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Principios Generales Del Desarrollo
Principios Generales Del Desarrollo
Una neurona
Cada neurona (célula nerviosa) incluye dendritas que reciben mensajes y un
axón
que envía mensajes. Aquí se muestra una sola neurona, aunque cada neurona
se
encuentra dentro de una red con muchas otras.
El cerebro en desarrollo: Neuronas Las células neuronales poseen fibras largas
y en forma de ramas,
llamadas axones y dendritas, que se conectan con otras neuronas y comparten
información al liberar
químicos que viajan a través de los pequeños huecos, llamados sinapsis,
entre las terminaciones de
las fibras. Los axones transmiten información a los músculos, las glándulas y
otras neuronas; las dendritas
reciben información y la transmiten a las células neuronales. La figura 2.1
muestra estos componentes
del sistema neuronal.
Desde el momento en que nacemos, ya poseemos todas las neuronas que
tendremos, es decir, entre
100 mil millones y 200 mil millones, y cada neurona tiene aproximadamente
2,500 sinapsis. Sin embargo,
las fibras que salen de las neuronas y las sinapsis entre las terminaciones de
las fibras se
incrementarán durante los primeros años de vida, quizás hasta la adolescencia
o más tarde.
A los dos o tres años de edad, cada neurona tiene aproximadamente 15,000
sinapsis; los niños de esa
edad poseen muchas más sinapsis de las que tendrán como adultos. De
hecho, tienen un exceso de neuronas
y sinapsis, es decir, cuentan con un número mayor del que necesitarán para
adaptarse a su entorno.
Sin embargo, sólo aquellas neuronas que se utilizan sobreviven, y las neuronas
sin uso serán “podadas”
(Bransford, Brown y Cocking, 2000). Esta eliminación es necesaria y ayuda al
desarrollo cognoscitivo.
De hecho, algunas discapacidades del desarrollo están asociadas con un
defecto genético que interfiere
con la poda (Cook y Cook, 2005).
Se llevan a cabo dos tipos de procesos de sobreproducción y poda. Uno se
llama expectante de experiencia,
porque las sinapsis se producen excesivamente en algunas partes del cerebro
durante ciertos
periodos de desarrollo, aguardando la estimulación (de ahí el término de
expectantes). Por ejemplo, durante
los primeros meses de vida, el cerebro espera estimulaciones visuales y
auditivas. Si se presenta una
gama normal de imágenes y sonidos, entonces se desarrollan las áreas visual
y auditiva del cerebro. No
obstante, los niños que nacen completamente sordos no reciben estimulación
auditiva y, como resultado, el
área de procesamiento auditivo del cerebro se dedica a procesar información
visual. De manera similar el área de procesamiento visual del cerebro de niños
ciegos desde el nacimiento se dedica al procesamiento
Influencias en el desarrollo
El desarrollo cognoscitivo es mucho más que la suma de nuevos hechos e
ideas
en un almacén existente de información. Según Piaget, nuestros procesos
mentales
cambian de forma radical, aunque lenta, desde el nacimiento hasta la
madurez, porque constantemente nos esforzamos por darle un sentido al
mundo.
Piaget identificó cuatro factores —la maduración biológica, la actividad, las
experiencias
sociales y el equilibrio— que interactúan para influir en los cambios
del pensamiento (Piaget, 1970a). Examinemos brevemente los primeros tres
factores.
Regresaremos para analizar el equilibrio en la siguiente sección.
Una de las influencias más importantes en la forma en que damos sentido al
mundo es la maduración, es decir, el despliegue de los cambios biológicos que
están
genéticamente programados. Los padres y los profesores ejercen muy poca
influencia
en este aspecto del desarrollo cognoscitivo, con excepción de asegurarse
de que los niños reciban la nutrición y los cuidados necesarios para estar
sanos.
Otra influencia es la actividad. Con la maduración física se presenta la
creciente
capacidad de actuar sobre el ambiente y de aprender de él. Cuando la
coordinación de un niño
pequeño está razonablemente desarrollada, el niño descubriría principios
acerca del equilibrio experimentando
con un subibaja, por ejemplo. Así, conforme actuamos sobre el ambiente —
cuando exploramos,
probamos, observamos y, finalmente, organizamos la información—, es
probable que al mismo
tiempo alteremos nuestros procesos de pensamiento.
Conforme nos desarrollamos, también estamos interactuando con la gente que
nos rodea. Según
Piaget, nuestro desarrollo cognoscitivo recibe la influencia de la transmisión
social, esto es, del aprendizaje
de los demás. Sin transmisión social, necesitaríamos reinventar todos los
conocimientos que nos
ofrece nuestra cultura. La cantidad de información que las personas aprenden
de la transmisión social
varía de acuerdo con la etapa del desarrollo cognoscitivo en que se
encuentren.
Tanto la maduración como la actividad y la transmisión social funcionan de
manera conjunta para
afectar el desarrollo cognoscitivo. ¿Cómo respondemos a estas influencias?