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Filosofía de Simón Rodríguez

REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


MINISTERIO DE EDUCACIÒN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“SIMON RODRIGUEZ”

LUNES, 17 DE MAYO DE 2010


FILOSOFIA DE SIMON RODRIGUEZ
Y DE LA “UNERS”
INTEGRANTE:
KAREN TORREALBA
C.I. 17.855.919

SIMON RODRIGUEZ
Nace en Caracas Simón Rodríguez, calificado de "loco", "maestro" o "don", este ejemplar
venezolano, de padres desconocidos, el 28 de octubre de 1771. Se dice que fue hijo adoptivo de
Cayetano Carreño y de Rosalía Rodríguez. De su infancia, se conoce muy poco. Simón Rodríguez es
un niño expósito y su único familiar conocido es su hermano Gayetano.
Su carácter nada común lo lleva a quitarse el apellido paterno, el adoptivo y a quedarse sólo con el
de su madre (originalmente se hubiera llamado Simón Carreño Rodríguez), por eso es que, el
mismo Simón se presenta como expósito en el acta matrimonial.

Se caracterizará toda su vida por seguir apasionadamente su ideal de pensar y enseñar en libertad
plena. Su vida estuvo dominada por la pasión de las letras.
El primer contacto de los dos Simones se produce cuando Rodríguez es contratado por Feliciano
Palacios, abuelo de Bolívar, para que en su propia casa le sirva de amanuense. Más tarde, al fugarse
de la casa de su tío Carlos Palacios, Bolívar ingresará a la escuela pública de Rodríguez. Este era un
maestro que enseñaba divirtiendo, según expresión bolivariana. Su manera de enseñar, distinta a
todo lo tradicional, era en el campo, frente a la naturaleza, lo cual servía para el espíritu, para la
fortaleza del cuerpo y para el conocimiento de las cosas que nos rodean. Si está en el aula, entre sus
114 alumnos (setenta y cuatro que pagan y cuarenta gratis, entre ellos nueve expósitos), les da
instrucción adecuada a sus edades y les inculca las buenas costumbres y el amor por la libertad.
Don Simón Rodríguez, precursor y animador de la inquietud bolivariana, es por antonomasia el
Maestro del Libertador; antes de que éste independizara a América, Rodríguez (su "Maestro
Universal") hace su tarea: independiza a Bolívar, lo divorcia de la realidad tradicional y lo acerca a la
verdad futura; le ayuda a conseguir la perspectiva propia de un creador, a intuir su faena y a calcular
las fuerzas de sus auxiliares y sus enemigos. Simón Rodríguez llama a Bolívar a ser terriblemente
cuerdo entre aquellos mediocres que se autoestiman depositarios del buen juicio y de la sensatez, y a
los ojos de los cuales la Independencia tenía que ser una locura singular.
La enseñanza de Rodríguez se cumple en la adolescencia y en los umbrales mismos de su edad
adulta; superados algunos rices de la infancia entre maestro y discípulo, roces que nunca más
recordará El Libertador, la compenetración entre ambos es intensa y duradera. Por el carácter
independiente y rebelde de Rodríguez se comprende que cale tan hondo en el espíritu del joven.La
casualidad pone en manos de Simón Rodríguez, pedagogo per sé y fanático de Juan Jacobo
Rousseau, a un niño sano, rico, de alcurnia, inteligente, sin familia, sin padres siquiera a quienes
rendir estrecha cuenta de aquella infancia. En suma, encuentra el Emilio ideal. Y Simón Rodríguez
inicia la educación que aconseja Rousseau en su Emilio. Bolívar es el primer hombre moderno,
quizás el único, que haya sido educado para hombre libre. Rodríguez le hizo cerrar los libros de
texto y le abrió el gran libro de la naturaleza. Le enseña antes que nada a ser fuerte de alma y de
cuerpo; y a convivir con la naturaleza, sin ser víctima de ella. Le enseña a dar grandes caminatas, a
cabalgar días enteros, a nadar, a saltar. Le transmite oralmente cuanto el discípulo puede asimilar. Y
le obliga a leer a los grandes autores clásicos como Plutarco y a los modernos como Rousseau. A eso
se limita.
Simón Rodríguez, en 1794 presentó al Cabildo de Venezuela un proyecto de Escuelas Públicas,
donde analizaba el sistema educativo para aquel entonces y donde planteaba la necesidad de la
participación activa de los alumnos en las cátedras, exponiendo sus ideas y aclarando sus dudas.
