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Curso: Lenguaje y Comunicación

Material LE 20

LEXICOLOGÍA 1
GUÍA TEÓRICA

En el presente material el tema es el vocabulario o léxico. Luego de definirlo, nos adentraremos


en la historia del léxico español, mostrando la influencia que diversas lenguas y culturas han
tenido en su conformación. En segundo lugar, analizaremos el signo lingüístico y sus relaciones.
Además, su uso en el contexto con la aplicación de un método para incrementar el vocabulario y
algunos datos sobre de qué modo debemos usar el diccionario. Finalmente, veremos una
propuesta metodológica de resolución del ítem de Vocabulario Contextual de la PSU, con algunos
ejercicios oficiales de este ítem.

1. CONCEPTO DE VOCABULARIO O LÉXICO

1.1 El vocabulario o léxico


El léxico o vocabulario es el objeto de estudio de la lexicología. Observemos las definiciones
académicas:

léxico, ca. (Del gr. lexikós, n. -kón). 1. adj. vocabulario. (Del lat. vocabŭlum, vocablo). 1.
Perteneciente o relativo al léxico (ǁ vocabulario m. Conjunto de palabras de un idioma. 2. m.
de un idioma o región). 2. m. Diccionario de diccionario (ǁ libro). 3. m. Conjunto de
una lengua. 3. m. Vocabulario, conjunto de las palabras de un idioma pertenecientes al uso de
palabras de un idioma, o de las que pertenecen una región, a una actividad determinada, a un
al uso de una región, a una actividad campo semántico dado, etc. Vocabulario
determinada, a un campo semántico dado, etc. andaluz, jurídico, técnico, de la caza, de la
4. m. Caudal de voces, modismos y giros de un afectividad. 4. m. Libro en que se contienen. 5.
autor. 5. m. p. us. Diccionario de la lengua m. Catálogo o lista de palabras, ordenadas con
griega. arreglo a un sistema, y con definiciones o
explicaciones sucintas. 6. m. Conjunto de
palabras que usa o conoce alguien. 7. m. coloq.
Persona que dice o interpreta la mente o dicho
de otro. Hablar por vocabulario. No necesitar de
vocabulario.

En términos generales, el léxico o vocabulario es el conjunto organizado de la totalidad de los


signos que la lengua posee. El léxico está completo, con todos sus signos y acepciones, solo en el
conjunto de la comunidad hablante. Es decir, el léxico completo del español actual está en la
mente, y en el uso oral y escrito, de los casi 400 millones de personas, repartidas en 21 países,
que tienen al español como lengua materna (número que se acrecienta en aproximadamente 25
millones si se consideran los hablantes que viven en los Estados Unidos). Esto significa que no hay
ninguna persona que conozca, ni diccionario que contenga, el léxico completo, ello es imposible.
1.2 La lexicología.
Por otro lado, una definición simple de lexicología está en el Diccionario de la Lengua Española 1:
(Del gr. lexikón, léxico, y -logía).1. f. Estudio de las unidades léxicas de una lengua y de las
relaciones sistemáticas que se establecen entre ellas.
Dicho manera más simple, la lexicología es el estudio de las ‘palabras’ de una lengua y de las
relaciones permanentes entre las mismas. Existe un vínculo evidente entre lexicología y léxico.
Éste se puede entender simplemente como el vocabulario, un conjunto ordenado de ‘palabras’.
Más adelante haremos observaciones a lo que debemos entender, en un sentido lingüístico-
técnico, por ‘palabra’, por ahora la usamos sin mayor cuestionamiento.
La importancia del estudio del léxico se percibe al definir una lengua. De modo elemental, una
lengua es un sistema de signos vocales arbitrarios que permiten la intercomunicación
(comunicación de los individuos entre sí), la intracomunicación (comunicación de un individuo
consigo mismo cuando piensa), la constitución y transmisión de la cultura.
Dicha definición quiere decir que una lengua, cualquier lengua, se utiliza cuando un hablante le
transmite un conjunto de ‘palabras’ ordenadas a un oyente. Obviamente, la comunicación
supone del hablante/oyente competencia lingüística, es decir, conocimiento suficiente y adecuado
de la lengua para comunicarse en ella. La definición dada ha supuesto su modalidad fundamental
(propia y definitoria de todas las lenguas) la oralidad, sin embargo, se sabe suficientemente que
existe también la modalidad auxiliar, pero cada vez más importante, de la escritura.
No obstante lo anterior, se precisa un comentario adicional sobre las lenguas naturales. Una
lengua puede tener muchas variedades, formas organizadas de utilizarse socialmente. Éstas
conforman un determinado vocabulario y una determinada relación entre significante y significado
(v. Concepto de signo lingüístico). Veamos las más significativas:
Lengua científica: Es una lengua de uso ocasional por una minoría. Es abstracta y teórica
por excelencia, pero comprende usos prácticos. Esta es una modalidad más bien rígida con
un vocabulario unívoco (un significante para solo un significado) que evita al máximo la
ambigüedad.
Lengua cotidiana: Es una lengua de uso habitual y mayoritario, es práctica por
excelencia. Esta es una modalidad flexible, cuyo vocabulario presenta ambigüedad en
ciertos casos (hay sinonimia, homografía, homofonía, etc).
Lengua literaria: Es una lengua de uso ocasional por una minoría. Es lúdica, estética y
capaz de expresar todas las potencialidades de la lengua, pues no se ata a las necesidades
prácticas ni de conocimiento. Obviamente ésta es una variedad absolutamente flexible con
un vocabulario potencialmente multívoco (significante y significado se asocian
poéticamente) que presupone una posible ambigüedad.
Analógicamente, para comprender la importancia de la lexicología nos remitiremos a un vínculo
tradicional: las ‘palabras’ son a la lengua, como, en el ajedrez, cada una de las piezas del tablero
son a las reglas del juego. Las ‘palabras’ (piezas) son la base primera de la lengua (juego), sin
ellas es imposible hablar (jugar). La lexicología nos permite adentrarnos en el conocimiento de las
‘palabras’ de la lengua, dando informaciones técnicas sobre su expresión, su contenido, su uso, su
historia, su estructura, su relación con otras palabras, etc.

