Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Plan Generalidades
■ Generalidades 1 La escoliosis idiopática (EI) es una patología frecuente
Definiciones de escoliosis 2 que a menudo es tratada por kinesiterapeutas en un
Escoliosis idiopática 2 marco liberal, pero igualmente en los servicios de ortope-
■ Hipótesis etiológicas de la escoliosis idiopática 3 dia pediátrica y rehabilitación hospitalarios. El enfoque
Factores intrínsecos 3 rehabilitador es complejo y plantea numerosas cuestio-
Factores extrínsecos 5 nes, relacionadas principalmente con el hecho de que esta
■
patología presenta una amplia diversidad de síntomas, la
Factores evolutivos de la escoliosis idiopática
eficacia de la rehabilitación se cuestiona con frecuencia,
y pronóstico 6
los ejercicios deben ser adaptados a cada paciente y los
Durante el crecimiento 6
objetivos del tratamiento varían en función de los demás
En el adulto 7
medios terapéuticos aplicados (ortesis raquídea o cirugía).
■ Trastornos asociados a la escoliosis idiopática 7 Asimismo, resulta difícil valorar la eficacia de la rehabi-
Cardiorrespiratorios 7 litación debido a la variabilidad de la evolución de la
Trastornos posturales dinámicos 7 deformidad y, en algunos casos, una estabilización podría
Dolor 9 ya considerarse un logro. En la actualidad, los enfoques
Trastornos psicológicos y del comportamiento 9 rehabilitadores que parecen ser más eficaces están basados
■ Retos diagnósticos 10 en los últimos conocimientos científicos que demuestran
El kinesiterapeuta, protagonista de la prevención 10 las particularidades del paciente con escoliosis en la cuales
Escoliosis falsamente idiopáticas 10 el kinesiterapeuta puede potencialmente actuar [1] .
■ Conclusión 10 Este primer artículo presenta los elementos científicos
conocidos sobre la EI para poder considerar las líneas
directrices de rehabilitación. Un segundo artículo tratará lar. Representa en promedio menos del 10% de los casos
los estudios y los tratamientos. Se aborda principalmente de escoliosis [4] ;
la EI de la adolescencia, ya que es la más frecuentemente • la escoliosis adquirida corresponde a la EI de origen des-
observada en la población general. conocido. Corresponde al 90% de los casos de escoliosis
y se observa casi siempre en la adolescencia, pero puede
afectar también a los niños pequeños.
Por el contrario, la actitud escoliótica corresponde a una
Definiciones de escoliosis desviación de la columna en el plano frontal completa-
mente reducible, sin deformidad y sin riesgo evolutivo.
El origen etimológico de la palabra «escoliosis»
Esta patología puede ser secundaria a una desigualdad de
proviene de la palabra griega skoliôsis, que significa
longitud de un miembro inferior, a una mala postura o
«tortuoso». Esta patología afecta principalmente a los
puede ser de origen psicológico [5] . El pronóstico es muy
niños y adolescentes en período de crecimiento. Indepen-
bueno y la corrección de la desviación puede llegar a ser
dientemente del tipo de escoliosis, secundaria o adquirida,
completa.
el riesgo evolutivo y las consecuencias inherentes a la
deformidad son máximas cuando el crecimiento del
tronco es importante [2] . Mientras que en la población Escoliosis idiopática
general la escoliosis se define como «una incurvación late-
ral patológica de la columna», la Scoliosis Research Society El profesor Dubousset ha propuesto la siguiente defini-
(SRS) define la escoliosis como «una curvatura lateral de la ción: «La EI es una deformidad raquídea que consiste en
columna vertebral que presenta un ángulo de Cobb igual un desplazamiento relativo y progresivo de un elemento
o superior a 10◦ con una rotación vertebral» [3] . En esta constitutivo (vértebra) en relación con su adyacente, que
definición, la curvatura incluye una deformidad de las vér- se produce en los tres planos del espacio (frontal, sagital
tebras, así como la alteración sistemática del plano frontal y coronal) sin pérdida de continuidad osteoligamentaria
y coronal (Fig. 1). y se desarrolla en toda la columna vertebral o sólo en una
La escoliosis puede ser secundaria o adquirida: parte, esencialmente en el período de crecimiento» [6] .
• la escoliosis secundaria es una deformidad ligada a otra Por lo tanto, la EI presenta siempre las siguientes carac-
patología (ejemplo: enfermedad motora cerebral, frac- terísticas:
tura vertebral, miopatía, malformación vertebral, etc.). • es una patología raquídea potencialmente evolutiva en
En este caso, es posible observar cualquier forma de el momento del crecimiento [7] ;
escoliosis, incluso en una o dos vértebras. Las deformi- • es una deformidad en los tres planos [8] ;
dades son a menudo muy importantes y angulares, lo • la cuarta dimensión de esta patología es el potencial de
que genera un riesgo neurológico de compresión medu- crecimiento restante y su rapidez;
A
Figura 1.
A. Paciente con escoliosis idiopática torácica de convexidad derecha con un ángulo de Cobb de 80◦ (vista anteroposterior, lateral y durante
la prueba de flexión anterior del tronco).
Figura 1. (continuación)
B. Radiografías de la columna total en posi-
ción de pie anteroposterior y lateral de esta
paciente.
• a pesar de las deformidades de la caja torácica y del compensatorias (sin deformidades vertebrales). En la ado-
tronco, persiste una continuidad entre los diferentes lescencia, el 25% de las EI son torácicas simples, el 25%
componentes raquídeos (vértebras, músculos, articula- lumbares simples, el 20% toracolumbares y el 30% esco-
ciones, caja torácica y pelvis) [7] . Por lo tanto, los riesgos liosis dobles [6] . En este mismo grupo de edad, cuando la EI
neurológicos son infrecuentes, ya que la médula espi- es torácica, la convexidad se sitúa en el 91% de los casos a
nal acompaña a las deformidades siempre que éstas no la derecha, y cuando es lumbar, la convexidad izquierda es
sean de tipo angular; la más frecuente (70%); la escoliosis es doble en el 90% de
• no existe un origen identificado. De esta forma, una los casos de tipo torácico derecho-lumbar izquierdo [12, 13] .
escoliosis puede llamarse «idiopática» en un primer
tiempo y ser etiquetada como secundaria al observarse
un origen, como por ejemplo, una anomalía medular. Hipótesis etiológicas
La EI puede aparecer en cualquier momento del creci-
miento. Se diferencian cuatro grupos de EI en función del de la escoliosis idiopática
momento de aparición: la EI del lactante (0-1 año), la EI
Actualmente, la literatura científica enumera no menos
infantil (1-4 años), la EI juvenil (4 años-inicio de los pri-
de 16 revisiones sistemáticas en relación con la etiología
meros signos puberales) y la EI del adolescente (primeros
o la etiopatogenia de la EI. Se ha observado que prácti-
signos puberales-final del crecimiento). Este último grupo
camente todas las estructuras del cuerpo humano están
representa el 80% de los casos de EI [9] .
involucradas en la patogénesis. Sin embargo, a pesar de los
En Europa, la frecuencia de la EI está estimada entre el
numerosos estudios, hasta la fecha no se ha demostrado
2-4% para los niños de 10-16 años [10] .
una causa única y la etiología parece ser más bien multi-
Globalmente, las niñas pequeñas presentan un riesgo
factorial. Este capítulo proporciona una visión general de
mayor que los niños en una proporción de 3,6 por 1 [11] .
los elementos observados en la literatura clasificándolos
Sin embargo, Dorfmann precisa que, en las EI del adoles-
en dos grupos: los elementos intrínsecos a la columna,
cente de más de 30◦ , el 80% de los pacientes son niñas
es decir, directamente implicados en el crecimiento de
pequeñas [6] .
la columna vertebral, y los elementos extrínsecos a la
Las EI se caracterizan por el número de curvaturas (sim-
columna [14] .