Pero las autoridades coloniales no le prestaron ninguna atención.
Simón Rodríguez, además, de su conocimiento y talento como educador, sintió también la inquietud
de la Libertad; participó en el movimiento revolucionario de Gual y España, y complicado en esta
tentativa de independencia abandonó el país al fracasar el movimiento y se traslada a Jamaica,
suplantando su nombre por el de Samuel Robinson, para evitar cualquier vengativa por parte de las
autoridades del rey.
Al llegar a Jamaica en 1798, se inscribió en una escuela pública para aprender ingles, donde hizo
buenas relaciones con los niños, que eran sus compañeros de clase, debido a su bondadoso corazón.
Luego marchó a los Estados Unidos, estableciéndose en Baltimore, donde se desempeñó por algún
tiempo como cajista de una imprenta. Simón Rodríguez tenía un espíritu de aventurero y esto lo
llevo a seguir recorriendo varios países. Simón Rodríguez solía decir: "No quiero parecerme a los
árboles, que echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que
marchan sin cesar".
Viajó por espacio de diez y seis años, conoció Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Rusia, Inglaterra y
otros. Su estadía en el viejo continente le permite dominar el francés, el italiano, el alemán y el
portugués, profundizar sus estudios filosóficos y entrar en contacto con las teorías revolucionarias
que pronto implantarían un nuevo orden político y social de alcance mundial. Todos estos
conocimientos, más tarde los vertería en su más destacado alumno: el Libertador Simón Bolívar.
Simón Bolívar viaja a Europa para distracción de su viudez temprana, dura tres años por fuera,
donde se encuentra con su Maestro Simón Rodríguez y se convierte en un viaje de aprendizaje, ya
que Rodríguez vuelca todos sus conocimientos en él. En esta época Rodríguez le aconseja a Bolívar
que estudie a "Helvecio, Holbach, Hume", entre otros.
En 1823, vuelve Simón Rodríguez a Venezuela, cuando su antiguo discípulo Simón Bolívar se
encontraba preparando la emancipación del Perú. Al enterarse Bolívar de la llegada de su maestro lo
llama a su lado y lo nombra Director e Inspector de Instrucciones Públicas y Beneficencia, y regenta
la Escuela Municipal de Caracas. Y en calidad de tal acompaña al Libertador a Chuquisaca, donde
funda una escuela, acorde con sus ideas de enseñanza. Se esmera en hacer de sus alumnos albañiles,
herreros, carpinteros y otros oficios manuales. Pero lamentablemente fracasa, porque los mismos
padres de familia miraban con desagrado que sus hijos aprendieran tales oficios, teniendo que
cerrar la escuela.
Bolívar ratificó en 1823 la manera de enseñanza de Rodríguez sobre las buenas costumbres y el
amor a la libertad: «Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo
hermoso».
En 1826 Rodríguez le escribía a Bolívar: "No sé si usted se acuerda que estando en París, siempre
tenía yo la culpa de cuanto sucedía a Toro, Montúfar, a usted y a todos sus amigos". Palabras que
sugieren la gran amistad entre aquellos jóvenes y el travieso pero respetado Pedagogo. Esto
haciendo remembranza de la época que pasaron juntos en París cuando bolívar viajó a Europa.
En ese entonces, Rodríguez solo contaba con treinta años.
En 1829, retirado de la docencia, establece en Azángaro, sobre las riberas del Lago de Titicacas, una
fábrica de Velas, que irónicamente él llamaba "De luces americanas". Pero reclamado por la
población cedió a encargarse de nuevo de la Educación.
Después de la muerte del Libertador, en 1830, se traslada a Lima y luego a Huacho. En 1833, fue
nombrado Director de estudios del Departamento de Concepción, este mismo año, en Chile se
entrevista con su compatriota Andrés Bello y funda una escuela de Barrio. Después de algunos años
de permanencia en aquella República, pasó a la del Ecuador donde fue nombrado catedrático de
Botánica y Agricultura del Colegio de Latacunga.
En 1846, regenta un Colegio en Quito y en 1847, se traslada al Sur de Colombia, entregado siempre a
su pasión de enseñar. Luego se enrumba a Perú, donde murió Simón Rodríguez, pobre y sin hogar a
los 83 años de edad, el 23 de Febrero de 1854, en el humilde pueblecito peruano San Nicolás de