1
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española. Espasa-Calpe, Madrid, 2001. Lo hemos usado para todas las
definiciones léxicas, sus artículos han sido citados en parte o totalmente, según el espacio. Nos referiremos al diccionario simplemente
como DRAE.
2
1.3 Sobre la historia del léxico español
1.3.1. Constitución del léxico patrimonial
El léxico actual de nuestro idioma es producto de una extensísima historia de contacto entre
culturas no sólo europeas sino también entre éstas y las distintas culturas precolombinas con que
los españoles se encontraron al momento de invadir América. Conocer algo de esta historia nos
permite comprender mejor la forma y el contenido de los signos que lo constituyen. Lo primero es
presentar un panorama muy general sobre el léxico patrimonial, es decir aquel tradicional y
panhispánico, utilizado por el conjunto de los hablantes.
En la península ibérica se forja el español. Para entender su conformación hay que considerar los
periodos de conquista de unos pueblos extranjeros sobre otros que allí vivían (por razones
económicas, políticas, religiosas o de otra índole). La dinámica de conquista, en términos muy
generales y esquemáticos, es simple: un pueblo conquistador impone su lengua y su cultura
sobre otros pueblos conquistados que abandonan las culturas y lenguas propias.
De todas las lenguas que se han hablado en la península durante el periodo de formación del
español (árabe, ‘germánico’, griego íbero, latín, vasco, etc.), el latín ha sido la más importante.
Su importancia sobrepasa con creces el periodo romano (218 a.C. - 409 d.C.), pues el ‘latín
hispánico’ se forja como el núcleo de la tradición lingüística peninsular sobre el cual influyen, de
diversos modos, todas las otras lenguas que conviven con él en la región. En otras palabras, en el
territorio se presenta la situación de lenguas en contacto que supone, por cierto, una jerarquía
lingüística.
Sobre un conjunto de lenguas diversas y de poca extensión territorial como el ibérico, el vasco, el
celta, el fenicio y el griego, se impone una lengua imperial, una ‘lengua de cultura’, el latín. Éste
domina el territorio completamente logrando que se extingan las lenguas prerromanas sobre las
que se impuso (salvo el vasco). Pero estas lenguas anteriores, aunque desaparecen, dejan sentir
su influencia en el vocabulario latino de la península. En buenas cuentas, se habla un latín
hispánico (estrato lingüístico dominante) con signos y ‘formantes’ de origen celta, ibérico,
fenicio, etc. (sustrato lingüístico). Esta variedad del latín se consagra, se hace tradicional y
prestigioso en la región. En el 409 los germanos inician la conquista de la península, hacia el 711
comienzan a imponerse sobre estos los musulmanes. A pesar de la derrota del imperio romano en
la península y de las sucesivas invasiones que le siguieron, el latín hispánico persistió como
estrato dominante. Esto, sin embargo, no impidió que sobre dicha lengua consolidada influyeran
también, consecutivamente, las lenguas germánicas y el árabe (superestrato lingüístico).
Mirando sinópticamente su historia, el español ha pasado por cuatro periodos de formación
dependientes de las distintas lenguas y culturas que se han asentado en la península:

3
PERIODO VIGENCIA LENGUAS CONTRIBUCIÓN AL LÉXICO

Prerromano ?? - 218 a. C Ibérico, vasco, celta, Izquierdo (ibérico), caballo, cerveza (celta),
fenicio, griego, y otras perro (etimología desconocida), etc.
(lenguas de
sustrato)

Romano 218 a.C. - Latín Viernes, hombre, ojo, mano, tierra, pecho,
409 d.C. mujer, puerta, mesa, gato, árbol, mar,
(estrato dominante)
persona, monte, isla, mente, etc.

Germánico 409 - 711 Godo (principalmente) Guerra, guante, robar, -engo (abolengo,
abadengo), etc.
(lenguas de
superestrato)

Árabe 711 - 1942 Árabe Aceite, arancel, adobe, algodón, amarillo,


azul, álgebra, almacén, almohada, etc.
(lengua de
superestrato)

??: desde antigüedad indeterminada.


1.3.2. El léxico del español americano
En Hispanoamérica junto con el patrimonio del idioma conviven aquellos vocablos propios del
español americano. La diferencia se debe a tres razones fundamentales, sin orden de importancia,
que distinguen el léxico peninsular del americano. La vigencia en Hispanoamérica de términos ya
desusados (hasta arcaicos) para el español ibérico. Además, existe un gran conjunto de voces
creadas (mediante composición, derivación o parasíntesis) por los hispanoamericanos sobre las
bases del español patrimonial. Lo más notorio a simple vista es la influencia del sustrato
indígena sobre el vocabulario. En términos generales estos vocablos se conocen como
‘indigenismos’. Veamos algunos ejemplos cotidianos:

ají taíno cototo mapuche *pantruca pos. mapuche


cancha quechua cuncuna mapuche papa quechua
canoa arauaco guagua quechua pichanga mapuche
chacra quechua huincha quechua pino (alimento) mapuche
chala quecha jaiba pos. arauaco pisco pos. quechua
charcha mapuche loco (molusco)mapuche pololear mapuche
chicle náhuatl macha mapuche poncho pos. mapuche
chocolate pos. náhuatl maíz taíno poroto quechua
coigüe mapuche maní taíno taita quechua
combo quechua mate quechua tiburón pos. tupí
cóndor quechua mote quechua tiza náhuatl
copucha mapuche palta quechua tomate náhuatl

pos.: posiblemente; * por metátesis, variante de pancutra la expresión tradicional.

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1.3.3. Contribuciones de otras lenguas al léxico español
La actividad humana de los diversos pueblos tiende de una forma casi natural a conectarse entre
sí. La influencia de un conjunto de diversas lenguas sobre otra, influjo que no implique disputa de
un territorio ni existencia previa en él, se denomina técnicamente influencia de adstrato
lingüístico. El español presenta en su léxico rasgos del contacto con la mayoría de las ‘lenguas
de cultura’ existentes. Veamos ejemplos:

acrobacia galicismo campeonato italianismo geisha or. japonés


arisco lusitanismo cheque anglicismo iglú or. esquimal
banco italianismo chubasco lusitanismo líder anglicismo
bolchevique or. ruso club anglicismo morriña lusitanismo
bonsái or. japonés cóctel anglicismo yogur or. turco
bufete galicismo estepa or. ruso zinc germanismo
búmeran or. australiano etiqueta galicismo fútbol anglicismo

or.: origen
Estos términos son préstamos, algunos entregan un contenido nuevo a la lengua (bonsai), otros
son variantes que expresan conceptos existentes (club, por sociedad). Debe notarse que hay
distintos grados de integración de un préstamo a la lengua, compárese búmeran (< ing.
boomerang) con boutique (< fr. boutique). Algunos llegan por intermedio de otra lengua, por
ejemplo bolchevique y yogur penetraron al español desde el francés, iglú y parka desde el inglés.