ple o doble), la localización de la curvatura (torácica,
toracolumbar o lumbar), la gravedad de la deformidad
(mayor o menor) y el lado de la convexidad en el plano Factores intrínsecos
frontal (derecho o izquierdo) (Fig. 2). Cabe señalar que
la atribución del nombre de la patología sólo tiene en Genética
cuenta las verdaderas curvaturas escolióticas (curvatu- En la actualidad se ha identificado un componente
ras con deformidades vertebrales) y no las curvaturas genético gracias a la observación de la aparición de la EI en
3
1
2
Anomalías discales cóncavo, sobre todo alrededor de las fibras de tipo I. Por
último, el análisis enzimático muestra un mayor número
Se ha demostrado que el núcleo pulposo de los discos
de enzimas glucolíticas en el lado cóncavo y más enzimas
en las EI muestra una alteración de la composición de los
oxidativas en el lado convexo. Se puede concluir que los
proteoglucanos y contiene menos colágeno y agua que en
músculos cóncavos adoptan un perfil más glucolítico, lo
una población control [33] . Además, el disco parece conte-
que resultaría más acorde con una actividad tónica dismi-
ner menos fibras elásticas, contiene láminas de colágeno
nuida en el lado cóncavo [46] .
degeneradas y agregaciones de proteoglucanos que sugie-
En comparación, las escoliosis congénitas no presen-
ren una perturbación del recambio celular que afecta a
tan diferencias en cuanto a la proporción de fibras tipo I
la integridad de la estructura tisular [34] . Sin embargo,
en el lado cóncavo comparadas con personas sanas, pero
estos cambios se han observado en la EI, pero también
presentan más fibras de tipo I en el lado convexo, pro-
en las escoliosis de tipo neurológico, lo que indica la
bablemente para combatir la progresión de las curvaturas
existencia de trastornos sobre todo secundarios a las defor-
asociadas a la deformidad congénita de la o las vértebras.
midades [35] .
La ausencia de alteración muscular primaria en las esco-
liosis congénitas a pesar de que empeoran como las EI,
Ligamentos raquídeos permite sugerir que, en el caso de las EI, las alteraciones
Debido a su papel de estabilización de la columna, los musculares no son la consecuencia de la deformidad, sino
ligamentos vertebrales han sido objeto de varios estudios. que contribuyen a la etiopatogenia de la EI.
Disecciones unilaterales de los ligamentos costotransver- En el caso de la EI, se ha observado una fibrosis mayor,
sos en los animales provocaron curvaturas convexas en el así como infiltrados de tejidos grasos en los músculos para-
lado opuesto [36] . Al mismo tiempo, las mismas diseccio- vertebrales del lado cóncavo [49] .
nes realizadas en el lado cóncavo en EI graves durante la Estos diferentes cambios pueden incluso conducir a una
cirugía correctora han permitido una mejor reducción de disminución de la resistencia a la fatiga [46] .
las curvaturas [37] . Se observa por lo tanto una mayor rigi- En relación con la fuerza, ésta ha sido valorada de dife-
dez de los ligamentos intervertebrales en el lado cóncavo rentes maneras. El uso de resistencia exterior al tronco
en las EI graves, lo que parece explicarse por un aumento ha permitido calcular la fuerza, expresada en N, o el
de la concentración de colágeno [38] que incrementa la momento de fuerza, expresado en N/m, generado por
rigidez del tejido en el que se encuentra. Sin embargo, no todos los músculos responsables del movimiento seleccio-
se observan estas diferencias en los estudios realizados en nado. La aplicación de electrodos musculares colocados
curvaturas más leves [39, 40] . generalmente en la piel opuesta al músculo a estudio ha
permitido valorar la intensidad de la actividad eléctrica
ligada a la contracción isométrica del músculo. Los estu-
Factores extrínsecos dios comparativos de fuerza entre el lado cóncavo y el
Anomalías del tejido conectivo convexo han demostrado una fuerza mayor cuando se
realiza el esfuerzo en el lado convexo [47, 50] . Así, Riddle
En general, se han analizado las distintas estructuras y Roaf, en pruebas isométricas con inclinación lateral,
que contienen tejido conectivo porque con frecuencia se mostraron una menor fuerza de los músculos paraverte-
observan EI en las patologías del tejido conectivo como brales del lado cóncavo sin afectación de los músculos
la enfermedad de Marfan, la osteogénesis imperfecta o la abdominales [47] . Mooney et al demostraron más fuerza
enfermedad de Ehlers-Danlos [41] . Asimismo, las pruebas desarrollada en el lado convexo no relacionada con la
clínicas indican con frecuencia una hiperlaxitud de las gravedad de las curvaturas, en una prueba isométrica
extremidades en los niños con EI. De esta forma, en un mediante el análisis de la actividad electromiográfica
gran número de pacientes se han observado fibras de colá- (EMG) de los músculos paravertebrales y oblicuos exter-
geno anormales en el tejido cutáneo [42] y subcutáneo de nos en rotación del tronco [50] .
las extremidades [43] . En 1994, Hadley-Miller demostró De forma global, la fuerza es similar en las personas
alteraciones del colágeno de los ligamentos. Un estudio sanas y en los pacientes con una EI en una contracción
detallado de los fibroblastos recogidos in vitro indicó un voluntaria máxima. Pero el reparto de actividad entre el
fallo potencial de la incorporación matricial de los com- lado izquierdo y el derecho está alterado a favor del lado
ponentes de las fibras elásticas en varios pacientes con convexo, tanto para los músculos paravertebrales como
EI [44] . Por lo tanto, es importante en la práctica clínica para los músculos abdominales [48, 51] .
comprobar que los pacientes jóvenes con hiperlaxitud no En relación con el nivel de resistencia de los múscu-
presentan una deformidad raquídea. los del tronco en los pacientes con una EI, no existen
muchos estudios. Gaudreault [52] realizó un estudio pre-
Disfunción muscular liminar que consistió en registrar la actividad EMG de
La mayoría de los estudios relacionados con la valora- los músculos paravertebrales en procúbito, manteniendo
ción de los trastornos musculares se han centrado en los el tronco en horizontal por fuera de la mesa de explora-
músculos del tronco, más en concreto en los músculos ción, en seis pacientes y diez personas sanas. Sin embargo,
paravertebrales, ya que son los principales responsables el autor llegó a la conclusión de que los parámetros
de la verticalización de la columna, especificidad que pre- EMG empleados no fueron suficientemente discrimina-
sentan los bípedos. Se pueden observar las disfunciones tivos para disociar el estado de resistencia o de fatiga de
musculares a distintos niveles: histológico, fuerza, resis- los músculos paravertebrales de los pacientes con una EI
tencia y rigidez. en relación con las personas sanas. Sólo el estudio de Sch-
En el plano histológico, varios estudios se han centrado reiber [53] en 2015 demostró en 50 pacientes valores de
en los músculos paravertebrales del ápex de la curvatura resistencia de los músculos paravertebrales, sometidos a la
escoliótica a partir de biopsias. Estas biopsias fueron rea- prueba de Sorensen-Biering, en promedio iguales al 50%
lizadas durante la intervención quirúrgica de pacientes de los valores normales [54] .
escolióticos y de forma percutánea en personas sanas. Por último, los estudios recientes sobre la valoración de
Mannion demostró una disminución de la proporción de la rigidez de los músculos del tronco intentan analizar la
fibras de tipo I en el lado cóncavo de la curvatura escolió- reproducibilidad de las medidas al inicio de equipos eco-
tica en relación con el lado convexo y, de forma global, gráficos. Pero será necesario mejorar todavía los estudios
menos fibras de tipo I en los pacientes con una EI compa- para disociar la rigidez, por una parte, de las cubiertas con-
rados con personas sanas [45–48] . Son sobre todo las fibras juntivas de las estructuras miofasciales y, por otro lado,
de tipo IIB las más numerosas en el lado cóncavo. Asi- de las unidades contráctiles sometidas a la activación del
mismo, la densidad de los capilares es menor en el lado sistema nervioso central [55, 56] .
