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La palabra «pastor» en el Salmo 23.

1, ¿verbo (participio) o
sustantivo?
Una explicación necesaria, un análisis a la luz de la gramática hebrea
y griega

Héctor B. Olea C. (Whatsapp: +18092057814)

De vez en cuando, como comentarista, analista y exégeta de los textos


bíblicos en sus idiomas originales, uno se ve obligado a ofrecer una
necesaria y puntual explicación respecto de alguna opción tomada
(considerada por algunas personas como inexplicable, cuestionable o
injustificable), si bien y, tal vez, no siempre logrando uno el éxito deseado.

En esta ocasión me propuse abordar la cuestión de si en el Salmo 23.1 la


para «pastor» es la traducción de un verbo (un participio hebreo), o un
sustantivo en el sentido estricto, desde el punto de vista morfológico y
formal (gramatical).

Obviamente, en este breve artículo me he propuesto proporcionar los


elementos de juicio, las evidencias, a la luz de la gramática hebrea, que
ponen de relieve que mi tesis no carece de fundamento y que a la luz de la
misma gramática hebrea es legítima y la más plausible.

Iniciemos pues, esta aventura.

¿Es  («roí») un participio (verbo) o un sustantivo?

Como no son pocas las personas que en su estudio bíblico dependen


mucho de los famosos «números Strong» (Concordancia Strong),
quiero comenzar precisamente por el aporte que dicho recurso hace a esta
cuestión.

En tal sentido, conviene poner de relieve que la Concordancia Strong de


manera acertada plantea que la palabra «pastor» («pastora»), es la
traducción no de un sustantivo, sino de una raíz, la raíz  («raáh»:
pastorear, apacentar, cuidar de), identificada con el número 7462.

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En esta misma línea también va el Diccionario del hebreo y arameo
bíblicos, de George Fohrer (editor junto a otros), publicado por Ediciones
la aurora, Buenos Aires, Argentina, 1982, que tampoco ofrece una palabra
(sustantivo) específica para la traducción «pastor» («pastora»), pero sí
incluye y define la raíz  («raáh»: pastorear, apacentar, cuidar de).

Además, en la misma línea de la Concordancia Strong y del Diccionario


del hebreo y arameo bíblicos, también va el Diccionario bíblico hebreo
español, español hebreo, de Jaime Vázquez Allegue, publicado por
Editorial Verbo Divino, segunda edición, 2002.

En tal sentido, debo decir que en la sección hebreo-español, el diccionario


de Vázquez Allegue no ofrece una palabra hebrea (sustantivo) relacionada
con la raíz  («raáh»: pastorear, apacentar, cuidar de) correspondiente
a la traducción «pastor» («pastora»).

Sin embargo, en la sesión español-hebreo, la obra de Vázquez Allegue


ofrece como traducción del castellano «pastor», la palabra hebrea 
(«noqued») que, según el Diccionario bíblico hebreo-español, de Luís
Alonso Schokel, significa “ganadero”, “mayoral” (considérese su uso en 2
Reyes 3.4 y Amós 1.1).

Ahora bien, debo decir que la palabra  («noqued»), desde el punto de
vista morfológico, tiene el patrón vocálico, la morfología de un participio
activo, por lo que, también aquí, en primera instancia, estamos ante un
participio, por lo menos desde el punto de vista morfológico.

El testimonio del Diccionario de hebreo bíblico, de Moisés Chávez

El aporte de la obra de Moisés Chávez es el siguiente:

 («raáh») QAL: 1) Pacer (Génesis 41.2). 2) Apacentar, gobernar


(Jeremías 2.8 — Ver la nota RVA; Miqueas 5.5/6). Otros traducen
“quebrantar” — Ver nota RVA). 3) Apacentar, impartir conocimiento
(Proverbios 10.21). 4) Apacentarse, estar ocupado en (Proverbios 15.14).
5) Participio masculino singular  («roéh») = pastor (Génesis 4.2);
participio femenino singular  («roáh») = pastora (Génesis 29.9).

