Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Traducción de
Juan Ramón Capella. Ed. Planeta
*Lucien Goldmann fue un filósofo francés y sociólogo de origen judío rumano. Como profesor de La Sorbona, fue un
influyente teórico marxista
PREFACIO
Goldmann presenta las dos finalidades que tiene su texto:
- mostrar la validez del análisis materialista y dialéctico como método para la comprensión del
contenido y la estructura de las obras filosóficas y literarias.
- y contribuir al conocimiento acerca de los textos que analizará: Pensées de Pascal (filosófico)
y las cuatro tragedias de Racine: Andrómaca, Británico, Berenice y Fedra. (Autores franceses
que habitaron en el SXVII)
Este doble objetivo se fundamenta en el pensamiento dialéctico – desde el cual Goldmann
plantea su trabajo-, específicamente en la categoría de totalidad que prohíbe una separación
demasiado rigurosa entre la reflexión acerca del método y la investigación concreta.
La idea central de la obra es que los hechos humanos forman siempre estructuras significativas
globales cuyo carácter es a la vez práctico, teórico y afectivo, y que estas estructuras sólo pueden
ser estudiadas positivamente en el contexto de una perspectiva práctica fundada en la aceptación de
determinado conjunto de valores. Partiendo de este principio, se ha mostrado la existencia de una
estructura de este tipo –la visión trágica- que ha permitido delimitar y comprender la esencia de
orden ideológico, teológico, filosófico y literario, y poner de manifiesto, entre todos estos hechos,
un parentesco estructural escasamente percibido con anterioridad.
Ese Dios no conoce, según Goldmann, la prescripción ni el perdón; y una vida llena de acciones
gloriosas no vale nada ante él. Es un Dios cuyos valores y juicios son radicalmente opuestos a los
de la vida cotidiana.
Por ende, si partimos del principio fundamental del pensamiento dialéctico, es decir, de que el
conocimiento de los hechos empíricos continuará siendo abstracto y superficial mientras no se
haya concretado por su integración al conjunto, única cosa que permite superar el fenómeno
parcial y abstracto para llegar a su esencia concreta e implícitamente a su significación, creo
que el pensamiento y la obra de un autor no pueden comprenderse por sí mismos
permaneciendo en el plano de los escritos e incluso en el de las lecturas y las influencias.
(…) Una idea, una obra, sólo obtienen su verdadera significación cuando se han integrado
en el conjunto de una vida y de un comportamiento. Además, frecuentemente, el
comportamiento que permite entender la obra no es el del autor, sino el de un grupo social
(o a veces, de la clase social).
La obra es inteligible si se la quiere comprender únicamente a través de la personalidad de su
autor. Es más, la intención de un escritor y la significación subjetiva que para él tiene su obra
no siempre coinciden con su significación objetiva, que le interesa al historiador – filósofo. (el
historiador entendido como empirista y el filósofo como racionalista, creo yo).
Se presentan dos dificultades si la obra de un autor no está referida al conjunto histórico del
que forma parte:
1. ¿Cómo delimitar la obra? En tanto, la distinción entre la esencia y el accidente.
Concepción de mundo
Goldmann propone la instrumentalización del concepto “concepción de mundo” que permite
también separar lo esencial de lo accidental en una obra.
La concepción de mundo puede definirse como una realidad colectiva, susceptible de ser
identificada en la estructura de las obras. Es un conjunto de aspiraciones, sentimientos e ideas
que reúne a los miembros de un grupo (o de una clase social) y los opone a los demás grupos.
Una gran obra literaria o artística expresa una concepción de mundo. Se trata de un fenómeno
de conciencia colectiva que alcanza su mayor claridad conceptual o sensible en la conciencia
del pensador o del poeta. Estos últimos lo expresan a su vez en la obra que estudia el historiador
sirviéndose del instrumento conceptual que es la concepción de mundo; esta, aplicada al texto,
permite determinar:
a) lo esencial en las obras que se estudia;
b) la significación de los elementos parciales en el conjunto de la obra.