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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Asignatura:
Derecho Político Constitucional

Tema:
Unidad IV. Los derechos fundamentales y su regulación en la
Constitución Dominicana

Facilitadora:
Juan Raúl Quiroz-MA

Participante:
Isidro José Méndez Marmolejos Mat. 15-8951

Carrera:
Licenciatura en Educación Mención Ciencias Sociales.

Fecha de entrega:

7 de Febrero del 2019,


Nagua, María Trinidad Sánchez,

República Dominicana.
Introducción.

Entendemos por derechos fundamentales los atributos de toda


persona inherentes a su dignidad, que el estado debe garantizar, respetar
y satisfacer. En su aspecto positivo son los que otorga la constitución
política de nuestro país y los que se recogen en los pactos, convenios y
tratados internacionales suscritos y ratificados por el país.
Son derechos fundamentales todos aquellos derechos subjetivos que
corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto
dotados de status de personas, de ciudadanos o personas con capacidad
de obra, es decir, los derechos fundamentales son todos aquellos que
tienen la persona por el simple hecho de serlo. Son un conjunto de normas
jurídicas que imponen deberes al Estado y conceden facultades a las
personas, provistas de sanciones para asegurar su efectividad.
Estos derechos están reconocidos en la totalidad de las constituciones
actuales de los Estados cuyo régimen tiene forma de Estado de derecho.
Estos derechos son derechos supraestatales a los que los estados están
vinculados y subordinados en el plano del derecho internacional pues no
son derecho de ciudadanía, sino derecho de personas con independencia
de sus diversas ciudadanías gracias a la aprobación de cartas y
convenios internacionales sobre los derechos humanos.
Desde la perspectiva actual se han dividido los derechos fundamentales
en derechos de primera, segunda y tercera generación. De primera
generación son conocidos como derechos fundamentales civiles y
políticos, en su origen el siglo XVIII, reciben varios nombres, tales como
derechos individuales, derechos innatos, derechos esenciales y derechos
del hombre y del ciudadano; los de segunda generación son los derechos
económicos, sociales y culturales a través de los cuales se pretende
mejorar las condiciones de vida de los individuos; mientras que derechos
fundamentales de tercera generación se refiere al derecho constitucional
cada territorios soberanos y al derecho internacional regulados por
bloques económicos regionales y organismos como las naciones unidas.
El titular de los derechos fundamentales es el ser humano en general y en
los derechos civiles y políticos el ciudadano.
Objetivos específicos

 Profundizar en el contenido esencial y la reserva de ley de los


derechos fundamentales.

 Indagar sobre la eficacia de los derechos fundamentales.

 Conocer los derechos fundamentales establecidos en la


Constitución dominicana.

 Realizar una investigación sobre la naturaleza jurídica e


interpretación de los derechos fundamentales.

 Estudiar los límites de los derechos fundamentales.

 Interpretar el procedimiento para realizar la reforma a la


constitución dominicana para que tenga validez.
Desarrollo.
Unidad IV. Los derechos fundamentales y su regulación en la
Constitución Dominicana

1. Realiza un ensayo acerca de la eficacia de los derechos


fundamentales.

La eficacia de los derechos fundamentales, como la de cualquier


otra norma constitucional, sólo puede ser medida en términos jurídicos a
partir de la aptitud de su contenido normativo para la consecución de su
objeto, la garantía de un determinado ámbito de libertad personal.
Procede, pues, analizar ahora tanto los ámbitos personal, espacial y
temporal en los que se despliega esa obligatoriedad, como el grado y tipo
de vinculación que se deriva del contenido objetivo y subjetivo de los
derechos fundamentales respecto de los distintos sujetos obligados por
aquéllos.

En el ámbito personal los derechos fundamentales garantizan al individuo


un ámbito de libertad frente a la acción de los poderes públicos y de los
particulares (binomio disponibilidad inmediata/indisponibilidad para los
poderes públicos).

