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El Paralelo entre Eva y Maria

En el Nuevo Testamento (Rm 5:12-21; 1 Cor 15:21-22), San Pablo presenta un contraste entre Adán y
Jesucristo: Todos morimos por el pecado de Adán, pero todos recobramos vida en Jesucristo.

El paralelo paralelo Adán-Cristo:

ADAN CRISTO/NUEVO ADAN

Es el primer hombre creado Es el Primogénito; el primero en dignidad

Desobediencia en el árbol del paraíso Obediencia en el árbol de la cruz

Los padres de la Iglesia profundizaron en este paralelo en que Jesucristo es el Nuevo Adán y lo aplicaron a la
Virgen Santísima, la Nueva Eva que, con su inmaculada cooperación, participa en la redención como
corredentora. 

San Ireneo, Padre de la Iglesia del siglo del siglo II, enseñaba este paralelo. Hay que saber que Ireneo fue
discípulo de S.Policarpo, quien a su vez fue discípulo del Apóstol San Juan, por lo que estaba empapado de la
doctrina de los apóstoles. Los escritos mas antiguos que existen sobre la colaboración María-Jesús son de San
Justino, quien también preparó el camino para San Ireneo.

San Ireneo, sobre el paralelo entre Eva y la Virgen María:

EVA MARIA/NUEVA EVA

Era aún virgen, aunque tenía esposo. Era virgen pero casada con José

Fue seducida para hacer el mal   (mentira) Recibe la buena noticia de la verdad

Un ángel la seduce (ángel caído, demonio) Un ángel le trae la Palabra

EVA: DESOBEDECE MARIA: OBEDECE

Causa de salvación para ella y la raza


Causa de muerte para ella y la raza humana
humana

Ató la libertad del hombre Libera al hombre de la atadura

Su desobediencia procede de su falta de fe. Su obediencia procede de su fe

Al desobedecer, huye de la presencia Dios Al obedecer, atrae a Dios a su ceno.

Por una virgen la raza humana fue sentenciada a la Por una Virgen la raza humana es salvada.
muerte. causa mortis causa salutis

La tipología del paralelismo Eva-María dio lugar a la primera reflexión teológica Mariana.  Eva como María son
vírgenes y madres.

María como Nueva Eva toma el paralelismo entre el Gen 3:1-6 (tentación) y Lucas 1:26-38 (Anunciación).

Himno

I
De Adán el primer pecado
No vino en vos a caer;
Que quiso Dios preservaros
Limpia como para él.
De vos el Verbo encarnado
Recibió humano ser,
Y quiere toda pureza
Quien todo puro es también.

Si Dios autor de las leyes


Que rigen la humana grey,
Para engendrar a su madre
¿no pudo cambiar la ley?

Decir que pudo y no quiso


Parece cosa cruel,
Y, si es todopoderoso,
¿con vos no lo habrá de ser?

Que honrar al hijo en la madre


Derecho de todos es,
Y ese derecho tan justo,
¿Dios no lo debe tener?

Porque es justo, porque os ama,


Porque vais su madre a ser,
Os hizo Dios tan purísima
Como Dios merece y es. Amén.

II

Eva nos vistió de luto,


De Dios también nos privó
E hizo mortales;
Mas de vos salió tal fruto
Que puso en paz y quitó
Tantos males.

Por Eva la maldición


Cayó en el género humano
Y el castigo;
Mas por vos la bendición 
fue, y a todos dio la mano
Dios amigo.

Un solo Dios trino y uno


A vos hizo sola y una:
Más perfecta
Después de Dios no hay ninguna,
Ni es a Dios persona alguna
Más acepta.

¡Oh cuánto la tierra os debe!


Pues que por vos Dios volvió
La noche en día,
Por vos, más blanca que nieve,
El pecador alcanzó
Paz y alegría. Amén.

III

Ninguno del ser humano


Como vos se pudo ver;
Que a otros les dejan caer
Y después les dan la mano.

Mas vos, Virgen, no caíste


Como los otros cayeron,
Que siempre la mano os dieron
Con que preservada fuiste.

Yo, cien mil veces caído;


Os suplico que me deis
La vuestra y me levantéis
Porque no quede perdido.

Y por vuestra concepción,


Que fue de tan gran pureza,
Conserva en mí la limpieza
Del alma y del corazón,

Para que de esta manera


Suba con voz a gozar
Del que solo puede dar
Vida y gloria verdadera. Amén.

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