones y ejercicio». Por su parte, la Declaración Socio laboral de
Mercosur, en su artículo 18 indica que «los trabajadores y las organizaciones sindicales
tienen garantizado el ejercicio del derecho de huelga, atendiendo a las disposiciones
nacionales vigentes en cada Estado Parte». Si bien el Perú no es Estado Parte en Mercosur,
resulta necesario mencionar estos para ampliar los conocimientos de la presente
investigación.
La Constitución Política del Perú, no aporta muchos elementos para determinar la
titularidad del derecho de huelga, pues su enunciado indica que reconoce y regula el
derecho de huelga, pero no indica quiénes son sus titulares. En cambio, la Ley de
Relaciones Colectivas de Trabajo Ley Nº 25593, en su artículo 72 sí establece una
titularidad ya que indica: «Huelga es la suspensión colectiva del trabajo acordada
mayoritariamente y realizada en forma voluntaria y pacífica por los trabajadores, con
abandono del centro de trabajo. Su ejercicio se regula por el presente Texto Único
Ordenado y demás normas complementarias y conexas».
El Tribunal Constitucional peruano en su Sentencia de pleno, recaída en el expediente
008-2005-PI/TC, reconoce el debate doctrinario al respecto, pero sienta una posición
clara en cuanto a la titularidad del derecho de huelga, señalando lo siguiente:
41. La doctrina tiene opiniones dispares sobre este punto, ya sea respecto a la
titularidad de los trabajadores en sentido lato o a la de los trabajadores adscritos a una
organización sindical.
Este Colegiado estima que, de conformidad con lo establecido en los artículos 72.°
y 73. ° del Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo (Decreto
Supremo N.° 010-2003-TR), su ejercicio corresponde a los trabajadores en sentido lato,
aunque sujeto a que la decisión sea adoptada en la forma que expresamente determina la
ley y dentro de su marco, el estatuto de la organización sindical.
Al respecto, Fernando Elías Mantero [Derecho Laboral –Relaciones Colectivas de
Trabajo. Lima: Ius Editores, p. 278] señala que su ejercicio corresponde a los trabajadores
en general; es decir, que son ellos y no la asamblea sindical los que acuerdan la huelga.
Añadamos, en el ámbito respectivo. Entre las atribuciones vinculadas al derecho de
huelga aparecen las siguientes:
- Facultad de ejercitar o no ejercitar el derecho de huelga.
- Facultad de convocatoria dentro del marco de la Constitución y la ley. En ese
contexto, también cabe ejercitar el atributo de su posterior desconvocatoria.
- Facultad de establecer el petitorio de reivindicaciones; las cuales deben tener por
objetivo la defensa de los derechos e intereses socio-económicos o
profesionales de los trabajadores involucrados en la huelga.
- Facultad de adoptar las medidas necesarias para su desarrollo, dentro del marco
previsto en la Constitución y la ley.
- Facultad de determinar la modalidad de huelga; esto es, si se lleva a cabo a plazo
determinado o indeterminado.
Desde una perspectiva doctrinaria avalada por la jurisprudencia más avanzada se acepta
que la huelga debe ser convocada tomándose en consideración lo siguiente:
- La existencia de proporcionalidad y carácter recíproco de las privacionesy daño
económico para las partes en conflicto.
- La constatación de que no se haya impuesto a los trabajadores discrepantes con
la medida de fuerza acordada la participación en la huelga.
Luego, a nivel doctrinario resalta el pensamiento de Wagner D. Giglio, quien señala hasta
tres titulares, la primera considera que la huelga es un derecho del trabajador, la segunda
que es un derecho del sindicato y la tercera vendría a ser un derecho de un grupo de
trabajadores, en el cual el sindicato únicamente proclama la huelga y representa a los
huelguistas. Por su parte, Emilio Morgano indica que el derecho de huelga debe ser
decidido por un colectivo de trabajadores siguiendo un procedimiento democrático, si
bien cada trabajador puede optar por continuar o terminar su ejercicio de tal derecho, este
hecho no lo convierte en un derecho individual. A su vez el maestro Montoya Melgar,
señala que existe una diferencia entre el derecho de la «puesta en huelga», que es un
derecho individual y el derecho de convocar, declarar, desarrollar y finalizar una huelga
que evidentemente es un acto colectivo, que puede ser realizado por el sindicato,
representaciones no sindicalizadas o un simple conjunto de trabajadores. El maestro
Rolando Murgas Torraza indica que, La huelga debe entenderse como un derecho
colectivo. Su titular es el grupo o la organización sindical, no el trabajador
individualmente considerado. Los
intereses que se tutelan son colectivos, de deliberación y de ejecución, aunque en ambos
son necesaria la concurrencia de voluntades provenientes de distintos trabajadores. En la
ejecución o actuación de la huelga, también es manifiesta una actividad colectivamente
concertada, sin la cual la huelga carecería de eficacia, puntualiza además que cada
trabajador puede o no adherirse a la huelga, pero no es la adhesión vista desde la
perspectiva individual, lo que califica el fenómeno social de la huelga.41
Por su parte, Mario Pasco Cosmópolis ha indicado que es un derecho individual de
ejercicio colectivo, pero que no corresponde al sindicato sino a los trabajadores quelo
integran, pues de corresponder a este, podría ejercitarlo o no sin necesidad deuna voluntad
mayoritaria de sus trabajadores. También el maestro Américo Pla ha indicado que la
huelga «es un fenómeno colectivo, porque supone la interrupción concertada de la
prestación de trabajo que realiza un grupo de trabajadores, que se trata de un derecho
subjetivo que viene determinado en su ejercicio por una necesaria manifestación
colectiva».

