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Sección : Q67A
Integrantes :
· Cubas Jiménez, Maikon R.
· García Montoya, Kelly N.
· Ramirez Revilla Fernández, Silvia
· Ruiz Kuan, Jessica
Agosto 2017
DERECHO EMPRESARIAL
➢ Crecimiento del producto bruto interno: La Constitución de 1979 tenía una variación
anual promedio del crecimiento del PBI de 0.10%, en los años que estuvo vigente.
Además, el crecimiento de la población tuvo un ritmo de 3% anual, lo que significa que
fuimos empobreciendo. Sin embargo, en la Constitución de 1993, el crecimiento anual
promedio en sus primeros años de vigencia, fue del 5%, porque el entorno internacional
fue favorable.
➢ Propiedad privada: Se respeta en las dos constituciones, sin embargo, la diferencia está
en los motivos de expropiación y en su forma de pago. La Constitución del 1979 permite la
expropiación por razones de necesidad y utilidad pública o de interés social. En cambio, la
de 1993, solo permite eso, por motivos de seguridad nacional o necesidad pública, siendo
esta ley más limitada en la segunda constitución. Con respecto al pago del expropiado, la
Constitución de 1979 autoriza el pago en partes o en bonos de aceptación obligatoria, como
los bonos de la reforma agraria, que hasta ahora no paga el Estado. En cambio, la de 1993
dice que el pago tiene que ser previo y en efectivo.
RÉGIMEN ECONÓMICO
TEMAS
1979 1993
CONCLUSIONES
Podemos decir que la Constitución Política de 1993, aplica un modelo liberal de economía
no porque sea el mejor, sino porque hoy es el único posible, y no siendo una opción
ideológica sino una visión práctica. Esta visión práctica, ha significado para algunos la
estabilidad necesaria para el despegue económico del país en la región y el mundo, para
que el capital interno permanezca en el Perú, y el externo sea convocado al país. Por ello,
estamos frente a una economía social de mercado, pero en el fondo la práctica del adjetivo
social no se ajusta a la realidad.
Además, se puede decir que la Constitución de 1993 inició la apertura de los mercados,
atrayendo la inversión privada en los sectores de telecomunicaciones, energía y minería,
pero no fomentó incremento del empleo en la magnitud esperada. Actualmente, solo se
puede hablar de un chorreo, pero hacia arriba, ya que solo ciertos sectores fueron
beneficiados, como el sector minero e hidrocarburos, sin que el beneficio sea percibido por
la población con la creación de más empleos.