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DE SAN AGUSTÍN
Fragmentación de ácidos
nucleicos. Endonucleasas de
restricción
Ingeniería Genética (Capitulo 5)
DOCENTE:
AREQUIPA-PERU
2017
El término análisis proviene del griego analio significa "desatar". Todo procedimiento
de análisis implica "separar las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios
o elementos", es decir, supone romper, fragmentar. El caso de las moléculas de ácidos
nucleicos es un buen ejemplo: su cadena, sencilla o doble, pero siempre larga o muy
larga, tiene que ser fragmentada para convertirla en elementos estructurales más
sencillos que puedan ser estudiados por los métodos actuales.
Ahora bien, es conveniente que esa fragmentación se realice por sitios específicos.
Una rotura por sitios al azar produce piezas de tamaño muy variable, cuya separación
y purificación, etapas imprescindibles para su análisis, son muy complicadas. Además,
la reordenación dé los datos parciales obtenidos a partir de esos fragmentos de
rotura es notablemente difícil. Pero el corte de la molécula nucleica por sitios
específicos facilita mucho el proceso ya que permite trabajar con fragmentos
homogéneos y definidos. Para este tipo de rotura se cuenta con unas herramientas
muy particulares: las endonucleasas de restricción, cuya aplicación ai análisis y
manipulación del DNA es extraordinariamente importante. Son actividades
enzimáticas capaces de romper una molécula de dsDNA por sitios específicos. Y esta
especificidad radica, no en el reconocimiento de una única base nitrogenada (lo que
produciría piezas de tamaño promedio de 4 nucieótidos), sino en el de secuencias de
varios pares de bases, lo que permite conseguir fragmentos mucho mayores; sobre su
uso en el análisis de DNA se pueden construir estrategias notablemente fructíferas.
5.1. Fragmentación de ácidos nucleicos. Especificidad y objetivos
En general, las moléculas de ácidos nucleicos son grandes e incluso muy grandes, Jo
que las hace sumamente frágiles: el simple pipeteo de una disolución de DNA
cromosómico es suficiente para romper sus largas cadenas, como resultado de ¡as
fuerzas de cizalla que se producen durante el paso de la disolución por el
estrechamiento que la pipeta presenta en la boca. Además de esta posibilidad de
rotura física, las moléculas de ácidos nucleicos son sensibles a condiciones químicas
más o menos extremas y, sobre todo, a la presencia de actividades enzimáticas
degradativas, denominadas genéricamente nucleasas. Los métodos de aislamiento y
manejo de ácidos nucleicos incorporan una serie de precauciones para evitar la rotura
de sus moléculas.
Frente a esto, la rotura de una molécula por sitios específicos lleva a una mezcla de
composición más homogénea y definida. Aunque puede resultar un gran número de
fragmentos, todos ellos aparecen en cantidades equimoleculares, son de tamaño
distinto pero con extremos definidos por la especificidad de la reacción. Esto hace
posible su análisis y, a partir de él, la localización de los sitios específicos de rotura
dentro de un esquema que represente al material original,, lo que se denomina un mapa
físico.
Los motivos por los que se puede perseguir en un determinado momento la degradación
de un DNA o de un RNA son muy diferentes. Entre ellos:
-La producción de fragmentos específicos, ya que es la base del análisis del tamaño de
fragmentos específicos, la construcción de mapas físicos, la determinación de la
secuencia de nucleótidos de una molécula nucleica o su caracterización definida a nivel
primario.
-Las fuerzas de cizalla que se originan cuando se obliga a la disolución que contiene a
la (inacro)molécula nucleica a pasar a través ele una sección mucho menor; para ello se
utilizan prensas, agujas unidas a jeringuillas hipodérmicas o incluso pipetas normales.
Fuerzas análogas producidas con una batidora o agitador de aspas consiguen una
rotura semejante (quizá algo más controlada) de las largas moléculas de DNA.
•Se produce una mezcla heterogénea de fragmentos, cuyos tamaños dependen de las
fuerzas provocadas, que a su vez son función de la presión aplicada, la reducción de la
sección, la velocidad de las aspas, el tiempo de agitación, etc.