Por lo que se refiere al ámbito jurídico civil o espacial, la sujeción de los


particulares a los derechos fundamentales fuera del territorio del Estado
se plasma en la cláusula de orden público, de la que forman parte los
derechos fundamentales conforme a reiterada jurisprudencia del Tribunal
Supremo y del Tribunal Constitucional y que condiciona tanto la aplicación
del derecho extranjero que pueda corresponder según las normas de
derecho internacional privado como el reconocimiento de las decisiones
judiciales dictadas por órganos jurisdiccionales extranjeros.

En lo que se refiere al ámbito temporal de eficacia de los derechos


fundamentales, en principio abarca efectos hacia el futuro e implica
únicamente la derogación de las normas incompatibles con su contenido
material. El Tribunal Constitucional afirma que la denominada
inconstitucionalidad sobrevenida que produce el carácter jerárquicamente
superior de aquélla, unida a su carácter de norma posterior en el tiempo,
conlleva ciertos efectos retroactivos de los derechos fundamentales.

De manera que la eficacia de los mismos se realiza tanto en las relaciones


del individuo con los poderes públicos (eficacia vertical) como en las
relaciones con los demás sujetos privados (eficacia horizontal).
Según el capítulo II de las garantías a los derechos fundamentales de
la Constitución dominicana se garantiza la efectividad de los derechos
fundamentales, a través de los mecanismos de tutela y protección, que
ofrecen a la persona la posibilidad de obtener la satisfacción de sus
derechos, frente a los sujetos obligados o deudores de los mismos. Los
derechos fundamentales vinculan a todos los poderes públicos, los cuales
deben garantizar su efectividad en los términos establecidos por la
presente Constitución y por la ley.

Cito a continuación el escrito integro sobre las garantías comprendidas en


el documento constitucional:

“Artículo 69.- Tutela judicial efectiva y debido proceso. Toda persona,


en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, tiene derecho a
obtener la tutela judicial efectiva, con respeto del debido proceso que
estará conformado por las garantías mínimas que se establecen a
continuación:

1. El derecho a una justicia accesible, oportuna y gratuita;


2. El derecho a ser oída, dentro de un plazo razonable y por una
jurisdicción competente, independiente e imparcial, establecida con
anterioridad por la ley;
3. El derecho a que se presuma su inocencia y a ser tratada como tal,
mientras no se haya declarado su culpabilidad por sentencia
irrevocable;
4. El derecho a un juicio público, oral y contradictorio, en plena
igualdad y con respeto al derecho de defensa;
5. Ninguna persona puede ser juzgada dos veces por una misma
causa;
6. Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo;
7. Ninguna persona podrá ser juzgada sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal
competente y con observancia de la plenitud de las formalidades
propias de cada juicio;
8. Es nula toda prueba obtenida en violación a la ley;
9. Toda sentencia puede ser recurrida de conformidad con la ley. El
tribunal superior no podrá agravar la sanción impuesta cuando sólo
la persona condenada recurra la sentencia;
10. Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas.
Artículo 70. Toda persona tiene derecho a una acción judicial para
conocer de la existencia y acceder a los datos que de ella consten en
registros o bancos de datos públicos o privados y, en caso de falsedad o
discriminación, exigir la suspensión, rectificación, actualización y
confidencialidad de aquéllos, conforme a la ley. No podrá afectarse el
secreto de las fuentes de información periodística.

Artículo 71.- Acción de hábeas corpus. Toda persona privada de su


libertad o amenazada de serlo, de manera ilegal, arbitraria o irrazonable,
tiene derecho a una acción de hábeas corpus ante un juez o tribunal
competente, por sí misma o por quien actúe en su nombre, de conformidad
con la ley, para que conozca y decida, de forma sencilla, efectiva, rápida y
sumaria, la legalidad de la privación o amenaza de su libertad.

Artículo 72.- Acción de amparo. Toda persona tiene derecho a una


acción de amparo para reclamar ante los tribunales, por sí o por quien
actúe en su nombre, la protección inmediata de sus derechos
fundamentales, no protegidos por el hábeas corpus, cuando resulten
vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de toda autoridad
pública o de particulares, para hacer efectivo el cumplimiento de una ley o
acto administrativo, para garantizar los derechos e intereses colectivos y
difusos. De conformidad con la ley, el procedimiento es preferente,
sumario, oral, público, gratuito y no sujeto a formalidades.

Párrafo.- Los actos adoptados durante los Estados de Excepción que


vulneren derechos protegidos que afecten irrazonablemente derechos
suspendidos están sujetos a la acción de amparo.

Artículo 73.- Nulidad de los actos que subviertan el orden


constitucional. Son nulos de pleno derecho los actos emanados de
autoridad usurpada, las acciones o decisiones de los poderes públicos,
instituciones o personas que alteren o subviertan el orden constitucional y
toda decisión acordada por requisición de fuerza armada”.
2. Elabora un mapa conceptual acerca de los derechos
fundamentales establecidos en la Constitución dominicana.

Constitución de la Republica Dominicana.

Se encuentran en,
Título II de los derechos, garantías y deberes fundamentales. Capítulo I de
los derechos fundamentales. Sección I de los derechos civiles y políticos:

Estos son:

Artículo 37.- Derecho a la vida. El derecho a la vida es inviolable desde


la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni
aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte.

Artículo 38.- Dignidad humana. El Estado se fundamenta en el respeto


a la dignidad de la persona y se organiza para la protección real y efectiva
de los derechos fundamentales que le son inherentes. La dignidad del ser
humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección
constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos.

Artículo 39.- Derecho a la igualdad. Todas las personas nacen libres e


iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones,
autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos,
libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de
género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares,
lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal.

Artículo 40.- Derecho a la libertad y seguridad personal. Toda persona


tiene derecho a la libertad y seguridad personal.

Artículo 41.- Prohibición de la esclavitud. Se prohíben en todas sus


formas, la esclavitud, la servidumbre, la trata y el tráfico de personas.

Artículo 42.- Derecho a la integridad personal. Toda persona tiene


derecho a que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin
violencia. Tendrá la protección del Estado en casos de amenaza, riesgo o
violación de las mismas.
Artículo 43.- Derecho al libre desarrollo de la personalidad. Toda
persona tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad, sin más
limitaciones que las impuestas por el orden jurídico y los derechos de los
demás.
Artículo 44.- Derecho a la intimidad y el honor personal. Toda persona
tiene derecho a la intimidad. Se garantiza el respeto y la no injerencia en
la vida privada, familiar, el domicilio y la correspondencia del individuo. Se
reconoce el derecho al honor, al buen nombre y a la propia imagen. Toda
autoridad o particular que los viole está obligado a resarcirlos o repararlos
conforme a la ley.

Artículo 45.- Libertad de conciencia y de cultos. El Estado garantiza la


libertad de conciencia y de cultos, con sujeción al orden público y respeto
a las buenas costumbres.

Artículo 46.- Libertad de tránsito. Toda persona que se encuentre en


territorio nacional tiene derecho a transitar, residir y salir libremente del
mismo, de conformidad con las disposiciones legales.

Artículo 47.- Libertad de asociación. Toda persona tiene derecho de


asociarse con fines lícitos, de conformidad con la ley.

Artículo 48.- Libertad de reunión. Toda persona tiene el derecho de


reunirse, sin permiso previo, con fines lícitos y pacíficos, de conformidad
con la ley.

Artículo 49.- Libertad de expresión e información. Toda persona tiene


derecho a expresar libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, por
cualquier medio, sin que pueda establecerse censura previa.

Artículo 50.- Libertad de empresa. El Estado reconoce y garantiza la


libre empresa, comercio e industria. Todas las personas tienen derecho a
dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia, sin más
limitaciones que las prescritas en esta Constitución y las que establezcan
las leyes.

Artículo 51.- Derecho de propiedad. El Estado reconoce y garantiza el


derecho de propiedad. La propiedad tiene una función social que implica
obligaciones. Toda persona tiene derecho al goce, disfrute y disposición
de sus bienes.

Artículo 52.- Derecho a la propiedad intelectual. Se reconoce y protege


el derecho de la propiedad exclusiva de las obras científicas, literarias,
artísticas, invenciones e innovaciones, denominaciones, marcas, signos
distintivos y demás producciones del intelecto humano por el tiempo, en la
forma y con las limitaciones que establezca la ley.
Artículo 53.- Derechos del consumidor. Toda persona tiene derecho a
disponer de bienes y servicios de calidad, a una información objetiva, veraz
y oportuna sobre el contenido y las características de los productos y
servicios que use o consuma, bajo las previsiones y normas establecidas
por la ley. Las personas que resulten lesionadas o perjudicadas por bienes
y servicios de mala calidad, tienen derecho a ser compensadas o
indemnizadas conforme a la ley.

Artículo 54.- Seguridad alimentaria. El Estado promoverá la


investigación y la transferencia de tecnología para la producción de
alimentos y materias primas de origen agropecuarios, con el propósito de
incrementar la productividad y garantizar la seguridad alimentaria.

Artículo 55.- Derechos de la familia. La familia es el fundamento de la


sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas.
Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un
hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable
de conformarla.

Artículo 56.- Protección de las personas menores de edad. La familia,


la sociedad y el Estado, harán primar el interés superior del niño, niña y
adolescente; tendrán la obligación de asistirles y protegerles para
garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus
derechos fundamentales, conforme a esta Constitución y las leyes.

Artículo 57.- Protección de las personas de la tercera edad. La familia,


la sociedad y el Estado concurrirán para la protección y la asistencia de
las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida
activa y comunitaria. El Estado garantizará los servicios de la seguridad
social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia.

Artículo 58.- Protección de las personas con discapacidad. El Estado


promoverá, protegerá y asegurará el goce de todos los derechos humanos
y libertades fundamentales de las personas con discapacidad, en
condiciones de igualdad, así como el ejercicio pleno y autónomo de sus
capacidades. El Estado adoptará las medidas positivas necesarias para
propiciar su integración familiar, comunitaria, social, laboral, económica,
cultural y política.

Artículo 59.- Derecho a la vivienda. Toda persona tiene derecho a una


vivienda digna con servicios básicos esenciales. El Estado debe fijar las
condiciones necesarias para hacer efectivo este derecho y promover
planes de viviendas y asentamientos humanos de interés social. El acceso
legal a la propiedad inmobiliaria titulada es una prioridad fundamental de
las políticas públicas de promoción de vivienda.

Artículo 60.- Derecho a la seguridad social. Toda persona tiene derecho


a la seguridad social. El Estado estimulará el desarrollo progresivo de la
seguridad social para asegurar el acceso universal a una adecuada
protección en la enfermedad, discapacidad, desocupación y la vejez.

Artículo 61.- Derecho a la salud. Toda persona tiene derecho a la salud


integral.

Artículo 62.- Derecho al trabajo. El trabajo es un derecho, un deber y


una función social que se ejerce con la protección y asistencia del Estado.
Es finalidad esencial del Estado fomentar el empleo digno y remunerado.
Los poderes públicos promoverán el diálogo y concertación entre
trabajadores, empleadores y el Estado.

Artículo 63.- Derecho a la educación. Toda persona tiene derecho a una


educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y
oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes,
vocación y aspiraciones.

Artículo 64.- Derecho a la cultura. Toda persona tiene derecho a


participar y actuar con libertad y sin censura en la vida cultural de la
Nación, al pleno acceso y disfrute de los bienes y servicios culturales, de
los avances científicos y de la producción artística y literaria. El Estado
protegerá los intereses morales y materiales sobre las obras de autores e
inventores.