Amotape. Fabricaba velas, que es hacer luz.
Sus restos fueron trasladados en 1954 al Panteón Nacional, en el centenario de su muerte.No sin
motivos, Bolívar usaba el calificativo de «el Sócrates de Colombia» para referirse a su maestro.
Simón Rodríguez, fue un maestro ejemplar y gran luchador por la Libertad y la Justicia.
Escribió obras de valioso interés, entre las que se pueden citar:Educación Popular.
El suelo y sus habitantes.
Tratado sobre las luces y las virtudes sociales.Defensa de Bolívar.
El Libertador del Mediodía de América.
Sus compañeros de armas defendidos por un amigo de la causa social..................................
CARTA DE SIMON BOLIVAR A SU MAESTRO, AL PISAR ÉSTE EL SUELO DE COLOMBIA, DE
REGRESO DE EUROPA EN 1823
Usted, maestro mío, ¡cuánto debe haberme contemplado de cerca, aunque colocado a tan remota
distancia! ¡Con qué avidez habrá usted seguido mis pasos, dirigidos muy anticipadamente por usted
mismo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso.
Yo he seguido el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto, aunque sentado sobre una de las
playas de Europa......En fin, usted ha visto mi conducta; usted ha visto mis pensamientos escritos,
mi alma pintada en el papel, y no habrá dejado de decirse: "¡Todo esto es mío! Yo sembré esta
planta; yo la enderecé cuando tierna: ahora, robusta, fuerte y fructífera, he ahí sus frutos; ellos son
míos: yo voy a saborearlos en el jardín que planté: voy a gozar a la sombra de sus brazos amigos;
porque mi derecho es imprescriptible, privado a todo"...Sí, mi amigo querido, usted está con
nosotros: mil veces dichoso el día en que usted pisó las playas de Colombia. Un sabio, un justo más,
corona la frente de la erguida cabeza de Colombia.
FILOSOFIA DE LA UNIVERSIDAD
La Universidad Nacional Experimental simón Rodríguez se suscribe a los principios fundamentales
del hombre, la educación liberadora, la andragogía y la herencia de progreso y pensamiento de
nuestro epónimo Simón Rodríguez. Igualmente, define su papel académico, con base en la
capacidad transformadora y la conciencia social, las cuales marcan el punto de partida para formar
profesionales críticos, conocedores de sus deberes y derechos, con sentido ético, sensibilidad
humana y visión colectiva.Está orientada a consolidar una Universidad capaz de formar los
promotores y conductores de la nueva realidad nacional, basada en la universalización de la
educación y en la colectivización del saber, colocando el saber al servicio de las comunidades.
Carácter Experimental
La Universidad tiene un carácter experimental que le permite ensayar nuevos esquemas
organizativos, nuevas metodologías para el logro de los aprendizajes, nuevas concepciones en las
funciones y disponibilidades universitarias. Explorar otros senderos para manejar las relaciones
interhumanas e incrementar la productividad de los logros académicos en función del rendimiento y
el desarrollo nacional.
Las perspectivas de esta Universidad son el parámetro principal en el que se mueve toda su
actividad, buscando fundamentalmente y entregando a la comunidad diversas formas que:
Preparen al hombre para intervenir a alto nivel en los problemas y soluciones de los mismos de
manera eficiente.
Integren a las capas menos favorecidas para elevar sus niveles de vida y conformar su personalidad
promoviendo en ellos una actitud de autorrealización.
Constituyan un instrumento real para liberar al hombre de las ataduras de la ignorancia, y así
situarlo en el camino que lo conduzca a generar su propia liberación.
No desarraiguen al ser humano de su realidad vital, sino más bien entregarle las herramientas
teóricas, prácticas y tecnológicas en el medio en que se requieren para así contribuir en el desarrollo
global de la nación.(pp.92-93).
Carácter Andragógico
Significa que la institución se entiende como una comunidad de gente adulta, que está
efectivamente en capacidad de formular su propio proyecto para alcanzar sus fines a nivel
estudiantil, académico y administrativo dosificando su ritmo de avance en función de sus naturales
capacidades y del cuadro coyuntural de su propio ámbito, a los niveles de las diversas