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Como se puede observar, el testimonio del muy conocido Diccionario de
hebreo bíblico, de Moisés Chávez, apunta a que en realidad la palabra
 («roéh») es más bien un participio activo del verbo  («raáh»)
(énfasis en el aspecto verbal) que un sustantivo propiamente dicho
(énfasis en el aspecto nominal).

Consecuentemente y, en sentido estricto, a lo más que se podría llegar es


admitir, en principio, es que  («roéh») es un participio sustantivado.
Sin embargo, un análisis más profundo a la luz de la gramática hebrea
exige que vayamos un poco más lejos, que no nos quedemos ahí, y
procuremos establecer si su énfasis está en el aspecto verbal (uno que
hace algo), o si en el aspecto nominal (forma de nombrar a la persona que
lleva a cabo una determinad acción).

El testimonio del Diccionario bíblico hebreo-español, de Luís Alonso


Schokel

Respecto de la palabra  («roé»), el afamado diccionario hebreo-


español de Luís Alonso Schokel, dice lo siguiente:

“Participio sustantivado o sustantivo: pastor, mayoral, zagal, cabrero,


vaquero, rabadán. Título de reyes y gobernantes; de Dios. a) Sentido
propio (Génesis 4.2; 13.7; Éxodo 2.17; Números 27.17; 1 Samuel 17.34;
b) Título de jefes o metáfora (Jeremías 23.1, 2, 4; Ezequiel 34.2
(considérese los versículos 1-15). Título divino en Salmo 23.1; 80.2”.

Además, el Diccionario bíblico hebreo español de Luis Alonso Schokel


admite que el participio de verbo  («raáh»), puede encontrase con la
vocal «jolem» («jolam») en forma defectiva (), o sea ,
como también con la «jolem» («jolam») en forma plena (), o
sea, .
Luego, una vez que hemos considerado la pista que nos ofrece el
Diccionario bíblico hebreo español de Luis Alonso Schokel, no queda
otra que admitir que con dicha pista obtenemos una evidencia más que
apunta a que la palabra  («roí») en el Salmo 23.1 es ante todo un

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participio activo del verbo  («raáh»), énfasis en el aspecto verbal, si
bien posteriormente, podría ser asumido como un sustantivo (más bien un
participio sustantivado).

Las posibilidades de que  («roí») sea un sustantivo

¿Existe algún elemento, desde el punto de vista gramatical


(morfosintáctico) que obligue a asumir la palabra  («roí») como un
sustantivo?

¿Cuáles son las reales posibilidades de que la palabra  («roí») sea
legítimamente asumida como un sustantivo en el Salmo 23.1?

Para dar apoyo a mi tesis de que  («roí»), en el Salmo 23.1, es un


participio (énfasis en el aspecto verbal) y no propiamente un sustantivo
(énfasis en el aspecto nominal) en sentido estricto, voy a traer a colación la
pista que nos ofrece la afamada Gramática del hebreo bíblico, de Paul
Joün Takamitsu Muraoka, en su versión castellana preparada por Miguel
Pérez Fernández, publicada por Verbo Divino.

Ahora bien, antes de citar la obra de Muraoka, quiero reafirmar mi tesis de


que la palabra  («roí») consiste en el participio activo, masculino
singular del verbo  («raáh»), énfasis en el aspecto verbal, con el sufijo
nominal de la primera persona común singular (yo).

Paso ahora a citar la evidencia a favor de mi tesis, que aporta la afamada y


prestigiosa gramática del hebreo bíblico de Muraoka.

§ 66. Participio con sufijos (Muraoka página 187)

El participio, que es un nombre verbal, siempre toma en plural un sufijo


nominal:  («qotelai») “los que me matan”, así en 2 Samuel 22.41,
 («mesanáy»), participio traducido por la Septuaginta
(«tus misúntas me»), “los que me odian” (participio
sustantivado, equivalente a una cláusula relativa, énfasis en el aspecto
verbal).