3.- Sujetos o titulares del derecho a Huelga


La titularidad de sus ejercicios corresponde a los trabajadores en sentido lato, debiendo
la decisión ser adoptada en la forma que establece la Ley y el estatuto sindical. La doctrina
tiene opiniones dispares sobre este punto, ya sea respecto a la titularidad de los
trabajadores en sentido lato o a la de los trabajadores adscritos a una organización
sindical. Este Colegiado estima que, de conformidad con lo establecido en los artículos
72 y 73 del texto único Ordenada de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, su
ejercicio corresponde a los trabajadores en sentí lato, aunque sujeto a que la decisión sea
adoptada en la forma que expresamente determina la ley y dentro de su marco, el estatuto
de la organización sindical. Tribunal Constitucional del Perú, Centro de Estudios
Constitucionales, 2006, Jurisprudencia y Doctrina Constitucional Laboral, Primer
Seminario: Temas de Derecho Laboral en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
Lima: Editorial Palestra, pág. 207.

DECRETO SUPREMO Nº 010-2003-TR


TEXTO ÚNICO ORDENADO DE LA LEY DE RELACIONES COLECTIVAS DE
TRABAJO
TÍTULO IV
DE LA HUELGA
Artículo 72.- Huelga es la suspensión colectiva del trabajo acordada mayoritariamente
y realizada en forma voluntaria y pacífica por los trabajadores, con abandono del centro
de trabajo. Su ejercicio se regula por el presente Texto Único Ordenado y demás normas
complementarias y conexas.
Artículo 73.- Para la declaración de huelga se requiere:
a) Que tenga por objeto la defensa de los derechos e intereses socioeconómicos o
profesionales de los trabajadores en ella comprendidos.
b) Que la decisión sea adoptada en la forma que expresamente determinen los estatutos
y que en todo caso representen la voluntad mayoritaria de los trabajadores comprendidos
en su ámbito.
El acta de asamblea deberá ser refrendada por Notario Público o, a falta de éste, por el
Juez de Paz de la localidad.
Tratándose de sindicatos de actividad o gremio cuya asamblea esté conformada por
delegados, la decisión será adoptada en asamblea convocada expresamente y ratificada
por las bases.
c) Que sea comunicada al empleador y a la Autoridad de Trabajo, por lo menos con
cinco (5) días útiles de antelación o con diez (10) tratándose de servicios públicos
esenciales, acompañando copia del acta de votación.
d) Que la negociación colectiva no haya sido sometida a arbitraje.
La concepción de la titularidad del derecho de huelga, es compatible con el principio
de libertad sindical.

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