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EL JOVEN, EL GURÚ Y EL PÁJARO

INVITACIÓN A LA LIBERTAD
Josep F. Mària i Serrano, sj.

1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 3
2. ORÍGENES DE LA LIBERTAD. SOCIALIZACIÓN E INTERIORIDAD ...................... 6
3. CONSTITUCIÓN DE LA LIBERTAD: PERSONA Y DESEO ........................................ 13
4. LA PROYECCIÓN DE LA LIBERTAD: DECISIÓN Y DIVINIDAD .............................. 22
5. CONCLUSIÓN ............................................................................................................... 30
Josep F. Mària i Serrano es licenciado en Teología y doctor en Economía por la Universidad
de Barcelona; profesor en ESADE y miembro de Cristianisme i Justícia.

Con la colaboración de:

INTERNET: www.fespinal.com • Dibujo de la portada: Roger Torres Aguiló • Edita CRISTIA-


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1. INTRODUCCIÓN
La corrupción es como los elefantes: difícil de describir pero fácil de reconocer.
VITO TANZI

Hay realidades en el mundo que son difíciles de describir; pero que


se reconocen fácilmente. Tanzi afirma que la corrupción forma parte de
estas realidades.
En el Cuaderno que iniciamos, nuestra pretensión es que, al igual
que la corrupción, la libertad se parece a los elefantes. La libertad es
difícil de describir –no se puede hablar de ella... al menos con preci-
sión– pero se puede reconocer con facilidad: cuando constatamos que
alguien utiliza su libertad, se despierta en nuestro interior un no sé qué
que nos la hace reconocer y que nos invita a utilizar la nuestra.

En este sentido, la dificultad de definir Esta dificultad nos lleva a aproxi-


la libertad es común con la dificultad de marnos a la realidad compleja de la li-
definir la realidad de Dios. bertad desde diversas perspectivas, que
De hecho, Xavier Melloni compara responden a diferentes experiencias de
a Dios con un elefante y a los hombres gente que ha empleado su libertad.
con un grupo de ciegos que intentan Todas ellas, sin embargo, quedan co-
hablar del elefante... aunque cada uno nectadas a través de un cuento: de la si-
de ellos sólo toca una parte del animal: tuación que propone, de los personajes
la cola, la trompa, las patas, el vien- que aparecen en el mismo y de las rela-
tre...1 ciones que se establecen entre ellos.
3
1.1. El cuento2 El concepto de sabiduría del gurú es
diferente. Los gurús acostumbran a uti-
Hace mucho tiempo, en la India, un jo-
lizar historias o relatos para remitir a sus
ven se aproximó a un grupo de gente
oyentes a otra mirada sobre el mundo, a
que estaba escuchando las enseñanzas
otra forma de sabiduría. Y el camino de
de un gurú muy famoso. El joven lleva-
acceso a esta otra sabiduría pasa por
ba un pájaro vivo entre sus manos y di-
plantear las contradicciones que apare-
jo al gurú:
cen cuando tenemos una mirada estre-
– Hombre sabio, tú que lo sabes to- cha sobre la realidad: como la mirada
do, dime: el pájaro que tengo en las ma- que tiene el joven, obsesionado por el
nos, ¿está vivo o muerto? desafío. Porque –en términos de la cita
El joven pensaba hacia sus aden- de Einstein– el joven presenta al gurú un
tros: «Si dice que está muerto, abriré las problema desde un determinado nivel
manos y mostraré delante de todo el de conciencia; y el gurú le responde in-
mundo que el gurú se ha equivocado. Y vitándolo a resolver este problema des-
si dice que está vivo, lo aplastaré y abri- de otro nivel de conciencia. En efecto,
ré las manos para mostrar también que con su respuesta el gurú parece estar di-
se ha equivocado». ciendo: «La verdadera sabiduría la tie-
El gurú hizo un silencio y respondió: nes que encontrar en tu interior; y te tie-
– Busca en tu interior. El pájaro es- ne que llevar a considerar qué quieres
tá como tú desees que esté. hacer en la vida, a dónde quieres que te
lleve este deseo de ir más allá que te ha
traído hasta mí, que te ha llevado a que-
1.2. Dos sabidurías rer desafiarme».
No se puede resolver ningún problema desde El gurú está invitando al joven a ha-
el mismo nivel de conciencia que lo creó. cer que su felicidad no dependa de los
Albert EINSTEIN demás. El joven no tiene que depender
del gurú (ni de ningún otro gurú) para
En el cuento se presentan dos conceptos
actuar. Porque el desafío del joven es só-
diferentes de sabiduría. Para el joven,
lo libertad aparente: se afirma por con-
“ser sabio” es tener muchos datos sobre
traposición, situando su felicidad fuera
cómo son las cosas: sobre si el pájaro
de él mismo; y acabará actuando en de-
está vivo o muerto, etc. Bajo este con-
pendencia de la respuesta del gurú.
cepto de sabiduría, él cree tener la par-
tida ganada al gurú: tiene la sartén por
el mango o el pájaro entre las manos. 1.3. ¿Por qué un cuento?
Pero es que detrás de este concepto de
sabiduría, el joven está escondiendo una Los cuentos no están hechos para dormir a
ambición: un desafío lanzado al gurú. los niños sino para despertar a los adultos.
En el fondo, el joven cree que la vida PROVERBIO HEBREO
consiste en ganar “pulsos de conoci- Hay determinados conceptos, vincula-
mientos” a los gurús... aplastando a los dos a realidades complejas, que no tie-
pájaros si es necesario. nen una única definición. Libertad,
4
Dios, persona, espíritu, amor, conoci- sobre estas narraciones4. Unas narracio-
miento, mal, belleza, justicia, bondad... nes que, como los cuentos, no han sido
son conceptos que han sido vividos y creadas –sólo– para dormir a los niños
explicados desde puntos de vista dife- sino –también– para despertar a los
rentes que impiden la reducción a una adultos en cuestiones fundamentales
sola definición. En particular, las cien- que quizás hayan olvidado.
cias no pueden definirlos ni compren-
derlos por completo. Lo que sí permiten
estas realidades es determinar aquello 1.4. Invitación a la libertad
que G. Lakoff denomina «un significa- Aceptamos, pues, el desafío del joven y
do nuclear» (a core meaning) en torno la respuesta del gurú como punto de par-
al cual se desarrollan diferencias y al tida para nuestra aproximación-invita-
cual se accede por diversas vías. En el ción a la libertad. Sin embargo, este
caso de la libertad, en concreto, afirma: cuento será interpretado a partir de las
«La libertad es aquello que los científi- diversas ciencias humanas: principal-
cos cognitivos denominan un “concep- mente la sociología, la psicología, la es-
to esencialmente contestado”, lo que piritualidad, la antropología, la ética, el
significa que siempre habrán versiones estudio de les religiones y la teología.
diferentes de la libertad que son incon-
A lo largo de los apartados siguien-
sistentes las unas con las otras. No exis-
tes, la libertad irá apareciendo como una
te un significado de la libertad único,
exigencia profunda de la persona que la
universal y objetivamente “correcto”.
conduce a:
Existe un único, incontestable pero li-
mitado significado nuclear de la libertad a) Separarse de las personas o de las
en el que estamos de acuerdo. Pero es- fuerzas que le dictan qué tiene que ha-
te es el límite del consenso»3. cer.
En el caso de la libertad, los cami- b) Buscar en su interior para ver qué
nos de acceso al “significado nuclear” desea su corazón.
no son razonamientos lógicos: son sen- c) Aceptar el propio cuerpo y la pro-
deros desbrozados –¡hay resistencias!– pia mente como limitaciones y a la vez
por gente de carne y hueso que ha ejer- como condiciones de posibilidad para
cido la libertad en decisiones concretas. realizar su deseo.
Es así como, para aproximarse a la li- d) Decidir qué quiere hacer con el
bertad, la razón se aclara interpretando pájaro que tiene entre sus manos. Un pá-
narraciones: dice qué es la libertad na- jaro que simboliza su propia vida o tan-
rrando historias de gente que ha actua- tas otras vidas –animales o humanas–
do libremente e intentando reflexionar que dependerán de lo que él decida.

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2. ORÍGENES DE LA LIBERTAD. SOCIALIZACIÓN E
INTERIORIDAD

En este capítulo trataremos dos aspectos vinculados con el origen de


la libertad y de la persona. El primero se refiere a la inclusión del indi-
viduo acabado de nacer en la sociedad, por medio del proceso de
socialización; el segundo, a la llamada a entrar en el interior de cada
uno para acoger la vida interior resultado de la propia historia, como
paso previo a la proyección de la libertad en la acción.