Artículo 65.- Derecho al deporte. Toda persona tiene derecho a la


educación física, al deporte y la recreación. Corresponde al Estado, en
colaboración con los centros de enseñanza y las organizaciones
deportivas, fomentar, incentivar y apoyar la práctica y difusión de estas
actividades.

Artículo 66.- Derechos colectivos y difusos.


1. La conservación del equilibrio ecológico, de la fauna y la flora;
2. La protección del medio ambiente;
3. La preservación del patrimonio cultural, histórico, urbanístico,
artístico, arquitectónico y arqueológico.

Artículo 67.- Protección del medio ambiente. Constituyen deberes del


Estado prevenir la contaminación, proteger y mantener el medio ambiente
en provecho de las presentes y futuras generaciones. En consecuencia:
3. Elabora un informe de lectura acerca de los siguientes tópicos:

Naturaleza jurídica e interpretación de los derechos fundamentales.

La concepción liberal tradicional sobre los derechos fundamentales,


que es la que se ve reflejada en las constituciones, tiende a asumir que los
derechos fundamentales son previos a la comunidad política y que, por lo
tanto, ésta gira en torno a ellos y no hace más que actuar sobre la base de
lo que ya existe.

Uno de los principios sobre los que se basan los derechos es la “dignidad
humana” es un concepto -o valor- con un contenido axiológico que existe
independientemente del ordenamiento jurídico positivo, por lo que son
extra constitucionales en la medida en que no se encuentren previstos
dentro del ordenamiento. En contraposición tenemos a la Suprema Corte
de Justicia que considera que los derechos fundamentales concretan
jurídicamente unos valores “sustancialmente democráticos”. Y a pesar de
que reconoce que los derechos tienen como fundamento “la dignidad
inherente” de la persona humana, el argumento la reconduce a que estos
derechos son válidos sólo si han sido reconocidos por el sistema
constitucional.

Para que un valor sea considerado “norma” debe antes haber sido
“asumido por el ordenamiento jurídico”. En otras palabras, mediante la
positivización de ese valor. Ya sea por la vía constitucional interna o por la
adopción de una norma internacional de derechos humanos. Esos valores
positividades pueden ser entonces utilizados para determinar la
conformidad material de las normas jurídicas inferiores a la hora de evaluar
su constitucionalidad.

Principios de reglamentación e interpretación. La interpretación y


reglamentación de los derechos y garantías fundamentales, reconocidos
en la presente Constitución, se rigen por los principios siguientes:

1. No tienen carácter limitativo y, por consiguiente, no excluyen otros


derechos y garantías de igual naturaleza;

2. Sólo por ley, en los casos permitidos por esta Constitución, podrá
regularse el ejercicio de los derechos y garantías fundamentales,
respetando su contenido esencial y el principio de razonabilidad;

3. Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos,


suscritos y ratificados por el Estado dominicano, tienen jerarquía
constitucional y son de aplicación directa e inmediata por los
tribunales y demás órganos del Estado;
4. Los poderes públicos interpretan y aplican las normas relativas a los
derechos fundamentales y sus garantías, en el sentido más
favorable a la persona titular de los mismos y, en caso de conflicto
entre derechos fundamentales, procurarán armonizar los bienes e
intereses protegidos por esta Constitución.

Límites de los derechos fundamentales.

Los derechos fundamentales constituyen el núcleo básico de la


Constitución. En el constitucionalismo, desde el punto de vista histórico, la
afirmación de los derechos fundamentales procura poner límite jurídico al
poder.

La Constitución dominicana de 1844, fue inspirada bajo estos principios


conforme lo establece su objetivo de “afianzar los imprescriptibles
derechos de seguridad, propiedad, libertad e igualdad”, al asumir en su
artículo 14 que “los dominicanos nacen y permanecen libres e iguales en
derecho”.

