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[1969 - 1970]
RHODO Y ROSÍA
Rhodo, pétreo patriarca, la vio sin verla, era
APARICIÓN
a la profundidad desconocida,
LAS ESTATUAS
EL SOLITARIO
LA TIERRA
Por sobre los follajes de Traihuán
EL AMOR
y un estertor un trueno
manifestó la tierra:
EL HALLAZGO
EL HOMBRE
EL CONOCIMIENTO
LA CULPA
en una selva
EL POETA INTERROGA
SOBREVIVIBNTES
De la primera guerra
a piedra y luego
a cuchillo y a fuego
y quebrantos)
a veneno y a bomba,
LA SOLEDAD
si peces o serpientes
salido de sí mismo:
EL REINO DESOLADO
de Rhodo, el fundador,
la acción, el desvarío
entre follaje y bestias,
El rey de la espesura
se convirtió en mendigo.
ALGUIEN
el primer hombre.
para conservarse.
ROSÍA LIBERADA
DOS
el éxtasis.
invierno en el sur
Aquel invierno de color de hierro
LA VIRGEN
y ya no sé si comenzamos el mundo
EL GRAN INVIERNO
LOS OBSTRUCTORES
LA CADENA
RHODO HABLA
Él le dijo: He caído
Si tu reposo no me da reposo
en mi cama salvaje.
Yo reniego
HABLA ROSIA
Nací de tu estallido.
HABLA RHODO
cuando ya descubrimos
O somos inmortales
EL ENLUTADO
LA ESPADA SE PREPARA
y volaba la nieve
en su cabeza
como un embudo
y ahora, soberano,
una corona,
tiempo ferruginoso
trabajaron
preparando la sílice,
el azufre, la furia:
de la pavorosa herrería.
EL LLANTO
EL DOLOR
El hombre
EL ESPACIO
frío a frío.
y no había crepúsculo
VOLCÁN
de la montaña, acumulaba
su cólera ferruginosa,
hería, hería las paredes,
se desentrañaban y ardían,
acumulaba la dureza.
LA SILVESTRE
Quién soy,
y no la torrencial fosforescente,
VOLCÁN
LA FLOR AZUL
Sola
LA CLARIDAD
VOLCÁN
Excavan,
crujen,
levantan
hacia el cielo
de azufre y cicatrices,
de selenio y sienita:
y feldespato,
arterias
granulares
de la escoria,
trabajando
en el barro
columna de ceniza,
el tigre negro
que yo vi en Birmania,
quería nacimiento,
respiraba el volcán,
bajo tierra,
LA CULPA
o en el conocimiento,
un síntoma, un gusano
que roía.
fue la nave,
elevada y tendida.
de la guerra, la miel,
la sangre, el luto
de las uvas.
Estaba solo.
era el destino:
VOLCÁN
llovía
se encrespaban
a pubis verde,
a leña.
adentro de la tierra:
la amenaza al follaje.
sulfuro, cieno,
la fogata secreta,
algo se machacaba
multiplicando el fuego.
LA SELVA
mineral, devorante,
o a crepitar?
Rosía,
LA NAVE
afilaba la proa.
Tocarás el océano, Rosía,
Sí,
hacia el mar
rodaría el destino,
el mar desnudo,
el mar.
VOLCÁN
El volcán recogía
cada estrella
de abajo,
de la lava,
escudriñaba incendios,
acechaba sulfates,
temblaba:
la hoguera arrolladora
Cavaba,
recavaba,
en el útero amargo
de la tierra.
HABLA EL ANÁNICO
VOLCÁN
y en la punta
una presencia
siempre.
o un fantasma caído
un asterisco,
un diamante,
o de pronto un combate
de relámpagos negros,
de profecías,
Oh montañas de América
sin nombre,
pobladas de rencor,
de minerales,
de lava subterránea!
derramarse,
extenderse
hacia la destrucción
y el nacimiento!
EL MAR
y caigo en el vacío,
en el océano:
ANIMALES
a la edificación coral,
desapareciendo en el bosque.
y se divisó el resplandor
se desarrolla el animal.
y un susurro de crecimiento
LA FUGITIVA
DOS
Y ella, la leñadora,
Adán
LA MUERTE Y LA VIDA
EL EXTRAVÍO
VOLCÁN
amaranto,
los lagartos,
sintieron
que crecía
el humo
bajo la tierra,
supieron
supieron
algo
crecía
bajo
aroma,
olor magnético,
rosa explosiva,
magnitud enterrada:
algo
vibraba, renacía
en la espesura,
en la paciencia silvestre.
trabajaban
y la miel
se lo dijo a la abeja,
lo repitió la abeja
en el follaje
y éstas al agua,
el agua, al vaporoso
el ventisquero al hielo,
éste al rocío,
el rocío a la hierba
llenándolo de miedo:
EL MIEDO
Dijo al hallar a Rhodo: Tengo miedo.