con una curvatura simple son menos estables que las que aptitudes físicas. Varios estudios han demostrado una
presentan una doble curvatura, y la EI lumbar es menos disminución de los parámetros espaciotemporales de la
estable que la torácica en posición estática [63] . marcha (longitud del paso, velocidad, cadencia) en fun-
La correlación entre el empeoramiento de la defor- ción de la gravedad de las curvaturas [121, 122] . Kramers de
midad y las disfunciones posturales es controvertida. Quervain et al han demostrado en la marcha una rotación
Algunos autores indican que las EI progresivas son menos asimétrica del tronco, más limitada en el lado convexo de
estables que las EI no progresivas [57, 104] , mientras que la curvatura escoliótica [123] . Las caderas y la pelvis pare-
Shalstrand et al no observan diferencias entre estos dos cen ligeramente menos móviles en los planos frontal y
grupos [106] . sagital [124, 125] . El reparto de las cargas en los dos pies de
forma alternativa no parece afectado por la EI al caminar
[126]
Equilibrio en postura sentada , y las limitaciones articulares soportadas por las arti-
culaciones coxofemorales, las rodillas y los tobillos son
El estudio del equilibrio en postura sentada presenta la bilateralmente simétricas. Sin embargo, se observa una
ventaja de centrarse en las capacidades de control postu- mayor activación EMG en los músculos paravertebrales
ral sobre el tronco y proponer una posición de equilibrio frente a curvaturas escolióticas durante la marcha a veloci-
fácil de realizar en rehabilitación. En postura sentada esta- dad espontánea [127] . Este incremento de la actividad EMG
ble, la actividad EMG de los músculos espinales y el apoyo es del orden del 30% y está ampliamente relacionado con
isquiático aumentan en el lado convexo en relación con el aumento del consumo de oxígeno durante la marcha
el lado cóncavo [103, 113] . Shirado observó que en un des- [128]
. Este incremento del gasto energético del 30% en los
plazamiento en bloque del tronco en el plano frontal, los pacientes con EI que caminan a 4 km/h correspondería a
pacientes con una EI se mostraban más seguros en el lado la marcha de personas sanas a una velocidad de 6 km/h.
de la convexidad que en el de la concavidad [114] . El equi- Los trabajos de los autores de este artículo, aún inéditos,
librio inestable en postura sentada en mecedora (plano sobre la valoración del estado físico de los pacientes esco-
frontal y sagital) muestra un aumento de la inestabilidad lióticos, no han demostrado una diferencia significativa
postural y de la variabilidad de las estrategias de compen- entre el consumo de oxígeno de personas sanas y el de
sación para los pacientes con una EI en relación con las los pacientes escolióticos en el cicloergómetro, aunque
personas control, que están fuertemente relacionados con estas diferencias fueron notorias durante el análisis de la
el ángulo de Cobb [115] . En el caso de una EI torácica, marcha a velocidad espontánea. Estos hechos han per-
añadir un peso en la pelvis en el lado de la concavidad mitido a los autores de este artículo apoyar su hipótesis
aumenta mucho la inestabilidad en el plano frontal [115] . según la cual el exceso de consumo de oxígeno observado
Por lo tanto, cuando disminuye la asimetría de apoyo, el durante la marcha está inicialmente relacionado con un
paciente presenta dificultad para desarrollar una estrate- incremento de la actividad de los músculos paravertebra-
gia de compensación de equilibrio eficaz, mientras que al les. Cuando los pacientes están sentados en la bicicleta,
aumentar, la asimetría estabiliza al paciente. Sin embargo, no utilizan los músculos del tronco, al contrario de lo que
lo que se perturba es sobre todo el primer intento de equi- sucede en el caso de la marcha. Estos resultados prelimi-
librio, lo que indica la necesidad de cambiar los tipos nares han permitido a los autores del artículo considerar
de ejercicios para el paciente [116] . En posición sentada a los músculos del tronco como grandes consumidores de
inestable, cuando la pelvis está oblicua en el caso de energía, incluso para pequeños esfuerzos, en caso de cur-
una curvatura lumbar, la inestabilidad y las asimetrías de vatura escoliótica. Añadiendo los cambios histológicos de
apoyo aumentan [117] . las fibras (es decir, la disminución de las fibras de tipo I),
los autores de este artículo llegar a pensar racionalmente
Inicio del paso que van a aparecer signos musculares precoces de fatiga en
Algunos autores sugieren que las alteraciones relacio- los pacientes con una EI en cuanto los esfuerzos sean más
nadas con la EI son más visibles en dinámica que en intensos que el simple desplazamiento, de ahí la necesi-
estática [118] . Gauchard demostró que las curvaturas lum- dad de lograr un refuerzo intensivo de la resistencia de los
bares parecen afectar más al equilibrio estático, mientras músculos del tronco.
que las curvaturas torácicas alteran sobre todo las estra-
tegias de compensación dinámicas [63] . Al inicio del paso Influencia de la cartera en los trastornos
normal y del paso lateral, los pacientes con una EI torácica posturales dinámicos
se caracterizaban por un enlentecimiento de la velocidad
espontánea del movimiento, un aumento de la variabili- En posición de pie estática, Chow ha demostrado, en
dad de las estrategias de compensación y de las asimetrías relación con personas sanas, un aumento de la inestabili-
en comparación con las personas control [119] . Para los dad en el plano frontal y un incremento de la flexión del
pacientes, el paso iniciado por el miembro del lado de la tronco, en caso de EI, al añadirse una carga simétrica de un
concavidad estaba sistemáticamente más alterado que en 10% del peso del cuerpo en la espalda [129] . Estos resultados
el lado convexo [120] . El movimiento realizado en el plano han sido posteriormente confirmados en caso de sime-
frontal era el que incrementaba las estrategias posturodi- tría, pero cabe también destacar que la carga asimétrica
námicas de compensación asociadas a la EI. A diferencia colocada del lado convexo aumenta mucho la inestabi-
de la posición sentada inestable, no se ha podido observar lidad [130] . Muchos adolescentes acuden caminando al
ninguna correlación entre estas características y el ángulo colegio, por lo que resulta indispensable el estudio de la
de Cobb. Por lo tanto, en la práctica clínica, puede resultar marcha con cartera. Los resultados en dinámica son con-
interesante trabajar el equilibrio durante los movimientos trovertidos. Gelalis no observó diferencia alguna a nivel
del miembro oscilante en el plano frontal, con y sin limi- de la fuerza de reacción del suelo entre los pacientes con
taciones visuales y propioceptivas (uso de una vibración una EI y los adolescentes sanos al llevar cartera de forma
en el tendón de Aquiles). simétrica o asimétrica durante la marcha [131] . Chow ha
confirmado que la carga de un peso provocaba las mismas
estrategias de compensación en ambos grupos, es decir,
Marcha una disminución de la duración de la fase oscilante y una
La marcha se ha utilizado como herramienta de mayor rigidez de la pelvis [132] . Sin embargo, el umbral
valoración funcional por excelencia, ya que representa crítico del peso de la cartera a partir del cual las estrate-
la actividad más frecuente en la vida cotidiana. Una gias de compensación cambiarían mucho sería de un 10%
alteración del rendimiento al caminar puede producir del peso del cuerpo para las personas sanas y de un 7,5%
importantes consecuencias en la independencia funcio- del peso del cuerpo en caso de EI. En personas asintomá-
nal, la participación en todo tipo de actividades y las ticas, Negrini comparó el efecto de una carga simétrica y
asimétrica sin fatiga, con fatiga y tras fatiga durante la la autoestima está determinada en gran parte por la satis-
marcha [133] . La carga simétrica cambia la postura a partir facción que el adolescente siente de su propio cuerpo.
de los 8 kilos en el plano sagital, mientras que la carga Por lo tanto, cabe esperar que esta autoestima esté tam-
asimétrica afecta a todos los planos, de mayor manera en bién disminuida y no desempeñe su papel protector frente
caso de fatiga. Es por lo tanto muy probable que las com- a la imagen corporal. Asimismo, varios estudios han
pensaciones realizadas por los pacientes al llevar peso sean demostrado que estas alteraciones físicas podrían también
mayores en caso de fatiga. A la vista de estos resultados, presentar otras consecuencias en los adolescentes como
parece sensato aconsejar a los pacientes utilizar una car- depresión, disminución de la calidad de vida, individua-
tera que permita un reparto equilibrado de las cargas sobre lismo, aislamiento social, incertidumbre y estrés de cara al
la espalda y limitar al máximo su peso. futuro, ansiedad y miedo ante la posible detección de la
deformidad por los demás, sentimientos de inferioridad
[143–145]
, así como problemas sociales [144, 146] .
