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REFLEXIÓN:
VIACRUCIS
La parresía en el Espíritu que se pide al Pueblo de Dios en el
camino sinodal es la confianza, la franqueza y el valor «para
entrar en la amplitud del horizonte de Dios» para «asegurar
El camino de la sinodalidad
que en el mundo hay un sacramento de unidad y por ello la
humanidad no está destinada al extravío y al desconcierto».
La experiencia vivida y perseverante de la sinodalidad es pa-
ra el Pueblo de Dios fuente de la alegría prometida por Jesús,
fermento de vida nueva, pista de lanzamiento para una nue-
va fase de compromiso misionero.
OREMOS:
Conclusión
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
Te pedimos, Dios nuestro, que nos enseñes a caminar co- LECTURA BIBLICA. Lc 23, 39-43. 46
mo pueblo de
Dios el propio camino del Calvario. Por Cristo nuestro «Uno de los malhechores crucificados le insultaba dicien-
Señor. Amén do: “¿No eres el Mesías? Sálvate, pues, a ti mismo y a no-
sotros”. Pero el otro le increpaba: “¿Ni tú, que estás su-
Padre Nuestro… friendo el mismo suplicio temes a Dios? En nosotros se
Ave María… cumple la justicia pues somos dignos de castigo, pero éste
Gloria… nada malo ha hecho”. Y decía: “Acuérdate de mí, Señor,
Canto… cuando llegues a tu Reino”. Él le dijo: “Hoy estarás con-
migo en el paraíso”. Después, dando una gran voz, gritó:
II estación “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y habien-
do dicho esto, inclinó la cabeza y expiró».
Jesús carga con la cruz
REFLEXIÓN:
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi peca- María-Iglesia, unida a Cristo, entrega el cáliz al centurión,
dor. un “pagano” que, en realidad, es el primer creyente. De-
trás de él se abre una multitud de personas que están a su
LECTURA BIBLICA. Mt 15, 16-29 vez revestidas de Cristo, más aún, entretejidas en el Cuer-
po de Cristo. La estola sacerdotal nos recuerda que, al
«Los soldados le llevaron dentro del atrio y convocaron a asumir la naturaleza humana, Cristo ha abierto a todos
toda la cohorte, le vistieron una púrpura, le ciñeron una los hombres la posibilidad de convertirse en hijos y de vi-
corona tejida de espinas y comenzaron a saludarle: vir la vida como comunión, como paz, como reconcilia-
“Salve, Rey de los judíos”. Y le herían en la cabeza con ción.
una caña y le escupían, e hincando la rodilla le hacían re-
verencias. Después de haberse burlado de Él, le quitaron OREMOS:
la púrpura, le pusieron sus propios vestidos y le llevaron
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
LECTURA BIBLICA. Jn 19, 18-20 Jesús carga la Cruz e inicia su camino al calvario. Viva-
mos este tiempo de Camino junto a Jesús. El significado
“Allí lo crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado y profundo de “Sínodo” se asocia con los contenidos más
en el medio a Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y po- profundos de la Revelación, Sínodo indica el camino que
nerlo sobre la cruz. Estaba escrito: «Jesús el Nazareno, recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios. Remite
Rey de los judíos.» Muchos judíos leyeron este letrero, por lo tanto al Señor Jesús que se presenta a sí mismo co-
pues el lugar donde Jesús fue crucificado estaba muy cer- mo «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6), y al hecho
ca de la ciudad. Además, estaba escrito en hebreo, latín y de que los cristianos, sus seguidores, en su origen fueron
griego.” llamados «los discípulos del camino»
REFLEXIÓN: OREMOS:
Concédenos, Señor, serte fieles no sólo en el momento de
Caminar hasta que el final del camino, «Caminar juntos – la prosperidad, cuando la fidelidad no es difícil, sino tam-
enseña el Papa Francisco– es el camino constitutivo de la bién en las horas amargas de la vida, viviendo como ver-
Iglesia; la condición para seguir al Señor Jesús y ser sier- daderos discípulos del camino. Te lo pedimos, por el mis-
vos de la vida en este tiempo herido. Solo en este horizon- mo CristoNuestro Señor. Amén
te podemos renovar realmente nuestra pastoral y ade-
cuarla a la misión de la Iglesia en el mundo de hoy; solo Padre Nuestro…
así podemos afrontar la complejidad de este tiempo, agra- Ave María…
decidos por el recorrido realizado y decididos a conti- Gloria…
nuarlo con parresía». Canto…
OREMOS:
III estación
Padre lleno de amor, donde están ahora las ovejas? Han Jesús cae por primera vez
herido al pastor y éstas se han descarriando. Ilumina el
interior del Pueblo de Dios para que con valentía anuncie- V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
mos el sacrificio de la cruz para cumplir tu voluntad. Te R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi peca-
lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén Padre Nues- dor.
tro…
Ave María… Gloria… Canto…
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
LECTURA BIBLICA. Jn 15, 20-21 «Llegando al sitio llamado Gólgota -que quiere decir lu-
gar de la calavera-, le dieron a beber vino mezclado con
«El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perse- hiel, más en cuanto lo gustó no quiso beberlo. Después,
guido, también os perseguirán a vosotros; si han guarda- los soldados se dividieron los vestidos echándolos a suer-
do mi palabra, también guardarán la vuestra. Pero todo tes, y sentados, hacían allí la guardia».
esto os lo harán por causa de mi nombre».