1.3.4. Contribución de las lenguas clásicas


Constituyentes fundamentales del léxico hispánico, y europeo en general, son las lenguas latina y
griega. Su importancia estriba en que sobre estas lenguas se erige la cultura occidental,
dominante hoy en la humanidad. El vocabulario de origen grecolatino no solamente se usa en la
lengua cotidiana (agricultor, hipopótamo, pueril), además, y muy especialmente, está en la lengua
científica (hemograma, histología, nihilismo) y literaria (prosternarse, hemiciclo, megalomanía).
En un sentido amplio, las palabras de fuente clásica conforman la mayoría del vocabulario culto
del español. Por otra parte, muchas palabras del vocabulario popular, familiar e incluso vulgar y
malsonante, tienen su principio en las lenguas indígenas. El vocabulario posee cultismos, es
decir, términos que han mantenido una forma muy cercana a su étimo latino o griego. Cuando el
término evoluciona, según las tendencias de la lengua, se arriba al vocablo popular, usado por la
mayoría. Cada uno de los ejemplos siguientes consta del étimo (palabra originaria) y las
expresiones culta (cultismo) y popular.

CALĬDUS>cálido>caldo FLAMMA>flama>llama POPULĀRIS>popular>poblar


CAPITŬLUM>capítulo>cabildo MATERĬA>materia>madera STRICTUS>estricto>estrecho
CLAMĀRE>clamar>llamar MUSCŬLUS>músculo>muslo AESTUARĬUM>estuario>estero
COLLOCĀRE>colocar>colgar PLANUS> plano>llano SUPERĀRE>superar>sobrar

5
>: cambia diacrónicamente en, o da origen a

Hay también semicultismos, es decir, términos que detuvieron su evolución sin llegar al popular:
FRUCTUS>fruto>*frucho; SAECŬLUM>siglo>*sejo. No existen las voces con *.

1.3.5. Los neologismos


Los neologismos son usos léxicos que se caracterizan por su novedad en el idioma, es decir, que
no se encuentran documentados en el uso tradicional. El criterio para determinar su novedad,
normalmente, es su ausencia en los diccionarios (en el caso del idioma español suele tomarse
como referencia el DRAE). El neologismo puede corresponder, principalmente, a un nuevo
vocablo (por ejemplo, chavista ‘partidario del presidente venezolano Hugo Chávez’) o la adición de
un nuevo significado para una palabra ya existente (por ejemplo, gusano ‘programa informático
malicioso que reside en la memoria del computador y se replica de modo automático’).
A continuación, se mencionan los últimos neologismos aceptados por la Academia Chilena de la
Lengua en su edición del año 2014, para el castellano de Chile:

Adherir (como unirse) Ficcionar (como agregar Precipitar (como llover)


elementos de ficción)
Agendar (como fijar o pactar) Reciclado (como remodelado
Grasitud (como gordura) o redestinado)
Álgido (como período crítico)
Homosexualismo (como Reposicionar (como volver a
Asumir (como hacerse cargo)
homosexualidad) posicionar)
Bailable (como agradable)
Identitario (como un rasgo Rubeola (como rubéola)
Carenciado (como falta de que da la identidad a un grupo
Sangramiento (como
recursos) de personas)
hemorragia)
Chismosear (como contar Implementación (como
Señalética (como señales del
chsimes) ejecución de un plan)
tránsito)
Choclillo (como tipo de carne Invicto (como una condición
Tecladista (como músico que
de los vacunos) de no haber sido vencido)
toca teclados)
Clasificar (como quedar Lanzamiento (como la
Trabajólico (como
seleccionado) primera vez que se presenta
excesivamente trabajador)
algo)
Concesionar (como entregar
Tráfico ( como tránsito)
en concesión) Opinólogo (como especialista
en opiniones) Transparencia (como
Concienciar (como estar
personas o acciones que no
consciente de algo) Paquetizar (como el conjunto
son impropias)
de productos que se venden)
Partear (como cursar una
multa)

2. LA ETIMOLOGÍA
2.1 Definición e importancia de la etimología
La Etimología (Del gr étymos ‘verdadero’ y logos ‘estudio, tratado’) es la parte de la lingüística que
estudia los orígenes y la formación de las palabras para expresar su sentido original. La etimología
es auxiliar a la comprensión de un término. Conocer sus orígenes de las palabras nos ilustra sobre
las motivaciones de su creación, permitiéndonos profundizar en el esclarecimiento de su significado.

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Específicamente hablando, en el ámbito diacrónico más tradicional, las palabras están compuestas
de RAÍCES (también conocidas como lexemas que corresponden a la parte invariable de la
palabra, que contiene el significado de la palabra) y de AFIJOS (también conocidas como
morfemas que corresponden a la parte variable de la palabra que se añade al lexema o raíz
completando su significado y formando palabras nuevas). Para entender mejor lo anterior,
veamos el siguiente cuadro:

AFIJOS O MORFEMAS UNIÓN DE AFIJOS Y RAÍCES

prefijos, anteriores a la a-FRIC-a (gr.a ‘sin’, phriké ‘frío’) ‘continente caluroso’.


raíz
(Prefijo a + Raíz FRIC).

infijos, entre la raíz y OFTALMO-lóg-ic-o (gr ophtalmos ‘ojo’, logos ‘tratado’) ‘lo relativo al
los sufijos estudio del ojo’.
(Raíz OFTALMO + Infijo ic).

sufijos, posteriores a la DUQU-e (lat. ducēre ‘conducir, guiar’) ‘persona que conduce, guía’.
raíz (Raíz DUQU + Sufijo e).

2.2 Ejercicios etimológicos


Veamos dos casos etimológicos:
1. Hipopótamo. (Del lat. hippopotămus, y este del gr. hippopótamos). 1. m. Mamífero
paquidermo, de piel gruesa, negruzca y casi desnuda, cuerpo voluminoso que mide cerca de tres
metros de largo por dos de alto. Tiene la cabeza gorda, con orejas y ojos pequeños, boca muy
grande, labios muy desarrollados, piernas muy cortas y cola delgada y de poca longitud. Vive en
los grandes ríos de África, y suele salir del agua durante la noche para pastar en las orillas.
Este signo, muy antiguo, es de origen griego y nos llegó a través del latín. La mayoría de nosotros
comprende el concepto, ha visto por fotografías, en enciclopedias, por películas o en vivo un
hipopótamo. Etimológicamente, el signo posee dos formantes hippos ‘caballo’ y potamós ‘río’, por
lo tanto este paquidermo fue para los antiguos griegos ‘el caballo del río’.
Estos formantes han sido productivos también en otros signos del idioma, hippos se conserva en
palabras como hipódromo, hípico, o hipocampo, por su parte potamós está en potable y potabilizar.
2. Alma. (Del lat. anĭma). 1. f. Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo,
sensitivo e intelectual de la vida. 2. f. En algunas religiones y culturas, sustancia espiritual e
inmortal de los seres humanos. 3. f. Vida humana. Arrancarle a alguien el alma. 4. f. Principio
sensitivo que da vida e instinto a los animales, y vegetativo que nutre y acrecienta las plantas. 5.
f. Persona, individuo, habitante. U. m. en pl. Una población de 20.000 almas. U. t. en sing. en frs.
negs. No se ve un alma en la calle. 6. f. Sustancia o parte principal de cualquier cosa. 7. f. Viveza,
espíritu, energía. Hablar, representar con alma.