Dolor
En 310 historias clínicas de pacientes con EI, Theroux Impacto en la esfera familiar
observó un 47% de niños con dolor, de los cuales el 19% Además, el paciente no sería el único que tendría que
era dolor lumbar y el 7% dolor torácico [134] . En una enfrentarse a las consecuencias de esta patología. Existi-
cohorte de 2.400 adolescentes con EI no tratada, Ramí- ría un impacto en toda la familia. En un primer tiempo,
rez et al describieron un 32% de casos de dolor de espalda el anuncio del diagnóstico puede causar un estado de
[135]
. El estudio de Sato [136] mostró una prevalencia del confusión en los hermanos, pero también, en el caso de
dolor de espalda cercana al 58% en los pacientes, frente las EI más graves, un sentimiento de pérdida de identi-
a un 33% en adolescentes sanos. La puntuación del dolor dad causado por el abandono del título de «familia con
valorada a partir del cuestionario SRS-22 no fue diferente buena salud». Tras el anuncio del diagnóstico, si la fami-
entre ambos grupos. La localización del dolor era prin- lia está unida, habrá una reorganización necesaria de los
cipalmente en la parte superior derecha de la columna roles dentro de la familia para hacer frente a este cambio.
vertebral (frente al omóplato derecho y la gibosidad). Los Uno de los miembros de la familia (en nuestra cultura,
estudios no muestran diferencia alguna en la intensidad se trata generalmente de la madre) se convertiría enton-
del dolor entre niños y niñas ni en función de la gravedad ces en el cuidador principal, lo que podría provocar celos
de las curvaturas [134, 137, 138] . En general, los diversos estu- en los otros niños, causando problemas de pareja, aisla-
dios muestran una ausencia de relación directa entre la miento y agotamiento en este cuidador [144] . Asimismo,
aparición de dolor y la presencia de la EI, lo que conduce puede existir también un sentimiento de culpabilidad al
a los médicos a valorar los dos síntomas por separado [139] . conocer este diagnóstico. Los padres pueden sentirse res-
Actualmente, se pueden recomendar a los médicos dos ponsables de la enfermedad de su propio hijo, debido a
cuestionarios (validados en francés) para valorar el dolor la existencia de factores genéticos en la etiología de algu-
y su impacto en los niños escolióticos. Se trata del inventa- nas escoliosis [147] . Por último, a pesar de estos cambios, la
rio breve del dolor (brief pain inventory) [140] y del inventario familia, especialmente los padres, garantizaría a pesar de
pediátrico de calidad de vida (pediatric quality of life inven- todo un papel innegable de apoyo y tranquilidad al niño
tory) [141, 142] . Los estudios recomiendan a los médicos enfermo para que no se sienta solo y abandonado frente
buscar signos clínicos no relacionados con la EI, como a la enfermedad [148] .
espondilólisis, espondilolistesis, enfermedad de Scheuer-
mann, siringomielia, hidromielia, hernia discal, tumor Impacto de los tratamientos con corsé
intramedular o médula ósea adherida, respuestas que pue- y de la cirugía en los trastornos psicológicos
den obtenerse esencialmente por la resonancia magnética
(RM) [135] . Por lo tanto, cuando un niño con EI se presenta
y del comportamiento
ante el médico con dolor espinal, conviene realizar una Varios estudios centrados en el tratamiento ortopé-
anamnesis detallada y una exploración física rigurosa. dico han demostrado que el uso de un corsé reforzaría
las actitudes previamente mencionadas: alteraría la ima-
gen corporal, causaría estrés y depresión, disminuiría la
Trastornos psicológicos calidad de vida, limitaría la participación a las distin-
y del comportamiento tas actividades de la vida cotidiana (aislamiento social)
y provocaría una alteración de las interacciones sociales
Anuncio del diagnóstico [143, 144, 146, 149]
. Se añadiría a todo esto el hecho de que
Como en toda enfermedad, la primera etapa que debe un corsé está considerado como no atractivo visualmente
afrontar el paciente es la comunicación del diagnóstico. para las niñas con EI, lo que incrementaría el miedo frente
Una deformidad raquídea está considerada con frecuencia a los demás. Por último, limitaría también la libertad de
como un shock brusco que puede provocar una multitud movimientos y podría provocar el abandono del ocio y
de sentimientos: miedo a la enfermedad, incertidumbre, reforzar el aislamiento social [143] .
impotencia, desesperanza, etcétera [143] . La causa de este En relación con el tratamiento quirúrgico, la inter-
shock es que no existen factores que permitan «preparar» vención y la anestesia pueden provocar angustia y ser
al paciente y a su familia para asumir la noticia. La EI no responsables de una multitud de preguntas en el paciente:
suele ir precedida de ningún síntoma prodrómico en un «¿Voy a despertar de la operación?», «¿Voy a desper-
niño o adolescente con buena salud. Además, casi siempre tarme como siempre?», «¿Tendré dolor?», «¿Me curaré
la enfermedad es diagnosticada por una tercera persona del todo?», etc. La reacción de los pacientes frente a esta
que desconoce la vida diaria del paciente. angustia y miedo depende de la edad y su historia perso-
nal. Muchos de los pacientes no van a presentar ninguna
Autoimagen y apariencia física secuela física invalidante, pero, en otros, la intervención
puede provocar la aparición de síntomas neuróticos.
Tras este diagnóstico, y en función de la gravedad de
la curvatura escoliótica, el paciente debe enfrentarse a un Trastornos del comportamiento en relación
cambio más o menos importante de su aspecto físico, del
que no solía ser consciente antes del diagnóstico. Esta
con la actividad física
etapa puede ser el origen de una imagen alterada y nega- La EI puede también provocar cambios en el compor-
tiva del cuerpo. Sin embargo, una forma de protección tamiento. La práctica de deporte puede constituir una
frente a esta imagen corporal alterada sería la autoestima fuente de inquietud en los padres y en el paciente. La
del paciente. Pero, durante la adolescencia, precisamente posible implicación de la actividad física en la formación
o empeoramiento de una curvatura raquídea sigue siendo rápidamente a los pacientes con curvaturas con riesgo de
dudosa, a pesar de que numerosos estudios afirmen la progresión para ser derivados a un médico para la reali-
ausencia de dicha implicación y animen al paciente a zación de pruebas de imagen y aplicación precoz de un
realizar una actividad física [150–152] . En efecto, no existe tratamiento adaptado. Así como la proporción de niños
ninguna prueba que demuestre que el deporte o la acti- y niñas con curvaturas mínimas (unos 10◦ ) es similar,
vidad física sean nocivos para los pacientes con una la proporción por sexos es de 8:10 a favor de las niñas
deformidad escoliótica, salvo algunas excepciones inme- para curvaturas más importantes, con un riesgo de progre-
diatamente después de la cirugía [150] . sión entre 5-10 veces mayor [161] . El pronóstico también
Algunos estudios se han centrado por lo tanto en la difiere en función de la edad de aparición, el tipo de
frecuencia de actividad física en los adolescentes con esco- curvatura, la presencia o no de un desequilibrio fron-
liosis en relación con adolescentes sanos. Según Meyer tal y la importancia de la rotación vertebral apical. A
[152]
, los adolescentes con una EI deberían realizar la misma pesar de que en la actualidad ningún estudio ofrece prue-
actividad física que las personas control. Sin embargo, bas científicas suficientes para validar la eficacia de la
practicarían más actividades como gimnasia, mientras kinesiterapia aislada en el tratamiento de la escoliosis,
que las personas control realizarían más deportes de su prescripción, aislada o combinada con el tratamiento
equipo. Según Negrini [153] , no existiría una diferencia conservador, permite limitar los potenciales fenómenos
significativa entre el número de horas de actividad física dolorosos, mejorar las funciones cardiorrespiratorias, las
realizada por un paciente con corsé o sin él. Por el contra- alteraciones de representación del esquema corporal, los
rio, el estudio de Muller [154] ha mostrado que la actividad trastornos de propiocepción, las perturbaciones postura-
física se encuentra limitada en los adolescentes con una les dinámicas y la falta de resistencia. El kinesiterapeuta
deformidad escoliótica. Este tema sigue siendo por lo puede también, como prevención, enseñar principios de
tanto fuente de controversia. higiene de la espalda y los ejercicios que hay que realizar
en el domicilio.