- Las ondas de presión producidas por los ultrasonidos. Los sonicadores son los
equipos que se utilizan para este propósito, y modulan tanto la frecuencia como la
intensidad de la onda; permiten por lo tanto trabajar en condiciones más controladas y
conseguir resultados bastante más reproducibles.
- Hidrólisis básica, catalizada por los iones OH" de una base fuerte (hidróxido
sódico, por ejemplo). Es importante señalar que la hidrólisis básica sólo actúa sobre la
cadena del RNA, ya que el mecanismo de esta reacción requiere un OH en 2' tan sólo
presente en la ribosa de las moléculas de RNA.
5.3. Sistemas de restricción-modificación bacterianos (sistemas R-M]
La presencia de un sistema R-M es muy normal entre bacterias; incluso no es raro que
una estirpe posea más de uno. Sin embargo, algunos bacteriófagos han desarrollado
meca¬nismos para evitar las defensas bacterianas, tales como metilasas con la misma
especifici¬dad que el hospedador, inhibidores de la endonucleasa celular
Entre todas las actividades de los diferentes sistemas R-M, las endonucleasas de
restricción del tipo II son de una extraordinaria utilidad. Han venido a resolver el
problema de la rotura del DNA por puntos específicos y han sido la clave del
extraordinario desarrollo experimentado por Jos métodos y técnicas moleculares de
aislamiento, análisis, manipulación, amplificación y expre¬sión de regiones génicas.
Puede decirse que constituyen uno de Jos pilares en que se asienta la ingeniería
Genética actual. Estas enzimas presentan dos ventajas fundamentales:
- Son de una gran especificidad: actúan sobre una diana concreta, lo que facilita
la interpretación de los resultados de la rotura de un DNA e incluso permite ci diseño
de experimentos para la preparación de fragmentos.
5.4.1. Nomenclatura *
- Tres letras, que corresponden, la primera, a la inicial del género y las otras dos
a las iniciales de la especie bacteriana de donde se ha aislado. Por ejemplo: Bam, de
Baci¬llus amyloiiquefaciens; Kpn, de Klebsiella pneumoniae; Pst, de Providencia stuar-
tii; Sma, de Senada marcescens.
- Una cuarta letra, en algunos casos, que identifica la estirpe o el tipo celular
origen de la actividad. Por ejemplo: iícoR y EcoN, de Escheríchia coli; fíinb, Hinz, Hiná
y Hiuf, de Haemopbilus influenzac; HgiA, HgiC, HgiE y Hgtj, de Herpetosiphon
giganteas.
- Un número, en romanos, que indica el número de orden de su aislamiento a
partir de una cepa que posea varios sistemas R-M. Por ejemplo: Hael, Haell y fíaelll, de
Haemopbilus aegyptius; Pvul y Pintll, de Proteus vulgaris.
En ciertas condiciones alejadas de las óptimas (por ejemplo, en medios con pH alcalino,
con baja fuerza iónica o con disolventes orgánicos), algunas endonucleasas de restric-
ción pueden cortar un DNA por sitios algo distintos a sus dianas específicas; se dice
que presentan la llamada actividad estrella, que resulta de una disminución de su
especificidad. En el caso de EcdKL, esta actividad llamada EcdRI*, Je lleva a
reconocer y cortar un DNA por Ja secuencia N'AATTN; la diana se limita a los cuatro
pares de bases centrales de su diana normal (G'AATTC). Esta reducción de la
especificidad en condiciones subóptimas es bastante frecuente y su aparición debe
tenerse siempre en cuenta.
' Las endonucleasas de restricción se han hecho imprescindibles para trabajar con
DNA. Muchas de ellas ya no se aislan de su fuente bacteriana original, sino que se
producen a partir de la expresión de sus genes clonados en E. coli. La gran mayoría son
comerciales; existen numerosas compañías que compiten por ofrecer un catálogo muy
amplio de actividades. Suelen entregarse disueltas en un medio de conservación que
contiene gliceroí y se aconseja su almacenamiento a baja temperatura C-20'°C).' ■"
Para su empleo, se prepara una mezcla de incubación que incorpora (figura 5.1):