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En singular, normalmente se encuentra el sufijo nominal:  («qotelí»)
“el que me mata”; más raramente un sufijo verbal:  («qoteléni»), por
ejemplo,  («oséni») “quien me hizo” (Job 31.15). El participio con
artículo exige necesariamente el sufijo verbal:   («jamazréni»), “El
que me ciñe” (Salmo 18.33).

Un participio, cuando toma un sufijo, puede funcionar realmente como un


verbo (énfasis en el aspecto verbal) más que como un verbo sustantivado
(participio: énfasis en el aspecto nominal), “uno que hace tal cosa”.
Por ejemplo, Oseas 2.16,  («jine
anoji mefateja vejolejtija jamidbar»), “he aquí que yo la seduzco y la llevaré
al desierto”.

Jeremías 16.21,  («jin-ni


modiám bapáam jazót odiém et-yadí»): “he aquí que les voy a mostrar, les
mostraré mi poder”.

Aporte positivo de la gramática del hebreo bíblico de Muraoka a


nuestra tesis:

“Un participio, cuando toma un sufijo, puede funcionar realmente


como un verbo (énfasis en el aspecto verbal) más que como un verbo
sustantivado, «uno que hace tal cosa»”

Consecuentemente, en el Salmo 23.1, la palabra  («roí») debe ser


asumido más que como un participio sustantivo (participio de todas
formas), sino y más bien como un participio activo (que funciona como una
cláusula relativa): “el que me pastorea” (“quien me pastorea”): «el Señor es
el que me pastorea» (“el Señor es quien me pastorea”).

Luego, a la luz de lo expuesto por la gramática de Muraoka, es demasiado


evidente que la forma en que la Septuaginta tradujo el participio 
(«roí»), es sin duda acertada: («kúrios
poimáinei me»): «el Señor me pastorea».

Por otro lado, siguiendo la pista que nos proporcionan las fuentes
mencionadas, y a la luz de la gramática griega, el traductor de la

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Septuaginta disponía de al menos tres formas acertadas (y
semánticamente equivalentes) de transmitir el sentido del el participio 
(«roí»), énfasis en el aspecto verbal.

Una, como en efecto lo hizo, emplear un sustantivo, «Señor» ( ), en


caso nominativo como sujeto agente de una forma verbal en voz activa,
más el pronombre personal de la primera persona del singular en caso
acusativo (objeto directo): («kúrios poimáinei
me»): «el Señor me pastorea».

Otra forma también legítima consistiría en emplear el mismo sustantivo


«Señor» ( ) más un participio (del verbo ) en caso
nominativo y en voz activa, más el pronombre personal de la primera
persona del singular, en caso acusativo, funcionando como una cláusula
relativa: (kúrios jo poimáinon): «el Señor es
quien me pastorea» (el que me está pastoreando).

Finalmente, una tercera posible y acertada forma de traducir sería


empleando el sustantivo «Señor» ( ) en una estructura oracional en
voz pasiva: (kúrios jo poimáinon):
“Soy pastoreado por el Señor”.

Conclusión: Un análisis detallado, amplio y profundo de la gramática


hebrea confirma que en efecto, la palabra  («roí») en el Salmo 23.1 es
un participio, el participio qal activo del verbo  («raáh»: pastorear,
apacentar, cuidar de), con el sufijo nominal de la primera persona común
singular (yo).

Luego, si bien  («roí») pudiera ser asumido como un sustantivo, o sea,
como un participio sustantivado (y como quiera participio), la gramática del
hebreo bíblico de Muraoka pone de relieve el principio que establece que
“cuando un participio toma un sufijo, puede funcionar realmente como un
verbo (énfasis en el aspecto verbal) más que como un verbo sustantivado
(participio sustantivado, énfasis en el aspecto nominal), “uno que hace tal
cosa”, por eso mi traducción: «el Señor es quien me pastorea».

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Por otro lado, la forma en que la Septuaginta tradujo el participio 
(«roí»), confirma el principio mencionado por Muraoka y pone de relieve
que el traductor de la Septuaginta lo asumió como un verbo (participio con
énfasis en el aspecto verbal) y no o como un sustantivo (énfasis en el
aspecto nominal), así de sencillo.

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