Otros trastornos
En relación con el consumo de alcohol, Rivett [155] ha Escoliosis falsamente idiopáticas
demostrado que los adolescentes escolióticos serían más
susceptibles de consumir alcohol que la población general Debido a la causalidad multifactorial de las EI, la explo-
de la misma edad. Además, este fenómeno es más impor- ración física debe ser rigurosa y completa con el fin de
tante si el paciente es un varón. descartar una escoliosis falsamente idiopática. La revi-
Debido al mayor porcentaje de bajos IMC en la pobla- sión de la literatura de Faloon ha permitido demostrar
ción escoliótica en relación con la población general, la presencia de anomalías neuroaxiales en más del 8%
algunos autores se han mostrado interesados en las posi- de los casos en los niños diagnosticados de EI [162] . Las
bles causas. Se han basado en la existencia de una relación principales anomalías observadas fueron siringomielias
bien demostrada entre la perturbación de la imagen (35%), malformaciones de Arnold-Chiari de tipo 1 con
corporal y los trastornos alimentarios en la literatura espe- la presencia de un siringe (28%) y malformaciones de
cífica en la población general [76] . Han considerado que la Arnold-Chiari de tipo 1 aisladas (25%).
alteración física causada por la EI provocaría una pertur- En el estudio de Fujimori, la realización del reflejo cutá-
bación de la imagen corporal relacionada con la aparición neo abdominal en adolescentes con escoliosis etiquetada
de trastornos alimentarios, como la anorexia [156–158] . como idiopática permitió detectar en el 9% de los casos
Por último, no se ha encontrado en la literatura ningún una afectación neurológica identificada posteriormente
artículo relacionado con los comportamientos sexuales, en la RM como una siringomielia [163] .
lo que podría desvelar la presencia de limitaciones en la Por último, el estudio de Wu ha demostrado que la pre-
literatura específica sobre adolescentes escolióticos. valencia de los trastornos neurológicos en los adolescentes
con EI era mayor cuando la curvatura torácica se locali-
zaba a la izquierda, en los varones y en caso de curvaturas
Retos diagnósticos rígidas o graves. Además de las afectaciones neurológi-
cas previamente mencionadas, se han observado médulas
ancladas y quistes aracnoideos en la zona cerebelomedu-
El kinesiterapeuta, protagonista lar [164] .
de la prevención
La EI afecta aproximadamente al 1-3% de los jóvenes Conclusión
entre 10-16 años [159, 160] . En el 10% de ellos el ángulo
de Cobb va a superar 40◦ , empeorando en la mayoría En este primer artículo, los autores concluyen que
de los casos a la edad adulta. Estas curvaturas graves la EI es una patología de la columna en crecimiento,
van a provocar problemas de salud como déficit pulmo- caracterizada por la presencia de una o varias curvatu-
nar, incapacidad funcional, dolor de columna, trastornos ras en el plano frontal superiores a 10◦ de ángulo de
psicológicos, problemas estéticos y una alteración de la Cobb, asociada a una rotación vertebral demostrada por
calidad de vida [159] . Debido a todo ello, la detección pre- la asimetría de los pedículos que se observa en la radio-
coz y un tratamiento eficaz en el momento de observar grafía anteroposterior de la columna. Su etiología sigue
pequeñas curvaturas permitirán enlentecer o frenar más siendo desconocida, pero existen varias hipótesis etioló-
eficazmente la progresión de las curvaturas durante el cre- gicas como un componente genético ligado a la herencia,
cimiento antes de alcanzar la madurez esquelética, con el una asimetría del crecimiento de las vértebras, cambios
fin de preservar la salud a largo plazo. en las limitaciones biomecánicas ligados a la posición
Para favorecer una detección precoz, todos los profesio- erguida, anomalías de los tejidos conjuntivos, disfuncio-
nales sanitarios deberían realizar pruebas de diagnóstico nes musculares, corticales y sensitivo-motoras, factores
clínico de la EI de forma regular en el tratamiento de niños ambientales y hormonales.
y adolescentes. Por lo tanto, el kinesiterapeuta desempeña Durante el crecimiento, los riesgos de empeoramiento
un importante papel en la prevención. Por ejemplo, en son variables, pero aumentan con el diagnóstico a una
caso de seguimiento de equipos de deportistas jóvenes, los edad temprana, en el momento del pico máximo de
sanitarios deberían comprobar sistemáticamente la ausen- crecimiento del tronco, en presencia de una curvatura
cia de gibosidad en los jóvenes deportistas. grave (> 30◦ ), en la localización torácica y con curvatura
Conviene por lo tanto, para los profesionales sanitarios doble mayor. En la edad adulta, mientras que el empeora-
de primera línea, como los kinesiterapeutas, identificar miento cesa generalmente para las curvaturas inferiores
a 40/45◦ , algunas curvaturas siguen progresando lenta- [19] Wynne-Davies R. Familial (idiopathic) scoliosis. A family
mente con aparición de dolor principalmente a nivel de survey. J Bone Joint Surg Br 1968;50:24–30.
las curvaturas lumbares, sin que exista necesariamente [20] Carr AJ. Adolescent idiopathic scoliosis in identical twins. J
una repercusión laboral y social. Sólo requieren cirugía Bone Joint Surg Br 1990;72:1077.
las curvaturas de rápido empeoramiento. [21] Burwell RG. Aetiology of idiopathic scoliosis: current con-
Junto a la existencia de una EI, los pacientes pueden cepts. Pediatr Rehabil 2003;6:137–70.
presentar principalmente trastornos cardiorrespiratorios [22] Justice CM. Familial idiopathic scoliosis: evidence of an X-
en caso de deformidades superiores a 65◦ , trastornos pos- linked susceptibility locus. Spine 2003;28:589–94.
turales dinámicos o una marcha dificultosa en el plano [23] Miller NH. Genetics of familial idiopathic scoliosis. Clin
Orthop 2007;462:6–10.
energético. La existencia de síntomas dolorosos sugeri-
[24] Naique SB. Scoliosis in an Orangutan. Spine
dos por el paciente no parece estar ligada directamente 2003;28:E143–5.
a la presencia de la escoliosis y requiere un estudio más [25] Castelein RM, Veraart B. Idiopathic scoliosis: prognostic
amplio. value of the profile. Eur Spine J 1992;1:167–9.
El paciente con una EI puede desarrollar trastornos [26] Machida M. Pathologic mechanism of experimental scoliosis
del comportamiento como miedo, angustia, impotencia, in pinealectomized chickens. Spine 2001;26:E385–91.
desesperanza, alteración de la autoimagen, mayor con- [27] Machida M. Pathogenesis of idiopathic scoliosis. Experimen-
sumo de tabaco y trastornos alimentarios. Estos trastornos tal study in rats. Spine 1999;24:1985–9.
repercutirían de forma negativa en la esfera familiar y [28] Makino T. Plasticity of vertebral wedge deformities in
mejorarían con el inicio de un tratamiento ortopédico skeletally immature patients with adolescent idiopathic sco-
como el uso de un corsé. liosis after posterior corrective surgery. BMC Musculoskeletal
Para los profesionales sanitarios, en los que se inclu- Disord 2016;17:424.
yen los kinesiterapeutas, conviene por lo tanto determinar [29] Stokes IA. Analysis and simulation of progressive adolescent
rápidamente qué pacientes presentan curvaturas con scoliosis by biomechanical growth modulation. Eur Spine J
riesgo de progresión, con el fin de iniciar precozmente 2007;16:1621–8.
un tratamiento adaptado. [30] Zhang H, Sucato DJ. Unilateral pedicle screw epiphysiodesis
of the neurocentral synchondrosis. Production of idiopathic-
like scoliosis in an immature animal model. J Bone Joint Surg
Bibliografía Am 2008;90:2460–9.
[31] Stokes IA. Mechanical modulation of spinal growth and pro-
gression of adolescent scoliosis. Stud Health Technol Inform
[1] Romano M. SEAS (Scientific Exercises Approach to Sco-
2008;135:75–83.
liosis): a modern and effective evidence based approach
[32] Makino T. Differences in vertebral morphology around
to physiotherapic specific scoliosis exercises. Scoliosis
the apical vertebrae between neuromuscular scoliosis and
2015;10:3.
idiopathic scoliosis in skeletally immature patients: a three-
[2] Duval-Beaupere G, Lamireau T. Scoliosis at less than 30
dimensional morphometric analysis. BMC Musculoskeletal
degrees. Properties of the evolutivity (risk of progression).
Disord 2017;18:459.
Spine 1985;10:421–4.