REFLEXIÓN:
REFLEXIÓN:
El silencio de Jesús en todo el camino y mientras es des-
El camino sinodal implica el reconocimiento de las pro- pojado de sus vestidos nos está hablando, nos invita al
pias fragilidades y el pedido recíproco del perdón. La re- discernimiento comunitario que implica la escucha atenta
conciliación es el camino para vivir la nueva evangeliza- y valiente de los «gemidos del Espíritu» (cfr. Rom 8,26)
ción. El reconocimiento del propio pecado es expresión que se abren camino a través del grito, explícito o también
del amor misericordioso del Padre y expresa también la mudo, que brota del Pueblo de Dios: «escucha de Dios,
voluntad de no seguir el camino de la división causada hasta escuchar con él el clamor del pueblo; escucha del
por el pecado, sino el de la unidad. pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos
llama».
OREMOS:
OREMOS:
Concédenos, oh Dios, la gracia de levantarnos ante las caí-
das de la vida, reconocer ante nuestros hermanos el peca- Señor nuestro, despojado de todo, vestido de nada, todo
do y buscar la unidad. Te lo pedimos por el mismo Cristo lo entregaste hasta compartir la miseria y desnudez más
nuestro Señor. Amén profunda del ser humano, haz que sepamos ver la digni-
dad de cada uno más allá de su destrozada apariencia. Te
lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor nuestro Se-
Padre Nuestro… ñor. Amén
Ave María…
Gloria… Padre Nuestro…
Canto… Ave María…
Gloria…
Canto…
IV estación
Jesús encuentra a su madre XI estación
Jesús es clavado en la cruz
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
IX estación
LECTURA BIBLICA. Mc 15, 20-21
Jesús cae por tercera vez
«Tomaron a Jesús y lo llevaron fuera para crucificarlo.
Mientras salían, encontraron a un transeúnte, un cierto V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Simón de Cirene, y le obligaron a tomar la cruz, detrás de R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi peca-
Jesús». dor.
REFLEXIÓN:
LECTURA BIBLICA. Mt 26, 41-42
En algún punto del camino el cireneo se topa con Jesús,
«Y Jesús les dijo: “Velad y orad para que no caigáis en
sin proponérselo termina caminando con Cristo y ayu-
tentación; el espíritu está pronto pero la carne es flaca”. Y
dando a cargar la cruz. Ese espíritu de apertura al sufrien-
decía: “Padre mío, si esto no puede pasar sin que yo lo
te del camino es signo de la apertura de la Iglesia católica
beba, hágase tu voluntad”».
hacia las otras Iglesias y Comunidades eclesiales en el
compromiso irreversible de caminar juntos hacia la plena
REFLEXIÓN:
unidad en la diversidad reconciliada de las respectivas
tradiciones. «La evangelización también implica un ca-
Las caídas de Cristo animan su Iglesia a levantarse cada
mino de diálogo» en compañía con hermanos y hermanas
vez. La Iglesia camina con Cristo, por medio de Cristo y
de las diversas religiones, convicciones y culturas que
en Cristo. Él, el Caminante, el Camino y la Patria, otorga
buscan la verdad y se empeñan en construir la justicia,
su Espíritu de amor (Rom 5,5) para que en Él podamos
para abrir el corazón y la mente de todos con el fin de que
avanzar por el «camino más perfecto» (1 Cor 12,31). La
reconozcan la presencia de Cristo que camina a nuestro
Iglesia está llamada a seguir sobre las huellas de su Señor
lado.
hasta que Él vuelva (1 Cor 11,26). Es el Pueblo del Camino
(Hch 9,2; 18,25; 19,9) hacia el Reino celestial (Flp 3,20). La
OREMOS:
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
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Pbro. Eduardo Hidalgo González
Verónica en el camino es aquella que ha escuchado el cla- «Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la
mor de los profetas del antiguo testamento que inculca en tierra; bienaventurados los que lloran porque ellos serán
el Pueblo de Dios la exigencia de caminar a lo largo de las consolados; bienaventurados los que padecen persecución
travesías de la historia manteniéndose fieles a la alianza, por la justicia, porque suyo es el Reino de los cielos».
invitando a la conversión del corazón hacia Dios y a la
justicia en las relaciones con el prójimo, especialmente con REFLEXIÓN:
los más pobres, los oprimidos, los extranjeros, como testi-
monio tangible de la misericordia del Señor (cfr. Jr 37,21; Si caminamos juntos como Pueblo de Dios, podemos dar-
38,1). nos la mano unos a otros cuando sintamos desfallecer. La
sinodalidad manifiesta el carácter peregrino de la Iglesia.
OREMOS: La imagen del Pueblo de Dios, convocado de entre las na-
ciones (Hch 2,1-9; 15,14), expresa su dimensión social, his-
Ante el ejemplo de la Verónica que honra a Cristo y le rin- tórica y misionera, que corresponde a la condición y a la
de el homenaje sincero de su amor y gratitud, danos tu vocación del ser humano como homo viator. El camino es
fortaleza, Señor omnipotente, para que seamos hombres la imagen que ilumina la inteligencia del misterio de Cris-
del Reino que no se arredran ante una perspectiva de cruz to como el Camino que conduce al Padre. Jesús es el Ca-
y sufrimiento. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor mino de Dios hacia el hombre y de estos hacia Dios. El
nuestro Señor. Amén acontecimiento de gracia con el que Él se hizo peregrino,
plantando su tienda en medio de nosotros (Jn 1,14), se
Padre Nuestro… prolonga en el camino sinodal de la Iglesia.
Ave María…
Gloria… OREMOS:
Canto…
Somos un pueblo peregrino, Señor, mira con agrado nues-
tro afán de gastar la vida por ti sin cálculo y sin medida, y
VII estación sé la garantía de nuestro triunfo final. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén
Jesús cae por segunda vez
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Padre Nuestro…
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi peca- Ave María…
dor. Gloria…
Canto…
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