responsabilidades que han asumido en la Universidad
La eficiencia como producto de la auto responsabilidad.
Para la Universidad el estudiante es un adulto responsable de su aprendizaje y es por ello un
participante del proceso al lado del facilitador. La metodología de aprendizaje centra todo este
proceso en el participante, no en el profesor, pro cuanto como adulto debe afianzar su personalidad,
su ética individual que significa una evaluación vivencial de sus potencialidades aptitudinales y de
su capacidad de alcanzar objetivos y metas no predeterminadas por el sistema educativo sino que
surgen de un análisis de sus aspiraciones formuladas con finalidades personales y sociales. (pp.94-
97)
Carácter Nacional
Significa que la Universidad ha de estar presente donde las necesidades humanas y sociales lo
requieren. La Institución no se siente limitada por encuadramientos geográficos en donde
parecieran surgir fronteras a la búsqueda y a la divulgación del conocimiento, así como a la
prestación de servicios que reclaman las comunidades nacionales que constituyen núcleo
insustituible para el desarrollo de programas de investigación, de extensión o de docencia
vinculados al más genuino interés nacional en la solución de los problemas del desarrollo
independiente. La universidad estará donde ella sea necesaria, para esclarecer in situ un problema
nacional, para contribuir a resolverlo, para evitar la migración interna de profesionales, para evitar
el desarrollo de investigaciones y la formación de profesionales en laboratorios simulados cuando
existen ricas posibilidades en la realidad telúrica y ambiental, para vincular al hombre con su
terruño y verter sus fuerzas psicológicas al servicio del desarrollo de sus región y contribuir a la
formación de una conciencia humanitaria. (pp. 97-101).
Carácter Participativo
Significa que la Universidad se aparta del sistema convencional de las clases magistrales con
vigencia exagerada de aulas, pizarrones y rígidos horarios de labor. Al centrar en el adulto el proceso
de aprendizaje, el aula está donde él se encuentra en las mejores condiciones para adquirir los
conocimientos. El tiempo poco importa si la educación es permanente a través de la vida, todo
depende de la capacidad intelectual, de las aptitudes y del esfuerzo que cada quien dedique a
alcanzar los objetivos de su aprendizaje.
El carácter participativo está centrado en la búsqueda del conocimiento como actividad esencial e
intransferible del participante, el cual aprende a aprender, asegurándose la aptitud ética y
autocrítica de la persona.
El proceso de aprendizaje se manifiesta y toma contenido en la confrontación de la teoría con la
práctica. Toda formulación teórica, debe ser verificada en la práctica para comprobar si tiene
confiabilidad y validez. Toda formulación teórica confrontada con la realidad debe ser analizada,
discutida, aceptada o refutada o quizás reformulada y perfeccionada. (pp.101-105).
Carácter Flexible
El carácter flexible de la Universidad le permite cierta elasticidad, al poder adoptar diversas
posiciones y maneras situacionales derivadas del carácter andragógico de la institución.
El esquema estructural permite una amplia flexibilidad en el desarrollo de las funciones
universitarias y en las instrucciones de cambios en la orientación de las diversas situaciones en
función de las variables y el mercado de trabajo y de las necesidades que propone el desarrollo
nacional.
En lo conceptual, la flexibilidad permite: ensayar nuevos sistemas de evaluación, la no-
obligatoriedad de la asistencia al recinto universitario, la inexistencia de horarios prefijados, el que
el participante pueda aprender a su propio ritmo y organice su propio esquema de estudio, la
flexibilidad curricular, el poder conjugar la acción estudio y trabajo, producción y aprendizaje, ser
un agente de cambio social al vincularse con la comunidad y contribuir a su desarrollo, podrá
establecer sus propias empresas, que son también talleres de aprendizaje y de producción real.
(pp.105-108).

PUBLICADO POR FILOSOFIA DE SIMON RODRIGUEZ EN 13:37

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