[33] Antoniou J. Elevated synthetic activity in the convex side of
[3] Lowe TG. Etiology of idiopathic scoliosis: current trends in
scoliotic intervertebral discs and endplates compared with
research. J Bone Joint Surg Am 2000;82:1157–68.
normal tissues. Spine 2001;26:E198–206.
[4] Gore DR. Scoliosis screening: results of a community project.
[34] Akhtar S, Davies JR, Caterson B. Ultrastructural localiza-
Pediatrics 1981;67:196–200.
tion and distribution of proteoglycan in normal and scoliotic
[5] Bernard JC. Attitude scoliotique. EMC (Elsevier lumbar disc. Spine 2005;30:1303–9.
Masson SAS, Paris), Kinésithérapie-Médecine Physique- [35] Oegema Jr TR. Comparison of the biochemistry of proteogly-
Réadaptation, 26-300-B-10, 2001. cans isolated from normal idiopathic scoliotic and cerebral
[6] Dorfmann H. Scoliose idiopathique de l’enfant et de l’adulte. palsy spines. Spine 1983;8:378–84.
Paris: Elsevier Masson; 2004. [36] Michelsson JE. The development of spinal deformity in expe-
[7] Stokes IA. Mechanical modulation of vertebral body rimental scoliosis. Acta Orthop Scand Suppl 1965;81:1–91.
growth. Implications for scoliosis progression. Spine [37] Shufflebarger HL, Clark CE. Effect of wide posterior release
1996;21:1162–7. on correction in adolescent idiopathic scoliosis. J Pediatr
[8] Deacon B, Flood M, Dickson RA. Idiopathic scoliosis in three Orthop B 1998;7:117–23.
dimensions. A radiographic and morphometric analysis. J [38] Uden A, Nilsson IM, Willner S. Collagen changes in
Bone Joint Surg Br 1984;66:509–12. congenital and idiopathic scoliosis. Acta Orthop Scand
[9] Negrini S. 2011 SOSORT guidelines: Orthopaedic and Reha- 1980;51:271–4.
bilitation treatment of idiopathic scoliosis during growth. [39] Ponseti IV. Pathogenesis of scoliosis. Clin Orthop
Scoliosis 2012;7:3. 1976;120:268–80.
[10] Smyrnis T. Idiopathic scoliosis: characteristics and epidemio- [40] Waters RL, Morris JM. An in vitro study of normal and
logy. Orthopedics 1987;10:921–6. scoliotic interspinous ligaments. J Biomech 1973;6:343–8.
[11] Weinstein SL. Adolescent idiopathic scoliosis. Lancet [41] Czaprowski D. Joint hypermobility in children with idio-
2008;371:1527–37. pathic scoliosis: SOSORT award 2011 winner. Scoliosis
[12] Rinsky LA, Gamble JG. Adolescent idiopathic scoliosis. West 2011;6:22.
J Med 1988;148:182–91. [42] Francis MJ, Sanderson MC, Smith R. Skin collagen in idio-
[13] Wang WJ. Does curve convexity affect the surgical outcomes pathic adolescent scoliosis and Marfan’s syndrome. Clin Sci
of thoracic adolescent idiopathic scoliosis? Eur J Orthop Surg Mol Med 1976;51:467–74.
Traumatol 2014;24(Suppl. 1):S103–10. [43] Echenne B. Skin elastic fiber pathology and idiopathic sco-
[14] Kouwenhoven JW, Castelein RM. The pathogenesis of ado- liosis. J Pediatr Orthop 1988;8:522–8.
lescent idiopathic scoliosis: review of the literature. Spine [44] Hadley-Miller N, Mims B, Milewicz DM. The potential role
2008;33:2898–908. of the elastic fiber system in adolescent idiopathic scoliosis.
[15] Axenovich TI. Segregation analysis of idiopathic scoliosis: J Bone Joint Surg Am 1994;76:1193–206.
demonstration of a major gene effect. Am J Med Genet [45] Bylund P, Jansson E, Dahlberg E, Eriksson E. Muscle
1999;86:389–94. fiber types in thoracic erector spinae muscles. Fiber types
[16] Kesling KL, Reinker KA. Scoliosis in twins. A meta- in idiopathic and other forms of scoliosis. Clin Orthop
analysis of the literature and report of six cases. Spine 1987;214:222–8.
1997;22:2009–14 [discussion 2015]. [46] Mannion AF. Paraspinal muscle fibre type alterations asso-
[17] De George FV, Fisher RL. Idiopathic scoliosis: genetic and ciated with scoliosis: an old problem revisited with new
environmental aspects. J Med Genet 1967;4:251–7. evidence. Eur Spine J 1998;7:289–93.
[18] Weinstein SL. Adolescent idiopathic scoliosis: prevalence [47] Riddle HF, Roaf R. Muscle imbalance in the causation of
and natural history. Instr Course Lect 1989;38:115–28. scoliosis. Lancet 1955;268:1245–7.
[48] Zetterberg C. Electromyography of the paravertebral muscles [74] Sun W. Low body mass index can be predictive of bra-
in idiopathic scoliosis. Measurements of amplitude and spec- cing failure in patients with adolescent idiopathic scoliosis: a
tral changes under load. Acta Orthop Scand 1984;55:304–9. retrospective study. Eur Spine J 2017;26:1665–9.
[49] Wajchenberg M. Histochemical analysis of paraspinal rotator [75] Tarrant RC. Prevalence and impact of low body mass index
muscles from patients with adolescent idiopathic scoliosis: a on outcomes in patients with adolescent idiopathic scoliosis:
cross-sectional study. Medicine 2015;94:e598. a systematic review. Eur J Clin Nutr 2018;72:1463–84.
[50] Mooney V, Gulick J, Pozos R. A preliminary report on the [76] Smith FM. Indications of disordered eating behaviour in ado-
effect of measured strength training in adolescent idiopathic lescent patients with idiopathic scoliosis. J Bone Joint Surg
scoliosis. J Spinal Disord 2000;13:102–7. Br 2002;84:392–4.
[51] Reuber M. Trunk muscle myoelectric activities in idiopathic [77] Ahl T, Albertsson-Wikland K, Kalen R. Twenty-four-hour
scoliosis. Spine 1983;8:447–56. growth hormone profiles in pubertal girls with idiopathic
[52] Gaudreault N. Assessment of the paraspinal muscles of sub- scoliosis. Spine 1988;13:139–42.
jects presenting an idiopathic scoliosis: an EMG pilot study. [78] Skogland LB, Miller JA. Growth related hormones in idio-
BMC Musculoskeletal Disord 2005;6:14. pathic scoliosis. An endocrine basis for accelerated growth.
[53] Schreiber S. The effect of Schroth exercises added to the stan- Acta Orthop Scand 1980;51:779–80.
dard of care on the quality of life and muscle endurance in [79] Misol S. Growth hormone blood levels in patients with idio-
adolescents with idiopathic scoliosis-an assessor and statis- pathic scoliosis. Clin Orthop 1971;81:122–5.
tician blinded randomized controlled trial: “SOSORT 2015 [80] Yamada K. Etiology of idiopathic scoliosis. Clin Orthop
Award Winne”. Scoliosis 2015;10:24. 1984;184:50–7.
[54] Coorevits P, Danneels L, Cambier D, Ramon H, Vanderstrae- [81] Bagnall KM. Melatonin levels in idiopathic scoliosis. Diurnal
ten G. Assessment of the validity of the Biering-Sorensen test and nocturnal serum melatonin levels in girls with adolescent
for measuring back muscle fatigue based on EMG median idiopathic scoliosis. Spine 1996;21:1974–8.
frequency characteristics of back and hip muscles. J Elec- [82] Hilibrand AS. The role of melatonin in the pathogenesis of
tromyogr Kinesiol 2008;18:997–1005. adolescent idiopathic scoliosis. Spine 1996;21:1140–6.
[55] Kim HA. Comparison of shoulder strength in males with and [83] Machida M. An experimental study in chickens for the pat-
without myofascial trigger points in the upper trapezius. Clin hogenesis of idiopathic scoliosis. Spine 1993;18:1609–15.