La raíz ANIM ha dado muchos derivados a la lengua, forma una familia léxica con al menos los
siguientes signos:

alma animado, da alimaña reanimar longanimidad magnánimo


ánima animadversión animalizar exánime animismo magnanimidad
ánimo animoso, sa desanimar inánime animista reanimar
animar animosidad desánimo inanimación almo, ma unánime
animación animal desanimado inanimado, da desalmado unanimidad

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Comentemos algunos:

- animar ‘llenarse de alma’, v. acepciones 3 y 7 de la definición que está anteriormente indicada.


- animal ‘lo que posee alma’, v. acepción 1 de la definición que está anteriormente indicada.
- inánime ‘sin alma’, v. acepción 7 de la definición que está anteriormente indicada.
- desalmado ‘ant. Privado o falto de alma, espíritu’. Modernamente significa ‘inconsciente’, ‘cruel’.
- unánime ‘un alma’, es decir, actuar con una sola voluntad, sentimiento o ánimo.

3. EL SIGNO LINGÜÍSTICO Y SUS RELACIONES


Hasta el momento hemos hablado sin más de ‘palabra’. Todas las veces en que hasta aquí ha
aparecido entre comillas, puede reemplazar válidamente a signo. El signo es uno de los
conceptos fundamentales y a la vez más complejos que inician la lingüística moderna. Sin ánimo
de dificultar nos remitiremos a los principios teóricos más tradicionales y conocidos al respecto,
los de Ferdinand de Saussure en el Curso de lingüística general (1916).

3.1 Definición e importancia del signo


El signo es una unidad lingüística psíquica (que está en nuestra mente) constituida por la
asociación intelectual entre una imagen acústica (o significante) y un concepto (o significado).
La función principal de los signos, además de ser el instrumento básico de la comunicación, es
permitir por medio de su organización en un sistema léxico-semántico (un repertorio de
expresiones vinculado entre sí por sus contenidos) la constitución de una visión de mundo.
La visión de mundo es fundamental, pues posibilita la organización lingüística de todas las
preocupaciones que la cultura imprime a la conciencia humana. Así, los signos tienen como
función aprehender y transmitir la realidad interna y externa al ser humano, por lo tanto, como
veremos más adelante, el campo de ideas en el que participan los signos lingüísticos es el campo
de lo universal, los signos lingüísticos aprehenden y comunican toda la realidad humana.

Concepto Contenido mental

Imagen SIGNIFICADO
acústica
(fonos)

Imagen
Sensorial =SIGNIFICANTE REFERENTE = Fenómenos
de la realidad

Imagen
visual
(grafos)

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3.2 Estructura general
El signo nace de la asociación entre un significante y un significado, definamos cada uno mediante
una distinción simple:
Nos sirve entender el significante como el aspecto ‘material’, concreto y perceptible del signo. Es
lo que escuchamos y pronunciamos al momento de hablar o lo que leemos y escribimos. El
significante configura el plano de la expresión.
Por su parte es adecuado en nuestro nivel entender el significado como el aspecto ‘ideal’,
abstracto e imperceptible del signo. El significado no se escucha ni pronuncia, tampoco se lee ni
escribe. Como entidad psíquica que es el signo, el significado está en la mente. El significado
configura el plano del contenido.
La importancia radical del signo en la vida humana es que éste porta significación es decir
manifiesta un vínculo entre el sujeto, (entre su realidad mental) y los fenómenos de la realidad,
los llamados referentes. Esto significa que mientras más rico el caudal de signos que manejemos
más compleja y profunda será nuestra realidad mental. Todo ello nos permitirá por cierto
comprender mejor nuestra circunstancia.
3.3 Características del signo
El signo lingüístico así definido tiene, según Saussure, diferentes características:

3.3.1 Arbitrariedad: el signo es arbitrario, porque no existe ninguna relación natural, motivada,
necesaria entre significante y significado. No hay obligación alguna de que el concepto, la idea de
gato se exprese por los cuatro fonemas españoles /g/a/t/o/. Si hubiese una relación natural entre
los constituyentes del signo habría sólo una lengua para toda la humanidad, sin embargo, el
concepto gato tiene, entre otras distintas expresiones: lat. cattus, ing. cat, jap. neco, fr. chat, al.
katze e it. gatto.
3.3.2 Linealidad del significante: el significante es lineal, porque para expresarlo se necesita
disponer los sonidos en una secuencia ordenada, unos primero y otros después, siendo imposible
pronunciarlos al unísono. Así, el significante /e/s/c/a/l/e/r/a/ implica pronunciar ocho sonidos
ordenados durante algunos segundos. En lo escrito, ese significante implica un tiempo y un
espacio. Esta característica del signo es consecuencia de su aspecto ‘material’, concreto y
perceptible.
3.3.3 Intencionalidad: el signo tiene una finalidad, una función, pues el acto de comunicarse
cumple ciertas necesidades del hablante. Los enunciados pueden servir, por ejemplo, como
vehículo de la subjetividad: ¡Hoy es un gran día, celebremos! o de la apelación: Los que no
tengan autorización, retírense de este lugar, o de la referencialidad: Los diccionarios se
encuentran sobre la mesa.
3.3.4 Convencionalidad: el signo es convencional, porque se establece por un acuerdo social
entre los miembros de una comunidad. Los hablantes se han concertado tácitamente para
denominar un referente; lo convencional o institucional del signo se percibe en el cambio
lingüístico: en Chile se dice aeropuerto; en Argentina, aeroparque.
3.3.5 Aspecto cultural: el signo es cultural, porque manifiesta, por medio de una lengua
determinada, un vínculo particular entre los sujetos y el mundo que viven. Tiene además usos
locales que connotan características de cada cultura o sociedad. Ejemplo:
“¡Qué hermoso el gato que tienes en tu casa!” (gato animal doméstico)
“Ayer estuviste como un gato en el arco, atajaste todo” (referencia a la agilidad del felino)

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3.3.6 Carácter sistemático: el signo lingüístico forma parte de una lengua por lo tanto, su
sentido depende de los demás signos. Ejemplo: el signo casa se vincula con otros como:
departamento, cabaña, mansión, construcción o pieza. Además posee vínculos morfológicos con
casona, caserío o caseta. La sistematicidad es característica definitoria del signo, ya que los
símbolos, señales e íconos no son sistemáticos.

Esquemáticamente:

PLANO REAL PLANO MENTAL

Significante
/g – a – t – o / (4 fonemas)
[gato] (4 grafemas)

SIGNO

Significado
gato1. (Del lat. cattus). 1. m. Mamífero carnívoro de la
familia de los Félidos, digitígrado, doméstico, de unos
EL REFERENTE cinco decímetros de largo desde la cabeza hasta el
arranque de la cola, que por sí sola mide dos decímetros
Un determinado elemento de la aproximadamente. Tiene cabeza redonda, lengua muy
realidad. áspera, patas cortas y pelaje espeso, suave, de color
blanco, gris, pardo, rojizo o negro. Es muy útil en las
casas como cazador de ratones (…).

3.4 Relaciones en el plano del contenido


3.4.1 Sinonimia
La sinonimia (del gr. sin- ‘con’ y ónoma ‘nombre’) es una relación en la cual un signo se vincula a
otro por una relativa igualdad en su significado. Es una relación de contenido, de carácter
mental. Observemos un ejemplo:
Los cuatreros ubicaron un excelente escondite, en consecuencia, no fueron capturados.
En diccionarios de sinónimos y antónimos el término escondite, en este caso la palabra guía,
aparece acompañado de sus ‘sinónimos’ escondrijo, madriguera, guarida y refugio.
3.4.2 Antonimia
La antonimia (del gr. anti- ‘contra’ y ónoma ‘nombre’) es una relación en la cual un signo se
vincula a otro por una oposición en su significado. También es una relación de contenido, de
carácter mental. Es la relación contraria a la sinonimia. Observemos un ejemplo:
El colono fue intrépido hasta en las circunstancias más adversas.
En diccionarios de sinónimos y antónimos el término intrépido, en este caso la palabra guía,
aparece acompañado de sus ‘antónimos’ miedoso, cobarde, y temeroso.

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3.5 Relaciones en el plano de la expresion

3.5.1 Homofonía
La homofonía (del gr. omós ‘igual’ y foné ‘sonido’) es una relación en la cual un signo se vincula a
otro por una igualdad en su significante oral. Es una relación de expresión, de carácter formal.
Observemos un ejemplo:
Ese varón, emocionado, recibió la distinción de barón.

SIGNIFICANTE SIGNIFICADO

ORAL ESCRITO

[varón] varón. (Del lat. varo, -ōnis, fuerte, esforzado) 1. m. Ser humano de sexo
masculino. 2. m. Hombre que ha llegado a la edad viril. 3. m. Hombre de respeto,
/baron/
autoridad u otras prendas (…).

[Barón] barón. (Quizá del franco *baro, hombre libre). 1. m. Título de dignidad, de más o
menos preeminencia según los diferentes países. 2. m. Persona que tiene gran
influencia y poder dentro de un partido político, una institución, una empresa, etc.

En términos simples los homófonos son ‘palabras’ que se escriben distinto, se pronuncian igual y
poseen distinto significado.
3.5.2 Homografía
La homografía (del gr. omós ‘igual’ y gráfein ‘escribir’) es una relación en la cual un signo se
vincula a otro por una igualdad en su significante escrito. Es una relación de expresión, de
carácter formal. Observemos un ejemplo:
Dejé sobre (1) la mesa, dentro de un sobre (2), la carta que cuenta sobre (3) las vacaciones.

SIGNIFICANTE SIGNIFICADO

ORAL ESCRITO

(1) sobre1. (Del lat. super).1. prep. Encima de. 2. prep. acerca de. (…)
/sobre/ [sobre] (2) sobre2. 1. m. Cubierta, por lo común de papel, en que se incluye la carta,
comunicación, tarjeta, etc., que ha de enviarse de una parte a otra. 2. m. Lo que se
escribe en dicha cubierta. (…)
(3) sobre1. (Del lat. super).1. prep. Encima de. 2. prep. acerca de. (…)

Nótese que en sobre (1) y (3) se trata de la preposición en sus dos primeras acepciones,
recogidas en un mismo artículo lexicográfico: en sobre (1) se usa la primera acepción y en sobre
(3) la segunda. En sobre (2) se está ante un sustantivo, por lo tanto, corresponde a otro artículo
lexicográfico.
En términos simples los homógrafos son ‘palabras’ que se escriben igual, se pronuncian igual y
poseen distinto significado.

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3.5.3 Paronimia
La paronimia (del gr. para ‘cerca’ y ónoma ‘nombre’) es una relación en la cual un signo se vincula
a otro por una semejanza en su significante. Es una relación de expresión, de carácter formal.
Los parónimos son tales que pueden confundir al hablante de escasa preparación. Observemos un
ejemplo:
Sin duda tiene actitudes para la música, en vez de, sin duda tiene aptitudes para la música.

SIGNIFICANTE SIGNIFICADO

ORAL ESCRITO
actitud. (Del lat. *actitūdo). 1. f. Postura del cuerpo humano, especialmente
/actitudes/ [actitudes]
cuando es determinada por los movimientos del ánimo, o expresa algo con
eficacia. Actitud graciosa, imponente. Las actitudes de un orador, de un actor. 2.
f. Postura de un animal cuando por algún motivo llama la atención. 3. f.
Disposición de ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola, pacífica,
amenazadora, de una persona, de un partido, de un gobierno.
aptitud. (Del lat. aptitūdo).1. f. Capacidad para operar competentemente en una
/aptitudes/ [aptitudes]
determinada actividad. 2. f. Cualidad que hace que un objeto sea apto, adecuado
o acomodado para cierto fin. 3. f. Capacidad y disposición para el buen
desempeño o ejercicio de un negocio, de una industria, de un arte, etc. U. t. en pl.
con el mismo significado que en sing. 4. f. Suficiencia o idoneidad para obtener y
ejercer un empleo o cargo.

Evidentemente decir actitudes para la música no es lo mismo que aptitudes para la música. Lo
primero significa que el hablante tiene el interés, la preocupación o el ánimo de aprender música
y, por tanto, realiza acciones correspondientes. En cambio, lo segundo significa que el hablante
tiene las capacidades, las habilidades que le permiten interpretar piezas musicales con
adecuación. Como podrá comprenderse, actitudes y aptitudes no siempre concurren en un mismo
sujeto.

3.5.4 La denotación y la connotación

La denotación es el valor informativo – referencial de un signo, indicado con precisión por el código.
En este sentido, se relaciona con la función referencial del lenguaje, pues su uso depende
directamente de la definición extraída de un diccionario.

La idea de connotación se empareja y opone a la denotación, en cuanto indica una serie de valores
secundarios, no siempre bien definidos y en algunos casos extralingüísticos, ligados en ciertas
ocasiones a un signo. Es decir, presenta una significación figurada, más propia de la función
emotiva o poética del lenguaje. Desde luego, si el hablante desarrolla mayores niveles de
connotación, la riqueza expresiva de su discurso aumenta.

Ejemplo:

Uso denotativo Uso connotativo

“El zorro culpeo está en vías de “Ese hombre es un zorro viejo”


extinción”
ZORRO
Animal mamífero de la familia de los Hombre astuto y artificioso.
cánidos.

12
4. EL SIGNO LINGÜÍSTICO Y SU CONTEXTO

4.1 El incremento del vocabulario2


Al definir léxico, afirmamos que está completo, con todos sus signos y acepciones, solo en el
conjunto de la comunidad hablante y que, en consecuencia, nadie lo domina por entero. Entonces,
debemos hacer una reducción al hablar del vocabulario; éste es estrictamente personal.
Cada hablante, teniendo a su disposición miles de palabras utiliza habitualmente un conjunto muy
conocido de éstas, que podría definir si fuera el caso, durante su comunicación diaria. Éste es un
léxico interiorizado en nuestra conciencia que nos permite hablar, escuchar, escribir y leer con
efectividad y fluidez, denominado vocabulario activo. Por su parte, el vocabulario pasivo es
aquel constituido por aquellos signos que no podríamos definir, que no usamos, pero que, sin
embargo, el contexto de comunicación nos permite comprender. Este tipo de vocabulario aparece
con mayor frecuencia en situaciones formales, en lecturas de lengua literaria o científica. El
objetivo de toda la información lexicográfica que te entregamos es el incremento del
vocabulario pasivo.

4.1.1 Técnicas de incremento de vocabulario: la lectura comprensiva


La lectura comprensiva es aquella que pretende aprehender una información desde el
conocimiento de los términos que le sirven de soporte. Se requiere, entonces, una actitud de
curiosidad ante lo leído. La comprensión de las comunicaciones orales son básicas para el diario
vivir, pero la lengua escrita contiene, en general, los términos de nuestro vocabulario pasivo que
nos interesa incorporar al uso.
Todo signo desconocido tiene una expresión, un significante. Debes observarlo con atención y
retener su ortografía literal (si por ejemplo, se escribe con [b] o [v], [j] o [g], si usa mayúscula o
minúscula, etc.) y acentual (si tiene tilde o diéresis). Además es conveniente que repares en los
procedimientos de su creación.
También, obviamente, posee un contenido, un significado. Para descifrarlo, en primer lugar, debes
observar el contexto en que el signo se ubica (es decir, en el conjunto de palabras que lo
rodean) y postular un contenido posible. Posteriormente, hay que recurrir al diccionario, buscar
el término requerido y leer por completo el artículo lexicográfico. Sustituyendo las definiciones por
el término buscado, podrás descubrir cuál se ajusta mejor al contexto.
La fase final de la integración de un término al vocabulario es necesariamente usar aquella
expresión en nuestra comunicación oral o escrita. Verdaderamente el uso constante es la única
forma eficaz de fijar un nuevo vocablo en la memoria.
Veamos el método funcionando:

1. LECTURA COMPRENSIVA: “De haberle dicho al doctor que estaba entregado al ocio por gusto es seguro
que me hubiese tratado por haragán. Y ¿quién desea que así se le moteje?” González Vera, Cuando era
muchacho, (fragmento). ¿Qué significa moteje?

2. EXPRESIÓN: Por su forma y el contexto debe de ser un verbo, [compárese con ¿quién desea que así se
le escriba (o diga, golpee, señale, enseñe, etc)?]: motejar, motejar o motejir.

2
Las ideas básicas sobre el incremento del vocabulario y su fichaje han sido tomadas de Hugo León et al: PAA, guía de preparación para
la parte verbal. 1977, Santiago de Chile. Universitaria.
13
3. CONTENIDO: Por el contexto podría significar tratar, señalar o decir. Consultemos el diccionario:
BÚSQUEDA DEL TÉRMINO: motejar. 1. tr. Notar, censurar las acciones de alguien con motes o apodos.
OTRAS BÚSQUEDAS POSIBLES: notar. (Del lat. notāre).(…) 5. tr. Censurar, reprender las acciones de
alguien. (…).
mote1. (Del prov. o fr. mot, palabra, dicho). 1. m. Sobrenombre que se da a una persona por una cualidad
o condición suya. 2. m. Sentencia que llevaban como empresa los antiguos caballeros en las justas y
torneos. (…).
apodo. (De apodar). 1. m. Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de
alguna otra circunstancia. 2. m. desus. Chiste o dicho gracioso con que se califica a alguien o algo,
sirviéndose ordinariamente de una ingeniosa comparación.

4. SUSTITUCIÓN EN CONTEXTO: ¿quién desea que así se le apode (censure, reprenda…)?

5. USO HABITUAL DEL TÉRMINO: “Nadie soportaba a Juan, vivía motejando a los demás”, “Lo motejó
de pánfilo”, etc.

4.1.2 La ficha de vocabulario


Al proceso de aprender un término ayuda la escritura de una ficha de vocabulario. Sirve para
ello una hoja de oficio (216 x 330 mm) o de cuaderno universitario partida en dos. Veamos un
modelo según la información anterior:
(Anverso de la ficha)

MOTEJAR

Contexto “De haberle dicho al doctor que estaba entregado al ocio por gusto es seguro que me hubiese
tratado por haragán. Y ¿quién desea que así se le moteje?”

Definición: motejar. 1. tr. Notar, censurar las acciones de alguien con motes o apodos.
Otras acepciones: En este caso no tiene.

Sinónimos: censurar, criticar, reprender, apodar, tildar.

Sustitución en contexto: ¿quién desea que así se le apode (censure, reprenda)?

5. Uso en otro contexto: “Nadie soportaba a Juan, vivía motejando a los demás”, “Lo motejó de
pánfilo”, etc…

(Reverso de la ficha)

14
MOTEJAR

Antónimos: disculpar, excusar, justificar, defender, exculpar.

Homófonos: No tiene.

Homógrafos: No tiene.

Parónimos: Motear.

Sustitución en contexto por el antónimo: ¿quién desea que así se le disculpe (justifique, defienda)?

5. EL MANEJO DEL DICCIONARIO


Veamos la definición académica de diccionario:

diccionario. (Del b. lat. dictionarium). 1. m. Libro en el que se recogen y explican de forma


ordenada voces de una o más lenguas, de una ciencia o de una materia determinada. 2. m.
Catálogo numeroso de noticias importantes de un mismo género, ordenado alfabéticamente.
Diccionario bibliográfico, biográfico, geográfico.
El diccionario es en general para el estudiante un objeto común en el cual busca las definiciones y
significados de las ‘palabras’ que desconoce. Con él además se resuelven dudas de carácter
ortográfico o gramatical. Se espera encontrar entre sus páginas voces y acepciones que se
consideran cultas y prestigiosas. Es muy recomendable que habitualmente se consulte un
diccionario, procurando que sea el que mayor información proporcione.
Para acrecentar el vocabulario, cual corresponde a una persona culta, nos sirve un diccionario con
determinadas características:
1. De uso: registra el vocabulario actual y vigente, no es un diccionario etimológico.
2. Monolingüe: los términos que incluye y sus definiciones pertenecen a una misma lengua:
español-español.
3. Semasiológico: el artículo lexicográfico se inicia en el significante y se termina en sus
significados.
4. General: nos da información sobre el léxico sin importar dónde se use. No es de –ismos:
chilenismos, peruanismos, etc.
5. De lengua común: registra la lengua cotidiana, además de los términos científicos y literarios
que se han hecho usuales.

El que mejor se adecua a nuestros fines, por la cantidad de información que entrega, por el
cuidado con que está hecho y por su carácter normativo/descriptivo y panhispánico es el DRAE,
Diccionario de la Lengua Española editado por la Real Academia Española (puedes consultarlo
en Internet www.RAE.es, pulsando el botón Diccionario de la Lengua Española o bien descargando
la aplicación para dispositivos móviles).
Es importante señalar que cuando uses un diccionario en formato papel o digital, lo importante,
además de buscar la palabra de la cual se desconoce su significado coloques atención a la
información adicional que se entrega y las distintas acepciones, en caso que existan, de la
palabra. Veamos un ejemplo con la palabra “repente” en DRAE:

15
Una vez que hayas digitando la palabra en el sector que se te indica en la aplicación o bien
encontrado siguiendo el orden alfabético en el texto de papel, esta debería aparecer de la
siguiente manera:
1. A la cabeza de cada artículo aparece una palabra escrita en negrita, que presenta la unidad
léxica buscada, como por ejemplo:

Repente. (Del lat. repens, -entis, súbito, repentino). m. Impulso brusco e inesperado que
mueve a hacer o decir cosas del mismo tipo. Le dio un repente y se marchó. // 2. coloq.
Movimiento súbito o no previsto de personas o animales. // 3. adv. m. de repente
(//súbitamente, sin preparación). // de ~. loc. adv. Súbitamente, sin preparación, sin discurrir o
pensar. // 2. Coloq. Ur. y Ven. posiblemente. // hablar alguien de ~. fr. hablar de memoria.
V. coplas de repente.

2. En algunos casos, sigue a la palabra buscada la información etimológica, encerrada siempre


dentro de un peréntesis. En el ejemplo anterior se trata de esta secuencia:

(Del lat. repens, -entis, súbito, repentino).

3. Aparecen a continuación la acepción o acepciones correspondientes a la palabra, numeradas


cuando hay más de una, a partir de la segunda, en el mismo caso por una doble barra inclinada:

Repente. (Del lat. repens, -entis, súbito, repentino). m. Impulso brusco e inesperado que
mueve a hacer o decir cosas del mismo tipo. Le dio un repente y se marchó. // 2. coloq.
Movimiento súbito o no previsto de personas o animales. // 3. adv. m. de repente
(//súbitamente, sin preparación). […]

4. Tras una doble barra de mayor cuerpo que la destinada a separar las acepciones, aparecen las
formas complejas, cuyas acepciones, si son más de una, también está numeradas:

Repente. […] // de ~. loc. adv. Súbitamente, sin preparación, sin discurrir o pensar. // 2.
Coloq. Ur. y Ven. posiblemente. // hablar alguien de ~. fr. hablar de memoria. […]

5. Al final de la entrada pueden aparecer uno o varios envíos precedidos por la abreviatura “V”
(‘véase’), que indican otro lugar preciso del Diccionario donde puede encontrarse la información
que se busca. En el ejemplo anterior:

Repente. […] V. coplas de repente.


Finalmente, es auxiliar a este tipo de textos el diccionario de sinónimos y antónimos que no
nos proporciona definiciones, sino una relación de contenido-contenido (de ‘igualdad’ u oposición)
entre dos o más significantes.
Te invitamos a emplear constantemente el diccionario, evitando así que te quedes con dudas
conceptuales respecto de aquellas palabras que no dominas, o bien, manejas parcialmente.
Durante el año lectivo irás trabajando una serie de Guías de Lexicología que persiguen el objetivo
de aumentar tu manejo de léxico y que conozcas todas aquellas palabras que se han empleado en
los ensayos oficiales de la PSU.

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6. LÉXICO CONTEXTUAL EN LA PSU

Como bien sabes, en la PSU de Lenguaje y Comunicación se realizan 15 preguntas que


corresponden a “Vocabulario contextual”, que esencialmente miden tu habilidad de analizar e
interpretar la información dentro de un texto a nivel del manejo del significado de este con su
contexto.
De manara más específica el DEMRE en su publicación oficial menciona: “la Sección 3
(Comprensión de Lectura y Vocabulario contextual) se organiza de modo tal de evaluar la
competencia para decodificar, procesar, interpretar y evaluar información de naturaleza textual,
mediante dos tipos generales de preguntas: comprensión de lectura propiamente tal, y
vocabulario contextual. […] Las preguntas de vocabulario contextual interrogan sobre la
habilidad de identificar e interpretar información interrelacionada al interior de un texto, en tanto
la determinación de su significado no sólo descansa en el conocimiento del léxico, sino,
fundamentalmente, en la capacidad de elaborar tal significado en concordancia con el contenido
general del texto, así como de la relación del término elegido con los que lo anteceden y
suceden”.

En síntesis, podemos entender que para una correcta resolución el alumno, por una parte, debería
tener un conocimiento del significado de las palabras del ejercicio (tanto la palabra guía como la
clave y los distractores), y por otro lado, debería atender a una correcta interpretación del sentido
del término en relación con el texto en su globalidad. Es de mucha importancia no descuidar la
relación que se da entre la palabra guía y aquellas que la preceden y suceden, ya que de esta
información se desprende que el ejercicio de vocabulario contextual supone una cabal
comprensión del texto tanto en el plano local como en el plano global. Por lo tanto, un primer
paso necesario para responder este tipo de ejercicios es leer y comprender totalmente el texto, no
quedarse sólo en plano oracional.

6.1 Propuesta metodológica de resolución del vocabulario contextual

Para contestar con acierto deben seguirse los siguientes pasos:

a) lee por completo el texto (o párrafo) en cuestión asegurándose de entender su sentido.

b) identifica la palabra consultada en el texto.

c) relee la oración en donde aparece la palabra estudiada, identificando su sentido con respecto al
contexto oracional, es decir, apoyándose en las palabras y oraciones que la anteceden y suceden.

d) enfrenta el ejercicio:
- verifica si la palabra está usada en sentido denotativo o figurado.
- identifica las acepciones de la palabra guía (determinar los significados posibles).
- contrasta las acepciones con el sentido de la palabra en el texto (determinar el sentido real).
- contrasta el sentido de la palabra en el texto con el significado de las cinco opciones del
ejercicio. Haz un análisis de las palabras del ejercicio entre sí (descubrir sinonimia, antonimia,
inclusión, etc.).

e) lee la oración donde se sitúa la palabra y remplázala con cada una de las alternativas,
descartando aquellas cuyo significado altere o vuelva incoherente el sentido original del texto.

f) escoge la alternativa que permita remplazar la palabra sin que se altere el sentido de la oración.

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Veamos la resolución de un texto oficial del proceso 2013 que tiene tres ejercicios
comentados:

Texto 3 (36 – 43)

PREGUNTA 36

REPITA

A) reanude
B) reitere
C) replique
D) insista
E) reincida

Dificultad de la pregunta: 57,7% (mediana)

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COMENTARIO

EL ítem de vocabulario contextual exige del postulante una competencia cognitiva, consistente en
el funcionamiento armónico de, por lo menos, dos habilidades cognitivas analizar e interpretar.
Por lo tanto, el postulante debe analizar tanto el concepto en cuestión (“repite”) como su contexto
de aparición; consecuentemente, deberá interpretar el sentido del término en el contexto, para
lograr encontrar el equivalente semántico adecuado. El ítem, como bien es sabido, posee cinco
opciones, de las cuales sólo una, irrestrictamente, es la clave del ítem.

En este caso, el término “repita” sólo puede ser sustituido en el contexto por “reitere”; debido a
esto, la clave del ítem es la opción B, en la que se expresa el término “reitere”. Esta forma verbal
conjugada es la única que mantiene el sentido de enunciar algo varias veces. Las otras opciones
no pueden ser la clave del ítem; por ejemplo, “replique” (opción C) implica que existe un diálogo
en el que, frente a la enunciación de otro interlocutor, se emite una réplica o una respuesta, se
conversa, hilando réplicas. El sentido de términos tales como “reinicia”, “reanude”, “insista” es
lejano respecto del sentido de “repita”.

PREGUNTA 37

INTEGRAL

A) especial
B) pertinente
C) básica
D) adecuada
E) global

Dificultad de la pregunta: 18,8 % (difícil).

COMENTARIO

El término “integral”, presente en el anuncio de UNICEF, apunta a que este organismo pretende,
gracias a los aportes monetarios, proteger a la infancia en todos los aspectos posibles respecto de
los cuales la infancia, es decir, las/os niñas/os podrían verse vulnerados. De acuerdo con el
análisis anterior, la interpretación adecuada del concepto “integral” es “global”, puesto que
UNICEF pretende, a través de las colaboraciones, proteger de manera “total” el “mundo de los
niños”. Desde esta perspectiva, la clave del ítem es la opción E (“global”). Las otras opciones no
pueden ser la clave, debido a que apuntan a sentidos divergentes respecto del sentido del
concepto “integral/global”. Así, por ejemplo, “pertinente” (opción B) implica que se estaría
realizando una protección “adecuada”; sin embargo, ¿”adecuada” o “pertinente” respecto de qué?
Ambos conceptos apuntan a una protección idónea, pero para que sea idónea, adecuada,
pertinente, debe haber un objetivo para esa protección. UNICEF se propone proteger
integralmente a la infancia, se subentiende que de manera adecuada, pero el concepto
“adecuado” no da cuenta de la totalidad, de la globalidad con la que UNICEF pretende proteger a
la infancia.

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PREGUNTA 38

APARTADO

A) depósito
B) dirección
C) casilla
D) destino
E) remitente

Dificultad de la pregunta: 23, 5% (difícil).


COMENTARIO

En el contexto anterior, el concepto “apartado” cumple la función de un sustantivo concreto que


sólo puede ser interpretado de manera denotativa. Esto es, la única equivalencia semántica
posible debe ser un sustantivo concreto que denote, es decir, que refiera directamente a un
determinado objeto o cosa. De esta manera, “apartado” de correos o postal, sólo puede ser
reemplazado en el contexto por “casilla”, dado que este término implica una determinada
codificación, aceptada por la nomenclatura de Correos, en este caso, de Madrid. Así, la casilla
postal, que alude a un código numérico, es en el idioma castellano local, el equivalente al
castellano ibérico “apartado”. Por ende, la clave del ítem es la opción C, “casilla”. Las otras
opciones hacen alusión a elementos propios del mundo del Correo, “depósito” (opción A), por
ejemplo, es un espacio físico concreto, no privativo de las oficinas de correos, en el que se
guardan diversos objetos, documentos, entre otros elementos. El concepto “dirección” (opción B)
no cumple, tampoco, con la sustitución semántica para “apartado”, porque la dirección implica
una locación física, codificada según el nombre de un pasaje, una calle o una avenida y una
específica numeración de un domicilio (casa, departamento, block, etcétera), y no así el apartado
postal que es un código numérico decodificable por Correos, institución que le asigna una
determinada locación física.

DMCA – LE20

Puedes complementar los contenidos de esta guía visitando nuestra página Web.
http://www.pedrodevaldivia.cl

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