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una vida feliz. ... Él definió el placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la tranquilidad del
alma. Para el epicureísmo, lo malo es todo aquello que le produce dolor al ser humano.
El epicureísmo es un sistema filosófico que defiende la búsqueda de una vida buena y feliz mediante la administración inteligente de
placeres y dolores, la ataraxia y los vínculos de amistad entre sus correligionarios.
Para Epicuro, el placer puro es el bien supremo y el dolor es el mal supremo. Los placeres y sufrimientos son consecuencia de la
realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de apetitos, por tanto placeres:
-Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo, y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer.
Placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es la renuncia de estos
placeres y la búsqueda de la carencia de apetito y dolor corporal;
Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo: el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero
es efímero y temporal, mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del
cuerpo.
La razón:
Pese a que el placer es un bien y el dolor un mal, hay que administrar inteligentemente el placer y el dolor: en ocasiones debemos
rechazar placeres a los que les siguen sufrimientos mayores y aceptar dolores cuando se siguen de placeres mayores. La razón
representa un papel decisivo en lo que respecta a nuestra felicidad, nos permite alcanzar la total imperturbabilidad (ataraxia), la cual
Epicuro compara con "un mar en calma" cuando ningún viento lo azota y nos da libertad ante las pasiones, afectos y apetitos.
Finalidad:
La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica, sino más bien práctica. Buscaba sobre todo procurar el sosiego necesario para
una vida feliz y placentera en la que los temores al destino, los dioses o la muerte quedaran definitivamente eliminados. Para ello se
fundamentaba en una teoría empirista del conocimiento, en una física atomista inspirada en las doctrinas de Leucipo y Demócrito, y en
una ética hedonista. El hombre debía rechazar la enseñanza de miedos y supersticiones. No había motivo para temer a los dioses
porque estos, si bien existen, no pueden relacionarse con nosotros ni para ayudar ni para castigar, y por tanto ni su temor ni su rezo o
veneración posee utilidad práctica. La muerte tampoco puede temerse, porque siendo nada, no puede ser algo para nosotros: mientras
Emanuel Kant
Kant considera al hombre un ente dotado de razón, y la razón determina la acción del ser
humano. Aunque no podamos alcanzar el absoluto si tenemos acceso a algo que se le aproxima
y que se da en la conciencia moral, o la conciencia del bien y del mal, lo justo y lo injusto, lo que
debemos hacer y lo que no podemos hacer. La conciencia moral para Kant es la presencia de lo
absoluto o al menos parte de lo absoluto en el hombre.
La conciencia moral, manda de un modo absoluto, y no está condicionado por las
circunstancias, la conciencia moal es la conciencia de una exigencia absoluta.
La conciencia moral dice sin condiciones, no mentiras, y no se establecen condiciones
particulares, el mandato es absolutamente valido, de otra forma no seria una exigencia moral.
La buena voluntad, no es buena por lo que se efectue o realice, no buena para alcanzar el fin
que nos hayamos propuesto, es solo buena, por el querer, es decir, es buena en si misma.
El deber, se refiere a que la buena voluntad bajo ciertas limitaciones, no puede manifestarse
por si sola. El hombre es un ente so solamente racional, sino que también es sensible, que tiene
también inclinaciones, como amor, odio, simpatia, orgullo, avaricia, …que tienen influencia.
Entonces la buena voluntad se manifiesta en lucha o tensión con estas inclinaciones, como una
fuerza que parece oponerse. En la medida que el conflicto se hace presente, la buena voluntad
se llama deber, que encierra tipos de actos por deber, por inclinación inmediata o por puro
deber como serian obrar de acuerdo con los derechos humanos.
El valor moral lo mide Kant, por el imperativo categorico: Obra según una maxima tal que
puedas querer, para que al mismo tiempo pueda tornarse en ley universal. Explicado de otra
forma obraremos moralmente, solo cuando podamos desear que nuestro deseo sea valido para
todos. Así, se pretende eliminar las excepciones, siendo igualmente válida para todas las
personas.
Socrates