Biomech 2017;49:134–8. [84] Machida M. Role of melatonin deficiency in the development
[56] Linek P, Saulicz E, Wolny T, Myśliwiec A, Gogola A. Ultra- of scoliosis in pinealectomised chickens. J Bone Joint Surg
sound evaluation of the symmetry of abdominal muscles Br 1995;77:134–8.
in mild adolescent idiopathic scoliosis. J Phys Ther Sci [85] Machida M, Melatonin. A possible role in pathogenesis of
2015;27:465–8. adolescent idiopathic scoliosis. Spine 1996;21:1147–52.
[57] O’Beirne J. Equilibrial dysfunction in scoliosis–cause or [86] Akoume MY. Cell-based screening test for idiopathic
effect? J Spinal Disord 1989;2:184–9. scoliosis using cellular dielectric spectroscopy. Spine
[58] Le Berre M. Clinical balance tests proprioceptive sys- 2010;35:E601–8.
tem and adolescent idiopathic scoliosis. Eur Spine J [87] Moreau A. Melatonin signaling dysfunction in adolescent
1989;26:1638–44. idiopathic scoliosis. Spine 2004;29:1772–81.
[59] Manzoni D, Miele F. Vestibular mechanisms involved in idio- [88] Cheng JC, Guo X. Osteopenia in adolescent idiopathic scolio-
pathic scoliosis. Arch Ital Biol 2002;140:67–80. sis. A primary problem or secondary to the spinal deformity?
[60] Simoneau M. Altered sensory-weighting mechanisms is Spine 1997;22:1716–21.
observed in adolescents with idiopathic scoliosis. BMC Neu- [89] Cheng JC. Osteopenia in adolescent idiopathic scoliosis: a
rosci 2006;7:68. histomorphometric study. Spine 2001;26:E19–23.
[61] Catanzariti JF. Visual deficiency and scoliosis. Spine [90] Marty-Poumarat C. Natural history of progressive adult sco-
2001;26:48–52. liosis. Spine 2007;32:1227–34 [discussion 1235].
[62] Wiener-Vacher SR, Mazda K. Asymmetric otolith vestibulo- [91] Wu J. Association of estrogen receptor gene polymorphisms
ocular responses in children with idiopathic scoliosis. J with susceptibility to adolescent idiopathic scoliosis. Spine
Pediatr 1998;132:1028–32. 2006;31:1131–6.
[63] Gauchard GC. Influence of different types of progressive idio- [92] Kindsfater K. Levels of platelet calmodulin for the prediction
pathic scoliosis on static and dynamic postural control. Spine of progression and severity of adolescent idiopathic scoliosis.
2001;26:1052–8. J Bone Joint Surg Am 1994;76:1186–92.
[64] Sahlstrand T. An analysis of lateral predominance in adoles- [93] Burwell RG, Dangerfield PH. Pathogenesis of progressive
cent idiopathic scoliosis with special reference to convexity adolescent idiopathic scoliosis. Platelet activation and vascu-
of the curve. Spine 1980;5:512–8. lar biology in immature vertebrae: an alternative molecular
[65] Antoniadou N. Verticality perception reveals a vestibular defi- hypothesis. Acta Orthop Belg 2006;72:247–60.
cit in adolescents with idiopathic scoliosis. Exp Brain Res [94] Goldberg CJ. Scoliosis: a review. Pediatr Surg Int
2018;236:1725–34. 2008;24:129–44.
[66] Cheung J. Perception of vertical and horizontal orientation in [95] Lonstein JE, Carlson JM. The prediction of curve progression
children with scoliosis. J Orthop Res 2002;20:416–20. in untreated idiopathic scoliosis during growth. J Bone Joint
[67] Bruyneel AL. Sens positionnel rachidien : comparaison de Surg Am 1984;66:1061–71.
l’erreur positionnelle chez des jeunes filles présentant une [96] Morrissy RT. Measurement of the Cobb angle on radiographs
scoliose idiopathique de l’adolescence et des sujets témoins. of patients who have scoliosis. Evaluation of intrinsic error.
Kinesitherapie 2015;15(158):23–4. J Bone Joint Surg Am 1990;72:320–7.
[68] Cook SD. Upper extremity proprioception in idiopathic sco- [97] Weinstein SL, Zavala DC. Ponseti IV. Idiopathic scoliosis:
liosis. Clin Orthop 1986;213:118–24. long-term follow-up and prognosis in untreated patients. J
[69] Guyot MA. Cervicocephalic relocation test to evaluate cer- Bone Joint Surg Am 1981;63:702–12.
vical proprioception in adolescent idiopathic scoliosis. Eur [98] Weinstein SL. Health and function of patients with untreated
Spine J 2016;25:3130–6. idiopathic scoliosis: a 50-year natural history study. JAMA
[70] Watanabe K. Physical activities and lifestyle factors rela- 2003;289:559–67.
ted to adolescent idiopathic scoliosis. J Bone Joint Surg Am [99] Shannon DC. The distribution of abnormal lung function in
2017;99:284–94. kyphoscoliosis. J Bone Joint Surg Am 1970;52:131–44.
[71] Hershkovich O. Association between body mass index, body [100] Shneerson JM. The cardiorespiratory response to exercise in
height and the prevalence of spinal deformities. Spine J thoracic scoliosis. Thorax 1978;33:457–63.
2014;14:1581–7. [101] Chong KC, Letts RM, Cumming GR. Influence of spinal cur-
[72] Siu King Cheung C. Abnormal peri-pubertal anthropometric vature on exercise capacity. J Pediatr Orthop 1981;1:251–4.
measurements and growth pattern in adolescent idiopathic [102] Czaprowski D. Physical capacity of girls with mild and mode-
scoliosis: a study of 598 patients. Spine 2003;28:2152–7. rate idiopathic scoliosis: influence of the size length and
[73] Barrios C. Anthropometry and body composition profile of number of curvatures. Eur Spine J 2012;21:1099–105.
girls with nonsurgically treated adolescent idiopathic scolio- [103] Smith RM, Emans JB. Sitting balance in spinal deformity.
sis. Spine 2011;36:1470–7. Spine 1992;17:1103–9.
[104] Stylianides GA. Pelvic morphology body posture and stan- [131] Gelalis ID. Loading rate patterns in scoliotic children during
ding balance characteristics of adolescent able-bodied and gait: the impact of the schoolbag carriage and the importance
idiopathic scoliosis girls. PLoS One 2013;8:e70205. of its position. Eur Spine J 2012;21:1936–41.
[105] Nault ML. Relations between standing stability and body [132] Chow DH. The effect of load carriage on the gait of girls with
posture parameters in adolescent idiopathic scoliosis. Spine adolescent idiopathic scoliosis and normal controls. Med Eng
2002;27:1911–7. Phys 2006;28:430–7.
[106] Sahlstrand T, Ortengren R, Nachemson A. Postural equili- [133] Negrini S, Negrini A. Postural effects of symmetrical and
brium in adolescent idiopathic scoliosis. Acta Orthop Scand asymmetrical loads on the spines of schoolchildren. Scoliosis
1978;49:354–65. 2007;2:8.
[107] Beaulieu M. Postural imbalance in non-treated adolescent [134] Theroux J. Prevalence and management of back pain in ado-
idiopathic scoliosis at different periods of progression. Eur lescent idiopathic scoliosis patients: A retrospective study.
Spine J 2009;18:38–44. Pain Res Manag 2015;20:153–7.
[108] Chen PQ. The postural stability control and gait pattern [135] Ramirez N, Johnston CE, Browne RH. The prevalence of back
of idiopathic scoliosis adolescents. Clin Biomech 1998;13(1 pain in children who have idiopathic scoliosis. J Bone Joint
Suppl. 1):S52–8. Surg Am 1997;79:364–8.
[109] Silferi V. Postural control in idiopathic scoliosis: compari- [136] Sato T. Back pain in adolescents with idiopathic scoliosis:
son between healthy and scoliotic subjects. Rev Chir Orthop epidemiological study for 43630 pupils in Niigata City, Japan.
Reparatrice Appar Mot 2004;90:215–25. Eur Spine J 2011;20:274–9.
[110] Zabjek KF. Evaluation of segmental postural characteris- [137] Morse LJ. Culture and ethnicity influence outcomes of the
tics during quiet standing in control and idiopathic scoliosis Scoliosis Research Society Instrument in adolescent idiopat-
patients. Clin Biomech 2005;20:483–90. hic scoliosis. Spine 2012;37:1072–6.
