¿CUÁNDO ACUDIR A TERAPIA DE PAREJA?

¿Lleváis un tiempo discutiendo o simplemente ya no os comunicáis cómo antes?

¿Pasáis días sin hablaros o cuando os habláis adoptáis un lenguaje un tanto agresivo?,
¿Ha habido un infidelidad y la relación está estancada? Entonces quizás sea hora de
acudir al psicólogo y empezar una terapia juntos.

Lo primero que debemos hacer es saber si los dos miembros de la pareja estáis de
acuerdo en acudir a terapia. Es muy importante saber realmente qué motivación o qué
compromiso tiene cada miembro de la pareja para que la terapia funcione bien.

Por otro lado, debéis saber que las sesiones se harán de manera conjunta, es decir,
estando los dos miembros de la pareja presentes, o también de manera individual;
siempre dependiendo del problema que la pareja presente y a juicio del profesional.
También se dan ocasiones en las que uno de los dos miembros de la pareja presenta
un problema individual que está interfiriendo en la relación, es entonces cuando de
manera individual se trabaja el problema de ese miembro en cuestión.

Los pilares de la terapia de pareja es mejorar la comunicación de manera asertiva,

mejorar la confianza, la empatía, reducir celos, trabajar responsabilidad de los dos
miembros de la pareja y disipar las posibles diferencias que os separan entre otras
cuestiones.

Pedimos que la pareja tenga un papel activo en la terapia, es decir, se darán

recomendaciones o actividades para practicar en casa y es especialmente importante
que se realicen, así, ponemos en práctica lo aprendido en las sesiones y la terapia
avanza más rápidamente.

¿Cuándo es entonces recomendable acudir a terapia? Cuanto más distanciada esté la

pareja, más rota, cuanto menos comunicación haya o menos confianza, más difícil será
recomponerla y resolver vuestras diferencias. Por ello, os recomendamos que si lleváis
un tiempo sin hablaros, no sabéis cómo resolver un problema que cada vez os está
separando más o simplemente ya no aguantáis más esa dinámica, acudáis lo antes
posible a un profesional para que pueda guiaros. ¡No esperéis a destruiros o a no tener
solución para ir a terapia de pareja!