1. EL DESAFÍO DEL JOVEN: LIBERTAD Y SOCIALIZACIÓN

1.1. Socialización El proceso mediante el cual un niño


nacido en un determinado grupo social
¿Por qué el joven se ha plantado delan- pasa a formar parte activa del mismo,
te del gurú para desafiarlo? En primer asumiendo básicamente sus valores y
lugar, la sociología nos ayudará a com- sus formas de vida, se denomina socia-
prender los mecanismos a los que se so- lización5. La socialización se realiza a
mete cualquier persona que nace y cre- través de una serie de mecanismos que
ce en el seno de un grupo humano. el grupo “aplica”sobre el niño o la niña
Después la psicología nos dará pistas que está viviendo en su seno, para colo-
para analizar la crisis de la juventud co- carlos en algún lugar del mapa social y
mo momento clave para la emergencia conseguir así que reproduzcan la forma
de la actitud desafiante. de vivir de la sociedad.
6
Peter Berger destaca dos mecanis- cológico mayor porque provienen de
mos significativos de socialización: el personas más significativas para el in-
control social y el rol social. dividuo7.
En síntesis, el control social puede
a) El control social hacer que el individuo se sienta prisio-
El control social se refiere a los «dife- nero de la sociedad.
rentes medios de que dispone una so-
ciedad para mantener a raya a sus miem- b) El rol social
bros recalcitrantes. Ninguna sociedad
... O tal vez no. Quizás uno no se sien-
puede existir sin un control social.
te tan prisionero. Porque los procesos de
Incluso un grupo reducido de personas
socialización no contienen sólo proce-
que se reúnen sólo ocasionalmente ten-
dimientos de coacción, sino también
drá que desarrollar sus mecanismos de
procedimientos de convicción. En efec-
control a fin de que el grupo no se dis-
to, la teoría del rol –o papel– social con-
perse en poco tiempo»6.
cibe la sociedad como una entidad que
Los medios de control social son di- entra dentro del individuo para conven-
ferentes según el grupo de referencia cerlo cordialmente de actuar de una de-
que tomemos. De manera que podemos terminada manera.
representar a cada individuo como si-
La imagen con la que juega esta te-
tuado en el centro de un conjunto de cír-
culos concéntricos, cada uno de los cua- oría es la del teatro: el rol es la respues-
les representa un sistema de control ta que cada uno da de forma prefijada a
social: en el círculo exterior está el sis- una situación social, de la misma mane-
tema legal y político, que nos obliga a ra que un actor interpreta un determina-
obedecer las leyes bajo pena de multa, do papel en una representación teatral8.
prisión de diversa duración... y, en oca- Al final, el papel que representamos
siones, de pena de muerte. En un se- (porque la sociedad nos lo ha dado) aca-
gundo círculo más interior se encuentra ba marcando profundamente aquello
el sistema de la moral, las costumbres y que somos porque a fuerza de represen-
la buena educación. En general, los me- tarlo acabamos incorporándolo en nues-
dios de control en este círculo son per- tra identidad.
der el trabajo, quedar marcado para que Como afirma Berguer: «El profesor
no te contraten más o incluso ser consi- que pone en escena un acto que finge sa-
derado un enfermo mental. El último biduría llega a sentirse sabio. El predi-
círculo es el de la vida privada: la fami- cador llega a creer en lo que predica. El
lia y los amigos personales. En este ca- soldado descubre sentimientos marcia-
so las conductas “desviadas” reciben el les en su interior cuando se pone el uni-
reconocimiento negativo de la desapro- forme. En todo caso, aunque la emoción
bación, el ridículo o el menosprecio. o actitud hayan estado presentes antes
Estas son sanciones aparentemente me- de asumir el papel, inevitablemente és-
nos coactivas que enviarte al paro o a te último fortalece el sentimiento que ya
prisión, pero pueden tener un peso psi- existía desde antes»9.
7
Así pues, tenemos a nuestro joven Y es que la socialización no coin-
creciendo en un grup humano en el cual cide con la humanización de las per-
ha sido cercado, enrolado. Y quizás aca- sonas (una felicidad que sólo uno mis-
bar sintiéndose “como en casa” en la mo puede buscar) o con la
prisión de la sociedad. Porque todos es- humanización de las sociedades (una
tos mecanismos le han concedido una justicia que nunca es completa después
identidad: «yo soy y puedo esperar ser de estos procesos sociales). Por lo tan-
en el futuro de esta manera». to, quizás nuestro joven en tránsito ha-
Esta identidad no es demasiado cia la edad adulta ya no se siente como
consciente en la infancia, porque en vir- pez en el agua, sino como un preso en-
tud de los mecanismos de socialización, tre rejas. Y así empezamos a explicar la
el niño se siente como pez en el agua. actitud de desafío del joven protagonis-
ta de nuestro cuento.
Queremos notar que esta posibilidad
1.2. Ritos de paso y desafío de rechazar los valores y la identidad
El paso a la edad adulta consiste –en que se han transmitido es más clara en
muchas sociedades– en el hecho de que sociedades en las que diversos grupos
la comunidad de los adultos explicita a sociales tienen la posibilidad real de
los jóvenes de una cierta generación los desarrollar valores e identidades dife-
rentes.
valores y la identidad en la que han si-
do socializados, para que los asuman En efecto, la posibilidad de adscrip-
conscientemente y se conviertan en sus ción a diversos estilos de vida adulta
defensores-reproductores. Los “ritos de permite al joven poner distancia res-
pecto a los valores y la identidad que le
paso” consisten en una serie de pruebas
han transmitido la familia o el grupo so-
y ceremonias que convierten a aquellos
cial de la infancia. La ironía propia de
que las sufren en miembros de pleno de-
los adolescentes y su vinculación con
recho del grupo, y refuerzan la adhesión grupos alternativos son manifestacio-
a los valores grupales de grandes y pe- nes de la distancia que están tomando.
queños. ¡Los ritos de paso son también Ahora empiezan a sentirse como en una
mecanismos de control social! prisión... ¡y para salir de ella hay que
Aun así, en este paso a la edad adul- identificar a un carcelero para elimi-
ta –un paso que debe ser reflexionado narlo!
para darlo– emerge concretamente en el En este sentido, la psicología occi-
espíritu de los jóvenes una posibilidad: dental teoriza el acto de afirmación de
no aceptar los valores, rechazar el hacer la individualidad de la persona en trán-
aquello que la sociedad o la familia es- sito hacia la edad adulta como una ac-
peran de ellos. Esta posibilidad emerge ción de “matar al padre”. El joven se
porque en su interior hay una fuerza que afirma negando la autoridad y los esti-
de alguna manera “se queja” del estilo los de vida de aquellos que hasta ahora
de vida que la sociedad le está impo- se le han impuesto. No hace falta decir
niendo. que esta conducta es un deporte de ries-
8
go. Determinados grupos alternativos que seguirá atrapada en el deseo infini-
pueden tener una influencia destructiva to de desafiar gurús, aplastando pájaros
en el joven, de manera que su salida de si es necesario. Sólo puede invitar al jo-
la prisión le deje heridas o lo encierre en ven a entrar en sí mismo y ser cons-
otras prisiones: adicciones, sectas, etc. ciente de su libertad.
Porque hay formas de “cuestionar al
padre” que no constituyen un desafío di-
1.3. Evolución del desafío recto (decirle que no para afirmar mi in-
¿En qué se parecen el pecho de la madre dividualidad, o libertad negativa), sino
y un coche eléctrico? En que ambos que comportan la tarea de reconocer en
están hechos para el hijo, pero positivo aquello que quiero hacer de mi
con los dos acaba jugando el padre. vida (construir el propio proyecto, o li-
CHISTE ANÓNIMO bertad afirmativa). En la tradición occi-
Este chiste nos sirve para ilustrar la evo- dental, por ejemplo, el cristianismo in-
lución de la relación entre el niño, su vita a la emergencia de la individualidad
madre y su padre. A medida que el niño como separación respecto a institucio-
crece, su competencia con el padre en nes socializadoras como la familia (li-
relación con la madre (o el pecho de la bertad negativa); y adhesión fundamen-
madre), se traslada de hecho a otros ob- tal a un proyecto de vida mostrado por
jetos por los cuales el hijo y el padre Jesús... que significativamente denomi-
compiten: en el caso del chiste, al coche na a Dios “Padre” (libertad positiva) (Lc
eléctrico. Al final, ya no se trata de ob- 2,41-50).
tener o no el objeto, sino de medirse con También la tradición filosófica tiene
el padre, de desafiarlo... con la excusa un momento de exaltación de la libertad
de cualquier objeto o persona. individual en la Ilustración, en la que
Si interpretamos nuestro cuento ba- Immanuel Kant declara solemnemente
jo esta clave, resulta que el pájaro es es- que los individuos no son niños: que,
te objeto que constituye la excusa del jo- mediante el uso de la razón, pueden con-
ven para medirse con el gurú. En esta vertirse en mayores de edad, sujetos de
situación, el gurú sabe que si contesta al decisiones libres en tanto que guiadas
joven «El pájaro está muerto», entonces por su propia razón10.
salvará la vida de aquel pájaro. Pero no Superado, pues, el obstáculo del des-
salvará la de los otros pájaros que el jo- afío, es el momento de hacer caso de la
ven atrapará para seguir desafiando gu- sabiduría del gurú y «buscar en mi inte-
rús. Tampoco salvará la vida del joven, rior».

9
2. BUSCA EN TU INTERIOR: LIBERTAD E INTERIORIZACIÓN

2.1. Una historia real: ¿militar o vistas. Los compara con otros poemas y
poeta? se intranquiliza cuando ciertas redac-
Los poetas son los legisladores ciones rechazan sus intentos. Ahora
no reconocidos del mundo. bien (puesto que usted me ha permitido
PERCY SHELLEY aconsejarle), le ruego que abandone to-
do eso. Mira usted hacia fuera, y eso, so-
El gurú ha experimentado una libertad
bre todo, no debería hacerlo ahora.
que no es desafío. Él cree que, para des-
Nadie puede aconsejarle ni ayudarle,
arrollar la propia libertad, hay que dejar
nadie. Hay sólo un único medio. Entre
de escuchar voces que vienen de fuera.
en usted. Examine ese fundamento que
Y es que muchas voces nos dicen lo usted llama escribir; ponga a prueba si
que tenemos que hacer con nuestra vida extiende sus raíces hasta el lugar más
o con los pájaros que tenemos entre ma- profundo de su corazón; reconozca si se
nos. La espiritualidad nos puede dar pis- moriría usted si se le privara de escribir.
tas sobre qué es la interioridad, y la pe- Esto, sobre todo: pregúntese en la hora
dagogía sobre cómo educar en la más silenciosa de su noche: ¿debo es-
práctica de esta interioridad. cribir? Excave en sí mismo, en busca de
A principios de siglo XX, un joven una respuesta profunda. Y si ésta hubie-
estudiante de una academia militar, ra de ser de asentimiento, si hubiera us-
Franz Xaver Kappus, escribió al poeta ted de enfrentarse a esta grave pregunta
Rainer Maria Rilke pidiéndole opinión con un enérgico y sencillo “debo”, en-
sobre sus poemas. Kappus tenía una du- tonces construya su vida según esa ne-
da sobre su futuro: no sabía si tenía que cesidad: su vida, entrando hasta su hora
ser militar o poeta. Este joven nos re- más indiferente y pequeña, debe ser un
cuerda al joven de nuestro cuento. signo y un testimonio de este impul-
Porque también Kappus tenía una pre- so»11.
gunta y quería que un gurú se la res- Rilke está afirmando que buscar en
pondiera. Sin embargo, Kappus no se el interior de uno mismo es condición
acercaba a Rilke con un pájaro entre las para descubrir de manera serena y dura-
manos, sino con los poemas que él mis- dera hacia dónde dirigir la propia vida.
mo había escrito... ¡y con su futuro pro- Si busca dentro suyo, el joven encon-
fesional empaquetado dentro de los po- trará una fuerza que él denomina «ne-
emas! El poeta consagrado responde al cesidad» (die Notwendigkeit) e «impul-
joven inquieto en una carta firmada des- so» (der Drang). Esta fuerza convive en
de París el 17 de febrero de 1903: el interior de la persona con otras fuer-
«Pregunta usted si sus versos son bue- zas. Según el poeta, la persona tiene que
nos. Me lo pregunta a mí. Antes ha pre- conectar con ella porque sólo en ella se
guntado a otros. Los envía usted a re- pueden fundamentar opciones a largo
10
plazo, duraderas y creativas. Las otras sentido. Por una parte, la capacidad de
fuerzas conducen al desafío, a la des- conectar con el mundo interior de la
trucción y a la muerte; en cambio, la ne- propia persona: la capacidad de obser-
cesidad o el impulso rilkeanos condu- var los movimientos interiores, de escu-
cen a amar y a construir la vida: la vida char palabras y ruidos internos, de dis-
personal... y también la vida colectiva, cernir o separar sentimientos y juicios,
si creemos a Percy Shelley, quien afir- de sentir correctamente los deseos y su
ma que los poetas son los «legisladores fuerza, etc... Pero también, por otra par-
no reconocidos del mundo». te, entiendo por interioridad la capaci-
Por otro lado, reconocer la existen- dad de relacionarse con lo exterior des-
cia de esta necesidad-impulso no signi- de dentro de uno mismo, no meramente
fica anular la libertad. Porque la con- desde las capas más superficiales de la
ciencia establece con esta fuerza una persona; y ahí se incluyen cosas como
relación que se despliega en tres mo- la capacidad de conectar íntimamente,
mentos, según el texto de Rilke. El pri- de captar signos, de interpretar gestos,
mer momento es el coraje de entrar en etc.»12.
uno mismo («entre en usted»); el se- Así pues, la interioridad es la capa-
gundo momento es el trabajo de descu- cidad de reconocer y juzgar desde uno
brir o clarificar los deseos profundos del mismo los sentimientos interiores y las
corazón («examine», «ponga a prueba», situaciones exteriores que uno está vi-
«reconozca», «pregúntese», «excave en viendo. La interioridad así comprendi-
usted mismo»...) “buscando” estos de- da no desconecta al individuo de las si-
seos profundos entre las diversas fuer- tuaciones en las que se encuentra
zas que habitan en esta conciencia inmerso, sino que profundiza la percep-
(«Busca en tu interior»); y el tercer mo- ción de estas situaciones: se vuelve ca-
mento consiste en tomar las decisiones paz de comprender cómo afecta cada si-
para ponerse por completo en la reali- tuación concreta a su vida, y a la vida de
zación de estos deseos («construya su los demás y del mundo que en aquel mo-
vida», «entrando hasta su hora más in- mento le rodean.
diferente y pequeña», «ser signo y tes- En este sentido, parece que el gurú
timonio»...). En los tres momentos, la del cuento se encuentra en armonía in-
conciencia humana tiene la iniciativa terior: es decir, conectado profunda-
(entrar, buscar, decidir) y por tanto ac- mente con el pájaro, con los sentimien-
túa libremente. tos del propio joven que lo desafía y con
el público que los escucha. Esta armo-
nía lo hace capaz de dar una palabra de
2.2. La interioridad orientación para las vidas del joven y de
Más allá de la historia de Kappus y la gente, poniendo a su vez las bases pa-
Rilke, nos podemos preguntar, de ma- ra la liberación del pájaro. En efecto, el
nera más sistemática, ¿qué es la interio- gurú se sitúa en “la interioridad”, desde
ridad? La espiritualidad nos asiste: la cual da una solución diferente de la
«Entiendo la interioridad en un doble que propone el joven. Y la solución con-
11
siste justamente en invitar al joven a ac- hacen único. Sentirse reconocido por
ceder a esta interioridad para que él mis- otros (padres o educadores) e invitado a
mo alcance la armonía interior y decida actuar es la base para reconocerse uno
qué tiene que hacer con el pájaro. mismo: para entrar en su interior y ac-
Pero esta interioridad necesita un tuar desde dentro.
cultivo y una educación. A veces, los niños actúan sin sufi-
ciente conciencia de los sentimientos de
los demás; y se generan situaciones de
2.3. Educación en la interioridad conflicto. Aquí la corrección de los edu-
Haz las cosas que te salgan del corazón. Así
cadores puede resultar paradójicamente
no estarás insatisfecho, no tendrás envidia, una ocasión para el cultivo de la inte-
no desearás las cosas de otros. rioridad. Apartar al niño del grupo y di-
MITCH ALBOM rigirse a él individualmente es el primer
Hay formas diferentes de educar o de gesto físico. Un segundo gesto puede
socializar a los niños. Los mismos cír- ser intentar que se ponga en la piel del
culos de control social que describía- otro al cual ha hecho daño: «¿A ti te gus-
mos en el apartado anterior pueden dar taría que te hagan esto que tú has hecho
más o menos margen para la libertad del a esta niña?». Un tercer aspecto impor-
niño: dándole más o menos autonomía tante consiste en hacer confianza en el
de decisión, invitándolo más o menos a niño para que actúe de manera diferen-
la vida interior que le permitirá ejercer te. «Esto que has hecho está mal hecho,
su libertad. pero tú puedes hacerlo bien hecho, pue-
Proponemos ahora brevemente al- des hacer bien a los demás en vez de ha-
gunas pistas para la educación en la in- cerles daño». Las correcciones con ex-
terioridad –en la libertad– en el círculo presiones tales como «eres malo», «eres
de control social de la familia y la es- rencorosa», «eres envidioso» bloquean
cuela. En estos ámbitos, la finalidad de la capacidad del niño de actuar de otra
la educación en la interioridad es con- manera, congelan su libertad.
seguir que las personas «hagan lo que Otros hábitos que van construyendo
les salga del corazón» para encontrar la la interioridad del niño son: leer, rezar,
satisfacción en ellas mismas y no en escribir (cartas a amigos, un diario per-
compararse y envidiar a los demás, en sonal), ver y comentar una buena pelí-
expresiones de Mitch Albom. cula o analizar con padres o educadores
En la familia y en la escuela, educar los sentimientos que ha suscitado en ca-
en la interioridad es conseguir que el ni- da uno de ellos una situación importan-
ño vaya abriendo este ámbito personal te compartida. Compartir sentimientos
en el que puede reconocer en cada si- o percepciones individuales es quizá
tuación los propios sentimientos y los más difícil que hablar de ideas o impo-
sentimientos de los demás. ner el criterio del adulto. Pero sólo com-
La interioridad se desvela valorando partiendo los sentimientos el niño reco-
los dones particulares que tiene un niño noce los suyos y los de los demás, y
concreto... dones o habilidades que lo cultiva así su interioridad.
12
3. CONSTITUCIÓN DE LA LIBERTAD: PERSONA Y DESEO

En este capítulo profundizamos en la constitución de la persona desde


dos puntos de vista: el que la comprende como un “compuesto” de cuer-
po y espíritu; y el que se la mira desde el punto de vista de su capacidad
de deseo.

1. EL JOVEN COMO PÁJARO. LIBERTAD Y PERSONA

Tal y como afirmábamos más arriba, el mi mente ¿anulan mi libertad? La antro-


pájaro es para el joven una excusa para pología nos ayuda a contestarlas.
medirse a sí mismo con el gurú. De he- De hecho, corren por el mundo mu-
cho, el gurú está diciendo al joven: «Tu chas visiones diferentes sobre qué es
vida está como tú desees que esté». Pero, una persona. Tenemos la popular defi-
¿es verdad que mi vida está completa- nición de persona como «animal racio-
mente en mis manos? ¿No experimento nal», que viene a decir que tenemos una
que mi cuerpo y mi psicología me con- parte compartida con los animales... pe-
dicionan de una manera muy importan- ro “coronada” por la razón: cosa dudo-
te? Las preguntas que emergen, pues, sa, porque las personas hacemos mu-
son: ¿Qué hay de mi persona que, en el chas cosas irracionales. Por otro lado,
fondo, esté en mis manos? Mi cuerpo y las películas de ciencia ficción presen-
13
tan a la persona como un robot sofisti- vía intermedia, la unión entre cuerpo y
cado, una máquina que un día la ciencia espíritu no permite al espíritu afirmar
podrá replicar; concretamente en Blade «Tengo un cuerpo». Más bien, la perso-
Runner (1982), de Ridley Scott, los ro- na puede afirmar «Soy persona en cuer-
bots se parecen tanto a las personas que po y espíritu».
se denominan “replicantes” y tienen no En palabras de Ruiz de la Peña: «El
sólo racionalidad, sino también hombre no es ni sólo cuerpo ni sólo al-
sentimientos... En cualquier caso, aquí ma. No es tampoco cuerpo más alma, a
buscamos una aproximación científica la manera de dos entidades completas y
o racional a aquello que es una persona. meramente adosadas. Es todo entero y a
Y por lo tanto, para poder comprender la vez una cosa y la otra, alma y cuerpo.
qué es la persona y hasta qué punto es Pero el alma y el cuerpo no son idénti-
libre, tenemos que remitirnos a la an- cos entre sí»14; y también: «El hombre
tropología. entero es, en definitiva, alma y, a la vez,
cuerpo... Es alma en tanto que esta tota-
lidad una está dotada de una interiori-
1.1 Entre monismos y dualismo dad, densidad y profundidad tales que
Las principales corrientes antropológi- no se agotan en la superficialidad del he-
cas se pueden separar en tres posiciones: cho físico-biológico. Es cuerpo en tan-
monistas materialistas, monistas espiri- to que esta interioridad se hace visible,
tualistas y dualistas13. se comunica y se autoelabora histórica-
El monismo postula que la persona mente en el tiempo y en el espacio»15.
tiene un único principio. El monismo La persona, pues, es una unidad com-
materialista reduce el espíritu al cuerpo pleja de cuerpo y espíritu. El espíritu su-
y explica la persona sólo a partir de la pone la dimensión interior, más hacia
materia: afirma que las funciones men- dentro que el cuerpo; el cuerpo supone
tales propias de la persona se explican la dimensión exterior que condiciona a
exclusivamente a través del cerebro hu- la persona pero que a la vez le permite
mano. El monismo espiritualista reduce la comunicación y la autoelaboración
el cuerpo al espíritu: afirma que la per- (la iniciativa, la libertad) en el tiempo y
sona es espíritu y el cuerpo no es nada el espacio.
sustancial en ella. El dualismo rechaza
las dos reducciones, pero tiende a acen-
1.2. Entre el cuerpo y el espíritu
tuar la separación o dualidad entre cuer-
po y espíritu. a) Soy un cuerpo
Siguiendo al antropólogo J.L. Ruiz Uno de los problemas que la corriente
de la Peña, nosotros proponemos una dualista puede inducir es la considera-
vía intermedia entre monismos y dua- ción de que el espíritu humano se en-
lismo que afirma a la vez la diferencia cuentra tan separado del cuerpo –tan po-
entre cuerpo y espíritu, y la unicidad de co influido por el cuerpo– que puede
la persona como resultado de la íntima controlarlo: como si el espíritu fuese el
unión entre ambas realidades. En esta timonel de la nave que es el cuerpo, y
14
pudiera conducir este cuerpo allá donde por siempre16. Las neuronas no se co-
el espíritu quisiera. nectan unívocamente las unas con las
Sin embargo, hay fenómenos que otras: las conexiones entre dendritas se
muestran que no controlamos el propio pueden modificar (reconectar) en diver-
cuerpo: por ejemplo, las adicciones. sos momentos del tiempo. Y estos cam-
Determinadas personas en un grado ele- bios de conexiones neuronales constitu-
vado y muy destructivo –y toda perso- yen la base biológica para entender que
na en un grado menor y menos destruc- hay respuestas humanas no unívocas a
tivo– sentimos que no podemos dejar de determinados estímulos. Por otro lado,
hacer determinadas cosas, a pesar de sólo la actividad electrónica del sistema
que el espíritu nos diga claramente que nervioso o del cerebro no puede expli-
no las tenemos que hacer: por ejemplo, car ni el hecho de la consciencia huma-
beber alcohol, fumar, tomar drogas, co- na (el espíritu), ni su actividad, la inten-
nectarse a internet, etc. cionalidad o capacidad de conferir
Y justamente uno de los principales sentido y actuar sobre la realidad perci-
impedimentos para superar una adic- bida.
ción es el engaño de creer que mi espí-
ritu «controla el cuerpo y la mente»: la b) Soy un espíritu
persona adicta en ocasiones cree que El hecho de la consciencia humana es,
puede dejar la adicción «cuando quie- en otros términos, el espíritu. El espíri-
ra». Reconocer que es adicta –prisione- tu –o la consciencia– tiene capacidad de
ra– es un primer paso, en ocasiones di- distinguir entre dos ámbitos: el de la re-
fícil de hacer. alidad “exterior” y el del “sujeto” que
De hecho, cuando afirmamos «Soy percibe esta realidad como separada de
un cuerpo» (y no «Tengo un cuerpo») él mismo. La actividad de esta cons-
estamos diciendo que toda la persona ciencia es la intencionalidad o capaci-
está inmersa en el tiempo y en el espa- dad de conferir sentido a la realidad ex-
cio... a través de su cuerpo. Y que no soy terior y actuar sobre ella. Las “cosas
absolutamente libre respecto a mi cuer- exteriores” son “ob-jetos”: etimológica-
po: porque me viene dado de nacimien- mente, “lanzados adelante”. Y aquel que
to; porque tiene necesidades que urgen se separa de las cosas exteriores, les atri-
su satisfacción; porque se somete a adic- buye sentido y actúa sobre ellas es el
ciones que me hacen esclavo; porque se “su-jeto”: etimológicamente, “lanzado
pone enfermo, envejece y se muere. debajo”.
Pero mi cuerpo está abierto a un más Pero esta consciencia humana o es-
allá de sí mismo. Esta abertura es posi- píritu es capaz de percibir fuera de sí
ble porque el cerebro humano tiene la mismo, no tan sólo los objetos, sino
característica de la “plasticidad”: capa- también el cuerpo al cual está íntima-
cidad para autoprogramarse y autoorga- mente ligado. Y, en concreto, puede dis-
nizarse, debido al hecho de que la co- tanciarse de sus estados mentales. En
nectividad intercelular cerebral es este sentido, un alcohólico está prisio-
variable: no está fijada por anticipado y nero de una adicción que le genera con-
15
ductas (tener que beber) y estados men- alimentarme de una manera sana y equi-
tales (al límite, delirios) aparentemente librada; quizás tenga que asumir que ten-
incontrolables. Pero le queda siempre la go una enfermedad crónica o que me
distancia, la queja, la rebelión que lo pondré enfermo, y tengo que aceptar que
puede conducir a reconocer la adicción, antes o después envejeceré y moriré.
como primer paso para intentar supe- En este proceso de tomar conscien-
rarla. cia de mis limitaciones, existe la tenta-
Así, el espíritu –unido íntimamente ción de huir de uno mismo: «Yo no quie-
al cuerpo– es capacidad de mover a la ro ser como soy, yo puedo no ser como
persona y mover las cosas dándoles sen- soy». Y en el rechazo a mirarme puedo
tido. De hecho, “espíritu” en griego es pasar a mirar a otros y a compararme
“pneuma” y en hebreo “ruah”, que quie- con ellos: «Yo quiero ser más que lo que
re decir en ambas lenguas “viento”. El son éste o aquel otro». Pero probable-
viento no se ve ni se prevé, pero mue- mente compararse con los demás no
ve: el espíritu es invisible e imprevisi- conduce al equilibrio interior: ¡es este
ble... pero moviliza. Del espíritu brota mismo deseo de compararse lo que crea
la constatación de mi situación en el malestar en el joven de nuestro cuento
mundo, de mi capacidad de moverme y y lo conduce a desafiar al gurú!
de mi capacidad de mover la realidad Ciertamente: me puedo sentir tem-
“exterior”: del espíritu brota la iniciati- poralmente bien comparándome con al-
va libre, la libertad. guien que es más bajo y más feo que yo;
pero antes o después acabaré queriendo
compararme a la vez con uno que es más
1.3. Persona, comparación y alto; con otro que es más delgado, y con
aceptación un tercero que es más atractivo que yo.
Habiéndonos aproximado a la comple- Y puedo acabar estresado porque he ter-
ja unidad de cuerpo y espíritu que es la minado comparándome (¡por debajo!)
persona, es el momento de preguntar- con un tipo ideal que tiene las mejores
nos: ¿Qué hay de mi persona que, en el características parciales de diversos ti-
fondo, esté en mis manos? pos de carne y huesos como yo.
En primer lugar, creemos que el jo- Un camino alternativo que genera
ven que toma consciencia de que “su vi- menos angustia es aceptar el propio
da está en sus manos”, tendría que to- cuerpo y la propia mente; aceptar la pro-
marse seriamente que “soy un cuerpo”. pia historia y aceptar también las otras
La conciencia puede incluir darse cuen- circunstancias de la vida que me influ-
ta de la unidad profunda del cuerpo y el yen pero no dependen de mí. Según el
espíritu. Y esta unidad es, por un lado, filósofo Oriol Pujol: «Aceptar no impli-
una limitación. Tengo una libertad con- ca estar de acuerdo. Tampoco quiere de-
dicionada porque el cuerpo limita mis cir resignarse o ser tolerante… Aceptar
planes: no puedo volar; tengo que dor- es comprender que las cosas no siempre
mir; no puedo beber demasiado alcohol; suceden como a nosotros nos gustaría.
tengo que practicar deporte; tengo que En vez de pretender que la realidad se
16
adapte a nuestras rígidas expectativas, querer amar a todos los hermanos. / Yo
hemos de aprender a vivir consciente- le había pedido de todo para disfrutar de
mente, dándonos cuenta de que la sabi- la vida; / Él me ha dado la vida para que
duría consiste en fluir flexiblemente, disfrute de todo. / Yo no he recibido na-
adaptándonos y sacando lo positivo de da de lo que había pedido; / pero tengo
cada situación... no cambiarás cuando todo lo que podía esperar. // Porque,
cambien tus circunstancias, sino que és- aunque diga lo contrario, / Dios me ha
tas cambiarán cuando cambies tú»17. escuchado y soy el más feliz de los hom-
Pujol nos invita a recorrer el camino bres».
estrecho de la aceptación que corre en- Quizás no lleguemos a sentirnos
tre la rebelión y la resignación. Aceptar- «los más felices de los hombres», por-
me quiere decir conocerme, cuidar de que las limitaciones físicas comportan
mi mismo... y buscar pacientemente las inevitablemente dolor; pero podemos
múltiples iniciativas (cambio de las cir- llegar a aceptar los propios límites y
cunstancias) para ser feliz que tengo proyectarnos –junto a ellos pero libre-
precisamente con este cuerpo y con es- mente– para construir la propia felici-
ta mente que me han tocado. dad.
En este sentido, impresiona el testi- Adelante. En este apartado hemos
monio de aceptación de un minusválido examinado la compleja constitución de
de Nueva York que escribió la siguien- la persona humana (cuerpo-espíritu) y
te oración: «Yo había pedido a Dios hemos situado la aceptación como acti-
fuerza para triunfar; / Él me ha hecho tud razonable de la libertad ante dicha
débil para que aprenda el gusto por las constitución. Ahora estamos en condi-
pequeñas cosas. / Yo le había pedido la ciones de profundizar en la constitución
salud para hacer grandes cosas; / Él me de la fuerza (la intencionalidad) que
ha dado la enfermedad para que haga mueve nuestro espíritu (nuestra cons-
cosas mejores. // Yo le había pedido la ciencia). Una fuerza que podemos des-
riqueza para ser feliz; / Él me ha dado cubrir e invocar para dirigir nuestra ac-
la pobreza para que sea sensato. / Yo le tividad. Esta fuerza, que Rilke
había pedido el poder para que los hom- denomina “necesidad” o “impulso”, se-
bres contasen conmigo; / Él me ha da- rá examinada en el próximo apartado
do la debilidad para que yo necesite tan bajo el concepto de deseo.
sólo a Dios. // Yo le había pedido un En efecto, el gurú ha dicho al joven:
compañero para no tener que vivir solo; «El pájaro está como tú desees que es-
/ Él me ha dado un corazón capaz de té».

17
2. «COMO TU DESEES QUE ESTÉ». LIBERTAD Y DESEO

«Busca en tu interior. El pájaro está co- pongo suficiente ropa, la desprotección


mo tú desees que esté» –dice el gurú al pasa cuando tengo una casa suficiente-
joven. mente sólida, etc.
Cuando el joven entre en su interior, En cambio el deseo, según Emma-
¿qué se encontrará? En el capítulo 2, nuel Lévinas, se caracteriza precisa-
Rilke hablaba de un impulso. En el apar- mente por el hecho de que no se satis-
tado anterior presentábamos la activi- face nunca. Porque es una fuerza que
dad del espíritu (la intencionalidad) que empuja a la persona continuamente a
consiste en conferir significado a las co- soñar otra vida y la empuja a caminar
sas y actuar. Ahora nos acercamos a es- hacia esta otra vida verdadera (vida an-
ta intencionalidad a partir del concepto helada, vida deseada) que está ausente
de deseo. El deseo nos ayudará a com- del mundo19. El deseo es aquella fuerza
prender mejor la libertad de nuestro jo- que en expresión de Montaigne hace
ven. En efecto, si este deseo que habita que «nunca estemos en casa», que este-
en nuestro interior es un imperativo, un mos «siempre más allá». El deseo es in-
impulso que se nos impone, entonces no finito. Es como una sed que nunca se sa-
somos libres; si es, en cambio, una pre- cia.
gunta, un impulso que se nos ofrece, en- En efecto: si “buscamos en nuestro
tonces sí que somos libres porque po- interior”, podemos constatar que cuan-
demos responder de maneras diferentes. do hemos alcanzado una meta, siempre
se nos plantea otra más allá. Si hemos
sufrido y disfrutado subiendo una mon-
2.1. Deseo y necesidades taña de dos mil metros, seguro que se
Nunca estamos en casa, despertará en nosotros el deseo de subir
siempre estamos más allá. otra más alta. Si hemos alcanzado un de-
MONTAIGNE terminado lugar de responsabilidad en
Según Emmanuel Lévinas, el deseo una empresa o en el mundo de la políti-
contrasta con las necesidades18. Las ne- ca, seguro que desearemos cambiar,
cesidades son las carencias que tiene la “subir”... por mucho que nos hayamos
persona en su dimensión corporal: el prometido mil veces que aquel lugar de
hambre, la sed, el sueño, el frío... Las responsabilidad era nuestra meta defini-
necesidades son limitadas, porque par- tiva.
ticipan de la limitación del cuerpo: el Esta infinitud del deseo queda refle-
hambre nos pasa cuando hemos comido jada por los poetas en base a diversas
una cierta cantidad de alimentos; la sed metáforas. Por ejemplo, Joan Maragall,
se acaba cuando hemos bebido lo sufi- en La oda infinita, compara la vida con
ciente; el sueño pasa durmiendo sufi- una oda que le es inspirada por una
cientes horas; el frío pasa cuando me «fuerza que se escapa» y que nunca se
18
detiene: «Tengo empezada una oda / bre no es hombre, / hasta que no oye su
que no consigo acabar: / noche y día me nombre / de labios de una mujer, / pue-
la dicta / todo cuanto el viento canta, / de ser».
cuanto en el espacio brilla. / (...) / Ya no Es bajo esta clave que se puede in-
sé cómo empezaba / ni sé cómo acaba- terpretar el relato bíblico en el cual el
rá: / porque tengo el alma esclava / de hombre empieza a dar nombres a todas
una fuerza que se escapa / dictándome las cosas y animales de la creación, pe-
sin parar»20. Esta «fuerza que se escapa» ro esta actividad no lo deja en paz, y no
es lo que llamamos aquí el deseo. lo saca de la soledad (Gn 2,20). Sólo es
En este sentido, queremos pensar cuando la mujer aparece ante sus ojos
que, en nuestro cuento, el gurú conoce que el hombre encuentra el gozo y la
la dinámica infinita del deseo que habi- paz, y puede exclamar: «Esta sí que es
ta en el espíritu del joven. Por este mo- hueso de mis huesos y carne de mi car-
tivo le responde: «Busca en tu interior». ne» (Gn 2,23). Porque las cosas y los
El gurú sabe que si le dijese «El pájaro animales no lo pueden reconocer, no
está muerto», entonces el joven, empu- son «otros deseos», y él desea otro de-
jado por el deseo infinito, iría a medir- seo. Desea un deseo que lo pueda reco-
se con otro gurú que considerase más nocer, que lo pueda amar-desear.
importante, sin importarle poner en pe-
ligro la vida de otros pájaros. El gurú ha-
bría salvado la vida de un pájaro, pero 2.3. Profundizar en el deseo
no habría tocado la raíz del problema, Una persona con coraje exterior se atreve a
que es el deseo –¡infinito!– del joven. morir, una persona con coraje interior
se atreve a vivir.
LAO TSÉ
2.2. Deseo de otro deseo La raíz del caso que estamos examinan-
Acabamos de afirmar que el deseo es in- do –el joven, el gurú y el pájaro– es el
finito porque no se detiene en metas, deseo del joven. Porque el deseo anhe-
porque desea infinitamente. Pero hay la vidas diferentes, y así empuja a la per-
más: el deseo es infinito también porque sona a conductas diferentes. Si la vida
desea infinitos, porque desea… deseos que el joven anhela es aquella en la cual
infinitos. La persona es deseo de otros él es más que cualquier otro, entonces el
deseos (infinitos): deseo de que otros la joven estará dispuesto a aplastar pája-
deseen. Deseo de ser amado, de ser re- ros. Si es, en cambio, una vida en la cual
conocido. los pájaros vuelan libremente y las per-
Durante la infancia, es deseo de ser sonas no se desafían, entonces estará a
querido por la madre y por el padre; des- punto para liberar el pájaro y para dejar
pués deseo de ser querido por una pare- de compararse.
ja, por los amigos o por los hijos. Un En efecto, el deseo infinito puede
breve verso expresa esta concreción del generar dinámicas –infinitas– de vida, o
deseo a través de la imagen de oír que dinámicas –infinitas– de muerte. Y es
dicen mi nombre: «Dicen que un hom- que yo puedo: a) Desear tener una rela-
19
ción sana –respetuosa, abierta– con mi Examinando el deseo humano, lo
pareja; o bien desear convertirla en un hemos mostrado como una fuerza inte-
objeto de mi placer o de mi voluntad de rior que nos conduce a desear vidas au-
dominio; b) desear la justicia y la fra- sentes y a caminar hacia estas vidas an-
ternidad; o bien desear someter a los de- heladas. Hemos afirmado que no nos
más; c) desear la solidaridad; o bien de- podemos desembarazar de esta dinámi-
sear desafiar a los demás para mostrar ca de anhelar, de preguntarnos, de dese-
que yo soy superior; d) desear transmi- ar; en este sentido, el deseo nos remite
tir vida; o bien desear eliminarla; e) de- a un imperativo. Pero hemos visto tam-
sear liberar pájaros o desear aplastarlos. bién que los anhelos, los deseos y las
Estas son las alternativas fundamen- preguntas no van en una única direc-
tales, estas son las preguntas que carac- ción: porque soñamos vidas diferentes,
terizan, a nuestro entender, el deseo hu- entre las cuales hay que elegir. Por lo
mano. Estas son las alternativas que nos tanto, el deseo no marca la dirección o
tenemos que contestar, las que dan con- la respuesta a las preguntas que nos ha-
tenido a la libertad humana. cemos: sólo nos impide dejar de pre-
Y en este sentido, la cita de Lao Tsé guntarnos, dejar de soñar. El deseo es el
que encabeza este apartado apunta que imperativo de preguntarnos.
los primeros elementos de cada alterna- En este sentido, la forma de la li-
tiva tienen más profundidad que los se- bertad es un impulso infinito que nos
gundos elementos: la interioridad conduce a preguntarnos siempre más, a
(«Busca en tu interior», dice el gurú) desear siempre más, a llegar siempre a
apunta a la vida; la exterioridad apunta encrucijadas en las cuales tendremos
a la muerte. que decidir. Es probablemente en este
sentido que se puede interpretar la para-
doja de la frase de Sartre, según la cual
2.4. ¿Imperativo o pregunta? estamos condenados a ser libres.
Estamos condenados a ser libres.
Y el contenido de la libertad tiene
J.P. SARTRE que ver con el contenido de las pregun-
tas que tenemos el imperativo de hacer-
Al principio de este apartado afirmába- nos. Dicho contenido versa, en su raíz,
mos que aquello que el joven se encon- sobre opciones a favor o en contra de la
traría al “buscar en su interior” es una vida: a favor o en contra de la liberación
realidad que Lévinas llama deseo. Y he- de pájaros enjaulados. Pero esta pre-
mos querido investigar la naturaleza de gunta no se responde teóricamente. Se
este deseo para ver si se trataba de un responde mediante la acción, la deci-
imperativo o de una pregunta. En el pri- sión. Es lo que trataremos en el aparta-
mer caso, no seríamos libres; en el se- do sobre «Libertad y decisión». Sin em-
gundo, seríamos libres porque esta pre- bargo, antes queremos apuntar una
gunta se puede elaborar, reflexionar, realidad vinculada con la idea de deseo
modelar... y finalmente responder de –la divinidad– que trataremos más ade-
maneras diferentes. lante.
20
2.5. Deseo y Divinidad Así pues, esta infinitud del deseo es
una característica trágica. Ante este de-
El hombre es una pasión inútil.
seo infinito hay dos posibilidades:
J.P. SARTRE
Se dice: Él no puede ser encontrado. a) Quizás es un deseo que sólo vive
¡Cualquier cosa que no puede ser en la persona, que encierra a la persona
encontrada es lo que deseo! en sí misma y en sus contradicciones in-
RUMI, MÍSTICO MUSULMÁN teriores; y que morirá con ella.
Situándose en este supuesto, Sartre afir-
Tal y como hemos visto más arriba, el ma que «el hombre es una pasión in-
deseo desea infinitamente: no para de útil». Nosotros podemos adaptarlo di-
desear. Y desea otros deseos infinitos: ciendo: «la persona es un deseo inútil».
desea infinitos. Pero también es un he- Inútil porque desea liberar pero también
cho que el deseo tiene deseos que que- aplasta. Inútil porque desea seguir dese-
dan frustrados por la limitación humana ando, pero la muerte trunca este deseo.
y por la muerte. Deseamos liberar pája-
b) Quizás hay un Deseo Infinito que
ros, pero de vez en cuando no podemos
está más allá de la persona: que «no pue-
evitar aplastar alguno. Deseamos tratar
de ser encontrado», en expresión de
a los demás como personas con digni-
Rumi. Quizás es este Deseo Infinito
dad, pero de vez en cuando los manipu-
quien está en el origen de la persona y
lamos com si fueran objetos. Deseamos
de su deseo infinito; quien la desea, la
que se haga justicia a las personas que
reconoce y la quiere, ayudándola así a
mueren víctimas de la injusticia, pero no
ampliar sus límites; quien la espolea a
se hace. Deseamos que las personas a
aceptarse y a vencer las resistencias pa-
las que queremos y mueren sigan vi-
ra liberar pájaros; quien finalmente sos-
viendo y sigan queriéndonos, pero mue-
tiene las vidas y los deseos de las per-
ren. O deseamos seguir viviendo, pero
sonas después de la muerte.
de hecho morimos.
Es un hecho que deseamos desear Pero aquí sólo apuntamos esta alter-
infinitamente y ser deseados infinita- nativa, que desarrollaremos más ade-
mente; pero –aparentemente– todo que- lante. En el próximo apartado tenemos
da frustrado por nuestros límites y por que profundizar en la respuesta al deseo:
la muerte. en la acción humana, la decisión.

21
4. LA PROYECCIÓN DE LA LIBERTAD: DECISIÓN
Y DIVINIDAD

El deseo proyecta a la persona más allá de si misma. Este más allá


se concreta en decisiones y acciones; y además postula, desea, la
existencia de un Ser que, en diálogo con la libertad, la vaya haciendo
crecer hacia una plenitud que ella misma no parece conseguir del todo.

1. ¿LIBERAR O APLASTAR EL PÁJARO? LIBERTAD Y DECISIÓN

1.1. ¡Hay que decidir!... ¿Seguro? En este apartado nos aproximamos a


la libertad humana en tanto que se de-
Los lugares más calientes del infierno están
reservados para aquellos quienes, en un perí-
bate entre aplastar y liberar al pájaro.
odo de crisis moral, mantienen la neutralidad. Una de las grandezas del cuento que
DANTE ALIGHIERI estamos interpretando recae en la situa-
¿Hacia dónde dirigirá finalmente el jo- ción que describe: hay un gurú y un jo-
ven su deseo? ¿A aplastar el pájaro o a ven desafiante con un pájaro entre las
liberarlo? El gurú lo invita a buscar en manos. En esta situación, el joven no
su interior, porque confía que descu- puede no decidir: algo tendrá que hacer
briendo una libertad que no desafía po- con el pájaro, ¿no?
drá escuchar el clamor de libertad del En efecto, podemos pensar que una
pájaro que pía entre sus manos. Y podrá opción de la libertad es no decidir. Pero,
escuchar también los clamores de tantos puestos en situación, constatamos que
otros pájaros y de tantas otras personas no decidir es dejar que el pájaro muera
que desean libertad. de hambre en nuestras manos. Se trata
22
de una manera más sutil y menos vio- a) Inspiraciones
lenta de matarlo que si decidiéramos Quizás las razones no son suficiente-
aplastarlo. mente fuertes para inclinarlo. Quizás los
Por otro lado, sólo que abramos los “qués” o los “por qués” son demasiado
oídos, escucharemos el piar del pájaro y débiles. En efecto: el espíritu humano,
descubriremos que su vida está en nues- tal y como vimos más arriba, es invisi-
tras manos. Y resulta que sólo nosotros ble, imprevisible y movilizador, com el
podemos liberarlo, porque son nuestras viento. Y, como el viento, atiende poco
manos. ¡Hay que decidir!... a razones.
¿Seguro? Quizás las cosas no están Tal vez atiende más a “quiénes”, a
tan claras. De hecho, hay ruidos –inte- personas que inspiran. Etimológica-
riores o exteriores– que nos impiden es- mente, inspirar quiere decir recibir es-
cuchar el clamor de los pájaros y de las píritu. Así pues, si el espíritu de nuestro
personas que sufren. Y quizás acaba re- joven recibe el espíritu de personas li-
sultando menos doloroso taparse las ore- bres que viven liberando, entonces pro-
jas o girar la cabeza, tal y como consta- bablemente se inclinará por liberar pá-
ta dolorosamente Bob Dylan: «¿Cuántas jaros. A veces, la inspiración viene de
veces querrá un hombre volver su cabe- una persona que sufre y clama por su
za / y fingir que simplemente no ve? (...) propia libertad; otras veces viene de al-
/ La respuesta, amigo mío, está flotando guien que ha apostado por la liberación
en el viento /La respuesta está flotando de los oprimidos y transmite una extra-
en el viento». ña paz21.
En todo caso, dedicarse a liberar no
es gratis. Se acostumbra a pagar un pre-
1.2. ¿Por qué liberar al pájaro?
cio: la violencia de los opresores o el
La libertad es una prisión mientras haya un menosprecio de quienes han vuelto la
solo hombre esclavizado en la Tierra. cabeza y no han decidido vivir liberan-
ALBERT CAMUS do. Y por este motivo el joven no lo tie-
Quizás sí hay que decidir. Pero enton- ne tan fácil para apuntarse a liberar.
ces, ¿por qué liberar al pájaro y no De todos modos, paradójicamente
aplastarlo? ¿Qué (o quién) puede hacer sucede que los que no han optado por li-
que pese más en el joven el deseo de li- berar pájaros se convierten en inspira-
berarlo que el deseo de desafiar y aplas- dores –por rechazo– de nuestras deci-
tar? ¿Qué (o quién) puede inclinar al jo- siones. Miremos si no qué nos inspira
ven a priorizar el clamor del pájaro por esta persona de casi 40 años que ha ig-
delante de otras voces que le llevan a norado su libertad de joven pero no ha
volver la cabeza? ¿Qué (o quién) puede logrado librarse de ella (¡el deseo infi-
conducir al joven a descubrir que su li- nito y pertinaz!). Y en plena crisis de los
bertad es una prisión hasta que no se 40, la libertad y la búsqueda de sentido
acaben los esclavos en la Tierra? le vuelven a brotar con fuerza:

23
«No me hice mayor deseando ser gracias a los demás. Esta consciencia de
abogado. Pero he acabado siendo abo- mí mismo, que es a la vez consciencia
gado porque tenía buenas notas y me de que soy gracias a los demás, puede
atraía un buen sueldo. Por este motivo desencadenar la rebelión y el desafío de
pasé 6 años, algunos de ellos excelen- los que hablábamos en el apartado se-
tes, otros menos excelentes, escribiendo gundo. Pero también puede convertir en
informes y negociando acuerdos sin razonable la decisión de dar la vida: de
sentido con una serie de almas en pena dedicarse a liberar pájaros.
como yo. Cuando empezaba la década En alemán hay un dicho que resume
de los 30 años, lo dejé todo y viajé por este doble movimiento: «Jede Gabe ist
el mundo durante 2 años; pero después eine Aufgabe», es decir, «Cada don (ca-
tuve que regresar a trabajos relaciona- da regalo) es una tarea». En alemán, la
dos con el derecho para pagar la hipo- tarea (die Aufgabe) es un don (die Gabe)
teca. Ahora estoy al final de la década que se proyecta (Auf).
de los 30 y deseo desesperadamente ha- En síntesis: la vida, la libertad, es un
cer algo con sentido. Pero tengo obliga- don que apunta a una tarea.
ciones y he adquirido un cierto nivel de
vida. Y me falta el coraje para cambiar
completamente, incluso cuando sé que c) Una forma de liberar pájaros
podría ser mucho más feliz viviendo Si nos decidimos a liberar pájaros,
otra vida... ¿pero cómo lograrla? ¿Y ¡atención! ¡Porque el horizonte infinito
dónde demonios se encuentra? Estoy del deseo humano nos conducirá a de-
seguro de que no soy el único que desea sear liberar todos los pájaros! Pero, si no
vivir cada momento como si tuviese sig- puedo liberarles a todos, ¿qué pájaros
nificado»22. tengo que liberar? En otras palabras:
¿qué forma de servicio es la mía?
b) Decisión razonable En esta tarea de descubrir la propia
forma de liberar pájaros, hay diversos
De todos modos la decisión de liberar
planteamientos filosóficos o espiritua-
–vital, sin motivos e inspirada– es pro-
bablemente también razonable. Es de- les que pueden orientar a la persona. Y
cir: si, enfrentado con la decisión, el jo- hay diversos tipos de “gurú” que pue-
ven reflexiona sobre su pasado, puede den ayudarla. Nosotros sólo queremos
descubrir que su vida le ha sido dada: hacer notar aquí que, en este camino de
por unos padres que decidieron dársela; descubrimiento, una condición razona-
y por una sociedad que lo ha integrado ble es aceptar el propio cuerpo y la pro-
en su seno; lo ha equipado –mal que pia historia personal. La aceptación –en
bien– con valores para moverse... e in- el sentido que le daba Oriol Pujol en el
cluso ha colocado a su alcance a gurús capítulo tres– es muy aconsejable. En
o a testimonios que lo invitan a la liber- concreto: si no gozo de buena salud, me-
tad. Quizás mirando hacia atrás descu- jor que no piense en liberar pájaros en
bre que aquello que lo constituye lo ha el corazón de la selva africana; si no es-
recibido: que él es, en buena medida, toy dotado para los estudios, mejor que
24
no piense en liberar pájaros como in- compromiso probablemente tienen que
vestigador; si la gente me dice que soy renovarse a medida que cambian las si-
buen organizador, quizás es mejor que tuaciones. En este sentido, la verdadera
intente ser gestor de organizaciones; si tarea de la libertad es ir encontrando, en
tengo paciencia acompañando enfer- cada momento de la vida, mi forma con-
mos, quizás debería ejercer enfermería creta de liberar pájaros.
o medicina; si conecto con los niños, Acabamos de cerrar un recorrido de
quizás debería buscar trabajos de pro- la libertad humana: separarme de las
fesor. personas que pueden imponerme la di-
Indiquemos finalmente que la pre- rección de la vida; buscar en mi interior;
gunta sobre la forma de liberar pájaros aceptar mis límites físicos y psicológi-
(la pregunta por la vocación, en cierto cos como condiciones de posibilidad de
lenguaje religioso) no se responde de decidir; y decidir emprender acciones a
una vez y por todas: por mucho que es- partir del impulso o la fuerza –del de-
ta respuesta, en un determinado mo- seo– que me habita. Pero al final hemos
mento del tiempo, haya sido fruto de un dejado un cabo sin atar: la cuestión de
largo proceso interior y de diálogo. En la divinidad. En el próximo apartado re-
efecto: sin excluir fidelidades en lo que cuperaremos este cabo... para ver hacia
es fundamental, las formas concretas de dónde nos conduce.

2. MÁS ALLÁ DE LA LIBERTAD. LIBERTAD Y DIVINIDAD

2.1. Religiones: moral y control por la posible realidad de esta figura y su


social influencia en la libertad de la persona.
Lo hacemos desde dos puntos de parti-
En la India los gurús son personas que
da: las religiones institucionales y cier-
han penetrado el significado de la reli-
tas experiencias espirituales a las que es-
gión, y de alguna manera se vinculan
tas religiones invitan.
con la Divinidad. En la misma línea, he-
mos apuntado que el deseo humano in- El cuento del joven, el gurú y el pá-
finito desea superar sus límites y no mo- jaro se sitúa en la India, en una sociedad
rir; y que ciertas concepciones de la muy marcada por la religión hindú. En
Divinidad –Deseo Infinito– la compren- este sentido, creemos oportuno indicar
den como Alguien que ayuda a superar que todas las religiones tienen una di-
los límites y sostiene la vida después de mensión práctica que a menudo se tra-
la muerte. Ahora nos preguntamos, pues, duce en normas morales: «Haz esto»,
25
«No hagas esto otro», dicen a sus se- 2.2. Invitaciones a la experiencia
guidores. espiritual
Y entonces, si nos permitimos rela- Pero en un nivel más profundo que el de
jar la naturaleza del pájaro y sustituir al las prescripciones morales y los meca-
gurú por los representantes institucio- nismos de control social que las acom-
nales de diversas religiones, podemos pañan, todas las religiones –y también
imaginar unas cuantas respuestas “mo- ciertas ideologías– invitan a las perso-
rales” al joven: nas a entrar dentro de sí mismas y a co-
nectar con una realidad profunda en diá-
– En el judaísmo y en el islam, si en logo con la cual el espíritu y el deseo
vez del pájaro hubiera un cerdo, el re- humanos se transforman. A esta realidad
presentante religioso oficial (un rabino profunda –a la cual las ciencias no pue-
o un imán) contestaría: «No te lo comas: den acceder porque se refieren a otros
es un animal impuro». niveles de realidad– algunas religiones
– En el hinduismo, si en vez del pá- y filosofías la denominan “Dios”. Y es
jaro fuese una vaca, el representante re- que las religiones son, en su nivel más
ligioso oficial (probablemente un sacer- auténtico, invitaciones a la experiencia
dote) contestaría: «No lo molestes, es un espiritual.
animal sagrado». Notamos que en esta invitación las
– En el cristianismo tradicional, un religiones coinciden con la dinámica del
sacerdote cumplidor respondería: «Si deseo humano, tal y como la narrába-
hoy es un viernes de Cuaresma, no te lo mos en el capítulo 3. Decíamos allí que
comas, porque tenemos que abstenernos el Deseo Infinito es finalmente deseo de
de comer carne». relación con un deseo que nos desee
De hecho, constatamos que ciertas (nos reconozca, nos quiera), sacándo-
normas religiosas tienen consecuencias nos de la soledad y de la limitación, y
éticas más serias. que acoja nuestro deseo después de la
muerte... dado que todos nosotros dese-
Por ejemplo, si en vez del pájaro fue-
amos no dejar de desear. Decíamos en-
ra una mujer descubierta en adulterio,
tonces que la existencia de este deseo
ciertas autoridades responderían: «Ape-
era tan sólo una de dos posibilidades. La
dreadla». O si hubiera un infiel o un he-
otra posibilidad era que se tratara sólo
reje, la respuesta podría ser: «Encar-
del propio deseo de ser deseados.
celadlo» o bien «Ejecutadlo». Y es que,
en los términos que usábamos en el ca- Pero entonces, tanto las religiones
pítulo 2, las religiones también son sis- como la dinámica del deseo humano
temas de control social que pueden lle- apuntan en la misma dirección: invitan
gar a aconsejar aplastar al pájaro, en vez al deseo humano a “hacer experiencia”
de liberarlo. –¡ni que sea hipotética!– de la relación
con este deseo. Invitan a la experiencia
De hecho, estas nefastas prescrip- espiritual. Siguiendo esta dirección o in-
ciones están en la base de diversos hu- vitación, en los próximos apartados des-
manismos ateos o agnósticos23. cribiremos tres experiencias espirituales
26
que remiten a la divinidad. La primera Estas palabras contraponen el sufri-
relaciona la vida humana con el sufri- miento y el dolor con una luz y un es-
miento, y abre a la persona a la acción píritu balsámico. El sufrimiento y el do-
tenaz para aplacar este sufrimiento, apo- lor se hacen presentes en el mundo
yándose en una luz y en un espíritu bal- puesto que habitan el espíritu humano.
sámico que la persona tiene que acoger Pero la reacción al sufrimiento y el do-
(apartado 2.3). La segunda experiencia lor puede ser conformada por la luz y el
espiritual conecta la dinámica del deseo espíritu balsámico. Las personas pode-
con la oración como diálogo interior e mos hacer brillar esta luz, aplicar este
integral de la persona con Dios (aparta- espíritu balsámico a los sufrimientos y
do 2.4). La tercera experiencia espiritual al dolor. Y según Jeannette y Anne
se refiere a la Divinidad como fuente de Petrie, no hay que ser personas extraor-
libertad y de crecimiento personal dinarias para hacer esto: también las
(apartado 2.5). personas «normales» pueden «escuchar
su llamada» y responder... de una ma-
nera que al final puede ser juzgada co-
2.3. Sufrimiento, oscuridad y mo extraordinaria.
liberación Resuenan aquí temas que han salido
Los gurús son personas vinculadas a la a lo largo de este escrito: «Busca en tu
religión hindú, pero no tienen un papel interior», «...construya su vida según es-
institucional –como sí tienen los sacer- ta necesidad: su vida, entrando hasta su
dotes– en la estructura organizativa de hora más indiferente y pequeña, tiene
esta religión. que ser un signo y un testimonio de es-
“Gurú” en hindi quiere decir: aquel te impulso»; «Una persona con coraje
que disipa (ru) la oscuridad (gu). De he- exterior se atreve a morir; una persona
cho, podemos percibir que las vidas de con coraje interior se atreve a vivir».
ciertas personas disipan la oscuridad Efectivamente, creemos que el espíritu
que imponen el dolor y el sufrimiento. balsámico es más fuerte que el dolor y
Jeannette y Anne Petrie han percibido el sufrimiento. Pero para que se mani-
esta virtud en la vida de la Madre Teresa fieste esta fuerza superior, se requieren
de Calcuta, y por este motivo inician un personas que usen su libertad. Es decir,
reportaje biográfico con estas palabras: personas normales que entren en su in-
«Hay una luz en el mundo, / un espíritu terior, se dejen curar las propias heridas
balsámico / más fuerte que cualquier os- internas por este espíritu y respondan
curidad con la que nos podamos topar. / dedicándose a curar los sufrimientos de
A veces dejamos de ver esta fuerza / la humanidad: a liberar pájaros.
cuando hay demasiado sufrimiento, / Notemos que la luz, la fuerza y el es-
cuando hay demasiado dolor. / Pero de píritu balsámico del cual hablan las au-
repente este espíritu resurge / en la vida toras de estas palabras eran nombres del
de personas normales / que escuchan su Dios de Jesús para la Madre Teresa de
llamada / y responden de manera ex- Calcuta24. De hecho, la palabra indoeu-
traordinaria». ropea que deriva en el griego “Theós” y
27
el latín “Deus” significa luz. Y así como finito como el propio deseo. Pero qui-
la luz no destroza aquello que toca sino zás con fuera de sí misma: con otro
que resalta sus cualidades, así podemos Deseo que a la vez está más allá y en
afirmar que el Dios-luz no destroza la li- contacto consigo misma, que es la Vida
bertad humana sino que la potencia, le Verdadera y la atrae a desearla. Este
da relieve, la conduce a su plenitud25. Deseo es lo que algunos denominamos
En cualquier caso, creemos que to- Dios, según la cita de Antonio Ma-
da persona –creyente o no creyente– es chado.
testimonio de la luz en tanto que lucha Entonces la relación con Dios se
tenazmente y esperanzadamente contra puede constituir en un intercambio
el sufrimiento y el dolor del mundo (1 siempre nuevo denominado oración.
Jo 4, 7-8). Intercambio hecho de silencios y pala-
bras; de limitaciones corporales acepta-
das y superadas; de deseos cumplidos y
2.4. Diálogo interior y oración frustrados; de gozos por haber liberado
Converso con el hombre que siempre
pájaros y penas por haberlos aplastado;
va conmigo / quien habla solo, de trabajo por descubrir y renovar mi
espera hablar a Dios un día. forma de liberar pájaros; de amor sin pa-
ANTONIO MACHADO labras entre el deseo y el Deseo; de os-
Presentamos ahora la segunda expe- curidades y noches que aun así no de-
riencia espiritual a la que invitan tanto tienen a la persona en su camino y su
las religiones como la dinámica del de- búsqueda... Hay personas que en la
seo humano. Y empezamos recordando práctica de esta relación afirman que ga-
que en el apartado quinto afirmábamos nan libertad, serenidad y capacidad de
que el deseo es la fuerza que relaciona compromiso en la liberación de los de-
mi situación en el mundo con una vida más. Así pues, tal vez la libertad huma-
anhelada que está más allá de esta si- na y Dios no son incompatibles.
tuación. En este sentido, el deseo va y
viene entre la situación y la vida verda- 2.5. Diálogo interior y crecimiento
dera. En este ir y venir hace uso de la personal
palabra. En efecto, la persona es capaz
de hablar consigo misma, moviéndose Cada uno será grande a su manera, y según
de un extremo al otro de su deseo. En la naturaleza del objeto que habrá amado.
este diálogo interior se sitúa a la vez co- SOREN KIERKEGAARD
mo emisor y como receptor de sus pa- Tal vez Dios y la libertad humana no son
labras, y el movimiento mediado por las incompatibles. Tal vez, incluso, Dios
palabras le permite a la vez hacer más puede resultar inspirador de decisiones
comprensible la vida verdadera y acer- liberadoras y fuente infinita de creci-
car su situación a esta vida verdadera. miento de la persona: análogamente a
¿Con quién habla la persona en el como afirmábamos en el capítulo 4 al
diálogo interior? Quizás consigo mis- hablar de personas que inspiran nuestras
ma: con su deseo, en un movimiento in- decisiones.
28
Efectivamente, en el diálogo con riormente en libertad y crecer en la
Dios, la persona se hace capaz de mi- apuesta infinita por la vida. Dones y
rarse “desde fuera de sí misma”, porque oportunidades para «hacerse grande a
es mirada –reconocida, amada, desea- su manera», y según la naturaleza (o la
da– por Alguien que la acepta con gozo. grandeza) de las personas y del deseo
Me puedo aceptar con gozo porque soy que estará amando, en paráfrasis de
aceptado con gozo: con mi historia he- Kierkegaard.
cha de educación y socialización con- Aun así, algunos caminantes no vi-
cretas, de padre y madre y sociedades ven este camino ilimitado desde una re-
concretas, de cuerpo y espíritu bien de- lación con la Divinidad. Si el deseo in-
terminados. Y esta aceptación puede finito está más allá del espíritu, o
proyectarme en una dinámica de creci- coincide con la proyección infinita del
miento hecha de apuestas más libres y deseo de la persona, es una cuestión a la
más amplias por la vida de los pájaros, que no podemos responder teó-
por la vida del mundo. ricamente. En otros términos: si en el
En esta apuesta, la persona es em- diálogo interior de la conciencia yo ha-
pujada –o atraída, o acompañada– a re- blo conmigo mismo o hablo con Otro,
correr un camino desconocido que tal es un dilema que permanece abierto.
vez la llevará lejos de sus deseos o pro- Pero este debate no nos debería ene-
yectos juveniles. Un camino que la acer- mistar, a quienes –por razones diferen-
cará a personas y situaciones que de jo- tes– nos encontramos en el camino. En
ven jamás habría podido imaginar. A lo este camino podemos unirnos en un úni-
largo de este camino los acontecimien- co deseo: el de inspirarnos mutuamente
tos y las circunstancias son aceptados para crecer en libertad y proyectarnos en
como dones y oportunidades –alegres o una apuesta infinita para la liberación
tristes, da lo mismo– para crecer inte- del mundo.

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5. CONCLUSIÓN

Acabamos nuestra aproximación a la realidad y al complejo concep-


to de la libertad. Decíamos al principio que la libertad es como un ele-
fante: difícil de definir pero fácil de reconocer. Y que nos aproximaría-
mos a ella interpretando un cuento a partir de las ciencias humanas.

5.1. Final abierto. Invitación a la etapas: a) Separarnos de personas o


libertad fuerzas que, más o menos consciente-
mente, nos dictan qué tenemos que ha-
Hasta que no sepamos qué hacer, en realidad
aún no hemos comprendido.
cer. Separarnos de ellas de verdad: no
LUDWIG WITTGENSTEIN desde el desafío, que es una separación
sólo aparente; b) buscar en nuestro inte-
Es el momento de notar que nuestro rior para ver qué desea nuestro corazón;
cuento acaba sin acabarse. No sabemos c) aceptar nuestros condicionamientos
si el joven aplastará al pájaro o lo deja- físicos, psicológicos o de entorno como
rá libre. Final abierto que pide de cada límites pero también como condiciones
oyente que prosiga el cuento en su pro- de posibilidad para decidir. ¡Sin compa-
pia vida. Así pues, este cuento es una in- rarnos con otros!; d) inspirarnos en (no
vitación a la libertad de quienes lo lee- copiando acciones de) personas que ha-
mos, lo escuchamos o reflexionamos cen actos libres; y, eventualmente, apo-
sobre él. yándonos en el Dios-Deseo que dialoga
Invitación a la reflexión y a la ac- con mi deseo (Salmo 139, 23)... para en-
ción: porque todos tenemos pájaros en- contrar y desarrollar nuestra manera de
tre las manos, y porque –interpretando liberar pájaros; e) y, en cualquier lugar
la cita de Wittgenstein– sólo compren- donde haya pájaros prisioneros, seguir
deremos de verdad la libertad si decidi- invitando a las personas a liberarlos (Lc
mos ejercerla en decisiones concretas. 4, 16-19), convidando a cada uno a bus-
Invitación a un camino –siempre a rei- car en su interior y a preguntarse: ¿Y tú,
niciar– que se puede resumir en cinco cómo deseas que esté el pájaro?
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5.2. Recapitulación terior y se deja inspirar por personas de
trayectoria libre– hacia una dinámica de
De noche iremos, de noche, que para encon-
liberación propia y de los demás.
trar la fuente sólo la sed nos alumbra.
SAN JUAN DE LA CRUZ – Esta dinámica de liberación con-
vierte el rechazo de mí mismo y el des-
Una palabra todavía. Basándonos en la afío a los demás en aceptación y en co-
interpretación del cuento a partir de las laboración. Aceptación de mis
ciencias humanas podemos apuntar al- condicionamientos y de mi vida como
gunas luces que nos permiten aproxi- don, y colaboración con otros en la tarea
marnos al significado nuclear de la li- de liberar pájaros.
bertad, tal y como nos propone la cita de – El proceso anterior se lleva a cabo
G. Lakoff que recordábamos en la in- desde una consciencia que desea el re-
troducción. conocimiento y la aceptación de la
Las siguientes proposiciones recapi- Divinidad; pero cuya existencia no pue-
tulan este significado nuclear. de demostrar teóricamente.
– Las personas somos seres consti- – En este sentido, ciertas experien-
tuidos por un cuerpo y un espíritu: dos cias espirituales reclaman la pretensión
realidades diferentes pero íntimamente del encuentro de la persona con Dios: la
unidas. El espíritu es el hecho de la experiencia de la esperanza firme en el
consciencia; la intencionalidad o el de- trabajo contra el sufrimiento; la expe-
seo son la acción de esta consciencia. riencia de la oración como diálogo inte-
gral con Dios; y la experiencia del cre-
– Gracias a (y a pesar de) nuestros
cimiento personal («hacerse grande a su
condicionamientos, tenemos la capaci-
manera») en el camino compartido con
dad de “mirarnos desde fuera de nos-
Dios que nos libera y nos conduce a li-
otros mismos”, de cuestionar todo aque-
berar.
llo que hemos recibido y nos ha
condicionado. – Finalmente, la razón científica nos
– Este cuestionamiento puede tomar mantiene en la ceguera. Como los cie-
inicialmente una forma de rechazo de gos ante el elefante del capítulo 1. Pero
mí mismo y de desafío a la sociedad. El el deseo de libertad propia y de libera-
rechazo es una primera manifestación ción de los demás nos puede redirigir
de la libertad (libertad negativa), pero hacia el camino; y nos puede conectar
puede evolucionar hacia la formulación con Aquel que –desde nuestro interior
y realización de un proyecto de vida (li- como Espíritu; desde nuestro lado como
bertad afirmativa). Hermano, y desde el inicio y el princi-
– El deseo infinito puede encaminar pio del camino como Padre– impulsa e
a la persona hacia una dinámica de com- ilumina en este camino. Tal y como afir-
paración con otros que genera destruc- ma san Juan de la Cruz: «De noche ire-
ción propia y de los demás; o la puede mos, de noche, que para encontrar la
encaminar –si la persona busca en su in- fuente sólo la sed nos alumbra».

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NOTAS

1. X. MELLONI, Los ciegos y el elefante, 21. Seguramente es mediante la inspiración proce-


Barcelona, Cristianisme i Justícia, 2000, dente de personas que dirigen la libertad en
Cuaderno, 97. una dirección concreta que nos descubrimos
2. Oí hace tiempo este cuento narrado por Jaume libres y al mismo tiempo empujados en una
Avellí i Bastons, un jesuíta catalán, sabio y determinada dirección del uso de nuestra
sensato como el mejor gurú indio. He adapta- libertad.
do su versión oral en algún detalle. 22. L. KELLAWAY. «Need carrier guidance? Direc-
3. G. LAKOFF, «Reclaim the meaning of 'freedom'» tions to the lavatory? I can help» Financial
International Herald Tribune, 5-VII-2006. Times Europe, 6-III-2006.
4. Esta visión es compartida, por ejemplo, por 23. Para hacer honor a la verdad, ciertos totalita-
Platón, quien se aproxima a la compleja reali- rismos del siglo XX que han causado muchas
dad del conocimiento humano a partir de la muertes no estan conectados con las religiones
interpretación racional del mito de la caverna. tradicionales... aunque pretendían justificarse
5-9. P. BERGER, Introducción a la sociología, bajo una forma pseudorreligiosa.
México, Limusa, 2002, pág. 141, 100, 101ss., 24. Desde el planteamiento que hemos hecho hasta
113, 136 y 137. aquí, Jesús se puede entender como un gurú
10. I. KANT, Filosofía de la historia, México, FCE, que ha reflejado la luz de Dios en una vida
1997, pág. 25ss. libre de los controles sociales de la época que
11. R.M. RILKE, Cartas a un joven poeta, Madrid, aplastaban la vida de personas. Los cristianos
Alianza, 1980, pág. 22-23. creemos que Jesús reflejó con plena transpa-
12. D. MOLLÀ, Cristianos en intemperie. Barce- rencia la luz de Dios, porque era él mismo la
lona, CiJ, 2006, pág. 12-13, EIDES, 47. luz (Jn 1, 1-5). Creemos que Jesús, en su vida
13-16. J.L. RUIZ DE LA PEÑA, Imagen de Dios. Antro- interior de diálogo con Dios, se dejaba habitar
pología teológica fundamental, Santander, Sal plenamente por un Espíritu, un Deseo infinito
Terrae, 1988, pág. 114ss, 134, 131, 120. que lo fue guiando para cumplir, sin miedo al
17. B. VILASECA, «Madurar consiste en dejar de chantaje de la muerte, la voluntad de Dios: la
creerse víctima de las circunstancias», El liberación de todas las personas (Lc 4,16ss).
País, Negocios, 2-III-2008. Él también pidió que algunos buscaran en su
18. Los conceptos de necesidad (die Notwendig- interior antes de aplastar, no un pájaro, sino
keit), o de impulso (der Drang) en el texto de una mujer sorprendida en adulterio (Jn 8, 2-
Rilke que reproducimos en el capítulo 2 co- 11). Después de su muerte, sus discípulos a lo
rresponden, en el vocabulario de Lévinas, no a largo de los siglos lo tenemos como
la necesidad sino al deseo. Testimonio vivo que inspira y hace crecer
19. J. F. MÀRIA, «E. Lévinas. Entre el deseo de pan nuestro deseo de «ser grandes a nuestra mane-
y el Deseo de Dios», Cuadernos "Institut de ra» liberando pájaros.
Teologia Fonamental" (Sant Cugat del 25. He oído alguna vez al amigo J.I. González
Vallès), 1997, pág. 14. Faus afirmar que «la fe no elimina los proble-
20. J. MARAGALL, Antología poética, Madrid, mas [aquí hablamos de los sufrimientos y de
Alianza, 1985 (trad. de María Parés). los dolores] sino que los ilumina».

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