[111] Simoneau M. Sensory deprivation and balance control in idio- [138] Pellegrino LN, Avanzi O. Prospective evaluation of quality of
pathic scoliosis adolescent. Exp Brain Res 2006;170:576–82. life in adolescent idiopathic scoliosis before and after surgery.
[112] Dalleau G. Free moment contribution to quiet standing in J Spinal Disord Tech 2014;27:409–14.
able-bodied and scoliotic girls. Eur Spine J 2007;16:1593–9. [139] Lerman JA, Sullivan E, Haynes RJ. The Pediatric Outco-
[113] Gram MC, Hasan Z. The spinal curve in standing and sit- mes Data Collection Instrument (PODCI) and functional
ting postures in children with idiopathic scoliosis. Spine assessment in patients with adolescent or juvenile idiopat-
1999;24:169–77. hic scoliosis and congenital scoliosis or kyphosis. Spine
[114] Shirado O. Kinesiologic analysis of dynamic side-shift in 2002;27:2052–7 [discussion 2057-8].
patients with idiopathic scoliosis. Arch Phys Med Rehabil [140] Poundja J. Validation of the French version of the brief
1995;76:621–6. pain inventory in Canadian veterans suffering from traumatic
[115] Bruyneel AV. Idiopathic scoliosis: relations between the Cobb stress. J Pain Symptom Manage 2007;33:720–6.
angle and the dynamical strategies when sitting on a seesaw. [141] Varni JW, Seid M, Kurtin PS. PedsQL 4.0: reliability and
Eur Spine J 2011;20:247–53. validity of the Pediatric Quality of Life Inventory version 4.0
[116] Bruyneel AV, Mesure S. Learning effect on the dynamical generic core scales in healthy and patient populations. Med
strategies in sitting position on seesaw motion for idiopathic Care 2001;39:800–12.
scoliosis patients. Neurosci Lett 2013;534:264–8. [142] Varni JW, Seid M, Rode CA. The PedsQL: measurement
[117] Jung JY. Influence of pelvic asymmetry and idiopathic scolio-
model for the pediatric quality of life inventory. Med Care
sis in adolescents on postural balance during sitting. Biomed
1999;37:126–39.
Mater Engineer 2015;26(Suppl. 1):S601–10.
[143] Reichel D, Schanz J. Developmental psychological aspects
[118] Assaiante C. Do adolescent idiopathic scoliosis (AIS) neglect
of scoliosis treatment. Pediatr Rehabil 2003;6:221–5.
proprioceptive information in sensory integration of postural
[144] D’Agata E. Emotional indicators in young patients with idio-
control? PLoS One 2012;7:e40646.
pathic scoliosis: a study through the drawing of human figure.
[119] Bruyneel AV. The influence of adolescent idiopathic sco-
Scoliosis 2014;9:24.
liosis on the dynamic adaptive behaviour. Neurosci Lett
2008;447:158–63. [145] Freidel K. Idiopathic scoliosis and quality of life. Stud Health
[120] Bruyneel AV. Dynamical asymmetries in idiopathic scolio- Technol Inform 2002;88:24–9.
sis during forward and lateral initiation step. Eur Spine J [146] Tomaszewski R, Janowska M. Psychological aspects of
2009;18:188–95. scoliosis surgery in children. Stud Health Technol Inform
[121] Mahaudens J, Thonnard L, Detrembleur C. Influence of 2012;176:428–32.
structural pelvic disorders during standing and walking in [147] Dayer R. Idiopathic scoliosis: etiological concepts and hypot-
adolescents with idiopathic scoliosis. Spine J 2005;5:427–33. heses. J Child Orthop 2013;7:11–6.
[122] Syczewska M. Influence of the structural deformity of the [148] Latalski M. Change of situation of a family with a child treated
spine on the gait pathology in scoliotic patients. Gait Posture due to scoliosis. Ann Agric Environ Med 2012;19:780–6.
2012;35:209–13. [149] Deceuninck J, Bernard JC. Quality of life and brace-treated
[123] Kramers-de Quervain IA. Gait analysis in patients with idio- idiopathic scoliosis: a cross-sectional study performed at the
pathic scoliosis. Eur Spine J 2004;13:449–56. Centre des Massues on a population of 120 children and
[124] Mahaudensand M. Mousny gait in adolescent idiopathic adolescents. Ann Phys Rehabil Med 2012;55:93–102.
scoliosis. Kinematics electromyographic and energy cost [150] Green BN, Johnson C, Moreau W. Is physical activity con-
analysis. Stud Health Technol Inform 2010;158:101–6. traindicated for individuals with scoliosis? A systematic
[125] Syczewska M. Does the gait pathology in scoliotic patients literature review. J Chiropr Med 2009;8:25–37.
depend on the severity of spine deformity? Preliminary [151] Kenanidis E. Adolescent idiopathic scoliosis and exercising:
results. Acta Bioeng Biomech 2010;12:25–8. is there truly a liaison? Spine 2008;33:2160–5.
[126] Schizas CG. Gait asymmetries in patients with idiopathic sco- [152] Meyer C. Why do idiopathic scoliosis patients participate
liosis using vertical forces measurement only. Eur Spine J more in gymnastics? Scand J Med Sci Sports 2006;16:
1998;7:95–8. 231–6.
[127] Mahaudens P, Banse X, Mousny M, Detrembleur C. Gait in [153] Negrini S. Exercises reduce the progression rate of adolescent
adolescent idiopathic scoliosis: kinematics and electromyo- idiopathic scoliosis: results of a comprehensive systematic
graphic analysis. Eur Spine J 2009;18:512–21. review of the literature. Disabil Rehabil 2008;30:772–85.
[128] Mahaudens P, Detrembleur C, Mousny M, Banse X. Gait [154] Muller C. Prospective evaluation of physical activity in
in adolescent idiopathic scoliosis: energy cost analysis. Eur patients with idiopathic scoliosis or kyphosis receiving brace
Spine J 2009;18:1160–8. treatment. Eur Spine J 2011;20:1127–36.
[129] Chow DH. The effect of backpack weight on the standing [155] Rivett L. The relationship between quality of life and compli-
posture and balance of schoolgirls with adolescent idiopathic ance to a brace protocol in adolescents with idiopathic
scoliosis and normal controls. Gait Posture 2006;24:173–81. scoliosis: a comparative study. BMC Musculoskeletal Disord
[130] Sahli S. The effects of backpack load and carrying method on 2009;10:5.
the balance of adolescent idiopathic scoliosis subjects. Spine [156] Alborghetti A. The prevalence of eating disorders in adoles-
J 2013;13:1835–42. cents with idiopathic scoliosis. Eat Disord 2008;16:85–93.
[157] Ramirez M. Body composition in adolescent idiopathic sco- [161] Lonstein JE. Adolescent idiopathic scoliosis. Lancet 1994;
liosis. Eur Spine J 2013;22:324–9. 344:1407–12.
[158] Smith FM. Do chronic medical conditions increase the risk [162] Faloon M. Incidence of neuraxial abnormalities is appro-
of eating disorder? A cross-sectional investigation of eating ximately 8% among patients with adolescent idiopat-
pathology in adolescent females with scoliosis and diabetes. hic scoliosis: a meta-analysis. Clin Orthop 2018;476:
J Adolesc Health 2008;42:58–63. 1506–13.
[159] Dunn J. US. Preventive Services Task Force Evidence Synt- [163] Fujimori T. The utility of superficial abdominal reflex in the
heses formerly Systematic Evidence Reviews in Screening initial diagnosis of scoliosis: a retrospective review of clini-
for Adolescent Idiopathic Scoliosis: A Systematic Evidence cal characteristics of scoliosis with syringomyelia. Scoliosis
Review for the U.S. Preventive Services Task Force. 2018 2010;5:17.
Agency for Healthcare Research and Quality (US): Rockvi- [164] Wu L. The left thoracic curve pattern: a strong predictor
lle.(MD). for neural axis abnormalities in patients with “idiopathic”
[160] Weinstein SL. Natural history. Spine 1999;24:2592–600. scoliosis. Spine 2010;35:182–5.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Mahaudens P, Bruyneel AV. Escoliosis idiopática: evidencias científicas
e implicaciones clínicas. EMC - Kinesiterapia - Medicina física 2020;41(1):1-14 [Artículo E – 26-273-A-10].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico