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CANTO…
La tristeza
Jesús se retira como a un tiro de piedra a un lugar donde que existe una enorme
roca. Y "empezó a entristecerse y a sentir angustia. Entonces les dijo: Mi alma
está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo"(Mt). No se trata de
una batalla cualquiera, sino de un amor que va a sufrir la mayor dificultad.
Cuando en el fondo del alma se vive el gozo de la presencia del Padre, lo externo
se torna menos difícil. Pero ahora Jesús experimenta como una no presencia,
aunque el Padre esté siempre allí.
Jesús ora
A Jesús se le hace presente todo el sufrimiento de la crucifixión. De esto se trata.
De amar a pesar de los pesares. Y viene la angustia, el desasosiego, las lágrimas,
el desaliento. Experimenta los efectos del pecado en su alma, especialmente la
separación de Padre, que es lo más difícil, es un comienzo del descenso a los
infiernos que ocurrirá después de la muerte. Es un anonadamiento en su alma. Ha
comenzado la Pasión cruenta en su alma. Pero no cede, sigue rezando, y sigue
amando la voluntad del Padre que también es la suya, y ama a los hombres todos,
que son los causantes de ese dolor.
Hágase Tu voluntad
Ya muy entrada la noche Cristo se retira durante un tiempo largo, y se repite la
oración, la agonía que no puede superar a pesar del consuelo del ángel. Y "de
nuevo se apartó por segunda vez y oró diciendo: Padre mío, si no es posible que
esto pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. Volvió otra vez y los encontró
dormidos, pues sus ojos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se apartó una
vez más, y oró por tercera vez repitiendo las mismas palabras" (Mt). La insistencia
es amor que no cede; es una verdadera pasión en el alma, y también en el
cuerpo. Parece un desecho de los hombres, está humillado y parece derrotado;
supera una y otra vez la tentación y la oración -vida de su vida- se hace más
intensa.
MOMENTO DE SILENCIO…
CANTO…
Salmo, 138
1.Te doy gracias, Señor, de todo corazón, pues oíste las palabras de mi boca.
Canto para ti en presencia de los ángeles,
2.y me postro ante tu Templo santo. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu
verdad, pues tu palabra ha superado a tu renombre.
4.Te darán gracias, Señor, todos los reyes de la tierra, cuando oigan las palabras
de tu boca,
5.celebrarán los caminos del Señor: "¡Es muy grande la gloria del Señor!"
8.El Señor lo hará todo por mí, Señor, tu amor perdura para siempre, no
abandones la obra de tus manos.
-Agradezcamos al señor por todas las bendiciones que recibimos cada día…
MOMENTO DE SILENCIO…
CANTO…
Por la santa Iglesia, para que Dios le conceda ser siempre la esposa fiel de
Jesucristo. Roguemos al Señor.
Por la paz de todo el mundo, para que cesen las ambiciones, desaparezcan las
injusticias y enemistades y brote por todas partes el amor y la paz. Roguemos al
Señor.
Por las familias que sufren a causa de las enfermedades, por las que no tienen el
pan necesario o viven lejos de sus hogares, para que el Señor sea su auxilio y su
ayuda. Roguemos al Señor.
Por la santidad de los Obispos, los sacerdotes, por las vocaciones, los
seminaristas, los laicos comprometidos. Por los sacerdotes que han caído en la
tentación. Por las persecuciones de la iglesia y por todas sus necesidades
económicas y vocacionales. Roguemos al Señor. Roguemos al Señor.
Por el reverendo Padre Manuel Noriega para que el Espíritu Santo lo llene de la
fortaleza necesaria para seguir cumpliendo su deber como pastor de la parroquia
Cristo Redentor. Roguemos al Señor.
Por la catequesis de Cristo Redentor para que pueda llevar a cabo su proyecto de
la construcción de las aulas que permitirán fomentar la unidad de la parroquia.
Roguemos al Señor.
Por los catequistas de nuestra Parroquia, para que sean verdaderos testigos de la
fe que van a transmitir. Roguemos al Señor.
Por los padres y las madres que tiene a sus hijos en la catequesis, para que
respalden con su ejemplo la labor de los catequistas. Roguemos al Señor.
CANTO…
Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me habéis recibido y permitido gozar
de vuestra presencia y compañía amorosas. Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi
corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y
procuraré vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina. Dadme vuestra
bendición y concédeme todas las gracias, que necesito, para amaros y serviros
con la mayor fidelidad.
Bendice, Señor, al Papa, vuestro Vicario en la tierra; líbrale de todos los enemigos
de la Iglesia, ilumínale y santifícale para que confirme en la fe a todos nuestros
hermanos. Dale sabiduría y asístelo para que logre que todos los fieles nos
mantengamos en la fe de Cristo sin contaminación alguna y nos conservemos
unidos a la Iglesia Católica por los vínculos de esa fe, así como también por la
caridad en el obrar, para que, de este modo, todos alcancemos la salvación de
nuestras almas.
Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que su luz brille en todas las naciones;
que los paganos conozcan y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo;
que los herejes renieguen de sus yerros; que los seguidores de las falsas
religiones se conviertan a la verdadera Iglesia y se integren a la única arca de
salvación; que ellos y los pecadores tengamos arrepentimiento.