Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuestionario 5
Cuestionario 5
- Explicar por qué los autores afirman que después de 1971 hubo una reversión
del Estado empresario.
A partir de la década de 1970 la intervención del Estado fue cuestionada con firmeza
por los grupos en el poder político. Esta crítica se apoyaba además en un contexto
internacional caracterizado por la reversión de las ideas keynesianas que desde fines
de los años 60 se presentaban como la causa del déficit del sector público y del creciente
proceso inflacionario, según la perspectiva neoclásica.
En la Argentina, las ideas neoliberales se manifestaron con el fracaso de la experiencia
peronista 1913-1976 y con la imposibilidad del gobierno democrático de sostener un
proyecto de acumulación en el mediano plazo. La crítica de este modelo empezó en el
mismo gobierno peronista hacia 1975 con la gestión de Celestino al frente del Ministerio
de Economía. El diagnóstico destacaba la ineficiencia de las empresas públicas y el
elevado déficit fiscal que ocasionaban: el Estado era intrínsecamente “malo” e ineficiente
como empresario y ahogaba la iniciativa privada.
La política de privatizaciones de empresas públicas continuo en el gobierno de Raúl
Alfonsín por la necesidad de encarar el fuerte déficit fiscal consecuencia del enorme
endeudamiento provocado por la política económica de Martínez de Hoz.
La “reforma del Estado”, encarada por el gobierno radical, incluía la atracción de capital
privado a la industria petrolera, a través del Plan Houston, y la venta de empresas
estatales cuya privatización no se había logrado en la gestión de Martínez de Hoz.
La crisis hiperinflacionaria de 1989 marcó un punto de inflexión: había que privatizar ya
que así lo demandaba gran parte de la población porque para ese entonces las
empresas públicas acumulaban importantes déficits operativos, sobreendeudamiento,
desinversión, asignación de recursos ineficiente, altos índices de incobrabilidad,
deterioro tarifario y bastantes demandas judiciales.
El desmantelamiento del sector público cobró fuerza durante el menemismo en los años
90, donde el consenso se daba en: la apertura de la economía, la reforma del Estado y
la privatización de empresas públicas, la desregulación de los mercados, y en particular,
de la actividad financiera.
La “reforma del Estado” autorizó al Poder Ejecutivo a privatizar total o parcialmente casi
todas las empresas estatales. La transferencia al sector privado se realizó a través de
la venta de acciones y de activos, los contratos de asociación y las concesiones.
A comienzos del siglo XXI ya no quedaban rastros del viejo Estado empresario de la
posguerra.
Las tensiones históricas respecto del papel que el Estado debe asumir en la economía
argentina continúan aún presentes, en gran parte como consecuencia del “fracaso” del
Estado empresario constituido en las décadas posteriores a la segunda posguerra y en
otra parte, como resultado del “fracaso” de la oposición de la intervención del Estado de
las décadas siguientes.
2) Explicar los argumentos que utilizó el Plan Prebish para criticar la política
económica peronista, y las polémicas que suscitó con Jaureche.
3) ¿Qué es lo que los autores Gilbert, Rougier y Tenewicki definen como “costado
desarrollista del Plan”?
El “costado desarrollista del Plan Prebisch” refiere al contenido no ortodoxo al que hacía
referencia el economista.
La prioridad era la solución del desequilibrio externo. Esa debilidad de la posición
argentina externa se atribuyó a la insuficiente inversión en la producción agropecuaria
para exportación pero también al insuficiente desarrollo de la industrialización por
sustitución de importaciones. En tal sentido, el Plan, en vez de hacer referencia al
discurso liberal tradicional de que como los recursos eran limitados se debía canalizar
en las actividades relativamente más productivas ( el agro por sobre la industria), señaló
que se necesitaba continuar vigorosamente con el esfuerzo de industrialización pero
dando un salto: pasar de la etapa de sustitución “fácil” de importaciones (sobre la base
de bienes de consumo inmediato) a la “compleja”, apoyada en la sustitución de bienes
básicos y materias primas esenciales con el impulso del capital extranjero.
En conclusión, Prebisch planteó un avance y no un viraje en el proceso de
industrialización argentino, pues lo que propuso fue una profundización del modelo ISI
y no el abandono de dicho modelo.
Para llevar a cabo estas medidas, se recomendó desarrollar las industrias del hierro y
del acero, las metalúrgicas y mecánicas afines y fomentar obras de infraestructura
(energía eléctrica y transportes). Los productos a ser promovidos fueron: aceros
especiales, motores diésel, vagones de ferrocarril, tractores, automóviles pequeños y
otros productos de la industria mecánica.
En paralelo, debían desarrollarse otras industrias que permitieran la reducción no
costosa del uso de divisas: la del papel y celulosa, la de productos químicos básicos y
la petroquímica.
La productividad se elevaría con la mejora inmediata de los métodos, la educación para
el uso más eficiente de las máquinas existentes y la importación y fabricación de equipos
de mayor productividad.
LA REVALUACIÓN:
Revaluación significa un aumento del precio de los bienes o productos. En donde
significa un aumento del precio de la moneda local en relación con una moneda
extranjera bajo un tipo de cambio fijo. Cuando esta revaluación compensa a la
devaluación original se detiene el proceso de distribución del ingreso a favor de los
exportadores. Es más si la revaluación espera a la devaluación original se produce un
traslado de los ingresos del sector exportador hacia los trabajadores y los empresarios
que venden en el mercado interno. Si bien la revaluación revierte la redistribución del
ingreso causada por la devaluación, No necesariamente la revaluación lleva a una
reactivación económica.
6) ¿Cuáles son los argumentos que conducen hacia la introducción del capital
extranjero como solución a los problemas de desarrollo en la economía
argentina? (Schvarzer)
Ley de Salario Mínimo Vital y Móvil publicada el 15 de junio de 1964. Como objetivos
centrales estaban el de evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en
los cuales puede existir un exceso de mano de obra, asegurando un ingreso mínimo
adecuado y mejorando los salarios de los trabajadores más pobres.
La UAI se apresuró a objetar, indicando que si la ley se implementaba ello
derivaría en un aumento de los costos primarios, por lo tanto, en mayor presión
inflacionaria.
Luego de la publicación oficial la UAI consideró que era la causa del proceso
inflacionario.
Sumando otro factor más, en 1963 la CGT (Central General de Trabajadores) dispuso
un “Plan de Lucha” para solicitar mejoras económicas y sociales.
Los partidos políticos conservadores esperaban que el gobierno aplicara una política
represiva, y la actitud adoptada frente al Plan de Lucha durante todo 1964 fue
considerada incluso como tolerante con la “penetración comunista”.
La UAI insistió fuertemente en todos sus comunicados con que el gobierno era
“ineficiente”, no se preocupaba por la reactivación de la economía ni por la “creación de
mayor cantidad de bienes” en función de sostener únicamente una “demagogia
electoral”
El gobierno elaboró un plan antiinflacionario para 1966 que logró nuevamente la crítica
de la UAI ya que lo consideraba un plan incompleto.
La importante base de acumulación local que daba el control directo de la tierra, la alta
productividad internacional de ésta hasta aproximadamente 1930 y los escasos
requerimientos de trabajo por su modalidad “extensiva” de explotación fueron decisivos
para que la región pampeana -incluso sus centros urbanos- fuera internamente más
diversificada y próspera que las del enclave, la plantación y la hacienda.
Emergio una también temprana clase obrera, que desarrolló patrones organizativos
autónomos frente al estado y a la incipiente burguesía industrial, que se vio favorecida
por una fuerte demanda de trabajo que no podía ser satisfecha por el numeroso y
cercano campesinado.
Sin embargo, al menos hasta 1976, esa alianza solo se forjó por lapsos cortos, para
disolverse con celeridad en situaciones que colocaron a estas dos fracciones
“superiores” de la burguesía argentina en campos políticamente diferentes.
Ante ello la gran burguesía urbana atendió sus intereses económicos de corto plazo, se
montó en la cresta de la ola de la reactivación económica, que dada su posición le
permitía beneficiarse privilegiadamente y “dejo hacer” las políticas de reactivación.
Con lo cual esta fracción recorría un arco completo del péndulo, sumándose al conjunto
del sector urbano y abandonando a la burguesía pampeana de todo lo cual resultaron
las grande fluctuaciones de precios relativos.