Esta afirmación relacionada con los derechos fundamentales y el límite al


poder, es válida en el constitucionalismo norteamericano y europeo.

En el caso norteamericano, su declaración de independencia del 4 de julio


de 1776, lo expresa con claridad meridiana cuando indica “Que todos los
hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos
derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen
entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del
consentimiento de los gobernados”.

Asimismo, en el caso europeo, la Declaración de los Derechos del Hombre


y del Ciudadano, del 26 de agosto de 1789, en su artículo 16, establece
que “Una Sociedad en la que no esté establecida la garantía de los
Derechos, ni determinada la separación de los Poderes, carece de
Constitución.”

La idea de afianzar estos principios, constituyen el eje central del ius


commune (derecho común) en esta materia. El derecho común, según lo
define el jurista español Francisco Tomás y Valiente, en su libro Historia
del Pensamiento Jurídico, es “algo en lo que todos debemos estar de
acuerdo, algo que se sobreentiende”. Deja claro que cualquier forma de
organización e integración regional o continental, para que esté revestida
de la legitimidad política correspondiente, debe fundamentarse en estos
principios.
Conclusión.

Los Derechos Fundamentales constituyen en esencia el conjunto de


los derechos inalienables de la persona humana, o sea aquellos derechos
de los cuales el ser humano es titular por el solo hecho de ser persona, y
que por tanto, no le pueden ser negados, ni arrebatados, ni perturbados.
Los Derechos Fundamentales son sinónimo de Derechos Humanos.

Los mismos son muy importantes para el hombre ya que el reconocimiento


de estos derechos a permitido establecer la igualdad del ser humano la
cual se había olvidado ya que por la distinción de clases, razas, culturas y
entre otras, se fue tomando un grupo de personas una supremacía hacia
los demás, oprimiéndolos hasta hacerlos explotar.

Por otro lado, la principal responsabilidad del Estado es ser garante de


esos derechos fundamentales, ya que estos tienen primacía sobre los
demás derechos. Los Derechos Fundamentales están contemplados en
los artículos 37 al 67 de la Carta Magna de la Republica Dominicana.

Pude aprender de este informe que cuando se piensa en derecho se quiere


referir al conjunto de leyes y disposiciones a que está sometida toda
sociedad civil pero al referirse a fundamental se refiere a lo que sirve de
apoyo o base.

En conclusión a esto se puede decir que los derechos fundamentales es


el conjunto de preceptos y reglas que son base de la acción de las demás
leyes para la convivencia de la sociedad.
Bibliografía.

Constitución de la República Dominicana, proclamada el 26 de enero.

Francisco J. Bastida Freijero, Ignacio Villaverde Mendendez, Paloma


Requejo Rodriguez, Miguel Angel Presno Linera, Benito Alaez Corral, Ignacio
Fernandez Sarasola. TEORIA GENERAL DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES DE LA CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978. Capítulo 8,
la eficacia de los derechos fundamentales.

Cedeño De Fernández, Margarita. Los derechos fundamentales. Articulo para


LISTÍN DIARIO, Puntos de vista martes, 20 de noviembre de 2012.
https://listindiario.com/puntos-de-vista/2012/11/20/255799/los-derechos-
fundamentales

Bautista, Félix. Derechos fundamentales en la Constitución dominicana.


Articulo para LISTÍN DIARIO, Puntos de vista miércoles, 22 de febrero de 2017.
https://listindiario.com/puntos-de-vista/2017/02/22/455099/derechos-
fundamentales-en-la-constitucion-dominicana

Perdomo Cordero, Nassef. ENFOQUE CONSTITUCIONAL - ORIGEN Y


NATURALEZA FUNDAMENTAL DE LOS DERECHOS EN LA CONSTITUCIÓN
DOMINICANA. https://www.gacetajudicial.com.do/

Gaitán Fonseca, Carolina. Los Derechos Fundamentales.


http://www.ilustrados.com/tema/5060/Derechos-Fundamentales.html

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