Tengo miedo
de la amapola
Dónde vamos?
No me bastaba el recuerdo,
de tu abrazo:
todo se despedía
de mi sueño.
dónde
dormías
bajo la amenaza,
bajo la luna sangrienta?
LA NAVE
a la sal repetida,
a la tormenta,
vamos!
esperando,
a la morada,
VOLCÁN
el silencio existe,
la espera verde.
La desesperación de la esperanza.
Quién?
Llegará quién?
El humo?
a su mirada transparente?
LA FUGA
ÁGUILA AZUL
El vuelo del águila azul es transparente.
y se restituyeron al azul.
VOLCÁN
El volcán es un árbol hacia abajo.
en la dureza
derritiendo, agregando,
SONATA
en la felicidad o en la desdicha ?
VOLCÁN
Se preparaba en el áoior
anticipando el estertor
LOS UNOS
a mi costado!
buscándome a mí misma.
hacia tu soledad?
de la naturaleza,
piedra y espina, dientes y sigilo,
en tu medida desmedida,
VOLCÁN
campesina,
el aterrado
vieron la sacudida
del planeta.
tembló el mundo:
un trueno
sepultado:
un clamor
sordo:
un tambor
de la tierra:
un ancho ruido
desde dónde?
Un sonido
circular, un anuncio
o de campana muerta,
entonces
se iluminó la copa
del volcán
o vino férreo,
de lava
LA SOMBRA
del odio?
Tal vez era la hora del expulso?
Era la hora
anaranjada
sin selva,
sin resreso?
LA HISTORIA
que arde.
ADVENIMIENTO
LA ESPADA ENCENDIDA
se desplomó la grieta,
de la boca nevada
quebró la oscuridad,
luego el síiendo
duró un segundo
y estalló la montaña
su parro de plañera;
En dónde se juntaron?
A qué venían?
A qué venía el fuego?
Todo ardía,
el viento repartió
la noticia incendiada
Oh pavor encendido
de la naturaleza!
Oh muerte de la tierra!
El volcán hambriento
El volcán roro
su cargamento amargo,
su saco de desdicha.
El volcán muerto
revivía rugiendo,
nacía agonizando
en la gran alegría
que destruye.
Saltó la levadura
Gemía Dios
como un encarcelado
Se derretía Dios
en sus derrotas
el ánade amarillo,
la culebra,
la lagartija ensortijada,
el murciélago pálido,
la embarcación. Y aquella
nave
parecía un racimo
de garras procelarias.
La nave!
Qué destino?
Hacia el mar!
Qué es el mar?
cortada en la fragancia,
se abrazaron
De qué huían?
Del bosque?
VOLCÁN
sobresaltando ríos
se despeñaba el tuego,
el volcán palpitaba
a los pájaros,
El volcán vivo,
vivía, resurrecto,
del humo,
mataba con integridad terrible.
EL VIAJE
de anímales oscuros,
que salían
de la lluvia,
Y ahora
calcinado.
LA NAVE
la rosa de ceniza!
de los resurrectos,
nave de Rhodo,
rosa de Rosía,
de la pura frescura
de los bosques,
oh nave, naveguemos!
VOLCÁN
se arrastra,
cruje y sigue
calcinando:
los árboles sintieron
la mordedura
de un hocico de fuego,
estallaban,
eran sobrepasados
la brasa abrasadora
arde la escoria
y sigue al barco.
Te quema el paraíso,
te persigue el inherno.
Aléjate, varón,
se quema el reino!
con el fueso.
LA NAVE
y navega
de nieve y poderío.
y la nave resalta,
El volcán la persigue
y la nave
sigue
desvencijándose:
ya se la traga la ceniza:
en la incineración de la belleza.
LOS DIOSES
y la mujer Rosía.
Conducían la nave,
columna
el maldiciente,
VOLCÁN
La espada derretida
ofendiendo.
El aluvión de brasa,
desciende carcomiendo.
Arde la vida,
se rompe el mineral,
destruyendo.
a la nave, a la nave
se dirige
el castigo.
La embarcación desciende
progenitores de la salvación.